Avledning av lyn [Privado]

por **Sigyn Snøstorm** Dom Ago 16, 2015 11:12 pm

El cielo plomizo, la densidad del aire, el viento moviendo las copas más altas de los arboles. Todo parámetro indicaba la proximidad de una tormenta; una perfecta ilustración para el temario de la fecha: Ceraunología*. Debido a la escasa luz de aquella mañana, la figura femenina apenas se reconocía a través del ventanal al que atendía con la mirada en blanco, mientras sus dedos, impacientes, tamboreaban sobre el escritorio principal. Por otra parte, su atuendo complementaba a la perfección con el paisaje; un vestido de hombreras, color petróleo, destacaría la sobriedad de su imagen y forma de ser. El corsé ceñía su examine cuerpo de manera innecesaria, siendo que últimamente se la había visto más delgada que de costumbre. Al parecer, desde su llegada a Francia, su apetito había desaparecido. La noruega, absorta en pensamientos, había logrado dispersarse unos instantes, siendo esto un error grave en una profesora que, para entonces, ya habría ojeado el reloj un par de veces. Para su suerte, faltaba poco para el cambio de hora.

—… Por último, nos detendremos en el fenómeno quizás más usual y dañino en cuanto a la derivación de una tempestad.
»En términos físicos, el rayo representa una fuerte descarga electroestática. La misma puede ocurrir dentro de una misma nube, identificándose más bien como un ‘relámpago intranube’, mientras que existen también descargas a tierra, produciéndose este peligroso contacto llamado de forma más cotidiana ‘rayo’. Ahora bien, ¿en dónde se forman?
La noruega bien sabía que ciertos fragmentos de su clase tenían su lado irónico, siendo que poseía un abanico de habilidades que le permitían alterar, de forma ínfima, el curso de la naturaleza, haciendo énfasis en la atmokinesis por sobretodas las cosas. ¿Pero qué otras posibilidades tenía? Aún cuando le era un privilegio trascender la profesión de su padre, lo cierto era que la labor científica de una mujer en el siglo XIX no era bien visto, por no decir inaceptable. Pero por otro lado, tampoco podía ponerse en riesgo frente a la inquisición; la sobrevivencia constaba de disimulo y monotonía en su estilo de vida. El único lujo que podía darse eran las insignificantes investigaciones que practicaba en recovecos de su residencia, ubicada en una zona donde pudiera pasar desapercibida. Y de todas formas, no conocía otro sentido por la vida, puesto que cada vez le restaban más y más fuerzas para luchar.

Los minutos parecían escabullirse dentro de la lógica del tiempo, ya que estos terminaban extendiéndose más. Como complemento, no veía el interés de sus alumnos, al menos no hoy, pero tampoco los culpaba.
—Cumulonimbus. Nube formada generalmente por la humedad del ambiente, o por la masa inestable de aire caliente en los días de verano, y principalmente, una fuente de energía. Estas se caracterizan, como verán, por estar cargada eléctricamente, detectable por su aspecto cenizo, casi negro, impotente… Existiría la posibilidad de que la carga migrante resulte positiva o negativa. Sin embargo, hoy por hoy, la hipótesis científica apunta a que al menos la descarga a tierra sea negativa. Respecto a su campo eléctrico, pasa de -120 voltios por metro, que es su valor en buen tiempo antes de que la nube de tormenta se presente, a valores de 10 a 20 kilovoltios por metro cuando está totalmente electrificada. El valor del campo en el aire decrece exponencialmente con la altura, mientras que el potencial con relación a tierra crece hasta una altura de aproximadamente 50 kilómetros, donde se hace constante y mantiene esta zona inferior de la ionosfera a un potencial de unos… 300 kilovoltios, aproximadamente. Ahora sabrán porqué deberían de estar agradecidos con M. Franklin.
De pronto, el sonido que anuncia el fin de receso retumba en el salón, comenzando a oírse como consecuencia el ruido de los bancos chirreando contra el suelo, delatando una vez más la impaciencia de los pupilos.
—Como bien mencioné antes, este campo está originado por la ionosfera, que es… —Y de algún modo, es obligada a frenarse—. Quedará como tarea su estudio químico.
Finalizada la clase, el salón no tarda ni medio minuto en vaciarse. Ella, en lo que resta, comienza a ordenar sus pertenencias en silencio, pensando en el deterioro de su casa, los estudios a realizar, y en su pequeño búho.

*Ceraunología: Rama de la Meteorología que estudia los rayos, describiendo y explicando las propiedades físicas de las tormentas eléctricas.