Adina Gevaert ID

Psicología

Adina es una mujer fuera de lo común. Es un personaje excesivo en todo: su política es, en cierto modo, la del todo o nada. Por eso, su itinerario podría conducirla hacia altas cumbres, como hacia ciertos abismos… Todo la empuja hacia los demás, hacia el mundo o hacia el público. De una u otra manera, Adina no deja a nadie indiferente y puede llegar muy lejos, si siente que los demás la miran. Esto será más importante cuanto que se implique de manera desinteresada. Es un personaje fuera de lo común, que no sigue los caminos trillados y no conoce las fronteras. Adina se apasiona por el más allá, ya sea geográfico, intelectual o espiritual. Busca superarse, ir más allá de sus límites, de sus costumbres. Esto a menudo hace que sea difícil de entender, y corre el riesgo de que la tomen por una iluminada o una marginal. Muy a menudo,Adina se ve tentada por los contactos con el público, a menos que la vida la ponga en contacto con los otros aspectos como: el extranjero, durante sus viajes o desplazamientos, el altruismo, las orientaciones humanitarias o filantrópicas. Es bastante probable que pase por diferentes fases antes de lograr el desapego perfecto. Tendrá que alcanzar una seguridad absoluta en el plano material antes de dedicarse a los demás, ya que Adina no se encuentra al abrigo de cuestionamientos. Necesita tener fe en lo que hace, e incluso podría acceder a una cierta notoriedad o a otra forma de reconocimiento. Su tendencia a fantasear, su rica sensorialidad, su búsqueda de lo absoluto pueden, si no se materializan, llevarla hacia paraísos artificiales. De niña, Adina es hipersensible, emotiva, caprichosa, y habrá que comprenderla y amarla, aunque su apreciación de la verdad parezca extraña, o si sus historias rocambolescas choquen. ¿Y si su rica imaginación, su sueño de cosas maravillosas y sus visiones utópicas fueran los fermentos de su futura vocación? Dígase que la afectividad es su fuente de vida y que, si se sintiera incomprendida, la fuga podría ser su escapatoria.

Historia

Las leyes de los gitanos, inquebrantables bajo pena de destierro, fueron ignoradas por una dulce muchacha. Un hijo fuera del matrimonio era el mayor pecado que un joven podía cometer y la madre de Adina, lo cometió. Se encapricho de un pícaro gitano que solo la utilizó para satisfacer sus necesidades personales y luego se fue. Tras ese primer encuentro carnal, quedo embarazada de gemelos y una noche de luna llena dio a luz a dos idénticas criaturas. Alysa fue la primera en nacer y Adina la segunda, pero ninguna llego a sentir los brazos de su madre alrededor. Las dos, con fuertes pulmones, lloraron aquella noche lo que no habían llorado en años ya que fueron separadas nada más nacer. Dado que la pobre muchacha no podía hacerse cargo de esas dos criaturas, los familiares más cercanos a ella las adoptaron. Alysa fue a parar a manos de la hermana de la muchacha y Adina fue con su prima. Las dos criadas en distintos círculos gitanos y desconociendo la existencia de la otra. Adina durante toda su niñez sintió que algo le faltaba. A pesar de llamar mama a una preciosa mujer de pelo negro y ojos azules, ella la sentía como una desconocida. Sus tres hermanos la trataban con desprecio, por el simple hecho de ser la única chica y su padre apenas la miraba al volver a casa de sus labores.

Al final aprendió a no confiar en nadie, ni siquiera en los que se suponía que tenía que confiar su propia vida. Sus sueños le auguraban un futuro mejor así que siguió su camino simplemente por eso. Para conseguir el pan para comer, ayudaba a una pareja de viejos gitanos que vivían unas carpas más lejos de la suya, y para hacerse la ropa utilizaba los desechos que los demás gitanos ya no querían. Así fue durante toda su niñez hasta que en su recién entrada adolescencia la quisieron casar con un viejo gitano que la compraba a buen precio. Ahí fue cuando el aguante llego a su fin. En contra de todas las quejas de su madre, hizo las maletas con las pocas ropas que tenía y se fue. Se fue viajando de tribu en tribu buscando algún familiar. Sabía que tenía familia en alguna tribu cercana a la capital, por lo que no dudo en seguir el camino hasta ahí y en esa tribu se encontró con lo más impresionante visto nunca; una copa idéntica a la suya.

Aquella gitana, llamada Alysa, era hija de una gitana prima de su madre. Al verse, las dos pidieron explicaciones a la mujer para enterarse luego que eran gemelas. La verdadera madre las había tenido fuera del matrimonio y como no podía cuidar de ninguna se las ofertaron los familiares más cercanos. Supo que ella había ido a parar con la prima y Alysa con la hermana, pero al parecer Alysa había tenido más suerte ya que el suplicio que había vivido Adina con aquella familia, no lo había sufrido ella. Se alegraba en cierto modo de que su hermana no lo hubiese pasado mal, pero también la envidiaba. Tras conocer aquellos aspectos de sus vidas, las dos decidieron permanecer juntas en casa de su tía verdadera y Adina se libró de aquel matrimonio arreglado. Su madre adoptiva intentó recuperarla unas cuantas veces, pero la negativa de su tía verdadera le permitió pasar la adolescencia ahí. En cuanto cumplió 18 años y vio que todos esperaban de ellas algo más que vivir con los padres, Adina volvió a hacer sus maletas y se marchó con el consentimiento de su hermana. Ella no podía casarse sabiendo que había algo más ahí afuera para ella. Los sueños con aquel misterioso hombre le robaba el aliento por la noche y la hacía temblar de deseo. No se podía permitir algo menos que eso, a pesar de que sus pasos la llevaban casi por el mismo camino equivocado de su madre. Desde la Bruselas Francesa se fue hasta Francia y como las fronteras estaban un poco difusas por la incorporación de este territorio por parte de Francia, pudo pasar sin problemas hasta llegar actualmente en Paris pero no sin antes visitar muchas otras tribus gitanas. En Paris se dedica a robar a ricos para comer, mientras espera que sus sueños se hagan realidad.  

Otros Datos
- Sabe frances a la perfección, pero no sabe leer ni escribir.
- Le gusta robar a los que llevan mejores ropas, ya que robar a los pobres no tiene ninguna gracia.
- Tiene sueños con un misterioso sombre cuyo rostro no ve, pero cuyo cariño la envuelve cada noche.
- Tiene un cuchillo con el cual se defiende.

*Aclaraciones: Puse en la nacionalidad Bruselas Frances, porque Bruselas en 1800 pertenecía a Francia por aquel entonces. En 1795 fue ocupada por las tropas franceses hasta 1915 con el Congreso de Viena que pasa a hacer parte del Reino de los Países Bajos.