Sarah Jónsdóttir Dallarth

Sarah Jónsdóttir Dallarth

Edad: 26 años

Raza: Humana/Alta

O. Sexual: Heterosexual

O. lugar: Francia

- D. Psicólogica -

Sarah es una mujer que tiende a estar en segundo plano: secreta, reservada, desconfiada y prudente, no se abandona fácilmente a sus emociones o sus sensaciones, prefiriendo mantener siempre la cabeza fría. Se encuentran presentes dos tendencias contradictorias: la primera, que puede corresponder a una primera parte de su vida, es susceptible de llevarla a reprimir sus sentimientos (inhibiciones, prohibiciones morales más o menos potentes). Entonces, Sarah se mostrará fría, determinada, trabajadora, preferirá centrar su vida sobre los razonamientos sensatos de su juicio y querrá tener siempre un pie en tierra firme. Posteriormente, hacia la madurez, Sarah podrá comenzar a vivir la influencia de un número maestro. Podrían interesarle las realizaciones de gran envergadura, vinculadas a ámbitos colectivos, internacionales o relacionados con empresas nacionales o de difusión.

Las oportunidades de éxito son importantes, acompañadas por una gran tensión nerviosa. Según el ámbito de actividad, podrá dejar un nombre o una huella, aliando rigor, fuerza, determinación, con una capacidad de trabajo y de acción superior a la normal. Entonces, podrá optar por vivir una existencia poco común, donde nada será gratuito, a veces en detrimento de su vida privada, o de elegir una vía más anónima, menos ambiciosa, a veces rutinaria, que le aportará paz y tranquilidad. Esta dualidad será particularmente difícil de vivir, sobre todo si no llega al nivel de las altas aspiraciones de su número maestro, que le confiere cierto impacto sobre los demás. En cualquiera de los dos casos, Sarah privilegiará la esfera profesional, convirtiéndose en una verdadera “burra de carga”, con una gran preocupación por los detalles, al punto de perderse en esto, todo sobre un fondo de rigor, de moralidad, que puede llegar hasta la estrechez de miras, la mezquindad, la rigidez.

Infinitamente simpática, encantadora, conciliadora, también es enérgica, audaz y combativa. Tiene una gran sensibilidad y emotividad: ¡cuidado con el estrés! Su humor a veces podrá ser fluctuante… entonces, dará muestras de una gran fuerza moral y física. Su visión de la vida será amplia e idealista y tendrá aspiraciones elevadas…La mayor parte del tiempo vive este número una octava más abajo: se revela frágil, impresionable, soñadora y sugestionable. Puede oscilar de una tendencia a otra, con el número maestro que marca más bien la madurez.

Sarah es bastante directa, franca, recta, y no le gustan la hipocresía ni la injusticia, que la exceden. En efecto, habitualmente sonriente y conciliadora, es capaz de tener violentos accesos de cólera si se la exaspera. También puede mostrarse charlatana y espontánea, viva y rápida. Por último, si bien es particularmente altruista y se interesa por los demás, el ámbito material no le es indiferente y a veces se muestra sensible a los signos exteriores de riqueza. Le gusta cuidar su apariencia mediante bellas joyas o prendas caras.

Tiene mucha energía y no tiene pelos en la lengua. Posesiva, pide muchas pruebas de afecto, ya que es muy receptiva a su entorno. Le encantan las historias, los cuentos y las leyendas, es cierto, ¡pero también necesita acción y contactos! A Sarah le gusta agradar, ser bien considerada por los demás y comunicarse dentro de un grupo de amigos, que anima con calidez, generosidad, sentido del humor y espíritu crítico. Tiene un profundo sentido de la amistad y le encanta ayudar. Además, es adaptable, astuta, ingeniosa, incluso oportunista. En amor, a menudo es demasiado idealista, y ve al ser amado a través de un velo de ilusión: corre el riesgo de decepcionarse en algún momento… Puede vivir, en un primer tiempo de su vida, de manera dependiente, aparentemente flexible, sumisa y pasiva, pero este no será su verdadero temperamento, ¡ya que ella, de hecho, es autoritaria! Ante la menor debilidad de su compañero, tenderá a retomar las riendas de su destino

- Historia -

Sarah prácticamente ha vivido en el orfanato de París durante toda su vida.

El hecho de que ahora unos hombres vestidos de cuero negro se acerquen a ella como lo más importante del mundo y la traten como si fuera oro en peso, Sarah entiende que hay muchas cosas que no sabe del todo.

Ella sabe que se crió en el interior del orfanato pero nadie pregunto por ella hasta que cumplió la mayoría de edad. Para entonces, Sarah iba a ser enviada a Rusia para poder trabajar de pescadera en una de las zonas costeras de allá, pero un hombre de poblada barba y ojos penetrantes azules la detuvieron en el sitio, la dueña del orfanato simplemente no daba crédito a lo que aquel hombre le contaba. Resultó ser que Sarah era mucho más importante que nunca.

La mujer que había vendido a Sarah solamente estaba aterrorizada por la cantidad de quejas que recibiría de aquel hombre pero de todas formas, aquel hombre misterioso se la llevó sin más resultando que al fin y al cabo, todo tenía un final feliz después de todo. Sarah Jónsdóttir Dallarth, pensó que al final sería algo bonito. Cuando le contaron sobre todo lo que se escondía de ella o de las cosas que habían intentado asesinarla sin éxito, se aterrorizó pero no huyó. Tiempo para pensar. Así que al pasar dos meses tras la mayoría de edad y haber pensado demasiado sobre el tema, vino el tema del matrimonio con otro posible heredero.

Aquel hombre que la sacó de su antigua vida o vida futura de esclava en un embarcadero. Ahora sería la esposa de alguien atractivo que apenas hablaba una palabra, pero con lo protector que era, le bastaba con eso. Con 20 años podría decirse que se hablaba de un embarazo de la señora Dallarth, pero un ataque desde dentro de la servidumbre hizo que perdiera a la hermosa niña que tenía en su interior cuando fue empujada por las escaleras.

Sarah desde entonces no es la misma. Nunca lo fue ni siquiera volvió a intentar seducir a su marido cuando este por impaciencia de sí mismo se iba a cortejar damas aun sabiéndolo ella misma, sabiendo que se culpaba a sí misma y que por ello estaban de esta manera. Cuando ninguno de los dos pudo aguantar más, Sarah termina por armarse de valor y colgarse de una soga, pero en ese momento de intento de suicidio, su esposo llega y la salva.

De nuevo protegiéndola y ella ¿seguía culpándose?  

La verdad es que no.

Tras dos años del accidente ahora tiene 22 años. Sarah y su esposo quisieron volver a intentarlo de nuevo pero ahora está el hombre de la casa fuera en alguna parte combatiendo frente a frente contra el enemigo en alguna tonta guerra. Pensó que volvería en algún momento pero ya han pasado 4 años y con 26 años de edad, Sarah espera aun a que su esposo vuelva, pero no sabe porque intuye lo peor. Esta en ansiedad pura. No sabe que ha pasado con su esposo y entonces finalmente sabe algo de él.

Esta desaparecido. No han encontrado ningún rastro del cuerpo del esposo de Sarah Jónsdóttir Dallarth y pronto habrá un funeral en París donde dicha estúpida guerra tomo lugar y antes de nada, Sarah tiene que ir a reconocer los cuerpos por si alguno es el de su esposo.

No quiere encontrarse con su esposo.

No.

Muerto no.