AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
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La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
La curiosidad mató al gato
La vida de un vampiro no tenía porqué ser solitaria, muchos vampiros asistían a pomposas fiestas y mantenían una acalorada vida social, pero ser vampiro y doctor no era una buena combinación, especialmente si se era responsable como Erkki quien procuraba siempre cumplir con sus turnos nocturnos en el hospital. Llevaba alrededor de unos 10 años desde que se había mudado a París y aunque aún tenía un poco de acento sueco, dominaba perfectamente el Francés.
Esa noche no tenía turno en el hospital así que decidió dar un paseo por la ciudad, cada noche para él era una aventura en la que podía conocer gente interesante y aprender algo en el proceso, aún cuando llevaba 400 años trasegando por la faz de la tierra, no había pedido la capacidad del asombro y disfrutaba de los pequeños placeres que otorgaba la vida. Iba vestido de manera sobria y clásica, no había cambiado de estilo en centenas de años, siempre iba con colores oscuros, pero procuraba darle un toque de vida al traje con un color vivo, generalmente un listón rojo carmesí en el sombrero o una corbata a juego que resaltara.
No tenía un plan específico ni un rumbo en particular pero se encontró caminando por una estrecha calle bastante solitaria en donde había una mujer vestida con un buen escote provocador ¿Que hacía una dama en medio de la noche en una calle como esa? Se preguntó, por unos instantes, era una suerte que ya hubiera bebido de lo contrario podría correr peligro. Decidió acercarse a ella de forma casual pues Erkki era tan curioso como un gato y una vez se le metía una duda en la cabeza no había poder humano que pudiera detenerlo.
- Buenas noches Madame – Exclamó cuando estaba a unos metros de distancia – Es una calle bastante solitaria y oscura para que una dama se encuentre sola ¿Necesita ayuda? - Preguntó quitándose el sombrero en un gesto educado.
La vida de un vampiro no tenía porqué ser solitaria, muchos vampiros asistían a pomposas fiestas y mantenían una acalorada vida social, pero ser vampiro y doctor no era una buena combinación, especialmente si se era responsable como Erkki quien procuraba siempre cumplir con sus turnos nocturnos en el hospital. Llevaba alrededor de unos 10 años desde que se había mudado a París y aunque aún tenía un poco de acento sueco, dominaba perfectamente el Francés.
Esa noche no tenía turno en el hospital así que decidió dar un paseo por la ciudad, cada noche para él era una aventura en la que podía conocer gente interesante y aprender algo en el proceso, aún cuando llevaba 400 años trasegando por la faz de la tierra, no había pedido la capacidad del asombro y disfrutaba de los pequeños placeres que otorgaba la vida. Iba vestido de manera sobria y clásica, no había cambiado de estilo en centenas de años, siempre iba con colores oscuros, pero procuraba darle un toque de vida al traje con un color vivo, generalmente un listón rojo carmesí en el sombrero o una corbata a juego que resaltara.
No tenía un plan específico ni un rumbo en particular pero se encontró caminando por una estrecha calle bastante solitaria en donde había una mujer vestida con un buen escote provocador ¿Que hacía una dama en medio de la noche en una calle como esa? Se preguntó, por unos instantes, era una suerte que ya hubiera bebido de lo contrario podría correr peligro. Decidió acercarse a ella de forma casual pues Erkki era tan curioso como un gato y una vez se le metía una duda en la cabeza no había poder humano que pudiera detenerlo.
- Buenas noches Madame – Exclamó cuando estaba a unos metros de distancia – Es una calle bastante solitaria y oscura para que una dama se encuentre sola ¿Necesita ayuda? - Preguntó quitándose el sombrero en un gesto educado.
Última edición por Erkki Aliranta el Lun Ene 18, 2016 10:03 am, editado 1 vez
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
La única ventaja de jugar con fuego
es que aprende uno a no quemarse
es que aprende uno a no quemarse
La noche ya había llegado y Golnar dejaba de ser ella para transformarse en la seductora Spahir una vez más. Cada vez le gustaba menos aquello, cada vez le parecía más difícil entregarse a cualquiera. No sabía por qué, parecía que se estaba haciendo más madura y ya no veía las cosas de la misma forma que lo hacía varios años atrás. El tiempo le daba sabiduría pero lo cierto que ella había sido más feliz viviendo en la ignorancia.
Se despidió de su primer cliente con una pícara sonrisa. Seguro que la buscaría aunque quizá lo haría para pedir el dinero de más que le había robado. A veces no le gustaba hacerlo pero había descubierto que ellos, tan absortos en el tema, no se daban cuenta de que ella les arrebataba un par de monedas más.
Se alejó lo máximo que pudo del lugar donde había tenido su primer encuentro y se internó en una calle bastante solitaria. El frío haría pronto efecto en ella pero mientras, el gélido aire le vendría bien para calmar el ardor de sus mejillas. Se arregló un poco el pelo, el vestido y se apoyó en la pared para poder contar mejor las monedas que había ganado.
Sin embargo, una voz la alertó y, rápidamente, se guardó las monedas y alzó la vista justo para encontrarse con un apuesto caballero que se preocupaba por ella. ¿Cuándo llegaría el día en el que ellos dejasen de controlarlas y tener ese deseo de protegerlas a todas horas? Las mujeres podían defenderse con sus propias manos. De todas maneras, en aquel caballero había un cliente potencial y no iba a dejarlo escapar por ese estúpido pensamiento. El dinero era dinero.
─Buenas noches, monsieur─ dijo ella inclinándose como las damas de alta alcurnia hacían. Se acercó un poco a él contoneándose un poco y con una media sonrisa surcándole el rostro─. Es cierto que es una calle solitaria para alguien como yo pero la noche despierta un extraño instinto en mi que me hace buscar estos tipos de lugares. Estoy segura de que debería ser yo quién le preguntase si necesita mi ayuda.─ le dijo con el tono de voz más atrayente que pudo y sin borrar en ningún momento aquella sonrisa.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
La sonrisa pícara de aquella mujer parecía comunicar que había todo un mundo invisible y misterioso tras de ella, que sabía cosas que él no, a pesar de la enorme diferencia de edades. No parecía una dama de clase alta y era obvio que no estaba perdida, ella estaba en ese lugar por gusto. Erkki había sido un hombre bastante introvertido y tímido durante su vida como humano, cayendo fácilmente en los engaños y mentiras de las mujeres, habían pasado más de 300 años desde eso ya no era el mismo hombre crédulo.
-La noche despierta cosas inesperadas en la mayoría de nosotros – Comentó, gracias a su condición no sentía mucho frío, pero era obvio que la temperatura estaba descendiendo por debajo de 0, ella no iba apropiadamente vestida para andar por la calle en invierno - Pues andaba divagando, caminando por aquí y por allá, esperando que la ciudad me sorprendiera, hasta que me he topado con usted – Comentó con un tono bastante educado - ¿Quizás el universo me esté diciendo que necesito de la compañía de una dama? - Preguntó levantando el rostro al cielo nublado en el cual no se podía ver ni una sola estrella.
Meneó la cabeza y volvió a colocarse el sombrero sobre su cabello ligeramente canoso.
-No, la verdad es que no creo en supersticiones – Continuó, era un doctor después de todo, había abierto cuerpos y visto la vida escaparse de ellos, que iba él a creer en mierdas astrológicas - Pero si creo que... debería cubrirse un poco, no valla a ser que pesque la gripe -
Acto seguido se quitó el largo gabán negro que traía, era de poliester y lana, se lo pasó por los hombros a ella y le quedó casi como una manta, Erkki era un hombre de hombros anchos. ¿Iba a salir corriendo y robarle el gabán? Se preguntó, si había dado con una ladrona, ese sería el resultado.
-La noche despierta cosas inesperadas en la mayoría de nosotros – Comentó, gracias a su condición no sentía mucho frío, pero era obvio que la temperatura estaba descendiendo por debajo de 0, ella no iba apropiadamente vestida para andar por la calle en invierno - Pues andaba divagando, caminando por aquí y por allá, esperando que la ciudad me sorprendiera, hasta que me he topado con usted – Comentó con un tono bastante educado - ¿Quizás el universo me esté diciendo que necesito de la compañía de una dama? - Preguntó levantando el rostro al cielo nublado en el cual no se podía ver ni una sola estrella.
Meneó la cabeza y volvió a colocarse el sombrero sobre su cabello ligeramente canoso.
-No, la verdad es que no creo en supersticiones – Continuó, era un doctor después de todo, había abierto cuerpos y visto la vida escaparse de ellos, que iba él a creer en mierdas astrológicas - Pero si creo que... debería cubrirse un poco, no valla a ser que pesque la gripe -
Acto seguido se quitó el largo gabán negro que traía, era de poliester y lana, se lo pasó por los hombros a ella y le quedó casi como una manta, Erkki era un hombre de hombros anchos. ¿Iba a salir corriendo y robarle el gabán? Se preguntó, si había dado con una ladrona, ese sería el resultado.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Escuchó lo que le decía y permaneció con la sonrisa en el rostro. Le gustó aquella pregunta que hizo. Tal vez ya había llamado su atención y bien podría ser otro cliente más.
─Es posible, sin duda el destino juega muy bien sus cartas─ le comentó con una leve risita aunque él parecía que estaba sumido durante unos segundos en sus pensamientos.
Se sorprendió de su gesto tan caballeroso. ¿Cómo era posible que un hombre se preocupase por la salud de una desconocida? Acarició la prenda que él el había puesto sobre sus hombros y sintió su agradable calor. Lo había necesitado desde hacía varios minutos. No podía hacer otra cosa que mirarle con una expresión de auténtico agradecimiento.
─Quizá mi intención era pescar otra cosa...─ a veces los hombre no entendían las indirectas pero lo cierto era que no sabía si el desconocido que tenía en frente de verdad buscaba su compañía o no─¿Aún sigue pensando en esa compañía que necesita? Estoy a su entera disposición, monsieur─ dijo haciendo una reverencia, se ajustó un poco el gabán de tal manera que se apreciase un poco mejor su escote.
─Es posible, sin duda el destino juega muy bien sus cartas─ le comentó con una leve risita aunque él parecía que estaba sumido durante unos segundos en sus pensamientos.
Se sorprendió de su gesto tan caballeroso. ¿Cómo era posible que un hombre se preocupase por la salud de una desconocida? Acarició la prenda que él el había puesto sobre sus hombros y sintió su agradable calor. Lo había necesitado desde hacía varios minutos. No podía hacer otra cosa que mirarle con una expresión de auténtico agradecimiento.
─Quizá mi intención era pescar otra cosa...─ a veces los hombre no entendían las indirectas pero lo cierto era que no sabía si el desconocido que tenía en frente de verdad buscaba su compañía o no─¿Aún sigue pensando en esa compañía que necesita? Estoy a su entera disposición, monsieur─ dijo haciendo una reverencia, se ajustó un poco el gabán de tal manera que se apreciase un poco mejor su escote.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
No había salido corriendo con el abrigo, eso era un buen comienzo, como médico no podía evitar estar revisando la salud de otras personas, a veces se encontraba mirando extraños y pensando 'Esa mujer debería tomar más leche para mejorar sus huesos' o 'Ese hombre debería conseguir un bastón más largo para apoyar su cadera', llevar tanto tiempo desempeñándose en la misma profesión terminaba por metérse en la cabeza.
La mujer respondió y finalmente Erkki captó la indirecta. Una mujer sola en una callejuela oscura, vestida con ropa inapropiada para la estación, sólo podía significar una cosa ¿Verdad?, esa mujer estaba probablemente esperando por un cliente.
- Mmm bastante temprano para propuestas tan indecorosas – Comentó con una media sonrisa – Pero te diré que, no soy un nombre guste de comerse el pastel rápidamente – Agregó desviando la mirada, apenas si serían las ocho, la noche era joven y a él no le gustaba apresurar las cosas – Si debo de pagar por tu compañía, espero que eso incluya compartir un café conmigo ¿Está bien? - Le preguntó girándose para verla a los ojos, era una mujer bastante bonita, no muy joven, a él no le gustaban las niñas que apenas si cumplían los 20 como a muchos otros hombres que se veían atraídos por esa ilusión de inocencia virginal.
La mujer respondió y finalmente Erkki captó la indirecta. Una mujer sola en una callejuela oscura, vestida con ropa inapropiada para la estación, sólo podía significar una cosa ¿Verdad?, esa mujer estaba probablemente esperando por un cliente.
- Mmm bastante temprano para propuestas tan indecorosas – Comentó con una media sonrisa – Pero te diré que, no soy un nombre guste de comerse el pastel rápidamente – Agregó desviando la mirada, apenas si serían las ocho, la noche era joven y a él no le gustaba apresurar las cosas – Si debo de pagar por tu compañía, espero que eso incluya compartir un café conmigo ¿Está bien? - Le preguntó girándose para verla a los ojos, era una mujer bastante bonita, no muy joven, a él no le gustaban las niñas que apenas si cumplían los 20 como a muchos otros hombres que se veían atraídos por esa ilusión de inocencia virginal.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Le sonrió al escuchar su respuesta. No eran horas... Para algunos cualquier hora del día era buena para entregarse a los pecados de la carne. Claro que muchos tenían ciertas manía a la hora de la verdad.
Se sorprendió al escuchar su propuesta. ¿Pasar un rato juntos? Es decir, ¿hablar antes, mantener una relación que no fuese sexual con un cliente? Aquello era insólito, no solían pedirle cosas como aquellas pero lo cierto era que delante de ella había un caballero y, si bien podía no gustarle aquel mundo de la prostitución, estaba contratando sus servicios sin ninguna duda.
─Sus deseos son ordenes para mí, mosieur─ le dijo con una sonrisa en el rostro, verse alegre solo era una manera de llamar más la atención de los hombres─. Usted dirá dónde quiere tomar ese café, o lo que sea.
Estaba segura que nunca se había topado con un hombre que le pidiese pasar el rato pero cada día había algo que la sorprendía, por pequeño que pareciese. Aquel hombre podría rondar los cuarenta años, ya era alguien experimentado y quizá sabía cómo tratar a una dama aunque esta se dedicase a una profesión tan criticada.
─¿Puedo ponerle nombre a mi apuesto acompañante?─ le preguntó─. Usted puede llamare Saphir─ odiaba utilizar su nombre real mientras trabajaba, por eso se había puesto aquel y por eso siempre era ese el que daba a todos sus clientes.
Se sorprendió al escuchar su propuesta. ¿Pasar un rato juntos? Es decir, ¿hablar antes, mantener una relación que no fuese sexual con un cliente? Aquello era insólito, no solían pedirle cosas como aquellas pero lo cierto era que delante de ella había un caballero y, si bien podía no gustarle aquel mundo de la prostitución, estaba contratando sus servicios sin ninguna duda.
─Sus deseos son ordenes para mí, mosieur─ le dijo con una sonrisa en el rostro, verse alegre solo era una manera de llamar más la atención de los hombres─. Usted dirá dónde quiere tomar ese café, o lo que sea.
Estaba segura que nunca se había topado con un hombre que le pidiese pasar el rato pero cada día había algo que la sorprendía, por pequeño que pareciese. Aquel hombre podría rondar los cuarenta años, ya era alguien experimentado y quizá sabía cómo tratar a una dama aunque esta se dedicase a una profesión tan criticada.
─¿Puedo ponerle nombre a mi apuesto acompañante?─ le preguntó─. Usted puede llamare Saphir─ odiaba utilizar su nombre real mientras trabajaba, por eso se había puesto aquel y por eso siempre era ese el que daba a todos sus clientes.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
“Sus deseos son órdenes” la frase quedó resonando en su cabeza, una frase que seguramente usaba con todos sus clientes, a los hombres les gustaba saber que tenían el poder, que las mujeres (especialmente las prostitutas) eran sólo instrumentos para generar placer, para Erkki toda la humanidad, hombres o mujeres eran instrumentos para algún propósito, si se aceptaba la noción de la existencia de Dios, entonces eran instrumentos de esa mano divina que lo controlaba todo.
- Puedes llamarme Erkki – Respondió – Un placer conocerla Madame Saphir – Agregó haciendo una inclinación educada quitándose el sombrero para volvérselo a colocar momentos después.
-Hay un sitio en especial que me gusta – Comentó haciéndole señas para que le siguiera – Puede devolverme el abrigo cuando ya estemos dentro del sitio, no quiero que pesque un resfriado – Agregó y es que no podía evitar siempre preocuparse por la salud de los humanos con los que interactuaba, llevaba demasiado tiempo desempeñando su labor de médico, era prácticamente una costumbre – Venden café de muchas partes del mundo, a mi me gusta el café de Sur América ¿Usted prefiere el café o el té? - Le preguntó mientras caminaban.
Erkki llevaba bastante tiempo sin tener una relación con una mujer, principalmente por su horario de trabajo que le impedía salir con humanas, nunca había intentado salir con una mujer de su misma especie, quizás se sentía más atraído por las mujeres cuya carne aún estaba viva.
- Puedes llamarme Erkki – Respondió – Un placer conocerla Madame Saphir – Agregó haciendo una inclinación educada quitándose el sombrero para volvérselo a colocar momentos después.
-Hay un sitio en especial que me gusta – Comentó haciéndole señas para que le siguiera – Puede devolverme el abrigo cuando ya estemos dentro del sitio, no quiero que pesque un resfriado – Agregó y es que no podía evitar siempre preocuparse por la salud de los humanos con los que interactuaba, llevaba demasiado tiempo desempeñando su labor de médico, era prácticamente una costumbre – Venden café de muchas partes del mundo, a mi me gusta el café de Sur América ¿Usted prefiere el café o el té? - Le preguntó mientras caminaban.
Erkki llevaba bastante tiempo sin tener una relación con una mujer, principalmente por su horario de trabajo que le impedía salir con humanas, nunca había intentado salir con una mujer de su misma especie, quizás se sentía más atraído por las mujeres cuya carne aún estaba viva.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Le gustaba aquel hombre. A penas lo conocía pero Golnar era bastante observadora y podía averiguar las personalidades de las personas con solo saber cómo se comportaban. Claro que también podían estar fingiendo pero, la mayoría de los hombres mostraban su verdadera naturaleza cuando se trataba de una prostituta. Le escuchó sin añadir nada esperando a que él acabase y sonrió cuando oyó su pregunta.
─Si no hay que pagar por él, me gustan todos─ dijo acompañando aquella frase con una risita. Era inevitable ser Saphir a aquellas horas, le costaba hablar como Golnar y estaba segura de que aquella noche no lo haría.
Siguieron andando, al principio el silencio se instauró en ellos pero sabía que debía romperlo si no quería perderle como cliente.
─Espero que no se moleste por la pregunta que le voy a hacer pero: ¿en qué trabaja?─ le preguntó, sabía que muchas personas no le agradaban hablar de trabajo o, a veces, simplemente no querían decir cómo se ganaban la vida. Era el caso de GOlnar sin dudarlo, a ella le costaba decir a qué se dedicaba en realidad─. Veo que se preocupa usted mucho por mi salud, ¿es solo por mi o también se preocupa por la salud de todos?
─Si no hay que pagar por él, me gustan todos─ dijo acompañando aquella frase con una risita. Era inevitable ser Saphir a aquellas horas, le costaba hablar como Golnar y estaba segura de que aquella noche no lo haría.
Siguieron andando, al principio el silencio se instauró en ellos pero sabía que debía romperlo si no quería perderle como cliente.
─Espero que no se moleste por la pregunta que le voy a hacer pero: ¿en qué trabaja?─ le preguntó, sabía que muchas personas no le agradaban hablar de trabajo o, a veces, simplemente no querían decir cómo se ganaban la vida. Era el caso de GOlnar sin dudarlo, a ella le costaba decir a qué se dedicaba en realidad─. Veo que se preocupa usted mucho por mi salud, ¿es solo por mi o también se preocupa por la salud de todos?
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
La mujer era astuta, no cabía la menor duda su respuesta sobre el té o el café había sido ambigua, Erkki supuso que como cortesana no le gustaría revelar muchas cosas de si misma y se preguntaba si, estaría mostrando una fachada o si esa era su verdadera personalidad. Pronto salieron a una calle principal y dejaron atrás el callejón donde inicialmente se habían conocido, la calle estaba llena de cafés, restaurantes y una que otra tienda, la calle estaba llena de vida a pesar de la hora, con caballos relinchando aquí y allá, damas bajando de los carruajes ayudadas por caballeros y un sinfín de transeúntes abrigados con sus largos trajes.
Cruzando la calle había un café cuyo aviso decía "le caffe du ciel", era un establecimiento de dos pisos con paredes de madera, Erkki atravesó la calle y se detuvo en la entrada.
- Mi preocupación por tu salud tiene que ver con mi profesión - Le respondió abriendo la puerta para que ella entrara primero, un delicioso aroma a caramelo y una acogedora temperatura los recibió apenas entraron en el recinto. Estaba todo decorado con figuras navideñas e inclusive tenían un árbol de navidad lleno de giraldas y bolas de cristal. Un mesero se les acercó inmediatamente por lo que Erkki no pudo terminar lo que decía - Mesa para dos - Le indicó y el mesero les mostró una mesa cerca a la ventana, a la izquierda del árbol.
Erkki tomó el abrigo que le había prestado a ella y se lo quitó de los hombros para que se sentara, el mesero tomó el abrigo y lo colgó en el perchero junto con el sombrero. Una vez sentados Erkki continuó con la respuesta.
- Soy médico - Comentó quitándose los guantes y dejándolos a un lado en el mantel blanco para tomar la carta - No puedo evitar pensar siempre en lo que es bueno y malo para la salud, es una costumbre - Le explicó, observó la carta y agregó - Como es tu primera vez aquí, deja que te sugiera una bebida, ¿Que tal el café capuccino Mocha? yo creo que pediré un café espresso - Finalizó, haciendo una seña para llamar al mesero.
Cruzando la calle había un café cuyo aviso decía "le caffe du ciel", era un establecimiento de dos pisos con paredes de madera, Erkki atravesó la calle y se detuvo en la entrada.
- Mi preocupación por tu salud tiene que ver con mi profesión - Le respondió abriendo la puerta para que ella entrara primero, un delicioso aroma a caramelo y una acogedora temperatura los recibió apenas entraron en el recinto. Estaba todo decorado con figuras navideñas e inclusive tenían un árbol de navidad lleno de giraldas y bolas de cristal. Un mesero se les acercó inmediatamente por lo que Erkki no pudo terminar lo que decía - Mesa para dos - Le indicó y el mesero les mostró una mesa cerca a la ventana, a la izquierda del árbol.
Erkki tomó el abrigo que le había prestado a ella y se lo quitó de los hombros para que se sentara, el mesero tomó el abrigo y lo colgó en el perchero junto con el sombrero. Una vez sentados Erkki continuó con la respuesta.
- Soy médico - Comentó quitándose los guantes y dejándolos a un lado en el mantel blanco para tomar la carta - No puedo evitar pensar siempre en lo que es bueno y malo para la salud, es una costumbre - Le explicó, observó la carta y agregó - Como es tu primera vez aquí, deja que te sugiera una bebida, ¿Que tal el café capuccino Mocha? yo creo que pediré un café espresso - Finalizó, haciendo una seña para llamar al mesero.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
No tardaron en llegar al café. Golnar pensó en un principio que quizá no iba vestida para la ocasión pero no podía hacer otra cosa, era un cliente seguro y no iba a negarle nada. Él pedía su compañía y ella se la podía conceder sin problema alguno.
El aroma a café inundó sus fosas nasales así como el calor de aquel lugar. Era muy acogedor y lo agradecía, la calle que dejaban atrás era todo lo contrario. Se acercaron a la mesa que les indicaron y ella dejó que él le quitase el abrigo. Un auténtico caballero sin duda.
Algunas de las personas que estaban allí, se giraron para mirar a aquella extraña pareja. Un hombre ya entrado en años, aunque eso no quería decir que no conservase su atractivo, y una mujer mostrando más piel de la debida. Sin duda era algo poco usual.
No se sorprendió cuando le confesó su profesión. Parecía llevarlo escrito en el rostro. Sobretodo por el tema de la salud, se preocupaba bastante, incluso de una desconocida. Era un gusto encontrar gente que de verdad le apasionaba su trabajo y no lo veía solo como una forma de ganar dinero.
Decidió ojear la carta pero no tenía mucha idea de qué café era el mejor. Había tantos que elegir que no estaba segura de que acertase. Él le propuso uno y ella asintió. Cuando hubieron pedido, Golnar dejó la carta a un lado y apoyó los codos sobre la mesa para poder reposar la cabeza entre sus manos.
─Dígame, ¿cómo se siente al tener la posibilidad de salvar una vida?─ le dijo con sumo interés, no todos los días se encontraba un médico─. No debe ser un trabajo fácil. Seguro que requiere mucho sacrificio─ y seguro que aquello era sinónimo de no tener una vida social muy activa o, al menos, no tener una relación amorosa con nadie. Seguro que a las damas no les agradaba que su marido estuviera siempre pendiente de la salud de todos.
El aroma a café inundó sus fosas nasales así como el calor de aquel lugar. Era muy acogedor y lo agradecía, la calle que dejaban atrás era todo lo contrario. Se acercaron a la mesa que les indicaron y ella dejó que él le quitase el abrigo. Un auténtico caballero sin duda.
Algunas de las personas que estaban allí, se giraron para mirar a aquella extraña pareja. Un hombre ya entrado en años, aunque eso no quería decir que no conservase su atractivo, y una mujer mostrando más piel de la debida. Sin duda era algo poco usual.
No se sorprendió cuando le confesó su profesión. Parecía llevarlo escrito en el rostro. Sobretodo por el tema de la salud, se preocupaba bastante, incluso de una desconocida. Era un gusto encontrar gente que de verdad le apasionaba su trabajo y no lo veía solo como una forma de ganar dinero.
Decidió ojear la carta pero no tenía mucha idea de qué café era el mejor. Había tantos que elegir que no estaba segura de que acertase. Él le propuso uno y ella asintió. Cuando hubieron pedido, Golnar dejó la carta a un lado y apoyó los codos sobre la mesa para poder reposar la cabeza entre sus manos.
─Dígame, ¿cómo se siente al tener la posibilidad de salvar una vida?─ le dijo con sumo interés, no todos los días se encontraba un médico─. No debe ser un trabajo fácil. Seguro que requiere mucho sacrificio─ y seguro que aquello era sinónimo de no tener una vida social muy activa o, al menos, no tener una relación amorosa con nadie. Seguro que a las damas no les agradaba que su marido estuviera siempre pendiente de la salud de todos.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
El mesero se acercó y tomó los pedidos no sin antes reparar el escote de Saphir, Erkki notó algunas miradas de los comensales sobre ella, su atuendo mostraba más piel de que normalmente las damas decentes mostraban en sitios como esos, no le dio mucha importancia, a partir de cierta edad a uno le dejaban de importar las opiniones de los demás y se dedicaba a disfrutar del presente.
-Es emocionante – Dijo respondiendo a la pregunta de ella – Emocionante y gratificante, pero tiene sus sacrificios por supuesto – Aceptó y continuó – Los horarios básicamente no permiten que uno lleve una vida normal en todo el sentido de la palabra, a veces hay emergencias a cualquier hora de la noche y toca dejar cualquier cosa que se esté haciendo para ir al hospital – Omitió el hecho de que no atendía emergencias “diurnas” por obvias razones.
-Llevo toda mi vida dedicándome a la medicina, he visto muchas cosas desagradables en el proceso, pero siempre es gratificante saber que lo que uno hace puede darle una nueva oportunidad a una persona – Le explicó, en ese momento el camarero volvió con los pedidos en una bandeja y los depositó en la mesa soltando un “bon apetit” para luego irse, el vampiro tomó la taza de café espresso que estaba hirviendo soltando un delicado humo, sostuvo la taza entre ambos manos disfrutando del calor sobre su piel.
- ¿Que hay de ti? - Preguntó soplando la bebida - ¿Desde cuando eres Cortesana? - Erkki no quería ser entrometido, pero realmente le gustaba conocer a las personas y el sexo impersonal no era lo suyo.
-Es emocionante – Dijo respondiendo a la pregunta de ella – Emocionante y gratificante, pero tiene sus sacrificios por supuesto – Aceptó y continuó – Los horarios básicamente no permiten que uno lleve una vida normal en todo el sentido de la palabra, a veces hay emergencias a cualquier hora de la noche y toca dejar cualquier cosa que se esté haciendo para ir al hospital – Omitió el hecho de que no atendía emergencias “diurnas” por obvias razones.
-Llevo toda mi vida dedicándome a la medicina, he visto muchas cosas desagradables en el proceso, pero siempre es gratificante saber que lo que uno hace puede darle una nueva oportunidad a una persona – Le explicó, en ese momento el camarero volvió con los pedidos en una bandeja y los depositó en la mesa soltando un “bon apetit” para luego irse, el vampiro tomó la taza de café espresso que estaba hirviendo soltando un delicado humo, sostuvo la taza entre ambos manos disfrutando del calor sobre su piel.
- ¿Que hay de ti? - Preguntó soplando la bebida - ¿Desde cuando eres Cortesana? - Erkki no quería ser entrometido, pero realmente le gustaba conocer a las personas y el sexo impersonal no era lo suyo.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Le gustaba oír hablarle de su profesión. Se notaba que la adoraba. A pesar de todas esas cosas malas, la parte de salvar vidas debía de ser realmente satisfactoria.
Les trajeron los cafés y Golnar se dedicó a mover el suyo un poco para que se enfriara. En ese momento, algo caliente le venía demasiado bien. Aunque el ambiente del lugar era más que suficiente para lograr que entrase en calor pero su interior estaba frío y podía notarlo.
Se sorprendió que le preguntase acerca de su vida. De su profesión. Ningún cliente le había preguntado antes. Bueno, para empezar, ningún cliente la había invitado a un café. Ninguno se había preocupado así por ella. Bebió un poco de café, intentando no quemarse antes de responder.
─Hace ya nueve años de eso─ dijo dejando de nuevo la taza sobre la mesa─. Fue bastante difícil elegir la profesión. Estaba segura de que no serviría para nada más que para esto. Mi madre siempre me decía que era demasiado fresca para mi clase... Al parecer, tenía razón─ dijo con una media sonrisa. Los recuerdos llegaban a ella de forma constante. Imágenes de las fiestas, de las risas, de los hombres nobles todos bien entrajados─. Pero bueno, la cuestión es que gracias a esa decisión, le he conocido a usted. Me entra curiosidad, ¿por qué creyó que necesitaba de mi compañía?─ le dijo con una sonrisa pícara.
Les trajeron los cafés y Golnar se dedicó a mover el suyo un poco para que se enfriara. En ese momento, algo caliente le venía demasiado bien. Aunque el ambiente del lugar era más que suficiente para lograr que entrase en calor pero su interior estaba frío y podía notarlo.
Se sorprendió que le preguntase acerca de su vida. De su profesión. Ningún cliente le había preguntado antes. Bueno, para empezar, ningún cliente la había invitado a un café. Ninguno se había preocupado así por ella. Bebió un poco de café, intentando no quemarse antes de responder.
─Hace ya nueve años de eso─ dijo dejando de nuevo la taza sobre la mesa─. Fue bastante difícil elegir la profesión. Estaba segura de que no serviría para nada más que para esto. Mi madre siempre me decía que era demasiado fresca para mi clase... Al parecer, tenía razón─ dijo con una media sonrisa. Los recuerdos llegaban a ella de forma constante. Imágenes de las fiestas, de las risas, de los hombres nobles todos bien entrajados─. Pero bueno, la cuestión es que gracias a esa decisión, le he conocido a usted. Me entra curiosidad, ¿por qué creyó que necesitaba de mi compañía?─ le dijo con una sonrisa pícara.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Le escuchó hablar mirándola con atención, nueve años eran para él un parpadeo, pero toda una eternidad para un humano, se preguntó con cuantos hombres se habría acostado en todo ese tiempo, aunque esa pregunta se la reservó pues le parecía demasiado comprometedora.
-Aún eres joven, tienes tiempo de descubrir para que otras cosas sirves – Comentó dándole un sorbo a su café, como vampiro, todo lo que comía o bebía le sabía a cenizas, lo único que realmente le alimentaba era la sangre, pero el café tenía buen olor y se había acostumbrado a visitar esos lugares para disimular su humanidad perdida – Aunque te soy honesto Saphir, en esta sociedad, es difícil para una mujer encontrar algo mejor que hacer -
Mentir no era lo suyo y no iba a pintarle pájaros dorados a aquella mujer ilusionándola con que podría convertirse en lo que ella quisiera, sus opciones eran limitadas y era probable que gracias a su pasado como prostituta ningún hombre pensara en ella como futura esposa.
-No tenía esta intención desde un comienzo – Aceptó bebiendo más café, disfrutando de la sensación cálida en su garganta a pesar del sabor – Hoy tenía la noche libre en el hospital y me dije a mi mismo, ¡veamos con que me sorprende París! Así que caminé por las calles sin rumbo específico hasta que me encontré en esa calle solitaria – Le explicó con una sonrisa procurando ocultar sus colmillos – Y ahí estabas tu como una pequeña flor al lado de la carretera... uno debe detenerse a observar la belleza de las flores sin importar el rumbo que lleve – Le indicó y continuó – Pero he de aceptar que no soy un hombre que pague por sexo con regularidad, aún cuando estoy soltero, sin embargo me dije, ¿Porqué no? -
-Aún eres joven, tienes tiempo de descubrir para que otras cosas sirves – Comentó dándole un sorbo a su café, como vampiro, todo lo que comía o bebía le sabía a cenizas, lo único que realmente le alimentaba era la sangre, pero el café tenía buen olor y se había acostumbrado a visitar esos lugares para disimular su humanidad perdida – Aunque te soy honesto Saphir, en esta sociedad, es difícil para una mujer encontrar algo mejor que hacer -
Mentir no era lo suyo y no iba a pintarle pájaros dorados a aquella mujer ilusionándola con que podría convertirse en lo que ella quisiera, sus opciones eran limitadas y era probable que gracias a su pasado como prostituta ningún hombre pensara en ella como futura esposa.
-No tenía esta intención desde un comienzo – Aceptó bebiendo más café, disfrutando de la sensación cálida en su garganta a pesar del sabor – Hoy tenía la noche libre en el hospital y me dije a mi mismo, ¡veamos con que me sorprende París! Así que caminé por las calles sin rumbo específico hasta que me encontré en esa calle solitaria – Le explicó con una sonrisa procurando ocultar sus colmillos – Y ahí estabas tu como una pequeña flor al lado de la carretera... uno debe detenerse a observar la belleza de las flores sin importar el rumbo que lleve – Le indicó y continuó – Pero he de aceptar que no soy un hombre que pague por sexo con regularidad, aún cuando estoy soltero, sin embargo me dije, ¿Porqué no? -
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Le extrañó su respuesta. ¿Para qué más servía a ella? Todos apuntaban a que la mujer se debía quedar en casa, mimando a su marido, mimando a su padre o a cualquier varón de la casa. No importaba quien pero debía ser una varón. Ella servía a los hombres, en parte, iba a corriente con la sociedad. Aún así, él le dijo la verdad, no le dejó que se hiciera ilusiones. Tampoco es que ella fuera a pensar en una vida mejor. Por ahora, no veía otra cosa más allá que su vida actual.
Escuchó lo que le decía. Al parecer no era de ese tipo de hombres que buscase sexo con regularidad. Quizá solo había sido una casualidad. Quizá Golnar había sabido llamar su atención lo suficiente como para que pudiese pagar por ella. Quizá, si no hubiera sido una prostituta, la hubiese intentado conquistar como un auténtico caballero. Pero él lo tenía mucho más fácil. El olor del dinero era lo que la llamaba, por desgracia. Al menos el hombre que se había acercado a ella era bastante atractivo, eso cualquiera lo podría ver.
─Entiendo. Usted es de esos que aprecian cada detalle del mundo que nos rodea─ le dijo dando otro sorbo a su café─. Me gusta. Últimamente se va con demasiada prisa a todos los lugares y no se ve lo que nos rodea─ miró la taza y después a él mostrándole una sonrisa─. Creo que ha acertado. Este café está realmente delicioso, nunca había probado otro igual.─le dijo con toda sinceridad aunque lo cierto era que no solía ser de las personas que bebieran café a diario, rara vez lo probaba pero aquel estaba delicioso─. Dígame, ¿nunca ha tenido usted esposa?─ le preguntó, ya que estaban con preguntas personales, no dudaría en preguntarle alguna más.
Escuchó lo que le decía. Al parecer no era de ese tipo de hombres que buscase sexo con regularidad. Quizá solo había sido una casualidad. Quizá Golnar había sabido llamar su atención lo suficiente como para que pudiese pagar por ella. Quizá, si no hubiera sido una prostituta, la hubiese intentado conquistar como un auténtico caballero. Pero él lo tenía mucho más fácil. El olor del dinero era lo que la llamaba, por desgracia. Al menos el hombre que se había acercado a ella era bastante atractivo, eso cualquiera lo podría ver.
─Entiendo. Usted es de esos que aprecian cada detalle del mundo que nos rodea─ le dijo dando otro sorbo a su café─. Me gusta. Últimamente se va con demasiada prisa a todos los lugares y no se ve lo que nos rodea─ miró la taza y después a él mostrándole una sonrisa─. Creo que ha acertado. Este café está realmente delicioso, nunca había probado otro igual.─le dijo con toda sinceridad aunque lo cierto era que no solía ser de las personas que bebieran café a diario, rara vez lo probaba pero aquel estaba delicioso─. Dígame, ¿nunca ha tenido usted esposa?─ le preguntó, ya que estaban con preguntas personales, no dudaría en preguntarle alguna más.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
-El mundo es demasiado interesante como para dejar pasar cosas por alto – Comentó ante lo que ella dijo, muchos vampiros perdían interés en la vida y se aburrían del mundo en que vivían conforme se volvían más viejos, por el contrario Erkki había encontrado que, disfrutar de los pequeños placeres de la vida, era lo que le seguía dando sentido a su existencia.
-Oh si, el café es uno de esos placeres de la vida de los que hablo – Comentó agradado por que a ella le gustara el café que le había sugerido – Si nos volvemos a ver tienes que definitivamente probar otros – Le mostró la carta señalando las larga lista de cafés. Ante la pregunta sobre si se había casado, Erkki se recostó hacía atrás en la silla y se quedó unos momentos pensativo. Era una pregunta fácil de responder si revelaba que era vampiro, Erkki sabía que habían humanos en la ciudad que sabían de la existencia de las criaturas sobrenaturales.
Pero no sabía si Saphir era una de ellas, debía omitir el hecho de que llevaba 400 años por el mundo y eso era demasiado tiempo para conocer mujeres, en total se había enamorado de 3 mujeres con las que tuvo largas relaciones de muchos años, pero ¿Cómo explicar todo eso sin revelar su naturaleza?.
- No, nunca me casé – Respondió meneando con la cabeza – Pensarás que soy un bicho raro por no seguir las reglas de la sociedad en cuanto a lo que se espera de un hombre... pero... la peste negra, mató a casi toda mi familia cuando era niño, dejando sólo a mi padre y a una hermana vivos, no soy Francés, lo habrás notado por mi acento, vengo del norte, de Finlandia – Continuó llevándose una mano por el cabello cano con suavidad – En el pueblo donde crecí la gente estaba tan preocupada por sobrevivir a la peste, que no había tiempo para pensar en matrimonios o en criar hijos – Aquello era completamente cierto, pero estaba obviando el hecho de que había pasado 390 años atrás – Decidí dedicarme a mi labor como médico, salvar vidas era para mi como un designio divino, digamos que me dediqué a ello como un verdadero sacerdote, dejando de lado mi vida personal – Concluyó.
-Oh si, el café es uno de esos placeres de la vida de los que hablo – Comentó agradado por que a ella le gustara el café que le había sugerido – Si nos volvemos a ver tienes que definitivamente probar otros – Le mostró la carta señalando las larga lista de cafés. Ante la pregunta sobre si se había casado, Erkki se recostó hacía atrás en la silla y se quedó unos momentos pensativo. Era una pregunta fácil de responder si revelaba que era vampiro, Erkki sabía que habían humanos en la ciudad que sabían de la existencia de las criaturas sobrenaturales.
Pero no sabía si Saphir era una de ellas, debía omitir el hecho de que llevaba 400 años por el mundo y eso era demasiado tiempo para conocer mujeres, en total se había enamorado de 3 mujeres con las que tuvo largas relaciones de muchos años, pero ¿Cómo explicar todo eso sin revelar su naturaleza?.
- No, nunca me casé – Respondió meneando con la cabeza – Pensarás que soy un bicho raro por no seguir las reglas de la sociedad en cuanto a lo que se espera de un hombre... pero... la peste negra, mató a casi toda mi familia cuando era niño, dejando sólo a mi padre y a una hermana vivos, no soy Francés, lo habrás notado por mi acento, vengo del norte, de Finlandia – Continuó llevándose una mano por el cabello cano con suavidad – En el pueblo donde crecí la gente estaba tan preocupada por sobrevivir a la peste, que no había tiempo para pensar en matrimonios o en criar hijos – Aquello era completamente cierto, pero estaba obviando el hecho de que había pasado 390 años atrás – Decidí dedicarme a mi labor como médico, salvar vidas era para mi como un designio divino, digamos que me dediqué a ello como un verdadero sacerdote, dejando de lado mi vida personal – Concluyó.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Le gustaba la forma en la que aquel hombre hablaba. Era casi hipnótica. Tenía unas ideas que a Golnar le fascinaban. El hecho de tener la concepción de que había muchas cosas por el camino y que por eso había que detenerse para mirar hasta el más mísero detalle, era admirable.
Sabía que tenía que probar muchos más pero solo lo haría si estaba en su compañía. No iba a ir ella sola a un café como aquel. Quizá, algún día podía permitírselo pero no lo suficiente como para probar todos y cada uno de ellos.
La historia que le contó le pareció demasiado horrible. Mucho más que lo que había pasado ella, sin duda. Ahora entendía mejor su vocación por ser médico. Había estado rodeado de muerte toda su vida y no debería querer que más personas muriesen de manera tan injusta.
─Vaya... perdón por preguntar. No debí hacerlo─ le comentó mientras tomaba otro sorbo de café. Lo cierto era que él le había contado todo aquello porque había querido pero ella no se podía sentir más que culpable por haber iniciado el tema─. Pero creo que es el momento de dejar de pensar en las personas que necesiten ayuda y mirar por usted. Ser egoísta de vez en cuando no viene nada mal.
Casi como un acto inconsciente su pie se topó con la pierna del hombre y este la acarició levemente. No podía evitar hacer cosas como esa, era en ese momento Saphir y ella debía lograr que todo hombre sintiese deseos por ella o se sintiesen al menos queridos por unos instantes.
Sabía que tenía que probar muchos más pero solo lo haría si estaba en su compañía. No iba a ir ella sola a un café como aquel. Quizá, algún día podía permitírselo pero no lo suficiente como para probar todos y cada uno de ellos.
La historia que le contó le pareció demasiado horrible. Mucho más que lo que había pasado ella, sin duda. Ahora entendía mejor su vocación por ser médico. Había estado rodeado de muerte toda su vida y no debería querer que más personas muriesen de manera tan injusta.
─Vaya... perdón por preguntar. No debí hacerlo─ le comentó mientras tomaba otro sorbo de café. Lo cierto era que él le había contado todo aquello porque había querido pero ella no se podía sentir más que culpable por haber iniciado el tema─. Pero creo que es el momento de dejar de pensar en las personas que necesiten ayuda y mirar por usted. Ser egoísta de vez en cuando no viene nada mal.
Casi como un acto inconsciente su pie se topó con la pierna del hombre y este la acarició levemente. No podía evitar hacer cosas como esa, era en ese momento Saphir y ella debía lograr que todo hombre sintiese deseos por ella o se sintiesen al menos queridos por unos instantes.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
-Esta bien, ha pasado mucho tiempo desde eso, así que no me molesta hablar de ello – Le indicó para que no se sintiera mal por ser indiscreta, la verdad era que habían pasado centenares de años, era suficiente como para olvidar cualquier pena, él ya había pasado por todo el dolor de ver envejecer a sus familiares (a los que le quedaban) y amigos para luego morir mientras el seguía vivo en su eterna maldición como ser de la noche.
Entonces ella cambió un poco el tema y Erkki notó la insinuación bajo la mesa, las mujeres tenían esa capacidad de hacer olvidar todo lo malo con pequeños gestos. El vampiro sonrió procurando no mostrar sus colmillos y se llevó el café a los labios para beber un par de tragos.
-Precisamente mi petite fleur... ¿Puedo llamarte así? - Comentó con una mirada pícara – Es que esta noche he decidido disfrutar de tu compañía, es mi acto egoísta en mi noche libre – Aceptó y es que consideraba que pagar a una cortesana era un acto meramente egoísta, el hombre pagaba por su satisfacción física, sin embargo a él le parecía que un caballero no debía perder su compostura y apresurar las cosas, una cortesana era una mujer al fin y al cabo, como mínimo un café antes de proceder sería lo más adecuado.
- Mi casa está bastante lejos de aquí, necesitaríamos coger un carruaje... ¿Se te ocurre otro lugar al que podamos ir para tener algo más de privacidad? - Le pregunto, el café ya lo traía por la mitad y las miradas de los demás clientes parecían volverse cada vez más severas pues parecían comprender el tipo de trabajo que llevaba la mujer que lo acompañaba.
Entonces ella cambió un poco el tema y Erkki notó la insinuación bajo la mesa, las mujeres tenían esa capacidad de hacer olvidar todo lo malo con pequeños gestos. El vampiro sonrió procurando no mostrar sus colmillos y se llevó el café a los labios para beber un par de tragos.
-Precisamente mi petite fleur... ¿Puedo llamarte así? - Comentó con una mirada pícara – Es que esta noche he decidido disfrutar de tu compañía, es mi acto egoísta en mi noche libre – Aceptó y es que consideraba que pagar a una cortesana era un acto meramente egoísta, el hombre pagaba por su satisfacción física, sin embargo a él le parecía que un caballero no debía perder su compostura y apresurar las cosas, una cortesana era una mujer al fin y al cabo, como mínimo un café antes de proceder sería lo más adecuado.
- Mi casa está bastante lejos de aquí, necesitaríamos coger un carruaje... ¿Se te ocurre otro lugar al que podamos ir para tener algo más de privacidad? - Le pregunto, el café ya lo traía por la mitad y las miradas de los demás clientes parecían volverse cada vez más severas pues parecían comprender el tipo de trabajo que llevaba la mujer que lo acompañaba.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Se tranquilizó al escuchale hablar. Al parecer no se había molestado y eso era bueno. No quería que se ofendiese y que se marchase, dejándola sin cliente aquella noche. No debía tener ni un desliz si no quería fracasar en aquella especia de conquista.
Petite fleur. Le gustaba aquel mote así que asintió con su cabeza ante su pregunta. Siendo Saphir, sus clientes podían llamarla como más le gustasen. Incluso utilizaban nombre de jóvenes conocidas que llamaban su atención y fingían que Golnar era ellas. No le importaba, siempre que pudiera tener el dinero, todo era válido.
Pensó unos segundos antes de poder contestar. Lo cierto era que no tenía un sitio fijo para llevar clientes. Normalmente iban a su casa u otras veces se hospedaban en algún hostal de precio bajo. Claro que eso corría a cuenta del cliente y no le importaba. Tenía que pensar... Algún lugar cercano en el que hubiese privacidad.
─¿Qué le parece si somos un poco rebeldes?─ le dijo levantando una ceja y sonriendo de manera pícara─Sé que hay una casa abandonada no muy lejos de aquí. Dudo que muchas personas sepan cómo entrar. A pesar de su aspecto exterior, es bastante bonita por dentro─ le dijo dando otro sorbo a su café para acabarlo de un tirón─color=#e83745]¿Se apunta?[/color]
Petite fleur. Le gustaba aquel mote así que asintió con su cabeza ante su pregunta. Siendo Saphir, sus clientes podían llamarla como más le gustasen. Incluso utilizaban nombre de jóvenes conocidas que llamaban su atención y fingían que Golnar era ellas. No le importaba, siempre que pudiera tener el dinero, todo era válido.
Pensó unos segundos antes de poder contestar. Lo cierto era que no tenía un sitio fijo para llevar clientes. Normalmente iban a su casa u otras veces se hospedaban en algún hostal de precio bajo. Claro que eso corría a cuenta del cliente y no le importaba. Tenía que pensar... Algún lugar cercano en el que hubiese privacidad.
─¿Qué le parece si somos un poco rebeldes?─ le dijo levantando una ceja y sonriendo de manera pícara─Sé que hay una casa abandonada no muy lejos de aquí. Dudo que muchas personas sepan cómo entrar. A pesar de su aspecto exterior, es bastante bonita por dentro─ le dijo dando otro sorbo a su café para acabarlo de un tirón─color=#e83745]¿Se apunta?[/color]
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
La propuesta de ella le hizo arquear las cejas con sorpresa, uno pensaría que ser tan viejo y haber estado en el mundo por tanto tiempo, pocas cosas podrían sorprenderle y que ya habría probado de todo, sin embargo no era el caso de Erkki, a pesar de su edad siempre había sido un hombre bastante conservador, especialmente con el sexo, a él lo habían criado con la idea de que uno debía casarse y sólo tener sexo dentro del matrimonio, pero él nunca se había casado y se había encontrado vagando la eternidad sólo, el mundo no era como la gente lo visualizaba muchas veces y era interesante desafiar esas reglas establecidas de vez en cuando.
De lo contrario ¿Que gracia tendría ser inmortal?
-Me has tomado por sorpresa – Dijo al fin, luego de escuchar la propuesta – Sin duda toda una aventura... ¿Y que haremos si la casa está embrujada? - Bromeó con una media sonrisa, bebió lo que quedaba del café negro, la idea de aventurarse en una propiedad ¿Privada? Que no era suya para hacer cosas pecaminosas con una mujer le parecía alucinante – Pensé que a las mujeres había que emborracharlas primero para que aceptaran hacer algo como eso – Agregó en el mismo tono, sabía que hablaba con una prostituta, pero le gustaba mantener una relación más bien amigable y no solamente algo tipo servicio – cliente.
- ¿Vamos entonces? - Le preguntó cuando hubo terminado su bebida.
De lo contrario ¿Que gracia tendría ser inmortal?
-Me has tomado por sorpresa – Dijo al fin, luego de escuchar la propuesta – Sin duda toda una aventura... ¿Y que haremos si la casa está embrujada? - Bromeó con una media sonrisa, bebió lo que quedaba del café negro, la idea de aventurarse en una propiedad ¿Privada? Que no era suya para hacer cosas pecaminosas con una mujer le parecía alucinante – Pensé que a las mujeres había que emborracharlas primero para que aceptaran hacer algo como eso – Agregó en el mismo tono, sabía que hablaba con una prostituta, pero le gustaba mantener una relación más bien amigable y no solamente algo tipo servicio – cliente.
- ¿Vamos entonces? - Le preguntó cuando hubo terminado su bebida.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Le sonrió al oírle decir lo que en su rostro era bastante evidente. Se había sorprendido ante su sugerencia. Sí, era diferente pero ¿es que a caso aquella situación no era distinta? Ningún cliente hasta el momento la había invitado a un café. Así que era un acontecimiento especial.
─Estoy segura de que alguien como usted no le temerá a los fantasmas─ le dijo con una sonrisa pícara. Le agradaba que no la tratase como lo que realmente era. Él la trataba como una auténtica mujer y aquello la hacía sentir bien. Pero no debía de olvidar que estaba en horarios de trabajo y no podía dejar que su guardia se echara abajo solo por un par de palabras bonitas─. Vamos.
Se bebió lo que quedaba de café y se levantó sin ver si él le seguía o no. Había que pagar la cuenta y eso era un tema que mejor prefería ignorar así que lo esperó fuera del local. El contraste con la temperatura del interior del lugar fue fuerte. Se había imaginado que en la calle seguía haciendo el mismo frío pero la sorprendió. Sus mejillas se enfriaron y perdieron el color sonrojado que habían conseguido debido al ambiente del local.
Cuando lo vio salir, cogió la mano del hombre sin temor y lo guió entre las diferentes calles hasta acabar en una especie de callejón. Las puertas estaban incrustadas en la pared de ladrillo y parecía que todas las casas estaban totalmente vacías. Se detuvo ante una puerta de color verde que se había ido destiñendo con el paso del tiempo y ya se veía el color original de la madera. Bueno, quizá era demasiado fácil entrar allí pero nadie se atrevía a hacerlo. Le dio un leve empujón a la puerta y esta se abrió casi de inmediato.
Entró sin temor alguno a pesar de que el interior estaba totalmente oscuro y le indicó al hombre que entrara con ella y cerrase la puerta. Aspiró el aroma del lugar, el polvo y la humedad se mezclaban dándole un cierto encanto casi salido del mundo de los muertos. Todos los recuerdos habían quedado allí quietos, esperando a que alguien los volviese a la vida. Si no lo recordaba mal... había un par de velas en la mesa cercana a la puerta. Tanteó en la oscuridad y dio con ellas. Había ido allí un par de veces y había dejado velas para cuando quisiera visitar aquel lugar y se le hiciese de noche. Parecía que lo había pensado incluso. Encendió las velas y la estancia se iluminó levemente. Era un acogedor salón; los muebles estaban rodeando la chimenea, había varios retratos colgados en las paredes y algunos que otros muebles donde, seguramente, hubieran guardado la vajilla. A Golnar le parecía un lugar bastante bonito y era un detalle que todo siguiera tal y como lo habían dejado los anteriores dueños.
─Aquí estamos pues─ dijo dejando varias velas por los alrededores para iluminar aún la estancia─. He venido ya un par de veces y siempre me pregunto cómo sería la vida de las personas que habitaban aquí─ le dijo contemplando uno de los retratos en el que se veía a una hermosa familia.
─Estoy segura de que alguien como usted no le temerá a los fantasmas─ le dijo con una sonrisa pícara. Le agradaba que no la tratase como lo que realmente era. Él la trataba como una auténtica mujer y aquello la hacía sentir bien. Pero no debía de olvidar que estaba en horarios de trabajo y no podía dejar que su guardia se echara abajo solo por un par de palabras bonitas─. Vamos.
Se bebió lo que quedaba de café y se levantó sin ver si él le seguía o no. Había que pagar la cuenta y eso era un tema que mejor prefería ignorar así que lo esperó fuera del local. El contraste con la temperatura del interior del lugar fue fuerte. Se había imaginado que en la calle seguía haciendo el mismo frío pero la sorprendió. Sus mejillas se enfriaron y perdieron el color sonrojado que habían conseguido debido al ambiente del local.
Cuando lo vio salir, cogió la mano del hombre sin temor y lo guió entre las diferentes calles hasta acabar en una especie de callejón. Las puertas estaban incrustadas en la pared de ladrillo y parecía que todas las casas estaban totalmente vacías. Se detuvo ante una puerta de color verde que se había ido destiñendo con el paso del tiempo y ya se veía el color original de la madera. Bueno, quizá era demasiado fácil entrar allí pero nadie se atrevía a hacerlo. Le dio un leve empujón a la puerta y esta se abrió casi de inmediato.
Entró sin temor alguno a pesar de que el interior estaba totalmente oscuro y le indicó al hombre que entrara con ella y cerrase la puerta. Aspiró el aroma del lugar, el polvo y la humedad se mezclaban dándole un cierto encanto casi salido del mundo de los muertos. Todos los recuerdos habían quedado allí quietos, esperando a que alguien los volviese a la vida. Si no lo recordaba mal... había un par de velas en la mesa cercana a la puerta. Tanteó en la oscuridad y dio con ellas. Había ido allí un par de veces y había dejado velas para cuando quisiera visitar aquel lugar y se le hiciese de noche. Parecía que lo había pensado incluso. Encendió las velas y la estancia se iluminó levemente. Era un acogedor salón; los muebles estaban rodeando la chimenea, había varios retratos colgados en las paredes y algunos que otros muebles donde, seguramente, hubieran guardado la vajilla. A Golnar le parecía un lugar bastante bonito y era un detalle que todo siguiera tal y como lo habían dejado los anteriores dueños.
─Aquí estamos pues─ dijo dejando varias velas por los alrededores para iluminar aún la estancia─. He venido ya un par de veces y siempre me pregunto cómo sería la vida de las personas que habitaban aquí─ le dijo contemplando uno de los retratos en el que se veía a una hermosa familia.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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