Estás muerto [Libre] +18

por **Beth A. Randall** Jue Ago 27, 2015 5:04 am

De todos los lugares en los que no pensaría que estuviera su mejor amiga, no pensó que estuviera en un burdel.

Después de la caida del clan Dallarth, muchos se ocultaron en las sombras intentando pasar desapercibidos. Los unicos que lograron mantenerse en pie fueron los Illuminati quienes eran la mayoria parte wiccanos y magos de distintas energias mágicas y su mejor amiga la llevaban de lado a lado, para que no la encontraran por ningún lado hasta que se enteró que se hospedaba en el burdel pero que no ejercia dicha profesión. De todas maneras, Beth la echaba en falta y mucho. Saber que su mejor amiga estaba en lugares como este, la ponían mala.

Cuando entro en el burdel, fue preguntando persona por persona, la noche habia caido y tendria que pasar la noche en un hotel, por ello no tenia problema alguno. Cuando finalmente llego a la barra, le pregunto a un hombre de aspecto tosco y barbudo por la joven del retrato. El hombre reconocio a la morena, hija del general y mano derecha del gran lider Dallarth. El tabernero no se lo penso ni un segundo y entonces la llevo hacia una habitacion que estaba en el tercer piso, en una habitacion que daba a las calles de París. Beth esperaba desesperadamente encontrar a su amiga, respiro profundamente y dio saltitos para relajarse.

Cuando el hombre le abrio la puerta y ella entro en el interior, las luces tenues de la habitacion iluminaban una cama vacía, vio al tabernero cerrar abruptamente la puerta. Beth intento abrir la puerta para salir de aquella trampa, pero la puerta se abrio mostrando a un joven fibroso y al parecer dispuesto a tener algun tipo de trato con ella. Beth se puso contra la pared, lejos del susodicho, pero el joven no hacía nada.

Estaba quieto - ¿Por que no te mueves?

por **Xande Włodek** Lun Sep 28, 2015 11:49 pm

Había sido contratado para realizar un acto de magia que valdría mucho la pena, un acto de desaparición de cierta flor, aquello no representaría mucho problema era un experto en aquellos requerimientos tan pequeños. Cada día iba enterándose más que aquella susodicha flor no era otra que una joven adinerada de la cual valdría más tenerla callada y escondida por un tiempo que rondando por las calles. El plan iba ideándose a medida que pasaban los días y las semanas y cada vez este tomaba más forma despiadada y ruin. ¿Participaría?. Si.

No lo pensó ni lo meditó, el pago era lo que más necesitaba y no le importa en lo más mínimo lo que hicieran con la joven más tarde. Por lo que, su única participación sería engañándola y drogándola, el resto se ocuparían los “otros” pero primero había que concertar la “cita”. Primero se regaron pequeños rumores de cierta jovencita entre los burdeles, un antro de mala muerte y placeres prohibidos para señoritas castas, todos comentaban que una cierta chica nueva había sido vista en uno de los pocilgueros de la zona para luego ser vendida a otra y a otra dos calles más abajo. Los organizadores sabían que aquella mujer caería.

No tardó mucho en aparecer, los ojos de vigías estaban atentos a cualquier indicio de la mujer y aquella noche las dio. Enseguida entraron al bar haciéndose pasar por borrachos bebiendo y conversando de putas en la barra, el cantinero ya estaba comprado y solo tenía que llevarla a la habitación para que luego todo tomara sentido. Solo rogaban que aquella estúpida no se diera cuenta y saliera gritando en busca de ayuda o tendrían que usar la fuerza, pero, todo salió a pedir de boca, la ingenuidad de la joven les ayudó mucho y ellos solo reían.

La última pieza estaba en la habitación jugando con una moneda en sus manos, riéndose de imaginar la cantidad de dinero que iba a tener por solo engañar a una tonta riquilla. El sonido de la puerta le indicó que ya estaba cerca.

“Estás aquí ratoncito tonto”

Percibió las visagrar chirrear con fuerza, junto al tumbo que se arremetió al cerrarse abruptamente la madera sucia y gastada. En ese momento se levantó de aquella cama cubierta de una sabana que no había sido lavada en días, si, hasta eso fue planeado. Se acercó sigiloso hasta la mujer. Su camisa abierta mostrando su cuerpo, como un felino que acecha al ratón antes de devorarlo, su sonrisa cínica y entre sus dedos aquella moneda. Estaba a solo tres pasos más y luego se detuvo observándola, asustada, tímida y tan tonta.

“siempre son así las riquillas, pero por dentro son unas safadas”

Rueda los ojos y la observa impávido. Se relame los labios secos y luego acota.

— ¿Qué? ¿Acaso creías que te iba a violar y a dejar tirada para luego venderte a este lugar? Que mente tan retorcida la tuya, apuesto que es lo que quieres, que te use sobre esa sucia cama y luego te deje ahí para que otros también te usen y al final venderte en la calle, pero no niña, mi trabajo es otro. Desvístete— le ordena sin dejar de mirarla a los ojos, le agrada como está asustada y no le importa en lo más mínimo ser cortes y dulce con la muchacha solo le importaba cuanto iba a recibir por ella.

por **Beth A. Randall** Mar Dic 15, 2015 5:02 pm

Beth se quedo anonadada por lo que escucho de aquel joven. Lo primero que hizo fue tirarle un jarron de ceramica a la cara que por su mala punteria acerto en un lado de la pared - ¿tu quien te crees que eres? -pregunto alterada en un momento, intento largarse por la puerta pero el vestido la impidio tropezandose hacia el suelo tras pisar el bajo del vestido.

Bufo y se echo hacia atras - ¿Sabes donde esta mi amiga? -pregunto nuevamente con nuevas preguntas - ¿Para que demonios voy a desvestirme pedazo de idiota?- volvio a insultarle al otro - ¿Eres..? No soy una puta, me han traido aqui haciendome creer que aqui estaba mi amiga, esta en peligro, es debil y fragil...enferma esta - Dijo preocupandose aún más por su amiga.

La noche caía lentamente y pronto se haría más oscura. Beth tenia que volver a su hogar y su padre estaría buscándola de todos modos. Supuestamente ahora estaban escondidos, cuanto menos supieran los demás mucho mejor.

Estaba nerviosa, cogio una almohada para prepararse y golpear al rubio. En realidad es que era bastante guapo pero muy arrogante.

por **Xande Włodek** Lun Ene 04, 2016 11:05 pm

Aquello para lo que fue contratado estaba dando efecto enseguida sobre la “cosa”, su explosión y ataque logró que aquel hombre estallara en una risa monumental, extendió las manos sobre su pecho en clara señal de indefensión, su cuerpo no se tensó al contrario mostro una calma, una que provenía de su experiencia.

Esquivó todo aquello que la mujer trató de arrojarle tomándole del brazo, agitó un poco sus manos para zarandear a aquel cuerpo, su ceño se frunció levemente y luego apareció aquella sonrisa a la que dejó ver antes de arrojarla a la cama. Su voz es catártica y sin emoción alguna como la anterior.

—¿Acaso no fui claro, o no comprendes lo que digo?— antes que la mujer intente gritar o lanzarle algo más se sube sobre ella en aquella, le toma las manos sobre la cabeza de ella inmovilizándoselas con una de las de él, con la otra le cubre la boca —Dije que te desvistieras y en silencio, pero ya que no entiendes a las buenas lo haré a las malas, así es como les gusta a mujeres como tu verdad, de esta forma salvaje y animal, toda precaria— retira la mano que tenía en la boca de la mujer agitando aquel cinturón que ceñía sus pantalones, lo lleva hasta las muñecas de ella atándolas fuertemente contra el fierro de la cabecera de aquella sucia cama, se baja de encima de la mujer para con sus manos rasgarle aquel vestido, el pecho la falda, todo en ella termina en largas tiras que se han jirones alrededor del cuerpo

Se separa solo para ir a buscar en el armario el vestido que habían ocultado —les dije que tenía que ser algo menos llamativo que estos trapos, ni modo tendré que hacerlo a mi manera— aquel vestido es rasgado para quitarle la parte del chiffon, dejando solo una tela con huecos que él hizo, las varillas del corsé expuestas.

Muestra el vestido nuevo a la mujer, una muestra como de una campesina, el nuevo uniforme que ella usaría.

por **Beth A. Randall** Vie Ene 15, 2016 8:38 pm

Seguía sin entender por que aquel anormal de ojazos verdes le seguía dando ropajes de mala calidad por donde el frio entraria por aquellos huecos. La dejo desnuda y ahora le obligaba a que se pusiera un trapo que no le iria bien con sus ojazos también verdes - A ver como te lo explico -tosió- NO-ME-VOY-A-PONER-ESTA-MIERDA- Terminó con un aire soberbio lo que le hizo fue tirar de donde estaba atada pero que sin éxito pudo desatarse, bufó y solamente quería que la dejara en paz y le dijera donde estaba Sarah.

-Dime para que narices quiere que me ponga esa piltrafa mal nacido, sino, no me lo pondré porque a mi me tienes que explicar las cosas obviamente -Dijo sin más, demostrando que podría ser la más mandona del lugar en aquellos momentos tan incomodos - ¿Porque me tienes asi? Creo que te confundiste de muchacha, ¿Porque tengo que ponerme ese vestido? ¿Tengo que pasar desapercibida? No voy a unirme a un prostíbulo si eso es lo que pretendes mal nacido -Dijo entre preguntando y hablando mientras ella intentaba desatarse de las ataduras de aquel cinturón que la tenía maniatada al cabecero de la cama.

En los pasillos, aparte de su notorio enfado, corria la gente de arriba abajo, sonriendo y riendo con seguridad alcohol en la mano y la otra rodeando la cintura de una hermosa muchacha dispuesta a cobrar dinero por dar placer a los babosos de los hombres. Aquel pensamiento hizo que su mente volara de lado a lado, deseando que el que tenía delante la desatara pronto, defenderse y seguir buscando a Sarah porque era evidente que ella no estaba en este edificio, la habían engañado vilmente y para lo que estaba haciendo era perder el tiempo - Para que lo sepas, mi padre es alguien importante, MUY importante. Seguramente ahora mismo me estará buscando, lo más seguro es que este cerca, probablemente subiendo las escaleras con una gran guardia para poder llevarte a rastras, ¡rata callejera! -Termino insultando y escupiendo aunque no llego a mucha distancia realmente al joven que la tenia presa.

Probablemente para él era la diversion mas grata del momento, pero de cualquier manera todo estaba dispuesto. Probablemente Beth no se esperaba lo que pudiera pasar a continuación pero lo que estaba dispuesta era a seguir buscando a Sarah. Solo esperaba que a estas alturas no estuviera muerta en algún rincón o siendo maltratada. Aquel pensamiento hizo preocupar a Beth, de tal manera que comenzo a mover mas las manos queriendo salir de aquel agarre - ¡SACAMEEEE!!! ¡PUTA ESCORIA! ¡SACAME! -Decía una y otra vez. Beth estaba impacientandose.

por **Xande Włodek** Jue Feb 04, 2016 11:25 pm

Los gritos que profería la “cosa” en cuestión junto a los arrebatos de toda jovencita noble y adinerada solo lograron que se riera de la suerte o mejor dicho de la humillación que estaba pasando la mujer, obvió todas las interrogantes de la mujer acercándose a ella; podía oír los hombres que se paseaban por afuera llevándose a putas a sus habitaciones, se podía oír las faenas eróticas y vulgares que tenían, aquellas paredes eran muy finas; estuvo junto a ella, su diestra le tomó de las mejillas para que le vea, le ajustó aquel bonito rostro observando la desnudez de la mujer.

—Te daré dos opciones niña— la suelta un momento, llevó la vista por todo el lugar y en vista que no encontraba algo “decente” tomó un trozó de aquellas telas que antes eran un vestido y se la metió en la boca a la mujer —Sales vestida con esta mierda que dices, o sales desnuda, a mí no me importaría si sales así solo harás que muchas pollas se despierten y quieran meterse entre tus piernas salvajemente desgarrándote el útero de tanto que te violaran— se rio bajando la mano por el cuello de ella hasta sus senos a los comenzó a acariciar tirando de los pezones —me da igual si te violan aquí o donde sea, yo solo estoy haciendo para lo que me pagaron, y crees que tu padre te va a encontrar, sigue soñando niña, estos hombres saben lo que hacen, no eres la primera niña de papi a la que meten a estos negocios u otros que tienen— se aleja de la muchacha viéndola, observando cada rasgo de ella.

Camina hasta la ventana abriéndola completamente para que el frío ingrese a la habitación —Tu padre ahora debe pensar que estas bien lejos, en otro país, siendo usada como las putas de aquí, siendo tratada como él ha tratado otras— comenzó llenar de cosas la cabeza de la chica —Ya que despreciaste la ropa que te buena fe te di, entonces tu verás cómo sales de aquí estúpida— arrojó aquel vestido a la calle viendo como unos indigentes tomaban la ropa para abrigarse; lo que no había dicho era que había otro vestido en el armario, otro traje de campesina muy humilde y poco llamativo.

—Ya que no quieres mi ayuda y te doy asco, llamaré al otro sujeto y que el te ayude, aunque no te aseguro que salgas ilesa porque él es un bruto vulgar y puede que te termine usando primero antes de vender a tu nuevo dueño, así que es mejor que te hagas a la idea que irás cubierta y llena por dentro de mucha mierda— con las manos en los bolsillos se acerca a la chica para quitarle el trapo de la boca, despidiéndose con una reverencia. Caminaba de manera despreocupada hasta la puerta.

El sabía que la mujer con todo lo que le había dicho no aceptaría que otro entrará, solo tenía que tocar la puerta tres veces para que el otro hombre ingresara y se hiciera cargo, el iría de ahí al carruaje para esperar el paquete, para esperar que la arrojen de la ventana luego de que la violaran y drogaran.

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