Tenlo fácil [libre]

por **Corinne Freiss** Vie Feb 19, 2016 10:18 pm

Corinne miraba por donde sus ojos le permitían. Las hojas de aquel libro la embaucaban en otro universo distinto, leyendo entre las líneas distintas palabras que eran conocimiento para ella a pesar de que era una novela. Buscaba un entretenimiento, solo eso. Se aburría en casa, al menos salió de las cuatro paredes en donde se mantenía oculta de todo lo que hubiera en el exterior del mundo. También sería alivio alguno no ver a su hermano de momento. Otra carga menos que soportar. Tampoco estaba cómoda soportando cada uno de sus sirvientes.

Así que se encamino hacia la biblioteca y ahí estaba, leyendo una de las novelas que habían sido movidas a la biblioteca por su exceso de contenido para “mayores” y cuando lo estaba leyendo no encontraba el contenido maduro que decía que tenía para ser removido del ojo público. Estuvo un buen rato allí hasta que pensó en dominar un poco sus sueños que tenía por la noche. Si la otra vez se quedó atrapada en sus propios sueños ¿Qué más podría pasar? Ya que nadie quería ocuparse de ella, no habría más que discutir. Ella misma se pondría a actuar y enseguida seguro que averiguaría como solucionar aquel problema.

Cuando era pequeña, tenía a su hermano que se comportaba bien con ella, pero de un momento a otro comenzó a convertirse en alguien que no era propio de un caballero o que utilizara comportamientos de un término civilizado. Su vida misma colgaba de un hilo que se movía para todas direcciones pero nunca se decidía. Ella misma, pensando en su vida entera, solo había conseguido ser un poco patética pero al menos no había sufrido demasiado y de un modo u otro estaba sana y salva. Deseaba que su madre estuviera a su lado en este mismo instante, querría echar de sí misma algún mal de ojo que tuviera encima, pero no, no tenía ninguno.

Suspiro sobre las hojas, levantando un poco de polvo de las hojas del libro de magia que tenía delante suya – uhm –murmura para sí misma, estando pensativa. Alza el rostro y ve que hace un buen día, brillante y con apenas alguna nubes. Corinne se retiró su dorada melena hacia un lado, comenzando para hacerse una trenza – Esto parece fácil –murmuro para sí misma observando el “paso a paso” de la página frente a sus ojos. Parece que era un hechizo, parecía fácil.

por **Burke Eichmann** Sáb Feb 20, 2016 6:42 pm

Otra vez alguien se metió en problemas y Burke tiene que ir a patear culos, pero para eso primero debe de investigar un par de cosas, para eso necesita libros, la realidad de todo es que tiene pocas ganas, hace mucho que no hace nada divertido más que "portarse bien" es lo que le queda y duda mucho que pueda seguir así por mucho tiempo. Se ha quedado en algún rincón perdido en la biblioteca mientras los libros pasan entre sus manos con avidez, los devora prácticamente y obtiene lo que quiere de ellos, las páginas pasan sin mucha gracia, nada importante, no hay nada que le ayude para su nueva tarea y el aburrimiento comienza a invadirle, es fácil que él se aburra.

El sol ha caído finalmente y él también pronto lo hará, en la iglesia le dan apenas lo necesario para que pueda sobrevivir y le tienen el pie en el cogote, por eso mismo es que se ha mantenido casi con la guardia baja, pero está seguro de que esa noche no podrá más y terminará por hacer cualquier cosa y luego volver a la guarida como si nada hubiera sucedido.

Se queda contemplando uno de los ventanales y luego observa por el reflejo a una chica que acomoda sus cabellos, el aroma de ella le advierte al vampiro de que no es una persona "normal" pero ahí ¿Quién lo es? Ya casi nadie, ese es un hecho.

Se gira hacia ella y contempla lo que hace -¿Jugando?- bien, es que Burke no se caracteriza por ser sutil, tampoco demasiado amable, tal vez es que él siempre peca de arrogante, pero ¿A quién le importa? A él la realidad es que no, quien quiera lo soporta, quien no se da media vuelta, tampoco hay que quemarse tampoco las neuronas para "aguantar" a alguien como Eichmann, al menos él no se complica la vida, es algo que a los demás no les cuadra por completo.

por **Corinne Freiss** Sáb Mar 05, 2016 10:00 pm

Ella misma podría haberse dormido en aquel indescifrable rompecabezas a lo que se llamaba “hechizo fácil”

Teniendo en cuenta de las horas que se habían hecho, seguramente ni su hermano la habría echado en falta en absoluto. No sabía que tenía su hermano entre manos, le echaba de menos, eso tenía que admitirlo. Desde que sus padres se fueron por su camino su hermano fue lo único que le quedo de una posible sola con sus sirvientes sirviéndola todo el rato.

Ahora un respingo en la silla dio.

Escuchó, una voz que hizo que se sobresaltase. Su cabello dorado que estaba hacia un lado, se desplazó de nuevo hacia la espalda, acariciando las puntas del sedoso cabello por la espalda. El aura de aquella voz, o del portador. No le transmitía buenas vibraciones. Un nervio se introdujo en su cuerpo, sintiéndose nerviosa y a la vez en peligro. No quería problemas. No deseaba que fuera lo que se estaba pensando. Un cazador en busca de brujas, solamente sentía peligro alrededor del eco ya de esa voz que sonó cerca suya no hace poco y que la hizo sobresaltar.

-¿Q-Que? –Pregunto desorientada, observando detrás de ella un hombre de talle alto, moreno y ojos profundos, negros como los de un depredador. Sin embargo que ahora mismo ella estaba perdida, pretendía actuar como si el sentimiento de peligro no le estuviera recorriendo la espalda de arriba abajo –H-Hola señor –Tartamudeaba, tenía que calmarse si no quería levantar sospechas, aunque bien podría ser ya algo notorio en su movimientos torpes por querer levantarse de la silla en la que se lio con el bajo del vestido, haciendo que ella misma cayera al suelo, su vestido en cambio se le subiera mostrando parte de su pantorrilla y su escote marcándose por culpa del ajustado escote.

-¡No me mire! ¡He caído muy malamente! –Quiso que no le hubiera visto, que no le hubiera visto, que no, que no –No me mire –Dijo de nuevo, nerviosa a su paso ella solamente se levantó como pudo, con el rostro ruborizado por el momento ridículo frente al hombre que ahora tendría que lidiar una despedida educada, pero ya tan pronto sería algo comprometedor, grosero por su parte y para nada ella era grosera.

por **Burke Eichmann** Sáb Mar 05, 2016 10:53 pm

Podría decirse que Burke es de las personas que toma lo que se le ofrece y la pequeña rubia se está dejando en bandeja de plata para los juegos ajenos, mientras sus ojos se quedan fijos en los de ella, simplemente muestra una sonrisa torcida, escuchando el leve eco que hace la voz de la fémina, la cual se quiebra y muestra los nervios que ella en vano oculta. Puede escuchar el latido de su corazón comenzar a acelerarse y eso que él sólo "ha saludado", la noche podría mejorar para el vampiro y en realidad eso esperaba, desde que llegó de nuevo a París nada ha ido del todo bien, se encuentra demasiado enclaustrado, perseguido, no, no es él.

-Buenas noches, señorita- contesta mientras se acerca y antes de que él pueda tomarla por el brazo ella ya se ha caído, intenta no reírse aunque la diversión se refleja en su rostro, es que ¡Que demonios!, niega una vez con la cabeza, mientras sus ojos van viajando poco a poco por el cuerpo de la mujer, ni siquiera se intenta acercar, con los nervios que maneja seguro que le patea, aunque prefiere seguir deleitándose con las vistas que tan amablemente le ha dejado. Termina por recorrer su cuerpo, notando la curva que hacen sus senos al apretarse contra el escote, el color carmín le dibuja las mejillas y no sabe si se relame los labios por la cantidad de sangre que en ella se encuentra o por el simple hecho de tener la belleza femenina a su alcance.

-¿Y por qué no voy a mirar? Mira que te hubiera ayudado, pero pareces un manojo de nervios ¿Te has hecho daño?- se acerca con cautela mientras coloca una rodilla en el piso y toma uno de los zapatos de la mujer para colocarlo correctamente, sus dedos acarician la parte posterior de su pantorrilla, sintiendo la calidez de su piel y le mira, al ponerse de pie se acomoda las ropas -¿Por qué estás nerviosa?- cuestiona observándola, acomoda la silla de forma correcta y observa de reojo el libro que apenas si se ha desacomodado en la mesa -Sólo te saludé, aunque bueno, parece que no te agradan las visitas- se mantenía cerca, al acecho, ella no tenía mucho espacio para hacerse hacia atrás pues el ventanal esperaba su espalda para impedirle el movimiento, pero Burke no se movía de su sitio. Sus ojos descendieron del rostro enrojecido hacia el escote que mostraba la niña, porque eso era, una niña, con curvas bastante proporcionadas -He visto lo suficiente ¿Debo disculparme?- una sonrisa sardónica se dibujó en sus labios mientras sus ojos se volvían a posar en los otros.

por **Corinne Freiss** Dom Mar 06, 2016 3:40 pm

El acercamiento de aquel corpulento hombre hacía que Corinne se pusiera más nerviosa de lo normal. ¿Qué era lo que le hacía ponerse tan nerviosa? Aquel hombre era igual de corpulento e imponente que su hermano, debería de estar acostumbrada a las decisiones de los hombres sobre las mujeres frágiles como ella misma. Cuando se agacho el hombre a colocarle mejor el zapato, acaso….acaso ¿Era el príncipe de las tinieblas tentándola a pecar con un extraño? Negó. – No, no me hice daño, gracias por la preocupación –Dijo respondiendo a una de sus preguntas y volvió a negar a su segunda pregunta, obviamente porque parecía estar en modo sumiso bajo la atenta mirada de aquel desconocido.

– N-No, no debe disculparse me parece a mí –Espeto cada vez intentando mantener la calma, pero con la mirada fija en ella iba a ser imposible, así que sin más pensárselo empujo aunque fuera un poco, apartando de su camino al hombre que tenía delante, recogió el libro que leía hace un rato de magia pero rápidamente fue corriendo pero con el estúpido bajo del vestido se volvió a tropezar, haciendo que el libro se le cayera al suelo, ella misma volvía a caer y debido a su torpeza su frente comenzó a sangrar sutilmente tras haberse dado contra un tornillo saliente del suelo de madera - ¡Agh! –Consciente de su torpeza y sabiendo que el desconocido la había visto caer ridículamente ahora quería morirse en el acto, quería desaparecer, quería que la tierra le comiera hacia dentro de la vergüenza que sentía en ese momento.

-Querida…-Una dulce mujer de rostro afable se acercaba a ayudar a Corinne, pero está nuevamente se puso a la defensiva, tan metida estaba en sus pensamientos negativos que no se dio cuenta de que volvía a estar en trance. Sus manos se alzaron echando a la mujer hacia atrás en el aire, sus ojos claros se volvieron blancos fantasmales hasta que finalmente después de unos segundos, Corinne volvía a estar en sí.

En poco tiempo, Corinne ya estaba de nuevo de vuelta en sí.

Observo a su alrededor y aquel hombre aún estaba cerca, no se había apartado – No me mires….me avergüenzo de lo que soy…-Dice apenada, no quiere seguir descontrolándose pero no puede evitarlo, con lo que sale huyendo hacia un rincón desolado de la biblioteca, probablemente no muy lejos de donde conoció al hombre.

por **Burke Eichmann** Dom Mar 06, 2016 5:34 pm

Le dio el espacio suficiente para que la rubia fuera a hacer su rabieta, la realidad es que no pretendía asustarle, pero ella se esforzaba por querer escapar, aunque ¿de qué? Aún Burke no lo sabía, sólo que le parecía sumamente divertida toda la escena. A sus sentidos llegó el olor a sangre y sus ojos se volvieron más oscuros, había la necesidad de ir contra la mujer y beber de aquél néctar que le habían negado, aún así se mantuvo en su lugar, dejó que la mujer se acercara, aunque para su asombro, apenas si la vio como el aire la dejó lejos de ambos. Mostró una leve sonrisa, para dar un par de pasos más, aquella mujer era apenas una niña, que seguramente no sabía exactamente de lo que era capaz de hacer.

Levantó el libro a su paso y lo dejó sobre la mesa, perdiéndose en aquél rincón, la rubia parecía un ratón asustado y Burke un felino hambriento. Pero era ella quien ponía las cosas de esa forma.

-Ya te dije que he visto, he visto bastante, aunque quizá no todo lo que puedo ver, no dejaré de hacerlo, porque sencillamente no me da la gana, pero vamos a ver...- una sonrisa se dibuja en sus labios y se acerca de nuevo a ella -No querrás que la Inquisición sepa que una bruja descontrolada anda suelta ¿Verdad?- la pregunta tiene un respuesta más que obvia. Observa con detalle sus facciones, notando como de su frente cae un poco de sangre y se desliza hasta una de sus cejas -Debes limpiarte- saca uno de sus pulcros pañuelos y se lo tiende -No tengo ganas de hacerte nada malo- había que hacer la aclaración respectiva, aunque sus palabras podrían interpretarse de tantas maneras.

-La mujer a la que aventaste no creo que esté muy contenta y tampoco creo que tengas un plan preciso para salir de aquí ¿o sí?- se recarga en uno de los estantes, subiendo su pie, sería difícil que les encontraran estando ahí, la realidad es que iban contra reloj, la mujer en cualquier momento se despertaría o alguien la hallaría. Sacó un cigarro y lo encendió para dar una profunda calada, mientras aguardaba por su respuesta.

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