Desafortunado encuentro ~#Privado

por **Nyx Blackhalo** Miér Jun 01, 2016 8:43 am

Finalmente, la lluvia había amainado, haciendo que, con un poco de suerte, fuera capaz de reencontrar el rastro de la criatura sobrenatural a la que llevaba siguiendo los últimos días. No iba a permitir de ninguna manera que ésta se me escapara ni mucho menos que terminara pereciendo a manos de otro cazador, ah no, de eso nada. Poniéndome en pie, le di un último vistazo a la pared en dónde había ido colgando toda la información que había ido recolectando en los anteriores días mientras la torrencial lluvia impedía que pudiera llevar a cabo el trabajo. Por un lado podía decir que me alegraba de ello, a fin de cuentas de esa manera había conseguido recolectar una mayor información y estar un poco mas preparada de lo que solía estarlo, pero por otro lado la molestia y la impaciencia me consumían; no me gustaba perder ni dedicarle demasiado tiempo a una presa cuando sabía que aún había una gran multitud fuera causando problemas, haciendo estragos y segando vidas sin perder el tiempo en ningún momento. Acomodándome mis ropajes y desviando la mirada del mural de la pared, cogí las llaves y aquello que necesitaba antes de salir y cerrar tras de mi.

Las calles estaban silenciosas, haciendo que mis pasos decididos resonaran por las callejuelas cuyo suelo aún estaba húmedo de las recientes lluvias, algo que a mi no me importaba lo mas mínimo. Mi destino eran los bosques que se encontraban a las afueras de la ciudad dónde, según mis datos, el maldito vampiro había dejado un par de cadáveres un par de días antes, marcando una clara pauta, cada dos o tres días aparecían los cuerpos sin vida de sus nuevas víctimas, eso me indicaba que o hoy o mañana volvería a aparecer para desechar sus “fuentes” de alimentación. No tenía problema alguno en pasarme dos noches seguidas vigilando el lugar, pero cómo me llamaba Nyx que ese ser tenía las horas de su inmortalidad contadas. Con los sentidos completamente alerta, finalmente mis pasos cesaron en el lugar indicado, observando la frondosa vegetación del lugar, analizando detenidamente cada árbol y cada movimiento y sonido que pudiera percibir. Aparentemente no había nada ni nadie, pero mi instinto me decía que aún así me mantuviera completamente alerta, algo que, momentos después se comprobó en el momento en que mi oído atento percibió el leve crujido de una rama al romperse cerca de donde me encontraba.

Sin vacilar lo mas mínimo, dirigí mi ballesta hacia la dirección en dónde lo había oído y mi voz no tardó en hacerse oír en la quietud del bosque. —Seas quién seas muéstrate —dije en un tono frío, autoritario y que no detonaba ni la mas mínima vacilación, puesto que sabía que de ninguna manera ese sonido había sido producido por el ser que estaba cazando, si no que mas bien se podría tratar de alguien mas a la caza de MI presa— no tengo tiempo que perder, acércate lentamente y sin intentar nada o te lleno de flechas —mi mirada brilló con determinación, sabía bien que si era otro cazador no iba a matarle, aunque éste pretendiera quitarme mi presa, pero eso no iba a impedirme que le hiriera y le dejara fuera de juego si éste intentaba entrometerse en mi trabajo y en mi cacería puesto que eso era algo que no le iba a tolerar a nadie.

por **Isak & Tara Mirković** Lun Jun 20, 2016 11:14 pm

–No me digas, ¿estás buscando un trio hermanita? Que golosa eres Tara–

El retumbe de un cañón es lo que termina resonando cual eco profundo por todo el lugar así como la sangre manchando el suelo en pequeñas gotas mientras aquella mujer iba alejándose con una mirada seria y el hombre tras de ella solo gritaba improperios e insultos que provocaba la risa de su gemela; por las calles andaban con cuidado con un plan en mente, una taberna y una cacería limpia y digna en los bosques.

El hombre a matar es un vampiro uno que ha estado llevando las cosas a mal para quien ha pagado por sus colmillos, la presa de la noche es la morena que con sus armas de seducción se acerca al objetivo; para que describir lo que pasaba y lo que estaban intentando pasar entre las caricias subidas de tono así como los besos indecentes y propuestas acaloradas que a cualquiera prostituta harían sonrojar. La cita se termina en los bosques junta a la promesa de una noche inolvidable, pero antes de dar el paso al ataque una ballesta apunta la cabeza del hombre por detrás que reclama aquel acto. Antes de escapar la cabeza se la termina explotando la mujer con los restos sobre su hermano.

–Qué demonios, podrías haberlo hecho sin ensuciarme de este infeliz– la risa de su hermana estalla así como las armas que se guardan en las fundas justo cuando el sonido de una voz que los interrumpe les llama la atención así como el de sus armas; con gestos leves Tara comunica que irá por detrás, mientras Isak aparece lentamente con su ballesta en mano y un pañuelo blanco, aunque manchado con sangre, cual bandera de tregua

–Creo que ambos tenemos las mismas armas, aunque yo tengo más entre la ropa y entre las piernas ¿Cuáles tienes tu para mostrar?– ríe mirando el pecho de la rubia, justo cuando alcanza a divisar a su hermana en posición –Me has interrumpido justo en medio de mi cena y voy ahora a dejar la propina al mozo, así que ¿bajas tu arma? No quiero una flecha en el culo, esas duelen mucho– toma su ballesta apuntando también a la mujer pidiéndole con la mirada el clásico “por favor, baja tu arma”.

Más él no estaba, su hermana veía la escena como un observador esperando a cualquier movimiento en falso para aparecer y superar en número a la otra mujer, aunque por el momento solo dejaría que le den otro balazo o flechazo a su jodido hermano.

por **Nyx Blackhalo** Vie Ago 19, 2016 12:17 pm

Molestia flameó en mi mirada en el momento en que percibí la figura masculina entrar en mi campo de visión, cargada con una ballesta y sosteniendo un pañuelo blanco ensangrentado dejando en evidencia que, definitivamente, había osado meterse con mi presa y darle caza antes de que yo pudiera darle el final que merecía, pero la molestia sentida en un inicio palideció notablemente en el momento en que el idiota abrió su gran bocaza, demostrando con ello su gran capacidad intelectual. Levantando una ceja mientras le recorría con la mirada con desdén y una sonrisa sardónica tomó lugar en mis labios. —¿Y éste es el cazador que me ha quitado MI presa? Es sorprendente ver cómo hoy en día cualquiera puede ser cazador —negué ligeramente con la cabeza, mientras mi sonrisa burleta no se desvanecía de mis labios. Lenta y pausadamente bajé mi ballesta y con el mismo paso lento me acerqué a él, parando solo a escasos centímetros— hazte un favor y la próxima vez antes de salir de caza pasa por un burdel para que alivien o borren de forma temporal esos pensamientos obscenos, no sea que te atrevas a insinuártele a una presa y ése sea tu fin —mi tono se volvió dulce, suave y meloso como la propia miel un tono que, en mi, solo podía ser indicativo de peligro, mucho mas que si gritaba o me enfurecía.

Sin decir nada mas, negué con la cabeza y me di la vuelta sobre mis talones abofeteándolo “accidentalmente”, en el proceso, con mi larga melena rubia antes de poner distancia entre él y yo, mis pasos de dirigieron sin pausa alguna hacia la linde del claro antes de girarme de nuevo—. Que sea la última vez que te metes en mi camino y que te atreves a meterte con mis presas porqué te aseguro que, si eso sucede, preferirás morir a manos de una de ellas que enfrentarte a mi cólera —cualquier indicio de dulzura había desaparecido siendo mi voz de nuevo fría y cortante como un témpano de hielo—. Puedes decirle a tu amiguita que puede salir, a no ser que esté esperando a que me marche para salir —dije con total tranquilidad, puesto que a pesar de que, en apariencia, tuviera mi atención centrada en él había percibido otro sonido moviéndose entre los árboles— dos contra uno, que cobardía, normal que así lograrais llegar antes —negué de nuevo con la cabeza, mientras mi sonrisa de burla seguía presente en mis labios.

Con velocidad y precisión, levanté la ballesta y una flecha voló de ella en un cerrar y abrir de ojos antes de alcanzar su objetivo, su muslo, cerca de su “arma”— ésto es solo una advertencia, no vuelvas a meterte en mi camino y no me hagas volver a perder el tiempo inutilmente, la próxima vez que lo hagas no correrás tanta suerte y acabarás siendo un eunuco incapaz de disfrutar de aquello que, al parecer, te gusta tanto. —Sin decir nada mas, volví a girarme sobre mis talones y empecé a desandar todo el camino a través del bosque en dirección a la ciudad, la molestia ardía en mi, con un fuego inextinguible, nunca, jamás había pasado que perdiera una presa y mucho menos por culpa de semejante imbécil. Gracias a dios había salido del claro con la cabeza en alto y la dignidad intacta, puesto que de haber permanecido unos minutos mas en su presencia, el clavarle una flecha en el muslo hubiera sido el peor de los daños puesto que no habría sido capaz de reprimirme y le habría terminado golpeando hasta que la furia y la molestia que sentía se hubieran desvanecido del todo. Sin embargo, éso no era algo que tuviera por costumbre hacer, no cuando siempre era dueña y señora de mi propias emociones y no estaba acostumbrada a dejarme llevar por ellas... ¿que era lo que tenía ese idiota para que tuviera que hacer un esfuerzo extra para controlar mi furia? Sinceramente, no quería saberlo, ni quería volver a verlo nunca más...

por **Isak & Tara Mirković** Sáb Ago 20, 2016 6:17 pm

Sonora carcajada es lo que irrumpe el lugar luego de que sus ojos no daban crédito a lo que veía o mejor dicho sus oídos no daban lugar a toda la parrafada que había oído. Es más momentos antes trató de aguantarse la explosión cómica pero le fue inútil y terminó por dejarla salir en todo su esplendo, incluso con pequeñas gotas de llanto de tanto que le provocó gracia lo que la mujer recitaba como una postura de mujer herida por la pérdida.

Su estómago le dolía por lo que sus manos fueron a este para tratar de minimizar los retorcijones que aquella risotada había conmocionado en él, trató de pedir unos segundos de tregua a la mujer pero al parecer no sería el momento ni la ocasión –Que graciosa, no sabía que entre los cazadores habían hasta de eso que podían contar buenos chistes como para hacer que uno se mee en los calzones– tose para disimular un poco, realmente lo que quería era el poder cortar tanta risotada. Su ballesta se coloca al hombro mirando a la mujer con ondea su cabello, un claro reflejo que hasta su hermana hacía y le parecía más gracioso aun, al recordar dichas ocasiones –Pues verás, ya vine del burdel y muchas me descargaron como no tienes idea, bueno para alguien como yo es natural tener de cuatro a cinco mujeres en la habitación para satisfacerse antes de una buena batalla, sobre todo si dejo tan inconsciente a las mujeres como para que no despierten por todo el día, y eso ha ocurrido así que ese consejo será mejor que lo apliques a ti, porque no vas a que te follen por ahí un poco para ver si mejoras tus planes de cacería, quizás mientras estés llegando al orgasmo así toda agitada– imita una mala forma femenina riéndose por ello luego –Te llegue una idea y no seas la segundona de alguien, quizás así puedas atrapar más rápido tus presas– suelta un silbido como de ave al terminar su frase y caminar directo a donde estaba su hermana.

Dando la espalda a la mujer llega hasta la morena ha descendido presentándose con una sonrisa fiera y lobuna, como quien tasa a su próxima presa –Cazar entre dos no es cobardía y menos si somos hermanos, se llama estrategia y al parecer careces un poco de ello, además niña la única persona que puede amenazar las partes bajas enclencas de Isak soy yo, así que si quieres caparlo tendrás que esperar y hacer fila, niña, porque esa tarea me corresponde a mí– suspira la mujer de pelos negros a la que su hermano se arrima apoyando su brazo en el hombro de ella sonriendo y con la otra mano cubriéndose sus partes nobles –No puedo permitir que acaben contigo hermanito– y sin pensarlo Isak besa la nuca de ella, justo cuando el codo de Tara choca con fuerza contra su estómago obligándolo a doblarse un poco –Es mejor que bajes las armas y las amenazas niña, llegamos primero, ejecutamos el plan y ganamos así de simple, su perdiste, mejor suerte para la próxima, solo espero que no volvamos a cruzar nuestros caminos, sería desagradable para los tres–sonríe dejando a su hermano caminando con esa fuerza y frialdad en su paso –Y luego porqué no tiene amigas, esa mujer. Bueno primor me gustaría charlar contigo luego de haber follado, pero tengo que tomar algunas cosas del cadáver así que si me disculpas tenemos otros en la lista que acabar y la noche es joven para los amantes, quizás si me esperas despiertas te haga la visita y te deje gozar de placer– un guiño deja a la mujer mientras se acerca al cadáver tomando el anillo de este para guardarlo en su chaqueta. [/font]

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