AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Captando momentos de diversión (LIBRE)
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Captando momentos de diversión (LIBRE)
Atrapada una noche más es inestabilidad absoluta, observarme entre las cuatro paredes de esa horrible habitación han colmado mi paciencia, ya me he olvidado de todo, en existir, vivir en realidad, sólo es una cuestión de obligación, algo más en qué lidiar, bien, nada pierdo ahora veamos en dónde termino, si es en algún sitio para no regresar ¿Qué mejor?, así estaré marcando mi destino. Arreglandome ligeramente, un vestido nada provocativo color morado reaviva la pálida piel, mis ojos se mantienen azulados perfectos, incapaces de levantar sospecha alguna, estos momentos son los mejores.
Cuando salgo, sobre el pasillo no resuenan ningún tipo de pisadas, las mías son casi en vilo en el aire, no apoyo mi peso sobre el mismo suelo para no despertar a los humanos rodeándome, me dirijo a ningún lugar en particular cuando unas risas sonoras captan mi atención. Acercándome más, un parque de diversiones está divisado más a lo lejos, lo más interesante son la enorme cantidad de sonrisas brotar de los visitantes, gritos no acompañados de agonía sino de todo lo contrario, alegría sin tenerla escondida, emociones encontradas por subirse a unos cuantos juegos.
Curiosa voy hasta allá, llegando algo parecido a una rueda se alza sobre todo el feriado, contiene gente y da vueltas, expectante me dejo llevar por la vista que ofrece, comportóme algo así como pequeña absorbiendo información, fantaseando de modos indescriptibles, alzo la mirada hasta ese monumento si es que así es posible llamarle. cuando termina hay algunos humanos mareados, otros riendo como locos y la mayoría se posesiona en ese sentimiento de diversión. Varada en el medio, para mí es maravilloso, poder estar allí viviéndolo, escuchar algo sin tenerlo yo, emociones sin sentirlas propiamente, corazones acelerados por la adrenalina palpando el mío muerto es inútil no pensar en una vida humanitaria queriéndola vivir como cada uno de estos.
Me ofrecen dulces, juegos de destreza, regalos, y demás chucherías para adquirir,si, es todo maravilloso pero ¿Sola? al fin y al cabo no consigo disfrutar nunca nada por mi allanamiento personal, decisiones e instantes perdidos condenados a eternidad sin nada de felicidad, en fin me tengo que acostumbrar, veo todo sentada desde una pequeña banquita al fondo, disfruto de estar rodeada de ellos, aunque sé que no permanezco me siento como en un hogar...
Cuando salgo, sobre el pasillo no resuenan ningún tipo de pisadas, las mías son casi en vilo en el aire, no apoyo mi peso sobre el mismo suelo para no despertar a los humanos rodeándome, me dirijo a ningún lugar en particular cuando unas risas sonoras captan mi atención. Acercándome más, un parque de diversiones está divisado más a lo lejos, lo más interesante son la enorme cantidad de sonrisas brotar de los visitantes, gritos no acompañados de agonía sino de todo lo contrario, alegría sin tenerla escondida, emociones encontradas por subirse a unos cuantos juegos.
Curiosa voy hasta allá, llegando algo parecido a una rueda se alza sobre todo el feriado, contiene gente y da vueltas, expectante me dejo llevar por la vista que ofrece, comportóme algo así como pequeña absorbiendo información, fantaseando de modos indescriptibles, alzo la mirada hasta ese monumento si es que así es posible llamarle. cuando termina hay algunos humanos mareados, otros riendo como locos y la mayoría se posesiona en ese sentimiento de diversión. Varada en el medio, para mí es maravilloso, poder estar allí viviéndolo, escuchar algo sin tenerlo yo, emociones sin sentirlas propiamente, corazones acelerados por la adrenalina palpando el mío muerto es inútil no pensar en una vida humanitaria queriéndola vivir como cada uno de estos.
Me ofrecen dulces, juegos de destreza, regalos, y demás chucherías para adquirir,si, es todo maravilloso pero ¿Sola? al fin y al cabo no consigo disfrutar nunca nada por mi allanamiento personal, decisiones e instantes perdidos condenados a eternidad sin nada de felicidad, en fin me tengo que acostumbrar, veo todo sentada desde una pequeña banquita al fondo, disfruto de estar rodeada de ellos, aunque sé que no permanezco me siento como en un hogar...
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Debido a que mi llegada a Paris es aun, por decirlo así, reciente; siendo esta mi tercera noche en esta ciudad poblada de la más distinguida clase social, la cual se ve distorsionada por la pobreza de las calles adyacentes de las vías principales. Un recuerdo de sentimiento de melancolía me embarga al ver la pobreza de dichas calles al recordar mi pasado como mortal; el cual se ve contrarrestado por ser lo que soy.
Mi cuerpo yace inerte en la suite del hotel Des Arenes. De pronto una sensación de vitalidad recorre cada capilar de mi piel, sensación que me obliga a alzar la parte superior de mi cuerpo, movimiento que solo ocurre cuando el sol muere en el horizonte; entre abro mis labios intentando inspirar aire para llenar mis pulmones…meramente un acto reflejo pues se perfectamente que mi cuerpo no precisa de semejante acción para sobrevivir; sonrió entre dientes, observo la habitación, todo esta igual que esta mañana. El servicio del hotel a respetado mi petición de no ser molestado durante todo el día.
Con gran agilidad, me dirijo a la cómoda, acicalo mi rostro, retoco mis patillas. Elijo una de mis mejores galas. Mientras acomodo los ropajes a mi cuerpo, recuerdo la conversación de la noche anterior; la niñita pedía a su madre que la llevara al parque de atracciones. Acabo de anudar y colocar perfectamente el pañuelo de seda en mi cuello, dirigiéndome hacia la ventana principal, retiro las cortinas, la noche es hermosa las estrellas compiten entre si por ver quien es la que mas reluce en el manto oscuro del cielo; a lo lejos diviso la circunferencia adornada de luces que gire sobre su eje…observo atentamente intentando adivinar que es lo que pensara la gente que toma la decisión de subirse en dicha atracción. Si pensarlo dos veces y en poco tiempo. Salgo de la habitación, muchos de los huéspedes del hotel se recogen en sus habitaciones, paso inadvertido junto a ello como si de humano mas se tratara…no me saludarían así si supieran de lo que soy capaz de hacer con sus cuerpos.
Pensamiento tras pensamiento, recorro la orilla del Sena hasta, sin darme cuenta encontrarme rodeado de la multitud jubilosa, niños juegan y ríen, parejas de enamorados dan rienda suelta a sus fantasías; los olores a dulces embargan mi sentido del olfato. Camino entre la multitud saboreando sus sentimientos, hoy o tengo prisa por querer entenderlos se que soy inmortal y me puedo permitir el lujo de entenderlos otro día.
Paso tras paso, mirada, tras mirada…me tomo un tiempo para volver a observar a la gente y lo que mas llama mi atención es una joven de cabellos castaños y unos ojos verdes como la esmeralda, su vestido morada honra toda su presencia; yace sentada en un banco sola, su expresión pensativa atrae mi atención, algo en ella me dice que tenemos algo en común; dirijo mis pasos hacia ella, seguro de mi mismo, mis manos se entrelazan en mi espalda adquiriendo un porte de caballero; quiero que me vea acercándome por lo que me coloco en su campo de visión
Mi cuerpo yace inerte en la suite del hotel Des Arenes. De pronto una sensación de vitalidad recorre cada capilar de mi piel, sensación que me obliga a alzar la parte superior de mi cuerpo, movimiento que solo ocurre cuando el sol muere en el horizonte; entre abro mis labios intentando inspirar aire para llenar mis pulmones…meramente un acto reflejo pues se perfectamente que mi cuerpo no precisa de semejante acción para sobrevivir; sonrió entre dientes, observo la habitación, todo esta igual que esta mañana. El servicio del hotel a respetado mi petición de no ser molestado durante todo el día.
Con gran agilidad, me dirijo a la cómoda, acicalo mi rostro, retoco mis patillas. Elijo una de mis mejores galas. Mientras acomodo los ropajes a mi cuerpo, recuerdo la conversación de la noche anterior; la niñita pedía a su madre que la llevara al parque de atracciones. Acabo de anudar y colocar perfectamente el pañuelo de seda en mi cuello, dirigiéndome hacia la ventana principal, retiro las cortinas, la noche es hermosa las estrellas compiten entre si por ver quien es la que mas reluce en el manto oscuro del cielo; a lo lejos diviso la circunferencia adornada de luces que gire sobre su eje…observo atentamente intentando adivinar que es lo que pensara la gente que toma la decisión de subirse en dicha atracción. Si pensarlo dos veces y en poco tiempo. Salgo de la habitación, muchos de los huéspedes del hotel se recogen en sus habitaciones, paso inadvertido junto a ello como si de humano mas se tratara…no me saludarían así si supieran de lo que soy capaz de hacer con sus cuerpos.
Pensamiento tras pensamiento, recorro la orilla del Sena hasta, sin darme cuenta encontrarme rodeado de la multitud jubilosa, niños juegan y ríen, parejas de enamorados dan rienda suelta a sus fantasías; los olores a dulces embargan mi sentido del olfato. Camino entre la multitud saboreando sus sentimientos, hoy o tengo prisa por querer entenderlos se que soy inmortal y me puedo permitir el lujo de entenderlos otro día.
Paso tras paso, mirada, tras mirada…me tomo un tiempo para volver a observar a la gente y lo que mas llama mi atención es una joven de cabellos castaños y unos ojos verdes como la esmeralda, su vestido morada honra toda su presencia; yace sentada en un banco sola, su expresión pensativa atrae mi atención, algo en ella me dice que tenemos algo en común; dirijo mis pasos hacia ella, seguro de mi mismo, mis manos se entrelazan en mi espalda adquiriendo un porte de caballero; quiero que me vea acercándome por lo que me coloco en su campo de visión
Invitado- Invitado
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Ensimismada sobre los cavilantes pensamientos, estando presente en cuerpo e ida en mente sin duda, estoy trasladada en algún punto de perdición ajeno al endenfimiento común ya que ni yo misma sé dónde ando; pronto, a pesar de aquello cierto aroma inunda mis fosas nasales haciendo que frunzca el ceño distrayéndome por completo, alguien como yo está presente en el parque de diversiones, rara es la ocasión que se puede convivir con los humanos sin tener ansias de matarlos.
Busco la proveniencia entre la multitud, justo puedo distinguir unos pasos caminando hasta a mí haciéndome ladear la cabeza para distinguir a un caballero portador de absoluta clase, seguramente burgues alto, vaya... hacía tiempo que no veía a alguien con tal porte, acostumbrada ya un poco en vaivénes en cuánto a clases sociales, recuerdo aquellos modales casi de inmediato como golpe duro proporcionado a la cabeza, mi madre se encargó adiestrándome bastante bien a su semejanza.
Por fin divisándolo, la piel blanquecina destacándose entre el resto, me hace elevar cordialmente mis labios hacia arriba asomándose lo más parecido a una sonrisa, incorporándome del asiento dónde me encuentro hago una pequeña reverencia a modo de contestación, nada formal, nada exagerado, sólo un pequeño educado.
-Buenas noches monsieur, gusto en veros- menciono dirigiendo mis pasos hasta él quedando lo suficientemente cerca, así quizá pueda distraerme de todo mi embrollo personal, que a fin de cuentas sólo conmigo permanece, y así será.
-Hermosa la noche que dibuja vuestras almas levatándonos de tan largos sueños- musito alzando la vista hasta el círculo casi equivalente al color de nuestra piel plasmada de hermosura luce la luna ante nosotros, la ruerda sigue dando vueltas, las risas se siguen escuchando, las melodías tocadas por los viejos músicos, los niños jugando, en fin, todo un espectáculo para ver pasa desapercibido cuando el mundo se congela al mirar bien el manto estrellado plagado de pequeñas lucecitas deslumbrantes.
-¿Soís nuevo aquí en París?- pregunto por fin mirándolo directamente, acostumbrada a mantener siempre distancia entre los cabelleros y las damas, respetando el espacio personal de cada uno "vaya pensamiento" nada puedo hacer, acatar como mejor quede, sonriendo para mí misma al pensar que si comportóme algo mal no pueden matarme, ya lo estoy.
-Permitidme presentaros, me llamo Annette- musito ante las pupilas del joven, bastante amplias por cierto, le falta el sombrero alto, claro, unos guantes y estaría listo para ir a cualquier gala, yo llevo un vestido sencillo así que comienzo a tener un poco de vergüenza ante mis fachas de vestuario.
La brisa del viento se hace presente elevando el aire a respirar inexistente, haciendo una invitación para probarlo, no lo necesito, aún así, nunca me ha dejado de agradar las pequeñas brisas recorrerme de pies a cabeza, es una sensación breve liberal, cuál ave queriendo volar, mi imaginación suele llevarme bastante lejos, ésta no pasará desapercibida, cuestiónome ¿Qué será poder volar?, no lo sé más lo puedo pensar como algo indescriptible, hermoso, carente de ataduras, condenas, disfrutando las alturas, el aire moverse contra nuestros cuerpos vibrándolos de dicha, en fin, una suposición más.
Busco la proveniencia entre la multitud, justo puedo distinguir unos pasos caminando hasta a mí haciéndome ladear la cabeza para distinguir a un caballero portador de absoluta clase, seguramente burgues alto, vaya... hacía tiempo que no veía a alguien con tal porte, acostumbrada ya un poco en vaivénes en cuánto a clases sociales, recuerdo aquellos modales casi de inmediato como golpe duro proporcionado a la cabeza, mi madre se encargó adiestrándome bastante bien a su semejanza.
Por fin divisándolo, la piel blanquecina destacándose entre el resto, me hace elevar cordialmente mis labios hacia arriba asomándose lo más parecido a una sonrisa, incorporándome del asiento dónde me encuentro hago una pequeña reverencia a modo de contestación, nada formal, nada exagerado, sólo un pequeño educado.
-Buenas noches monsieur, gusto en veros- menciono dirigiendo mis pasos hasta él quedando lo suficientemente cerca, así quizá pueda distraerme de todo mi embrollo personal, que a fin de cuentas sólo conmigo permanece, y así será.
-Hermosa la noche que dibuja vuestras almas levatándonos de tan largos sueños- musito alzando la vista hasta el círculo casi equivalente al color de nuestra piel plasmada de hermosura luce la luna ante nosotros, la ruerda sigue dando vueltas, las risas se siguen escuchando, las melodías tocadas por los viejos músicos, los niños jugando, en fin, todo un espectáculo para ver pasa desapercibido cuando el mundo se congela al mirar bien el manto estrellado plagado de pequeñas lucecitas deslumbrantes.
-¿Soís nuevo aquí en París?- pregunto por fin mirándolo directamente, acostumbrada a mantener siempre distancia entre los cabelleros y las damas, respetando el espacio personal de cada uno "vaya pensamiento" nada puedo hacer, acatar como mejor quede, sonriendo para mí misma al pensar que si comportóme algo mal no pueden matarme, ya lo estoy.
-Permitidme presentaros, me llamo Annette- musito ante las pupilas del joven, bastante amplias por cierto, le falta el sombrero alto, claro, unos guantes y estaría listo para ir a cualquier gala, yo llevo un vestido sencillo así que comienzo a tener un poco de vergüenza ante mis fachas de vestuario.
La brisa del viento se hace presente elevando el aire a respirar inexistente, haciendo una invitación para probarlo, no lo necesito, aún así, nunca me ha dejado de agradar las pequeñas brisas recorrerme de pies a cabeza, es una sensación breve liberal, cuál ave queriendo volar, mi imaginación suele llevarme bastante lejos, ésta no pasará desapercibida, cuestiónome ¿Qué será poder volar?, no lo sé más lo puedo pensar como algo indescriptible, hermoso, carente de ataduras, condenas, disfrutando las alturas, el aire moverse contra nuestros cuerpos vibrándolos de dicha, en fin, una suposición más.
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Camino con paso firme, pocos metros me separan de la joven, la cual y estoy convencido es de mi condición, su mirada encuentra la miá, al parecer a notado mi presencia, sonrió levemente. No me dejo distraer por el humano animador disfrazado de payaso que entretiene a unos divertidos niños y niñas; recuerdo mi niñez...no fue así, sino todo lo contrario, abandonado en la calle a una edad muy temprana, sin nadie a quien abrazar sin nadie en quien confiar.
Observo como la joven en la cual tengo mi mirada puesta, eleva su cuerpo gracilmente, combinando sus movimientos con una reverencia perfecta para el momento y para la ocasión; asiento con la cabeza devolviendole la reverencia. ¿Quien diría que es una vampira?sus facciones delatan a una chica joven. Ajenos a la atmósfera de diversión y felicidad que nos rodea, nuestra presencia junto nuestra inmortalidad hacen ver los movimientos de los humanos como si fueran a cámara rápida; cuantos de ellos desearían sentir lo que sentimos nosotros, y cuantos se arrepentirían de haberlo sentido aunque hubiera sido tan solo durante un segundo.
nos encontramos uno enfrente del otro, todo se apaga para mi, solo la escucho a ella
-buenas noches mademoiselle...permitirme que el gusto sea compartido
dos criaturas de la noche encontradas en medio de una multitud de humanos, los cuales huirían despavoridos si conocieran la verdadera identidad de las dos personas que se acaban de encontrar, ilusos, viven ciegamente.
-hermosa es la noche, cierto...pero envidia os tiene al veros levantar de vuestro sueño.
Imito el movimiento de la dama vestida de morado al mirar la circunferencia radiante del cielo, la luz de la luna baña su rostro y se refleja en sus verdosos ojos, me pregunto si dicha luz se apagara cuando esos ojos se tornan de color rojizo, o por el contrario, ambos colores, el de la luna y el rojizo formaran un color inimaginable para cualquier mente cuerda .
-es cierto que llevo pocos días en París, aunque soy francés...¿y vos?
Nuestras pupilas, las miás marrones intensas y las suyas verdes esmeralda juguetean mirándose fijamente mientras intercambiamos palabras,; la gente nos rodea, pasa a nuestro lado...pero somos tan superiores a ellos que tanto la dama como yo evitamos distraernos por culpa de los humanos.
-oh! Es un precioso nombre...sin duda os hace honor. Permitir que me presente yo.
Tomo su mano con mi mano derecha en un movimiento muy sutil y pausado, me inclino y beso prácticamente sin tocar con mi labios el dorso de su mano.
-Lacroix, Ettien Lacroix.
Acompaño su mano para que regrese a su posición original, con un delicado movimiento, mis manos vuelven a su antigua posición, observo a la dama ¿cuales serán sus pensamientos?
-mademoiselle Annette ¿os apetecería dar un paseo por el lugar?
Observo como la joven en la cual tengo mi mirada puesta, eleva su cuerpo gracilmente, combinando sus movimientos con una reverencia perfecta para el momento y para la ocasión; asiento con la cabeza devolviendole la reverencia. ¿Quien diría que es una vampira?sus facciones delatan a una chica joven. Ajenos a la atmósfera de diversión y felicidad que nos rodea, nuestra presencia junto nuestra inmortalidad hacen ver los movimientos de los humanos como si fueran a cámara rápida; cuantos de ellos desearían sentir lo que sentimos nosotros, y cuantos se arrepentirían de haberlo sentido aunque hubiera sido tan solo durante un segundo.
nos encontramos uno enfrente del otro, todo se apaga para mi, solo la escucho a ella
-buenas noches mademoiselle...permitirme que el gusto sea compartido
dos criaturas de la noche encontradas en medio de una multitud de humanos, los cuales huirían despavoridos si conocieran la verdadera identidad de las dos personas que se acaban de encontrar, ilusos, viven ciegamente.
-hermosa es la noche, cierto...pero envidia os tiene al veros levantar de vuestro sueño.
Imito el movimiento de la dama vestida de morado al mirar la circunferencia radiante del cielo, la luz de la luna baña su rostro y se refleja en sus verdosos ojos, me pregunto si dicha luz se apagara cuando esos ojos se tornan de color rojizo, o por el contrario, ambos colores, el de la luna y el rojizo formaran un color inimaginable para cualquier mente cuerda .
-es cierto que llevo pocos días en París, aunque soy francés...¿y vos?
Nuestras pupilas, las miás marrones intensas y las suyas verdes esmeralda juguetean mirándose fijamente mientras intercambiamos palabras,; la gente nos rodea, pasa a nuestro lado...pero somos tan superiores a ellos que tanto la dama como yo evitamos distraernos por culpa de los humanos.
-oh! Es un precioso nombre...sin duda os hace honor. Permitir que me presente yo.
Tomo su mano con mi mano derecha en un movimiento muy sutil y pausado, me inclino y beso prácticamente sin tocar con mi labios el dorso de su mano.
-Lacroix, Ettien Lacroix.
Acompaño su mano para que regrese a su posición original, con un delicado movimiento, mis manos vuelven a su antigua posición, observo a la dama ¿cuales serán sus pensamientos?
-mademoiselle Annette ¿os apetecería dar un paseo por el lugar?
Invitado- Invitado
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Al recibir tantas muestras de caballerosidad, hace cuestionarme a seriedad si es algún tipo de alta, nunca lo había visto certeramente, o quizá en alguna de las reuniones múltiples familiares en el palacio, no lo creo, estaban tan ocupados con que Napoleón no conquistase Rusia que la única pendiente de hacer festividades era Catalina, el cumplido mencionado hace dibujar una pequeña sonrisa elevándola hasta la comisura de mis labios.
En efecto, al encontrarme con uno de los míos, solemos no prestar atención, la hermosura atraída nos distrae del mundo exterior, y lo constato encandilándome las pupilas con el joven presentándose como Ettien Lacroix, menciona ser francés, hace honor a su acento definitivamente, sus labios entintados apenas rozan sobre el dorso de mis manos volviéndola a su lugar rápidamente.
-Provengo de Rusia monsieur, tengo poco tiempo viviendo aquí- digo convencida, aunque precisamente la palabra "vivir" esté lejos de ese significado, no poseo hogar ni residencia, tampoco estoy interesada en adquirir uno al menos no mientras decida si tendré que irme o quedarme, ahora es la menor de mis preocupaciones.
Al parecer dejar de prestar atención, se nubla todo completamnete, las voces de los humanos desaparecen, en conjunto con las risas, el olor a sangre perecedera, a dulce tentación inocente sólo para poder concentrarme sobre mi acompañante, no es del todo común hallar a un vampiro en medio de un parque de diversiones, ahora a dos, es más interesante.
-Será todo un honor caballero- comento tomando con los dedos el borde del vestido, haciendo una ligera reverencia agachándome apenas doblando las rodillas para mantenerme derecha, no perder la compstura y un montón de barrabasadas modalísticas.
-¿Qué hacéis por aquí? es extraño veros en un parque de ésta índole, lo mismo puede preguntarme, a lo cuál responderé con la frase famosa de "estaba aburrida"- ensancho una sonrisa de lado a lado dejando mostrar mis dientes completamente blancos sin una gota de desgaste.
-A ser sincera con vos, me llamó la atención esa cosa enorme giradora sobre su eje prendiendo pequeños foquillos de distintos colores, es un espectáculo hermoso, es interesante como la gente baja mareada algunos en peor estado que otros- musito señalando la rueda cambiante ahora a unos tonos azulados titilantes ante mis pupilas.
-Monsieur Ettien, he de mencionaros que me resulta vagamente familiar, ¿Alguna vez se presentó en el palacio de Alejandro en Rusia?- viro la mirada para tener un mejor enfoque de sus ojos marrones bastante atractivos ante la vista de cualquiera sin duda, capaz de derretir a cualquier humana con un sólo pestañeo, siendo yo vampira estoy pensando que son hermosos esas almendras adentradas sobre su mirada atrayendo de modo instintivo.
-Es una pequeña duda solamente- aclaro antes de armar algún malentendido como mi buena costumbre, emprendo una caminata con pasos lentos y cortos dejando que me comente, mi bolso lo llevo pegado a la muñeca, la capa está abrochada sobre mis hombros atrapando el cabello volador.
En efecto, al encontrarme con uno de los míos, solemos no prestar atención, la hermosura atraída nos distrae del mundo exterior, y lo constato encandilándome las pupilas con el joven presentándose como Ettien Lacroix, menciona ser francés, hace honor a su acento definitivamente, sus labios entintados apenas rozan sobre el dorso de mis manos volviéndola a su lugar rápidamente.
-Provengo de Rusia monsieur, tengo poco tiempo viviendo aquí- digo convencida, aunque precisamente la palabra "vivir" esté lejos de ese significado, no poseo hogar ni residencia, tampoco estoy interesada en adquirir uno al menos no mientras decida si tendré que irme o quedarme, ahora es la menor de mis preocupaciones.
Al parecer dejar de prestar atención, se nubla todo completamnete, las voces de los humanos desaparecen, en conjunto con las risas, el olor a sangre perecedera, a dulce tentación inocente sólo para poder concentrarme sobre mi acompañante, no es del todo común hallar a un vampiro en medio de un parque de diversiones, ahora a dos, es más interesante.
-Será todo un honor caballero- comento tomando con los dedos el borde del vestido, haciendo una ligera reverencia agachándome apenas doblando las rodillas para mantenerme derecha, no perder la compstura y un montón de barrabasadas modalísticas.
-¿Qué hacéis por aquí? es extraño veros en un parque de ésta índole, lo mismo puede preguntarme, a lo cuál responderé con la frase famosa de "estaba aburrida"- ensancho una sonrisa de lado a lado dejando mostrar mis dientes completamente blancos sin una gota de desgaste.
-A ser sincera con vos, me llamó la atención esa cosa enorme giradora sobre su eje prendiendo pequeños foquillos de distintos colores, es un espectáculo hermoso, es interesante como la gente baja mareada algunos en peor estado que otros- musito señalando la rueda cambiante ahora a unos tonos azulados titilantes ante mis pupilas.
-Monsieur Ettien, he de mencionaros que me resulta vagamente familiar, ¿Alguna vez se presentó en el palacio de Alejandro en Rusia?- viro la mirada para tener un mejor enfoque de sus ojos marrones bastante atractivos ante la vista de cualquiera sin duda, capaz de derretir a cualquier humana con un sólo pestañeo, siendo yo vampira estoy pensando que son hermosos esas almendras adentradas sobre su mirada atrayendo de modo instintivo.
-Es una pequeña duda solamente- aclaro antes de armar algún malentendido como mi buena costumbre, emprendo una caminata con pasos lentos y cortos dejando que me comente, mi bolso lo llevo pegado a la muñeca, la capa está abrochada sobre mis hombros atrapando el cabello volador.
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Un aire un tanto gélido de las noche otoñales de París recorre el contorno de nuestros cuerpos, ambos ajenos a la sensación de frió que provoca. ¿quizás si nuestros cuerpo tuvieran vida?.
Una conversación empieza a surgir de dos desconocidos que tienen la inmortalidad en común, ¿quien sabe si algo mas?, solo el tiempo al conocernos desvelara dicha incertidumbre.
Una sonrisa se dibuja en el rostro angulado de mi interlocutora, sonrisa que me llena de jubilo, pues mis palabras no pasan desapercibidas a sus sentidos.
-así sois hija del gran imperio russo, grande es el territorio que abarca vuestra patria.
Imagino las grandes llanuras nevadas del norte de la patria mencionada, llanuras de un blanco tan intenso que se trazan perfectamente con el horizonte azul claro de un día perfecto, los dos, tierra y cielo unidos y bañados por un radiante sol; es tanto el tiempo sin ver el astro rey que vagamente lo recuerdo.
-por favor mademoiselle... el placer es todo mio, vuestra compañía, y vuestra respuesta a mi petición me halagan.
Modales exquisitos acompañan su voz, logra grandes reverencias aun haciendo diminutos movimientos.
Pasan los segundos... el tiempo corre, para nosotros el tiempo es un concepto ambiguo, al cual no estamos ligados.
Una sonrisa llena mi rostro al escuchar como Annette me pregunta y seguidamente responde la pregunta que cree que le haré
-bueno...estar aburrida es una buena razón para salir a dar un paseo a un lugar de festividad, aunque el aburrimiento no es mi razón de encontrarme en dichas instalaciones, quizás mis razones sean la gran variedad de personas distraídas y confiadas de las cuales podría.... creo que vos entendéis lo que quiero deciros
miro rápidamente a mi alrededor, por un momento la percepción del tiempo vuelve a ser normal, escucho el sinfín de latidos humanos, los cuales suenan como llamándome, ¿cual podría ser el elegido?. Vuelvo a centrar mis sentidos completamente en mi compañía.
-así que os llama la atención la noria, bueno sinceramente creo que es una buena atracción, prácticamente se divisa todo París desde su punto mas alto. ¿si queréis podríamos subir? Aunque dicen que cuando llegas arriba hace mucho frió... no creo que sea un problema para nosotros.
Esbozo una pequeña carcajada humorística por la ironía. Cuanto tiempo sin sentir el frió, ni el calor, tan solo los recuerdos de mi vida humano me hacen saber lo que son dichas sensaciones.
Sus blanquecinos dientes adornan su sonrisa milimetricamente perfecta, la cual cautiva mis sentidos, cualquier hombre sucumbiría sin esfuerzo ante tanta hermosura, tan solo por el hecho de verla sonreír una vez en la vida
-¿en Russia?.... dejame pensar. No creo que no he estado en dicho palacio que mencionáis. Si hubiera estado habría cedido a la tentación de invitaros a pasear, oportunidad que sin duda no hubiera dejado escapar.
-¿que os trae por estas regiones de Francia?
Una conversación empieza a surgir de dos desconocidos que tienen la inmortalidad en común, ¿quien sabe si algo mas?, solo el tiempo al conocernos desvelara dicha incertidumbre.
Una sonrisa se dibuja en el rostro angulado de mi interlocutora, sonrisa que me llena de jubilo, pues mis palabras no pasan desapercibidas a sus sentidos.
-así sois hija del gran imperio russo, grande es el territorio que abarca vuestra patria.
Imagino las grandes llanuras nevadas del norte de la patria mencionada, llanuras de un blanco tan intenso que se trazan perfectamente con el horizonte azul claro de un día perfecto, los dos, tierra y cielo unidos y bañados por un radiante sol; es tanto el tiempo sin ver el astro rey que vagamente lo recuerdo.
-por favor mademoiselle... el placer es todo mio, vuestra compañía, y vuestra respuesta a mi petición me halagan.
Modales exquisitos acompañan su voz, logra grandes reverencias aun haciendo diminutos movimientos.
Pasan los segundos... el tiempo corre, para nosotros el tiempo es un concepto ambiguo, al cual no estamos ligados.
Una sonrisa llena mi rostro al escuchar como Annette me pregunta y seguidamente responde la pregunta que cree que le haré
-bueno...estar aburrida es una buena razón para salir a dar un paseo a un lugar de festividad, aunque el aburrimiento no es mi razón de encontrarme en dichas instalaciones, quizás mis razones sean la gran variedad de personas distraídas y confiadas de las cuales podría.... creo que vos entendéis lo que quiero deciros
miro rápidamente a mi alrededor, por un momento la percepción del tiempo vuelve a ser normal, escucho el sinfín de latidos humanos, los cuales suenan como llamándome, ¿cual podría ser el elegido?. Vuelvo a centrar mis sentidos completamente en mi compañía.
-así que os llama la atención la noria, bueno sinceramente creo que es una buena atracción, prácticamente se divisa todo París desde su punto mas alto. ¿si queréis podríamos subir? Aunque dicen que cuando llegas arriba hace mucho frió... no creo que sea un problema para nosotros.
Esbozo una pequeña carcajada humorística por la ironía. Cuanto tiempo sin sentir el frió, ni el calor, tan solo los recuerdos de mi vida humano me hacen saber lo que son dichas sensaciones.
Sus blanquecinos dientes adornan su sonrisa milimetricamente perfecta, la cual cautiva mis sentidos, cualquier hombre sucumbiría sin esfuerzo ante tanta hermosura, tan solo por el hecho de verla sonreír una vez en la vida
-¿en Russia?.... dejame pensar. No creo que no he estado en dicho palacio que mencionáis. Si hubiera estado habría cedido a la tentación de invitaros a pasear, oportunidad que sin duda no hubiera dejado escapar.
-¿que os trae por estas regiones de Francia?
Invitado- Invitado
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Ok, entonces es desconocida de la región Rusa, aún así, me resulta algo familiar, ya habrá tiempo después para averiguarlo, por lo pronto puedo centrarme en el comentario pronunciado ante mi acompañante, si le hubiese visto probablemente sin dudad hubiese aceptado su compañía, tales eran los comportamientos y las actitudes perfectamente planeadas estratégicamente, aleatoriamente para manejar a los humanos estilo marionetas de teatro ambulante. Quédome un segundo meditando en la pregunta de éste caballero, en realidad no sé muy bien lo que me trae aquí, quizá sea el clima, las ganas de huír de un sitio a otro?, no puedo responder certeramente.
-Necesitaba salir de Rusia monsieur- apresúrome a mencionar, a estas alturas ya sabemos a la perfección la naturaleza del otro, es bastante obvia ya que ambos hacemos comentarios referentes a la hermosa noche helando al resto de nuestro entorno, para ambos pasa desapercibido, es una brisa incomparable incluso con los sonidos del mar haciendo alud al viento surrurante invadiendo nuestros oídos, vehemnete, imponente hablando por sí sólo dando mensajes incomprendibles más hermosos sin duda, pequeños susurros lleva consigo la brisa, dejando a la imaginación su interpretación.
-Si me gustaría, mencionáis que el frío no será problema para vosotros, me pregunto, ¿De verdad hará tanto?, pobres de ellos- torciendo los labios hacia un lado escondo la sonrisa aparente sobre mis labios disimulando mis pensamientos al pensar en aquellos humanos de tonos azulados quemándose de frío.
-Entre la variedad de estos puede encontrar de todo, pareciera aquí una excelente fuente para hallar algo de provecho- aseguro comunicándome airadamente ante mi acompañante caminando a paso lento sobre el recinto, es bastante pacífico contar con la compañía de alguien parecido a una servidora.
-Como bien decís soy hija de la patria rusa monsieur, pero eso sucedió estando en vida, ahora, soy tan sólo Annette- menciono esperando que comprenda, eso de andar luciéndome con dinero, riquezas y flamantes materiales no es precisamente lo que más amo en el mundo, al contrario, prefiero la sencillez, humildad y quizá los pocos detalles que en vida no supe apreciar.
-Prefiero dejar mi resputación dónde quedó, en mi hogar- digo convencida ante mí misma, quizá pueda sonar un tanto ¿ridiculo? no lo sé, sólo prefiero pasar inadvertida ahora ya medio muerta a vivir entre superficialidades.
-Monsieur Ettien, ¿Usted vive por aquí cerca? entre los rayos sublímes de la esfera amarilla que os acompaña cada mañana imposible de ver, obervar y catar debido a vuestra condición, ¿tiene un sitio dónde resguardar su sueño?- pregunto desviando los ojos esmeralda hasta el piso dejando que mi silueta siga caminando a lo largo, tomo el brazo del caballero bien acostumbrada esperando no le moleste.
-Necesitaba salir de Rusia monsieur- apresúrome a mencionar, a estas alturas ya sabemos a la perfección la naturaleza del otro, es bastante obvia ya que ambos hacemos comentarios referentes a la hermosa noche helando al resto de nuestro entorno, para ambos pasa desapercibido, es una brisa incomparable incluso con los sonidos del mar haciendo alud al viento surrurante invadiendo nuestros oídos, vehemnete, imponente hablando por sí sólo dando mensajes incomprendibles más hermosos sin duda, pequeños susurros lleva consigo la brisa, dejando a la imaginación su interpretación.
-Si me gustaría, mencionáis que el frío no será problema para vosotros, me pregunto, ¿De verdad hará tanto?, pobres de ellos- torciendo los labios hacia un lado escondo la sonrisa aparente sobre mis labios disimulando mis pensamientos al pensar en aquellos humanos de tonos azulados quemándose de frío.
-Entre la variedad de estos puede encontrar de todo, pareciera aquí una excelente fuente para hallar algo de provecho- aseguro comunicándome airadamente ante mi acompañante caminando a paso lento sobre el recinto, es bastante pacífico contar con la compañía de alguien parecido a una servidora.
-Como bien decís soy hija de la patria rusa monsieur, pero eso sucedió estando en vida, ahora, soy tan sólo Annette- menciono esperando que comprenda, eso de andar luciéndome con dinero, riquezas y flamantes materiales no es precisamente lo que más amo en el mundo, al contrario, prefiero la sencillez, humildad y quizá los pocos detalles que en vida no supe apreciar.
-Prefiero dejar mi resputación dónde quedó, en mi hogar- digo convencida ante mí misma, quizá pueda sonar un tanto ¿ridiculo? no lo sé, sólo prefiero pasar inadvertida ahora ya medio muerta a vivir entre superficialidades.
-Monsieur Ettien, ¿Usted vive por aquí cerca? entre los rayos sublímes de la esfera amarilla que os acompaña cada mañana imposible de ver, obervar y catar debido a vuestra condición, ¿tiene un sitio dónde resguardar su sueño?- pregunto desviando los ojos esmeralda hasta el piso dejando que mi silueta siga caminando a lo largo, tomo el brazo del caballero bien acostumbrada esperando no le moleste.
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Los sonidos de la noche no pasan inadvertidos para mi, como al igual no pasan de la misma forma a la dama que me acompaña en este nuevo paseo nocturno. ¿cuanto habré dado a lo largo de mi existencia como lo que soy en este momento?.
El viento otoñal se cuela por entre los restos de hojas caídas del gran sauce llorón. Las cuales se mecen creando una melodía en total concordancia con la atmósfera de esta noche.
-es bueno el viajar para conocer lugares y gente nueva; mas con nuestra condición, permanecer largos años en un mismo lugar, puede llegar a delatarnos
a lo largo de mi historia he recorrido varios lugares del mundo junto a mi creadora; New York, Nueva Orleans, Londres. Mas son varios lugares los cuales no recuerdo con exactitud. Pero en este momento me encuentro en la que había sido mi patria como mortal y lo sigue siendo como inmortal.
-¿de veras os gustaría subir a la noria?. Puede que si que el frió se considerable, solo debéis de observar como el gélido viento, coloca un color rosado en las caras de los que a tenido el valor de sentirlo en sus propias carnes.
Mis pasos se dirigen hacia la casetas de las entradas de dicha atracción. Pronto caigo en la cuenta de que no he tenido nunca la oportunidad de subirme en ninguna maquina creada por el hombre para su diversión. ¡que se debe de sentir, como vampiro? Ya no hablo de como humano, pues su caras lo dicen todo por ellos.
-algo de provecho... sin duda la elección de pasear por el parque me a sido muy acertada por dos motivos...gran variedad y de provecho; y os he conocido a vos lo cual me satisface en gran medida, sois una elegante compañera de paseo.
Por el momento, ya habrá tiempo de alimentarnos. ¿os habéis alimentado hoy?
Tomo consciencia de mis palabras referentes al alimento, pues aunque los humanos son inferiores nosotros no quiero que mis sibilas suenen vulgares. Mi naturaleza es así, y la disfruto de muchas maneras.
-tan solo Annette... aun así ¿debéis de sentir algo por vuestra patria? Al igual que yo me siento francés
es cierto que cuando llevas tanto tiempo caminado por el mundo a veces los recuerdos te olvidan a ti haciéndote entrar en una espiral de amor odio por esos mismos recuerdo que te embargan, la lucha diaria con dichos sucesos. Un día quieres recordar, al siguiente te da igual recordar
-bueno...pienso que alguien con reputación es alguien influyente, y por lo poco que hemos entablado de conversación, creo saber que vivisteis, incluso pertenecisteis de alguna forma a la corte de Alejandro en el imperio russo.
Mi hogar... que pensaría si le digiera que estando en vida mal viví en las calles, esperando tener algo que llevarme a la boca al día siguiente. Doy gracias a mi creadora por encontrarme y rescatarme de mi miserable vida humana.
-veréis...hace poco que estoy en parís, esta es la tercera noche que merodeo sus calles, aun no he decidido donde instalar mis pertenencias indefinidamente. Así que me hospedo en el hotel Des Arenes; con orden especial de no ser molestado durante el día. Y vos ¿donde resguardáis vuestra belleza?
Una mano se desliza por alrededor de mi brazo, anudando estos, el cual facilita su agarre, sonrió amablemente, con el fin de otorgar a mi acompañante una confianza merecida.
¿puedo preguntaros algo acerca de vuestra condicion?.
El viento otoñal se cuela por entre los restos de hojas caídas del gran sauce llorón. Las cuales se mecen creando una melodía en total concordancia con la atmósfera de esta noche.
-es bueno el viajar para conocer lugares y gente nueva; mas con nuestra condición, permanecer largos años en un mismo lugar, puede llegar a delatarnos
a lo largo de mi historia he recorrido varios lugares del mundo junto a mi creadora; New York, Nueva Orleans, Londres. Mas son varios lugares los cuales no recuerdo con exactitud. Pero en este momento me encuentro en la que había sido mi patria como mortal y lo sigue siendo como inmortal.
-¿de veras os gustaría subir a la noria?. Puede que si que el frió se considerable, solo debéis de observar como el gélido viento, coloca un color rosado en las caras de los que a tenido el valor de sentirlo en sus propias carnes.
Mis pasos se dirigen hacia la casetas de las entradas de dicha atracción. Pronto caigo en la cuenta de que no he tenido nunca la oportunidad de subirme en ninguna maquina creada por el hombre para su diversión. ¡que se debe de sentir, como vampiro? Ya no hablo de como humano, pues su caras lo dicen todo por ellos.
-algo de provecho... sin duda la elección de pasear por el parque me a sido muy acertada por dos motivos...gran variedad y de provecho; y os he conocido a vos lo cual me satisface en gran medida, sois una elegante compañera de paseo.
Por el momento, ya habrá tiempo de alimentarnos. ¿os habéis alimentado hoy?
Tomo consciencia de mis palabras referentes al alimento, pues aunque los humanos son inferiores nosotros no quiero que mis sibilas suenen vulgares. Mi naturaleza es así, y la disfruto de muchas maneras.
-tan solo Annette... aun así ¿debéis de sentir algo por vuestra patria? Al igual que yo me siento francés
es cierto que cuando llevas tanto tiempo caminado por el mundo a veces los recuerdos te olvidan a ti haciéndote entrar en una espiral de amor odio por esos mismos recuerdo que te embargan, la lucha diaria con dichos sucesos. Un día quieres recordar, al siguiente te da igual recordar
-bueno...pienso que alguien con reputación es alguien influyente, y por lo poco que hemos entablado de conversación, creo saber que vivisteis, incluso pertenecisteis de alguna forma a la corte de Alejandro en el imperio russo.
Mi hogar... que pensaría si le digiera que estando en vida mal viví en las calles, esperando tener algo que llevarme a la boca al día siguiente. Doy gracias a mi creadora por encontrarme y rescatarme de mi miserable vida humana.
-veréis...hace poco que estoy en parís, esta es la tercera noche que merodeo sus calles, aun no he decidido donde instalar mis pertenencias indefinidamente. Así que me hospedo en el hotel Des Arenes; con orden especial de no ser molestado durante el día. Y vos ¿donde resguardáis vuestra belleza?
Una mano se desliza por alrededor de mi brazo, anudando estos, el cual facilita su agarre, sonrió amablemente, con el fin de otorgar a mi acompañante una confianza merecida.
¿puedo preguntaros algo acerca de vuestra condicion?.
Invitado- Invitado
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Con la sonrisa de monsieur Lacroix abriéndome pasoa tener contacto a su cuerpo gélido e inmortal, puedo asegurar al menos por ésta noche estoy segura y protegida pudiéndome distraer ampliamente, mientras nos encaminamos hasta la ventanilla sobre la atracción rodante, la observo más a contemple, demasiado grande, impetuosa, pregúntome del porqué jamás me subí a uno siendo pequeña, ah si claro! nunca salía de casa por miedo, ahora resultan pamplinas; sintiéndome miserable la mayoría del tiempo por ahora me encargaré de saciarme emocionalmente divirtiéndome, si, aunque suene completamente extraño, estoy dispuesta a gozar cada segundo.
Entablo una leve sonrisa asintiendo ante el comentario de mi acompañante, sabiendo a lo que venía, a los posibles inconveninetes alimenticios he tomado previamente la opción de saciar mi apetito con un miembro del parlamento inglés que estaba de viaje, sabiendo el tipo de humano esos de escoria existente no me tenté en ningún punto para absorber vida de la suya propia.
-Monsieur, he alimentándome anteriormente a mi visita y si, me encantaría subir con vos a la atracción, sólo si usted se muestra de acuerdo- musito levantando la vista un poco atontada, quizá los humanos lo vean de un modo, nosotros... quién sabe, valdrá la pena averiguarlo, sólo por el hecho de tener ante nosotros noches inmortales poseemos el autocontrol para divertirnos a nuestro modo sin duda, aunque en mi caso, estoy en desacuerdo con la clase de atracciones vampíricas.
-A seros sincera con vos, la verdad no me siento en lo absoluto de ninguna parte, en vida muy poco disfruté, ahora como bien mencionáis caballero, Alejnadro fue mi hermano mayor, atada a una realeza y una vida a la cuál nunca logré acoplarme nisiquiera casada- torciendo los labios entablo mis pupilas verdosas sobre las castañas de Ethien intimidantes e intrigantes al mismo tiempo, dispuestos a hacer sentir del modo que lo desee a quién le rodeé.
-Es algo chistoso lo que mencionáis monsieur, no tengo algún sitio en específico en dónde permanecer, suelo moverme por causas de seguridad seguramente usted lo entenderá, así como viajar de un sitio a otro soy algo nómada- apenas llevo los dedos rodeando la parte superior en el brazo del joven, no soy tosca, apenas el tacto es fácil para nosotros percatarnos del más leve cosquilleo.
-Claro que podéis preguntar lo que deseé monsieur, no suele salirme bien el mentir- aseguro mientras camino hasta la fila dónde se encuentran los humanos en espera para subir al juego, eso sin poderlo negar enfréntome a una ligera desesperación, haciendo caso omiso vuélvome a concentrar sobre aquél vampiro acompañante. Resultando algo tan poco inusual, estar dedicándole palabras a alguien que es igual a mí, al menos en condición eso sin duda, siéntome atraída por entablar temas nuevos, saber sobre su inmortalidad, cómo la vive, si se entrega o deniega de ella, si es feliz o no, si la goza a conciencia o la maldice a menudo, el tiempo dirá las cosas, las noches son largas tal y cómo ésta.
-Vuestra compañía es de las primeras desde que estoy en París, monsieur Ettien, no suelo ser muy sociable, al contrario ser retraída me caracteriza bastante y creedme, hasta este momento no tengo queja alguna, al contrario agradezco el poder estar charlando con vos- confieso pensando en que siendo humana me pudiese sonrojar a tal punto que seguramente escondería mi rostro en algún sitio lejos de él, pregúntome también el aspecto que tendría su vida como hombre rebollante, cómo viviría, al menos seguramente en un sitio siendo libre, algo de lo que carecía.
Avanzando el grupo de humaoindes arremolinados frente ante nosotros algunos despiertan sus miradas curiosas mirándonos constantemente, asombrados de la belleza portable en ambos seres de la noche, a los que sin deberla ni temerla respondo con una enorme sonrisa.
-Parece que atraemos más de lo pensando, será preocupante la noche que no- río ante mi comentario tan poco ortodoxo y hasta un poco modesto, es ironía dentro del juego, no pretendo sentirme más allá, sólo ésta noche, pretender fingir ser uno de su especie.
Entablo una leve sonrisa asintiendo ante el comentario de mi acompañante, sabiendo a lo que venía, a los posibles inconveninetes alimenticios he tomado previamente la opción de saciar mi apetito con un miembro del parlamento inglés que estaba de viaje, sabiendo el tipo de humano esos de escoria existente no me tenté en ningún punto para absorber vida de la suya propia.
-Monsieur, he alimentándome anteriormente a mi visita y si, me encantaría subir con vos a la atracción, sólo si usted se muestra de acuerdo- musito levantando la vista un poco atontada, quizá los humanos lo vean de un modo, nosotros... quién sabe, valdrá la pena averiguarlo, sólo por el hecho de tener ante nosotros noches inmortales poseemos el autocontrol para divertirnos a nuestro modo sin duda, aunque en mi caso, estoy en desacuerdo con la clase de atracciones vampíricas.
-A seros sincera con vos, la verdad no me siento en lo absoluto de ninguna parte, en vida muy poco disfruté, ahora como bien mencionáis caballero, Alejnadro fue mi hermano mayor, atada a una realeza y una vida a la cuál nunca logré acoplarme nisiquiera casada- torciendo los labios entablo mis pupilas verdosas sobre las castañas de Ethien intimidantes e intrigantes al mismo tiempo, dispuestos a hacer sentir del modo que lo desee a quién le rodeé.
-Es algo chistoso lo que mencionáis monsieur, no tengo algún sitio en específico en dónde permanecer, suelo moverme por causas de seguridad seguramente usted lo entenderá, así como viajar de un sitio a otro soy algo nómada- apenas llevo los dedos rodeando la parte superior en el brazo del joven, no soy tosca, apenas el tacto es fácil para nosotros percatarnos del más leve cosquilleo.
-Claro que podéis preguntar lo que deseé monsieur, no suele salirme bien el mentir- aseguro mientras camino hasta la fila dónde se encuentran los humanos en espera para subir al juego, eso sin poderlo negar enfréntome a una ligera desesperación, haciendo caso omiso vuélvome a concentrar sobre aquél vampiro acompañante. Resultando algo tan poco inusual, estar dedicándole palabras a alguien que es igual a mí, al menos en condición eso sin duda, siéntome atraída por entablar temas nuevos, saber sobre su inmortalidad, cómo la vive, si se entrega o deniega de ella, si es feliz o no, si la goza a conciencia o la maldice a menudo, el tiempo dirá las cosas, las noches son largas tal y cómo ésta.
-Vuestra compañía es de las primeras desde que estoy en París, monsieur Ettien, no suelo ser muy sociable, al contrario ser retraída me caracteriza bastante y creedme, hasta este momento no tengo queja alguna, al contrario agradezco el poder estar charlando con vos- confieso pensando en que siendo humana me pudiese sonrojar a tal punto que seguramente escondería mi rostro en algún sitio lejos de él, pregúntome también el aspecto que tendría su vida como hombre rebollante, cómo viviría, al menos seguramente en un sitio siendo libre, algo de lo que carecía.
Avanzando el grupo de humaoindes arremolinados frente ante nosotros algunos despiertan sus miradas curiosas mirándonos constantemente, asombrados de la belleza portable en ambos seres de la noche, a los que sin deberla ni temerla respondo con una enorme sonrisa.
-Parece que atraemos más de lo pensando, será preocupante la noche que no- río ante mi comentario tan poco ortodoxo y hasta un poco modesto, es ironía dentro del juego, no pretendo sentirme más allá, sólo ésta noche, pretender fingir ser uno de su especie.
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Impasibles los dos vampiros avanzamos hacia nuestro acto por descubrir las sensaciones que emana el subirse a la atracción, una cierta impaciencia recorre mi cuerpo; no por subir a la noria, las alturas no son un secreto para mi. Dicha impaciencia nombrada es la de compartir el momento junto a Annette, ver las expresiones de su rostro al verla recordar algo de felicidad, verla sentir el frió sin sentirlo.
Que extraño parece ser el momento, dos amos de la noche indagando en lo que pueden sentir los humanos en dicha atracción o en dicho momento; he vivido lo suficiente como para creer que sabia reconocer todas las formas de sentir de los humanos, tanto físicas como emocionalmente, y…ahora me encuentro a punto de averiguar otra forma la cual jamás pensé que pudiera ser.
Quizás el encuentro con la vampira de ojos verdes en apariencia humana, me haiga echo despertar una parte de mi o de mi ser aun escondida, la cual no fue descubierta y educada por mi creadora. Me niego a pensar eso de mi hacedora; su educacion sobre mi fue, es, y sera perfecta
-así, habéis previsto la noche con antelación, al procuraros alimento antes de sumergiros en este mundo que nos rodea, demuestra que sois precavida.
Por supuesto que me muestro de acuerdo, en subir a la noria.
Sonriendo amablemente, camino junto a Annette, mi brazo sostiene el peso de su mano entrelazada en el; al parecer es una costumbre normal entre los humanos…cuantos de ellos desearían sentir las sensaciones que recorren mi piel sin vida aparente, la cual se sustenta por el liquido vital de estos mismos.
-siento vuestra atadura tiempo atrás, ahora tenéis todo el tiempo de la eternidad para realizar vuestros deseo y ser feliz.
-Vaya! ¿Estuvisteis casada?, aunque no se de que me sorprendo, es bien seguro que los hombres pelearían por vos. Debió de ser difícil vivir en dichas condiciones de realeza si a vos no os gustaba esa posición.
Una mezcla decolores se arremolina al mezclarse el marrón de mis ojos con sus esmeraldas perfectas que resaltan en esa piel pálida, llena de vida sin tenerla, o teniéndola para el resto de la eternidad.
-si, la verdad es que os entiendo, no es muy recomendable establecerse varios años en un mismo lugar ya que algunas mentes humanas se darían cuenta de que no envejecemos; y hacéis bien en cambiar vuestras moradas. Yo hago lo mismo aunque aspiro a tener un buen lugar de residencia, el cual no tenga que cambiar muy a menudo.
Nos acercamos a la pequeña fila de personas formada enfrente de la caseta de los tickets, una gran melodía resuena en mi cabeza, de cómo si una orquesta se tratara, los corazones vivos musitan una melodía placentera para mis sentidos, si no se me hubiese enseñado a tener el control…
-bien…me disculpo de antemano por si la pregunta os incomoda un poco, por favor si es así hacérmelo saber y os pediré disculpas. ¿Cuánto tiempo hace que tenéis la condición que compartimos?
Detengo mi marcha junto a la de mi compañera, mi mirada penetrante se centra en el centro de su rostro, quizás es una pregunta algo extremada al hacer tan poco rato que llevamos paseando, pero algo en mi interior me empuja a preguntársela, tan solo espero no enojar e buen humor de la vampiro; mantengo mi mirada en su esbelto rostro, sus labios resaltan de una forma casi viva, ¿ no puedo parar de pensar, ¿Por qué la convirtieron? ¿Quién fue? ¿la acompañara en estos momentos de su... no vida?.
-no se si creeros cuando me decís que no sois muy sociable, a mi me parecéis todo lo contrario. Y me siento honorado por el pensamiento de mi compañía que tenéis. Es difícil encontrar a alguien con quien charlar, más si se busca a un igual, yo hoy he estado de suerte
Dos personas, un hombre y una mujer, un vampiro y una vampira. Rodeados de humanos los cuales son simples presas para nosotros. Nos miran, algunos con incredulidad, otros tienen la necesidad de alzar la vista hacia nosotros aun no queriendo, nuestra aura es potencialmente atrayente, mas bellos que ellos, más listos que ellos, más longevos que ellos, nosotros tenemos ese algo que les hace temernos pero les obliga a acercarse a nosotros, sin tener e cuenta que su futuro puede llegar a ser completamente nuestro si así lo deseamos. Nosotros somos vampiros
-bueno es normal que atraigamos mas de lo normal, no debéis de preocuparos por la noche, nosotros somos los amos de ella.
Que extraño parece ser el momento, dos amos de la noche indagando en lo que pueden sentir los humanos en dicha atracción o en dicho momento; he vivido lo suficiente como para creer que sabia reconocer todas las formas de sentir de los humanos, tanto físicas como emocionalmente, y…ahora me encuentro a punto de averiguar otra forma la cual jamás pensé que pudiera ser.
Quizás el encuentro con la vampira de ojos verdes en apariencia humana, me haiga echo despertar una parte de mi o de mi ser aun escondida, la cual no fue descubierta y educada por mi creadora. Me niego a pensar eso de mi hacedora; su educacion sobre mi fue, es, y sera perfecta
-así, habéis previsto la noche con antelación, al procuraros alimento antes de sumergiros en este mundo que nos rodea, demuestra que sois precavida.
Por supuesto que me muestro de acuerdo, en subir a la noria.
Sonriendo amablemente, camino junto a Annette, mi brazo sostiene el peso de su mano entrelazada en el; al parecer es una costumbre normal entre los humanos…cuantos de ellos desearían sentir las sensaciones que recorren mi piel sin vida aparente, la cual se sustenta por el liquido vital de estos mismos.
-siento vuestra atadura tiempo atrás, ahora tenéis todo el tiempo de la eternidad para realizar vuestros deseo y ser feliz.
-Vaya! ¿Estuvisteis casada?, aunque no se de que me sorprendo, es bien seguro que los hombres pelearían por vos. Debió de ser difícil vivir en dichas condiciones de realeza si a vos no os gustaba esa posición.
Una mezcla decolores se arremolina al mezclarse el marrón de mis ojos con sus esmeraldas perfectas que resaltan en esa piel pálida, llena de vida sin tenerla, o teniéndola para el resto de la eternidad.
-si, la verdad es que os entiendo, no es muy recomendable establecerse varios años en un mismo lugar ya que algunas mentes humanas se darían cuenta de que no envejecemos; y hacéis bien en cambiar vuestras moradas. Yo hago lo mismo aunque aspiro a tener un buen lugar de residencia, el cual no tenga que cambiar muy a menudo.
Nos acercamos a la pequeña fila de personas formada enfrente de la caseta de los tickets, una gran melodía resuena en mi cabeza, de cómo si una orquesta se tratara, los corazones vivos musitan una melodía placentera para mis sentidos, si no se me hubiese enseñado a tener el control…
-bien…me disculpo de antemano por si la pregunta os incomoda un poco, por favor si es así hacérmelo saber y os pediré disculpas. ¿Cuánto tiempo hace que tenéis la condición que compartimos?
Detengo mi marcha junto a la de mi compañera, mi mirada penetrante se centra en el centro de su rostro, quizás es una pregunta algo extremada al hacer tan poco rato que llevamos paseando, pero algo en mi interior me empuja a preguntársela, tan solo espero no enojar e buen humor de la vampiro; mantengo mi mirada en su esbelto rostro, sus labios resaltan de una forma casi viva, ¿ no puedo parar de pensar, ¿Por qué la convirtieron? ¿Quién fue? ¿la acompañara en estos momentos de su... no vida?.
-no se si creeros cuando me decís que no sois muy sociable, a mi me parecéis todo lo contrario. Y me siento honorado por el pensamiento de mi compañía que tenéis. Es difícil encontrar a alguien con quien charlar, más si se busca a un igual, yo hoy he estado de suerte
Dos personas, un hombre y una mujer, un vampiro y una vampira. Rodeados de humanos los cuales son simples presas para nosotros. Nos miran, algunos con incredulidad, otros tienen la necesidad de alzar la vista hacia nosotros aun no queriendo, nuestra aura es potencialmente atrayente, mas bellos que ellos, más listos que ellos, más longevos que ellos, nosotros tenemos ese algo que les hace temernos pero les obliga a acercarse a nosotros, sin tener e cuenta que su futuro puede llegar a ser completamente nuestro si así lo deseamos. Nosotros somos vampiros
-bueno es normal que atraigamos mas de lo normal, no debéis de preocuparos por la noche, nosotros somos los amos de ella.
Invitado- Invitado
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Al parecer mi relato sobre la vida humana que llevé aunque fuese corta sorprende a monsieur Ettien, a casi nadie le pasa desapercibido que una chica con 19 años bien cumplidos haya decidido comenzar la búsqueda de un marido, con la gran diferencia, enorme por así decirlo es que a quién había elegido por mi parte estaba muy lejos de mis posibilidades, sus planes conquistadores nunca le parecieron ni a mi madre ni a Alejandro arrebatándome las ilusiones a corta edad, en fin, siguiendo con los recuerdos, tiempo después Guillermo había arribado como si una luz fuese al final del túnel o algo parecido, un faro enmedio del mar axiliándome, amándome y protegiéndome ocultando un secreto culpable ahora en mis pesadillas, en mis andares, en lo que soy.
-Como bien os comento estuve casada, sólo por unos cuantos años más fue bastante suficiente- murmuro examinando con detalle a los humanos que comienzan a girar sobre la rueda, nosotros seremos los siguientes, así que cierta ¿emoción? está embargándome, más que nada es algo opuesto, se coonsidera algo parecido a la curiosidad, a la entrega, a estar expectante a un nuevo descubrimiento sobre la vida vampírica, representando un reto parece bastante interesante.
Esperando que mencione la pregunta por fin sale a la luz, siento un nudo formarse sobre mi garganta, tocando el tema del matrimonio se puede mencionar que se coloca el dedo en la llaga, a pesar de no tener corazón palpitante derrochando latidos por doquiér, puedo mencionar a seguridad todavía el dolor provocado por aquellas remembranzas, sintiendo un pinchazo sobre el estómago muerdo mi labio inferior meditando lo que diré.
-Hace exactamente una década monsieur, todavía he de consideradme hasta cierto punto una neófita, realmente los pocos años que llevo en ésta cuestión diariamente me despiertan muchas interrogantes- contesto frunciendo un poco el ceño al recordar esos episodios, nada me cuesta desahogarme, es mejor que conservarlo en el alma ¿No es así? definitivo, aunque al cuestionarme si en verdad poseo una no me interesa por el momento realmente, ya me preocuparé por ello mucho después. Conforme los humanos van avanzando una sonrisa en dibuja sobre mis labios mirando la atmósfera, es algo digno de inspiración, se hace saber que todo mundo necesita de ella, como una hermosa melodía con la noche acompañándonos en ésta hora.
-Fue mi esposo, me casé sin saber lo que pasaba, siempre estaba fuera, en nuestro aniversario, hízome una pregunta de confusión, me interrogó acerca de la inmortalidad... cuando desperté soy lo que ve monsieur- acrecento mi voz a un tono un poco más quedo para que los demás no escuchen aunque con un simple susurro me estuviese entendiendo perfectamente.
-Me enseño a cazar, a vivir, a controlarme y a matar sin compasión alguna, no sabía que hacía, sólo seguía sus enseñanzas, cuando el murió... debido a nuestra condición, fuimos descubiertos, terminé por huir y bueno... heme aquí- enuncio guiñándole un ojo interesada por su reacción, verdaderamente no es algo de lo que me encante hablar, sin embargo al negar que comparto la misma situación con Ettien inspira confianza a hablar del tema.
La atracción se detiene por fin, caminando entre los humanos le entregamos los tickets al buen hombre haciéndose cargo, sentándome sobre uno de los cajones me invade cierto deseo de volar, no lo puedo hacer pero quizá esto inspire un poco de ello.
-Monsieur, que no os sorprenda, simplemente me ha agradado, ha sabido como desenvolver una conversación y eso es bastante interesante para su servidora, le comentaba, al percatarme de las atrocidades hechas por mí persona creedlo o no... pero soy todo menos feliz- murmuro haciendo énfasis en la última frase, el silencio se hace inminente, y las ganas de llorar también, pareciese que poseyera un corazón desecho, roto, sin oportunidad a recuperarse, desafortunadamente si lo poseyera estaría igual o en peor situación.
-Haciendo referencia a vuestro lugar de residencia, me encantaría visitar su hogar alguna vez caballero, al igual que podriaís viajar a Inglaterra a que presente mi humilde morada ante vos- murmuro cuando bajan el fierro ajustándose entre nuestros torsos por cuestiones de seguridad, es un tanto cómico, las ridículas medidas de seguridad que ocupan los humanos, sin decir nada vuelvo a concentrarme para mi acompañante.
-Podremos ser los amos de las noches... pero nada más, no aspiramos a ser algo que valga la pena joven Ettien, al menos para mí, en vuestra filosofía os mostraré en desacuerdo, estamos condenados a tiempos sin final, sin la oportunidad de respirar, de sentir y creo decidle lo más doloroso es que no podré ser madre ni engendrar a alguien sobre mi cuerpo para cuidarlo y amarlo como se supone deberiáis de ser, nisiquiera sé si poseo alguna capacidad para sentir- abro los ojos bastante cuando la noria comienza a girar lentamente. Por un momento olvídome de las palabras anteriores al sentir de lleno el viento sobre mi cabeza, dejándome guiar por el movimiento en un minuto cierro los ojos lentamente experimentando algo parecido a la libertad, sin enunciar palabra coloco la cabeza sobre el hombro del vampiro a mi lado.
-Disculpadme si he mencionado algo fuera de lugar, es sólo que, aún me cuestra trabajo lidiar con todo esto, espero que no os moleste, lo menos deseado es arruinar vuestro paseo- musito algo apenada ante mi exceso de sinceridad sobre la especie establecida que llevaremos efímeramente.
-Como bien os comento estuve casada, sólo por unos cuantos años más fue bastante suficiente- murmuro examinando con detalle a los humanos que comienzan a girar sobre la rueda, nosotros seremos los siguientes, así que cierta ¿emoción? está embargándome, más que nada es algo opuesto, se coonsidera algo parecido a la curiosidad, a la entrega, a estar expectante a un nuevo descubrimiento sobre la vida vampírica, representando un reto parece bastante interesante.
Esperando que mencione la pregunta por fin sale a la luz, siento un nudo formarse sobre mi garganta, tocando el tema del matrimonio se puede mencionar que se coloca el dedo en la llaga, a pesar de no tener corazón palpitante derrochando latidos por doquiér, puedo mencionar a seguridad todavía el dolor provocado por aquellas remembranzas, sintiendo un pinchazo sobre el estómago muerdo mi labio inferior meditando lo que diré.
-Hace exactamente una década monsieur, todavía he de consideradme hasta cierto punto una neófita, realmente los pocos años que llevo en ésta cuestión diariamente me despiertan muchas interrogantes- contesto frunciendo un poco el ceño al recordar esos episodios, nada me cuesta desahogarme, es mejor que conservarlo en el alma ¿No es así? definitivo, aunque al cuestionarme si en verdad poseo una no me interesa por el momento realmente, ya me preocuparé por ello mucho después. Conforme los humanos van avanzando una sonrisa en dibuja sobre mis labios mirando la atmósfera, es algo digno de inspiración, se hace saber que todo mundo necesita de ella, como una hermosa melodía con la noche acompañándonos en ésta hora.
-Fue mi esposo, me casé sin saber lo que pasaba, siempre estaba fuera, en nuestro aniversario, hízome una pregunta de confusión, me interrogó acerca de la inmortalidad... cuando desperté soy lo que ve monsieur- acrecento mi voz a un tono un poco más quedo para que los demás no escuchen aunque con un simple susurro me estuviese entendiendo perfectamente.
-Me enseño a cazar, a vivir, a controlarme y a matar sin compasión alguna, no sabía que hacía, sólo seguía sus enseñanzas, cuando el murió... debido a nuestra condición, fuimos descubiertos, terminé por huir y bueno... heme aquí- enuncio guiñándole un ojo interesada por su reacción, verdaderamente no es algo de lo que me encante hablar, sin embargo al negar que comparto la misma situación con Ettien inspira confianza a hablar del tema.
La atracción se detiene por fin, caminando entre los humanos le entregamos los tickets al buen hombre haciéndose cargo, sentándome sobre uno de los cajones me invade cierto deseo de volar, no lo puedo hacer pero quizá esto inspire un poco de ello.
-Monsieur, que no os sorprenda, simplemente me ha agradado, ha sabido como desenvolver una conversación y eso es bastante interesante para su servidora, le comentaba, al percatarme de las atrocidades hechas por mí persona creedlo o no... pero soy todo menos feliz- murmuro haciendo énfasis en la última frase, el silencio se hace inminente, y las ganas de llorar también, pareciese que poseyera un corazón desecho, roto, sin oportunidad a recuperarse, desafortunadamente si lo poseyera estaría igual o en peor situación.
-Haciendo referencia a vuestro lugar de residencia, me encantaría visitar su hogar alguna vez caballero, al igual que podriaís viajar a Inglaterra a que presente mi humilde morada ante vos- murmuro cuando bajan el fierro ajustándose entre nuestros torsos por cuestiones de seguridad, es un tanto cómico, las ridículas medidas de seguridad que ocupan los humanos, sin decir nada vuelvo a concentrarme para mi acompañante.
-Podremos ser los amos de las noches... pero nada más, no aspiramos a ser algo que valga la pena joven Ettien, al menos para mí, en vuestra filosofía os mostraré en desacuerdo, estamos condenados a tiempos sin final, sin la oportunidad de respirar, de sentir y creo decidle lo más doloroso es que no podré ser madre ni engendrar a alguien sobre mi cuerpo para cuidarlo y amarlo como se supone deberiáis de ser, nisiquiera sé si poseo alguna capacidad para sentir- abro los ojos bastante cuando la noria comienza a girar lentamente. Por un momento olvídome de las palabras anteriores al sentir de lleno el viento sobre mi cabeza, dejándome guiar por el movimiento en un minuto cierro los ojos lentamente experimentando algo parecido a la libertad, sin enunciar palabra coloco la cabeza sobre el hombro del vampiro a mi lado.
-Disculpadme si he mencionado algo fuera de lugar, es sólo que, aún me cuestra trabajo lidiar con todo esto, espero que no os moleste, lo menos deseado es arruinar vuestro paseo- musito algo apenada ante mi exceso de sinceridad sobre la especie establecida que llevaremos efímeramente.
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 312
Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Tan iguales en condición y a la vez tan diferentes así somos los vampiros, luchamos por olvidar o debido a nuestra larga no vida luchamos por no olvidar. El cuerpo cambia, más fuerte, más rápido, mejor…pero la mente, la mente te juega malas pasadas, capaz de comportarte como un implacable asesino en cuestión, y tras tus actos aparece un atisbo de lo que tu mente recuerda como humano, recuerdos que pueden llegar a atormentar tu infinita existencia, recuerdos que si te obligas a olvidar, acabaran por destrozar la poca humanidad que te queda, en mi caso la de saber comportarme en sociedad.
Nuestra existencia se encuentra al filo de un abismo, te mantienes o caes, si caes te pierdes y si evitas estar al filo te extravías de otra manera, así se encuentra nuestra mente durante los siglos.
-me dejáis perplejo…no creía que tan joven ya hubieseis descubierto el matrimonio. Yo no lo he conocido, como tampoco he conocido esa clase de amor. ¿Cómo la vivisteis mademoiselle Annette?
La diferencia de su vida pasada en comparación a la mía es abismal yo a su edad luchaba en las calles para no morir de frió o de hambre o de las palizas de los marineros borrachos del muelle donde trabajaba, malditos necios, si siguieran con vida no dudaría en arrebatársela.
-¿Tan solo una década? Sin duda sois digna de mi admiración, yo a vuestra edad aun acompañaba a mi hacedora por el mundo. Quiero que sepáis que podéis contar con mi ayuda para vuestras incógnitas y para vuestros momentos de soledad, si queréis conversar o evadiros de los pensamientos, por favor contar con mi persona.
La sorpresa de su verdadera edad como vampira me golpea como si un martillo golpeara a un yunque, ¿cuales serian los motivos de su careador para transfórmala?. La mía me siguió durante varios años, según ella para ver como reaccionaba ante la miserable vida que llevaba, me conoció sin yo ni siquiera haberla visto.
-¿tan solo os interrogo? Entonces, no supieseis que seriáis lo que sois hasta que descubriréis, lo que sois ahora. Seguramente ahora tenéis una idea muy diferente de la inmortalidad
Su voz, como un susurro baña mis oídos, apenas audible para los mortales ajenos a nuestras verdaderas realidades, dos mundos nos separan.
-¿que pensasteis cuando visteis lo que sois? ¿Lo que podéis hacer?. Sin dudad sois hábil y lista para evitar la verdadera muerte.
Debió ser una perdida muy grande para vos, perder a vuestro marido y a la vez vuestro creador.
Me vuelco en mi compañera, en la conversación que tenemos, si no fuéramos lo que somos dudo que pudiera tener esta conversación con alguien. Ante despierta muchas cosas en mí, curiosidad, pensamientos nuevos, a medida que avanza nuestro dialogo, tengo ganas de hablar más con ella y conocerla mejor.
-bueno me halagáis con vuestros pensamientos, he de deciros que el agrado es mutuo, y que me siento muy a gusto en vuestra compañía y me entristece saber que no sois feliz. Únicamente cuando se pierde todo somos libres para actuar. Ahora sois libre podéis buscar vuestra felicidad y me gustaría ayudaros a encontrarla ¿si vos estáis de acuerdo?
El rostro de Annette se marchita al mencionar su infelicidad, lo tiene todo y a la vez no tiene nada. Formas diferentes de pensar son las nuestras, aun así siento que la entiendo, y me embarga por completo
-por supuesto que lo visitareis mademoiselle, cuando vos queráis, eso no lo pongáis en duda. ¿Inglaterra? My lady hace tan dolo unos días que he llegado de allí. Me entusiasmaría mucho ver vuestra morada
Sus frases de nostalgia dan crédito a mis pensamientos de nuestras distintas formas de pensar, la tristeza llena su corazón roto, tan joven, y a la vez tan limitada humanamente. No poder ser como las mujeres mortales no implica la necesidad de tristeza o soledad. El tiempo par mi pensar entierra las emociones en un hombre, pero en una mujer…quizás es mas complicado debido a su pensamiento.
-tiempo sin final es lo que la mayoría de los humanos desearían, sentir… los sentimientos son contradictorios y que no los sintamos no implica que no los imaginemos a partir de nuestros vagos recuerdos. Por otro lado y mas complicado la situación que mencionáis, quizás os suene raro, pero os puede ayudar a soportar la perdida de vuestra humanidad el ayudar a mujeres que tengan que dar a luz, proporcionándoles refugio y amparo
La noria sube hacia el manto estrellado de Paris. Yo y Annete a punto de averiguar lo que se siente, o si mas no a imaginar lo que se siente, el viento golpea nuestros rostros, lo se porque el pelo se nos mueve.
Mi brazo rodea el hombro de la vampira, acomodando mi hombro para que su rostro quede cómodo en este. En un instinto inevitable de abrazarla para hacerla olvidar, para que disfrute de este momento de felicidad, la abrazo para que sepa que no esta sola y que la maldición de la eternidad también esta en mi cuerpo presente.
-no debéis de disculparos, es mas agradezco el poder hablar de esto con vos, lo cual no me molesta en absoluto. No penséis que arruináis mi paseo, si no todo lo contrario. Por favor contad conmigo cuando os sintáis sola
off: perdon si es muy largo
Nuestra existencia se encuentra al filo de un abismo, te mantienes o caes, si caes te pierdes y si evitas estar al filo te extravías de otra manera, así se encuentra nuestra mente durante los siglos.
-me dejáis perplejo…no creía que tan joven ya hubieseis descubierto el matrimonio. Yo no lo he conocido, como tampoco he conocido esa clase de amor. ¿Cómo la vivisteis mademoiselle Annette?
La diferencia de su vida pasada en comparación a la mía es abismal yo a su edad luchaba en las calles para no morir de frió o de hambre o de las palizas de los marineros borrachos del muelle donde trabajaba, malditos necios, si siguieran con vida no dudaría en arrebatársela.
-¿Tan solo una década? Sin duda sois digna de mi admiración, yo a vuestra edad aun acompañaba a mi hacedora por el mundo. Quiero que sepáis que podéis contar con mi ayuda para vuestras incógnitas y para vuestros momentos de soledad, si queréis conversar o evadiros de los pensamientos, por favor contar con mi persona.
La sorpresa de su verdadera edad como vampira me golpea como si un martillo golpeara a un yunque, ¿cuales serian los motivos de su careador para transfórmala?. La mía me siguió durante varios años, según ella para ver como reaccionaba ante la miserable vida que llevaba, me conoció sin yo ni siquiera haberla visto.
-¿tan solo os interrogo? Entonces, no supieseis que seriáis lo que sois hasta que descubriréis, lo que sois ahora. Seguramente ahora tenéis una idea muy diferente de la inmortalidad
Su voz, como un susurro baña mis oídos, apenas audible para los mortales ajenos a nuestras verdaderas realidades, dos mundos nos separan.
-¿que pensasteis cuando visteis lo que sois? ¿Lo que podéis hacer?. Sin dudad sois hábil y lista para evitar la verdadera muerte.
Debió ser una perdida muy grande para vos, perder a vuestro marido y a la vez vuestro creador.
Me vuelco en mi compañera, en la conversación que tenemos, si no fuéramos lo que somos dudo que pudiera tener esta conversación con alguien. Ante despierta muchas cosas en mí, curiosidad, pensamientos nuevos, a medida que avanza nuestro dialogo, tengo ganas de hablar más con ella y conocerla mejor.
-bueno me halagáis con vuestros pensamientos, he de deciros que el agrado es mutuo, y que me siento muy a gusto en vuestra compañía y me entristece saber que no sois feliz. Únicamente cuando se pierde todo somos libres para actuar. Ahora sois libre podéis buscar vuestra felicidad y me gustaría ayudaros a encontrarla ¿si vos estáis de acuerdo?
El rostro de Annette se marchita al mencionar su infelicidad, lo tiene todo y a la vez no tiene nada. Formas diferentes de pensar son las nuestras, aun así siento que la entiendo, y me embarga por completo
-por supuesto que lo visitareis mademoiselle, cuando vos queráis, eso no lo pongáis en duda. ¿Inglaterra? My lady hace tan dolo unos días que he llegado de allí. Me entusiasmaría mucho ver vuestra morada
Sus frases de nostalgia dan crédito a mis pensamientos de nuestras distintas formas de pensar, la tristeza llena su corazón roto, tan joven, y a la vez tan limitada humanamente. No poder ser como las mujeres mortales no implica la necesidad de tristeza o soledad. El tiempo par mi pensar entierra las emociones en un hombre, pero en una mujer…quizás es mas complicado debido a su pensamiento.
-tiempo sin final es lo que la mayoría de los humanos desearían, sentir… los sentimientos son contradictorios y que no los sintamos no implica que no los imaginemos a partir de nuestros vagos recuerdos. Por otro lado y mas complicado la situación que mencionáis, quizás os suene raro, pero os puede ayudar a soportar la perdida de vuestra humanidad el ayudar a mujeres que tengan que dar a luz, proporcionándoles refugio y amparo
La noria sube hacia el manto estrellado de Paris. Yo y Annete a punto de averiguar lo que se siente, o si mas no a imaginar lo que se siente, el viento golpea nuestros rostros, lo se porque el pelo se nos mueve.
Mi brazo rodea el hombro de la vampira, acomodando mi hombro para que su rostro quede cómodo en este. En un instinto inevitable de abrazarla para hacerla olvidar, para que disfrute de este momento de felicidad, la abrazo para que sepa que no esta sola y que la maldición de la eternidad también esta en mi cuerpo presente.
-no debéis de disculparos, es mas agradezco el poder hablar de esto con vos, lo cual no me molesta en absoluto. No penséis que arruináis mi paseo, si no todo lo contrario. Por favor contad conmigo cuando os sintáis sola
off: perdon si es muy largo
Invitado- Invitado
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Son tantas las interrogativas que al parecer manejamos ambos, podríamos controlar una enorme lista de preguntas entre uno y otro atisbándonos, pasando laras temporadas y momentos hablando sobre distintas cosas, entre el paseo, el juego, aún así la conversación perdua ahora más que nada sobre nuestras formas de vida, me alegra saber que presta atención, al mismo tiempo me conmueve al pensar hasta cierto punto en su comprensión, a la larga vida, pensamientos efímeros; escondiendo el rostro sobre su hombro aporta ciertamente sensaciones de tranquilidad, meditando sobre lo mencionado dispóngome hablar más tranquilamente.
-La viví con ganas y una felicidad plena monsieur Ettien, no cambiaría esa etapa por nada del mundo he de confesaros a seriedad, la infinita victoria al encontrar a quién es vuestro complemento sin duda representa algo majestusoso- musito alzando el dedo índice señalándole la manga de su saco.
-Veréis, así como vuestra manga, es una circunferencia, lo mismo dónde nos encontramos, es todo un ciclo siguiendo distintas direcciones para al final terminar en el mismo sitio comenzado, a qué pienso referidme con ello? bien es el ciclo de la vida, del amor, de las mentiras, hipocresías y cada aspecto que los humanos pasan desaprecibidos sin prestar debida atención, deseando más y más, sin saber realmente de carencias, al menos en la cuna donde nací- argumento abriendo el arco de mis cejas comentándole enfriando un poco más las facciones cuando la rueda comienza a girar un poco más rápido, espero que tarde bastante para distraerme todavía más de lo necesario.
-Cuando hube despertado de lo que ahora soy, fue impactante,Guillermo explícome de vuestra infinita inrmotalidad, del apetito que producía matar, saciadme de sangre cada noche por diversión pura, lo que podía hacer no me resultaba bastante claro en un inicio, sólo sabía que quería un poco de todo, de sangre, humanos, matanza- suspiro mirando el cielo azul plagado en puntillos blancos titilantes combinándose con el hermoso color escarlata de la luna.
-Al morir él, quedé vagando por el mundo, sin saber bien en qué punto me hallaba, ni qué quería, comencé a comprender el arrebato de vida a personas inocentes, el desgarro provocado a mis hambres, fue allí cuando comencé a alimentarme de delincuentes, corruptos y esas lacas que no extrañara la sociedad en ningún punto- sonrío levemente hacia un lado mirando las castañuelas pupilas de Ettien Lacroix.
Al hablar sobre ayudarme a encontrar mi felicidad. ¿será posible todavía? apenas contando con unos cuántos años en mi condición me queda mucho por aprendre, por saber más y por terminar de acoplarme por completo a mis situaciones sin vida, aún así, es expectante la curiosidad que el caballero provoca en mí de modo inexplicable queriendo conocerle más mucho más.
-No estoy hablando de precisamente ahora acudir a mi resiencia, que a vuestra velocidad no sería tan difícil, más prefiero de la tranquilidad al menos por ahora, lo que mencionáis acerca de las mujeres suena espléndido, no me habiáis pasado por la mente en absoluto, buena sugerencia, sin duda Ettien- siento colocando mi mano con el guante sobre la pierna de mi compañero apenas rozándole.
-Os tomaré la palabra de buscar mi felicidad con vuestra ayuda, ahora, cuénteme sobre vos ¿Cómo fue qué sucedió todo?- pregunto intrigada por sus respuestas, algún tipo de instinto me indica que nacimos en status bastantes distintos, aún así, como haya sido, como sea, es lo que es y así es indescriptible como vampiro y hombre asemejándose a algo sin poder describir.
-¿Cuántos años tenéis?, ¿Nunca ha sentido amor en vuestra condición? ¿Es posible sentirlo?- son muchas interrogantes lo sé, pero es que no me canso de hablarle, quizá sea una conexión completamente ajena a lo acostumbrado, vovlviendo a colocar mi cabeza sobre su hombro ésta vez con su brazo rodeándome quito la mano de la pierna posada para tomarle la mano delicadamente.
-Vuestra piel no me causa escalofríos ni decensos de temperatura, es algo agradable- aseguro dejando que algunos mechones de mi cabello se vean sueltos por el aire en el juego, es un momento para congelar, entre la atracción, el acompañante. el cielo, las estrellas, mi conversación y todo el panorama en general es maravilloso.
Off: cof cof... mejor no hablo
-La viví con ganas y una felicidad plena monsieur Ettien, no cambiaría esa etapa por nada del mundo he de confesaros a seriedad, la infinita victoria al encontrar a quién es vuestro complemento sin duda representa algo majestusoso- musito alzando el dedo índice señalándole la manga de su saco.
-Veréis, así como vuestra manga, es una circunferencia, lo mismo dónde nos encontramos, es todo un ciclo siguiendo distintas direcciones para al final terminar en el mismo sitio comenzado, a qué pienso referidme con ello? bien es el ciclo de la vida, del amor, de las mentiras, hipocresías y cada aspecto que los humanos pasan desaprecibidos sin prestar debida atención, deseando más y más, sin saber realmente de carencias, al menos en la cuna donde nací- argumento abriendo el arco de mis cejas comentándole enfriando un poco más las facciones cuando la rueda comienza a girar un poco más rápido, espero que tarde bastante para distraerme todavía más de lo necesario.
-Cuando hube despertado de lo que ahora soy, fue impactante,Guillermo explícome de vuestra infinita inrmotalidad, del apetito que producía matar, saciadme de sangre cada noche por diversión pura, lo que podía hacer no me resultaba bastante claro en un inicio, sólo sabía que quería un poco de todo, de sangre, humanos, matanza- suspiro mirando el cielo azul plagado en puntillos blancos titilantes combinándose con el hermoso color escarlata de la luna.
-Al morir él, quedé vagando por el mundo, sin saber bien en qué punto me hallaba, ni qué quería, comencé a comprender el arrebato de vida a personas inocentes, el desgarro provocado a mis hambres, fue allí cuando comencé a alimentarme de delincuentes, corruptos y esas lacas que no extrañara la sociedad en ningún punto- sonrío levemente hacia un lado mirando las castañuelas pupilas de Ettien Lacroix.
Al hablar sobre ayudarme a encontrar mi felicidad. ¿será posible todavía? apenas contando con unos cuántos años en mi condición me queda mucho por aprendre, por saber más y por terminar de acoplarme por completo a mis situaciones sin vida, aún así, es expectante la curiosidad que el caballero provoca en mí de modo inexplicable queriendo conocerle más mucho más.
-No estoy hablando de precisamente ahora acudir a mi resiencia, que a vuestra velocidad no sería tan difícil, más prefiero de la tranquilidad al menos por ahora, lo que mencionáis acerca de las mujeres suena espléndido, no me habiáis pasado por la mente en absoluto, buena sugerencia, sin duda Ettien- siento colocando mi mano con el guante sobre la pierna de mi compañero apenas rozándole.
-Os tomaré la palabra de buscar mi felicidad con vuestra ayuda, ahora, cuénteme sobre vos ¿Cómo fue qué sucedió todo?- pregunto intrigada por sus respuestas, algún tipo de instinto me indica que nacimos en status bastantes distintos, aún así, como haya sido, como sea, es lo que es y así es indescriptible como vampiro y hombre asemejándose a algo sin poder describir.
-¿Cuántos años tenéis?, ¿Nunca ha sentido amor en vuestra condición? ¿Es posible sentirlo?- son muchas interrogantes lo sé, pero es que no me canso de hablarle, quizá sea una conexión completamente ajena a lo acostumbrado, vovlviendo a colocar mi cabeza sobre su hombro ésta vez con su brazo rodeándome quito la mano de la pierna posada para tomarle la mano delicadamente.
-Vuestra piel no me causa escalofríos ni decensos de temperatura, es algo agradable- aseguro dejando que algunos mechones de mi cabello se vean sueltos por el aire en el juego, es un momento para congelar, entre la atracción, el acompañante. el cielo, las estrellas, mi conversación y todo el panorama en general es maravilloso.
Off: cof cof... mejor no hablo
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 312
Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Una de tantas noches en mi larga no vida, cualquier noche me hubiera limitado a disfrutarla como siempre solía hacer, seducir alguna joven extraviada en alguna calle, independientemente de la clase social...aunque preferiblemente de alta clase. Embaucarla con halagos, mantener una conversación y mas tarde saborear el sabor cobrizo de su liquido vital.
Esta noche; esta noche es diferente pues me encuentro con una igual a mi lado, igual que me hace ver las cosas como hacia mucho tiempo que no las veía, realmente yo pensaba como ella a su edad de no vida. Vagamente lo recuerdo, quizás en algún momento pensé así. La transición de la humanidad a lo que somos no es fácil, mas aun si no te preparan el camino.
-me alegro por vos Annette. Me alegro de que lo vivierais con un gran amor hacia vuestra pareja.
Mi creadora, pese a ser solo eso. También siento un gran amor por ella, aunque no sabría deciros si el mismo amor que sentisteis vos es el mismo que siento yo, quizás lo mio no es amor sino un vinculo enormemente fuerte.
Recuerdo a mi hacedora conmigo, sus explicaciones sobre mi futuro, sobre lo que somos, sobre lo que podemos hacer.
-es una buena teoría lo del circulo... pero pensad, porque no salirse del circulo. Me refiero, a nosotros con nuestra condición y lo que podemos llegar a influir en los humanos, no tendrías que considerara que pertenecéis a dicho circulo....vos podéis entrar y salir de el a voluntad, somos superiores a los humanos, ¿porque seguir su reglas?
Quizás nuestras maneras de pensar chocan al encontrar una diferencia de edad vampirica considerable, yo habiendo pasado por sus pensamientos y ahora teniendo los que tengo, renegando de el humano que fui, que humano en mi situación humana no hubiera deseado poder dirigir su futuro sin temor, prefiero ser lo que soy que no ser el hombre que fui.
Y ella teniendo los sentimientos humanos aun bastante recientes
-creo que yo también pase por dichas explicaciones y diversiones, el acechar a una victima es algo excitante, mas aun cuando juegas psicologicamente con ella, claro esta que no todas son así solo las que se lo merecen.
-¿cuando no nos arrepentimos de algún acto malévolo realizado por nuestro apetito?. Pero al fin y al cabo lo que hacemos es sobrevivir.
Decís que ahora os alimentáis de la peor calaña de gente que encontráis. Y os digo yo, mucha de esa gente roba por que no se pude alimentar de ninguna otra manera. En cambio los adinerados y gente de la alta clase...esos si que la mayoría son ladrones y verdaderas malas personas. ¿entonces de cuales nos tendríamos que alimentar? Yo principalmente prefiero estos últimos aunque no descarto a los anteriores...y pensad que no siempre tenemos la obligación de asesinar a nuestras victimas, simplemente podemos confundir su mente con el fin de que no sepa que es lo que verdaderamente le paso
Sus ojos atraen los míos, ambos enredándose en una espiral sin fin de miradas, las cuales acompañan la conversación perfectamente al compás.
-bueno me alegro a veros ayudado aunque solo sea minimamente en vuestro dilema, que nos alimentemos de los humanos no significa que no debamos de aprovecharnos de ellos para conseguir nuestra metas personales o aplacar nuestras faltas.
Su mano guanteada resalta sobre mi pierna, su contacto... decir que lo intuyo en lugar de sentirlo. Su toque es tan sutil.
Sonrió de medio lado al ver que Annette quiere saber de mi.
-bueno, pues... ocurrió en el 1495 en el sur de Francia. Yo era un simple mozo del puerto, un chico pobre que no tenia donde dormir y que sobrevivía como podía, aguantando a los indeseables ricachones y a los no tan ricos. Ingenuo de mi me enamore de la joven equivocada, la hija del patrón del barco en el que servia, a decir verdad ella parecía estar enamorada de mi, pero solo jugaba conmigo. Cierto día su padre la descubrió teniendo relaciones carnales con su prometido, este logro escapar sin que lo viera su futuro suegro. Ella me acuso a mi de que entre a violarla. Reunieron un grupo, me encontraron y me propinaron una paliza de muerte, fue mi creadora la que me salvo, tanto de ellos como de la muerte verdadera.
Esta es mi historia, quizás la primera vez que la cuento en mis 305 años de vampiro, pero esta vampira...me siento muy agusto compartiendo nuestros pasados.
Rió amablemente al escuchar tantas preguntas seguidas, en parte me enorgullece que quiera saber de mi.
-...tengo 305 años de edad, mi edad humana se estanco en los 22.
-amor como humano no lo he sentido en mi condición, a no ser que cataloguemos en este aspecto lo que siento por mi creadora. Tampoco he buscado sentir amor por nadie, y si que es posible llegar a sentirlo pero a partir de recuerdos supongo.
Su mano se posa sobre la miá, ambas se rodean con los dedos, hay algo en ella que no había visto ni sentido nunca ¿que sera? Ardo en deseos de continuar con nuestra charla para averiguar lo que es.
-no es mas agradable que la compañía que me estáis ofreciendo esta noche. Me tengo que sincerar con vos...y una alegría recorre mi ser por haberos conocido.
La noria se detiene en su punto mas alto, París a nuestros pies, en su caudaloso rió se refleja la luna
de un blanco mármol perfecto
Esta noche; esta noche es diferente pues me encuentro con una igual a mi lado, igual que me hace ver las cosas como hacia mucho tiempo que no las veía, realmente yo pensaba como ella a su edad de no vida. Vagamente lo recuerdo, quizás en algún momento pensé así. La transición de la humanidad a lo que somos no es fácil, mas aun si no te preparan el camino.
-me alegro por vos Annette. Me alegro de que lo vivierais con un gran amor hacia vuestra pareja.
Mi creadora, pese a ser solo eso. También siento un gran amor por ella, aunque no sabría deciros si el mismo amor que sentisteis vos es el mismo que siento yo, quizás lo mio no es amor sino un vinculo enormemente fuerte.
Recuerdo a mi hacedora conmigo, sus explicaciones sobre mi futuro, sobre lo que somos, sobre lo que podemos hacer.
-es una buena teoría lo del circulo... pero pensad, porque no salirse del circulo. Me refiero, a nosotros con nuestra condición y lo que podemos llegar a influir en los humanos, no tendrías que considerara que pertenecéis a dicho circulo....vos podéis entrar y salir de el a voluntad, somos superiores a los humanos, ¿porque seguir su reglas?
Quizás nuestras maneras de pensar chocan al encontrar una diferencia de edad vampirica considerable, yo habiendo pasado por sus pensamientos y ahora teniendo los que tengo, renegando de el humano que fui, que humano en mi situación humana no hubiera deseado poder dirigir su futuro sin temor, prefiero ser lo que soy que no ser el hombre que fui.
Y ella teniendo los sentimientos humanos aun bastante recientes
-creo que yo también pase por dichas explicaciones y diversiones, el acechar a una victima es algo excitante, mas aun cuando juegas psicologicamente con ella, claro esta que no todas son así solo las que se lo merecen.
-¿cuando no nos arrepentimos de algún acto malévolo realizado por nuestro apetito?. Pero al fin y al cabo lo que hacemos es sobrevivir.
Decís que ahora os alimentáis de la peor calaña de gente que encontráis. Y os digo yo, mucha de esa gente roba por que no se pude alimentar de ninguna otra manera. En cambio los adinerados y gente de la alta clase...esos si que la mayoría son ladrones y verdaderas malas personas. ¿entonces de cuales nos tendríamos que alimentar? Yo principalmente prefiero estos últimos aunque no descarto a los anteriores...y pensad que no siempre tenemos la obligación de asesinar a nuestras victimas, simplemente podemos confundir su mente con el fin de que no sepa que es lo que verdaderamente le paso
Sus ojos atraen los míos, ambos enredándose en una espiral sin fin de miradas, las cuales acompañan la conversación perfectamente al compás.
-bueno me alegro a veros ayudado aunque solo sea minimamente en vuestro dilema, que nos alimentemos de los humanos no significa que no debamos de aprovecharnos de ellos para conseguir nuestra metas personales o aplacar nuestras faltas.
Su mano guanteada resalta sobre mi pierna, su contacto... decir que lo intuyo en lugar de sentirlo. Su toque es tan sutil.
Sonrió de medio lado al ver que Annette quiere saber de mi.
-bueno, pues... ocurrió en el 1495 en el sur de Francia. Yo era un simple mozo del puerto, un chico pobre que no tenia donde dormir y que sobrevivía como podía, aguantando a los indeseables ricachones y a los no tan ricos. Ingenuo de mi me enamore de la joven equivocada, la hija del patrón del barco en el que servia, a decir verdad ella parecía estar enamorada de mi, pero solo jugaba conmigo. Cierto día su padre la descubrió teniendo relaciones carnales con su prometido, este logro escapar sin que lo viera su futuro suegro. Ella me acuso a mi de que entre a violarla. Reunieron un grupo, me encontraron y me propinaron una paliza de muerte, fue mi creadora la que me salvo, tanto de ellos como de la muerte verdadera.
Esta es mi historia, quizás la primera vez que la cuento en mis 305 años de vampiro, pero esta vampira...me siento muy agusto compartiendo nuestros pasados.
Rió amablemente al escuchar tantas preguntas seguidas, en parte me enorgullece que quiera saber de mi.
-...tengo 305 años de edad, mi edad humana se estanco en los 22.
-amor como humano no lo he sentido en mi condición, a no ser que cataloguemos en este aspecto lo que siento por mi creadora. Tampoco he buscado sentir amor por nadie, y si que es posible llegar a sentirlo pero a partir de recuerdos supongo.
Su mano se posa sobre la miá, ambas se rodean con los dedos, hay algo en ella que no había visto ni sentido nunca ¿que sera? Ardo en deseos de continuar con nuestra charla para averiguar lo que es.
-no es mas agradable que la compañía que me estáis ofreciendo esta noche. Me tengo que sincerar con vos...y una alegría recorre mi ser por haberos conocido.
La noria se detiene en su punto mas alto, París a nuestros pies, en su caudaloso rió se refleja la luna
de un blanco mármol perfecto
Invitado- Invitado
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
De pronto el juego en el que estamos subidos se detiene proporcionándonos un paraje digno de admirar, ahora que caigo encuenta, ni siquiera he prestado atención haber si verdaderamente puede sentirse algo, es algo completamente distractor Ettien para mis sentidos, en un estado alarmante, en modo inexplicable, haciendo que a nuestro alrededor un congelador, un espacio de tiempo dejándonos a ambos entre conversaciones chocosas, poco cognitivas, acechantes de conocimiento, al sentir sus dedos enredarse entre los míos claramente un escalofrío me recorre de pies a cabeza, lo único que consigo hacer es tratar de tragar saliva inexistente, siendo humana ya hubiese reventado seguramente en enrojecimiento.
Tiene tanta razón en lo que dice, a aquellos miembros de los parlamentos, cenadores y miles de personas enriquecidas tratan a los demás como si fuesen unos viles criados o peores que animales ¿ellos que han hecho? nada, al parecer sólo existir ya representa una carga enorme, distinguiendo algunas ocasiones en mis menúns los incluyo, en Londres los miembros del parlamento pueden llamarse mis favoritos, prepotentes, ingenuos e ignorantes.
Saberlo con muchos años más que yo despierta aún más mi curiosidad, el hambre por descubrirle en todos aspectos, acatando sus puntos de vista, transorfmándolos en opiniones invaluables.
-Aquellos que se creen reyes del mundo, incapaces de ser poco generosos, carentes de toda bondad sabiendo que podrían brindaros algo de lo poseído a los necesitados pudiera ser un poco mejor, ahora que os pienso mejor, he de confesaros monsieur Ettien que tenéis toda la razón- aseguro sin soltarlo sintiendo nuevamente la rueda estar lentamente siguiendo un sólo sentido.
-En algunos tiempos me alimento de ellos, en verdad lo disfruto, en un inicio mataba a cualquiera sobre todo a niños por su sangre tan fresca monsieur, ahora puedo mencionadle que poseo un poco más de cordura-acentúo con tono irónico en la frase sonriendo de lado.
Escuchar sobre su historia, la injusticia cometida hacia él desprende cierto resentimiento hasta esa clase de humanos, deberían ser repudiados entre lo más hondo de los infiernos por gozar de culpar a inocentes.
-¿Cómo se llama vuestra creadora?- lo miro esperando una respuesta, si es así, a pesar de agradecerle a la mujer que le salvó sino no estaría en este instante a su lado merecían un momento de nosotros... en nuestra nueva forma haciendo despertar un lado que definitivo no les hubiese gustado en lo absoluto, ante el imaginarme el como podría haberlos asesinado a cada uno causa cierta expectación, muerdo mi labio inferior con expresión algo pícara.
-Si gustáis puedo mencionaros, si bien decís que jugar con la víctima podeís convertirse en algo divertido... lo podríamos experimentar ¿O no?- pronuncio dándome cuenta que por fin la atracción se ha parado esperando a que bajemos ambos, el hombre nos mira en aire meditabundo sin pronunciar palabras.
-He mirado instantes atrás se encuentra una casa de los sustos, seriáis interesante poder observar con qué es lo que se asustan, podríamos divertirnos un rato a sus espaldas sin dañarlos así podría mostradme sus hazañas de cazamiento monsieur Lacroix, he de aprender algo usable para un futuro- le menciono sin soltarlo, por el contrario, entrelazo mis dedos helados a los suyos proporcionándome una sensación indescriptible, aludiendo directamente a no pensar en quizá no volverle a ver o a mantenerme a distancia.
-¿Sabéis? os comprendo a la perfección el mundo de riquezas viviéndolo día a día, mi madre era exactamente así, sin ninguna pizca de amor a los demás, yo solía ser pequeña para comprenderlo del todo, cuando Guillermo me llevó con él hice labores de caridad, después me fue imposible por obvias razones- muevo los hombros riéndome como niña pequeña, mi risa suena a ecos cantarines despilfarrando pequeños tonos agudos.
-Os puedo habladle con sinceridad? viví el amor de un modo extraño, siendo humana estaba segura de amadle con toda el alma, cuando me transformó, sin dudarlo por un segundo supe que todo había cambiado de modo irrefutable, todo lo lindo se había esfumado dándole paso a cierto rencor- murmuro caminando entre paso lento sin siquiera fijarme por dónde vamos.
-Os agradezco por subirse conmigo monsieur, no ha sido nada trascendental y lo he olvidado por completo debido a vuestra plática y a vuestra compañía, es algo que no sé cómo describidle- medito desviando los ojos hasta el suelo.
-Monsieur Ettien, ¿Me permitís deshaceros de las formalidades?, ¿Llamaros sólo Ettien sin modalismos?, ¿Hablaros de tú o es imposible?- pregunto deteniéndome súbitamente en medio del pavimento, escuchando a lo lejos las risas, los sonidos, dejándome solamente encandilar ante ese hombre completamente distinto, asombroso, expectante, interesante, indescifrable haciendo ciertamente que cierto sentido de ¿Atracción? comience a desprenderse sobre mí, es imposible, ¿O estoy más loca de lo que pienso?, al mirarlo bien, prestando atención a sus facciones tan estilizadas, sus gestos tan delicadamente perfectos, aquella personalidad única, las manos tomadas sin ningún trabajo encajando perfectamente una con la otra, ambas blanquecinas, de modo complementario, el momento en que su brazo me había rodeado, son miles de cosas inexplicables, en lugar de soltarlo, deseo aferrarme un poco más, sentir su tacto sutíl sobre mi piel, sentir por vez primera la tez nívea de otro vampiro tan sensible dibujando por fin sensaciones en mi muerto cuerpo, sin alma, sin emociones, con un inerte corazón...
Tiene tanta razón en lo que dice, a aquellos miembros de los parlamentos, cenadores y miles de personas enriquecidas tratan a los demás como si fuesen unos viles criados o peores que animales ¿ellos que han hecho? nada, al parecer sólo existir ya representa una carga enorme, distinguiendo algunas ocasiones en mis menúns los incluyo, en Londres los miembros del parlamento pueden llamarse mis favoritos, prepotentes, ingenuos e ignorantes.
Saberlo con muchos años más que yo despierta aún más mi curiosidad, el hambre por descubrirle en todos aspectos, acatando sus puntos de vista, transorfmándolos en opiniones invaluables.
-Aquellos que se creen reyes del mundo, incapaces de ser poco generosos, carentes de toda bondad sabiendo que podrían brindaros algo de lo poseído a los necesitados pudiera ser un poco mejor, ahora que os pienso mejor, he de confesaros monsieur Ettien que tenéis toda la razón- aseguro sin soltarlo sintiendo nuevamente la rueda estar lentamente siguiendo un sólo sentido.
-En algunos tiempos me alimento de ellos, en verdad lo disfruto, en un inicio mataba a cualquiera sobre todo a niños por su sangre tan fresca monsieur, ahora puedo mencionadle que poseo un poco más de cordura-acentúo con tono irónico en la frase sonriendo de lado.
Escuchar sobre su historia, la injusticia cometida hacia él desprende cierto resentimiento hasta esa clase de humanos, deberían ser repudiados entre lo más hondo de los infiernos por gozar de culpar a inocentes.
-¿Cómo se llama vuestra creadora?- lo miro esperando una respuesta, si es así, a pesar de agradecerle a la mujer que le salvó sino no estaría en este instante a su lado merecían un momento de nosotros... en nuestra nueva forma haciendo despertar un lado que definitivo no les hubiese gustado en lo absoluto, ante el imaginarme el como podría haberlos asesinado a cada uno causa cierta expectación, muerdo mi labio inferior con expresión algo pícara.
-Si gustáis puedo mencionaros, si bien decís que jugar con la víctima podeís convertirse en algo divertido... lo podríamos experimentar ¿O no?- pronuncio dándome cuenta que por fin la atracción se ha parado esperando a que bajemos ambos, el hombre nos mira en aire meditabundo sin pronunciar palabras.
-He mirado instantes atrás se encuentra una casa de los sustos, seriáis interesante poder observar con qué es lo que se asustan, podríamos divertirnos un rato a sus espaldas sin dañarlos así podría mostradme sus hazañas de cazamiento monsieur Lacroix, he de aprender algo usable para un futuro- le menciono sin soltarlo, por el contrario, entrelazo mis dedos helados a los suyos proporcionándome una sensación indescriptible, aludiendo directamente a no pensar en quizá no volverle a ver o a mantenerme a distancia.
-¿Sabéis? os comprendo a la perfección el mundo de riquezas viviéndolo día a día, mi madre era exactamente así, sin ninguna pizca de amor a los demás, yo solía ser pequeña para comprenderlo del todo, cuando Guillermo me llevó con él hice labores de caridad, después me fue imposible por obvias razones- muevo los hombros riéndome como niña pequeña, mi risa suena a ecos cantarines despilfarrando pequeños tonos agudos.
-Os puedo habladle con sinceridad? viví el amor de un modo extraño, siendo humana estaba segura de amadle con toda el alma, cuando me transformó, sin dudarlo por un segundo supe que todo había cambiado de modo irrefutable, todo lo lindo se había esfumado dándole paso a cierto rencor- murmuro caminando entre paso lento sin siquiera fijarme por dónde vamos.
-Os agradezco por subirse conmigo monsieur, no ha sido nada trascendental y lo he olvidado por completo debido a vuestra plática y a vuestra compañía, es algo que no sé cómo describidle- medito desviando los ojos hasta el suelo.
-Monsieur Ettien, ¿Me permitís deshaceros de las formalidades?, ¿Llamaros sólo Ettien sin modalismos?, ¿Hablaros de tú o es imposible?- pregunto deteniéndome súbitamente en medio del pavimento, escuchando a lo lejos las risas, los sonidos, dejándome solamente encandilar ante ese hombre completamente distinto, asombroso, expectante, interesante, indescifrable haciendo ciertamente que cierto sentido de ¿Atracción? comience a desprenderse sobre mí, es imposible, ¿O estoy más loca de lo que pienso?, al mirarlo bien, prestando atención a sus facciones tan estilizadas, sus gestos tan delicadamente perfectos, aquella personalidad única, las manos tomadas sin ningún trabajo encajando perfectamente una con la otra, ambas blanquecinas, de modo complementario, el momento en que su brazo me había rodeado, son miles de cosas inexplicables, en lugar de soltarlo, deseo aferrarme un poco más, sentir su tacto sutíl sobre mi piel, sentir por vez primera la tez nívea de otro vampiro tan sensible dibujando por fin sensaciones en mi muerto cuerpo, sin alma, sin emociones, con un inerte corazón...
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 18/09/2010
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
nuestras figuras de piel blanquecina se recortan en la oscura noche haciendo juego en color con el astro llamado luna. Un aire, me atrevo a pensar que frió, debido a el otoño, recorre toda la parte superior de la atracción. Por mis pensamientos cruzan distintos colores. ¿como serian las mejillas de Annette al contacto con dicho aire?. Seguramente el tono rosado de timidez en su rostro debería de combinar a la perfección con su blanquecina tez a la vez que el esmeralda de sus ojos se introduciría en la mezcla, creado así una hermosa combinación.
¿Que tiene esta vampira? que me llama y acudo sin prestar atención a nada mas, quizás en mi se a despertado algo adormilado....instinto de protección al saber su corta edad en la inmortalidad algo me insta a mostrarle el camino a seguir, sus preguntas calan fuerte en mi mente. No solo quiero responderselas sino que necesito darle ejemplos.
Su voz, su mirada, su pasado, su futuro....es un cumulo de cosas, sensaciones que tengo que la necesidad de descubrir, y a medida de que los minutos avanzan en le tiempo, mas cuenta me doy de ello.
-es por eso que yo suelo alimentarme de dichos humanos. Cuantas veces me han ofrecido dinero, incluso propiedades al conocer mi verdadera naturaleza. Y como he disfrutado viendo lo que llegarían a pagar aun sin tenerlo por su miserable vida.
Argumento mirando a la noche vacia, recordando alguna de mis presas. El peso de la mano de Annette me devuelve de mis pensamientos.
Su mano sobre la miá congeniando a la perfección, igual que me siento yo con mi compañera.
-niños...hace tiempo que no me deleito con el joven sabor cobrizo de la sangre inocente de dichos infantes. Son tan inocentes, se les puede engañar tan fácilmente para que confíen en ti.
Noto como mis incisivos han aumentado su tamaño, no del todo, pero estos recuerdos los estimulan y los empujan a salir.
-bueno no me gustaría aburriros con mi creadora. Pero si lo preguntáis...su nombre es Jacquelin Sisset de Blois. De echo mi nombre completo es Ettien Lacroix de Blois
no puedo evitar una tímida sonrisa de satisfacción al nombrar a la vampira que me salvo la vida y me entrego este regalo, la inmortalidad.
-Por supuesto que es divertido, mas hay varias formas de jugar con ellas. Psicologicamente, físicamente, incluso haciendo que se enamoren de ti y no correspondiendo ese amor durante unos días hasta que se lo demuestras, con el fin de alimentarte.
Y dado que la dama expone la pregunta de experimentarlo...¿que clase de caballero seria si no os lo mostrara?
La mirada del hombre no me afecta ni lo mas mínimo, tanto mi joven compañera vampira como yo estamos muy por encima de el, no merece la pena prestarle atención. Mas con Annette a mi lado es muy difícil prestar atención a otras cosa que no sean ella misma.
-vaya! Lo que proponéis sobre la casa de sustos es muy interesante, una muy buena ocurrencia. Dirijámonos hacia allí
sus dedos recorren los míos entrelazándose como si nuestras manos fuesen una hiedra mezclándose. He de reconocer que me complace enormemente el sostener su mano con la miá.
La gente queda tan sorprendida de nuestra magnitud que incluso se voltean para vernos pasear.
-bueno... si que podéis seguir haciendo actos de caridad, aunque como vos decís, por obvias razones no por el día cuando mas reluce el sol.
Al igual que yo tengo a humanos haciendo mis labores en mi nombre durante el día, vos podríais tener los vuestros haciendo actos de presencia caritativos en vuestro nombre.
Rió con ella, pues la primera parte de mi dialogo lo digo en tono bromista, reacción inmediata a su frase.
-claro que podéis hablarme con sinceridad. Y creo que comprendo vuestros sentimientos. Primero de amor y luego de rencor. Vos confiabais ciegamente en vuestro amor, y este no fue capaz de explicaros que quería transformaros, ni tan siquiera se mostraría como tal ante vos y os daría una explicación de la no vida que os esperaría. Luego...es normal el rencor, como es normal que aun sintiendo rencor hacia el lo siguierais, pues era lo único a lo que os podíais aferrar en ese momento
-no debéis de agradecerme la compañía que os estoy dando, pues yo lo estoy pasando genial y espero que si la dama quiere...podamos repetir velada en otro ocasión.
Tomo su barbilla suavemente con los dedos de mi mano libre, haciendo que levante la mirada del suelo, pues el mundo si no ve sus ojos pierde sentido.
-por favor no bajéis tan hermosa mirada...sin duda merecéis mostrarla para el resto de la eternidad
detengo mis pasos en dicha posición, su siguiente pregunta baña mis oídos y acentuá mucho mas la curiosidad que siento por ella.
-si vos deseáis llamarme solo Ettien yo no me voy a sentir ofendido. ¿puedo llamaros yo solo Annette?
Dos vampiros deferentes edades con dos pasados distintos, los cuales sufrieron su creación de dos modos completamente opuestos. Dos caminos que se cruzan en el destino y yo agradezco este cruce
de caminos. El haberla encontrado a ella, tan sola, tan triste, con tantas ganas de comprobar lo que es, de descubrir nuevas formas de pensar de salir hacia delante con su inmortalidad. Quiero enseñarle, quiero estar con ella, ayudarla a enfrentarse a sus miedos, darle razones para que vea que dentro de nuestra maldición no esta todo perdido sino todo lo contrario.
¿Que tiene esta vampira? que me llama y acudo sin prestar atención a nada mas, quizás en mi se a despertado algo adormilado....instinto de protección al saber su corta edad en la inmortalidad algo me insta a mostrarle el camino a seguir, sus preguntas calan fuerte en mi mente. No solo quiero responderselas sino que necesito darle ejemplos.
Su voz, su mirada, su pasado, su futuro....es un cumulo de cosas, sensaciones que tengo que la necesidad de descubrir, y a medida de que los minutos avanzan en le tiempo, mas cuenta me doy de ello.
-es por eso que yo suelo alimentarme de dichos humanos. Cuantas veces me han ofrecido dinero, incluso propiedades al conocer mi verdadera naturaleza. Y como he disfrutado viendo lo que llegarían a pagar aun sin tenerlo por su miserable vida.
Argumento mirando a la noche vacia, recordando alguna de mis presas. El peso de la mano de Annette me devuelve de mis pensamientos.
Su mano sobre la miá congeniando a la perfección, igual que me siento yo con mi compañera.
-niños...hace tiempo que no me deleito con el joven sabor cobrizo de la sangre inocente de dichos infantes. Son tan inocentes, se les puede engañar tan fácilmente para que confíen en ti.
Noto como mis incisivos han aumentado su tamaño, no del todo, pero estos recuerdos los estimulan y los empujan a salir.
-bueno no me gustaría aburriros con mi creadora. Pero si lo preguntáis...su nombre es Jacquelin Sisset de Blois. De echo mi nombre completo es Ettien Lacroix de Blois
no puedo evitar una tímida sonrisa de satisfacción al nombrar a la vampira que me salvo la vida y me entrego este regalo, la inmortalidad.
-Por supuesto que es divertido, mas hay varias formas de jugar con ellas. Psicologicamente, físicamente, incluso haciendo que se enamoren de ti y no correspondiendo ese amor durante unos días hasta que se lo demuestras, con el fin de alimentarte.
Y dado que la dama expone la pregunta de experimentarlo...¿que clase de caballero seria si no os lo mostrara?
La mirada del hombre no me afecta ni lo mas mínimo, tanto mi joven compañera vampira como yo estamos muy por encima de el, no merece la pena prestarle atención. Mas con Annette a mi lado es muy difícil prestar atención a otras cosa que no sean ella misma.
-vaya! Lo que proponéis sobre la casa de sustos es muy interesante, una muy buena ocurrencia. Dirijámonos hacia allí
sus dedos recorren los míos entrelazándose como si nuestras manos fuesen una hiedra mezclándose. He de reconocer que me complace enormemente el sostener su mano con la miá.
La gente queda tan sorprendida de nuestra magnitud que incluso se voltean para vernos pasear.
-bueno... si que podéis seguir haciendo actos de caridad, aunque como vos decís, por obvias razones no por el día cuando mas reluce el sol.
Al igual que yo tengo a humanos haciendo mis labores en mi nombre durante el día, vos podríais tener los vuestros haciendo actos de presencia caritativos en vuestro nombre.
Rió con ella, pues la primera parte de mi dialogo lo digo en tono bromista, reacción inmediata a su frase.
-claro que podéis hablarme con sinceridad. Y creo que comprendo vuestros sentimientos. Primero de amor y luego de rencor. Vos confiabais ciegamente en vuestro amor, y este no fue capaz de explicaros que quería transformaros, ni tan siquiera se mostraría como tal ante vos y os daría una explicación de la no vida que os esperaría. Luego...es normal el rencor, como es normal que aun sintiendo rencor hacia el lo siguierais, pues era lo único a lo que os podíais aferrar en ese momento
-no debéis de agradecerme la compañía que os estoy dando, pues yo lo estoy pasando genial y espero que si la dama quiere...podamos repetir velada en otro ocasión.
Tomo su barbilla suavemente con los dedos de mi mano libre, haciendo que levante la mirada del suelo, pues el mundo si no ve sus ojos pierde sentido.
-por favor no bajéis tan hermosa mirada...sin duda merecéis mostrarla para el resto de la eternidad
detengo mis pasos en dicha posición, su siguiente pregunta baña mis oídos y acentuá mucho mas la curiosidad que siento por ella.
-si vos deseáis llamarme solo Ettien yo no me voy a sentir ofendido. ¿puedo llamaros yo solo Annette?
Dos vampiros deferentes edades con dos pasados distintos, los cuales sufrieron su creación de dos modos completamente opuestos. Dos caminos que se cruzan en el destino y yo agradezco este cruce
de caminos. El haberla encontrado a ella, tan sola, tan triste, con tantas ganas de comprobar lo que es, de descubrir nuevas formas de pensar de salir hacia delante con su inmortalidad. Quiero enseñarle, quiero estar con ella, ayudarla a enfrentarse a sus miedos, darle razones para que vea que dentro de nuestra maldición no esta todo perdido sino todo lo contrario.
Invitado- Invitado
Re: Captando momentos de diversión (LIBRE)
Al ver las puntillas de los colmillos asomarse ladeo la cabeza un poco observándolos un poco más, ante mi vista son claramente perceptibles, sin denegarlo, al acudir a mi cabeza el líquido tan suave pasando a lo largo de mi larngie causa extravagantes sensaciones en mi cuerpo, desprendiéndome rápidamente vuelvo a complementar los pensamientos con los comentarios dados por Ettien, caminando a paso lento y un tanto desganado al parecer le agrada la idea infantil sobre meternos a la casa de los sustos.
-Podríamos divertirnos levemente asustando a estos mortales, no hay nada sin algo agradable ante ésta hermosa noche, qué mejor causando algunos infartos- murmuro mientras guiño un ojo antes de que sus dedos me levanten la barbilla para mirarme directamente causándome varios etsragos con su contacto.
Lo he de confesar parezco una pequeña divagando entre momentos de felicidad que hasta ahora estoy proponiéndome vivir ya adulta en una inmortalidad dada obligatoriamente, mis pensamientos aletargan la sinfonía desprendiéndose de mi interior por sentirme feliz; ¿A qué es debido? no lo puedo explicar claramente a ciencia cierta lo admito, sé que estando el hombre a mi lado no tengo nada de miedo, no tengo preocupaciones ni interés por tenerlos.
-Claro que podéis llamarme sólo Annette, mejor para mí creo que los formalismos son eufemismos para calar entre las clases sociales, entreo vosotros no hay eso, somos iguales- musito dedicándole una leve sonrisa ampliándose sobre la comisura de mis labios abriendo paso a mostrar una vez más mis dientes acompañándose de mis incisivos mientras sigo cmainando.
-Así que vuestro nombre es Ettien Lacroix Dubois, vaya os lo tendré que memorizar aunque será imposible que me olvide de vos y me encantaría veros de nuevo- argumento casi saltando pequeños pasitos a lo largo del camino hasta el lugar dicho, hay cierto gentío esperando afuera de las puertas, enarcando una ceja suelto de la mano al vampiro acompañante para deslizarme entre la multitud con expresión bastante firme, ahuyentándolos en modo natural sin perder la clase, rodeando un poco más descubro una puerta trasera, eso me da la pauta perfecta para llamar a Ettien sólo con un susurro.
Al entrar hay dibujos tallados en madera bastante derpimentes por cierto, la pequeña casona no parece en lo absoluto dar miedo, los fantasmas cubiertos de sábanas amarillentas, los esqueletos apenas notables para pacer verdaderos, las estatuas de algunos mounstros mal formados se destacan, pero una carcaja escápose de mi interior al mirar un retrato vampírico sobre un trozo amaderado.
-Mirad, mirad así nos consideran, vaya retrato tan mal hecho, al pareced no les parecemos tan atractivos- acentúo mirando a Ettien automáticamente ensarzando mi mano a la suya, es como si hiciese falta algo junto a mí sin que él esté, mirándolo desde un ángulo a otro realmente está bastante mal hecho, la cara contiene expresión de dolor de un blanco tirándole a azul con los ojos amarillentos asemejándose a las yemas de un huevo, el atuendo es una capa negra cubriéndose de pies a cabeza con unos colmillos bastante pequeños saliendo de las hendiduras.
-Esto podría ser bastante interesante- murmuro escuchando como el guía comienza a dar instrucciones para que aquellos primeros en entrar se vayan alistando quitando ese esperpento asustadizo colócome en su sitio inmóvil sin soltar los dedos del caballero anudados a los míos.
Los humanos bien decantadores comienzan a proyectar algo de temblorina, gritos al ver como las criaturas se mueven a sus alrededores, les toman de los pies, les observan, se prenden, o cadáveres se ponen frente a ellos hechos de resina, queriendo reír me aguanto al captar mi vista de cierto diplomático entre aquellos.
-Mirad Ettien, ese hombre se llama Thomas d'Apcher, un miembro del consulado francés encargado de traicionar a sus compñaeros, si no os habéis alimentado él podría ser una excelente víctima, aunque, para divertirse también resultaría placentero- medito hablando a un nivel que sé sólo monsieur Ettien escuchará sin impedimento alguno.
Dicho y hecho, recurriendo a la pequeñez, a los altibajos asustadizos argumentados sociales, simplemente me dejo guiar por el olor de su sangre consiguiendo así mis ojos carmín con expresión muy poco favorecedora, mordiendo mi labio inferior miro al joven Lacroix para besar su mejilla despacio.
-Perdonad que tengáis que vedme así, es sólo por broma- musito algo apenada recobrando la compostura al sentir a algunos de ellos arribar hasta nuestro lugar dónde encendiendo una pequeña vela salto de la obscuridad colocándome frente a ellos mostrando mis colmillos agrandados por la sangre, la imaginación del color rojo brotando de sus cuellos.
Como bien lo imagino algunos de ellos, sobre todo mujeres caen desmayadas al piso, regreso a mi posición anterior preguntándome en mente qué hará Ettien, al regresar lo primero que hago es buscar su mano tentándolo entre la penumbra sosteniéndola una vez más, sabiendo que de un momento a otro me soltará para hacer cualquier cosa y asustar a los humanos ignorantes paseándose en esos sitios tan poco agradables para no llevarse un mal sabor de boca.
Quédome allí parada dejando el sentido de soledad por completo, sé que él volverá, mirándolo todavía, suspirando inexistente aire desnecesitado,áún así consigue seguir abrumándome a cada segundo, distrayéndome por completo completando sólo mi vista sobre su ser, mencionar sobre el amor... y el rencor al mismo tiempo hace cuestionarme si odiaba a mi marido ya transformada, claro, ahora estpy consiente de poder sentir cualquier cosa ¿No?, sólo es descubrir cómo, agitando mi cabeza para concntrarme en los humanos y que ese ricachón no se escpae vivo, eso corre por mi cuenta en definitivo; dedicándole una sonrisa cómplice al vampiro le doy un ligero apretón sobre el dorso cerrando los ojos esperando a quienes se aventuren a pasar por un mal rato para ellos, bueno para nosotros, seres de la noche condenados .
Aprovechando, una mujer se halla sola y viéndome en la necesidad muy a mi pesar suelto su mano todavía tomada a la mía, una leve sonrisa se escapa, miro con detenimiento a la próxima víctima, es algo madura, con vestido provocativo, cabellos rubios mal peinados, maquillaje poco agraciado haciéndole competencia a cualquier bufón de la corte; mis ojos rojos se posan sobre ella en silencio, caminando le rozo con mi pie su vestido haciendo que salte, acercándose un poco más alcanzo a la perfección su cabello halándolo un poco fuerte haciéndole gritar, finalmente a unos cuántos pasos por fin, me aparezco ante ella abriendo la boca dejando que mis dientes actúen por sí sólos escuchando un histérico berrido adentro de la casona, yo comienzo a reírme mientras la mujer llora: es la esposa de Thoma d'Apcher.
-Tened cuidado por dónde camina, que vigilaré vuestras pesadillas de ahora en adelante- me agacho viendo la reacción de huír de mis manos, me mira temblando, eso extrañamente caúsome entusiasmo, sin prestarle atención comienza a decir incoherencia y media relacionada a los vampiros, mientras tanto regreso a mi posición encontrando a mi compañero no muy lejos.
-Vaya que lo merecía, esa mujer ha robádole a muchos de los pobres por orgullo propio- musito señalándola apenas desde la obscuridad yo recargando la cabeza sobre su hombro siendo los primeros expectadores en disfrutar de la tembible reacción ante una mujer de sociedad.
-Así que esto es lo que experimentáis, es bastante agradable con gente que lo gana, yo no suelo hacer tanto espectáculo, simplemente me alimento sin más, sin embargo, comienzo a pensar que no es tan desagradable disfrutarlo, mientras claro, no sean inocentes- declaro embalsamando la última frase firmemente haciendo precisamente alud a aquellos que verdaderamente son luchadores constantes en la vida... tal como en algún punto lo fuimos Ettien y yo.
-Podríamos divertirnos levemente asustando a estos mortales, no hay nada sin algo agradable ante ésta hermosa noche, qué mejor causando algunos infartos- murmuro mientras guiño un ojo antes de que sus dedos me levanten la barbilla para mirarme directamente causándome varios etsragos con su contacto.
Lo he de confesar parezco una pequeña divagando entre momentos de felicidad que hasta ahora estoy proponiéndome vivir ya adulta en una inmortalidad dada obligatoriamente, mis pensamientos aletargan la sinfonía desprendiéndose de mi interior por sentirme feliz; ¿A qué es debido? no lo puedo explicar claramente a ciencia cierta lo admito, sé que estando el hombre a mi lado no tengo nada de miedo, no tengo preocupaciones ni interés por tenerlos.
-Claro que podéis llamarme sólo Annette, mejor para mí creo que los formalismos son eufemismos para calar entre las clases sociales, entreo vosotros no hay eso, somos iguales- musito dedicándole una leve sonrisa ampliándose sobre la comisura de mis labios abriendo paso a mostrar una vez más mis dientes acompañándose de mis incisivos mientras sigo cmainando.
-Así que vuestro nombre es Ettien Lacroix Dubois, vaya os lo tendré que memorizar aunque será imposible que me olvide de vos y me encantaría veros de nuevo- argumento casi saltando pequeños pasitos a lo largo del camino hasta el lugar dicho, hay cierto gentío esperando afuera de las puertas, enarcando una ceja suelto de la mano al vampiro acompañante para deslizarme entre la multitud con expresión bastante firme, ahuyentándolos en modo natural sin perder la clase, rodeando un poco más descubro una puerta trasera, eso me da la pauta perfecta para llamar a Ettien sólo con un susurro.
Al entrar hay dibujos tallados en madera bastante derpimentes por cierto, la pequeña casona no parece en lo absoluto dar miedo, los fantasmas cubiertos de sábanas amarillentas, los esqueletos apenas notables para pacer verdaderos, las estatuas de algunos mounstros mal formados se destacan, pero una carcaja escápose de mi interior al mirar un retrato vampírico sobre un trozo amaderado.
-Mirad, mirad así nos consideran, vaya retrato tan mal hecho, al pareced no les parecemos tan atractivos- acentúo mirando a Ettien automáticamente ensarzando mi mano a la suya, es como si hiciese falta algo junto a mí sin que él esté, mirándolo desde un ángulo a otro realmente está bastante mal hecho, la cara contiene expresión de dolor de un blanco tirándole a azul con los ojos amarillentos asemejándose a las yemas de un huevo, el atuendo es una capa negra cubriéndose de pies a cabeza con unos colmillos bastante pequeños saliendo de las hendiduras.
-Esto podría ser bastante interesante- murmuro escuchando como el guía comienza a dar instrucciones para que aquellos primeros en entrar se vayan alistando quitando ese esperpento asustadizo colócome en su sitio inmóvil sin soltar los dedos del caballero anudados a los míos.
Los humanos bien decantadores comienzan a proyectar algo de temblorina, gritos al ver como las criaturas se mueven a sus alrededores, les toman de los pies, les observan, se prenden, o cadáveres se ponen frente a ellos hechos de resina, queriendo reír me aguanto al captar mi vista de cierto diplomático entre aquellos.
-Mirad Ettien, ese hombre se llama Thomas d'Apcher, un miembro del consulado francés encargado de traicionar a sus compñaeros, si no os habéis alimentado él podría ser una excelente víctima, aunque, para divertirse también resultaría placentero- medito hablando a un nivel que sé sólo monsieur Ettien escuchará sin impedimento alguno.
Dicho y hecho, recurriendo a la pequeñez, a los altibajos asustadizos argumentados sociales, simplemente me dejo guiar por el olor de su sangre consiguiendo así mis ojos carmín con expresión muy poco favorecedora, mordiendo mi labio inferior miro al joven Lacroix para besar su mejilla despacio.
-Perdonad que tengáis que vedme así, es sólo por broma- musito algo apenada recobrando la compostura al sentir a algunos de ellos arribar hasta nuestro lugar dónde encendiendo una pequeña vela salto de la obscuridad colocándome frente a ellos mostrando mis colmillos agrandados por la sangre, la imaginación del color rojo brotando de sus cuellos.
Como bien lo imagino algunos de ellos, sobre todo mujeres caen desmayadas al piso, regreso a mi posición anterior preguntándome en mente qué hará Ettien, al regresar lo primero que hago es buscar su mano tentándolo entre la penumbra sosteniéndola una vez más, sabiendo que de un momento a otro me soltará para hacer cualquier cosa y asustar a los humanos ignorantes paseándose en esos sitios tan poco agradables para no llevarse un mal sabor de boca.
Quédome allí parada dejando el sentido de soledad por completo, sé que él volverá, mirándolo todavía, suspirando inexistente aire desnecesitado,áún así consigue seguir abrumándome a cada segundo, distrayéndome por completo completando sólo mi vista sobre su ser, mencionar sobre el amor... y el rencor al mismo tiempo hace cuestionarme si odiaba a mi marido ya transformada, claro, ahora estpy consiente de poder sentir cualquier cosa ¿No?, sólo es descubrir cómo, agitando mi cabeza para concntrarme en los humanos y que ese ricachón no se escpae vivo, eso corre por mi cuenta en definitivo; dedicándole una sonrisa cómplice al vampiro le doy un ligero apretón sobre el dorso cerrando los ojos esperando a quienes se aventuren a pasar por un mal rato para ellos, bueno para nosotros, seres de la noche condenados .
Aprovechando, una mujer se halla sola y viéndome en la necesidad muy a mi pesar suelto su mano todavía tomada a la mía, una leve sonrisa se escapa, miro con detenimiento a la próxima víctima, es algo madura, con vestido provocativo, cabellos rubios mal peinados, maquillaje poco agraciado haciéndole competencia a cualquier bufón de la corte; mis ojos rojos se posan sobre ella en silencio, caminando le rozo con mi pie su vestido haciendo que salte, acercándose un poco más alcanzo a la perfección su cabello halándolo un poco fuerte haciéndole gritar, finalmente a unos cuántos pasos por fin, me aparezco ante ella abriendo la boca dejando que mis dientes actúen por sí sólos escuchando un histérico berrido adentro de la casona, yo comienzo a reírme mientras la mujer llora: es la esposa de Thoma d'Apcher.
-Tened cuidado por dónde camina, que vigilaré vuestras pesadillas de ahora en adelante- me agacho viendo la reacción de huír de mis manos, me mira temblando, eso extrañamente caúsome entusiasmo, sin prestarle atención comienza a decir incoherencia y media relacionada a los vampiros, mientras tanto regreso a mi posición encontrando a mi compañero no muy lejos.
-Vaya que lo merecía, esa mujer ha robádole a muchos de los pobres por orgullo propio- musito señalándola apenas desde la obscuridad yo recargando la cabeza sobre su hombro siendo los primeros expectadores en disfrutar de la tembible reacción ante una mujer de sociedad.
-Así que esto es lo que experimentáis, es bastante agradable con gente que lo gana, yo no suelo hacer tanto espectáculo, simplemente me alimento sin más, sin embargo, comienzo a pensar que no es tan desagradable disfrutarlo, mientras claro, no sean inocentes- declaro embalsamando la última frase firmemente haciendo precisamente alud a aquellos que verdaderamente son luchadores constantes en la vida... tal como en algún punto lo fuimos Ettien y yo.
Annette Pavlovna- Vampiro Clase Alta
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