La eternidad no es tan divertida

Luego de terminar con la vida de su padre y la de su hermano, Jaehaerys sintió la necesidad de refugiarse en la cripta familiar con la esperanza de morir y poder descansar luego de su hermosa y divertida venganza, mas lo que no sabia era que había sido dotado de la juventud eterna y una exquisita belleza que nunca perdería por mucho que fuera lastimado su cuerpo.

Los días pasaron y el único sentimiento que tenia dentro era el de la sed incontrolable, mas intentaba evitar pensar en ello porque no lo había sentido con anterioridad, y hasta cierto punto le asustaba un poco el no saber que hacer para calmarla.

Mas esto cambio cuando uno de los familiares que aun vivían de los Drage entro con el fin de saber que había sucedido y si encontraría algún superviviente, cuando vio a Jaehaerys con aquella piel pálida y sintió el frió de su cuerpo, ademas de estar postrado sobre el lugar donde en un futuro debería estar su cuerpo en la cripta familiar pensó lo peor, vaya sorpresa se llevo al sentir el tacto de algo sobre su cuerpo rodeando su cuello, apretándolo un poco y aquella cosa era la mano de Jaehaerys que aun estando débil contaba con la suficiente fuerza como para acercar al pequeño primo Vyseris y pedirle perdón al oído, mas Vyseris no entendía el porque podía moverse si era un cadáver y el miedo le invadió de tal manera que intento liberarse de sus manos.

Jaehaerys desesperado por esto lo tomo con mas fuerza, mas no midió la misma ya que al final le partió el cuello, dejándolo caer al suelo, moviéndose lentamente hasta caer sobre el y beber toda la sangre que se encontraba en su cuerpo, sin pena de dejar el cuerpo seco sobre donde el estaba acostado, después de todo era parte de la familia.

Al casi salir de la cripta un delgado rayo de sol le toco la muñeca y sintió tanto dolor que regreso dentro, preguntándose que era lo que le estaba pasando, cuando lo intento de nuevo era de noche y esta vez entendió o al menos por las historias de la vieja Tata que estaba maldito, echándole la culpa a aquel raro hombre que le había devuelto la vida.

Mas su garganta ardía de nuevo por la sed que tenia, después de todo era un novato en esto de ser vampiro y no podía controlarla, tuvo la oportunidad de saciarla cuando uno de los caballos en el establo de un granjero al notar su mala vibra se altero, pero mas rápido cayo el caballo de lo que alguien pudo notar ese ruido.

Jaehaerys se alimento a mas no poder de este majestuoso animal que a pesar de no estar en sus mejores condiciones gozaba de buena salud, y su sangre no era del todo agradable pero era mejor que tener esa sensación en la garganta, cuando termino y se dispuso a marcharse se vio frente a frente con un niño en lo que parecía ser su pijama con un muñeco de madera en la mano en forma de caballo, este muchachito le estaba mirando y no parecía asustado, al acercarse y entregarle el caballo de madera a Jaehaerys, este le permitió vivir a pesar de que moría por morderlo, podría que fuera por lo humano que quedaba en el o por ser solo un niño.

Luego de este acto de bondad se retiro y corrió sin mirar atrás intentado buscar algún lugar donde refugiarse antes de que diera la hora de salir el sol, había aprendido que este podía ser su perdición.

-Maldición, necesito encontrarlo...y que me diga que fue lo que me hizo-

Cuando el día paso y la noche dio por fin las primeras señales de aparecer, Jaehaerys comenzó su viaje a ningún lado en especifico con la intención de volver a ver a quien le hizo lo que era, y así fue durante los siguientes 2 años como mediante investigaciones vanas que supo poco de aquel hombre monstruoso, entre algunos rumores y pistas falsas fue que conoció parte de del mundo, pero sin disfrutarlo apenas, gracias a su gran sed de venganza que lo mantenía ciego a las cosas hermosas que las noches en España, Italia, y Francia tenían para sus ojos.

Pero llego el día en que por mera suerte le vio...caminando bajo el manto nocturno de las calles de un pueblo en medio de la nada, el que una vez se hizo llamar su "amigo" y que el día en que el se convirtió se encontraba al lado del "Anciano" como lo había comenzado a llamar debido a que no sabia que otro rasgo destacar en el, ademas de su horripilante rostro y lo calvo que era, alguno rumores mencionaban que era de los mas antiguos de su estirpe, otros decían que podía ser que sufriera quemaduras en el pasado y fue tanto el dolor que busco alternativas para terminar con ese sufrimiento y agonía, pero que no salio como quería y ahora debía vivir eternamente feo.

Jaehaerys no buscaba venganza contra su amigo del pasado, si no con su maestro, pero era una venganza indolora en este punto....que sentido tenia lastimar a alguien como el, lo único que necesitaba eran respuesta a todas las preguntas que se había plateado con el pasar de los años, lo que Jaehaerys no sabia, era que esas respuestas le saldrían caras, porque el "Anciano" no solo era mas grande que el y mucho mas sabio...si no que esa misma sabiduría y edad habían afinado sus sentidos hasta el punto de que poco a poco metía al joven vampiro en una trampa.