Desesperación [Amélie Bouwer]

por **Julien** Vie Dic 04, 2015 11:25 pm

Su cuerpo golpeó contra el paredón de frente para que luego su cuerpo casi sin la mas mínima sensación de vida diera una vuelta quedando de espaldas a la fría pared del lugar. Respiraba innecesariamente y con cierta dificultad. Aun no comprendía porque lo hacía si habían pasado varios años donde ese reflejo era insulso. Simple imagen frente a los demás, apariencias.

Sentía algo mucho más frio que lo normal en su interior y había caído en el lugar indicado.

Focalizó hasta encontrar una entrada fácil en una de las ventanas del lateral que no estaba protegida con rejas. Rompió el vidrio y penetró en el establecimiento. Los ruidos eran mínimos allí, la población de esa ciudad estaba durmiendo, no esperaban las visitas de un monstruo hoy. Muchas de las pesadillas podían volverse realidad hoy. Muchos sueños de mejoras truncos iban a quedar esa noche solo por un desliz de principiante. Alguien debía de pagar por sus errores, la muerte se debía cobrar unas vidas esta noche.

Paseaba por los pasillos del frio lugar, no era solo el propio, el lugar estaba impregnado de un olor nauseabundo, mezcla de sangre podrida, sanitizante y algodón húmedo. Era espantoso, pero era la vía mas sencilla a la vista teniendo en cuenta que no podía caminar lo suficiente como para alcanzar su morada y aun quedaban unas horas para la madrugada. El alba era su perdición, siempre aparecía en los momentos menos indicado. Su cuerpo se sostenía de las paredes de cerámicos blancos avanzando con la vista nublada y un ardor incesante en la garganta que descendía por la laringe quemando todo intento de solución alternativa.

Pero esto no comenzaba aquí, venia caminando errante desde el puerto, a unos pocos kilómetros del hospital, donde había estado buscando las respuestas en el opio cuyas respuestas encontraron solamente compañías que poco tenían de oportunas. Charlas eternas y como siempre algún desmayo. La sangre que había ingerido estaba contaminada no solo con drogas de las comunes o el mismo opio sino que contenía algún tipo de veneno que nubló a los instantes la visión del vampiro. No sabía si era su imaginación o una realidad la de estar siendo perseguido por la inquisición. Sabía que sus movimientos últimamente eran mayores, esto requería mayor cantidad de vidas, pero ¿qué podía hacer él resistiendo a su naturaleza?
Una figura curvilínea se dibujó en medio del pasillo, seguramente una de las enfermeras del lugar había notado los ruidos extraños, era su oportunidad.

Sin dudarlo y haciendo acopio de sus fuerzas fue a tapar la boca de la fémina tomándola por detrás y exponiendo su cuello contra sus fauces. Sin necesidad de aromas directamente rasgó su fina piel hasta sentir el primer hilo de sangre correr por su lengua y garganta, solo allí cedió fuerza al notar que esta no ofrecía resistencia. Y allí en su desesperación… dudó.