No era necesario llegar a tanto || Libre

por **Dante Jarosław** Dom Mayo 01, 2016 12:04 am

Un sonido estruendoso recorre todo aquel lugar lleno de viejas cazas y destrozos de lo que algún día fueron pequeñas villas solo que ahora con pintas rojas; Paris se ha vuelto más un campo de batalla que una ciudad de disfrute; el estruendo continua pero ahora se vuelve más insoportable con aullidos a la luna cubierta por nubes, el sonido de cuerdas sujetando carne, lacerándola, las cadenas azotadas con vehemencia en busca de la libertad que con gritos tratan de evitárselo a la pobre criatura que no para de sangrar. Un tiro más y todo el ruido cesa, el grupo está cansado pero aún tiene fuerzas para la encomienda solicitada y por la cual han recibido buena paga.

En silencio marcan en la tierra las posiciones a adoptar cada uno, en equipos, su líder les da toda las instrucciones para seguir en su “tarea”, la estrategia es lo primero en una batalla y más en una donde el oponente es más de uno, ya no es una pelea normal ahora es una lucha por la sobrevivencia de especies, un feroz encuentro que determinara a los valientes y a los caídos en cada bando. Aquel líder termina de dar indicaciones preparando ahora las armas, con los dedos los repliega indicándole las direcciones mientras él aguarda solo por la oscura senda donde el primer cuerpo ha quedado tirado con la sangre corriendo por la tierra

Trepa a uno de los árboles, en posición de vigilante se encuentra aquel sujeto que lleva los cabellos despeinados y las manos con sangre, sus “juguetes” los tiene a la mano para asestar el golpe que requiere, los cuchillos guardados pero los rifles con la mira puesta en el objetivo, la trampa que ha elaborado le resulta porque atrae a todo tipo de criatura gracias al aroma nefasto de aquella vida correr por la tierra. Uno a uno desfilan aquellas bestias curiosas por lo ocurrido, a cada una de ellas les resta la importancia porque la presa que él busca es una grande y letal y las que se acercan presas de su fisgoneo son solo seres sin importancia de valor económico.

Las horas pasan y ya no hay mirones que estén observando el cuerpo inerte de aquel licántropo, más un pequeño ruido hace que tome la mira de su arma que alerta se haya para disparar, más las sombras y la niebla no le permite ahora ver. Guarda silencio y su equipo tampoco está cerca y ahora él temía lo peor. Descendiendo con presteza de los árboles corre por entre ellos ahora en busca de alguno de sus soldados pero no hay ni uno, todos han sido dado de baja con garras en sus gargantas y la sangre borboteando. Solo uno le informa que no es cualquier ser que es una más letal de la que fueron a cazar, se alista con el arma apuntando en toda dirección con un cuchillo en la diestra para el combate, revisando sector por sector escuchando el silbido del viento azotar las ventanas y las hojas de los arboles y malesa que ha crecido por todo el lugar, aquello ya no es un lugar decente.

Es un pueblo fantasma donde la muerte ronda sin cesar..

por **Brün Rothschild** Jue Mayo 05, 2016 7:27 pm

Cinco días antes…

Hay cosas que se van, que les abren camino a otras que vienen hay muchos recuerdos, que quisiéramos encerrar en lo más profundo de nuestra mente y confinarlas al olvido. Pero hay puntos importantes que no se deben olvidar, pues eran esos que te ayudaban a seguir adelante. Era necesario hacer una metamorfosis del ser y del dolor y el odio, par así poder convertirlo en venganza. Y para la encantadora bruja de melena roja, se veía más como un compromiso que debía ejecutar si prisa, pero con eficiencia.

En el mundo en donde ella vivía, se aceptaba las alianzas, pero estas eran igual de frágiles que el hielo cuando llega la primavera. Todo podría cambiar en menos de un segundo y cada parte estaba consiente; además de preparada. Si algo salía mal, debía resolver por sí mismos. Era u mundo bajo en donde ella vivía, era fácil encontrarse con maniáticos, eufóricos y deseosos del derramamiento de sangre y debía admitir que ella era uno de ellos; pero muy selectiva con la sangre que deseaba derramar. Por eso cuando llego la oportunidad de trabajar codo a codo con una famosa manada de licántropos, no pudo negarse a tal oportunidad.

¿Acaso Brünhilda era las que le gustaba derramar sangre inocente? No exactamente, pues debajo de un supuesto inocente, siempre puede haber oculto un vil culpable. El grupo; que estaba conformado por una docena, que en su mayoría de hombres, pero también mujeres. Estaba planeado ejecutar una redada en algún lejano pueblo de Francia, para saciar su sed de sangre. La bruja se encargaría de ser una especie de guía y curandera, para que cuando todo terminara las bajas fueran mínimas. Pero ella no solo se conformaría con eso, también ofreció un lugar exacto y perfecto para sus actos.

— ¿Por qué deseas que ataquemos ese pueblo con exactitud? —pregunto uno de los miembros de alto rango. Tenía un noto desconfiando ante su pregunta. A lo cual la bruja respondió con una suave alzada de hombros.

— Ese es el lugar donde nací, esta mi familia para quien soy una deshonrosa—respondió con una pequeña sonrisilla, la cual desbordaba perspicacia — Además esta a tres días de parís… un buen lugar para hacer travesuras —

Actualidad…

Y fue así como eligieron tal lugar y donde actualmente estaban. Antes del atardecer, repasaron el plan, todo parecía que iba a ser un increíble festín. Brün estaba preparada, con su fiel amiga Zuriñe; una cambiante ave. Quien siempre estaba a su lado para protegerla de cualquier mala situación. La cambiaformas estaría surcando los cielos en forma de búho para alertar a la bruja de cualquier percance, mientras ella estaría en lugares estratégicos, utilizando sus poderes para ocultarse de sus mismos aliados, pues en ese estado volvían a un estado de ciego y salvaje.

La noche iba muy bien, ella misma había guiado a dos licántropos a donde era su casa de la infancia y oculta entre las sombras e ilusiones creadas por ella misma, pudo presenciar la masacre de su propia familia. Zuriñe surcaba los cielos nocturnos en busca de peligros, pronto noto una serie de personas que arremetían contra los licántropos, inmediatamente se fue a avisarle a la bruja, quien aun estaba dentro de la casa.

Lo que había comenzado una excelente velada, se había convertido en una batalla campal, Brünhilde salió encontrando que las decenas de compañeros se había convertido en unos cuantos regados por allí. ― Sácalos de aquí ―ordeno a la cambiante. Zuriñe comenzó a distraer a los licántropos sobrevivientes para reunirlos y hacer como una presa para alejarlos del peligro. Ella hizo lo mismo con los dos que tenía en la casa y desaparecieron de aquel pueblo hacia los bosques para reagruparse apenas amaneciera. En el camino encontraron a los enemigos y uno por uno, con ayuda de la bruja los eliminaban. Logro salvar a los que quedaban alejándolos con ayuda de Zuriñe a varios kilómetros de allí, la bruja aun rondaba por el lugar, vigilando a los cazadores que aun quedaban por allí y además si llegaba a ver algún sobreviviente de su familia.

Lo que encontró fue lo que era; al parecer. El líder de los cazadores y entre la neblina que se alzaba lo observaba ― Así que fue usted quien nos aguo nuestra buena fiesta ― susurro aun sin mostrarse ante el hombre — Pero tampoco somos fáciles de vencer — de la oscuridad salieron dos bestias gigantes con sus hocicos y garras llenos de sangre de la familia de la bruja — Mis chicos aun desean algo de carne fresca — Luego se dejo ver ella. Tenía una túnica con capucha negra que ocultaba sus vestimentas; un sencillo corsé ocre que acentuaba su cuerpo y una falda del mismo color, pero con bordados dorados, que llegaba a dos centímetros arriba de la rodilla, para evitar que se llenara de fango, sin armador, ni algún otro complemento molesto. La bruja se mantenía protegida por una ilusión que había creado solo para los licántropos, la veía como un objeto sencillo a su alrededor, en este caso era un árbol, al que solo esquivaba si está al frente estorbando, lo único humano e interesante que percibían allí era aquel cazador al frente.

Ella no los controlaba, así que atacaron cuando ellos quisieron, abalanzándose hacia el cazador… mientras que Brünhilde nuevamente solamente observaba.

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por **Dante Jarosław** Lun Mayo 30, 2016 11:47 pm

La mirada fiera ante cualquier movimiento con el arma en la mirada de cualquier rastro de que el enemigo ronde cerca, sujeta con firmeza el gatillo observando con sigilo cada rincón, gira y gira sin dejar de esperar a aquello a por lo que iban a cazar más la niebla le imposibilita seguir el rastro, sabe que tiene las de perder por estar descubierto, maquina un plan en su cabeza y echa su suerte a ello pero antes de poder dar comienzo la voz que retumba con el viento nocturno lo detiene. Una viva voz que solo le obliga a tomar nuevamente el arma fijándolo en la niebla que le rodeaba lentamente y que se acompañaba con el gruñir y las ramillas crujiendo.

“Pero…qué demonios” piensa cuando baja el arma dejando que aquella voz continuara con su confesión, algo que solo logró en aquel cazador una sonrisa de medio lado soltando el arma pero tomando dos cuchillos en sus manos que se ajustan a los puños, en ambas manos las armas estaban hacia adentro, la de la diestra hacia fuera y la zurda hacia adentro. Estaba listo para dar una buena pelea mientras los gruñidos se acercaban más y más fuerte –Soy bueno para arruinar reuniones, banquetes y fiestas, por eso no me invitan a ningún lado pero siempre aparezco preciosa– escupe al suelo inclinando su cuerpo hacia adelante con los pies separados justo cuando una de aquellas bestias se lanza contra él y este en vez de huir se mueve hacia un lado clavando el puñal en el oído del animal que emite un gruñido agudo de dolor.

Se levanta sacando otro de sus cuchillos, mientras aquellas bestias salivan por devorarlo –Señora no me hago responsable si sus niños no vuelven a casa– al terminar su sentencia ambas bestias se lanzan contra él, garras que intentan cortar la carne y la sangre que emana de los contendientes. El hombre asesta varios derechazos e izquierdazos causando daño en uno de aquellos lobos con cortes profundos hasta que el final le llega cuando la filosa cuchilla corta la yugula y una patada le espera al animal que se sacude los dientes que se le han aflojado. El cansancio le pasa factura a aquel hombre que sangra por su brazo y parte de su cabeza, escupe algo de sangre al suelo y se ríe –Vaya, tiempo fuera, esta si que era una buena fiesta, ya ve porque mis amigos terminaron muertos, es porque no saben bailar, pero no importa sus niños tampoco son buenos bailarines– se guarda los dos últimos cuchillos que le quedan tomando el arma en su mano apuntando a la cabeza del lobo que corre en zigzag contra él hasta que la bala impacta su cráneo terminando a los pies del hombre.

Levanta el arma a su hombro con algo de dolor, el labio lo tiene partido y el cuerpo todo moreteado y con cortes de las garras ajenas –Me he divertido señora, pero hace falta más que solo pequeños cachorros para vencerá un antiguo soldado y ya que sus niños fueron los que hicieron todo este reguero, creo que tendré que cobrarle usted por esto, no es nada personal, se lo aseguro– ríe buscando alrededor sin dejar de andar con cuidado entre los cuerpos de sus amigos usándolos como un escudo, algo que era parte de la estrategia militar que tenían ellos.

Incluso después de muertos seguían siendo cazadores de aquel equipo...

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