AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
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La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
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La curiosidad mató al gato
La vida de un vampiro no tenía porqué ser solitaria, muchos vampiros asistían a pomposas fiestas y mantenían una acalorada vida social, pero ser vampiro y doctor no era una buena combinación, especialmente si se era responsable como Erkki quien procuraba siempre cumplir con sus turnos nocturnos en el hospital. Llevaba alrededor de unos 10 años desde que se había mudado a París y aunque aún tenía un poco de acento sueco, dominaba perfectamente el Francés.
Esa noche no tenía turno en el hospital así que decidió dar un paseo por la ciudad, cada noche para él era una aventura en la que podía conocer gente interesante y aprender algo en el proceso, aún cuando llevaba 400 años trasegando por la faz de la tierra, no había pedido la capacidad del asombro y disfrutaba de los pequeños placeres que otorgaba la vida. Iba vestido de manera sobria y clásica, no había cambiado de estilo en centenas de años, siempre iba con colores oscuros, pero procuraba darle un toque de vida al traje con un color vivo, generalmente un listón rojo carmesí en el sombrero o una corbata a juego que resaltara.
No tenía un plan específico ni un rumbo en particular pero se encontró caminando por una estrecha calle bastante solitaria en donde había una mujer vestida con un buen escote provocador ¿Que hacía una dama en medio de la noche en una calle como esa? Se preguntó, por unos instantes, era una suerte que ya hubiera bebido de lo contrario podría correr peligro. Decidió acercarse a ella de forma casual pues Erkki era tan curioso como un gato y una vez se le metía una duda en la cabeza no había poder humano que pudiera detenerlo.
- Buenas noches Madame – Exclamó cuando estaba a unos metros de distancia – Es una calle bastante solitaria y oscura para que una dama se encuentre sola ¿Necesita ayuda? - Preguntó quitándose el sombrero en un gesto educado.
La curiosidad mató al gato
La vida de un vampiro no tenía porqué ser solitaria, muchos vampiros asistían a pomposas fiestas y mantenían una acalorada vida social, pero ser vampiro y doctor no era una buena combinación, especialmente si se era responsable como Erkki quien procuraba siempre cumplir con sus turnos nocturnos en el hospital. Llevaba alrededor de unos 10 años desde que se había mudado a París y aunque aún tenía un poco de acento sueco, dominaba perfectamente el Francés.
Esa noche no tenía turno en el hospital así que decidió dar un paseo por la ciudad, cada noche para él era una aventura en la que podía conocer gente interesante y aprender algo en el proceso, aún cuando llevaba 400 años trasegando por la faz de la tierra, no había pedido la capacidad del asombro y disfrutaba de los pequeños placeres que otorgaba la vida. Iba vestido de manera sobria y clásica, no había cambiado de estilo en centenas de años, siempre iba con colores oscuros, pero procuraba darle un toque de vida al traje con un color vivo, generalmente un listón rojo carmesí en el sombrero o una corbata a juego que resaltara.
No tenía un plan específico ni un rumbo en particular pero se encontró caminando por una estrecha calle bastante solitaria en donde había una mujer vestida con un buen escote provocador ¿Que hacía una dama en medio de la noche en una calle como esa? Se preguntó, por unos instantes, era una suerte que ya hubiera bebido de lo contrario podría correr peligro. Decidió acercarse a ella de forma casual pues Erkki era tan curioso como un gato y una vez se le metía una duda en la cabeza no había poder humano que pudiera detenerlo.
- Buenas noches Madame – Exclamó cuando estaba a unos metros de distancia – Es una calle bastante solitaria y oscura para que una dama se encuentre sola ¿Necesita ayuda? - Preguntó quitándose el sombrero en un gesto educado.
Última edición por Erkki Aliranta el Lun Ene 18, 2016 10:03 am, editado 1 vez
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Sólo sonrió cuando ella le dijo que alguien como él no temería a los fantasmas, si ella supiera sobre su verdadera naturaleza, se daría cuenta que podía ser mucho más peligrosa que cualquier espectro o fantasma. Ella se terminó el café y salió de la cafetería, Erkki se apresuró a pagar la cuenta, tomar su abrigo y sombrero y salir tras de ella. Afuera el frío era abrazador, pero para él, el cambio climático no significaba nada, su piel era casi tan fría como el clima mismo y no sentía gran diferencia, sin embargo apretó el abrigo contra su pecho para aparentar que notaba el frío.
Siguió a Saphir por las calles Parisínas y mientras lo hacía se cuestionaba si confiaba en esa mujer. Recién la conocía, era poco lo que sabía de ella y era inclusive probable que todo lo que hubiera dicho fueran mentiras, una cortesana no estaba obligada a contarle la verdad sobre su vida a los clientes. Quizás debía poner algo de fé en ese encuentro fortuito, en ese pequeño juego del destino que hizo que sus almas errantes se encontraran en esa fría solitaria calle.
Llegaron a la casa y notó que se sentía nervioso. Una sensación que hacía mucho tiempo no experimentaba. Cómo doctor la adrenalina hace parte del día a día (o de la noche en su caso) cuando trataba emergencias y con el tiempo se había vuelto más una costumbre, así que sentirse nervioso no era común para él. Sin embargo estaban en un terreno desconocido para él un hogar que estaba lleno de objetos abandonados, cuadros y demás cosas que sugerían que allí había ocurrido algo y que ellos eran como una especie de invasores.
La luz de las velas iluminaba paulatinamente el rostro de Saphir, sus ojos destellaron suavemente dándole cierto aire de misticismo, se preguntaba si ella se sentiría atraída hacía su rostro, si notaba algo diferente en sus ojos o en su piel. Erkki no se consideraba un vampiro atractivo, pues había conocido Vampiros que eran perfectos seductores con sonrisas y ojos de ensueño, así que se preguntaba si, Saphir le consideraba atractivo o si sólo le veía como un cliente.
- Mi petite fleur - Susurro acercándose a ella, con la mano derecha tomando el mentón de ella - No quiero pensar en otras personas - Una sonrisa se formó en sus labios aunque procuro mantener sus colmillos ocultos - Sólo quiero pensar en nosotros -
No supo si era la iluminación tenue de las velas sobre sus labios sonrosados o el sitio tétricamente abandonado que los envolvía, pero se encontró depositando un suave beso en la mejilla izquierda de ella y luego con lentitud se dirigió hasta su boca, su aliento frío muerto se mezcló con el aliento cálido de ese cuerpo vivo y palpitante.
Siguió a Saphir por las calles Parisínas y mientras lo hacía se cuestionaba si confiaba en esa mujer. Recién la conocía, era poco lo que sabía de ella y era inclusive probable que todo lo que hubiera dicho fueran mentiras, una cortesana no estaba obligada a contarle la verdad sobre su vida a los clientes. Quizás debía poner algo de fé en ese encuentro fortuito, en ese pequeño juego del destino que hizo que sus almas errantes se encontraran en esa fría solitaria calle.
Llegaron a la casa y notó que se sentía nervioso. Una sensación que hacía mucho tiempo no experimentaba. Cómo doctor la adrenalina hace parte del día a día (o de la noche en su caso) cuando trataba emergencias y con el tiempo se había vuelto más una costumbre, así que sentirse nervioso no era común para él. Sin embargo estaban en un terreno desconocido para él un hogar que estaba lleno de objetos abandonados, cuadros y demás cosas que sugerían que allí había ocurrido algo y que ellos eran como una especie de invasores.
La luz de las velas iluminaba paulatinamente el rostro de Saphir, sus ojos destellaron suavemente dándole cierto aire de misticismo, se preguntaba si ella se sentiría atraída hacía su rostro, si notaba algo diferente en sus ojos o en su piel. Erkki no se consideraba un vampiro atractivo, pues había conocido Vampiros que eran perfectos seductores con sonrisas y ojos de ensueño, así que se preguntaba si, Saphir le consideraba atractivo o si sólo le veía como un cliente.
- Mi petite fleur - Susurro acercándose a ella, con la mano derecha tomando el mentón de ella - No quiero pensar en otras personas - Una sonrisa se formó en sus labios aunque procuro mantener sus colmillos ocultos - Sólo quiero pensar en nosotros -
No supo si era la iluminación tenue de las velas sobre sus labios sonrosados o el sitio tétricamente abandonado que los envolvía, pero se encontró depositando un suave beso en la mejilla izquierda de ella y luego con lentitud se dirigió hasta su boca, su aliento frío muerto se mezcló con el aliento cálido de ese cuerpo vivo y palpitante.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar de nuevo el apodo. Había sido diferente, lo había pronunciado diferente. Se vio obligada a mirarle a los ojos. Su respiración se aceleró al igual que su pulso. Era como si todo su cuerpo fuese consciente de lo que venía tras aquella palabras. ¿Nosotros? Era una extraña forma de referirse a aquella relación. No era ni siquiera una relación. No era nada más que un encuentro entre un cliente y una prostituta.
Cerró los ojos al sentir sus labios sobre los suyos. Le extrañó el frío que le transmitieron. Como si las calles parisinas hubiesen hecho mella en su cuerpo. Como si el frío de afuera no hubiese desaparecido del todo. Entreabrió un poco los labios cuando él se separó de su mejilla. La caballerosidad que había mantenido hasta el momento, seguro que se perdería en unos cuántos segundos. Quizá la tratase con delicadeza o quizá era todo lo contrario a sus apariencias. Dejó que la besase. Al principio, fue algo tímida. Siempre le costaba adecuarse a la situación. Después de tantos años, no había podido eliminar esa faceta de ella. Pero a los clientes parecía gustarle. Una chica que no parecía virginal pero que en los brazos de su hombre se entregaba pasivamente a él.
Subió la intensidad del beso. Agarrando la camisa del hombre y atrayéndolo un poco más a ella. Quería demostrarle que no se había equivocado al elegirla a ella, al centrarse en una mujer a la que tenía que pagar. Rodeó su cuello con ambas manos y se puso levemente de puntilla para llegar mejor a los labios del hombre. Una de sus manos se dirigieron a su cabellera y enredó sus dedos en ella. Mientras que la otra recorrió la espalda del hombre. Debía dejarle sin aliento. Debía hacer que él pidiera más, al fin y al cabo ella estaba a su absoluta merced. Podía hacer lo que más le complaciese y ella no rechazaría ninguna proposición.
Cerró los ojos al sentir sus labios sobre los suyos. Le extrañó el frío que le transmitieron. Como si las calles parisinas hubiesen hecho mella en su cuerpo. Como si el frío de afuera no hubiese desaparecido del todo. Entreabrió un poco los labios cuando él se separó de su mejilla. La caballerosidad que había mantenido hasta el momento, seguro que se perdería en unos cuántos segundos. Quizá la tratase con delicadeza o quizá era todo lo contrario a sus apariencias. Dejó que la besase. Al principio, fue algo tímida. Siempre le costaba adecuarse a la situación. Después de tantos años, no había podido eliminar esa faceta de ella. Pero a los clientes parecía gustarle. Una chica que no parecía virginal pero que en los brazos de su hombre se entregaba pasivamente a él.
Subió la intensidad del beso. Agarrando la camisa del hombre y atrayéndolo un poco más a ella. Quería demostrarle que no se había equivocado al elegirla a ella, al centrarse en una mujer a la que tenía que pagar. Rodeó su cuello con ambas manos y se puso levemente de puntilla para llegar mejor a los labios del hombre. Una de sus manos se dirigieron a su cabellera y enredó sus dedos en ella. Mientras que la otra recorrió la espalda del hombre. Debía dejarle sin aliento. Debía hacer que él pidiera más, al fin y al cabo ella estaba a su absoluta merced. Podía hacer lo que más le complaciese y ella no rechazaría ninguna proposición.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Ella correspondió el beso tímida al comienzo, pero luego fue subiendo la intensidad del beso, inclusive acariciándole el cabello, por primera vez en mucho tiempo el Doctor no tenía miedo al rechazo, estaba seguro que ella aceptaría cualquier propuesta que el le hiciera esa noche, después de todo se trataba de una cortesana. Era extraño tener sex de ese modo, Erkki no estaba acostumbrado, pero no le molestaba, él era un hombre al fin y al cabo, tenía necesidades como cualquier otro.
Continuó el beso siendo cuidadoso con la lengua, no quería que ella se topara con sus colmillos por accidente, eso traería muchas preguntas, por lo que prefirió cortar el beso y deslizar su boca por el cuello de ella depositando pequeños besos trazando un camino hacía su oreja – Sexy petite fleur – Susurró, luego se le ocurrió que, si iban a desnudarse en ese sitio con tan baja temperatura ella terminaría por coger un resfriado – Espera un momento – Le indicó y se alejó de ella buscando en la semi oscuridad la chimenea de la casa.
La chimenea lucía olvidada, habían varios maderos quemados y una que otra pieza de carbón pero no era suficiente para hacer una buena flama, Erkki tomó una silla desvencijada y empolvada que había en una esquina y con gran facilidad la partió con las manos colocando los pedazos de madera en la chimenea, tomó una de las velas que Saphir había encendido y la prendió la madera, al cabo de unos minutos el lugar se iluminó y la tibieza de las llamas bañaron el recinto.
- Mucho más acogedor ¿No te parece? - Preguntó tomando a la mujer de la mano y acercándola contra su cuerpo al lado de la fogata - ¿En donde nos habíamos quedado? -
Continuó el beso siendo cuidadoso con la lengua, no quería que ella se topara con sus colmillos por accidente, eso traería muchas preguntas, por lo que prefirió cortar el beso y deslizar su boca por el cuello de ella depositando pequeños besos trazando un camino hacía su oreja – Sexy petite fleur – Susurró, luego se le ocurrió que, si iban a desnudarse en ese sitio con tan baja temperatura ella terminaría por coger un resfriado – Espera un momento – Le indicó y se alejó de ella buscando en la semi oscuridad la chimenea de la casa.
La chimenea lucía olvidada, habían varios maderos quemados y una que otra pieza de carbón pero no era suficiente para hacer una buena flama, Erkki tomó una silla desvencijada y empolvada que había en una esquina y con gran facilidad la partió con las manos colocando los pedazos de madera en la chimenea, tomó una de las velas que Saphir había encendido y la prendió la madera, al cabo de unos minutos el lugar se iluminó y la tibieza de las llamas bañaron el recinto.
- Mucho más acogedor ¿No te parece? - Preguntó tomando a la mujer de la mano y acercándola contra su cuerpo al lado de la fogata - ¿En donde nos habíamos quedado? -
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Dejó que el hombre actuase como quisiera y se dejó llevar. Al fin y al cabo, el hombre se había portado bien con ella y lo único que podía hacer era disfrutar de sus besos y de sus palabras. Se quedó paralizada al escuchar que él se alejaba de ella. No conocía sus intenciones pero al ver las llamas en la chimenea todo encajó en su cabeza. Le sonrió y se acercó con él a la chimenea. El fuego crepitaba y adoraba que el calor se instaurase en su cuerpo. Cerró los ojos, disfrutando de ese instante para después abrirlos y posarlos sobre el hombre que tenía delante. Le mostró una sonrisa pícara y se acercó a su oído, lo mordiqueó levemente y le susurró.
─Creo que ibas a deshacerte de mi ropa─ se separó de su oído y volvió a juntar sus labios mientras recorría de nuevo el torso del hombre con ambas manos. El fuego crepitaba y Saphir aumentó de nuevo el beso, no podían ir tan deprisa. Mejor era disfrutar poco a poco de cada detalle. La anticipación por lo que estaba por venir era un incentivo para no desprenderse aún de su ropa.
Sin embargo, no tardó mucho más en comenzar a tirar de la camisa del hombre hacia arriba. Tenía que estar fuera. Logró hacerse un hueco entre la tela y colocó sus manos sobre el pecho del hombre, acariciando por fin su suave y fría piel.
─Es usted demasiado tentador─ le dijo sobre su boca cuando le mordió el labio inferior. Las palabras eran tan importante como los gestos. Todo contaba en aquel juego de dos.
─Creo que ibas a deshacerte de mi ropa─ se separó de su oído y volvió a juntar sus labios mientras recorría de nuevo el torso del hombre con ambas manos. El fuego crepitaba y Saphir aumentó de nuevo el beso, no podían ir tan deprisa. Mejor era disfrutar poco a poco de cada detalle. La anticipación por lo que estaba por venir era un incentivo para no desprenderse aún de su ropa.
Sin embargo, no tardó mucho más en comenzar a tirar de la camisa del hombre hacia arriba. Tenía que estar fuera. Logró hacerse un hueco entre la tela y colocó sus manos sobre el pecho del hombre, acariciando por fin su suave y fría piel.
─Es usted demasiado tentador─ le dijo sobre su boca cuando le mordió el labio inferior. Las palabras eran tan importante como los gestos. Todo contaba en aquel juego de dos.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Una vez encendida la chimenea, ella se había acercado para besarle de nuevo, correspondió el beso con igual intensidad, su deseo fue aumentando descontroladamente en su cuerpo conforme sintió las caricias de ella en su pecho y como le mordía el labio, no pudo evitar cuestionarse si, ella le decía lo mismo a los demás clientes o si sólo era el quien le parecía tentador. Intentó alejar esa pregunta de su mente y enfocarse solamente en lo que estaba haciendo. Hacía muchos años que no yacía con una mujer ¿Cuanto había pasado, una década o dos? Ni siquiera lo recordaba.
Corto el beso y se dirigió con su boca al cuello de la mujer, luego bajó besando hasta el escote de su vestido trazando un camino de besos hasta sus pechos, con sus manos subió por su espalda y comenzó a desabotonar el vestido liberando lentamente esos pechos que deseaba comer. El vestido resbaló por los hombros de ella, una visión bastante sensual, en sus pantalones sintió como su miembro se endurecía al observar esa piel descubierta.
-Ese corsé parece bastante apretado – Murmuró girándola por los hombros para buscar los lazos que le ataban, siempre se había preguntado como hacían las mujeres para respirar con esa cosa apretándoles las costillas, como médico le parecía una tortura necesaria, como hombre, le volvía loco como el corsé asentaba las curvas de Saphir haciendo parecer su cadera aún más ancha.
Tiró del lazo y el corsé y este se aflojó, deseaba desnudarla completamente pero decidió pausar en ese punto para observar ese cuerpo a medio vestir, imaginando como serían sus piernas bajo esa voluptuosa falda.
Corto el beso y se dirigió con su boca al cuello de la mujer, luego bajó besando hasta el escote de su vestido trazando un camino de besos hasta sus pechos, con sus manos subió por su espalda y comenzó a desabotonar el vestido liberando lentamente esos pechos que deseaba comer. El vestido resbaló por los hombros de ella, una visión bastante sensual, en sus pantalones sintió como su miembro se endurecía al observar esa piel descubierta.
-Ese corsé parece bastante apretado – Murmuró girándola por los hombros para buscar los lazos que le ataban, siempre se había preguntado como hacían las mujeres para respirar con esa cosa apretándoles las costillas, como médico le parecía una tortura necesaria, como hombre, le volvía loco como el corsé asentaba las curvas de Saphir haciendo parecer su cadera aún más ancha.
Tiró del lazo y el corsé y este se aflojó, deseaba desnudarla completamente pero decidió pausar en ese punto para observar ese cuerpo a medio vestir, imaginando como serían sus piernas bajo esa voluptuosa falda.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Erkki no dudaba en desatar su pasión que había estado guardando hasta ese instante. Algunos otros parecían más tímidos a la hora de la verdad y otros, como era el caso del hombre, se lanzaban hacia ella sin ninguna compasión, destruyendo sus muros y logrando que ella se dejara llevar por sus instintos puramente primarios.
Le había quitado la parte de arriba del vestido, no le había costado nada y eso solo lograba que aumentase su pasión. Le escuchó y simplemente asintió, sin articular palabra alguna. El corsé comenzaba a molestarle ya que su respiración se iba haciendo poco a poco más irregular. Esa clase de prendas no servían para correr o para hacer cualquier actividad que implicase un poco de movimiento. Se dejó dar la vuelta y le permitió desabrocharle el lazo. Sin embargo, frunció el ceño al ver que no seguía.
Se giró y le sonrió. No sabía lo que pasaba, no sabía por qué había detenido pero se lo pondría fácil. Se deslizó el vestido por el cuerpo, apartándolo a un lado, los hombres no lograban ver demasiado tras los ropajes de las mujeres pero ella quizá sí que iba un poco más al descubierto debido a su profesión. Se volvió a acercar a sus labios y, entretanto, se deshizo de su camisa. En aquel juego no había superiores ni subordinados, debían tratarse como iguales y no lo sería hasta que él no se desprendiera de alguna ropa más.
Le había quitado la parte de arriba del vestido, no le había costado nada y eso solo lograba que aumentase su pasión. Le escuchó y simplemente asintió, sin articular palabra alguna. El corsé comenzaba a molestarle ya que su respiración se iba haciendo poco a poco más irregular. Esa clase de prendas no servían para correr o para hacer cualquier actividad que implicase un poco de movimiento. Se dejó dar la vuelta y le permitió desabrocharle el lazo. Sin embargo, frunció el ceño al ver que no seguía.
Se giró y le sonrió. No sabía lo que pasaba, no sabía por qué había detenido pero se lo pondría fácil. Se deslizó el vestido por el cuerpo, apartándolo a un lado, los hombres no lograban ver demasiado tras los ropajes de las mujeres pero ella quizá sí que iba un poco más al descubierto debido a su profesión. Se volvió a acercar a sus labios y, entretanto, se deshizo de su camisa. En aquel juego no había superiores ni subordinados, debían tratarse como iguales y no lo sería hasta que él no se desprendiera de alguna ropa más.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Apreció su cuerpo a medio vestir, imaginando que se escondía bajo esos ropajes, le gustaba más cuando quedaban cosas a la imaginación. Saphir se quitó el corsé y el resto del vestido revelando el cuerpo desudo bajo él, Erkki observó sus pechos redondos de pezones rosados como pequeños brotes de flores, la curvatura de sus caderas y sus piernas largas y bien formadas.
-Ma petite fleur, tienes una piernas preciosas – Comentó admirándola, las piernas era la parte que casi nunca se podía apreciar en las mujeres gracias a los vestidos, pues los pantalones eran exclusivos para los hombres. Sintió como su hombría se apretaba con fuerza contra su pantalón conforme el deseo iba en aumento. Ella le había quitado la camisa y apenas si lo había notado.
Erkki no era un hombre fornido, no tenía grandes pectorales o brazos, era más bien de consistencia delgada, aunque su espalda si era ancha, su trabajo como doctor le dejaba poco tiempo para comer por lo que cuando estaba vivo tenía ese mismo cuerpo hasta el momento en el que fue convertido en vampiro.
Se acercó a ella una vez más, sus manos bordearon sus caderas y subieron hasta sus pechos para acariciarlos suavemente , al tiempo que volvía a besar su cuello y trazaba un camino hasta su boca. La besó en los labios con pasión usando sus dedos para pellizcar los pezones y masajearlos en círculos, sintió como se erguían al contacto y no pudo evitar cortar el beso para bajar con sus labios hasta ellos y besarlos con gula. En ese momento ya no pensaba en otra cosa que no fuera sexo, las preocupaciones de su vida y del día a día habían desaparecido, en ese momento su único fin era hacer que Saphir probara el paraíso.
-Ma petite fleur, tienes una piernas preciosas – Comentó admirándola, las piernas era la parte que casi nunca se podía apreciar en las mujeres gracias a los vestidos, pues los pantalones eran exclusivos para los hombres. Sintió como su hombría se apretaba con fuerza contra su pantalón conforme el deseo iba en aumento. Ella le había quitado la camisa y apenas si lo había notado.
Erkki no era un hombre fornido, no tenía grandes pectorales o brazos, era más bien de consistencia delgada, aunque su espalda si era ancha, su trabajo como doctor le dejaba poco tiempo para comer por lo que cuando estaba vivo tenía ese mismo cuerpo hasta el momento en el que fue convertido en vampiro.
Se acercó a ella una vez más, sus manos bordearon sus caderas y subieron hasta sus pechos para acariciarlos suavemente , al tiempo que volvía a besar su cuello y trazaba un camino hasta su boca. La besó en los labios con pasión usando sus dedos para pellizcar los pezones y masajearlos en círculos, sintió como se erguían al contacto y no pudo evitar cortar el beso para bajar con sus labios hasta ellos y besarlos con gula. En ese momento ya no pensaba en otra cosa que no fuera sexo, las preocupaciones de su vida y del día a día habían desaparecido, en ese momento su único fin era hacer que Saphir probara el paraíso.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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La curiosidad mató al gato (Golnar) [+18]
- +18:
- Estaba acostumbrada a algunos halagos como aquel. Estaba acostumbrada a que se la quedasen contemplando, devorándola con la mirada. Pero en esa ocasión se sentía totalmente diferente. Seguro que el haber tomado un café con su cliente había dejado huella en ella. Jamás se acercaba tanto a sus clientes, no personalmente hablando. Todo era físico.
Soltó un leve suspiro al notar cómo el acariciaba sus pecho, cómo jugaba con ella haciéndola sentir más débil que antes. Estaba indefensa y se entregaba a él completamente. No le pondría pegas, no habría negaciones de ningún tipo. Por primera vez, en mucho tiempo, deseaba que un cliente la tocase y juguetease con ella de la forma en la que lo estaba haciendo. El destino los había puesto en el lugar idóneo a la hora idónea. Bendito el momento en el que él le pidió sus servicios.
Su respiración se iba haciendo cada vez más entrecortada. Llegaría el punto en el que le suplicaría clemencia pero aún podía aguantar más hasta llegar al momento. Notaba cómo su intimidad se iba humedeciendo cada vez más. Resopló y, con sus manos, buscó el inicio del pantalón del hombre. Desabrochó los botones y se los bajó, al estar de pie, la gravedad hizo su trabajo de manera eficiente. A penas miró, tenía los ojos completamente cerrados, disfrutando del momento.
Aunque prefería ser de las que dejase que los actos hablasen por sí solo. Era consciente de que debía dedicarle algunas palabras si quería que el hombre la necesitase con mayor intensidad.
─No me hagas suplicar ─logró decir entre jadeos.
Última edición por Golnar Richelieu el Vie Ene 15, 2016 8:46 am, editado 1 vez
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Notó como la respiración se le aceleraba y como el pulso de corazón iba cada vez más rápido, como Vampiro habían muchas cosas que podía notar que para los humanos eran invisibles, intentó alejar el sonido del corazón de ella pues no quería caer en la tentación de morderla, no quería herirla, ella no tenía la culpa de que dentro de él habitara también un monstruo, por esa noche quería ser sólo un hombre, el doctor Aliranta y esa pequeña flor que había conocido en la carretera.
Ella le soltó los pantalones y luego le pidió que no le hiciera suplicar, Erkki dejó de besar los pechos y la miró al rostro, había sevicia y pasión en sus ojos acompañados de una sonrisa torcida.
-No puedo prometerte eso – Dijo al fin y con ambas manos la tomó de la cintura y la alzó en el aire para depositaría en el viejo mueble de cuero que había frente a la chimenea. Gracias al fuego encendido que había enviado ondas de calor por toda la habitación el cuero del mueble estaba tibio y se sentía agradable al tacto. Erkki sentó a Saphir frente a él y se arrodilló en el suelo para quedar frente a ella. Con lentitud y firmeza le abrió ambas piernas, aún llevaba la ropa interior así que volvió a besarla en la boca mientras le quitaba las bragas y las deslizaba hasta el final de sus piernas.
Pasó el dedo índice suavemente por su entrepierna notando la humedad y sonrió entre el beso satisfecho de que estuviese causando esa sensación en ella. Vampiro o no, seguía siendo un hombre y todo hombre se enorgullecía de sus conquistas. Aunque por supuesto aquel encuentro no podía catalogarse como conquista.
- Estás húmeda – Murmuró entre pequeños besos y dejó que el dedo se deslizara suavemente dentro de ella, le sorprendió bastante lo fácil que resultó. Él cuerpo de Saphir era sincero y estaba más que dispuesto a recibirlo.
Ella le soltó los pantalones y luego le pidió que no le hiciera suplicar, Erkki dejó de besar los pechos y la miró al rostro, había sevicia y pasión en sus ojos acompañados de una sonrisa torcida.
-No puedo prometerte eso – Dijo al fin y con ambas manos la tomó de la cintura y la alzó en el aire para depositaría en el viejo mueble de cuero que había frente a la chimenea. Gracias al fuego encendido que había enviado ondas de calor por toda la habitación el cuero del mueble estaba tibio y se sentía agradable al tacto. Erkki sentó a Saphir frente a él y se arrodilló en el suelo para quedar frente a ella. Con lentitud y firmeza le abrió ambas piernas, aún llevaba la ropa interior así que volvió a besarla en la boca mientras le quitaba las bragas y las deslizaba hasta el final de sus piernas.
Pasó el dedo índice suavemente por su entrepierna notando la humedad y sonrió entre el beso satisfecho de que estuviese causando esa sensación en ella. Vampiro o no, seguía siendo un hombre y todo hombre se enorgullecía de sus conquistas. Aunque por supuesto aquel encuentro no podía catalogarse como conquista.
- Estás húmeda – Murmuró entre pequeños besos y dejó que el dedo se deslizara suavemente dentro de ella, le sorprendió bastante lo fácil que resultó. Él cuerpo de Saphir era sincero y estaba más que dispuesto a recibirlo.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
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- Se dejó hacer. De hecho, en aquella posición estaba mucho más cómoda que de pie. En la habitación ya empezaba a hacer calor o, al menos, eso era lo que ella notaba. Quizá era por la situación del momento. Se estremeció al ver que el hombre se aventuraba a tocarla más. Dijo algo que era más que obvio pero no se quejó de ello, no era el momento. Además, ella no podía quejarse de lo que los clientes hicieran.
Recorrió con sus manos el torso del hombre mientras él jugaba con su intimidad. Lanzó varios suspiros al aire, sintiendo aquellas caricias. Ahora que lo pensaba, no le había preguntado algo importante. No había pensado en complacerle a él. Tenía que preguntar antes de seguir con aquello. Era su deber hacer que él estuviese lo más cómodo posible y que disfrutase al máximo.
Rodeó el cuello del hombre con sus brazos y lo acercó a ella para poder susurrarle al oído. Al principio le constó pronunciar palabras pero lo intentó por segunda vez.
─ ¿Prefieres que sea activa o pasiva?─ le susurró por fin mientras masajeaba su espalda. Era una duda importante y no podía dejarla en el aire.
Última edición por Golnar Richelieu el Vie Ene 15, 2016 8:45 am, editado 1 vez
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Estaba concentrado en lo que estaba haciendo allá abajo cuando la pregunta de ella lo sorprendió e hizo que se detuviera, se quedó mirándola a los ojos, el fuego de la chimenea detrás de el crepitaba silenciosamente en la habitación iluminando paulatinamente el rostro del Vampiro, dándole cierto aire misterioso.
Había tenido sexo con otras mujeres antes, por supuesto, en sus 400 años de vida había tenido varias relaciones duraderas con mujeres que el gustaba considerar como sus esposas, pero nunca había pagado por una cortesana, siendo aquella la primera vez le pareció extraña la pregunta. Recordó entonces de que aquello era un negocio y que él era el cliente, por supuesto que ella debía cumplir lo que el le pidiera, finalmente tendría que pagar por ello.
-En realidad me gustaría que fueras espontánea – Respondió al fin – No tengo ningún requerimiento en especial más allá de querer disfrutar de este momento contigo, así que puedes sorprenderme con lo que quieras – Comentó con una sonrisa procurando ocultar sus colmillos.
Erkki era consciente que tener sexo con una esposa era completamente diferente a una prostituta, una mujer decente que religiosamente visitaba la iglesia y atendía los sermones del sacerdote con fidelidad, sabía que el acto sexual era un pecado y por lo tanto, el pudor y la decencia eran algo que siempre se debían mantener aún estando en la cama con un hombre.
Erkki estaba acostumbrado a hacer todo el trabajo pues no esperaba que la mujer se atreviera a demostrar su deseo en la cama, eso no sería correcto para una dama.
Había tenido sexo con otras mujeres antes, por supuesto, en sus 400 años de vida había tenido varias relaciones duraderas con mujeres que el gustaba considerar como sus esposas, pero nunca había pagado por una cortesana, siendo aquella la primera vez le pareció extraña la pregunta. Recordó entonces de que aquello era un negocio y que él era el cliente, por supuesto que ella debía cumplir lo que el le pidiera, finalmente tendría que pagar por ello.
-En realidad me gustaría que fueras espontánea – Respondió al fin – No tengo ningún requerimiento en especial más allá de querer disfrutar de este momento contigo, así que puedes sorprenderme con lo que quieras – Comentó con una sonrisa procurando ocultar sus colmillos.
Erkki era consciente que tener sexo con una esposa era completamente diferente a una prostituta, una mujer decente que religiosamente visitaba la iglesia y atendía los sermones del sacerdote con fidelidad, sabía que el acto sexual era un pecado y por lo tanto, el pudor y la decencia eran algo que siempre se debían mantener aún estando en la cama con un hombre.
Erkki estaba acostumbrado a hacer todo el trabajo pues no esperaba que la mujer se atreviera a demostrar su deseo en la cama, eso no sería correcto para una dama.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
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- Esperó en silencio a que él respondiera. La pregunta pareció tomarle por sorpresa. Ella solo pretendía hacer su trabajo lo mejor que pudiera, para eso le pagaban los hombres. Se dio cuenta en ese mismo instante que estaba demasiado alterada. Normalmente ella no era así, no tenía la respiración tan agitada ni se sentía tan excitada. Pensó entonces que no lo había tomado como un cliente, no había sido igual que los otros. Los hombres con los que se topaban solo querían ir directamente al grano. Pero él parecía diferente, había querido conocerla un poco y eso había hecho que conectaran un poco antes de lo que estaba ocurriendo en aquella casa abandonada. El hecho de que era un sitio al que “no se le estaba permitido entrar” la excitaba un poco más. El peligro era algo que, no sabía muy bien por qué, la gente adoraba.
Golnar sonrió al escucharle. Espontánea… Ella no solía ser espontánea, tenía cada detalle medido a la perfección. No se había pasado media vida siendo una auténtica dama para nada. Intentaría dar lo mejor de ella si con eso él quedaba satisfecho. Acercó sus labios a los del hombre pero pareció arrepentirse y se dirigió al cuello del hombre. Depositó unos besos sobre este, hincó levemente sus dientes y deslizó su lengua hacia arriba para acabar mordiendo el lóbulo de su oreja.
─ ¿Te parece lo suficientemente espontáneo?─ le preguntó. No necesitaba respuesta alguna, simplemente había descubierto que hablar mientras jugueteaban no era tan malo como había pensado.
Ella seguía allí sentada, con las piernas entreabiertas y completamente desnuda. Esperando a que él diese el paso que deseaba que diera. Jamás había estado con alguien que se preocupase por si ella estaba cómoda con aquella situación. Con sus piernas, rodeó al hombre y lo atrajo más a ella, intentando que él se diese cuenta de qué era lo que ella deseaba.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Se le herizó el bello de la nuca cuando ella le mordió la oreja y dejó suaves besos en el pecho, un movimiento que en cierta forma le pareció tierno, iba a responder a la pregunta cuando notó como las piernas de ella lo envolvían dándole a entender lo que deseaba.
Erkki también deseaba penetrarla, así que no dudó en posicionar su miembro en la entrada húmeda de ella, acercó todo su cuerpo y con las manos en las caderas de ella empujó hacía adentro suavemente, notando como el cuerpo de ella no ponía ninguna resistencia. Dejó escapar un gemido con su voz varonil y comenzó a moverse haciendo un ritmo lento pero constante.
Era consciente de que como Vampiro no podía concebir, así que era un alivio que ella no pudiera quedarse embarazada, por lo que se sentía relajado en ese aspecto, era una pena que no pudiera contarle eso a ella sin revelar su verdadera naturaleza y se preguntó si su miembro se estaría sintiendo muy frío dentro de ella, al igual que el resto de su piel.
El placer venía en constantes oleadas recorriéndo cada centímetro de su cuerpo, dejó escapar otro par de gruñidos y gemidos inteligibles mientras aceleraba un poco el ritmo y agarraba las nalgas de ella y las apretaba hundiendo las uñas en la suave piel, sus labios buscaron el cuello de ella y tuvo el impulso de moderla, sintió el palpitar de las venas con esa deliciosa sangre que deseaba probar, pero se contuvo, buscando algún vestigio de auto control dentro de su cuerpo.
400 años en ese mundo le habían enseñado a controlar su sed de sangre, pero era difícil de no pensar en ello cuando tenía ese exquisito cuerpo desnudo entre sus brazos.
- ¿Te gusta? - Murmuró contra su cuello.
Erkki también deseaba penetrarla, así que no dudó en posicionar su miembro en la entrada húmeda de ella, acercó todo su cuerpo y con las manos en las caderas de ella empujó hacía adentro suavemente, notando como el cuerpo de ella no ponía ninguna resistencia. Dejó escapar un gemido con su voz varonil y comenzó a moverse haciendo un ritmo lento pero constante.
Era consciente de que como Vampiro no podía concebir, así que era un alivio que ella no pudiera quedarse embarazada, por lo que se sentía relajado en ese aspecto, era una pena que no pudiera contarle eso a ella sin revelar su verdadera naturaleza y se preguntó si su miembro se estaría sintiendo muy frío dentro de ella, al igual que el resto de su piel.
El placer venía en constantes oleadas recorriéndo cada centímetro de su cuerpo, dejó escapar otro par de gruñidos y gemidos inteligibles mientras aceleraba un poco el ritmo y agarraba las nalgas de ella y las apretaba hundiendo las uñas en la suave piel, sus labios buscaron el cuello de ella y tuvo el impulso de moderla, sintió el palpitar de las venas con esa deliciosa sangre que deseaba probar, pero se contuvo, buscando algún vestigio de auto control dentro de su cuerpo.
400 años en ese mundo le habían enseñado a controlar su sed de sangre, pero era difícil de no pensar en ello cuando tenía ese exquisito cuerpo desnudo entre sus brazos.
- ¿Te gusta? - Murmuró contra su cuello.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
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- La penetró con delicadeza. Casi se sorprendió de aquel hecho. Era bastante poco usual que los clientes la trataran de esa manera. Pero ya había descubierto que no era un cliente normal. Además había algo en él que no le encajaba pero en aquellos momentos no le importaba nada de eso. Se repitió a sí misma que todo estaba en orden y que debía de disfrutar de ese instante.
Ella se movía a su ritmo casi como si lo hubieran ensayado con antelación. Dejó que él tomara el control pero sin hacerle olvidar que ella también participaba en aquello. El hombre aceleró el ritmo y ella soltó leves gemidos de placer. Podría asegurar que se lo estaba pasando en grande con aquello. Notaba cómo pequeñas hormigas recorrían su piel sin descanso proporcionándole cierto placer en todo aquel acto pecaminoso que estaban viviendo. ¿Si era pecado, cómo se sentía tan bien?
─ ¿Eso es todo lo que tienes para mí?─ le susurró con media sonrisa. Solo intentaba tentarle más, herirle levemente para que pusiera más ímpetu en su tarea. Solo unas pequeñas palabras para tentarle aún más.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Conforme iba acelerando el ritmo notó los gemidos que salían suavemente de los labios de su compañera. Erkki estaba haciendo un gran esfuerzo por mantener un ritmo suave pues temía herirla si dejaba salir su lado más salvaje. Hacía mucho tiempo que no yacía con una mujer, años quizás, ni siquiera lo recordaba, su última esposa había muerto hacía décadas. Erkki solía enfocarse demasiado en su trabajo, dejándo de lado sus necesidades más básicas, por lo que le estaba costando un poco no darle rienda suelta a sus deseos.
Cuando le escuchó preguntar si eso era todo, no pudo evitar acelerar el ritmo de sus estocadas y arremeter hasta el fondo. Una vez más temió herirla con su fuerza, él era un vampiro después de todo y aunque ella fuese una prostituta y estuviese acostumbrada al sexo, no podía evitar contenerse, así como cuando había yacido con sus esposas en el pasado.
-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que... - Gruñó entre jadeos, el placer lo estaba sobrecogiendo y no creía poder durar demasiado si continuaba con ese ritmo, el orgasmo se estaba acercando, y le preocupaba que ella no hubiese alcanzado su éxtasis primero, no era de caballeros correrse antes que la dama ¿verdad?. Con sus manos comenzó a acariciar los pechos de ella mientras seguía arremetiendo una y otra vez, deslizándose con facilidad gracias a la humedad dentro de ella.
Se iba a volver loco si se seguía conteniendo.
Con la mano derecha se dedicó a masajear ese pequeño punto de placer que sabía enloquecía a cualquier mujer sin dejar de penetrarla, intentando que sus estocadas y sus dedos tuvieran un ritmo similar. Deseaba que ella alcanzara su orgasmo junto con él en una explosión de placer conjunta.
Cuando le escuchó preguntar si eso era todo, no pudo evitar acelerar el ritmo de sus estocadas y arremeter hasta el fondo. Una vez más temió herirla con su fuerza, él era un vampiro después de todo y aunque ella fuese una prostituta y estuviese acostumbrada al sexo, no podía evitar contenerse, así como cuando había yacido con sus esposas en el pasado.
-Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que... - Gruñó entre jadeos, el placer lo estaba sobrecogiendo y no creía poder durar demasiado si continuaba con ese ritmo, el orgasmo se estaba acercando, y le preocupaba que ella no hubiese alcanzado su éxtasis primero, no era de caballeros correrse antes que la dama ¿verdad?. Con sus manos comenzó a acariciar los pechos de ella mientras seguía arremetiendo una y otra vez, deslizándose con facilidad gracias a la humedad dentro de ella.
Se iba a volver loco si se seguía conteniendo.
Con la mano derecha se dedicó a masajear ese pequeño punto de placer que sabía enloquecía a cualquier mujer sin dejar de penetrarla, intentando que sus estocadas y sus dedos tuvieran un ritmo similar. Deseaba que ella alcanzara su orgasmo junto con él en una explosión de placer conjunta.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Al oír aquella revelación, solo hizo que disfrutase más del momento y moviese más sus caderas al ritmo de las de él. Ser la primera en mucho tiempo era bastante halagador y que la tratase de aquella manera solo le afirmaba que no era un hombre que le decía esas palabras a una cualquiera. Aunque, pensándolo mejor, ella era una cualquiera. Sin embargo, por una vez en mucho tiempo no se estaba sintiendo así.
Intentaba por todos los medios reprimir aquellos jadeos, se llevó la mano a la boca y abrazó al hombre intentando contenerse. Sin embargo, él llevó la mano a su zona más sensible y aquello hizo que notara cómo poco a poco llegaba al clímax, a la cúspide que rara vez lograba conseguir.
Se detuvo casi en seco para disfrutar más plenamente de la sensación que inundaba su cuerpo en aquel momento. Se retiró el sudor de la frente mientras, poco a poco se separaba del hombre. ¿Ahora qué? Llegaba el momento en el que le pagaba y se iba, dejándola sola de nuevo. Sí, solía pasar así aunque normalmente siempre pedía el dinero por adelantado pero con él había resultado todo más distinto.
─Ha estado muy bien─ le dijo con la respiración entrecortada. Algo tenía que decirle para romper el hielo y volver a las conversaciones que habían mantenido antes de que aquel encuentro hubiera ocurrido. Además, tenía que levantar el ego de aquel hombre, solía hacerlo a menudo, era parte de su trabajo pero esa vez lo decía de verdad.
Intentaba por todos los medios reprimir aquellos jadeos, se llevó la mano a la boca y abrazó al hombre intentando contenerse. Sin embargo, él llevó la mano a su zona más sensible y aquello hizo que notara cómo poco a poco llegaba al clímax, a la cúspide que rara vez lograba conseguir.
Se detuvo casi en seco para disfrutar más plenamente de la sensación que inundaba su cuerpo en aquel momento. Se retiró el sudor de la frente mientras, poco a poco se separaba del hombre. ¿Ahora qué? Llegaba el momento en el que le pagaba y se iba, dejándola sola de nuevo. Sí, solía pasar así aunque normalmente siempre pedía el dinero por adelantado pero con él había resultado todo más distinto.
─Ha estado muy bien─ le dijo con la respiración entrecortada. Algo tenía que decirle para romper el hielo y volver a las conversaciones que habían mantenido antes de que aquel encuentro hubiera ocurrido. Además, tenía que levantar el ego de aquel hombre, solía hacerlo a menudo, era parte de su trabajo pero esa vez lo decía de verdad.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Notó como ella se contorsionaba y alcanzaba el climax, el vampiro se dejó entonces llevar por la sensación y alcanzó el orgasmo plenamente dentro de ella. Cerro los ojos aferrándose al cuerpo de la mujer mientras la sensación lo sobrecogía por unos segundos, reprimió el deseo de morderle el cuello, un orgasmo venía mejor con un poco de sangre, la sensación se potenciaba infinitamente si podía beber de su amante.
Sin embargo 400 años de vida le habían enseñado a controlarse, a saber cuando era el momento oportuno para beber y cuando, debía mantener su fachada como mortal. Ese era uno de esos casos, además por suerte para él, había bebido la noche anterior y le resultaba relativamente más fácil contenerse.
Cuando se separaron, ella comentó que había estado bien. Erkki le sonrió sintiéndose halagado, aunque suponía que ella le decía eso mismo a todos sus clientes. Él era realista en ese aspecto y estaba consciente de que eran parte de dos mundos distintos.
- Espero que al menos lo suficientemente bien como para que hayas disfrutado nuestro encuentro y no sólo lo hayas hecho por obligación de tu trabajo – Comentó mientras su respiración volvía lentamente a la normalidad, no había necesidad de ocultar la realidad - ¿Cuales son tus honorarios? - Preguntó y se encontró desviando la mirada hacía el fuego avergonzado, esas cosas no eran fáciles de preguntar aún cuando se era tan viejo y se había vivido tanto.
Sin embargo 400 años de vida le habían enseñado a controlarse, a saber cuando era el momento oportuno para beber y cuando, debía mantener su fachada como mortal. Ese era uno de esos casos, además por suerte para él, había bebido la noche anterior y le resultaba relativamente más fácil contenerse.
Cuando se separaron, ella comentó que había estado bien. Erkki le sonrió sintiéndose halagado, aunque suponía que ella le decía eso mismo a todos sus clientes. Él era realista en ese aspecto y estaba consciente de que eran parte de dos mundos distintos.
- Espero que al menos lo suficientemente bien como para que hayas disfrutado nuestro encuentro y no sólo lo hayas hecho por obligación de tu trabajo – Comentó mientras su respiración volvía lentamente a la normalidad, no había necesidad de ocultar la realidad - ¿Cuales son tus honorarios? - Preguntó y se encontró desviando la mirada hacía el fuego avergonzado, esas cosas no eran fáciles de preguntar aún cuando se era tan viejo y se había vivido tanto.
Erkki Aliranta- Vampiro Clase Media
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Golnar se dedicó a buscar su ropa y colocársela poco a poco a medida que la encontraba. Había sido un encuentro extraño y la pregunta casi le vino como un frasco de agua fría. Era cierto, era un cliente. Por un segundo casi lo había olvidado. Se mordió el labio cuando le dio la espalda. No le parecía justo cobrarle pero el dinero era algo que le hacía especial falta, más si pretendía que su madre tuviese algo más que lo que poseían.
─Cincuenta francos estará bien ─ le dijo volviéndose a colocarse su ropa interior. Siempre se sentía un poco cohibida al estar al desnudo delante de un desconocido. Pero ya no era eso, ya sabía mucho más de él. Con tan solo compartir aquel rato con él, ya había descubierto mucho más que otras personas que intentaban conocerla.
¿Ahora qué? Le pagaba y ya se iba, ¿cierto? Lo típico, la transacción: servicio por dinero. Todo era así. Aquello significaba que ya no volvería a ver al hombre que tenía delante, ese que la había tratado con delicadeza y había pensado también en su disfrute y no en el de otro.
─Lo que he dicho... lo decía en serio. No porque fuese mi trabajo recordártelo─ no supo por qué lo dijo, solo pensó que era justo que él lo fuese consciente de ese hecho.
─Cincuenta francos estará bien ─ le dijo volviéndose a colocarse su ropa interior. Siempre se sentía un poco cohibida al estar al desnudo delante de un desconocido. Pero ya no era eso, ya sabía mucho más de él. Con tan solo compartir aquel rato con él, ya había descubierto mucho más que otras personas que intentaban conocerla.
¿Ahora qué? Le pagaba y ya se iba, ¿cierto? Lo típico, la transacción: servicio por dinero. Todo era así. Aquello significaba que ya no volvería a ver al hombre que tenía delante, ese que la había tratado con delicadeza y había pensado también en su disfrute y no en el de otro.
─Lo que he dicho... lo decía en serio. No porque fuese mi trabajo recordártelo─ no supo por qué lo dijo, solo pensó que era justo que él lo fuese consciente de ese hecho.
Golnar Richelieu- Prostituta Clase Baja
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Re: La curiosidad mató al gato (Golnar) ( + 18)
Cincuenta Francos era un precio bastante bajo por lo que acababan de compartir pensaba mientras se abotonaba la camisa, como médico obviamente ganaba muchísimo más, pero también era cierto que estaba expuesto a menos riesgos, ella por el contrario estaba expuesta a que los hombres la golpearan o le contagiaran algún tipo de enfermedad. En ese aspecto el estaba tranquilo, siendo vampiro sabía que no podía transmitir ninguna enfermedad venérea ni dejarla embarazada.
-Deberías cobrar más – Murmuró buscando su billetera en el saco que había dejado descuidado sobre la silla – El cuerpo de una mujer debería costar mucho más – Agregó con un gesti pensativo mientras contaba el dinero. Lo que ella dijo le arrancó una sonrisa, decidió confiar en ella y creer en sus palabras, fuera una prostituta o no, quería creer que él no la había utilizado como a un objeto y que el sexo había sido disfrutado por ambos.
-Aquí tienes – Le dijo entregándole los billetes y entre ellos su tarjeta personal, la tarjeta era de color negro, con letras góticas en dorado y citaba “Doctor Aliranta, especialista Cirujano” junto con la dirección del hospital donde trabajaba – Si alguna vez necesitas un doctor... - Murmuró, esperaba que ella fuera consciente de los riesgos de su profesión, pero él no era nadie para criticarla o juzgarla en su modo de vida, había conocido a muchos tipos de personas en sus largos años como para saber que muchas veces la gente se veía a forzada a tomar caminos en la vida que para otros podían ser cuestionables.
- También si quieres compartir otro café – Agregó sin dejar de sonreír – Quizás en un próximo encuentro podamos permanecer con la ropa puesta y compartir otras cosas -
-Deberías cobrar más – Murmuró buscando su billetera en el saco que había dejado descuidado sobre la silla – El cuerpo de una mujer debería costar mucho más – Agregó con un gesti pensativo mientras contaba el dinero. Lo que ella dijo le arrancó una sonrisa, decidió confiar en ella y creer en sus palabras, fuera una prostituta o no, quería creer que él no la había utilizado como a un objeto y que el sexo había sido disfrutado por ambos.
-Aquí tienes – Le dijo entregándole los billetes y entre ellos su tarjeta personal, la tarjeta era de color negro, con letras góticas en dorado y citaba “Doctor Aliranta, especialista Cirujano” junto con la dirección del hospital donde trabajaba – Si alguna vez necesitas un doctor... - Murmuró, esperaba que ella fuera consciente de los riesgos de su profesión, pero él no era nadie para criticarla o juzgarla en su modo de vida, había conocido a muchos tipos de personas en sus largos años como para saber que muchas veces la gente se veía a forzada a tomar caminos en la vida que para otros podían ser cuestionables.
- También si quieres compartir otro café – Agregó sin dejar de sonreír – Quizás en un próximo encuentro podamos permanecer con la ropa puesta y compartir otras cosas -
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