cadavere seducenti ( priv. )

Pasaba de la media noche,  era el decimo día después de la luna llena así que mis sentidos lobunos si quieren llamarlos así estaban algo "apagados" claro en comparación a los días antes y después de esta, pero apesar de que la noche era lluviosa y fría mi cuerpo no lo sentía, emanaba gracias ala maldición un calor inconfundible, además de estar vestido con una ropa ligera que bien podría ser de un hombre de clase media, patalón de lana de color negro ala cintura, una camisa de lino blanco a medio abononar y unas botas de cuero negro hasta las rodillas.

Había pasado toda la semana de ambulando por el cementerio así que tenía tiempo viendo que era lo que hacía el descarado personaje el que había estado acechando si esta propiamente dicho, en mis días de cazador solía rondar presas que generalmente eran vampiros, a los que en mi opinion eran los mas letales pues sus destrezas son variadas y se vuelven mas fuertes con el paso de los años, claro que ahora me doy cuenta de lo cerrado que era mi mundo, pues en este lado del mundo "oscuro" hay muchos y variados seres que se alimentan con la vida humana, pero creía que el vampiro era letal desde un principio pues sus poderes son indescriptibles y aveces ni siquiera ellos saben su poder cuando son neofitos,  esto claro por que nunca me había topado con seres diferentes y ahora que yo mismo soy uno de esos seres me doy cuenta de mi terrible error, yo era mas del ataque brutal o a lo loco como muchos dicen, lo preferia así, además de que mucho antes de convertirme me salia de control con mucha facilidad, pero dejenme contarles de este personaje tan ¿Raro? ¿era esa la palabra que quería decirles ? ((No lo se, Jamal cuentanos más )) Ah mis voces, olvidaba decir que estoy un poco loco, suelo hablar con ellas cuando no debo. Pero les contare, era una pequeña y menuda mujer aquien había visto rondando el cementario a las horas de la noche en que yo me paseaba, al principio no le di mucha importancia ya que vestia con andrajos y el cabello canoso se le hacía en bucles de mugre y la peste le rondaba, preferí para aliviar mi naríz evitarla, salvo una noche en que note que recogia cierta planta de una tumba, la curiosidad me mato por lo que sigilosamente me acerque de tal manera que la vieja no notara mi presencia y lo vi.

La mujer llavaba en su mano derecha algo parecido a un rosario salvo que las cuentas eran rojas y eran todas iguales salvo una la piedra que dejaba colgar era grande de forma romboide brillaba y la dejaba frente ala tumba que estaba abierta, mmm, si, yo también me extrañe, ((Que carajos quiere la vieja con un cadaver ? )) eso mismo dije yo, y todas las noches había sido igual, la vieja se metía a hurtadillas se paseaba por las tumbas y donde había una abierta ( supongo que tenía trato con algún hombre en el día por que solian entrar diferentes personas de día a escarbar sin que nadie dijera nada ) colocaba su rosario  y lo meneaba frente al cadaver expuesto después se paseaba un rato más y recogía belladona, lo supe después de que ella se hubiera marchado y yo mismo recoger tal hierbajo para saber, ah si, me mataba saber lo que la vieja haría con esa planta, tan sigular que solo se daba en el cementario, al menos en esta zona.

Esta noche me proponia a hacer lo mismo, solo que la lluvia había vuelto pantanoso el cementario por lo que habia esperado sobre el techo de algunas capillas, era mucho mas facil moverse y por la oscuridad mi presencia parecía pasar desapercibida, me había puesto a leer algunos escritos, y todo apuntaba que la vieja quería hacer un hechizo con el cadaver al menos era lo que yo pensaba. ¿Sera?

Me sobresalte, la verdad es que estaba tan distraido buscando ala vieja que debo ser honesto no me di cuenta de la presencia del hombre hasta que este me hablo, por lo que lo primero que hice fue revisar mi nariz, estaba tan dañada por la lluvia que no podía distinguir nada mas que tierra mojada y putrefacción, con los años mi olfato se había desarroyado mucho cuando la luna estaba por comenzar o acaba de terminar, para cuando hacía dias que había pasado mi olfato tenía estos problemas.

-Eh, buonanotte, eso parece.

Me le quede viendo de arriba abajo, ya que bueno yo tengo tendencias particularmente raras en cuanto a distracciones no esperaba que alguien mas las tuviera siendo un humano, o un ser nocturno "bueno" así que no pude evitar estudiarlo de arriba abajo mientras me sentaba por completo en el filo del techo de la capilla donde me encontraba.

-Mi lord puedo preguntar que le trae por aquí, se acerca una fiesta y me parece que puede haber problemas para vos.

La lluvia parecía arreciar y volver a disminuir en su torrente, por lo que nos cubria con un manto de velo que nos inpedia ver mas aya, bueno eso haría si no fuera por que soy un laican, era una de las cosas que me gustaba de ser lo que era, aparte del sonido que emitia la lluvia al caer como una música de fondo, parecía una obra de teatro, estaban los personajes, la musica, el escenario y faltaba la villana...

-Eh aquí viene...

Ronronee mientras bajaba despacio para que no fuera visto por la vieja que atravesaba la verja con una canasta en la mano y cubierta de pies a cabeza con una larga tunica, hoy en especial se veía diferente parecía mas alta. Pronto hizo su mismo patrón que los días anteriores se paseo por las tumbas hasta que encontro una de su agrado y comenzo.

No me había percatado de algo usualemente molesto para mi, mi olfato estaba traicionandome ya que no me alerto que el hombre ami lado era un chupasangre, ah como los detestaba el olor nauseabundo que desprendian de sus cuerpos era parecido a un pedazo de carne en descompocisión pero lo pase por alto ya que el cementerio estaba plagado por ese aroma en particular. Lo mire de reojo mientras avanzaba despacio, supongo que cualquiera se aburre si tiene una vila larga, larga, larga por esta vez lo dejaría pasar.

La vieja había comenzado a recitar algo que no pude comprender pero al acercarme un poco note el extraño brillo que irradiaba de su pendulo, las manos ahora parecian mas decrepitas con postulas apunto de reventar, un extraño frió comenzo a correr por la tierra, y las lapidas parecía que vibraban.

-Supongo que estara bien dejarla terminar ?

Le pregunte a mi complice señalando la tumba donde la vieja estaba, parecía demasiado rara, había una especie de jaula de acero que rodeaba el feretro ninguno de los humanos que cuidaban estaban ahora en ese lugar por ello el cementario parecía gemir a cada palabra que la anciana decia, elrespirar incluso parecía dificil y mientras estabamos esperando la vieja comenzo a sacar dentro de sus ropas un frasco o algo por el estilo donde tenía un liquido rojo el cual comenzo a derramar dentro y fuera de la jaula.