Raven Moriarty, el enterrador

-Nombre del Personaje: Raven (pronunciado como Rayvən) Moriarty

-Edad: 50 (aunque aparente menos)

-Especie: Cambiaformas, ave

-Tipo y Nivel Social: medio-bajo

-Lugar de Origen: Inglaterra, Londres

-Fecha de Muerte: -

-Habilidad/Poder: Agilidad y buena visión nocturna o diurna. Poca fuerza y resistencia en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo. La habilidad para volar libremente cuando están completamente transformados.

-Descripcion Fisica: La apariencia de Raven es, cuanto menos, singular. Si se pusiera totalmente recto, seguramente llegaría al metro ochenta y pico, aunque es prácticamente imposible verlo así, pues tiene la mala costumbre de caminar siempre encorvado. Sus ojos son grises claros, o al menos eso es lo que dice él, pues nunca se le ven, siempre cubiertos por el flequillo de cortina. Su cabello es sin duda lo más llamativo de él, siendo de un gris blanquecino y largo hasta la cintura. Su piel es extremadamente pálida, pareciéndose a uno de sus adorados cadáveres, y siempre lleva las uñas largas pintadas de negro. Su cuerpo está lleno de cicatrices de lo más singulares y posee una que le cruza el rostro de oreja a oreja, justo por debajo de los ojos. Nunca se le verá vestir unas ropas que no sean de color negro y le gusta dar la nota llevando largas túnicas y sombrero de copa. La voz la tiene rasgada y ronca, como si estuviera afónico permanentemente, riéndose de una manera bastante espeluznante.

Cuando se transforma, suele ser un cuervo negro como el carbón y brillos azulados.

Spoiler:

-Descripcion Psicologica: Demente, excéntrico e impredecible serían los adjetivos más adecuados para él. Nunca se sabe lo que va a hacer, yendo siempre a su aire, haciendo siempre lo que quiere. Suele aparecer cuando menos se lo espera y marcharse cuando le viene en gana. No soporta atarse a algo o alguien. Siempre está sonriendo y de buen humor, cosa que imposibilita saber en qué está pensando y nunca deja que nadie logre conocerlo del todo. Nunca miente y si no puede contar un secreto y le preguntan por él, simplemente cambia de conversación o se niega a responder antes que decir algo que no sea verdad. Suele poner los pelos de punta sus palabras y no es aconsejable estar a solas con él. Le gustan los cadáveres y en ocasiones juega con ellos por las noches. Es excéntrico y le gusta llamar la atención, sin importarle lo que pueda pensar la gente sobre él. Su humor es bastante negro y frecuentemente nulo, pues sus chistes son tan malos que muchas veces ni siquiera se entienden. De naturaleza inteligente y mente analítica, es sumamente perceptivo, y capaz de destacar el más mínimo detalle en cualquier situación, lo que le convierte en una muy valiosa fuente de información. Sabe más de lo que aparenta, siempre se entera de todo, ya que, aunque no lo parece, es bastante cotilla.

-Historia: Nacido en el seno de una estrambótica familia londinense, vivían en el centro de la ciudad, encima de un bar. Su madre, Helena Barker, era la posadera y propietaria, mientras que su padre trabajaba a tiempo completo para una secta de dudosa legalidad. Ambos habían estado casados con anterioridad. Helena había matado a su anterior esposo, un hombre viejo al que solo lo quería por su dinero, con un fuerte veneno en la comida y Howard, su padre, se había pasado cinco años en la cárcel por un supuesto asesinato. Al salir, la mujer de Howard se había fugado con otro.

Fue de este modo como, en la posada que abrió Helena años más tarde de la muerte de su marido, cuando se dio cuenta de que no podía vivir siempre de la herencia, los dos se conocieron. La química entre ellos fue casi inmediata, ambos compartían su forma de pensar y eran fríos y oscuros. Esta vez, en cambio, Howard no mintió respecto a su trabajo e incluso Helena se mostró tan interesada que se inscribió en la secta también. Al año siguiente tuvieron a Raven, aunque ellos nunca llegaron a casarse puesto que les parecía algo innecesario.
Howard pasaba mucho tiempo trabajando y casi no le prestaba atención al chico, bebiendo ginebra por las noches o mirando la televisión. Aún así, él le quería, a pesar de que no lo demostrara, y Helena lo sabía. Su vida no era normal, siempre envueltos de ese halo de misterio y tenebrosidad, transformándose cada noche en aves, aunque eran bastante felices así. Pero el terror volvió a arremeter en la familia y cuando el niño cumplía cinco años, fue encontrado el cuerpo sin vida de Howard cerca del embarcadero. Parece ser que mantuvo una pelea con alguien y éste le clavó un cuchillo repetidas veces hasta matarlo. Helena se enteró unos días más tarde de que había sido uno de una organización similar al grupo sectario y con quienes no tenían buenos tratos. Le recomendaron que se mudara a otro lugar bien lejos porque les tenían en el punto de mira y podrían acabar igual.

Así pues, siguiendo su consejo, Helena y Raven se mudaron a París, donde empezaron una nueva vida. Ella volvió a abrir una posada y, de nuevo vivieron, encima del negocio. A ella el asesinato de su marido le afectó muchísimo y, si ya estaba algo ida antes, se volvió aún más desquiciada y excéntrica. Esto influyó mucho en la vida de Raven, siguiendo a su madre como ejemplo y volviéndose tan tenebroso como ella. Su vida continuó su curso normal hasta que llegó a los veinte años y Helena falleció de un ataque al corazón.

A partir de aquí, poco se sabe de la vida de Raven. Se dice que viajó, que amó, que hizo amistades y que le traicionaron. Toda su existencia estaba rodeada de hipocresía y una y otra vez se encontró con decepciones. De este modo, cansado de las experiencias de la vida, volvió a París y se hizo enterrador de Montmartre, aislándose de todo el mundo, volviéndose un ermitaño, a solas con sus huesos.