Cuando la vida es un infierno

por **Audrey Browning** Miér Ago 19, 2015 7:18 pm

Increíble que mi propia familia supiera de la bajeza que los Nottingham me tenían preparada. Enviarme a París para estar al lado de Caleb era algo que definitivamente me tomo desprevenida y es obvio, pues no todos los días descubres que tu difunto prometido esta más vivo de lo que piensas. No tengo nada en contra de cumplir la promesa que mis progenitores hicieron con los de Caleb, de hecho, aunque hubiese sabido la realidad de la situación en la que se encontraba mi prometido habría aceptado todo; lo que me cuesta trabajo concebir y nunca pienso perdonar es la mentira por parte de los míos. Soy capaz de comprender el por qué la madre de Caleb lo hizo, pero no se como es que mi madre decidió hacerme esto a mi, yo que siempre la he llenado de orgullo, que he buscado la manera de hacer todo cuanto ella esperaba de mi; yo no merecía esto.

Por fuera podre mostrarme fuerte y decidida pero no mentiré, me encuentro sumamente dolida y afectada por la realidad en la que ahora debo manejarme, me es difícil despertar cada mañana y saber que me encuentro en un lugar lejano, un sitio donde no conozco a nadie, en una casa donde no puedo ni contar con el hombre que se supone algún día será mi esposo y ¿Cómo puedo contar con él? Caleb esta enfocado en su desgracia, en el dolor y en una vida que no le resulta más que una pesadilla. No tuve la dicha de conocerle antes pero las historias que escuche sobre él, distan mucho del hombre que he conocido. Postrado en una cama, esperando ahogar el dolor mientras que su mente se libera buscando hacer miserable la vida de todos a su alrededor porque eso es algo de lo que estoy segura, Caleb hace todo lo que este a su alcance porque al igual que él sufre, todos cuanto le rodean también lo hagan.

No se que me espera, no tengo ni la más remota idea de lo que puede sucederme ahora pero yo no me quedare de brazos cruzados, luchare tanto como sea posible por no terminar ahogada en la vida que Caleb quiere sumergirme. Si mi “querido” prometido, su familia y la mía quieren volver mi vida un infierno, no podrán lograr pues me encuentro decidida a ser yo, quien vuelva un infierno sus vidas.