AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Sweet Vanilla [Junno - Julien]
3 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Sweet Vanilla [Junno - Julien]
Recuerdo del primer mensaje :
Había recibido la invitación, sin embargo, aún no se sentía con el ánimo necesario para asistir a una fiesta que a su propio parecer solo dejaba en claro que quienes disfrutaban de tales 'lujos' era por la falta de años recorridos en la vida de oscuridad en la que ellos ahora estaban inmersos. En otras palabras, para él no tenía ningún sentido en ese momento el juego que ya se había llevado acabo en aquel lugar.
Llegó al lugar por medios propios, sus sentidos aumentados eran mejores que cualquier cosa que algo meramente humano pudiese ofrecerle. Su rapidez le permitiría ir a aquella morada que no era la suya, permanecer hasta poco antes del amanecer y tener el tiempo suficiente de volver a su refugio. ¿Por qué si no tenía ningún interés en el evento estaba ahí ahora que parecía prácticamente haber terminado? Eso era fácil de explicar, había alguien ahí que sí le interesaba en una forma, su mayordomo, y lo que más ejercía una especie de curiosidad en el vampiro era saber por qué parecía tan interesado en una velada de seres como ellos. El espectáculo, casi podía decirlo con seguridad, no habría sido lo que esperaba.
Kei lo sabía, estando lejos de Asagi, se sentía diferente, incluso si era algo simple como esto, era como ser dos personas distintas, aunque la explicación no era en realidad esa, era como cualquier ser humano enamorado, estando con la persona que quería no podía más que centrarse en ella. Suspiró mientras entraba, a un paso tan ligero que el sonido apenas se hacía presente en sus pisadas, justo por la entrada principal, sabiendo que la mayoría se había marchado ya, y que quienes quedaban ahí dentro eran el mismo dueño de aquel lugar y su fiel sirviente.
Su expresión permaneció inalterable mientras los claros rastros de lo que había sucedido podían percibirse en el aire, aún podía sentir el sabor de la sangre y el aroma a violetas que ya conocía bien. Nunca lo había visto como una amenaza, y muchas veces había notado cosas que había preferido ignorar, Junno finalmente había terminado aceptando su propios sentimientos hacia él de forma natural, contrario a los primeros meses que estuvieron en la misma casa junto a su alumno que ya no existía más.
Todo aquello cruzó apenas fugaz por su mente, suspiró pesadamente cuando se dirigió a donde estaba seguro se encontraba el anfitrión. Se detuvo mucho antes de llegar, como respetando el espacio ajeno, después de todo no estaba ahí para discutir o causar revuelo. Espero pacientemete a que aquella persona hiciera aparición. También podía notar la cercanía de Junno, que parecía estar tratando de mantener la calma en un punto lejano de él, al parecer revisando los efectos del veneno que habían suministrado a los humanos, seguramente era su forma de distraerse antes de enfrentarse a la realidad que le rodeaba.
-Buenas Noches, Monsieur. Espero haya disfrutado la celebración tanto como merecía -Dijo educadamente, inclinándose al ofrecer una ligera reverencia a quien salía de las sombras -Siento no haber asistido, sin embargo, al final no me he resistido a hacerle una pequeña visita que espero no le incomode -Sonrió mientras se enderezaba.
Había recibido la invitación, sin embargo, aún no se sentía con el ánimo necesario para asistir a una fiesta que a su propio parecer solo dejaba en claro que quienes disfrutaban de tales 'lujos' era por la falta de años recorridos en la vida de oscuridad en la que ellos ahora estaban inmersos. En otras palabras, para él no tenía ningún sentido en ese momento el juego que ya se había llevado acabo en aquel lugar.
Llegó al lugar por medios propios, sus sentidos aumentados eran mejores que cualquier cosa que algo meramente humano pudiese ofrecerle. Su rapidez le permitiría ir a aquella morada que no era la suya, permanecer hasta poco antes del amanecer y tener el tiempo suficiente de volver a su refugio. ¿Por qué si no tenía ningún interés en el evento estaba ahí ahora que parecía prácticamente haber terminado? Eso era fácil de explicar, había alguien ahí que sí le interesaba en una forma, su mayordomo, y lo que más ejercía una especie de curiosidad en el vampiro era saber por qué parecía tan interesado en una velada de seres como ellos. El espectáculo, casi podía decirlo con seguridad, no habría sido lo que esperaba.
Kei lo sabía, estando lejos de Asagi, se sentía diferente, incluso si era algo simple como esto, era como ser dos personas distintas, aunque la explicación no era en realidad esa, era como cualquier ser humano enamorado, estando con la persona que quería no podía más que centrarse en ella. Suspiró mientras entraba, a un paso tan ligero que el sonido apenas se hacía presente en sus pisadas, justo por la entrada principal, sabiendo que la mayoría se había marchado ya, y que quienes quedaban ahí dentro eran el mismo dueño de aquel lugar y su fiel sirviente.
Su expresión permaneció inalterable mientras los claros rastros de lo que había sucedido podían percibirse en el aire, aún podía sentir el sabor de la sangre y el aroma a violetas que ya conocía bien. Nunca lo había visto como una amenaza, y muchas veces había notado cosas que había preferido ignorar, Junno finalmente había terminado aceptando su propios sentimientos hacia él de forma natural, contrario a los primeros meses que estuvieron en la misma casa junto a su alumno que ya no existía más.
Todo aquello cruzó apenas fugaz por su mente, suspiró pesadamente cuando se dirigió a donde estaba seguro se encontraba el anfitrión. Se detuvo mucho antes de llegar, como respetando el espacio ajeno, después de todo no estaba ahí para discutir o causar revuelo. Espero pacientemete a que aquella persona hiciera aparición. También podía notar la cercanía de Junno, que parecía estar tratando de mantener la calma en un punto lejano de él, al parecer revisando los efectos del veneno que habían suministrado a los humanos, seguramente era su forma de distraerse antes de enfrentarse a la realidad que le rodeaba.
-Buenas Noches, Monsieur. Espero haya disfrutado la celebración tanto como merecía -Dijo educadamente, inclinándose al ofrecer una ligera reverencia a quien salía de las sombras -Siento no haber asistido, sin embargo, al final no me he resistido a hacerle una pequeña visita que espero no le incomode -Sonrió mientras se enderezaba.
Kei Koizumi- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 7371
Fecha de inscripción : 27/02/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
Julien estaba con sus orbes abiertas y blancas con esa mínima luz que pasaba por la habitación podía notarse que bajo esa frialdad constante algo lo había hecho reaccionar de una forma que sintió como miedo, aunque de ello no iba a decir palabra. Una leve gota de sudor cruzó por su columna bajo su camisa. Era un milagro no respirar, Junno apenas si pudo hacerlo luego de soltar las dagas y pudo sentir el aire cálido en su rostro pétreo.
- No, discúlpame tu…- no sabía que mas decir, era él quien le debía una disculpa después de semejante intromisión ¿Cómo la argumentaba?
“Simplemente pasaba y quería chequear si respirabas” Tenía que ser muy idiota para creerle.
No podía decir nada para no sentirse culpable. Miró las dagas en el piso de madera aun acuclillado pero no se animó a levantarlas, sabía que tenían veneno todas y cada una de las armas, se sabía inmortal pero ya había probado su sangre y había tenido un ataque en lo que supuso era un espacio cercano al estomago.
Mantuvo su mirada en ellas hasta que notó que seguramente tenía que levantarse del sillón y él estaba estorbando, en un rápido movimiento se corrió, mucho mas rápido de lo que hubiera querido. Se quedó de espaldas, pensando en cómo continuar y empezó por cerrar la puerta que había quedado entreabierta. Tomando como ejemplo a su tutor, su mentor, que tenia la facilidad de restarle importancia a las cosas de una forma increíblemente convincente decidió imitarlo.
Lo observó y se acomodó el pelo imitándolo, el momento de tensión lo había desquiciado mas que sus sueños asi que como quien recibe el día preguntó – Y ¿Has descansado bien? Si deseas puedo dejarte… - y no pudo continuar porque Junno empezó a hablar justo, volviendo de sus pensamientos, o de lo precipitado del momento, no sabía.
Si, sus manos estaban mas calientes de lo normal, incluso no llevaba guantes puestos porque teniendo una agradable temperatura en la mano no lo veía necesario. Se juntó las manos tocando los dedos y simplemente asintió con una sonrisa entre sus labios que le sonaba extraña a su rutina.
- No, Junno, yo tuve la culpa, discúlpame por despertarte asi… no debí… tenía que haber tocado la puerta primero…- dijo en lo que sonaba como una disculpa de lo mas extraña, mas parecía hablar consigo mismo. El muchacho se puso a juntar las dagas con total naturalidad como si no tuvieran veneno. Después respondió ya seguro que volvían a sus charlas habituales y mas distendidas – Si, con sueños algo caóticos, nada fuera de lo normal. La sangre de esta gente era bastante turbia… sus vidas no eran fáciles – comentó con algo de conmoción al recordar algunas cosas susurradas en la sangre de las vidas que había tomado. Se quedó mirándolo después y él bajó la cabeza.
- Creo… que si, debe de andar por la cocina, si quieres puedo pedirle que te prepare algo para comer – comentó a modo de opción como una alternativa para llamarla – Y si deseas podemos ir a conocer los jardines de esta casa, estoy seguro que puedes encontrar algo que te llame la atención – comentó sabiendo de la variedad de especies que rondaban por esos lugares, los franceses tenían muchas cosas malas pero tenían un exquisito gusto en todo lo que se refería a parquizacion.
- No, discúlpame tu…- no sabía que mas decir, era él quien le debía una disculpa después de semejante intromisión ¿Cómo la argumentaba?
“Simplemente pasaba y quería chequear si respirabas” Tenía que ser muy idiota para creerle.
No podía decir nada para no sentirse culpable. Miró las dagas en el piso de madera aun acuclillado pero no se animó a levantarlas, sabía que tenían veneno todas y cada una de las armas, se sabía inmortal pero ya había probado su sangre y había tenido un ataque en lo que supuso era un espacio cercano al estomago.
Mantuvo su mirada en ellas hasta que notó que seguramente tenía que levantarse del sillón y él estaba estorbando, en un rápido movimiento se corrió, mucho mas rápido de lo que hubiera querido. Se quedó de espaldas, pensando en cómo continuar y empezó por cerrar la puerta que había quedado entreabierta. Tomando como ejemplo a su tutor, su mentor, que tenia la facilidad de restarle importancia a las cosas de una forma increíblemente convincente decidió imitarlo.
Lo observó y se acomodó el pelo imitándolo, el momento de tensión lo había desquiciado mas que sus sueños asi que como quien recibe el día preguntó – Y ¿Has descansado bien? Si deseas puedo dejarte… - y no pudo continuar porque Junno empezó a hablar justo, volviendo de sus pensamientos, o de lo precipitado del momento, no sabía.
Si, sus manos estaban mas calientes de lo normal, incluso no llevaba guantes puestos porque teniendo una agradable temperatura en la mano no lo veía necesario. Se juntó las manos tocando los dedos y simplemente asintió con una sonrisa entre sus labios que le sonaba extraña a su rutina.
- No, Junno, yo tuve la culpa, discúlpame por despertarte asi… no debí… tenía que haber tocado la puerta primero…- dijo en lo que sonaba como una disculpa de lo mas extraña, mas parecía hablar consigo mismo. El muchacho se puso a juntar las dagas con total naturalidad como si no tuvieran veneno. Después respondió ya seguro que volvían a sus charlas habituales y mas distendidas – Si, con sueños algo caóticos, nada fuera de lo normal. La sangre de esta gente era bastante turbia… sus vidas no eran fáciles – comentó con algo de conmoción al recordar algunas cosas susurradas en la sangre de las vidas que había tomado. Se quedó mirándolo después y él bajó la cabeza.
- Creo… que si, debe de andar por la cocina, si quieres puedo pedirle que te prepare algo para comer – comentó a modo de opción como una alternativa para llamarla – Y si deseas podemos ir a conocer los jardines de esta casa, estoy seguro que puedes encontrar algo que te llame la atención – comentó sabiendo de la variedad de especies que rondaban por esos lugares, los franceses tenían muchas cosas malas pero tenían un exquisito gusto en todo lo que se refería a parquizacion.
Julien- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 180
Fecha de inscripción : 17/02/2014
Localización : Paris
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
Junno tardó un momento en levantarse. Había algo diferente tras lo de la noche anterior. Se sentía diferente a pesar de que nada había cambiado notoriamente en su vida, salvo el haber estado ahí. Observó a Julien, mucho más tranquilo que él e ese instante.
-No... -Negó cuando dijo que podrían hablarle a la mujer que había conocido en la mañana -No quiero causar molestias -Pero había dejado de mirarle a los ojos, su mirada había bajado apenas un poco, de algún modo algo lo hacía sentirse incómodo.
-Podemos ir más tarde-Respondió en un tono suave, conciliador sin necesidad de ello. Quería hablar con él, aunque no sabía sobre qué, pero decidió dejarse guiar por aquel impulso. Si algo sabía también es que ese tipo de cosas no era bueno ignorarlas, a veces tus sentidos te decían cosas que tu mente no captaba de la forma en que debía ser, si era una de esas situaciones no lo sabía, pero prefería seguir una corazonada.
Tomó aire, justo como si tomara valor, lo hacía cuidando sus movimientos, como si todo lo que hiciera estuviese medido para no dejar que otros lo leyeran con demasiada facilidad. Podría ocultar gestos como esos, pero requería una concentración que no tenía en ese momento.
-Yo... ¿Puedo encender alguna luz? No estoy tan acostumbrado a este sito para estar a oscuras -Preguntó con amabilidad, lo cierto es que se sentía nervioso en las penumbras con un vampiro, si bien lo veía moverse, con la poca luz le era más difícil aún percibirlo con la claridad que le gustaría.
Esperó un momento sin moverse, como esperando e permiso para hacerlo él mismo, encender una de las lámparas que había visto al entrar.
Pasaron varios minutos en los que se sintió algo tenso, pero poco a poco fue bajando la guardia sin darse cuenta. Aquel era un lugar diferente, quien estaba frente a él era una persona diferente.. justamente eso lo tranquilizaba, le hacía sentir que aquella opresión en su pecho que sentía últimamente desaparecía, porque no tenía que cuidar lo que hacía, porque Julien no lo conocía y justamente por ello no podría juzgarlo como él estaba haciéndolo consigo mismo.
-¿Puedo preguntar algo? -Le miraba de vez en vez, no nervioso, pero si evitando mantener su mirada en la ajena por ratos largos -¿Qué sientes? Ayer ¿Qué sentiste a hacer todo esto? -Gesticuló con sus manos refiriéndose a todo lo que había pasado. ¿Alguna vez se había sentido el mínimo culpable por lo que hacía? No podía comprenderlo y justo ahora él dudaba ser muchas cosas y una idea que había evitado se estaba haciendo presente en él -¿Qué sientes? -Por un momento en su rostro aparecieron los estragos de la confusión.
Él estaba sintiéndose inseguro tras verlos, tras ser un mero expectador y haberles dado algo para lograr aquel oscuro objetivo. A pesar de sus creencias, a pesar de todo, él nunca había dudado de sus principios, pero ¿Había hecho bien en simplemente aceptar una oferta como aquella? ¿Darles algo para desatar los instintos de un grupo de vampiros que deseaban dejarse llevar por ellos? No se sentía culpable, solo confundido y eso lo sabía bien. Algo en su conciencia le hacía sentirse de ese modo, por lo que había vivido hacía no tanto, sentía que todo tenía un significado diferente.
-No... -Negó cuando dijo que podrían hablarle a la mujer que había conocido en la mañana -No quiero causar molestias -Pero había dejado de mirarle a los ojos, su mirada había bajado apenas un poco, de algún modo algo lo hacía sentirse incómodo.
-Podemos ir más tarde-Respondió en un tono suave, conciliador sin necesidad de ello. Quería hablar con él, aunque no sabía sobre qué, pero decidió dejarse guiar por aquel impulso. Si algo sabía también es que ese tipo de cosas no era bueno ignorarlas, a veces tus sentidos te decían cosas que tu mente no captaba de la forma en que debía ser, si era una de esas situaciones no lo sabía, pero prefería seguir una corazonada.
Tomó aire, justo como si tomara valor, lo hacía cuidando sus movimientos, como si todo lo que hiciera estuviese medido para no dejar que otros lo leyeran con demasiada facilidad. Podría ocultar gestos como esos, pero requería una concentración que no tenía en ese momento.
-Yo... ¿Puedo encender alguna luz? No estoy tan acostumbrado a este sito para estar a oscuras -Preguntó con amabilidad, lo cierto es que se sentía nervioso en las penumbras con un vampiro, si bien lo veía moverse, con la poca luz le era más difícil aún percibirlo con la claridad que le gustaría.
Esperó un momento sin moverse, como esperando e permiso para hacerlo él mismo, encender una de las lámparas que había visto al entrar.
Pasaron varios minutos en los que se sintió algo tenso, pero poco a poco fue bajando la guardia sin darse cuenta. Aquel era un lugar diferente, quien estaba frente a él era una persona diferente.. justamente eso lo tranquilizaba, le hacía sentir que aquella opresión en su pecho que sentía últimamente desaparecía, porque no tenía que cuidar lo que hacía, porque Julien no lo conocía y justamente por ello no podría juzgarlo como él estaba haciéndolo consigo mismo.
-¿Puedo preguntar algo? -Le miraba de vez en vez, no nervioso, pero si evitando mantener su mirada en la ajena por ratos largos -¿Qué sientes? Ayer ¿Qué sentiste a hacer todo esto? -Gesticuló con sus manos refiriéndose a todo lo que había pasado. ¿Alguna vez se había sentido el mínimo culpable por lo que hacía? No podía comprenderlo y justo ahora él dudaba ser muchas cosas y una idea que había evitado se estaba haciendo presente en él -¿Qué sientes? -Por un momento en su rostro aparecieron los estragos de la confusión.
Él estaba sintiéndose inseguro tras verlos, tras ser un mero expectador y haberles dado algo para lograr aquel oscuro objetivo. A pesar de sus creencias, a pesar de todo, él nunca había dudado de sus principios, pero ¿Había hecho bien en simplemente aceptar una oferta como aquella? ¿Darles algo para desatar los instintos de un grupo de vampiros que deseaban dejarse llevar por ellos? No se sentía culpable, solo confundido y eso lo sabía bien. Algo en su conciencia le hacía sentirse de ese modo, por lo que había vivido hacía no tanto, sentía que todo tenía un significado diferente.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 542
Fecha de inscripción : 22/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
- Si, por supuesto, tenemos todo el tiempo del mundo – comentó relajando un poco la postura, había dado esa opción por completar el espacio de silencio, había una gran incomodidad que antes no había estado, ¿Cómo la simple presencia de Junno lograba tales cosas y lo hacía actuar por inercia?
Se perdió en medio de sus espacios hasta que habló y fue recién allí que notó que estaban en medio de la habitación totalmente a oscuras – Oh – y rápidamente encendió los veladores del lugar, dándose cuenta que a pesar de relajarse dos minutos antes ya volvía a percibir esa chispa molesta y por ello respiró para tranquilizarse un poco y encontrar la paz que anhelaba desde que había ingresado en la habitación.
No sabía que decir, no tenía idea de cómo continuar ahora, lo observó y desvió la vista cuando sus miradas se juntaron.
La suave voz del humano rompió tal secuencia de una forma sutil podía pronunciar cualquier maldición que sonaría como bellas palabras entre sus labios. Lo que podía dar por ellos. Los vampiros no podían sonrojarse…o eso esperaba porque hubiera jurado que Junno lo había visto observarlos con intención.
- Lo que desees… - dio su espacio para que preguntara lo que quisiera, estando los dos solos allí nada podía pasar. Se quedó meditando una respuesta concreta y clara, era difícil expresar lo que se sentía al terminar con la vida de los demás, era una sensación que solamente había sentido similar a algunos de sus juegos sádicos. No había forma de expresarlo con palabras, un intenso sentimiento de placer que crecía desde las entrañas mismas y se extendía por todo el cuerpo, la sangre iba recorriendo el cuerpo a medida que ingresaba por el torrente completando con el calor esos espacios no vitales. Y luego los susurros, como arrullos, canciones de cuna que completan la travesía y la hacen un éxtasis total – Es difícil de explicar con palabras. Veamos… imagínalo como algo de lo que te da placer completo, algo que no reemplazarías por nada del mundo. Eso que siempre quisiste y que además te da una sensación de poder increíble – comentó con ademanes mientras caminaba por la habitación, buscando las palabras indicadas.
- ¿No sé si me explico…? – le preguntó para asegurarse que entendía el concepto abstracto que intentaba describir con palabras. En respuesta tuvo la cara de Junno apenas se giró y vio confusión. Imitó esto y se limitó a preguntar con algo de remordimiento - ¿Qué sucede? – si estaba juzgándose prefería darle una respuesta mas prolija antes de continuar, no deseaba apartarlo o someterlo a sus mismos traumas morales, a lo sumo podía comentarle su experiencia y asi mostrarle su punto de vista 20 años después de esa primera impresión.
Se perdió en medio de sus espacios hasta que habló y fue recién allí que notó que estaban en medio de la habitación totalmente a oscuras – Oh – y rápidamente encendió los veladores del lugar, dándose cuenta que a pesar de relajarse dos minutos antes ya volvía a percibir esa chispa molesta y por ello respiró para tranquilizarse un poco y encontrar la paz que anhelaba desde que había ingresado en la habitación.
No sabía que decir, no tenía idea de cómo continuar ahora, lo observó y desvió la vista cuando sus miradas se juntaron.
La suave voz del humano rompió tal secuencia de una forma sutil podía pronunciar cualquier maldición que sonaría como bellas palabras entre sus labios. Lo que podía dar por ellos. Los vampiros no podían sonrojarse…o eso esperaba porque hubiera jurado que Junno lo había visto observarlos con intención.
- Lo que desees… - dio su espacio para que preguntara lo que quisiera, estando los dos solos allí nada podía pasar. Se quedó meditando una respuesta concreta y clara, era difícil expresar lo que se sentía al terminar con la vida de los demás, era una sensación que solamente había sentido similar a algunos de sus juegos sádicos. No había forma de expresarlo con palabras, un intenso sentimiento de placer que crecía desde las entrañas mismas y se extendía por todo el cuerpo, la sangre iba recorriendo el cuerpo a medida que ingresaba por el torrente completando con el calor esos espacios no vitales. Y luego los susurros, como arrullos, canciones de cuna que completan la travesía y la hacen un éxtasis total – Es difícil de explicar con palabras. Veamos… imagínalo como algo de lo que te da placer completo, algo que no reemplazarías por nada del mundo. Eso que siempre quisiste y que además te da una sensación de poder increíble – comentó con ademanes mientras caminaba por la habitación, buscando las palabras indicadas.
- ¿No sé si me explico…? – le preguntó para asegurarse que entendía el concepto abstracto que intentaba describir con palabras. En respuesta tuvo la cara de Junno apenas se giró y vio confusión. Imitó esto y se limitó a preguntar con algo de remordimiento - ¿Qué sucede? – si estaba juzgándose prefería darle una respuesta mas prolija antes de continuar, no deseaba apartarlo o someterlo a sus mismos traumas morales, a lo sumo podía comentarle su experiencia y asi mostrarle su punto de vista 20 años después de esa primera impresión.
Julien- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 180
Fecha de inscripción : 17/02/2014
Localización : Paris
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
Sonrió apenas ligeramente al escuchar aquella primer respuesta. No tenían todo el tiempo del mundo, al menos él no lo tenía. No es que se sintiese cerca de la muere, pero sabía que sus tiempos se movían en una sintonía diferente. Ladeó el rostro con la mirada distraída por un momento y una sonrisa que se fue esfumando de sus facciones hasta desaparecer, como si nunca hubiese estado ahí.
Se daba cuenta de que estaba siendo demasiado confiado con Julien, también sabía que estaba tomándose demasiadas confianzas al estar ahí, pero había querido hacerlo y seguir lo que le dictaban sus instintos. Él era un cazador, sabía que debía confiar en ellos, cuando dudara, podría significar un error fatal. Y aunque esta no era ninguna cacería, para él era algo importante, porque la lucha se estaba dando en su interior. Sus ojos por fin se centraron en aquellos inhumanos. Los veía justo como los de Koizumi, tenían esa aura sobrenatural, tenían ese brillo que decía claramente que pertenecían a un lugar distinto, que eran seres que no pertenecían al mismo plano que mortales como él mismo.
Tras su pregunta se concentró en ver sus movimientos, la forma en que se expresaba. No le temía, tampoco le causaba repulsión todo lo que había pasado. No había ningún sentimiento negativo ¿entonces por qué se sentía así? ¿Qué era aquella opresión que no le dejaba en paz?
Asintió como si lo entendiera, tal vez lo hacía, pero por primera vez había un conflicto entre lo que sentía, pensaba y creía. No sabía si estaba tomando las palabras de la forma en que él quería expresarlas, pero si estaba seguro de lo que empezaba a formularse en su mente. Aquello empezaba a tomar la forma de las palabras que no había querido dejar escapar. Pero mezclado con lo que estaba fuera de su alcance.
¿Qué sucedía? No estaba seguro. Había tantas cosas en su mente, se sentía confuso, pero jamás lo admitiría de esa forma, ni dejaría que nadie se acercara a él y averiguara todo sobre sus pensamientos. Eso era lo que quería y por otro lado deseaba lo contrario. Poder acercarse a alguien lo suficiente para dejar salir incluso los pensamientos más dolorosos que carcomían su alma.
-He vivido todo este tiempo siendo lo que soy… Con unos ideales que me han sido inculcados desde la infancia, con creencias acerca de la vida y la muerte que no concuerdan con el de la mayoría de la gente… Y para mí, eso estaba bien… Es lo que comprendía, podía sentir que era lo correcto... al menos para mí…- Trató de relajarse, aunque le resultó imposible en ese momento.
Aquello era lo más parecido a una confesión de su parte. Era la primera vez que intentaba que las palabras transmitieran lo que sentía –Mi abuelo me enseñó que si creías con firmeza que lo que hacías era lo correcto, sin importar lo que fuese para otros, lo sería para ti… Me enseñó a confiar en que aunque eligiera un camino, debía confiar y creer firmemente en que era la mejor decisión que podría tomar- Mientras hablaba movía los dedos de sus manos lentamente, centrando su mirada en ellos. Odiaba sentirse vulnerable de alguna manera y quería luchar contra ello. Probablemente a Julien le parecía que hablaba sin sentido o que estaba dándole vueltas a lo que quería decir, pero era tan antinatural para él hablar de sí mismo.
–Pero … ¿Quién soy yo para arrebatar una vida? ¿Quién soy yo para juzgar a alguien, humano o no, por lo que hace? – Sintió un nudo en la garganta y se echó ligeramente atrás, recargándose en el cómodo mueble, sintiendo la suavidad del acolchado del respaldo. Cerró los ojos por un par de segundos –No soy nadie…-Fue su propia respuesta –No soy diferente del resto… pero lo h hecho incontables veces… y nunca, hasta hace poco, me preocupó en absoluto… - Sintió su propia voz perder fuerza.
No quería decir más, no quería ahondar en aquello y suspiró. No quería porque Julien era casi un desconocido, pero por lo mismo casi estaba a punto de revelarle los pensamientos que incluso había querido negarse a sí mismo. Había tantas cosas. Había ayudado a personas que no quería ver morir justamente a cruzar ese camino y se sentía culpable. Había decidido abrir su corazón a alguien y ese alguien había desaparecido sin dejar rastro. Había querido confiar en que podía tomar las riendas de su vida tras sentir que lo había perdido casi todo, pero se sentía incapaz de hacerlo de la forma en que estaba ahora.
Nunca había dejado que ningún ser se acercara a él, pero había ocurrido sin su permiso, la gente común, prefería mantenerla lejos, no podía tener contacto humano cuando su cuerpo era tan antinatural a pesar de ser un mortal cualquiera. Nunca había tocado a una persona con sus manos desnudas por el veneno que corría en su cuerpo, pero Julien, Kei, Kaine… ellos no era seres humanos, no temía dañarlos y al menos eso era un alivio para él, no tener que preocuparse por algo tan trivial. Su culpabilidad yacía en haber sido él mismo quien ayudara a desaparecer de la faz de la tierra aquello que había llegado a querer, a desear o amar de alguna manera. Había llegado a un punto en el que parecía había llegado a su límite. Su mente no estaba en paz. Y no sabía qué hacer para sentir la calma que necesitaba.
Se daba cuenta de que estaba siendo demasiado confiado con Julien, también sabía que estaba tomándose demasiadas confianzas al estar ahí, pero había querido hacerlo y seguir lo que le dictaban sus instintos. Él era un cazador, sabía que debía confiar en ellos, cuando dudara, podría significar un error fatal. Y aunque esta no era ninguna cacería, para él era algo importante, porque la lucha se estaba dando en su interior. Sus ojos por fin se centraron en aquellos inhumanos. Los veía justo como los de Koizumi, tenían esa aura sobrenatural, tenían ese brillo que decía claramente que pertenecían a un lugar distinto, que eran seres que no pertenecían al mismo plano que mortales como él mismo.
Tras su pregunta se concentró en ver sus movimientos, la forma en que se expresaba. No le temía, tampoco le causaba repulsión todo lo que había pasado. No había ningún sentimiento negativo ¿entonces por qué se sentía así? ¿Qué era aquella opresión que no le dejaba en paz?
Asintió como si lo entendiera, tal vez lo hacía, pero por primera vez había un conflicto entre lo que sentía, pensaba y creía. No sabía si estaba tomando las palabras de la forma en que él quería expresarlas, pero si estaba seguro de lo que empezaba a formularse en su mente. Aquello empezaba a tomar la forma de las palabras que no había querido dejar escapar. Pero mezclado con lo que estaba fuera de su alcance.
¿Qué sucedía? No estaba seguro. Había tantas cosas en su mente, se sentía confuso, pero jamás lo admitiría de esa forma, ni dejaría que nadie se acercara a él y averiguara todo sobre sus pensamientos. Eso era lo que quería y por otro lado deseaba lo contrario. Poder acercarse a alguien lo suficiente para dejar salir incluso los pensamientos más dolorosos que carcomían su alma.
-He vivido todo este tiempo siendo lo que soy… Con unos ideales que me han sido inculcados desde la infancia, con creencias acerca de la vida y la muerte que no concuerdan con el de la mayoría de la gente… Y para mí, eso estaba bien… Es lo que comprendía, podía sentir que era lo correcto... al menos para mí…- Trató de relajarse, aunque le resultó imposible en ese momento.
Aquello era lo más parecido a una confesión de su parte. Era la primera vez que intentaba que las palabras transmitieran lo que sentía –Mi abuelo me enseñó que si creías con firmeza que lo que hacías era lo correcto, sin importar lo que fuese para otros, lo sería para ti… Me enseñó a confiar en que aunque eligiera un camino, debía confiar y creer firmemente en que era la mejor decisión que podría tomar- Mientras hablaba movía los dedos de sus manos lentamente, centrando su mirada en ellos. Odiaba sentirse vulnerable de alguna manera y quería luchar contra ello. Probablemente a Julien le parecía que hablaba sin sentido o que estaba dándole vueltas a lo que quería decir, pero era tan antinatural para él hablar de sí mismo.
–Pero … ¿Quién soy yo para arrebatar una vida? ¿Quién soy yo para juzgar a alguien, humano o no, por lo que hace? – Sintió un nudo en la garganta y se echó ligeramente atrás, recargándose en el cómodo mueble, sintiendo la suavidad del acolchado del respaldo. Cerró los ojos por un par de segundos –No soy nadie…-Fue su propia respuesta –No soy diferente del resto… pero lo h hecho incontables veces… y nunca, hasta hace poco, me preocupó en absoluto… - Sintió su propia voz perder fuerza.
No quería decir más, no quería ahondar en aquello y suspiró. No quería porque Julien era casi un desconocido, pero por lo mismo casi estaba a punto de revelarle los pensamientos que incluso había querido negarse a sí mismo. Había tantas cosas. Había ayudado a personas que no quería ver morir justamente a cruzar ese camino y se sentía culpable. Había decidido abrir su corazón a alguien y ese alguien había desaparecido sin dejar rastro. Había querido confiar en que podía tomar las riendas de su vida tras sentir que lo había perdido casi todo, pero se sentía incapaz de hacerlo de la forma en que estaba ahora.
Nunca había dejado que ningún ser se acercara a él, pero había ocurrido sin su permiso, la gente común, prefería mantenerla lejos, no podía tener contacto humano cuando su cuerpo era tan antinatural a pesar de ser un mortal cualquiera. Nunca había tocado a una persona con sus manos desnudas por el veneno que corría en su cuerpo, pero Julien, Kei, Kaine… ellos no era seres humanos, no temía dañarlos y al menos eso era un alivio para él, no tener que preocuparse por algo tan trivial. Su culpabilidad yacía en haber sido él mismo quien ayudara a desaparecer de la faz de la tierra aquello que había llegado a querer, a desear o amar de alguna manera. Había llegado a un punto en el que parecía había llegado a su límite. Su mente no estaba en paz. Y no sabía qué hacer para sentir la calma que necesitaba.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 542
Fecha de inscripción : 22/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
Dentro, crecía un deseo irrefrenable por conocer que pensaba. Aquello hubiera sido de lo mas sencillo para cualquier vampiro y sentía celos. Celos porque él no tenía esa habilidad, o era unas de las que nunca iba a poder desarrollar completamente. Quizá parte de esos celos eran los que tenía por Koizumi, además de tener una intimidad que requería mucha confianza por parte de su mayordomo. No necesitaban hablar. O esa era la primera sensación. Ahora ya no estaba tan seguro, eso fue justamente lo que le devolvió algo de lo que había perdido.
Julien le dio un espacio para pensar en esas palabras que habían salido sin pensarlas, luego acotó como una suposición acelerada – ¿Temes haber cambiado de opinión? – Por sus palabras justamente allí estaba el dilema, antes creía una cosa, por algún motivo esto quedó en evidencia y contradicción ahora. En parte el vampiro podía identificarse, su sentido moral de la vida y la muerte eran muy fuertes en un principio, en la noche anterior lo había hecho porque se sentía en confianza para semejante matanza, de todas formas su moral lo obligaba a cuidar por el dolor de las vidas que tomaba, no hubiera podido hacerlo de otra forma sin sentirse culpable apenas el éxtasis acabara. Era el cuento de nunca acabar. Sintió unos deseos irrefrenables de empatizar con el joven que parecía no tener consuelo, su rostro mostraba las marcas de la desgracia que lo aquejaba por dentro.
- No se si sea el indicado para esto, posiblemente no lo creas asi y te entenderé si lo haces.
A pesar del espectáculo de anoche, si llego a tomar una vida causando dolor luego me siento culpable. Dentro nuestro parece haber un sentido moral que cuando despierta logra una confusión tan grande que a veces creo que tengo doble personalidad, aunque bien sabido no es asi. Por algo acudí a tus sedantes. Me encantaría matar a cuanta alma se me cruza por delante, desmembrar su cuerpo y si es posible bañarme en su sangre, pero no… no puedo. Lo que viene después es trágico – confesó e inclinó su cabeza hacia atrás. Por dentro su corazón humano se desgarraba cuando incumplía con sus deberes. Había usado sus conocimientos para curar gente en vida, de muerto volvía como un ángel de la muerte a tomar esas vidas y reclamarlas para el otro bando. Era el ciclo de la vida, siempre y cuando fuera necesario lo haría.
Se acercó dónde estaba él, y se acuclillo para quedar a su altura, tenía ganas de tocarlo, pero no se animó.
- ¿Qué es lo que te atormenta tanto Junno? No te castigues, eres un hombre de impulsos, debes conocer tus limites también, no te juzgues por ello– se animó a indagar mientras sus ojos observaban de frente como se revolvía en el asiento, sufría, por algo que no había hecho.
Julien le dio un espacio para pensar en esas palabras que habían salido sin pensarlas, luego acotó como una suposición acelerada – ¿Temes haber cambiado de opinión? – Por sus palabras justamente allí estaba el dilema, antes creía una cosa, por algún motivo esto quedó en evidencia y contradicción ahora. En parte el vampiro podía identificarse, su sentido moral de la vida y la muerte eran muy fuertes en un principio, en la noche anterior lo había hecho porque se sentía en confianza para semejante matanza, de todas formas su moral lo obligaba a cuidar por el dolor de las vidas que tomaba, no hubiera podido hacerlo de otra forma sin sentirse culpable apenas el éxtasis acabara. Era el cuento de nunca acabar. Sintió unos deseos irrefrenables de empatizar con el joven que parecía no tener consuelo, su rostro mostraba las marcas de la desgracia que lo aquejaba por dentro.
- No se si sea el indicado para esto, posiblemente no lo creas asi y te entenderé si lo haces.
A pesar del espectáculo de anoche, si llego a tomar una vida causando dolor luego me siento culpable. Dentro nuestro parece haber un sentido moral que cuando despierta logra una confusión tan grande que a veces creo que tengo doble personalidad, aunque bien sabido no es asi. Por algo acudí a tus sedantes. Me encantaría matar a cuanta alma se me cruza por delante, desmembrar su cuerpo y si es posible bañarme en su sangre, pero no… no puedo. Lo que viene después es trágico – confesó e inclinó su cabeza hacia atrás. Por dentro su corazón humano se desgarraba cuando incumplía con sus deberes. Había usado sus conocimientos para curar gente en vida, de muerto volvía como un ángel de la muerte a tomar esas vidas y reclamarlas para el otro bando. Era el ciclo de la vida, siempre y cuando fuera necesario lo haría.
Se acercó dónde estaba él, y se acuclillo para quedar a su altura, tenía ganas de tocarlo, pero no se animó.
- ¿Qué es lo que te atormenta tanto Junno? No te castigues, eres un hombre de impulsos, debes conocer tus limites también, no te juzgues por ello– se animó a indagar mientras sus ojos observaban de frente como se revolvía en el asiento, sufría, por algo que no había hecho.
Julien- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 180
Fecha de inscripción : 17/02/2014
Localización : Paris
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
Ahí estaba el dilema. Koizumi lo sabía, era probablemente el único que en ese punto sabía lo que había hecho. Incluso en aquella mala condición en el momento, estaba seguro de que era así, por eso no podía verlo de la forma en la que lo hubiese hecho antes. No. Porque él ya no era la persona que solía ser. Ya no se sentía confiable, no sentía esa seguridad que había mantenido su cordura durante toda su vida. Era bueno en lo que hacía, aún creía en eso, pero ya no sabía si estaba bien o no seguir por ese rumbo sin tener la seguridad en sus acciones.
¿Estaba dudando? Si, probablemente era eso, sin embargo no se animó a responder de inmediato. Le vio acercarse y ponerse frente a él y por un momento, efímero, sintió su corazón dar un vuelco y el latir en su pecho se aceleró mientras veía aquellos ojos que le miraban con una extraña fijación que no había notado antes dirigida a él.
Se llevó una mano a la frente intentando no desviar la mirada, sintió una especie de escalofrío recorrer su espalda, como cuando te das cuenta de lo insignificante que eres en el vasto universo, era una sensación parecida al temor. Él no sabía si había alguna persona 'indicada' para hablar o que fuese a darle una respuesta concreta, no lo creía. Cada mente era un mundo diferente y aunque le hubiese gustado alguna vez ver su propio reflejo en alguien más, nunca se había sentido de ese modo. Incluso si quien estaba frente a él tuviese la misma situación en sus manos, estaba seguro de que había suficientes posibilidades de que no actuara como lo haría él mismo.
Junno Kimura no era una persona que confiara en otros y pensó que nunca lo sería. Pero en ese momento sintió algo que ya le había sido descrito antes, un momento en el que sus defensas se vinieron abajo y se percató de que podía decir cualquier cosa, aún si eso tuviese consecuencias a corto o largo plazo. Como cuando algo en ti simplemente cambia, las personas siempre están dispuestas a confiar sus secretos a otras en un momento de debilidad, eso decían y justo ahora, creía estar justo en el punto en el que sería capaz de hablar sin tener un alto. No lo quería, pero por una vez sus sentiientos se soprepusieron a su razón.
-Aún podría terminar con las vidas de muchos... Acataría cualquier orden que viniera a mi para deshacerme de cualquier amenaza hacia Koizumi o hacia mi propia familia... Lo haría sin pensarlo dos veces... - vio sus manos, las sentía temblar, pero estaban firmes frente a él, aquella sensación le disgustaba, pasó saliva y miró a Julien de nuevo -... Aquella época en la que sentía culpabilidad al hacerlo ha pasado hace muchos años... y aunque a veces llegara a sentir pena por ellos, tengo bien puestas mis prioridades... - Sinceramente el problema solo radicaba en un momento, en una acción. El haber ayudado a Julien entregándole aquellos sedantes le había hecho sentir como en ese instante que quería olvidar -... Pero yo los he llevado a la muerte... -Esa frase había salido de sus labios apenas audible y sintió que todo en él se descontrolaba, no hablaba de todas las personas a las que habá asesinado, no, en su mente solo aparecían los rostros de unas pocas personas que habían significado mucho para él, ya no podía mantenerse calmo tras decir apenas eso, aún cuando era solo un atisbo de ello -Porque no habrían muerto si no fuese por mí... Me lo pidieron y desarrollé un veneno que les impediría sentir el dolor... lo hice apenas pensando en lo que sucedería, pero no me importaba porque yo mismo perecería en ese lugar. Morir con ellos era algo que no lamentaría y mi Señor seguiría con vida... Yo no sería el último sirviente a su servicio, ha sido así por generaciones, él no ha transformado a ninguno de nosotros, así que en ese instante sentí que estaba bien si elegía mi muerte... E inicié el fuego...
La Mansión se había quemado hasta sus cimientos, la única persona que había puesto su mundo de cabeza, que había logrado alterar el perfecto orden que él planeaba para sí mismo, se había esfumado en ese lugar -... Pero alguien llegó en ese instante intentando sacarme de ahí y ante las opciones solo pude escapar para sacarle de ahí... - Era alguien ajeno a su círculo, no quería dejarla morir con ellos y decidió confiar en esa persona, incluso pensó en tener una vida tranquila a su lado cuando se dio cuenta de su situación, un sueño estúpido y ordinario, había querido aferrarse a una persona que parecía sincera y dispuesta a compartir algo de su vida con él, pero apenas había sido un pensamiento antes de ver cómo desaparecía en un parpadeo - ... Y ahora estoy aquí... Viviendo cuando no debería ser así... -Las facciones imperturbables en su rostro se fueron descomponiendo ligeramente. Había querido ignorarlo, engañarse y seguir adelante, pero no había podido, estaba estancado sin poder avanzar.
-Creí que lo sabía... creí saber que jamás podría querer o amar a nadie en mi vida... Sabía que era casi imposible... creí que nunca sentiría una perdida de nuevo... porque he perdido a muchas personas, pero el dolor nunca hizo presa de mi... -Se encorvó ligeramente para poder cubrir su rostro con sus manos frías -Pero desde ese día... desde que el fuego se llevó todo lo que era mi presente... ya no siento calma... - Aquel abismo en su interior no podía ser ignorado. La angustia, la culpa, el dolor, todo parecía incrementarse en lugar de desaparecer conforme el tiempo iba pasando -Pensé que no había diferencia... que sus muertes no me atormentarían... pero lo hacen... porque nunca fui consciente de lo mucho que significaban para mi -Y aunque hablaba en plural, lo cierto es que no todos tenían la misma importancia, a algunos de ellos los había tratado por más tiempo y los lazos que había creado habían sido más fuertes. Pero ahora sabía que todas esas personas, incluso las que creyó se alegraría de no volver a ver, habían dejado un vacío en su ser.
-¿Qué debo hacer? -Su voz se hizo más débil, realmente no tenía idea de cómo recomponerse. Si algo en él se había quebrado ¿cómo podía seguir adelante de esa manera y sentirse de nuevo orgulloso de ser quien era? Sentía que ya no podía más y justo ahora, incluso si no conocía muy bien a Julien, él era quien estaba frente a él y la única persona a la que estaba intentando expresarle aquel mar de emociones que había intentado calmar esos meses.
¿Estaba dudando? Si, probablemente era eso, sin embargo no se animó a responder de inmediato. Le vio acercarse y ponerse frente a él y por un momento, efímero, sintió su corazón dar un vuelco y el latir en su pecho se aceleró mientras veía aquellos ojos que le miraban con una extraña fijación que no había notado antes dirigida a él.
Se llevó una mano a la frente intentando no desviar la mirada, sintió una especie de escalofrío recorrer su espalda, como cuando te das cuenta de lo insignificante que eres en el vasto universo, era una sensación parecida al temor. Él no sabía si había alguna persona 'indicada' para hablar o que fuese a darle una respuesta concreta, no lo creía. Cada mente era un mundo diferente y aunque le hubiese gustado alguna vez ver su propio reflejo en alguien más, nunca se había sentido de ese modo. Incluso si quien estaba frente a él tuviese la misma situación en sus manos, estaba seguro de que había suficientes posibilidades de que no actuara como lo haría él mismo.
Junno Kimura no era una persona que confiara en otros y pensó que nunca lo sería. Pero en ese momento sintió algo que ya le había sido descrito antes, un momento en el que sus defensas se vinieron abajo y se percató de que podía decir cualquier cosa, aún si eso tuviese consecuencias a corto o largo plazo. Como cuando algo en ti simplemente cambia, las personas siempre están dispuestas a confiar sus secretos a otras en un momento de debilidad, eso decían y justo ahora, creía estar justo en el punto en el que sería capaz de hablar sin tener un alto. No lo quería, pero por una vez sus sentiientos se soprepusieron a su razón.
-Aún podría terminar con las vidas de muchos... Acataría cualquier orden que viniera a mi para deshacerme de cualquier amenaza hacia Koizumi o hacia mi propia familia... Lo haría sin pensarlo dos veces... - vio sus manos, las sentía temblar, pero estaban firmes frente a él, aquella sensación le disgustaba, pasó saliva y miró a Julien de nuevo -... Aquella época en la que sentía culpabilidad al hacerlo ha pasado hace muchos años... y aunque a veces llegara a sentir pena por ellos, tengo bien puestas mis prioridades... - Sinceramente el problema solo radicaba en un momento, en una acción. El haber ayudado a Julien entregándole aquellos sedantes le había hecho sentir como en ese instante que quería olvidar -... Pero yo los he llevado a la muerte... -Esa frase había salido de sus labios apenas audible y sintió que todo en él se descontrolaba, no hablaba de todas las personas a las que habá asesinado, no, en su mente solo aparecían los rostros de unas pocas personas que habían significado mucho para él, ya no podía mantenerse calmo tras decir apenas eso, aún cuando era solo un atisbo de ello -Porque no habrían muerto si no fuese por mí... Me lo pidieron y desarrollé un veneno que les impediría sentir el dolor... lo hice apenas pensando en lo que sucedería, pero no me importaba porque yo mismo perecería en ese lugar. Morir con ellos era algo que no lamentaría y mi Señor seguiría con vida... Yo no sería el último sirviente a su servicio, ha sido así por generaciones, él no ha transformado a ninguno de nosotros, así que en ese instante sentí que estaba bien si elegía mi muerte... E inicié el fuego...
La Mansión se había quemado hasta sus cimientos, la única persona que había puesto su mundo de cabeza, que había logrado alterar el perfecto orden que él planeaba para sí mismo, se había esfumado en ese lugar -... Pero alguien llegó en ese instante intentando sacarme de ahí y ante las opciones solo pude escapar para sacarle de ahí... - Era alguien ajeno a su círculo, no quería dejarla morir con ellos y decidió confiar en esa persona, incluso pensó en tener una vida tranquila a su lado cuando se dio cuenta de su situación, un sueño estúpido y ordinario, había querido aferrarse a una persona que parecía sincera y dispuesta a compartir algo de su vida con él, pero apenas había sido un pensamiento antes de ver cómo desaparecía en un parpadeo - ... Y ahora estoy aquí... Viviendo cuando no debería ser así... -Las facciones imperturbables en su rostro se fueron descomponiendo ligeramente. Había querido ignorarlo, engañarse y seguir adelante, pero no había podido, estaba estancado sin poder avanzar.
-Creí que lo sabía... creí saber que jamás podría querer o amar a nadie en mi vida... Sabía que era casi imposible... creí que nunca sentiría una perdida de nuevo... porque he perdido a muchas personas, pero el dolor nunca hizo presa de mi... -Se encorvó ligeramente para poder cubrir su rostro con sus manos frías -Pero desde ese día... desde que el fuego se llevó todo lo que era mi presente... ya no siento calma... - Aquel abismo en su interior no podía ser ignorado. La angustia, la culpa, el dolor, todo parecía incrementarse en lugar de desaparecer conforme el tiempo iba pasando -Pensé que no había diferencia... que sus muertes no me atormentarían... pero lo hacen... porque nunca fui consciente de lo mucho que significaban para mi -Y aunque hablaba en plural, lo cierto es que no todos tenían la misma importancia, a algunos de ellos los había tratado por más tiempo y los lazos que había creado habían sido más fuertes. Pero ahora sabía que todas esas personas, incluso las que creyó se alegraría de no volver a ver, habían dejado un vacío en su ser.
-¿Qué debo hacer? -Su voz se hizo más débil, realmente no tenía idea de cómo recomponerse. Si algo en él se había quebrado ¿cómo podía seguir adelante de esa manera y sentirse de nuevo orgulloso de ser quien era? Sentía que ya no podía más y justo ahora, incluso si no conocía muy bien a Julien, él era quien estaba frente a él y la única persona a la que estaba intentando expresarle aquel mar de emociones que había intentado calmar esos meses.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 542
Fecha de inscripción : 22/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
S in conocer bien a Junno podía decir que estaba entrando en una crisis provocada por una colisión entre sus convicciones de un momento hasta aquí. Y como bien sabía era mejor dejarle espacio a las crisis. Podían ser una especie de explosión pero al menos no era de la que se mantienen internas y latentes como las minas enterradas. Mantuvo su rostro inmutable mientras este, frente a él le daba un vistazo de todo lo que le pasaba en su mundo interior.
- Junno… tu no… tu no los mataste, fuimos nosotros. Era algo que iba a pasar con o sin los sedantes, no te hagas cómplice de esta matanza. No tiene sentido… - intentó calmar mientras negaba con su cabeza al ver que este se ponía muy mal al borde del colapso al mencionarse como asesino. Aunque no creía que era solo por lo de hoy, esto venia de otro lado.
- ¿Ya habías hecho estas pociones antes viendo los resultados? – consultó perdido Julien cuando le comentó algo que no era de la noche anterior, era un suceso previo y creía que se estaba refiriendo a esas imágenes que había visto en su sangre, en medio de llamas y gritos. Ante la mención del fuego terminó confirmando que se trataba justamente de ese momento.
- ¿Quién era? – preguntó deseoso de saber quién había cumplido su parte en esta historia, el rescatarlo no había sido parte del plan del oriental. Y aun asi alguien había pensado en él – Esta persona te dio una nueva vida para poder redimirte, continuar con lo tuyo, romper tus esquemas o lo que sea para lo que estabas destinado a este mundo. Sino la muerte hubiera sido lo mas rápido y concreto de hacer. Pero la muerte es sencilla a simple vista para un débil humano, aunque tu no seas como los demás… - su rostro se desarmaba, además que sus manos no dejaban de temblar. Colocó las suyas sobre estas para traerlo a la realidad una vez mas y sintió ese intenso contacto una vez mas, sus manos estaban aún mas frías que las propias.
- Eres humano igual Junno, el amor es una de las emociones mas fuertes que aun en la muerte sigue permaneciendo en uno como un cáncer – comentó con dolor en su voz. Las palabras de Junno parecían llegarle a pesar de las diferencias en las situaciones, el dolor era extraño después de tanto tiempo, pero allí estaba después de todo.
- Quizá sea buena idea hablar con ellos de vuelta – comentó Julien al ver que esa cercanía que tenía ahora le pasaba la factura de la culpa, estaba atormentado por sus propias culpas, o lo que él consideraba como tal - ¿Por qué te reprimes? Eres humano y sientes. Te has estado enojando con esa parte tuya, tanto que ahora se despertó y reclama por lo que no hiciste antes, ese sentimiento debe salir Junno, es hora que te liberes de ese compromiso y seas sincero contigo mismo, solo asi sabrás como continuar. Cierra tus ojos… Imagina que vuelves en el tiempo… todo esta como lo recordabas entonces, tu eres mas joven y cuéntame… ¿Dónde estás? – incursionó el vampiro, esperando que pudiera revivir ese momento y asi saliera eso que después de tanto reclamaba espacio.
- Junno… tu no… tu no los mataste, fuimos nosotros. Era algo que iba a pasar con o sin los sedantes, no te hagas cómplice de esta matanza. No tiene sentido… - intentó calmar mientras negaba con su cabeza al ver que este se ponía muy mal al borde del colapso al mencionarse como asesino. Aunque no creía que era solo por lo de hoy, esto venia de otro lado.
- ¿Ya habías hecho estas pociones antes viendo los resultados? – consultó perdido Julien cuando le comentó algo que no era de la noche anterior, era un suceso previo y creía que se estaba refiriendo a esas imágenes que había visto en su sangre, en medio de llamas y gritos. Ante la mención del fuego terminó confirmando que se trataba justamente de ese momento.
- ¿Quién era? – preguntó deseoso de saber quién había cumplido su parte en esta historia, el rescatarlo no había sido parte del plan del oriental. Y aun asi alguien había pensado en él – Esta persona te dio una nueva vida para poder redimirte, continuar con lo tuyo, romper tus esquemas o lo que sea para lo que estabas destinado a este mundo. Sino la muerte hubiera sido lo mas rápido y concreto de hacer. Pero la muerte es sencilla a simple vista para un débil humano, aunque tu no seas como los demás… - su rostro se desarmaba, además que sus manos no dejaban de temblar. Colocó las suyas sobre estas para traerlo a la realidad una vez mas y sintió ese intenso contacto una vez mas, sus manos estaban aún mas frías que las propias.
- Eres humano igual Junno, el amor es una de las emociones mas fuertes que aun en la muerte sigue permaneciendo en uno como un cáncer – comentó con dolor en su voz. Las palabras de Junno parecían llegarle a pesar de las diferencias en las situaciones, el dolor era extraño después de tanto tiempo, pero allí estaba después de todo.
- Quizá sea buena idea hablar con ellos de vuelta – comentó Julien al ver que esa cercanía que tenía ahora le pasaba la factura de la culpa, estaba atormentado por sus propias culpas, o lo que él consideraba como tal - ¿Por qué te reprimes? Eres humano y sientes. Te has estado enojando con esa parte tuya, tanto que ahora se despertó y reclama por lo que no hiciste antes, ese sentimiento debe salir Junno, es hora que te liberes de ese compromiso y seas sincero contigo mismo, solo asi sabrás como continuar. Cierra tus ojos… Imagina que vuelves en el tiempo… todo esta como lo recordabas entonces, tu eres mas joven y cuéntame… ¿Dónde estás? – incursionó el vampiro, esperando que pudiera revivir ese momento y asi saliera eso que después de tanto reclamaba espacio.
Julien- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 180
Fecha de inscripción : 17/02/2014
Localización : Paris
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
Él no se sentía culpable por las muertes de la noche anterior, eso solo aumentaba la sensación desagradable que había en su interior. Las palabras llegaron a él pero no fue hasta la pregunta que bajó aún más la mirada -Si... Lo había hecho antes... una poción incluso más potente... No permitía sentir nada y si lo hacía era totalmente un dolor inofensivo el que sentirías aún si el fuego llegase a rodearte y consumirte...
Se removió inquieto en su lugar, su respiración se agitó y fueron sus manos sobre las suyas las que hicieron que se quedara quieto, observándolas en silencio por un momento. La sensación era algo curiosa, eran frías e intentaban mostrar un apoyo que él no había encontrado en ningún sitio hasta ahora.
-Una chica... Apenas la conocía... Entró en los jardines de la Mansión de la Medianoche y la ayudé para evitar que el veneno tuviese efecto en ella -Por su tono, aún parecía algo reacio a hablar a pesar de que había contestado. Realmente la había conocido poco tiempo, ahora se preguntaba cómo es que había sucedido todo aquello de esa manera -No... -Quiso intentar explicarle más, le hubiese gustado ser capaz de hacerlo - Yo estaba dispuesto a morir allí... Les di aquella sustancia a todos, era tan fuerte como para hacer efecto en licántropos y vampiros por igual... La única persona en ese sitio a la que nunca haría efecto era a mi... aún así estaba dispuesto a terminar mi vida... - Por un momento sintió el escozor en sus ojos y trató de controlarse lo suficiente.
-... Era mi deber... -Su voz dudó al decir eso -O al menos... pensé que era un buen momento, incluso si no había ninguna clase de honor o grandeza en morir así... porque cuando veía a quienes estaban ahí... cuando vi a aquel licántropo sonriendo como un idiota a pesar del calor a nuestro alrededor... cuando me senté a su lado esperando el momento en el que aquellas llamas ya no me dejaran escapar... me dije que estaba bien... que había sido suficiente- Cerró los ojos, justo ahora solo podía ver los recuerdos de ese día y se agolpaban tras ellos los siguientes, apenas un par de semanas más en las que se sintió a salvo -Llegué a creer que estaba bien haber salido de ahí... pero ella desapareció... y me di cuenta de que solo estaba negándome a verlo... - Tras eso le escuchó en silencio. Aquellas palabras le hacían sentir extraño. Sí, sabía que era humano, aún así, el que él se lo dijera causaba que algo se removiera en él, haciéndole querer escapar.
¿Hablar con ellos? Junno alzó la mirada para encontrarse con la ajena de nuevo -¿Quieres llevarme de nuevo al punto en que era una persona que vivía sin estos pensamientos? -Obedeció cerrando los ojos -Yo sé cuál es el momento exacto en el que las preocupaciones y la muerte aún no alcanzaban a tocarme... -Movió sus manos y aunque era algo totalmente inadecuado para él, tomó las manos ajenas, estrechándolas entre las suyas. Tomó aire, dejándose llevar por sus palabras en una decisión que esperaba no lamentaría después.
-El recuerdo más vívido que tengo es aquella tarde en la que el abuelo me enseñó sus secretos -El día en que le había dicho que él sería diferente y que sus habilidades estaban en un nivel que no había sido alcanzado antes. Y sabía bien porque era ese recuerdo el que venía a él. No pasaría mucho tiempo antes de que su abuelo pereciera.
También sabía lo que Julien quería que hiciera, sin embargo no estaba seguro de poder hacerlo, pero en ese momento decidió confiar un poco. No sabía si Julien tenía idea de cómo afectaba la forma en la que había sido criado en su forma de ser y pensar, pero justo ahora ya no había vuelta atrás -Era en mi país natal, era como si mi familia viviese en un mundo aparte. A mi me parecía hermoso y seguro -Después de todo los Kimura tenían aquel sitio gracias a Koizumi y habían ido dominando sus técnicas con el paso de los siglos. El lugar estaba aislado en su mayoría, nadie conocía su ubicación, solo ellos y aunque mantenían los contactos con el mundo, para niños como él no era visible.
En ese instante él podía recordar claramente los jardines que su abuelo cuidaba, desde que tenía memoria, había querido ser como él. Sonrió con melancolía. Aquellos tiempos no habían durado demasiado, sin embargo, eran lo más valioso que poseía. Ver la figura del anciano frente a aquellas flores. Las violetas eran sus favoritas, por eso él las había adoptado como un símbolo que le representara.
Se removió inquieto en su lugar, su respiración se agitó y fueron sus manos sobre las suyas las que hicieron que se quedara quieto, observándolas en silencio por un momento. La sensación era algo curiosa, eran frías e intentaban mostrar un apoyo que él no había encontrado en ningún sitio hasta ahora.
-Una chica... Apenas la conocía... Entró en los jardines de la Mansión de la Medianoche y la ayudé para evitar que el veneno tuviese efecto en ella -Por su tono, aún parecía algo reacio a hablar a pesar de que había contestado. Realmente la había conocido poco tiempo, ahora se preguntaba cómo es que había sucedido todo aquello de esa manera -No... -Quiso intentar explicarle más, le hubiese gustado ser capaz de hacerlo - Yo estaba dispuesto a morir allí... Les di aquella sustancia a todos, era tan fuerte como para hacer efecto en licántropos y vampiros por igual... La única persona en ese sitio a la que nunca haría efecto era a mi... aún así estaba dispuesto a terminar mi vida... - Por un momento sintió el escozor en sus ojos y trató de controlarse lo suficiente.
-... Era mi deber... -Su voz dudó al decir eso -O al menos... pensé que era un buen momento, incluso si no había ninguna clase de honor o grandeza en morir así... porque cuando veía a quienes estaban ahí... cuando vi a aquel licántropo sonriendo como un idiota a pesar del calor a nuestro alrededor... cuando me senté a su lado esperando el momento en el que aquellas llamas ya no me dejaran escapar... me dije que estaba bien... que había sido suficiente- Cerró los ojos, justo ahora solo podía ver los recuerdos de ese día y se agolpaban tras ellos los siguientes, apenas un par de semanas más en las que se sintió a salvo -Llegué a creer que estaba bien haber salido de ahí... pero ella desapareció... y me di cuenta de que solo estaba negándome a verlo... - Tras eso le escuchó en silencio. Aquellas palabras le hacían sentir extraño. Sí, sabía que era humano, aún así, el que él se lo dijera causaba que algo se removiera en él, haciéndole querer escapar.
¿Hablar con ellos? Junno alzó la mirada para encontrarse con la ajena de nuevo -¿Quieres llevarme de nuevo al punto en que era una persona que vivía sin estos pensamientos? -Obedeció cerrando los ojos -Yo sé cuál es el momento exacto en el que las preocupaciones y la muerte aún no alcanzaban a tocarme... -Movió sus manos y aunque era algo totalmente inadecuado para él, tomó las manos ajenas, estrechándolas entre las suyas. Tomó aire, dejándose llevar por sus palabras en una decisión que esperaba no lamentaría después.
-El recuerdo más vívido que tengo es aquella tarde en la que el abuelo me enseñó sus secretos -El día en que le había dicho que él sería diferente y que sus habilidades estaban en un nivel que no había sido alcanzado antes. Y sabía bien porque era ese recuerdo el que venía a él. No pasaría mucho tiempo antes de que su abuelo pereciera.
También sabía lo que Julien quería que hiciera, sin embargo no estaba seguro de poder hacerlo, pero en ese momento decidió confiar un poco. No sabía si Julien tenía idea de cómo afectaba la forma en la que había sido criado en su forma de ser y pensar, pero justo ahora ya no había vuelta atrás -Era en mi país natal, era como si mi familia viviese en un mundo aparte. A mi me parecía hermoso y seguro -Después de todo los Kimura tenían aquel sitio gracias a Koizumi y habían ido dominando sus técnicas con el paso de los siglos. El lugar estaba aislado en su mayoría, nadie conocía su ubicación, solo ellos y aunque mantenían los contactos con el mundo, para niños como él no era visible.
En ese instante él podía recordar claramente los jardines que su abuelo cuidaba, desde que tenía memoria, había querido ser como él. Sonrió con melancolía. Aquellos tiempos no habían durado demasiado, sin embargo, eran lo más valioso que poseía. Ver la figura del anciano frente a aquellas flores. Las violetas eran sus favoritas, por eso él las había adoptado como un símbolo que le representara.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 542
Fecha de inscripción : 22/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
P arecía ser fuerte, la convicción con la que llevaba su trabajo parecía desmoronarse como si se tratara de un castillo de naipes, como si sus propios fundamentos ya no tuvieran validez. Aunque el nocturno estaba escaso de sentimientos, un suspiro triste escapó de sus fauces. Por eso lo contuvo, no era normal verlo asi.
Mientras lo escuchaba se mantenía impasible, estable y parecía masticar una respuesta acorde al momento. No veían la muerte de la misma forma, pero al menos podía conectar con lo mas cercano que tenía a ese tipo de vivencias. Una regresión era lo mas apropiado, el perdonarse a sí mismo era lo único a lo que podía aspirar una mente bloqueada ante tantos recuerdos.
- Por lo que entiendo fue ella quien te salvo la vida entonces – preguntó sobre la chica que había caído en la Mansión de la Medianoche, la cual parecía haberle devuelto el pago con la misma moneda.
Tomo aire como imitándolo, era necesario que ese viaje lo hicieran los dos. Cerró los ojos también hasta que sintió que agarró sus manos, se sorprendió y aunque no le molestó en lo mas mínimo tal gesto, no pudo evitar corroborar con la mirada lo que estaba pasando. Volvió a respirar como quien medita, corroboró con Junno mientras este le contaba lo que veía – Bien, tu país, una tarde tranquila, vives con tu familia en un entorno hermoso y seguro. Dime… ¿Dónde estás y cómo te sientes con tu abuelo, cuando te revela estos secretos? – se sintió en medio de un vacío negro, su mente era una caja oscura donde las imágenes iban tomando forma a medida que el otro le iba agregando colores a esas imágenes, dando forma a ese universo totalmente desconocido por el vampiro.
Fuera, en la habitación, parecía estar todo mas frío de lo normal, como si esos recuerdos trajeran las sombras al espacio que los acobijaba.
Mientras lo escuchaba se mantenía impasible, estable y parecía masticar una respuesta acorde al momento. No veían la muerte de la misma forma, pero al menos podía conectar con lo mas cercano que tenía a ese tipo de vivencias. Una regresión era lo mas apropiado, el perdonarse a sí mismo era lo único a lo que podía aspirar una mente bloqueada ante tantos recuerdos.
- Por lo que entiendo fue ella quien te salvo la vida entonces – preguntó sobre la chica que había caído en la Mansión de la Medianoche, la cual parecía haberle devuelto el pago con la misma moneda.
Tomo aire como imitándolo, era necesario que ese viaje lo hicieran los dos. Cerró los ojos también hasta que sintió que agarró sus manos, se sorprendió y aunque no le molestó en lo mas mínimo tal gesto, no pudo evitar corroborar con la mirada lo que estaba pasando. Volvió a respirar como quien medita, corroboró con Junno mientras este le contaba lo que veía – Bien, tu país, una tarde tranquila, vives con tu familia en un entorno hermoso y seguro. Dime… ¿Dónde estás y cómo te sientes con tu abuelo, cuando te revela estos secretos? – se sintió en medio de un vacío negro, su mente era una caja oscura donde las imágenes iban tomando forma a medida que el otro le iba agregando colores a esas imágenes, dando forma a ese universo totalmente desconocido por el vampiro.
Fuera, en la habitación, parecía estar todo mas frío de lo normal, como si esos recuerdos trajeran las sombras al espacio que los acobijaba.
Julien- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 180
Fecha de inscripción : 17/02/2014
Localización : Paris
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
-Si... lo ha hecho... Pero ahora me siento incompleto -Susurró más para sí mismo que para el otro.
Él nunca había hecho algo como aquello. Ni siquiera sabía si era capaz de hablar con fluidez acerca de su pasado. No sabía si era capaz de enfocarse en ello. Pero lo intentaría. Se inclinó más sobre su propio cuerpo y apretó ligeramente las manos del otro. Habí asentido a lo de la chica.
Se relajó, dejó que la tensión en sus hombros se liberara mientras se centraba en aquel recuerdo en su mente -Especial... Desde que él empezó a enseñarme todo lo que sabía... me sentí especial, diferente al resto... Porque él decía que lo era, no solo por mi sangre, sino porque aprendía rápido... Siempre en aquel jardín en su hogar, lleno de plantas y flores... Pero si hay algo que recuerdo con suma claridad son aquellas violetas, eran algo que me cautivaba, yo no les habría prestado atención si él no hubiese hablado de ellas, contándome toda clase de detalles, eran unas simples flores, pero él las amaba tanto... Vivía apartado de todos nosotros, siempre cuidando aquel jardín y a nosotros cuando enfermábamos o nos heríamos... Yo no conocía el mundo fuera de esos terrenos, pero para mi era suficiente para hacerme feliz... Y todo lo que quería era que él me viese con orgullo... más que ser reconocido por mis padres, yo quería ser la persona en la que el confiara... -En esos tiempos ellos ya habían sido preparados para muchas cosas. Les habían enseñado a aceptar la muerte, a verla de un modo diferente. Era algo que no podían evitar y mientras pensaba en su abuelo se dio cuenta de un pequeño factor -Era a lo único que temía... Temía el momento en el que fuese a perderlo... Porque era inevitable y debía aceptarlo, pero no quería enfrentarme a ello. Él era un hombre viejo, ese tipo de persona que puede reflejar la sabiduría en su mirada... -Se daba cuenta de que estaba desviándose de lo que le pedía, pero al recordarlo no podía evitarlo. Había sido feliz durante aquel tiempo, lo había sido, pero mientras se centraba en los recuerdos de aquel tiempo también sabía lo que le había ocasionado el no tenerle más en su vida.
-Él siempre parecía feliz mientras estaba conmigo y sonreía con esa amabilidad y paciencia mientras me mostraba sus secretos... Lo admiraba, quería ser como él, emanar un aura como la suya... Me calmaba estar en su compañía... -Y en lugar de sentirse feliz, la tristeza empezaba a embargarle mientras hablaba, así que se detuvo, se había inclinado aún más, descansando su frente en uno de sus antebrazos.
Él nunca había hecho algo como aquello. Ni siquiera sabía si era capaz de hablar con fluidez acerca de su pasado. No sabía si era capaz de enfocarse en ello. Pero lo intentaría. Se inclinó más sobre su propio cuerpo y apretó ligeramente las manos del otro. Habí asentido a lo de la chica.
Se relajó, dejó que la tensión en sus hombros se liberara mientras se centraba en aquel recuerdo en su mente -Especial... Desde que él empezó a enseñarme todo lo que sabía... me sentí especial, diferente al resto... Porque él decía que lo era, no solo por mi sangre, sino porque aprendía rápido... Siempre en aquel jardín en su hogar, lleno de plantas y flores... Pero si hay algo que recuerdo con suma claridad son aquellas violetas, eran algo que me cautivaba, yo no les habría prestado atención si él no hubiese hablado de ellas, contándome toda clase de detalles, eran unas simples flores, pero él las amaba tanto... Vivía apartado de todos nosotros, siempre cuidando aquel jardín y a nosotros cuando enfermábamos o nos heríamos... Yo no conocía el mundo fuera de esos terrenos, pero para mi era suficiente para hacerme feliz... Y todo lo que quería era que él me viese con orgullo... más que ser reconocido por mis padres, yo quería ser la persona en la que el confiara... -En esos tiempos ellos ya habían sido preparados para muchas cosas. Les habían enseñado a aceptar la muerte, a verla de un modo diferente. Era algo que no podían evitar y mientras pensaba en su abuelo se dio cuenta de un pequeño factor -Era a lo único que temía... Temía el momento en el que fuese a perderlo... Porque era inevitable y debía aceptarlo, pero no quería enfrentarme a ello. Él era un hombre viejo, ese tipo de persona que puede reflejar la sabiduría en su mirada... -Se daba cuenta de que estaba desviándose de lo que le pedía, pero al recordarlo no podía evitarlo. Había sido feliz durante aquel tiempo, lo había sido, pero mientras se centraba en los recuerdos de aquel tiempo también sabía lo que le había ocasionado el no tenerle más en su vida.
-Él siempre parecía feliz mientras estaba conmigo y sonreía con esa amabilidad y paciencia mientras me mostraba sus secretos... Lo admiraba, quería ser como él, emanar un aura como la suya... Me calmaba estar en su compañía... -Y en lugar de sentirse feliz, la tristeza empezaba a embargarle mientras hablaba, así que se detuvo, se había inclinado aún más, descansando su frente en uno de sus antebrazos.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 542
Fecha de inscripción : 22/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
- Incompleto… ¿Por qué? Has hecho todo lo que has podido, incluso intentar darles un paso a mejor vida mas tranquilo a los demás - imaginaba que sería lo mejor para cualquiera en esa condición de muerte traumática la de solucionar tal cosa de una forma apacible, como quien se muere en su lecho soñando. Quizá por eso él pensó en un sedante para la gente que secuestró para ofrecer el banquete esa noche.
En medio de esa meditación en el espacio mental oscuro del vampiro comenzó a imaginarse esos jardines, extensos y húmedos de los que hablaba, la imagen que tenía Junno de su abuelo, un ser supremo y este a su vez, que lo veía como su sucesor. El aprendiz que supera al maestro. El mundo completo del oriental reducido a esos espacios, no había un mas allá, su afán por ser el orgullo de su abuelo era lo que prevalecía y el sentimiento de que algún momento este no iba a estar mas – Sabias que los años lo llevarían...-coincidió el vampiro, dando a entender que no había otra forma, al menos no de forma viable…la eternidad no es aceptada en todas sus formas.
Aguardó el tiempo necesario para que se calmase, los recuerdos de su abuelo lo embargaban de tal forma que sentía su cuerpo y corazón rebosados por el momento, colapsaba, por dentro. Por fuera simplemente se vería como un joven recostado, pero internamente era peor – Junno ¿Qué te hace pensar que no eres como él? ¿Qué no eres su orgullo? ¿O es solamente ese rezago de extrañarlo lo que te ata a él? – preguntó mientras una de sus manos pasaban por los laterales de su cabeza, intentando concentrarse en él y de alguna forma acariciarlo, contenerlo. No podía abrazarlo asi, ya sabía como podía terminar esa secuencia.
En medio de esa meditación en el espacio mental oscuro del vampiro comenzó a imaginarse esos jardines, extensos y húmedos de los que hablaba, la imagen que tenía Junno de su abuelo, un ser supremo y este a su vez, que lo veía como su sucesor. El aprendiz que supera al maestro. El mundo completo del oriental reducido a esos espacios, no había un mas allá, su afán por ser el orgullo de su abuelo era lo que prevalecía y el sentimiento de que algún momento este no iba a estar mas – Sabias que los años lo llevarían...-coincidió el vampiro, dando a entender que no había otra forma, al menos no de forma viable…la eternidad no es aceptada en todas sus formas.
Aguardó el tiempo necesario para que se calmase, los recuerdos de su abuelo lo embargaban de tal forma que sentía su cuerpo y corazón rebosados por el momento, colapsaba, por dentro. Por fuera simplemente se vería como un joven recostado, pero internamente era peor – Junno ¿Qué te hace pensar que no eres como él? ¿Qué no eres su orgullo? ¿O es solamente ese rezago de extrañarlo lo que te ata a él? – preguntó mientras una de sus manos pasaban por los laterales de su cabeza, intentando concentrarse en él y de alguna forma acariciarlo, contenerlo. No podía abrazarlo asi, ya sabía como podía terminar esa secuencia.
Julien- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 180
Fecha de inscripción : 17/02/2014
Localización : Paris
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Sweet Vanilla [Junno - Julien]
Negó porque era lo único que podía hacer –No… Hice un veneno para evotarles el sufrimiento… Pero pude haberlos salvado…- Por una vez se lamentó las decisiones que había tomado, a pesar de que en ese momento sus pensamientos habían sido diferentes –Sé que no tiene ningún sentido lamentare ahora… Pero … Ahora estoy aquí y ellos simplemente se han esfumado… y siento el vacío que han dejado en mí… - Empezó a removerse en su lugar, quería alejarse de esos pensamientos, quería huir de ellos –No lo sentí de esta forma incluso cuando mi abuelo falleció… Lo acepté como parte de la vida… Porque eso era… pero en este caso… Han sido mis propias manos las que han arrancado la vida de quienes apreciaba… - Deshizo el agarre para poder llevar una de sus manos a su rostro, cubriendo sus ojos.
-Porque no creo que jamás pueda ser como él… Porque nadie estaría orgulloso de alguien que toma lo que ama y lo destruye… -Su voz era calma, tranquila, aquella mano acariciándole le hizo dar un ligero respingo, seguido de un suspiro, en realidad podía decir que aquel tipo de contacto era agradable, pero era algo que no solía recibir a menudo. Siempre que tratase con humanos debía ser cuidadoso por el veneno en su sistema. Pero él no era diferente a ningún ser humano, aquel contacto le pareció reconfortante, más que el estar diciendo todo aquello en voz alta.
-No –Sonrió ligeramente –No estoy atado a él… Era mi inspiración, era quien había despertado mi asombro y mi interés por lo que me convertiría en lo que soy ahora… pero no estoy atado a mi pasado… Al menos no a esa parte… -Y sintió la tristeza hacer mella en su ser –Nunca dejé que nadie se acercara a mí, por temor, por precaución… Pero siempre hay alguien que llega y rompe las barreras que has puesto… ¿Es normal que esas personas irrumpan en tu mundo y no se den cuenta de cuánto son capaces de hacer y cambiar en tu interior? Incuso si solo discutes, si su presencia en un inicio es solo una molestia que solo te irrita… y no darte cuenta hasta que es muy tarde que su ausencia causa más dolor del que hubieses imaginado… -La sonrisa empezó a desaparecer de sus labios –Y que has sido tu el mismo causante de que no estén más a tu lado…
Quitó la mano de sus ojos mientras miraba a un punto en aquella habitación que le resultaba tan ajena, no a su interlocutor, no quería verlo de frente, a nadie en ese momento probablemente –¿Quién se sentiría orgulloso de alguien así? Pero mi abuelo lo estaba de mí cuando abandonó este mundo incluso si yo no era nada entonces, tenía esa mirada de quien sabe que tu futuro será brillante incluso si no es lo que imaginas que será entonces… Pero yo no puedo estar en cala conmigo mismo desde ese incendio –Cerró los ojos lentamente, tratando de calmar su propio ser, esperando que sus palabras se desvanecieran, que le dieran algo de calma.
-Porque no creo que jamás pueda ser como él… Porque nadie estaría orgulloso de alguien que toma lo que ama y lo destruye… -Su voz era calma, tranquila, aquella mano acariciándole le hizo dar un ligero respingo, seguido de un suspiro, en realidad podía decir que aquel tipo de contacto era agradable, pero era algo que no solía recibir a menudo. Siempre que tratase con humanos debía ser cuidadoso por el veneno en su sistema. Pero él no era diferente a ningún ser humano, aquel contacto le pareció reconfortante, más que el estar diciendo todo aquello en voz alta.
-No –Sonrió ligeramente –No estoy atado a él… Era mi inspiración, era quien había despertado mi asombro y mi interés por lo que me convertiría en lo que soy ahora… pero no estoy atado a mi pasado… Al menos no a esa parte… -Y sintió la tristeza hacer mella en su ser –Nunca dejé que nadie se acercara a mí, por temor, por precaución… Pero siempre hay alguien que llega y rompe las barreras que has puesto… ¿Es normal que esas personas irrumpan en tu mundo y no se den cuenta de cuánto son capaces de hacer y cambiar en tu interior? Incuso si solo discutes, si su presencia en un inicio es solo una molestia que solo te irrita… y no darte cuenta hasta que es muy tarde que su ausencia causa más dolor del que hubieses imaginado… -La sonrisa empezó a desaparecer de sus labios –Y que has sido tu el mismo causante de que no estén más a tu lado…
Quitó la mano de sus ojos mientras miraba a un punto en aquella habitación que le resultaba tan ajena, no a su interlocutor, no quería verlo de frente, a nadie en ese momento probablemente –¿Quién se sentiría orgulloso de alguien así? Pero mi abuelo lo estaba de mí cuando abandonó este mundo incluso si yo no era nada entonces, tenía esa mirada de quien sabe que tu futuro será brillante incluso si no es lo que imaginas que será entonces… Pero yo no puedo estar en cala conmigo mismo desde ese incendio –Cerró los ojos lentamente, tratando de calmar su propio ser, esperando que sus palabras se desvanecieran, que le dieran algo de calma.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 542
Fecha de inscripción : 22/03/2011
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» El aroma dulce de la muerte tiene nombre... Sweet Sweet Keyly
» Sweet Sweet deaht comign for me [Luke]
» Sweet,Sweet Scandal -Libre-
» Zaia Vanilla
» Vanilla Lovetti
» Sweet Sweet deaht comign for me [Luke]
» Sweet,Sweet Scandal -Libre-
» Zaia Vanilla
» Vanilla Lovetti
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour