Aires y suspiros (Privado)

por **Carlos de Tucapel** Lun Ene 04, 2016 3:46 pm

"El relato del Copihue cuenta, que cae desde el árbol a la tierra y desaparece, porque tanta belleza no puede ser tomada por el hombre..."

Momentos libres... tenia dispuesto conocer Francia pues a pesar de que mi estancia en estas tierras duraría un tiempo, extrañaba la sensación de perderme en el viento. Los bosques en América son frondosos y es fácil correr y distraerse del mundo, de los gritos de guerra y del ocaso que baña de lagrimas tanta miseria traída por el hombre blanco.
Me habían comentado de unos hermosos parques al sur de Francia, tenia tiempo libre y me dispuse a caminar sin rumbo, no solía fumar pero lo deseaba más que nada en el mundo, saque un papel y lo preparé con delicadeza, a veces volaban restos de tabaco como a donde pertenecían, a la fragilidad de la tierra, de donde veníamos todos.

Nunca pensé que las tierras galas fuesen tan verdes, uno esperaría que tanta modernidad acabase con la vegetación nativa o con gran parte de ella, pero debía aceptar que los franceses sabían cuidar la tierra, al menos más que los ingleses o los españoles.
Tampoco había notado, que si bien en estas tierras era común la servidumbre, se veía un sinfín de personas de todas las clases sociales deambulando entre los verdes prados y era agradable en cierto modo, habían acabado de alguna manera con la esclavitud y no se veían personas con una soga amarrada al cuello como algo normal, en mi tierra lo era, cosa de cada día.

- Agradable... - era la sensación que podía describir al llegar al Jardín Botánico, me provocaba una hermosa nostalgia de mis tierras en el Temuco, los arboles eran cuna de aves y la mirada era armoniosa al ver tanta señorita pasar.

- Quizás andar en tierra de winca no sea tan desagradable después de todo... -

Había encontrado una banca, me preparé otro cigarrillo, quizás esperando a que el día pasara o que algo nuevo me hiciera quedarme un tiempo más... como una simple anécdota...

por **Micaela Lamberg** Mar Ene 05, 2016 1:11 pm

Se levanto después de una noche agitada, la vuelta a su antiguo trabajo le había traído nuevas sensaciones, pero todo es color de rosas. Desayuno y se vistió con unos de sus vestido más sencillos que tenia, tenía que salir a tomar aire puro. Salió de la posada, ella no dormía en el burdel así podía descansar mejor para la noche siguiente.
Salió de la posada rumbo al Jardín Botánico uno de sus lugares favoritos para tomar aire puro. Camino un largo camino desde la posada hacia el Jardín pero valía la pena estar en dicho lugar. Al llegar el lugar siempre le cambiaba el humor, podía sentir el aire en sus pulmones, como entraba y salía al respirar ese aire tan limpio que oxigenaba todo su cuerpo, observaba su alrededor y la gente caminaba tranquilamente por los caminos que pisaban.
Que agradable día- dijo en voz alta, sonrió al escucharse decir esas palabras para que la escuchase alguien.

por **Carlos de Tucapel** Jue Ene 07, 2016 5:14 am

"Si aprecias a la rosa, no la arranques de sus raíces, la belleza se admira, se cuida, no se destruye..."

Aires y suspiros (Privado) 2j51fs5

Tenia la costumbre de jugar con el cigarrillo, era una buena forma de relajarse mientras sentías el viento abrazar tu rostro, no podía imaginarme desde que llegue a este país, una mejor forma de estirar el alma y respirar profundo, mientras el sabor a vainilla del tabaco recorría suave y cálido cada rincón de mis labios enmudecidos por recordar este momento, entre los muchos que tuve la suerte de conocer y jamas olvidar...

La tarde era fresca y joven, pasaban bellas señoritas y nunca me había preocupado mucho del amor, ni de las convenciones, ni de los encuentros, de nada sentimental en particular, pero la soledad de vez en cuando puede golpear fuerte y ni el mejor de los tabacos podría reconfortar la compañía humana, ni el calor de la misma.

- Que agradable día... - Había escuchado, claro que lo era...

El jardín botánico tenia esa peculiaridad, extensas calles con muchas bancas donde acomodarse, para personas como yo relajar la mirada también y era que había dirigido casi sin inmutarme hacia esa voz tan agradable, era una señorita, jamas la había visto y de seguro ella tampoco a mi, pero era encantadora, se veía muy calmada, como si del mundo también escapase.

- Comparto sus palabras señorita, es un día realmente agradable... -

Otra aspirada y el humo parecía más sabroso cada vez que sentia el aire frio y fresco entrar a mi cuerpo, un sol cálido pero tenue que golpeaba la debilidad del cuerpo, estaba acostumbrado a climas más hostiles, a meses de lluvia intensa y a pocas horas de sol donde cobijarse un momento...

- Disculpe mi atrevimiento, Carlos de Tucapel, un agrado ver señoritas tan bellas a estas horas del día... mucho gusto... -

Uno intenta y debe tratar de acercarse con las palabras, nunca con el cuerpo y es que quien persuade con lo que dice, puede convencer con los labios en un después. Son códigos de vida que uno aprende y nunca fallan, nunca a menos que las intenciones sean malas...

- Soy nuevo en este país, llevo poco tiempo y no conozco muchos lugares donde distraerme, soy un hombre de gustos sencillos... - miraba al suelo, era cierto que bien era tímido, nunca había tenido mucha practica con las mujeres y era algo que debía aceptar, me complicaba notoriamente...

- Espero no le moleste interrumpa tan dramáticamente su tranquilidad, de ser así me disculpo señorita, no es mi intención... -

Todo a su tiempo... como el humo dentro de la boca, como las palabras adecuadas en conversaciones nuevas...

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