Mi nuevo juguete (Privado Milagros)

por **Abhigyan Komarov** Lun Ene 18, 2016 6:42 pm

Empezaba a anochecer en las calles de París, a veces necesitaba tomarse un descanso de todo, no podía dejar de pensar en su madrastra; una mujer realmente hermosa en todos los aspectos, sensual, era como si pudiera aún oler su perfume, como si aún pudiera tocar su cuerpo y sentirla tan cercas de él, era algo extasiante, a pesar de que estaba muerta era como si su esencia siempre estuviese dentro del ruso, pero tenía que dejar de pensar en esa hermosa mujer que ya no existía y había nuevas mujeres de las cuales podría saciar estas ganas, así que después de que estuvo trabajando en un gran caso de un asesinato y que a pesar de tener testigos había encontrado la mejor forma de que el caso se desechara por completo, solo él se las arreglaba para hacer ese tipo de cosas...

Era una gran ventaja el no dormir ya que eso le daba tiempo suficiente para corroborar unas cuantas cosas importantes...Este sería mi día de entretenimiento, cada semana iba a buscar a una chica en especifico, si ella no estaba libre no le interesaba ninguna otra, su nombre era Milagros, se preguntarán, por qué esa obsesión hacia esa chica? muy fácil esa prostituta me recordaba mucho a su madrastra y eso le encantaba, le daba un poco de morbo, era tanto su obsesión con esa chica que no quería que nadie la tocase más que él, si era posible el pagaría solo para tenerla para él solo.

Los ojos de Milagro eran fuera de lo común reflejaban un toque de inocencia, más un poco de misterio y eso le intrigaba al ruso, antes de ir al burdel donde ella siempre se encontraba, se da un baño, se cambia y se dispone a salir en su carruaje, sus hombres de seguridad siempre lo vigilaban a distancia ya que el ruso era alguien muy importante...

Tras dirigirse a aquel burdel se adentra a este mirando a sus alrededores para ver si su chica estaba a la vista, pero no la miraba, otras chicas se le acercaban pero él Ruso no les tomaba mucha importancia, solo venía por ella y por nadie más, se fue adentrando más al lugar pero no la miraba se empezaba a molestar, porque sabían que este día siempre venía él, entonces se acerca a la dueña del lugar algo serio y pregunta por la rubia[color:951c=eb1212]-Dónde está Milagros?-Dijo posando su mirada fria hacia la mujer, la mujer solo sonrie y le mira[color:951c=eb128a]-Está en su habitación esperandolo Sr. Abhigyan-Le señala donde mientras este se dirije hacia su cuarto y toca un par de veces para que la rubia le abriese o sino tumbaría la puerta.

por **Micaela Lamberg** Vie Ene 22, 2016 10:15 pm

Había ya terminado la noche en público, la madame le había avisado de antemano que esa noche la visitaría el Sr Kamarov, por lo tanto, termino sus actividades temprano, había estado bailando y haciéndole compañía a un hombre por un rato. Después de eso, se fue a la habitación para prepararse para la noche. Camina hacia su habitación y entra. Se da un baño reparador, se queda casi dormida en la bañera pero cuando se da cuenta que casi se duerme, abre los ojos y se levanta para no seguir en el agua.
Toma la toalla y se envuelve el cuerpo con ella, luego comienza a vestirse para cuando el Sr Kamarov llegue. Se puso solo un camisón corto de color blanco, con los breteles de puntilla. Era algo sencillo pero abajo solo tenía un short de algodón. Se puso un perfume suave y delicado, como era ella. Se acostó en la cama a esperar que llegara su cliente. Después de unos instantes, escucho la puerta, ya había llegado el Sr Kamarov y levanto camino hacia la puerta y la abrió para que él pase- Adelante, Sr Kamarov- Haciendo un ademan para que pásese a la habitación.Al verlo pasar ella cierra la puerta detrás de ella y camina hacia la cama quedándose parada por un momento. Como esta sr Kamarov? Le pregunta por el solo hecho de interesarse por su bienestar.

por **Abhigyan Komarov** Dom Ene 31, 2016 12:12 pm

La cosa es que Abhigyan era un hombre de pocas palabras cuando se trataba de lo personal, en cuanto a su trabajo era el hombre más ingenioso e inteligente del estrado, podía hablar y hablar todo el día; tenía un don para la palabrería o esos decían sus compañeros, pero cuando se trataba de una chica de compañía todo cambiaba, le gustaba que siempre estuviesen a su disposición; era algo fuera de lo común intentar que una prostituta fuese solo tuya, pero Abhigyan no entendía eso, era tanta su obsesión hacia la chica que lo enloquecía por completo.

Al momento en el que se adentró a quel burdel, la que manejaba a las chicas sabía perfectamente que siempre venía viernes, sabado y domingo a esas horas de la noche, así que tenía que tener a esa hermosa rubia disponible, porque por las buenas era bueno y por las malas era peor; por un momento al llegar creyo que la rubia estaba con otro hombre, y en ese instante estaba que le hervía la sangre hasta que le dijeron que estaba esperandole en su habitación, así que se había dirigido hacia su habitación y toco un par de veces la puerta esperando que la rubia abriera la puerta.

Cuando la rubia abre la puerta observo lo que trae puesto,, era una bata de ceda que a decir verdad le lucia de maravilla escucho su saludo sonriendo de lado-Hola hermosa rubia-Era muy raro cuando la llamaba por su nombre, observando como cerraba la puerta posando sus manos alrededor de su cintura para responder su pregunta-Por ahora excelente, aunque hace unos minutos cuando llegue estaba molesto porque no te vi recibiendome pero luego me calme cuando me dijeron que te encontrabas aquí-Dije posando mis labios de lado de su cuello dejando un par de besos en este-Me extrañaste hermosa?-Dijo mirando como sus ojos se reflejaban en los del contrario.

por **Micaela Lamberg** Miér Feb 10, 2016 9:23 pm

Escucho lo que le dijo el señor Kamarov y sonrió levemente. Luego sintió sus manos rodeaban su cintura, lo miraba mientras me respondía la pregunta que le había hecho. Es mejor esperarlo aquí en la habitación- le dijo – Aunque otras veces lo puedo recibir en el salón- menciono ella acaricio un instante su mejilla mientas él besaba su cuello y escucho su pregunta. Claro que lo extrañe, señor- lo miro a los ojos y solo espero.
Quiere tomar algo?- le pregunta con curiosidad para saber que le gustaba tomar a él. Tania que saber sus gustos y lo que no le gustaba.. Al parecer era un hombre que se enfada por no tener a su disposición lo que quiere. Estaba bien porque era un cliente que pagaba muy bien y había pedido la exclusividad de ella, no le gustaba que otros hombres la tocaran. Lo veía de vez en cuando pero cuando se encontraban era una noche maravillosa.

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