AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Rencuentro (Privado)
Un joven vagando por el bullicioso sonido de una acera circundante de gente y carros por todo lo ancho de Londres, sirenas fastidiosas y luces indiscretas que lastimaban la vista del religioso que siempre terminaba por lamentarse de sus épocas pasadas, de sus siglos recorridos... todo había cambiado y pese a ello le resultaba casi imposible convivir con la modernidad, la sociedad se había vuelto una sin fe y sin Dios haciendo más propicias las guerras y el hambre, no deseaba ver el viejo panorama porque él odiaba ver como la naturaleza humana a la larga había sido corrompida por los ideales de unos cuantos, que malvados o no dejaran más que las marcas y los escritos sobre ellos en los anales de la historia, habían dejado al hombre cubiertos de pecados y de ruidos estruendosos en sus almas.
Contemplo como las iglesias eran vacías, que los párrocos abusaban de los niños a plena luz del día, que seguían ocultando al mundo la existencia de ello, de los inmortales, que la inquisición había desaparecido quizás en el momento en que más se necesitaba, claro sin los métodos rudimentarios con los que constaron ´para torturar y castigar.
Se pregunto si esas torturas finalmente habían acabado con su estirpe, porque de ellas ya no tenía noticia de ninguna, ni nuevas ni antiguas como él, ni las que conoció en un pasado muy lejano de miles de millones de días de diferencia ¿Qué había sido de cada uno de ellos? ¿Habían logrado sobrevivir al siglo, al milenio? ¿Habían soportado a regañadientes los cambios violentos que azotaban a la realidad irreconocible? se encogió de hombros y continuóó caminando por la acera, a lo lejos una fiesta en un departamento se llevaba a cabo y toda la música se escuchaba cimbrando los vidrios y la puertas.
De pronto se sintió observado por su espalada, giro y no había nadie, continuo su paso hasta un callejón más oscuro y abandonado -¿Quién eres?- pregunto intrigado -¿Quien eres?- insistió sin que nadie le respondiera, hasta que una sombra silenciosa fue divisada por sus ojos y esta se detuvo a la sombra -¿Quién eres?- volvió a insistir con ceño fruncido y dispuesto a atacar.
Contemplo como las iglesias eran vacías, que los párrocos abusaban de los niños a plena luz del día, que seguían ocultando al mundo la existencia de ello, de los inmortales, que la inquisición había desaparecido quizás en el momento en que más se necesitaba, claro sin los métodos rudimentarios con los que constaron ´para torturar y castigar.
Se pregunto si esas torturas finalmente habían acabado con su estirpe, porque de ellas ya no tenía noticia de ninguna, ni nuevas ni antiguas como él, ni las que conoció en un pasado muy lejano de miles de millones de días de diferencia ¿Qué había sido de cada uno de ellos? ¿Habían logrado sobrevivir al siglo, al milenio? ¿Habían soportado a regañadientes los cambios violentos que azotaban a la realidad irreconocible? se encogió de hombros y continuóó caminando por la acera, a lo lejos una fiesta en un departamento se llevaba a cabo y toda la música se escuchaba cimbrando los vidrios y la puertas.
De pronto se sintió observado por su espalada, giro y no había nadie, continuo su paso hasta un callejón más oscuro y abandonado -¿Quién eres?- pregunto intrigado -¿Quien eres?- insistió sin que nadie le respondiera, hasta que una sombra silenciosa fue divisada por sus ojos y esta se detuvo a la sombra -¿Quién eres?- volvió a insistir con ceño fruncido y dispuesto a atacar.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
- Mensajes : 91
Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Rencuentro (Privado)
Todos los días aquel mismo trayecto, subterráneo y después una caminata de al menos media ahora para volver a casa. Como todos los días pasó por el supermercado, compro un par de cosas necesarias para su casa y después se dirigio a la librería a buscar algunos títulos que pudieran entretenerle el resto de la madrugada. Él resultaba un ávido lector y con sus dones especiales, cortesía de su afamada inteligencia en realidad poco era lo que invertía en nutrir la mente de nuevo conocimiento, pero por alguna razón esa noche algo aletargaría con seguridad la rapidez entre página y página.
El joven detective que trabaja para Scontland Yard tuvo un sueño perturbador o al menos así le pareció al grado que creyó que quizás tantas cosas, tantos homicidios ya le estaban empezando a pasar la factura, creyó haberse vuelto loco y con los antecedentes familiares que poseía esa habilidad no era tan remota después de todo...
Caminando por las aceras Spencer solo iba con la cabeza baja, su morral de un lado y las bolsas cargadas de libros y legumbres en su costado, iba pensando que ese era justo el escenario que había soñado pero la diferencia radicaba que la época era distinta, había carruajes y otras cosas más que solamente en una película o en libro de historia pudo haber divisado pero sin tanto detalle para dibujarse de manera tan nítida en ese onírico estado, allí también contemplo rostros que en su momento se le hicieron familiares -¿Donde los he visto?- preguntaba con aflicción -¿Artistas de Televisión, cine... revistas... casos?- un amplio repertorio vino a tomar de él pero ninguno fue su elegido -Quizás solo ocurrencias mías- masculló entre dientes y continuó a paso lento por las calles más desoladas cerca de su casa.
Los sonidos de la ciudad se percibían cada vez más lejanos y los insectos por entre las plantas de casa de los vecinos cantaban sin cesar, puso la vista al frente y allí lo encontró... el sujeto de su sueño.
Spencer sacudió la cabeza alarmado y de no haber llevado nada en las manos lo más seguro era que se los hubiera llevado a los ojos y tallarlos con fuerza hasta que la visión de disipará, pero nada disolvió al sujeto que iba pasos adelante y que el detective los seguía sigiloso.
Lo observa, su cabello negro y largo, su figura esbelta ¿Quién era en realidad?, el extraño se detuvo y se giró, Spencer por el contrario busco refugio bajo un árbol a mitad de la calle, le grito pero él no respondía, atónito se había quedado, era el mismo sujeto que en el sueño -No... no... te asustes- respondió él -Soy Spencer y vivó cerca de aquí- paso saliva rápidamente -¿Eres nuevo en el vecindario?- apenas se asomó, sus ojos verdes brillaban con el aperlado de la luna -No pude evitar seguirte- advirtió -Es tan raro que alguien vague por aquí a estas horas- el ladrido de un perro se escucho a mitad de la conversación -Lo siento, no fue mi intención incomodarte- se disculpaba y mientras se decía que quizás ya empezaba a alucinar o quizás estaba dentro de un sueño y pronto despertaría de este.
El joven detective que trabaja para Scontland Yard tuvo un sueño perturbador o al menos así le pareció al grado que creyó que quizás tantas cosas, tantos homicidios ya le estaban empezando a pasar la factura, creyó haberse vuelto loco y con los antecedentes familiares que poseía esa habilidad no era tan remota después de todo...
Caminando por las aceras Spencer solo iba con la cabeza baja, su morral de un lado y las bolsas cargadas de libros y legumbres en su costado, iba pensando que ese era justo el escenario que había soñado pero la diferencia radicaba que la época era distinta, había carruajes y otras cosas más que solamente en una película o en libro de historia pudo haber divisado pero sin tanto detalle para dibujarse de manera tan nítida en ese onírico estado, allí también contemplo rostros que en su momento se le hicieron familiares -¿Donde los he visto?- preguntaba con aflicción -¿Artistas de Televisión, cine... revistas... casos?- un amplio repertorio vino a tomar de él pero ninguno fue su elegido -Quizás solo ocurrencias mías- masculló entre dientes y continuó a paso lento por las calles más desoladas cerca de su casa.
Los sonidos de la ciudad se percibían cada vez más lejanos y los insectos por entre las plantas de casa de los vecinos cantaban sin cesar, puso la vista al frente y allí lo encontró... el sujeto de su sueño.
Spencer sacudió la cabeza alarmado y de no haber llevado nada en las manos lo más seguro era que se los hubiera llevado a los ojos y tallarlos con fuerza hasta que la visión de disipará, pero nada disolvió al sujeto que iba pasos adelante y que el detective los seguía sigiloso.
Lo observa, su cabello negro y largo, su figura esbelta ¿Quién era en realidad?, el extraño se detuvo y se giró, Spencer por el contrario busco refugio bajo un árbol a mitad de la calle, le grito pero él no respondía, atónito se había quedado, era el mismo sujeto que en el sueño -No... no... te asustes- respondió él -Soy Spencer y vivó cerca de aquí- paso saliva rápidamente -¿Eres nuevo en el vecindario?- apenas se asomó, sus ojos verdes brillaban con el aperlado de la luna -No pude evitar seguirte- advirtió -Es tan raro que alguien vague por aquí a estas horas- el ladrido de un perro se escucho a mitad de la conversación -Lo siento, no fue mi intención incomodarte- se disculpaba y mientras se decía que quizás ya empezaba a alucinar o quizás estaba dentro de un sueño y pronto despertaría de este.
Spencer Reid- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/03/2012
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Re: Rencuentro (Privado)
Y un fantasma deambulaba por las calles vacías de Londres, el que hacia allí y como había llegado tenia unos orígenes muy largos para ser explicados en tan breve relato, pero con seguridad y en resumidas cuentas era el cansancio, si, aquel fantasma estaba agotado de buscar sin éxito el descanso eterno, con ello a menudo llegaba a preguntarse que tanto había dejado pendiente en épocas pasadas y que tanto mal hizo para que no tuviese su descanso como él merecía, quizás y después de todo Dios no lo amaba y nunca lo amo.
Pero de nada servía renegarle a Dios ahora, él estaba de vacaciones al parecer, para el viejo fantasma la desgracia en la que había caído todo el mundo que había conocido era muchísimo peor que en las épocas en que la santa inquisición era una amenaza y los vampiros y otros seres de la noche estaban al acecho a plena vista de ojos humanos, ahora el depredador número uno del hombre era el mismo y nadie más mortífero que él.
De cualquier forma, Frank flotaba invisible por los suburbios donde todos se hallaban ya dormidos menos dos hombres que se encontraban unos cuantos pasos más adelante y que por alguna extraña razón su voz de ambos les resulto familiar, continuó hasta toparse con los dueños y casi si no estuviese muerto un infarto era buena opción para describir su desenlace en aquellos días -Spencer- susurró, pero inmediatamente negó, ese mucho lo había conocido hace años atrás y para esas alturas de la vida debía estar muerto ya y no con la piel relativamente joven con la que lucía su rostro, algo no andaba bien, del otro... bueno de él era más creíble, después de todo era un vampiro y ellos vivían por siempre aunque debía ser sincero y reconocer que con las múltiples cargas que tenía gracias a las creencias firmemente arraigadas de su ser no soportaría un siglo más menos en estos más modernos y mordaces para él, se mantuvo estático y solo cuando tuvo fuerza suficiente de moverse, se desplazo hacia otro extremo de la extraña escena, el rubio que se mantenía escondido parecía no recordar a quien tenia por enfrente ¿Podía existir entonces la reencarnación? sino, de que otra forma se podía explicar aquello, tanto parecido de Spencer... ¿Sería solo un sueño?
Pero de nada servía renegarle a Dios ahora, él estaba de vacaciones al parecer, para el viejo fantasma la desgracia en la que había caído todo el mundo que había conocido era muchísimo peor que en las épocas en que la santa inquisición era una amenaza y los vampiros y otros seres de la noche estaban al acecho a plena vista de ojos humanos, ahora el depredador número uno del hombre era el mismo y nadie más mortífero que él.
De cualquier forma, Frank flotaba invisible por los suburbios donde todos se hallaban ya dormidos menos dos hombres que se encontraban unos cuantos pasos más adelante y que por alguna extraña razón su voz de ambos les resulto familiar, continuó hasta toparse con los dueños y casi si no estuviese muerto un infarto era buena opción para describir su desenlace en aquellos días -Spencer- susurró, pero inmediatamente negó, ese mucho lo había conocido hace años atrás y para esas alturas de la vida debía estar muerto ya y no con la piel relativamente joven con la que lucía su rostro, algo no andaba bien, del otro... bueno de él era más creíble, después de todo era un vampiro y ellos vivían por siempre aunque debía ser sincero y reconocer que con las múltiples cargas que tenía gracias a las creencias firmemente arraigadas de su ser no soportaría un siglo más menos en estos más modernos y mordaces para él, se mantuvo estático y solo cuando tuvo fuerza suficiente de moverse, se desplazo hacia otro extremo de la extraña escena, el rubio que se mantenía escondido parecía no recordar a quien tenia por enfrente ¿Podía existir entonces la reencarnación? sino, de que otra forma se podía explicar aquello, tanto parecido de Spencer... ¿Sería solo un sueño?
Frank Slade- Fantasma
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Fecha de inscripción : 26/08/2012
Re: Rencuentro (Privado)
Gideon sonrió, no pudo evitarlo ¿Nuevo en el vecindario?, bueno definitivamente eso era algo ingenioso y que nadie le había preguntado por mucho que se notará extraña su presencia en las callejuelas citadinas de cualquier lugar que visitase. Sus manos fueron directo a los bolsillos de mezclilla oscura y permaneció allí un tiempo considerable tratando de divisar mejor con la mirada y quitarse esa extraña sensación de haberlo visto antes.
-No, solo pasaba por aquí- respondió al desconocido con un ademán de rechazo de su mano pálida y sepulcral -¿Sabes? yo en tu lugar no guardaría tanta descendía con los desconocidos, eso ya no se usa en estos días- enfatizó con un tono burlón hacia su escucha -Y menos a estas horas, todo tipo de demente se esconde a veces entre las sombras, si lo sabré yo que he tenido incidentes interesantes- subrayó, no sabía si solo era impresión suya o realmente los tiempos modernos daba oportunidad a los inmortales de proveerles del alimento podrido de la sociedad que duerme en la ensoñación que les crean sus gobiernos, no sabía hasta que punto ese muchacho flacucho y de aires de intelectual confiaría tanto en esas mentiras que salían grabadas en esos nuevos "trastos" modernos como el vampiro les llamaba -Créeme que no es mi intención asustarte chico- sonrió complacido -Solo digo lo que la experiencia me ha dejado- siseo y se acerco tan solo un poco más para verlo mejor, la sensación seguía allí... pero era imposible creer que los que conocía en aquel lejano 1800 hubiesen sobrevivido sin ser vampiros -Déjame presentarme- inquirió con una leve reverencia como en los años de antaño -Mi nombre es Gideon, Giedeon Stark, forastero y vagabundo si me permites una etiqueta hacia mi única profesión- se detuvo en seco -¿Y tu muchacho a que te dedicas con exactitud para no temerle a los peligros humanos y mundanos de Satán en pleno siglo de innovación inservible como la tecnológica?- pregunto con curiosidad, riéndose de si mismo de lo improbable que sonaba la teoría de que era el Spencer que alguna vez conoció siglos atrás.
-No, solo pasaba por aquí- respondió al desconocido con un ademán de rechazo de su mano pálida y sepulcral -¿Sabes? yo en tu lugar no guardaría tanta descendía con los desconocidos, eso ya no se usa en estos días- enfatizó con un tono burlón hacia su escucha -Y menos a estas horas, todo tipo de demente se esconde a veces entre las sombras, si lo sabré yo que he tenido incidentes interesantes- subrayó, no sabía si solo era impresión suya o realmente los tiempos modernos daba oportunidad a los inmortales de proveerles del alimento podrido de la sociedad que duerme en la ensoñación que les crean sus gobiernos, no sabía hasta que punto ese muchacho flacucho y de aires de intelectual confiaría tanto en esas mentiras que salían grabadas en esos nuevos "trastos" modernos como el vampiro les llamaba -Créeme que no es mi intención asustarte chico- sonrió complacido -Solo digo lo que la experiencia me ha dejado- siseo y se acerco tan solo un poco más para verlo mejor, la sensación seguía allí... pero era imposible creer que los que conocía en aquel lejano 1800 hubiesen sobrevivido sin ser vampiros -Déjame presentarme- inquirió con una leve reverencia como en los años de antaño -Mi nombre es Gideon, Giedeon Stark, forastero y vagabundo si me permites una etiqueta hacia mi única profesión- se detuvo en seco -¿Y tu muchacho a que te dedicas con exactitud para no temerle a los peligros humanos y mundanos de Satán en pleno siglo de innovación inservible como la tecnológica?- pregunto con curiosidad, riéndose de si mismo de lo improbable que sonaba la teoría de que era el Spencer que alguna vez conoció siglos atrás.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Rencuentro (Privado)
Reí sin querer -Lo siento- me disculpe al ver la cara que ponía ante mi acto, realmente parecía ser un hombre bastante amargo, lo que correspondía perfectamente con su postura y su apariencia -Es que... yo... yo bueno...- y la mente se me quedo en blanco entonces, sentía sus ojos sobre mi sin querer darme ni un minuto de tregua, estaba pensando que quizás y después de todo lo había visto en los miles de rostros fotografiados en la estación de policía -Es que yo sé de demencia- trate de explicarme -Sé lo que puede pasar en las noches cuando todo parece estar en calma, soy policía y mi trabajo consiste en estar deteniéndoles todo el tiempo... soy perfilista- sacudí las manos entre mis ropas, transpiraban por los nervios que me provocaba una situación tan incomoda y silenciosa como aquella -Por eso me atreví a saludarle... ya sabe... usted no se ve de su tipo- de hecho parecía más un aficionado de rock moderno que de un delincuente o asesino serial, un contraste interesante ya que a mi siempre me decían que me vestía como escolar bonachón.
-Mi nombre es Spencer- insistí con mi presentación -Tu, usted, tiene algún nombre...- me encogí de hombros, guardando todavía mi distancia, -Solo es curiosidad- me explique.
-Mi nombre es Spencer- insistí con mi presentación -Tu, usted, tiene algún nombre...- me encogí de hombros, guardando todavía mi distancia, -Solo es curiosidad- me explique.
Spencer Reid- Humano Clase Media
- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 03/03/2012
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Re: Rencuentro (Privado)
En otro lado de moderna ciudad de Londres, un joven no mayor a los 17 años deambulaba por los terrenos vacíos que dejaba como consecuencia el paso de la madrugada. El muchacho iba con la cabeza baja, con las manos dentro de los bolsillos y un iPod reproduciendo a Mozart en cada uno de sus oídos a un volumen que simplemente un humano no soportaría en esos decibeles.
Con cada nota y cada pista en el reproductor se imaginaba en sus tiempos pasados y las personas que conoció allí entre tiempo y tiempo que solo había dejado los vestigios arquitectónicos tras sus espaldas y a su costado, se pregunto si era el único que sobrevivía de los de su propia estirpe.
Cruzando la avenida después de que un semáforo marcara el verde a una calle sin autos, llegó a lo que parecía ser la colonia más tranquila que había visto nunca, el silencio era casi imperturbable de no ser por los aullidos de unos perros en la lejanía de los edificios y unas voces intercambiando pocas palabras.
Scorpius siempre fue alguien de curiosidad basta, así que con disimulo se acerco lentamente para contemplar contrariado la escena de su alrededor, dos hombres que parecían ser familiares, pero las fechas no tenían concordancia, se quedaría un rato más detrás de un par de arbustos primero. Ese joven no se fiaba de su mente, a veces la soledad en la que siempre estaba sumergido parecía confundirlo a ver cosas pasadas, consciente de que solo es un juego mental... pero de serlo ¿Cómo era posible?
Con cada nota y cada pista en el reproductor se imaginaba en sus tiempos pasados y las personas que conoció allí entre tiempo y tiempo que solo había dejado los vestigios arquitectónicos tras sus espaldas y a su costado, se pregunto si era el único que sobrevivía de los de su propia estirpe.
Cruzando la avenida después de que un semáforo marcara el verde a una calle sin autos, llegó a lo que parecía ser la colonia más tranquila que había visto nunca, el silencio era casi imperturbable de no ser por los aullidos de unos perros en la lejanía de los edificios y unas voces intercambiando pocas palabras.
Scorpius siempre fue alguien de curiosidad basta, así que con disimulo se acerco lentamente para contemplar contrariado la escena de su alrededor, dos hombres que parecían ser familiares, pero las fechas no tenían concordancia, se quedaría un rato más detrás de un par de arbustos primero. Ese joven no se fiaba de su mente, a veces la soledad en la que siempre estaba sumergido parecía confundirlo a ver cosas pasadas, consciente de que solo es un juego mental... pero de serlo ¿Cómo era posible?
Scorpius Svevo- Esclavo de Sangre/Clase Alta
- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 05/08/2015
Re: Rencuentro (Privado)
De vez en cuando al brujo le gustaba jugar con el tiempo, le gustaba profundamente confundir a los mortales a su alrededor que lo veían siempre con el mismo atuendo pero con artículos parecidos a los de un museo de historia universal. De cualquier modo el pensaba que la magia debía ocuparse para fines triviales de vez en cuando en contra posición de lo que estipulaban las modernas reglas de la magia desde principios del siglo XX.
Estaba convencido que podría morirse en paz al ver todo lo que la humanidadd decaía a nivel de su conciencia y su inteligencia y lo que aumentaba según su perspectivo su sentido destructivo y su nivel de idiotez. Los celulares, los iPod, los ordenadores, todo avance era usado para otros fines menos para los que realmente fueron concebidos. Con apremiante burla de su parte observaba a los otros caminar o conducir esos nuevos transportes carentes de equinos con alguno de esos aparatejos que los separaban del mundo real e incluso de su capacidad de pensar. A veces el hechicero se arrepentía de que la inquisición finalmente fuera derribada por la ilustración.
Sin embargo cierta noche, camino al portal que lo llevaría de regreso al 1800 victoriano encontró una escena peculiar pocas veces vista, para empezar no había celulares y por otro eran dos extraños dirigiéndose la palabra por primera vez, extraño en esos tiempos que ya no existía ningún signo de esa fina cortesía, pero más aún ver a los que conocía en el París antiguo protagonizando la escena. El brujo atónito podía entender que Stark sobreviviera con los años tras su condición de bebedor de vidas, pero ¿Spencer?... ¿Él como había hecho para sobrevivir tanto?
Aguardo y escuchó todo desde una esquina aledaña con su cigarro entre los labios, expidiendo humo discretamente -Yo solamente tengo una duda- aclaro a un lado del árbol descuidado -¿Como sobreviste Spencer Reid después de tanto tiempo?- cuestiono el hechicero rubio con arrogancia-
Estaba convencido que podría morirse en paz al ver todo lo que la humanidadd decaía a nivel de su conciencia y su inteligencia y lo que aumentaba según su perspectivo su sentido destructivo y su nivel de idiotez. Los celulares, los iPod, los ordenadores, todo avance era usado para otros fines menos para los que realmente fueron concebidos. Con apremiante burla de su parte observaba a los otros caminar o conducir esos nuevos transportes carentes de equinos con alguno de esos aparatejos que los separaban del mundo real e incluso de su capacidad de pensar. A veces el hechicero se arrepentía de que la inquisición finalmente fuera derribada por la ilustración.
Sin embargo cierta noche, camino al portal que lo llevaría de regreso al 1800 victoriano encontró una escena peculiar pocas veces vista, para empezar no había celulares y por otro eran dos extraños dirigiéndose la palabra por primera vez, extraño en esos tiempos que ya no existía ningún signo de esa fina cortesía, pero más aún ver a los que conocía en el París antiguo protagonizando la escena. El brujo atónito podía entender que Stark sobreviviera con los años tras su condición de bebedor de vidas, pero ¿Spencer?... ¿Él como había hecho para sobrevivir tanto?
Aguardo y escuchó todo desde una esquina aledaña con su cigarro entre los labios, expidiendo humo discretamente -Yo solamente tengo una duda- aclaro a un lado del árbol descuidado -¿Como sobreviste Spencer Reid después de tanto tiempo?- cuestiono el hechicero rubio con arrogancia-
Neil Constantine- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 02/08/2014
Re: Rencuentro (Privado)
Un joven de tez pálida deambulaba intentando encontrar al que se le había escapado durante un duelo nada amistoso de hechicería antigua. Clarión detestaba viajar a otros tiempos al menos que fuera absolutamente necesario pues odiaba la forma en como los hombres se habían olvidado de pronto de todo lo que era mágico por naturaleza, pongan en duda los magos de las nuevas generaciones y los consideraban algo parecido a los animales míticos -Si supieran que ellos existen y están entre ustedes malditos mentacatos- pensaba aquí cada vez que podía.Con regularidad asistía a esas épocas única y exclusivamente a buscar objetos extraños o de inigualable valor, era sin duda lo único que podía hacerlo detenerse en ese futuro del que no quería formar parte o al menos hasta que pudiera destruir a Constantine y Gideon Stark, los únicos obstáculos entre él y el conocimiento final otorgado por el mismísimo fantasma de Morgana Le Fay.
Andando entre las sombras encontró lo que parecía ser un callejón sin salida, decidió transitar por allí y de ser necesario atravesar la pared. Después de caminar y refunfuñar contra su maldita suerte se percato que aquel sendero no llevaba precisamente a un punto final, sino que ocultaba unas aceras tranquilas y en completo orden donde unos sujetos a media calle hablaban con cierta distancia de por medio.
En su asombro descubrió que un humano se hallaba entre ellos -Perfecto, debe de haber hecho algo que agrado a los dioses- musitó una vez que encontró a su lado a Constantine y justo frente al otro humano a Stark -La acciones que hagas aquí también repercuten en el pasado- torció lo que parecía una mueca de diversión perversa y de pronto de sus manos empezó a desprenderse una luz de un verde esmeralda, masculló algo para el mismo y luego sin más apunto a la espalda del hombre que poco tenía que ver en el asunto pero que seria de igual manera un placer destruir.
Andando entre las sombras encontró lo que parecía ser un callejón sin salida, decidió transitar por allí y de ser necesario atravesar la pared. Después de caminar y refunfuñar contra su maldita suerte se percato que aquel sendero no llevaba precisamente a un punto final, sino que ocultaba unas aceras tranquilas y en completo orden donde unos sujetos a media calle hablaban con cierta distancia de por medio.
En su asombro descubrió que un humano se hallaba entre ellos -Perfecto, debe de haber hecho algo que agrado a los dioses- musitó una vez que encontró a su lado a Constantine y justo frente al otro humano a Stark -La acciones que hagas aquí también repercuten en el pasado- torció lo que parecía una mueca de diversión perversa y de pronto de sus manos empezó a desprenderse una luz de un verde esmeralda, masculló algo para el mismo y luego sin más apunto a la espalda del hombre que poco tenía que ver en el asunto pero que seria de igual manera un placer destruir.
Klarion Svevo- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 08/11/2014
Re: Rencuentro (Privado)
¿Nunca te ha pasado que crees haber vivido en una época pasada y que algunas costumbres tuyas coincidan con una forma distinta de vivir en otros tiempos que en el tuyo mismo y que no sabes ni de donde demonios lo aprendiste? ¡No has sentido que no perteneces a tu tiempo? Algo así le sucedía al italiano Vasari, que por algunas cuestiones de negocios había acudido a otra ciudad para poder finalmente encontrar un poco de pequeña paz, el ni siquiera se sentía acorde a la época y extrañaba a unas mujeres que siempre soñaba pero no podía recordar. El no tenía compromisos con nadie, no estaba casado y tampoco tenía hijos o hijas de donde pudiera explicar la visión tan nítida de esos dos rostros femeninos que sonreían francamente, también había viajado pero no le sonaba familiar nada de aquellas personas.
Continuó caminando por la acera, viendo a la gente caminar de aqui allá en pequeñas multitudes o en solitario que regresaban a casa después de un largo día de trabajo, del tráfico y después de la tranquilidad que las horas pico se habían llevado tras el arribo de muchos dueños de sus carros de colores diversos.
Iba pensando que quizás su vida no era tan interesante y que mantenerse en la soltería había sido una completa equivocación, a veces sentía un vació y a su vida una falta de propósito que no podía cargar y que de vez en cuando provocaba un agotamiento físico y emocional que lo obliga a quedarse varios días en cama.
Haciendo caso omiso a la hora y a lo peligroso que podía ser para él, un hombre con una manera acomodada de vivir pasear en la calle por aquellas tardías etapas de la madrugada, tomo el subterráneo que lo llevará a cualquier parte, no le importaba el destino sinceramente, solo necesitaba caminar y olvidar.
Pasó por varios locales cerrados y unos cuantos departamentos que sostenían en su interior reuniones familiares o de amigos, era razonable para ser finales de épocas del año, Solomon continuó hasta que una escena llamo su atención, el no era de los hombres que se metían en aquello que nos llamaban pero el momento era peculiar para una acera tranquila, en realidad la primera que había visto desde que salió de su ultimo medio de transporte.
Las caras se le hacían familiares entre comillas, pero no recordaba de donde las había visto, quedó atento, prestando más atención a lo que se decían aquellos hombres jóvenes, después vio a otros dos y él ultimo le llamo la atención, era un completo adolescente luciendo un atuendo no tan normal para su edad, no traía lentes negros, gorras o pantalones de mezclilla desarreglados o descoloridos, todo en el estaba en completo orden, menos lo que se desprendía de sus manos. Casi impulsado por un instinto, tomo la tapa de un bote de basura de la vía publica y se puso delante de la espalda de uno de los dos agredidos -¡Cuidado!- se le oyó decir e inmediatamente el impacto lo había empujado contra el piso con el otro chico por debajo de él.
Continuó caminando por la acera, viendo a la gente caminar de aqui allá en pequeñas multitudes o en solitario que regresaban a casa después de un largo día de trabajo, del tráfico y después de la tranquilidad que las horas pico se habían llevado tras el arribo de muchos dueños de sus carros de colores diversos.
Iba pensando que quizás su vida no era tan interesante y que mantenerse en la soltería había sido una completa equivocación, a veces sentía un vació y a su vida una falta de propósito que no podía cargar y que de vez en cuando provocaba un agotamiento físico y emocional que lo obliga a quedarse varios días en cama.
Haciendo caso omiso a la hora y a lo peligroso que podía ser para él, un hombre con una manera acomodada de vivir pasear en la calle por aquellas tardías etapas de la madrugada, tomo el subterráneo que lo llevará a cualquier parte, no le importaba el destino sinceramente, solo necesitaba caminar y olvidar.
Pasó por varios locales cerrados y unos cuantos departamentos que sostenían en su interior reuniones familiares o de amigos, era razonable para ser finales de épocas del año, Solomon continuó hasta que una escena llamo su atención, el no era de los hombres que se metían en aquello que nos llamaban pero el momento era peculiar para una acera tranquila, en realidad la primera que había visto desde que salió de su ultimo medio de transporte.
Las caras se le hacían familiares entre comillas, pero no recordaba de donde las había visto, quedó atento, prestando más atención a lo que se decían aquellos hombres jóvenes, después vio a otros dos y él ultimo le llamo la atención, era un completo adolescente luciendo un atuendo no tan normal para su edad, no traía lentes negros, gorras o pantalones de mezclilla desarreglados o descoloridos, todo en el estaba en completo orden, menos lo que se desprendía de sus manos. Casi impulsado por un instinto, tomo la tapa de un bote de basura de la vía publica y se puso delante de la espalda de uno de los dos agredidos -¡Cuidado!- se le oyó decir e inmediatamente el impacto lo había empujado contra el piso con el otro chico por debajo de él.
Solomon Vasari- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 11/05/2012
Re: Rencuentro (Privado)
Si Dios lo estaba castigando de alguna manera por tus sus errores y maldades cometidas, debía reconocer que el Ser supremo estaba haciendo un muy buen trabajo al volverlo loco con tan solo ver a ese joven de frente y sentir otras presencias conocidas a su alrededor.
Gideon ya no podía enfocarse a la plática porque sus sentidos le estaban empezando a augurar que algo no estaba del todo correcto y que algo terrible podría pasa si bajaba la guardia, pero la duda era ¿Quien podría hacerle daño? ¿Quien? ¿Era acaso ese chico? Lo dudaba mucho... se veía inofensivo y además algo inseguro e ingenuo, no había nadie más al menos que fueran esas presencias, pero a decir verdad el lugar donde se encontraban era un vecindario, por lo consiguiente y por lógica había muchos hombres y mujeres presentes aunque no de manera consciente en aquel encuentro.
Trataba de atar cabos cuando escucho otra voz que advertía, de inmediato Gideon por instinto se hizo a un lado y sacó entre aquel salto la pistola encargada de exterminar otros como los suyos, si aún los días de la inquisición no había acabado, la iglesia sabía que en pleno 2015 aun existían criaturas malignas que se alejaban de ser tan bondadosas personas como Gideon lo era.Disparo un par de veces sin fijarse bien hacia donde apretaba el gatillo que tenía silenciador fuera de día o de noche, en los tiempos modernos estaba vetado y censurado portar un armar y disparar cuando se te diera en gana, así que el condenado como siempre se mantenía fiel y apegado a sus reglas.
-¿Black?- interrogo una vez que alejo su arma del ojo izquierdo sin dejar de apuntar hacia donde un escudo de energía protegía al hombre ataviado de negro y cabellos de oro, con mirada malévola y gesto retorcido en señal de malicia -¿Que demonios significa esto? ¡Por el amor de Dios sacro santo, esto no puede estar sucediendo!- exclamó con los ojos destellando brillo de furia al verlo de nuevo rondar por allí al tipo más despreciable que había podido conocer en tiempos pasados -¡¿Como hiciste para sobrevivir?! ¿Es este tu juego? ¡Contéstame demonio o disparare hasta que la última gota de tu magia se agote y te quedes sin que defenderte!- advirtió mientras el entrecejo se fruncía cada vez más dejando al humano y aparecido el monstruo paulatinamente.
Gideon ya no podía enfocarse a la plática porque sus sentidos le estaban empezando a augurar que algo no estaba del todo correcto y que algo terrible podría pasa si bajaba la guardia, pero la duda era ¿Quien podría hacerle daño? ¿Quien? ¿Era acaso ese chico? Lo dudaba mucho... se veía inofensivo y además algo inseguro e ingenuo, no había nadie más al menos que fueran esas presencias, pero a decir verdad el lugar donde se encontraban era un vecindario, por lo consiguiente y por lógica había muchos hombres y mujeres presentes aunque no de manera consciente en aquel encuentro.
Trataba de atar cabos cuando escucho otra voz que advertía, de inmediato Gideon por instinto se hizo a un lado y sacó entre aquel salto la pistola encargada de exterminar otros como los suyos, si aún los días de la inquisición no había acabado, la iglesia sabía que en pleno 2015 aun existían criaturas malignas que se alejaban de ser tan bondadosas personas como Gideon lo era.Disparo un par de veces sin fijarse bien hacia donde apretaba el gatillo que tenía silenciador fuera de día o de noche, en los tiempos modernos estaba vetado y censurado portar un armar y disparar cuando se te diera en gana, así que el condenado como siempre se mantenía fiel y apegado a sus reglas.
-¿Black?- interrogo una vez que alejo su arma del ojo izquierdo sin dejar de apuntar hacia donde un escudo de energía protegía al hombre ataviado de negro y cabellos de oro, con mirada malévola y gesto retorcido en señal de malicia -¿Que demonios significa esto? ¡Por el amor de Dios sacro santo, esto no puede estar sucediendo!- exclamó con los ojos destellando brillo de furia al verlo de nuevo rondar por allí al tipo más despreciable que había podido conocer en tiempos pasados -¡¿Como hiciste para sobrevivir?! ¿Es este tu juego? ¡Contéstame demonio o disparare hasta que la última gota de tu magia se agote y te quedes sin que defenderte!- advirtió mientras el entrecejo se fruncía cada vez más dejando al humano y aparecido el monstruo paulatinamente.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Rencuentro (Privado)
Dibujos en la pared pegados con pequeña tachuelas de aquí a allá, manuscritos y hojas sueltas que contaban historias de medievo y dragones con fuego, era lo que poseía la habitación del departamento 513 en lo más profundo de una calle solitaria y un barrio tranquilo.
Era un lugar perfecto para todos los que necesitaban estar lejos del bullicio citadino y sobre todo para ese pequeño que se le considero diferente a a cualquier otro. Aramis era un niño prodigio pero con algunos bemoles de por medio, su genialidad estaba opacada por lo que muchos consideraban espectro autista. Aramis leía mucho sobre esos temas desde que su madre decidió que lo supiera en vez de que se enterará por otros medios, el pequeño no compartía la idea de que tuviera algo como eso, que fuera callado y en pocas ocasiones hablara no era del todo ya un síntoma suficiente para etiquetarlo de aquella forma, simplemente a él no le gustaba hablar mucho y sus historias no eran más que el reflejo de lo que creía recordar que vivió en algún tiempo. Quizás ese era su mayor secreto y más valioso que poseía, no podía decirle a nadie que creía en vidas pasadas y creía recordar ciertas cosas que sucedieron en otros tiempos, sabía perfectamente que de confesarlo empeoraría su situación.
Sin embargo soñaba con que algo distinto ocurriera en su monótona e injusta tranquilidad a la que lo habían conferido y sin querer parece que esa noche en que daba vueltas en la cama sin conseguir si quiera cerrar los ojos por las tantas historias y recuerdos a la cabeza sería la ocasión.
Aramis escuchó ciertos ruidos provenientes de la cera donde estaba su casa, en un principio creyó que era la televisión encendida de sus padres, pero recordó que ellos cerraban la puerta de su alcoba cuando iban a dormir, así que nada se oía. Impulsado por la curiosidad se levantó de la cama y comenzó entonces ver por la ventana de su alcoba que daba vista a la calle, allí a lo lejos vio las cabezas de los que hablaban y hablaban, pensó, que algún otro vecino saldría a callar semejante alboroto pero nadie lo hizo, afuera parecía como si nadie estuviese en casa.
Escondido y asomando unicamente sus ojos pudo percatarse de que allí había personas que le resultaban familiares, era para él como una especie de deja vu o en el peor de los defectos una alucinación, lo cual podría confirmarle que no sufría de autismo sino de algo mucho peor. Los protagonistas de esa escena en media calle no distaban mucho de los que vivían en su imaginación.
De pronto la magia se disparo y pronto vio hechizos por la calle y acción por otras partes, para su sorpresa por mucho ruido que hiciesen nadie salió a saber que ocurría ni en ayuda de nadie.
Volvió hacia el interior de su habitación , para remover bruscamente un viejo baúl que contenía un par de juguetes, de allí extrajo un arma con dardos de goma que si bien no dolerían nada servirían como distractores. Confiado en su puntería tiro corrió hacia la ventana y tiro del endeble gatillo de plástico que libero a su vez un dardo artificial que dio en el ojo del rubio con risa siniestra y mueca atemorizante. Enfadado se volvió para verlo y Aramis supo demasiado tarde que estaba metido en un grave problema.
Era un lugar perfecto para todos los que necesitaban estar lejos del bullicio citadino y sobre todo para ese pequeño que se le considero diferente a a cualquier otro. Aramis era un niño prodigio pero con algunos bemoles de por medio, su genialidad estaba opacada por lo que muchos consideraban espectro autista. Aramis leía mucho sobre esos temas desde que su madre decidió que lo supiera en vez de que se enterará por otros medios, el pequeño no compartía la idea de que tuviera algo como eso, que fuera callado y en pocas ocasiones hablara no era del todo ya un síntoma suficiente para etiquetarlo de aquella forma, simplemente a él no le gustaba hablar mucho y sus historias no eran más que el reflejo de lo que creía recordar que vivió en algún tiempo. Quizás ese era su mayor secreto y más valioso que poseía, no podía decirle a nadie que creía en vidas pasadas y creía recordar ciertas cosas que sucedieron en otros tiempos, sabía perfectamente que de confesarlo empeoraría su situación.
Sin embargo soñaba con que algo distinto ocurriera en su monótona e injusta tranquilidad a la que lo habían conferido y sin querer parece que esa noche en que daba vueltas en la cama sin conseguir si quiera cerrar los ojos por las tantas historias y recuerdos a la cabeza sería la ocasión.
Aramis escuchó ciertos ruidos provenientes de la cera donde estaba su casa, en un principio creyó que era la televisión encendida de sus padres, pero recordó que ellos cerraban la puerta de su alcoba cuando iban a dormir, así que nada se oía. Impulsado por la curiosidad se levantó de la cama y comenzó entonces ver por la ventana de su alcoba que daba vista a la calle, allí a lo lejos vio las cabezas de los que hablaban y hablaban, pensó, que algún otro vecino saldría a callar semejante alboroto pero nadie lo hizo, afuera parecía como si nadie estuviese en casa.
Escondido y asomando unicamente sus ojos pudo percatarse de que allí había personas que le resultaban familiares, era para él como una especie de deja vu o en el peor de los defectos una alucinación, lo cual podría confirmarle que no sufría de autismo sino de algo mucho peor. Los protagonistas de esa escena en media calle no distaban mucho de los que vivían en su imaginación.
De pronto la magia se disparo y pronto vio hechizos por la calle y acción por otras partes, para su sorpresa por mucho ruido que hiciesen nadie salió a saber que ocurría ni en ayuda de nadie.
Volvió hacia el interior de su habitación , para remover bruscamente un viejo baúl que contenía un par de juguetes, de allí extrajo un arma con dardos de goma que si bien no dolerían nada servirían como distractores. Confiado en su puntería tiro corrió hacia la ventana y tiro del endeble gatillo de plástico que libero a su vez un dardo artificial que dio en el ojo del rubio con risa siniestra y mueca atemorizante. Enfadado se volvió para verlo y Aramis supo demasiado tarde que estaba metido en un grave problema.
Aramis Alighieri- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 17/09/2015
Re: Rencuentro (Privado)
-¡Por Dios Gideon Stark!- respondió en tono burlon aquel mago de apariencia joven a pesar del tiempo transcurrido desde la última vez que se había visto las caras -Piensa un poco ¿quieres?- sus manos, parecían estar ardiendo con un extraño fuego de color verde que nada le hacia salvó divertirlo ante el pánico de los que allí estaban presentes -Tu sabes bien y Constantine lo sabe también- se encogió de hombros inspirando como si en realidad se encontrara en medio de una charla en algún café cercano, como si fueran ellos viejos amigos -Hay algunos que tenemos ciertos turcos... los vampiros como tú no son la única vía para vivir por siempre... además este no es un caso ordinario y tampoco parece una casualidad... creo que las energías de la magia me dieron la oportunidad de una amena revancha en un universo alterno- apunto entonces hacia una pila de botes de aluminio y congiéndolos con aquella luz los arrojo sobre el inquisidor que perplejo no supo que hacer si defenderse quizás o preguntar -No quiero, ni pretendo se descortés pero ¿Sabes? ya me aburriste- simulo un bostezo y luego volvió aquella mueca deforme y maligna -Mortis- pronunció, cambiando el color de su energía hacia un violeta oscuro que pronto se lanzo en dirección del objetivo envolviéndolo por completo.
Mientras tanto Black se reía ampliamente como si estuviese viendo a algún comediante lo suficientemente bueno o quizás una de esas muertes dolorosas que para su retorcida mente le propina tal placer que podía regocijarse con tranquilidad y sin arrepentimiento.
Mientras tanto Black se reía ampliamente como si estuviese viendo a algún comediante lo suficientemente bueno o quizás una de esas muertes dolorosas que para su retorcida mente le propina tal placer que podía regocijarse con tranquilidad y sin arrepentimiento.
Klarion Svevo- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 08/11/2014
Re: Rencuentro (Privado)
Un muchacho malcriado y desquiciado, eso era para él ese brujo, ese infeliz que jamás creyó fuera a sobrevivir al pasar los siglos. Lo veía tan inmaduro, tan incapaz que si le hubiesen contado que él seguiría vivo jamás lo hubiera supuesto o simplemente se hubiese reído aunque muy poco recordaba de como hacer ese gesto.
-Eres un maldito malcriado- susurró apenas entre dientes el inquisidor, retirando de la montura la pistola que ahora tenía ya, un corte más moderno que todas las pasadas armas con las que contó hasta principios de siglos -¿Que demonios le hiciste a Satán para que te concediera semejante premio?- repuso con molestia que esta vez no tardo en hacerla evidente a los ojos de su contrincante, el joven solo reía y de sus manos se desprendía un rayo púrpura o violeta que le hizo sentir como si todo en el se estuviera estrujando al grado de que todo en el explotaría en poco tiempo. él había sido un inquisidor que poco se interesó por atrapar a los hechiceros oscuros cuando tuvo oportunidad, por ende su desventaja se hizo evidente, salvo la pistola que aún con los espasmos de aquella clase de tortura se mantenía en sus playas frías caída pero cargada.
Gideon apuntó debilitado hacia donde veía la silueta borrosa del muchacho, disparando al final como si no hubiese un mañana. Luchando por no cerrar los ojos ante el dolor del hechizo y evitar fallar que se escapara para hacer daño entre los hombres una criatura más de el Rey de los infiernos.
-Eres un maldito malcriado- susurró apenas entre dientes el inquisidor, retirando de la montura la pistola que ahora tenía ya, un corte más moderno que todas las pasadas armas con las que contó hasta principios de siglos -¿Que demonios le hiciste a Satán para que te concediera semejante premio?- repuso con molestia que esta vez no tardo en hacerla evidente a los ojos de su contrincante, el joven solo reía y de sus manos se desprendía un rayo púrpura o violeta que le hizo sentir como si todo en el se estuviera estrujando al grado de que todo en el explotaría en poco tiempo. él había sido un inquisidor que poco se interesó por atrapar a los hechiceros oscuros cuando tuvo oportunidad, por ende su desventaja se hizo evidente, salvo la pistola que aún con los espasmos de aquella clase de tortura se mantenía en sus playas frías caída pero cargada.
Gideon apuntó debilitado hacia donde veía la silueta borrosa del muchacho, disparando al final como si no hubiese un mañana. Luchando por no cerrar los ojos ante el dolor del hechizo y evitar fallar que se escapara para hacer daño entre los hombres una criatura más de el Rey de los infiernos.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Rencuentro (Privado)
A unos cuantos kilómetros al norte de el lugar donde se llevaba alguna especie de movimientos de energía, una niña se movía incomoda de un lugar a otro en su cama de donceles y cortinas rosas pastel. Tenía pesadillas y de hecho llevaba días viendo en ellas presagios de gente, de rostros que se le hacían familiares, los veía retorcerse de dolor profundo, los veía enfrentarse unos con otros.
Tragaba saliva y aunque quería despertar había algo que se empeñaba a impedir lograrlo, era un ente poderoso, era algo que otra persona, quizás hasta el mismo Señor se empeñaba en que supiera. Ella creía en Dios porque su madre que rezaba día y noche le obligaba a hacerlo para que perdonará su único pecado: Ver el futuro. No era su intención y sin embargo siempre sin importar cuantos dimes y diretes realizara no lograba evitarlo, por eso algo le dijo que lo que soñaba estaba sucediendo muy cerca de su casa y no fue hasta que vio el rostro del niño despertó cayendo en la cuenta de que tenía que ubicar la casa porque "el mago maligno" había regresado. Vio a su alrededor y allí en la oscuridad de su cuarto rodeada de libros de historia y materias de la escuela, cogió una gabardina rosa y despacio paso por el río de velas que estaban regadas por toda la casa.
Aprovechándose de las cosas extrañas que hacia, ordeno estirando su pequeña mano hacia la perilla de la puerta que se abrió de golpe para dejarla salir aunque no tenía la más absoluta idea de a donde ir o al menos así era hasta que la energía le llamo no muy lejos de su vivienda.
Para su edad ella era una joven talentosa y muchos se atrevían a etiquetarla por autista o Índigo debido a sus habilidades e inteligencia. Armada de todo ello además de valor incalculable y bien escondido logro aproximarse lo suficiente para ver que esas caras soñadas se estaban enfrentando frente a frente con un mago, con el malvado -¿Que haré?- pensó y recordó que en ocasiones las cosas se convertían en otras si lo imaginaba con todas sus fuerzas, así que viendo un par de sillones viejos detenidamente estos se transformaron en muebles peludos que después adquirieron una tonalidad gris y un parecido a los lobos, que, ansiosos esperaban sus instrucciones -Muerdan al rubio- musito desde el anonimato, rogando que ni su madre la descubriera tras el pedazo de muro que dividir la acera de la ciudad.
Tragaba saliva y aunque quería despertar había algo que se empeñaba a impedir lograrlo, era un ente poderoso, era algo que otra persona, quizás hasta el mismo Señor se empeñaba en que supiera. Ella creía en Dios porque su madre que rezaba día y noche le obligaba a hacerlo para que perdonará su único pecado: Ver el futuro. No era su intención y sin embargo siempre sin importar cuantos dimes y diretes realizara no lograba evitarlo, por eso algo le dijo que lo que soñaba estaba sucediendo muy cerca de su casa y no fue hasta que vio el rostro del niño despertó cayendo en la cuenta de que tenía que ubicar la casa porque "el mago maligno" había regresado. Vio a su alrededor y allí en la oscuridad de su cuarto rodeada de libros de historia y materias de la escuela, cogió una gabardina rosa y despacio paso por el río de velas que estaban regadas por toda la casa.
Aprovechándose de las cosas extrañas que hacia, ordeno estirando su pequeña mano hacia la perilla de la puerta que se abrió de golpe para dejarla salir aunque no tenía la más absoluta idea de a donde ir o al menos así era hasta que la energía le llamo no muy lejos de su vivienda.
Para su edad ella era una joven talentosa y muchos se atrevían a etiquetarla por autista o Índigo debido a sus habilidades e inteligencia. Armada de todo ello además de valor incalculable y bien escondido logro aproximarse lo suficiente para ver que esas caras soñadas se estaban enfrentando frente a frente con un mago, con el malvado -¿Que haré?- pensó y recordó que en ocasiones las cosas se convertían en otras si lo imaginaba con todas sus fuerzas, así que viendo un par de sillones viejos detenidamente estos se transformaron en muebles peludos que después adquirieron una tonalidad gris y un parecido a los lobos, que, ansiosos esperaban sus instrucciones -Muerdan al rubio- musito desde el anonimato, rogando que ni su madre la descubriera tras el pedazo de muro que dividir la acera de la ciudad.
Dabria Giry- Hechicero Clase Media
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Fecha de inscripción : 27/08/2015
Re: Rencuentro (Privado)
Y todo parecia un sueño, el mundo giraba alrededor de mi como si me hubiese subido a uno de esos juegos en los parques de diversiones de grandes dimensiones. Debía de estar loco o la cafeína en exceso ya estaba dañando mi sistema nervioso... ¿En que momento escuche mencionar magos, vampiros e inquisidores?, en que momento del tiempo escuche que yo había vivido y que a ese muchacho que no rebasaba ni los veinte años lo hubiese conocido.
Las manos me producían una especie de extraña comezón que incrementaba mientras todo avanzaba, mi pecho sufrir al tratar de mantener mi corazón bombeando de tal manera que no sabía si era emoción o susto lo que le hacia ponerse de aquella manera. De cualquier forma la angustia me tomo preso y vi las luces violetas envolviendo al hombre con el que estaba hablando, el cual por cierto traía un arma de fuego atada a su cintura -¿Espera...?- más allá de una orden fue como una interrogante nerviosa -¿Pero eso es legal?- no respondió en su lugar se puso a disparar con ayuda de un silenciador. Inspirado por el terror hice lo mismo y del bolsillo saque el arma y la accione aunque no me gustase la idea.
Cerre los ojos y al momento siguiente vi al contrincante tendido en el suelo con dos enormes perros grises queriendo matarlo -¿Que demonios sucede aquí?- pregunte alterado viendo en todas direcciones -¿Y esos perros de donde han salido?- cada vez estaba a punto de un colapso pero nadie, nadie de los que había conocido estaban cerca... ¿Estaría soñando?
Las manos me producían una especie de extraña comezón que incrementaba mientras todo avanzaba, mi pecho sufrir al tratar de mantener mi corazón bombeando de tal manera que no sabía si era emoción o susto lo que le hacia ponerse de aquella manera. De cualquier forma la angustia me tomo preso y vi las luces violetas envolviendo al hombre con el que estaba hablando, el cual por cierto traía un arma de fuego atada a su cintura -¿Espera...?- más allá de una orden fue como una interrogante nerviosa -¿Pero eso es legal?- no respondió en su lugar se puso a disparar con ayuda de un silenciador. Inspirado por el terror hice lo mismo y del bolsillo saque el arma y la accione aunque no me gustase la idea.
Cerre los ojos y al momento siguiente vi al contrincante tendido en el suelo con dos enormes perros grises queriendo matarlo -¿Que demonios sucede aquí?- pregunte alterado viendo en todas direcciones -¿Y esos perros de donde han salido?- cada vez estaba a punto de un colapso pero nadie, nadie de los que había conocido estaban cerca... ¿Estaría soñando?
Spencer Reid- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/03/2012
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Re: Rencuentro (Privado)
Aramis bajó las escaleras a toda prisa creyendo que el castigo sería demasiado alto por su intromisión donde se le había llamado -Mi madre siempre lo dice: no te metas donde no te han llamado- menciono con un presuroso y agitado susurro -Y allí vas, justo al centro del caos como siempre- respondió por su madre que de saber lo que había hecho era de esperarse una respuesta de aquella naturaleza.
Torpemente sus pies se resbalaron por la alfombra de color vino que cubría el suelo frío de aquel angosto pasillo que daba a la salida. Subió sus manos con la intención de alcanzar la perilla de la puerta pero tropiezo y cayó derribando a su paso un florero antiguo que de haber estado más cerca hubiese caído en su nuca despeinada por su movimiento brusco con el que fue derribado.
Volvió la vista hacia las escaleras, nadie había bajado de inmediato en su ayuda, eso solo podía significar que sus padres dormían profundamente, con sus manos apoyadas en la áspera tela volvió a ponerse en pie y de puntillas al alcanzar los vidrios de las ventanas con que contaba la puerta. Al parecer sus padres no eran los únicos durmiendo profundamente, todo el vecindario seguía en penumbras con una que otra luz encendida, sin percatarse que la luz esmeralda y los destellos de las armas habian invadido la avenida principal.
El pequeño vio en todas direcciones de su casa, tratando de encontrar algo que le ayudara a ganar tiempo para que los que había caído en el asfalto frío pudieran tomar un respiro y continuar, un espejo lo único que encontró a la vista, cerca de él y a su altura. Un regalo de su abuela para que él pudiese verse por última vez antes de asistir a la escuela.
Valiente la criatura e ignorando quizás que era lo que podía sucederle se atravesó donde la luz de un color que no podía distinguir por el cegador destello que provocaba haciendo que el espejo lanzará de vuelta la luz pero al momento, el impacto lo alcanzó, arrojándolo con el marco roto y tibio del espejo en la manos, unos metros más adelante... a pesar de todo, parecía ileso, sin un rasguño hasta que intento incorporarse sintiendo el dolor en su muñeca, hizo caso omiso y cuando decidió dirigir la mirada al rubio este se encontraba encogido en el suelo.
Torpemente sus pies se resbalaron por la alfombra de color vino que cubría el suelo frío de aquel angosto pasillo que daba a la salida. Subió sus manos con la intención de alcanzar la perilla de la puerta pero tropiezo y cayó derribando a su paso un florero antiguo que de haber estado más cerca hubiese caído en su nuca despeinada por su movimiento brusco con el que fue derribado.
Volvió la vista hacia las escaleras, nadie había bajado de inmediato en su ayuda, eso solo podía significar que sus padres dormían profundamente, con sus manos apoyadas en la áspera tela volvió a ponerse en pie y de puntillas al alcanzar los vidrios de las ventanas con que contaba la puerta. Al parecer sus padres no eran los únicos durmiendo profundamente, todo el vecindario seguía en penumbras con una que otra luz encendida, sin percatarse que la luz esmeralda y los destellos de las armas habian invadido la avenida principal.
El pequeño vio en todas direcciones de su casa, tratando de encontrar algo que le ayudara a ganar tiempo para que los que había caído en el asfalto frío pudieran tomar un respiro y continuar, un espejo lo único que encontró a la vista, cerca de él y a su altura. Un regalo de su abuela para que él pudiese verse por última vez antes de asistir a la escuela.
Valiente la criatura e ignorando quizás que era lo que podía sucederle se atravesó donde la luz de un color que no podía distinguir por el cegador destello que provocaba haciendo que el espejo lanzará de vuelta la luz pero al momento, el impacto lo alcanzó, arrojándolo con el marco roto y tibio del espejo en la manos, unos metros más adelante... a pesar de todo, parecía ileso, sin un rasguño hasta que intento incorporarse sintiendo el dolor en su muñeca, hizo caso omiso y cuando decidió dirigir la mirada al rubio este se encontraba encogido en el suelo.
Aramis Alighieri- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 17/09/2015
Re: Rencuentro (Privado)
¿Intervenir o no?, esa era su gran duda existencial. Ser fantasma le otorgaba muchas ventajas, como por ejemplo ser invisible a los ojos de otros si quería pero también traía demasiadas desventajas, él ya no era mortal desde hace dos siglos atrás y por tanto había olvidado tantas cosas al momento de luchar. Además él nunca fue con exactitud un soldado en el campo, salvo con aquellos que hoy parecían haber resucitado de sus recuerdos.
-¿Así es cuando finalmente te vas a descansar en paz?- se pregunto, luego regresó el tiempo, hasta donde recordaba Turandot, su otro amigo fantasma se habrá ido así sin más, sin ningún tipo de alucinación de semejante magnitud, eso debía ser tan real como el resto de los cambios entre los siglos que había visto ir y venir.
Con sorpresa vio al pequeño valiente atravesarse sin la menor idea de que era a lo que se estaba enfrentando, empujado salió a unos cuantos metros de distancia y aparente lastimado, semejante hecho solo le dio pauta para entrar en la escena aunque a ciencia cierta no sabía como.
Recorrió el lugar con la vista puesta en todas direcciones, tenía que distraer con destreza y suma discreción al hechicero del piso que con contados intentos quería ponerse en pie, a su costado unos botes de basura hechos a base de aluminio estaban enteramente a su disposición, sin repasar pon un minuto más los rodó de uno en uno golpeándolo severamente en la cabeza. Frank sonrió con jubilo rebosante hasta que palabras que fueron pronunciadas y cuyo significado no logró comprender tuvo un efecto tal que se llevo todo a su paso como un vendaval, sintiéndose atado de pronto o como si con cadenas fuera a ser esclavizado en el piso.
-¿Así es cuando finalmente te vas a descansar en paz?- se pregunto, luego regresó el tiempo, hasta donde recordaba Turandot, su otro amigo fantasma se habrá ido así sin más, sin ningún tipo de alucinación de semejante magnitud, eso debía ser tan real como el resto de los cambios entre los siglos que había visto ir y venir.
Con sorpresa vio al pequeño valiente atravesarse sin la menor idea de que era a lo que se estaba enfrentando, empujado salió a unos cuantos metros de distancia y aparente lastimado, semejante hecho solo le dio pauta para entrar en la escena aunque a ciencia cierta no sabía como.
Recorrió el lugar con la vista puesta en todas direcciones, tenía que distraer con destreza y suma discreción al hechicero del piso que con contados intentos quería ponerse en pie, a su costado unos botes de basura hechos a base de aluminio estaban enteramente a su disposición, sin repasar pon un minuto más los rodó de uno en uno golpeándolo severamente en la cabeza. Frank sonrió con jubilo rebosante hasta que palabras que fueron pronunciadas y cuyo significado no logró comprender tuvo un efecto tal que se llevo todo a su paso como un vendaval, sintiéndose atado de pronto o como si con cadenas fuera a ser esclavizado en el piso.
Frank Slade- Fantasma
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Fecha de inscripción : 26/08/2012
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