• Another day whitout memories • {Libre}

por François* Jue Ago 27, 2015 6:40 am

Había sido un día relativamente tranquilo. Después de superar el impacto inicial de su situación, había decidido salir a pasear un rato por las calles de París, echar una mano a su madre en el mercado y luego volver a casa para arreglarse un poco. La mujer le decía que no tocara el pescado, que llamara la atención de los clientes si quería pero que no se llenara los dedos con el olor del producto, porque eso echaría atrás a los posibles clientes que pudiera tener al caer la noche. Al principio le había resultado desagradable, pero a medida que el día pasaba, se le iba pasando.

Había sido definitivamente extraño eso de despertarse y que le dijeran que tenía un problema en la cabeza, que cuando dormía sus recuerdos no se almacenaban y que por eso al despertar al día siguiente, seguía encerrado en los diecisiete años. Al parecer había vivido esa rutina durante casi tres años seguidos; despertarse, conocer la verdad y afrontarla. Luego siempre subía a su cuarto y se pasaba unos minutos allí. Por pura inercia, metía las manos bajo la almohada, en busca del libro que su amante le había regalado, pero en lugar de esto encontraba una especie de diario, con su propia letra -y pésima caligrafía- adornándolo. Eran detalles de algunos días pasados, algunas cosas se repetían como: "El hombre del bigote...", "La señora de joyas brillantes...", etc. Supuso que cada día apuntaba los detalles que más le habían llamado la atención del día. Habían regalos, chistes, advertencias. Era curioso, no recordaba nada y sin embargo sabía que era su letra, sabía que eran sus recuerdos.

Con un suspiro decidía que no valía la pena seguir envejeciendo y que si debía vivir solo un día cada vez que se despertaba, lo disfrutaría todo lo que pudiera, sin dejar de cumplir sus tareas, claro. Para François la familia era lo primero, y sabía las necesidades que pasaban y que desempeñar un trabajo como el suyo era algo importante. Así que por la noche se puso un traje, que no recordaba haber adquirido, se arregló un poco el cabello y se fue hacia el burdel de París. Sus padres le dijeron que estuviera allí y simplemente los cientes se acercarían, hombres y mujeres. Que fuera como él siempre había sido, agradable. Así pues, eso hizo. Se puso en un lado del burdel, mirando a todas partes, totalmente fuera de lugar a pesar de estar allí día tras día desde hacía tres años.

por **Casandra Uffyzi** Jue Ago 27, 2015 9:55 am

Estaba siendo una semana muy tranquila en el burdel y eso a mi parecer era algo demasiado aburrido, pero era lo que tocaba, se notaba que estábamos a mediados de mes y que los clientes, los de clase baja andaban sin dinero, pero por suerte para mi tenía mis clientes privados y eso hacia que mis días no fuesen tan aburridos y monótonos.

Estaba cerca de la barra, con mi corsé, mi liga y mi conjunto de trabajo, y estaba feliz pues podía mostrar mi espectacular cuerpo, y que me gustaba a mi notar las miradas de todos, eso solo servia para darme, aun mas cuenta, de lo genial que era. Tome un cigarrillo y me lo encendí, y a lo lejos vi a uno de los chicos del burdel, solitaria, y era raro pues aquel era de lo mas guapos del lugar, con mi sensualidad me acerqué a el

-Un día tranquilo por lo que veo no?-

por François* Miér Sep 02, 2015 6:18 am

Allí todo el mundo parecía saber exactamente lo que tenía que hacer. Veía a todas esas mujeres tan resueltas, buscando a los hombres que seguramente veían como presas fáciles. Y él, sin embargo, no sabía ni qué hacer. Trataba de buscar a otros chicos que parecieran dedicarse a lo mismo que él, pero estaba claro que los hombres eran mucho más discretos que las féminas, así que no podía encontrar ayuda de ningún tipo. Y fue entonces cuando aquella mujer se acercó, despampanante y con aires de ser la dueña del lugar. Fran apretó los labios, con nerviosismo.

— Eso parece. — sonrió, no sin cierta timidez. No podía evitar preguntarse si acaso conocería a esa mujer de algo. ¿Podrían ser amigos? ¿Sería tal vez posible que ella conociera su problema? Lo mejor sería simplemente disimular y ver por dónde salía la conversación — Pero siempre parece haber gente dispuesta, ¿no? — observó a los hombres que estaban por allí, muchos de los cuales miraban a la mujer con ojos cargados de lujuria. Le sorprendía que hubiera gente que gastara su dinero en comprar la compañía de otra persona. Pero bueno, tal vez pudiera deberse a que él no tenía mucho para gastar y lo principal era la comida — ¿No...n-no encuentras a nadie?

No se podía considerar un experto en conversaciones de burdel, definitivamente. No sabía si sus palabras podrían ofender a las mujeres o no, ni siquiera sabía lo que era correcto. Definitivamente se sentía como pez fuera del agua, y no podía dejar de preguntarse si todos los días serían igual.

por **Casandra Uffyzi** Jue Oct 01, 2015 5:21 am

Guapo, tímido y que trabajase en un burdel, era algo que no me cuadraba mucho, pues aquí la vergüenza era algo que no había y si alguien la tenía la dejaba en la puerta, pues de nada servia.

Lo recorrí con la mirada y si era franca no me importaría desconectar del trabajo con el, estaba muy bien y tenia una alo de intriga que mataba mi curiosidad, y no me iba a andar con rodeos.

-Digamos que no, que ahora estoy disponible y de descanso, y algo me dice que tu no llevas muchas tiempo por aquí y que eres un poco tímido no¿?-

Le dije mientras me acercaba el para presentarme y saludar, había que ser educada y cordial, si se quería algo.

-Mi nombre es Cassandra, un placer-

Le dije mientras le daba dos besos en su firme y suave mejilla.

por François* Sáb Oct 03, 2015 4:32 am

No podía evitar envidiar de alguna manera la soltura de aquella chica. Fran nunca había sido realmente tímido, no al menos en situaciones más normales, pero cuando algo se escapaba de su control como aquello ya era otra historia. Definitivamente todo debía resultar más fácil si tenías esa seguridad en ti mismo. ¿Sería que la mujer disfrutaba de trabajar allí? No era tan descabellado después de todo.

— Oh, pues...a decir verdad llevo unos tres años trabajando aquí. — reconoció, sabiendo su rostro enrojecer. Se llevó una mano a la nuca, sonriendo ligeramente por el detalle. Era normal que aunque llevara tres años siguiera siendo como el primer día, pero no se iba a poner a discutir de eso con la chica, así que simplemente se alzó de hombros — ¿No es muy normal eso aquí? D-digo, lo de ser tímido.

Ya se había percatado de que allí las mujeres se comportaban como si ese trabajo fuera igual que el de vender pescado de sus padres. Tal vez no todos eran así al principio, puede que con el tiempo fueran perdiendo ese sentido del ridículo, pero no era algo que supiera. Notó entonces cómo ella se presentaba y le daba dos besos. Se percató del tacto suave de su piel, de su agradable aroma a mujer. Apretó ligeramente los labios, seguía siendo un hombre a fin de cuentas, con mentalidad casi de adolescente, así que era inevitable reaccionar a ciertas cercanías.

— Yo me llamo François. — se presentó también. Iba a abrir la boca para decir algo más, pero un hombre se acercó a ellos, con evidente interés en la mujer. El chico no pudo evitar cambiar el peso de una pierna a otra, con nerviosismo. No le hacía especial ilusión que le robaran la atención de la única persona que se había acercado a hablar con él, todo sea dicho. El hombre en cuestión le propuso a la chica que lo acompañara, muy interesado. Los ojos de Fran se fijaron en ella, expectante de su respuesta. ¿Podría siquiera negarse alguien si un cliente lo requería en aquel lugar?

por **Casandra Uffyzi** Mar Oct 06, 2015 8:46 am

La timidez de aquel joven hacía que me llamase más y mas la atención, era tan guapo pero a la vez tan tímido que hacia que lo quisiera para mi, para probarlo y saber de que era capaz de hacer en la cama.

Tres años y no me había cruzado con el nunca, eso era raro, pero bueno todo lo que pasaba en este lugar era así, y si era franca no me solía fijar en los chicos del lugar, pues mezclar placer con trabajo no era buena idea y menos con los chicos del local, pues eran incluso peor que yo y eso era muy raro. Pero para todo había una primera vez y quien sabe si el joven iba a ser mi entretenimiento del día.

-No es muy normal eso aquí, digamos que la timidez no llega a ninguna parte, el placer es mio François-

Note su reacción al darle los dos besos, pero como era costumbre me interrumpieron. Era uno de los clientes fijos del burdel pero aquella noche no iba a estar para nadie, solo para mi joven compañero de trabajo, si el se dejaba claro estaba. Mire al cliente y le dije que buscase a otra compañera que no estaba disponible para él.

-Y así es como se despacha a un caballero el cual viene día si día también.-

Reí sin dejar de mirar a mi joven compañero, pues las ganas de llevármelo a una habitación y que me hiciese suya era increíbles, pero no podía perder los nervios y tenía que comportarme, aunque sabía que eso me iba a durar poco.

-Esta noche me voy a quedar contigo, si te soy sincera me has llamado muchísimo la atención, eres increíblemente guapo y a la vez tímido, y eso me atrae muchísimo-

Le dije con una voz sensual mientras mi mano derecha recorría su joven rostro, y mi mirada se clavaba en sus ojos.

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