Luna Tu [Sigrid Alexi Wolfkang]

por **Magnus V. Maximoff** Miér Nov 04, 2015 5:50 pm

Luna tu
che conosci il tempo dell´eternitá
E il sentiero stretto della veritá
fá piú luce dentro questo cuore mio
Questo cuore d´uomo che non sa, non sa*

-El capullo pronto se abrirá y esa rosa blanca florecerá, pero en mi mente murió el recuerdo de la luz del sol. Luz de luna eres mi maldición aunque a veces me das tranquilidad eres dulzura y dolor y el rojo es tu color- era la canción que en un agradable barítono entonaba mientras recorría mi biblioteca acomodando mis preciados libros con todo el gusto que me generaba tenerlos en mis manos, durante mis viajes había conocido pergaminos de todos tipos y tamaños, pero los libros que ahora poseía causaban en mi una mayor emoción que cualquier pergamino que mis manos tocaran, era algo nuevo para mi, casi tan nuevo como las ciudades y pueblos con sus nuevos avances y costumbres.

Y hablando de nuevas cosas esperaba que a mi llamado acudiera aquella joven que había adoptado en el orfanato de la ciudad cuando su imagen y personalidad llamo poderosamente mi atención mas que cualquier otro chiquillo de la ciudad. Ya había observado su aura fuerte, pero deseaba conocerla mas a fondo, pues al final seria una de las personas a quien le confiaría mi espalda, una gran carga, pues bien podría matarme o protegerme. Cualquiera diría que soy inocente y torpe al hacer eso, pero cuando se cubre la necesidad de un ser, este te dará su lealtad para siempre.

-Como atrapado en un silencio sin fin, va avanzando el tiempo sin trascender en mi, almas que en su camino hallaron el final han renacido una vez mas...- seguí entonando mientras me servia una copa de vino, me hacia una cortada en los dedos y dejaba caer varias gotas de mi sangre antes de sanar y lo removía para poder beberlo con tranquilidad.

*Traduccion:

por **Alexi Wolfkang** Jue Nov 05, 2015 12:16 am

*A Sigrid le habían llegado dos cartas del padre de la Iglesia en el que todavía confiaba porque conocía su manera de pensar, la última vez que había estado en su natal Rusia había sido hace 3 años atrás haber informado al servicio militar Ruso que renunciaba como enviada especial, tras haber luchado en el lejano Oriente junto con su Sensei y el Gral. Ubermensh, tras haber regresado solo para enterar a su sensei y guardián. Ya había pasado mucho tiempo que no iba a honrar la tumba de tan noble ser, quien le había enseñado todo en cuanto a combate cuerpo a cuerpo y quien le había traído una paz que nunca nadie había logrado, le había enseñado tantas cosas como el aceptarse uno como es y así aprender a amarse, no esperar que otros amen lo que no era amado por uno mismo desde el principio. Esto también la había puesto un poco en Crisis emocional ya que acostumbrada a su helado y muerto corazón que no solía expresar mucho, se había convertido en un manojo de emociones tras la muerte de su sensei, y claro también el haber matado a Claude a quien le había permitido entrar hasta lo más profundo de su frio corazón de hielo y que este la traicionara con la inquisición y la hubiera puesto en peligro le había dolido más, eso había terminado de arrancar los pocos rastros de humanidad que la cambiante de 21 años pero atrapado en un contendor que lucía de 12 años, ahora que volvía poco a poco a recuperar la compostura sobre sus emociones y que ya les podía poner nombre se había hecho mucho más cuidadosa sobre a quienes dejaba entrar y a quienes no*

*Tras algo de asombro por la carta con los sellos del orfanato ruso, refiriendo a alguien que había preguntado por la posibilidad de adopción de la pequeña y este había referido al interesado al orfanato francés. La segunda carta era del orfanato francés diciendo que había sido adoptaba por un hombre llamado Magnus V Maximoff y poniendo una cita con una hora y fecha específica ya en la casa del hombre, volvió a leer esto dos veces y con los ojos bien abiertos para no perder ni un solo detalle*

-Que…. Es Hoy??? Demonios!!!!....Ya voy tarde!!!!....Maldito correo….-.-

*Se calló del escritorio de la “casa de muñecas” que estaba entre las propiedad de los Morel y los Rhys, se levantó rápido y corrió en menos de dos segundos las escaleras de caracol que llevaban a su habitación, encendió la regadera y aunque fue con agua fría se aseo de pies a cabeza sin mojarse el pelo para no enfermarse en este clima otoñal ya que las noches eran bastantes frías, salió de la regadera, se secó toda con las toallas que eran de color verde obscuro, se dirigió a su vestidor y saco un conjunto de falda y blusa, mientras de manera inconsciente sonreía pues le había dado confianza el hombre que se había topado hace un par de meses en su viaje a Budapest, y tenía que admitir también que el trabajo este año había estado muy flojo y sus ahorros ya se los estaba acabando, de no ser por un par de francos que ganaba a la semana haciendo trabajos pequeños, estaría comiendo de la basura. Se terminó de poner la ropa interior los calcetines de rayas de colores que usaba, y no usaría corsé que alcabo solo era una niña de 12 años que con un corpiño estaría feliz y bien, esos los dejaba para ocasiones especiales como bailes u otros eventos más formales, se puso los botines en color negro que hacían contraste con su descolorida piel albina. Se peinó con dos coletas medio bajas y despeinadas, su fleco al frente. Se cerró la blusa y la falda un paraguas y un lindo pero pequeño sombrero, parecía una muñeca de porcelana, tal vez lo era y nadie le había notificado*

*Suspiro agarro de un pequeño bote de madera un paraguas y se salió de casa por una de los ventanales de su habitación no sin antes cargar su guadaña armable de plata pura y bendecida por el padre del orfanato ruso, la volvió a cerrar con llave y candado y se dirigió al árbol más cercano donde ella misma había construido un pequeño puente hacia una de los techos de la casa de una de las propiedades vecinas, de ahí bajo por unos callejones y llevaba consigo el papel de la dirección de la casa de él Joven hombre que sería su padre. Llego a la dirección indicada en cuestión de unos 30 minutos, bajo de uno de los balcones y camino por las calles buscando el numero en el papel no pasaron ni 3 minutos para que diera con el número. Timbro desde la reja y la recibieron un par de sirvientes quienes al verla no sabían si sonreír o preocuparse, no le dejaron ni hablar para preguntar pues la dirigieron a una puerta, el hombre la toco y entro para después salir un par de segundos después indicándole que pasara*

-Ya la esperan pequeña….

*Dijo un hombre y abrió la puerta para ella y la cerro tras ella estar dentro, quedo boquiabierta al ver la inmensidad de aquel cuarto y todo el esplendor y lujo de la habitación era hermoso, no pudo evitar sonrojarse al comparar la belleza de esa habitación con lo poco que había visto de la casa, fue tanto que se tallo los ojos para saber si no era un sueño, luego la distrajo la pacifica voz del dueño de la propiedad cuya voz calma le recordaba a su fallecido maestro, no queriendo interrumpir el canto de esta ella se perdió en la infinidad de libros que había y los pergaminos*

por **Magnus V. Maximoff** Mar Nov 10, 2015 8:27 pm

Quanti sono i canti che risuonano
Desideri che attraverso i secoli
Han solcato il cielo per raggiungenti
Porto per poeti che non scrivono
E che il loro senno spesso perdono
Tu accogli i sospiri di chi spasima
E regali un sogno ad ogni anima
Luna che mi guardi adesso ascoltami

-Con tu sonrisa se disolvió la niebla en mi corazón y aun así algo me refrena, algo de mi interior, hasta la puesta del sol tu sombra coincidirá conmigo, al caer la oscuridad solo somos tu y yo...- Escuche la puerta cuando se abrió franqueando el paso para la jovencita a la que esperaba aquella noche, interrumpí mi canto y sonreí con tranquilidad mientras volteaba aun sosteniendo la copa de vino en mi mano y mire a aquella niña que había llamado mi atención, yo sabia que no era humana, pues su aura, su mirada la forma en que actuaba no había sido desde que la conocí, humana, sabia que su mente estaba años adelantada a su cuerpo y eso era lo que llamaba todavía mas mi atención. Extendí la mano llamándola con el gesto mientras bajaba hacia los sillones de la estancia, aquellos que tenia para leer durante las noches que pasaba en mi residencia, especialmente aquellas noches que eran frías y las cuales gustaba pasar caldeado por el calor de la chimenea que estaba a alguna distancia de los sofás para que distribuyera su calor pero sin que yo corriera el peligro de quemarme.

Tome asiento en mi sillón preferido y le hice la seña de que se acercara a mi -ven, acércate, quiero verte bien- la observe con cuidado, su tez pálida y tan delicada, era bella justo como deseaba que fuera quien estuviera cerca de mi -Mi nombre en Magnus Ventrue Maximoff...y tu...tu eres la chiquilla de mente fuerte que acabo de adoptar apenas unas noches atras, bienvenida- lo dije con aquel tono aterciopelado y amable que caracterizaba mi voz mientras me encontraba tranquilo, hacia mucho tiempo que deseaba una compañia mas alla de la de mis sirvientes y el hecho de adoptarla ademas de cuidar mi sueño era la de que fungiera como la tan necesitada compañía que me hacia falta aquellas noches.

Traduccion:

por **Alexi Wolfkang** Mar Dic 22, 2015 12:58 am

*Sigrid hizo una reverencia como muestra de educacion hacia el Hombre que tenia frente a ella a tan solo unos cuantos metros de distancia y escucho que se presentaba, pero la admiracion y asombro por toda la belleza y riqueza que la rodeaba la hizo sentir mas pequeña de lo que era tanto en estatura como en todo, a pasos lentos y de asombro se hacerco claro guardando cierta distancia ante el vampiro, su aroma le indicaba que el ser era ya algo viejo*

-Yo....Yo lamento llegar tarde Señor Maximoff....

*Hizo una reverencia para dar un paso mas cerca del hombre a quien le daba la espalda pues la inmensidad del la sala en la que se encontraba la tenia genunina mente boquiabierta, todavia no conocia como lucia el hombre que la adopto pero su personalidad finalmente afloro un poco*

-Por que un hombre teniendo tanta facilidad economica adoptaria a una niña como yo....? Le advierto que si busca compañia en su cama ha cometido un grave error....

*Dijo mientras lentamente se volteaba hacia donde se escuchaba la voz del joven adulto, y sonriendo levemente al ver la paz que le trasmitia el hombre frente a ella, se relajo un poco y se hacerco un poco mas para seguirse mientras caminaba hacia el valcon que era iluminado por la luna llena de esa noche algo fria, admiro la belleza de todo y se identifico con cada detalle del lugar*

*Pasaron unos minutos en silencio mientras por fin llego al valcon y vio el enorme jardin, tan grande que era facil perderse en ello y en los aromas que su sencible nariz podia percibir encontro muchas flores exoticas y otras plantas medicinales y suspiro, sentandose en el piso cual pequeña niña, sacando las piernas atraves de los barrotes de piedra del valcon en el que se encontraba sentada aspirando el aroma a fresco que el viento traia a sus narices y cerro los ojos con una sonrisa amplia de oreja a oreja mientras se imaginaba muchas cosas y lugares que podria hacer en ese inmenso jardin trasero*

-Me llamo Sigrid....y le agradesco el que me haya adoptado....Sea cual haya sido su motivacion...

*Dijo en un susurro casi imperceptible para el oido humano, junto con una sensacion de alivio que le invadio por completo. *

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