Victorian Vampires
Gates of horn and ivory → Privado 2WJvCGs


Unirse al foro, es rápido y fácil

Victorian Vampires
Gates of horn and ivory → Privado 2WJvCGs
PARÍS, FRANCIA
AÑO 1842

Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.

Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.

¿Estás dispuesto a regresar más doscientos años atrás?



NIGEL QUARTERMANE

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
NICOLÁS D' LENFENT

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
ESTACIÓN


Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24


COPYRIGHT/CRÉDITOS

En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.

Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.

Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.

Licencia de Creative Commons
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org


Últimos temas
» Savage Garden RPG [Afiliación Élite]
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMMiér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones

» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMMar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut

» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMMiér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane

» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMJue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar

» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMMiér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer

» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMSáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour

» orphée et eurydice ― j.
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMJue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour

» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMJue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke

» labyrinth ─ chronologies.
Gates of horn and ivory → Privado NXLYMSáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour


<

Gates of horn and ivory → Privado

2 participantes

Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Yves Poulenc Mar Sep 29, 2015 11:45 pm


“Two gates the silent house of Sleep adorn;
Of polish'd ivory this, that of transparent horn:
True visions thro' transparent horn arise;
Thro' polish'd ivory pass deluding lies.
Of various things discoursing as he pass'd,
Anchises hither bends his steps at last.
Then, thro' the gate of iv'ry, he dismiss'd

His valiant offspring and divining guest.”
― Virgil, The Aeneid

La vaguedad del mensaje no era sólo irritante, porque en las palabras apenas se dibujaban volutas de humo sin forma y sin nombre; no, era también intrigante, como si invitara aún a sabiendas de que el lobo te esperaba al final del oscuro túnel.

Querido señor de Quevedo,

Si es que puedo llamarlo así. No me conoce, no a fondo, nos topamos un día por azares y ni siquiera fuimos presentados, pero sé lo que es usted… un hechicero, como lo soy yo, no se espante; no sé más de lo que debería saber.

Tengo una propuesta de negocio para usted que no podrá rechazar, le aseguro que ambos saldremos beneficiados. Si le interesa, lo esperaré durante la siguiente luna llena en el cementerio, justo cuando las manecillas se junten en el número doce. Sé que es un lugar peculiar, pero es precisamente eso lo que lo hace tan propicio, ya verá…


Atentamente,
Poulenc



Y así hizo llegar tan ambiguo mensaje a su destinatario. Guillermo de Quevedo era más de lo que dejaba ver y no era un secreto que eran esas personas las que más interesaban a Yves, aquellas que podían darle algo a cambio y sin duda este sujeto tenía algo que le interesaba, pero primero debía saber su precio. Todos tenían un precio.

***

Yves emergió del mausoleo como un muerto en vida, con su piel brillando como plata a la luz del plenilunio. Había estado encerrado desde el atardecer en aquel lugar, buscando una reliquia que le hacía falta para otro de sus experimentos con la magia más oscura que el hombre hubiera visto; pero eso no importaba ahora. El segundero de su reloj de bolsillo, de oro y lapislázuli se precipitaba para marcar la hora estipulada.

Alzó el rostro con ese perpetuo desdén que el mundo le inspiraba y miró la luna. Luego escuchó el crujir de la hierba cediendo bajo el peso de alguien. Sonrió y ese gesto pareció cortar la noche como quien abre una puerta al inframundo. Se giró con esa estampa de señor del infierno e hizo una reverencia.

Señor de Quevedo —saludó—, me alegra que mi propuesta haya sido lo suficientemente llamativa como para hacerlo venir. Pero no me he presentado, Yves Poulenc —su voz sonó completamente amable, se llevó una mano de largos dedos pálidos al pecho y volvió a hacer una reverencia—. ¿Conoce usted las puertas que dejan entrar los sueños verdaderos de los engañosos? Son puertas de cuerno y marfil, y eso es lo que nos tiene aquí reunidos —parecía una explicación descontextualizada, en cierta medida lo era. La voz de Yves era suave como seda, sutil como brisa y filosa como espada.

Pero antes, supongo, estará interesado en el intercambio que tengo que ofrecerle. Usted posee lo que necesito para abrir dichas puertas, pero yo tengo algo igual o más valioso para usted, o mejor dicho, que le pertenece. Dijo un viejo sabio que nuestro poder reside en nuestro nombre, y no hay que perderlo, tampoco prestarlo, porque es perder o prestar nuestro poder —sonrió. Yves tenía sus métodos, poco ortodoxos, para saber, siempre saber.
Yves Poulenc
Yves Poulenc
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 86
Fecha de inscripción : 15/09/2015
Localización : París

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Lawrence Liebharts-Koth Miér Sep 30, 2015 3:08 pm


Gates of horn and ivory


Mis ojos seguían los movimientos de mi escritura con pupilas inquietas, brillantes por una intensidad evidente en mi rostro que no cedía ante el cansancio que el papeleo absorbía en mi tiempo libre, después de todo, supongo que esto es parte del débito que ahora recae sobre mis hombros como un heredero de los Quevedo. La estilográfica se deslizaba caprichosa sobre el lienzo níveo, creando formas florituras caprichosas al momento de firmar y dar por sentado uno de tantos contratos rubricados ese día. La luz tenue de las velas en el estudio apenas me brindaban cobijo ante el acecho de las sombras caprichosas que danzaban oscilantes sobre las paredes frías. Estrictamente pedía no ser molestado cuando me encontraba sumergido en horas de “trabajo”. La servidumbre inquieta y ávida por atender los caprichos del hijo prodigo accedían con totalidad ante mis peticiones, no quería resultar abusivo, simplemente siempre había amado ese espacio para mi soledad y mis batallas internas que aún no lograba resolver. Suspiré de mala gana y di un sorbo al vaso con whiskey que descansaba a mi derecha.

Acomodé entonces todo dentro de un sobre beige y ordené el espacio que tenía frente a mí. De los cajones del pequeño mueble saqué aquella misiva que había llegado un par de semanas atrás hasta mis manos. Contemplé una y otra vez la textura de las oraciones ahí cifradas y desde el momento en que le di lectura por primera vez, supe que no se trataba de una cita convencional. Exaltado por la forma tan franca en la cual el remitente firmaba decidí acudir. El reloj portentoso marcaba la hora exacta que se había estipulado para el encuentro. Tomé un abrigo y ordené que nadie esperase mi regreso. No estaba del todo seguro a lo que me enfrentaría en el lugar. Me dirigí a las caballerizas para hacerme acompañar de tan bello ejemplar oscuro. Su galope era rápido y seguro. Avancé a través de una zona boscosa para evitar transcurrir por las plazas principales de la capital. A mi arribo, sujeté al caballo bajo uno de los árboles que limitaban la necrópolis. Avancé con pasos seguros y pude distinguir la silueta de aquel extraño bañado por la luz argenta del astro superior, a distancia podía percibir el fulgor mortuorio que su halo desprendía.

—Monsieur Poulenc— respondí en un susurro. La retórica utilizada en su discurso era de aplaudirse. Llevaba poco tiempo habituándome a dichos contextos, no era un hombre ordinario, de eso estaba seguro. —He escuchado de ellas, supongo que usted es el celador de las mismas, las que nos dan la bienvenida a este encuentro— Supe que sería inútil ocultar todo rastro en mi pasado, pues aunque hubiese querido hacerlo no habría significado una victoria en mis haberes.

De tal modo que accedí ante su grandilocuencia para internarme en las zonas más pantanosas de su psiquis. Mantuve mis sentidos alerta todo el tiempo asegurándome que solo él y yo pisábamos esos terrenos. Llevé mis manos a los bolsillos del abrigo antes de responder. —En efecto Monsieur, el interés es mutuo— sonreí —Dígame ¿Qué puedo hacer por usted?—

Respondí mostrando mi interés por saciar mi curiosidad. La incertidumbre me invadió por unos segundos, no obstante estaba seguro que no me iría con las manos vacías.




avatar
Lawrence Liebharts-Koth
Inquisidor Clase Alta
Inquisidor Clase Alta

Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 21/09/2015
Localización : Santa Sede

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Yves Poulenc Miér Sep 30, 2015 6:47 pm


“Facilis descensus Averni:
noctes atque dies patet atri ianua Ditis;
sed revocare gradium superasque evadere ad auras.
hoc opus, hic labor est.”
― Virgil, The Aeneid

La mirada de Yves parecía siempre aburrida, como si nada en el mundo le causara especial interés o gracia, y fue con esos mismos ojos adormecidos que observó a Guillermo, pero otro gesto lo delató, su boca se torció en una sonrisa complacida y de ese modo parecía lo que era un maldito psicópata. Avanzó pero no directo hacia su invitado, de pronto lo sintió de ese modo, que ese lugar, lo mismo santo que profano, era su hogar y que había invitado al español hasta su puerta.

Me gusta pensar en mí como algo mucho más que un portero —contestó—, pero digamos que sí, que puedo encargarme de abrir y cerrarlas —continuó. Su uso del lenguaje fue interesante; dijo que podía, no que lo hacía. Yves sabía que tenía la capacidad, sólo necesitaba… la chispa. Y sus ojos brillaron con los juegos de la tenue luz de la luna y las estrellas. Un lobo aulló, quizá una de esas bestias que cambian con Selene.

Me alegra, comenzamos con el pie derecho —volvió a avanzar, esta vez se acercó demasiado a Guillermo, rozando su hombro con el hombro ajeno—. Primero el trato. No quiero tener en mi poder su nombre —hizo un ademán con la mano como si soltara un pañuelo al viento. No era del todo verdad, si de algo disfrutaba Yves era de tener en su poder cualquier cosa, pero esta vez sabía que el intercambio le traería más beneficios.

Sé quién es usted —mentira, no lo sabía, no a ciencia cierta, sólo sabía que no era el verdadero hijo de los de Quevedo; pero Yves era un mentiroso consumado, un embustero, un gran actor que no se tienta el corazón. Carraspeó un poco y se alejó, le dio a espalda al otro joven.

Prometo no decir nada, si me ayuda —al fin lanzó el trato. Entrelazó las manos por la espalda y miró el cielo vestido de noche, no lo miró—. Lo único que quiero que haga es ayudarme a empujar un poco las puertas, necesito.. ya sabe, acceso —lo miró por sobre el hombro y sonrió de nuevo, esa sonrisa afilada, un rasguño, una rasgadura que lacera.

¿Cómo? Se preguntará. Usted posee un poder que, debo serle sincero, envidio muchísimo. Poder conocer el porvenir me parece algo de mucho valor. Algunos alegarán que es una maldición, yo, sin embargo, le sacaría provecho. Como sea… necesito que haga algunas predicciones para mí. ¿Cuál es el nombre correcto? ¿Profecías? —Volvió a caminar hacia él y lo observó detenidamente, como si fuera una escultura antigua y que escondía mensajes ulteriores, deshumanizándolo de cierto modo, pero también otorgándole muchas virtudes a su vez.

Las profecías, dicen, se cumplen sólo porque alguien quiere que se cumplan y me parece que ese concepto no me conviene ahora mismo. ¿Qué tan certero puede ser usted? —Parecía que Yves estaba siendo muy directo, pero consideró que no valía la pena darle vueltas.

Juntos, señor de Quevedo, podemos hacer grandes cosas —la vehemencia en su voz, su gesto retador y hastiado, su porte elegante y temible, todo indicaba que Yves no era el que hacía tratos con el demonio, sino que era el demonio personificado.


Última edición por Yves Poulenc el Dom Oct 11, 2015 3:18 am, editado 1 vez
Yves Poulenc
Yves Poulenc
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 86
Fecha de inscripción : 15/09/2015
Localización : París

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Lawrence Liebharts-Koth Miér Oct 07, 2015 2:50 pm


Gates of horn and ivory


Aquel sujeto no mostraba reparo alguno en sus palabras, en dirigirse de tal modo hacia mí, ambos poseíamos esa maldición a cuestas sobre nuestros hombros que en más de una ocasión nos daba el título de impuros, tildando nuestra existencia de vicisitudes poco fortuitas y señalamientos, era cierto, nuestros dotes infundían temor entre el resto de los mortales y nos alejaban cada día de una convivencia habitual. Sin embargo el parecía abrazar tal condición con un naturalidad apegada a sus sentidos, su misticismo era tan sólo un velo que cubría al verdadero ente que yacía inquieto y ávido por escuchar una respuesta positiva de mi parte. Evalué cada posibilidad en mis respuestas pues tenía que ser cauteloso y dejar de lado mi carácter vehemente si quería sacar provecho de la situación. Resultaba imperativo no ceder ante el imán dantesco que proyectaba su personalidad turbia y aun así lúcida. La violenta caricia que las corrientes de aire rozaban mi rostro eran apenas comparadas con el filo de sus aseveraciones.

Hacía gala de más de una virtud. Era directo y no temía ocultar su verdadero origen, después de todo ambos nos encontrábamos en la misma situación. Las defensas quedaban abolidas y la esencia de nuestro ser buscaba compaginar una con la otra, pues a pesar de las diferencia en algunas cosas, Yves y yo compartíamos un lazo en común, motivo suficiente por el cual yo había decidido acudir. Bastaron un par de minutos para que la distancia prudente entre él y yo se derrumbara cuando el roce de su cuerpo estremeció el mío. La serie de imágenes iniciaron a transcurrir en mi mente de forma apenas nítida. Fuego, una mujer y el. Artilugios de ceremonia oscura. Mis conjeturas no estaban del todo equivocas y si mi sexto sentido no me fallaba, Yves requería de una habilidad mía para llevar a cabo su dantesco plan. Cerré momentáneamente los ojos sin dejar de prestar atención a su labia. Finalmente empezaba a develar el verdadero trasfondo.

—Vaya Monsieur, me sorprende su capacidad de convencimiento. Habría aceptado de igual modo sin saber que usted posee conocimiento sobre mi pasado—


Tenía un punto a favor y con su astucia sabría cómo jugar  a la perfección sus cartas. En ese preciso instante él era el rey y yo tan solo un peón sobre su tablero, no obstante cada pieza en el juego posee su propia jerarquía y era en ese espacio donde yo debía actuar para no perderlo todo, al menos no por ahora que tenía demasiados pendientes como un Quevedo.

—Descuide, confió en que no lo hará, de otro modo no lo hubiera expresado de forma tácita— sonreí —En efecto Monsieur, lo que usted proclama como una virtud, en ocasiones siendo sincero trastorna mis sentidos, permítame entonces ser tan sólo un heraldo que le muestre lo que necesita ver. Sobre la certeza y el alcance de mi habilidad, sonaría muy arrogante si me adelanto a concretar una respuesta, así que sea usted quien juzgue si le es útil el legado que este emisario posee—

Caminé hacia donde él se encontraba, a nuestro alrededor tan solo el cántico de las cigarras brotaba tenebroso sobre los matorrales crecidos.

—Ya lo creo Monsieur— espeté estrechando esta vez su diestra —Permítame demostrarle—
Indiqué con mi índice hacia dirección opuesta, entre la languidez de las sombras la silueta de lo que parecía ser un hombre de alta cuna tomaba forma ante nosotros. Un pobre diablo que a juzgar por su aura no guardaba más que rencor.

—Aquel, perderá la vida bajo el estruendo de su propia arma, el graznido de los cuervos cubrirá apenas el eco de muerte que el disparo manchará esta noche—




avatar
Lawrence Liebharts-Koth
Inquisidor Clase Alta
Inquisidor Clase Alta

Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 21/09/2015
Localización : Santa Sede

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Yves Poulenc Dom Oct 11, 2015 3:54 am


“And the lost heart stiffens and rejoices
In the lost lilac and the lost sea voices
And the weak spirit quickens to rebel
For the bent golden-rod and the lost sea smell
Quickens to recover
The cry of quail and the whirling plover
And the blind eye creates
The empty forms between the ivory gates
And smell renews the salt savour of the sandy earth This is the time of tension between dying and birth The place of solitude where three dreams cross Between blue rocks But when the voices shaken from the yew-tree drift away Let the other yew be shaken and reply.”
— T. S. Eliot, Ash Wednesday


El encuentro estaba resultando ser más fructífero de lo que había planeado y eso lo complacía enormemente. Lo ponía de buenas incluso, y cuando ese era su estado de ánimo, se mostraba inusualmente misericordioso. Sonrió cuando el joven de Quevedo habló, mostrando su interés en el trato incluso no hubiera divisa de cambio. No sabía cuánto de eso era verdad, pero a Yves le gustaba enfrentar todo, por mínimo que fuera, con una ventaja de su lado. No iba a acudir a ese sitio sin nada entre las manos, como voto y anatema.

Del modo que ambos se movían, ambos con sus propios matices de elegancia y de cuerpos esbeltos, parecía que estaban bailando. Que eran aves blancas en una noche negra o felinos negros en un albo amanecer. Que no pertenecen, pero que son de una misma especie.

Estrechó la mano ofrecida, cerrando el trato. Los testigos habían sido los muertos hace años, descansando bajo tierra, siendo consumidos por los gusanos. También las estrellas, que en sus movimientos muchos encuentran la respuesta. Y también las cigarras que con su sinfonía acompañaban la velada. Asintió, sin evitar sentirse un poco decepcionado, le hubiera gustado más una certeza que aquella vaguedad que Guillermo le ofreció. Por ahora se conformó.

Soltó la mano y dirigió la vista a la dirección que su acompañante, ahora socio, señalaba. Tenían compañía. Entornó la mirada para poder distinguir mejor. La figura poco a poco fue cobrando forma y Yves alzó el mentón retador.

Ya veo —dijo muy quedo, pero fue un comentario más para sí mismo. Le agradó la forma de obrar de Guillermo, no había errado en elegirlo a él; no dudaba en sacrificar a un inocente con tal de demostrarle su poder; sin duda algo que Yves apreciaba. Su sonrisa afilada como herida, se volvió más evidente. Había encontrado a su heraldo, y la noche al parecer se volvería más interesante aún.

El desconocido al fin se mostró completamente frente a ellos. Parecía sorprendido de verlos, como si hubiera esperado estar solo esa noche.

Buenas noches, Monsieur —Yves saludó con una pronunciada reverencia, su voz sonó educada, pero cierto tono de sorna reverberó ahí también, ansioso de escuchar el estruendo, a los cuervos y el estertor.

Soslayó a Guillermo, pero en su expresión no podía leerse nada y luego hizo el ademán de acercarse al desconocido quien al notarlo, se llevó una mano al interior de su saco. Yves abrió más los ojos y en ellos un atisbo macabro brilló como una gema en el fondo de una caverna. Sin embargo, a pesar de que sus ansias eran muchas, era hombre que sabía controlarse y aguardó. El único que parecía nervioso ahí era el tercero de ellos.
Yves Poulenc
Yves Poulenc
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 86
Fecha de inscripción : 15/09/2015
Localización : París

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Lawrence Liebharts-Koth Mar Oct 20, 2015 12:38 pm


Gates of horn and ivory


Consciente estaba que aquel encuentro nos conduciría hacia senderos inhóspitos, rumbos alejados de lo que el raciocinio humano estaba acostumbrado a explicar, supongo que era la forma en la cual los menesteres de esa naturaleza eran llevados a cabo. Un mínimo porcentaje de la sociedad gala estaba enterada de la existencia de personajes como el joven Yves y yo, cada movimiento tenía que ser dictaminado de forma estricta si queríamos salir exitosos en esta empresa, en otras palabras todo acto y rito habría de ser bajo el velo sutil del crepúsculo, cobijados por el manto negro que la noche cernía a diario dándonos ese espacio. Sin embargo mi ahora cómplice parecía estar mucho más habituado que yo en ese sentido, era por esa misma razón que no me permitía mostrarme desinteresado y aunque por dentro podría estarme maldiciendo una y mil veces una vez dentro del circulo debía ser cauteloso al conferir información que más tarde pudiera ser utilizada en mi contra. Ahora bien el único lazo consanguíneo lo había olvidado por completo un par de años atrás, no tenía nada que perder y mucho que ganar cuando la mentira sobre mi verdadera identidad descollara a la luz.

La hojarasca muerta bajo nuestros pies, crujía con el peso de las botas de aquel sujeto que sin saberlo, se adentraba en las fauces de algo más siniestro que la espesura de la lobreguez que flotaba a nuestro alrededor, como oveja negra sin pastor. Mis ojos examinaron cada detalle en él, su porte lúgubre y las líneas de expresión demacraban su rostro, al parecer teníamos ante nosotros a un pobre diablo que seguramente nadie extrañaría una vez cumplido lo que había vaticinado ¿Cuántos individuos como él me había topado con anterioridad? Miles. La mirada aguda de Yves cayó sobre mi esperando una posible reacción, no obstante no necesitaba realizar ninguna maniobra, estaba escrito que ese saludo conferido por mi compañero sería lo último que llegaría a oídos del hombre ruin. Como era de esperarse el sujeto soltó un par de maldiciones en nuestra contra, estaba más que posesionado por los efectos del opio o el alcohol. Llevó su diestra dentro del saco y con el arma que significaría su consumación apuntó de inmediato hacia nosotros. Sonreí gustoso de saber que al menos uno menos de su especie se despediría esa noche. Aquel hombre mostraba una seguridad implacable pocos segundos antes que sus facciones mutaran en algo horrido.

Me abstuve de girar mi atención hacia Yves, pero seguro estaba que nada había tenido que ver en aquello que se cernía frente a nuestro invitado, posiblemente los demonios que danzan cada noche en esos terruños le mostraban su lado menos afable invitándole a recorrer las sendas del inframundo. Sus gritos no se hicieron esperar intentando disparar hacia nuestra dirección. La desesperación poco a poco tomó posesión en él, un par de disparos hacia ningún lugar en específico, el miedo había lo había aprisionado y era demasiado tarde para retroceder. Avancé un paso más hacia adelante esperando no perderle de vista, entonces cobardemente aquel hombre llevó el arma hacia su boca estallando de inmediato. El graznido de los cuervos acaeció llenando nuestros oídos. Un bello réquiem  para aquella alma en pena.

–Cómo pudo ver Monsieur, algunos sucesos simplemente son inevitables– sonreí ligeramente –Y retomando lo dicho con anterioridad, espero estar a la altura de sus proezas–





avatar
Lawrence Liebharts-Koth
Inquisidor Clase Alta
Inquisidor Clase Alta

Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 21/09/2015
Localización : Santa Sede

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Yves Poulenc Jue Oct 22, 2015 9:50 pm


“There is a Reaper whose name is Death,
And, with his sickle keen,
He reaps the bearded grain at a breath,
And the flowers that grow between.”
― Henry Wadsworth Longfellow, The Reaper And The Flowers


Aunque sereno, por dentro Yves se regodeaba ante tan lamentable estado del desconocido cuyo nombre ni Guillermo ni él se dignaron a preguntar. Era nadie y pronto sería nada. Él mismo hubiera acabado con su vida, de no ser porque estaba esperando que los vaticinios de su délfico colega se cumplieran.

Arrastró los pies hacia atrás cuando ante ellos se alzó aquella quimera que ahogó al desconocido en penumbra y desesperación. Ávido, Yves se negó a parpadear si quiera, había algo hermoso en la muerte contra lo que no podía resistirse. Esa era su droga, no la de los mortales, no la que corría por las venas del futuro cadáver; esas no podían surtir el efecto que ver una vida esfumarse conseguían en él.

Sólo reaccionó cuando el estallido del plomo y la pólvora inundó el lugar con su onda, y los cuervos volaron rasgando la noche. Antes de hacer cualquier otra cosa, se acercó y movió el cuerpo sin vida de aquella pobre, inocente y malaventurada víctima con la punta de su zapato, pulcramente boleado. Giró el rostro para ver a Guillermo y le sonrió satisfecho.

Eso y más, de Quevedo —respondió. Regresó sobre sus pasos para volver a acercarse al otro hechicero y quedar de frente—. No hay nada que una más a dos personas que una muerte —comentó. Técnicamente las manos de ambos estaban libres de máculas esa noche, pero de algún modo, se sentía como un acto ejecutado en complicidad—. Ni forma más grata de cerrar un trato —y sí, esas fueron las palabras que eligió. Como si esa vida que se había ido fuera poco menos que un lacre o una rúbrica al final de un documento.

Veo también con gusto que este tipo de situaciones no te amilanan. Porque créeme, ahora que trabajaremos juntos, verás cosas como estas y peores —lo dijo así como si nada, pero a pesar de la ligereza, se intuía que era verdad. Porque eso era, una verdad irrefutable; lo que Yves siempre planeaba pocas veces no implicaba sangre y muerte, y muchas menos ocasiones era discreto.

Pero soy hombre justo. Acepto que has de concederme mucho de tu poder, ¿tienes alguna adenda que hacerle a nuestro trato? —No le gustaba esa parte, pero si quería que la sociedad perdurara, debía hacerse. Antes de sus palabras y su contrato, había algo más profundo y básico entre ambos; ninguno pediría la vida del otro.

Aguardó paciente y la excitación del óbito que acababan de presencia ya no iluminaba sus ojos con la ráfaga de la emoción. Volvía a poseer ese gesto de hartazgo tan suyo. Si quería que eso funcionara, debían pararse a la misma altura, lo sabía y se lo estaba ofreciendo. No sabía qué ambiciones podía tener Guillermo y a decir verdad, no le interesaba, pero si era tan sólo la mitad de codicioso que él era, sabría sacarle provecho a la empresa.
Yves Poulenc
Yves Poulenc
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 86
Fecha de inscripción : 15/09/2015
Localización : París

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Lawrence Liebharts-Koth Mar Nov 17, 2015 11:58 am


Gates of horn and ivory


Ahí estaba, una vez más el hado o lo que fuere que nos gobernase se manifestaba de cierto modo a través de esas habilidades a las cual hubiese renegado de ser posible. Mis orbes se posaron un par de segundos sobre el cuerpo frío de aquel desdichado que ahora seguramente era conducido hacia un plano apartado del nuestro. De igual modo, había aprendido a ahogar esos remordimientos en alcohol un par de años atrás, cuando las circunstancias me orillaron a realizar un acto similar por un par de francos. Sacudí la cabeza ligeramente para apartar esos ecos que de vez en cuando cimbraban las fibras en mí. Una vez más, la voz grave de mi ahora coautor inundaba la atmosfera taciturna del lugar con su ya peculiar tono lúgubre. Estaba en lo cierto, cuando se refería a que una manifestación de esa naturaleza podía unir a un par de extraños, no obstante yo debía mantener la calma para encontrar el punto donde mis propias demandas pudieran materializarse. Ese había sido el acuerdo y la única razón por la cual había aceptado tan peculiar invitación, me era preciso hacerlo manifiesto llegada la ocasión.
Asentí a su aseveración.

—Ya lo creo Monsieur, no es una labor fácil pero alguien debería encargarse de purgar ciertos males aún existentes en nuestra sociedad—


Una línea tenue se plasmó sobre mis labios, como si el haber pronunciado aquel enunciado nos otorgara un escalafón superior en la jerarquía de la capital gala. Y es que en ocasiones era así, se debían tomar ciertas medidas para no ser un eslabón más en la cadena alimenticia. Giré mi cuerpo para toparme nuevamente con la efigie de aquel personaje, no importaban las veces que el sonriera o se mostrara afable, su interior seguía ocultando un enigma aún más oscuro que la noche misma que nos ocultaba en ese instante.

—A decir verdad, no lo iba a mencionar hasta después, puesto que no poseo una demanda excelsa que requiera de gran labor, al menos nada que su alcance no pueda lograr— pausé —Dentro de este círculo nuestro, existen personajes que conocen de nuestra existencia y que rumoran en voz queda significando una molestia impalpable, como una piedra en el zapato que no puedes ver pero te causa una impertinencia— le miré directamente —Usted mejor que nadie conoce mi situación, en ningún momento dije que fuera un santo. Montar apariencias es lo que me resta por ahora para no ser descubierto. Dicho de otro modo, su astucia me es precisa para eliminar de una vez por todas aquellas voces que pudiesen significar una grieta en mi plan, confío de igual manera que sus métodos serán los correctos para llevar a cabo dicha tarea—

Llevaba poco tiempo en la mansión y aunque la servidumbre me recibía con agrado, estaba cien por ciento seguro que un par de ellos no me quería en ese lugar, sea por el hecho de creer o no que yo fuese el verdadero heredero, mi presencia seguía siendo no grata para ellos. Dicho lo anterior, relajé un poco más mi postura y tome asiento sobre la hojarasca, desde aquel punto la capital lucia aletargada.

—Se preguntara porque no encargarme yo mismo de aquellos menesteres…— aparté mí vista hacia el panorama nocturno unos instantes —…pues creo que esa parte sería mejor ejecutada por un buen socio— sonreí de medio lado, dando por hecho que aquel adjetivo no lo había mencionado con ligereza.




avatar
Lawrence Liebharts-Koth
Inquisidor Clase Alta
Inquisidor Clase Alta

Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 21/09/2015
Localización : Santa Sede

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Yves Poulenc Mar Nov 24, 2015 12:42 am


“When I say to the Moment flying;
'Linger a while -- thou art so fair!'
Then bind me in thy bonds undying,
And my final ruin I will bear!”
― Johann Wolfgang von Goethe, Faust


Aunque la finalidad de todo aquello no era compartida, pues a Yves le daba igual purgar al mundo de su podredumbre o no, de cierto modo lo tranquilizó saber que Guillermo mismo veía aquello como algo necesario. ¿Es que cómo Yves iba a considerarse un ángel vengador? No, él era el demonio mismo, que ha tomado la forma de un hermoso joven para infiltrarse entre los humanos. Quizá su compañero era lo contrario, un ángel corrupto que ha de aliarse con quien debe para conseguir sus metas.

Entornó la mirada al escucharlo, preguntándose a dónde quería llevar con la petición que formulaba de a poco. Como si la construyera a base de naipes y temiera que fuese a caerse. No lo interrumpió, sólo me mostró intrigado. Y Guillermo mismo culminó respondiendo la pregunta que se formó en su cabeza conforme lo iba escuchando.

Ah —boqueó sin emitir ningún sonido—. Ya veo, ya veo. Suena justo. Yo podré darle uso a esa sangre para que no se desperdicie —los demonios con los que Yves tenía tratos eran los más sanguinarios del inframundo, siempre necesitaba nuevas víctimas que ofrecerles—. Tú señálame quiénes, y yo me encargaré del resto —sonrió casi divertido y estiró la mano, para cerrar esa noche herética como el par de caballeros que eran.

Seré discreto, y seré eficaz —prometió—. Creo que nuestro siguiente encuentro será una vez que la primera… ¿cómo decirlo? Molestia sea retirada del camino. Esperaré ansioso, y no le miento, el primer nombre. De igual modo te contactaré para dar marcha a nuestro pequeño intercambio —anunció con la solemnidad digna del heredero Poulenc. Del hombre de negocios que no era. Así sacaba a relucir la educación que Gustave, su padre, le inculcó, esperanzado de que algún día tomara su lugar.

Dio un par de pasos hacia atrás e hizo un leve asentimiento de cabeza. Miró al cielo por un segundo y sin decir más, saltando con gracia el cadáver que seguramente sería diagnosticado como suicidio, desapareció entre la neblina del amanecer. Así como un demonio que lo hace en una gran nube de humo.

Aquel trato era algo que había estado buscando por mucho tiempo, y Guillermo parecía el hombre para el trabajo.

TEMA FINALIZADO.
Yves Poulenc
Yves Poulenc
Hechicero Clase Alta
Hechicero Clase Alta

Mensajes : 86
Fecha de inscripción : 15/09/2015
Localización : París

Volver arriba Ir abajo

Gates of horn and ivory → Privado Empty Re: Gates of horn and ivory → Privado

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.