Bitacora del primer día (Anuar)

por **Soren Kaarkarogf** Jue Oct 14, 2010 11:16 pm

8:00 AM. Viernes
Una semana después

Monsieur Denver era un señor de proximados 35 años, con una esposa un tanto pasada en kilos y un primogénito de 11 años que le acompañaba durante su trabajo para aprender el oficio de su padre. El día anterior un joven delgaducho que parecía llevar semanas sin comer había visitado los establos y le había ofrecido un buen dinero por un peculiar trabajo. Denver estaba acostumbrado a hacer ese tipo de cosas, pero en toda su carrera como conductor de carrosas, esa era la primera vez que le tocaba ir a un sitio como ese. Pero su lema era, "con dinero en mano, no se hacen preguntas", así pues que había aceptado el trabajo sin chistar.

La carrosa de color castaño con bordes dorados arribó al edificio a las 8 de la mañana en punto, Denver se bajó del asiento del conductor y dejó a su pequeño Karl cuidando de los 3 corseles, que cariñosamente llamaba Mag, Lazy y Terry y como había sido convenido, subió los pisos que le separaba de su destino. Se había estado esperando un lugar mucho más elegante, considerando la suma de dinero que se le había sido pagada, esperaba que su pasajero fuera una dama o un caballero distinguido de la alta sociedad, pero en cambio se encontraba frente a la desvencijada puerta de madera de una humilde vivienda en un tercer piso.

Dio dos y tres golpes, esperando al amo que debía servir por ese día. Se llevó las manos enguantadas a los bolsillos, esa mañana hacía un frío espantoso, casi como si el invierno se hubiera adelantado un par de meses en llegar. Denver iba vestido con un alto sombrero de copa y un elegante traje oscuro, "Una buena presentación abre las puertas del éxito" solía decir el Tio Luis, que había recorrido la india en bicicleta con un bulto de maiz en la canasta.

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 15, 2010 12:00 am

La fría mañana le habia despertado a primera hora, con el rostro cansado y el cabello alborotado habia comenzado las actividades del dia que si bien variadas jamás eran demasiadas ni muy importantes se habia bañado tan rápido como habia podido ya que el hoyuelo en la pared que estaba ahí hacia meses dejaba entrar el aire soplaba justo tras su nuca de modo que terminaba helándole el cuerpo entero, algo de lo cual no se habia percatado sino hasta aquel dia en que el aire parecía ser mas gélido de lo usual.

¿Comida? No en demasía un trozo de pan y una naranja para el desayuno todo a golpe de pecho, habia pensado en salir en busca de la comida de aquel dia comprar las verduras necesarias para la sopa ¿Cómo era la sopa que habia preparado Soren semas atrás? No estaba muy seguro pero en un dia como aquel se antojaba hasta el alma probarla nuevamente con aquellos vapores y calor propios de una buena comida casera.

Escucho el resonar de la madera al ser golpeaba repetidas veces, enarco una ceja con seriedad ¿Quién seria aquel que tocaba? Sophia y Soren fueron sus dos primeras opciones mas ninguno de los dos tocaría ¿cierto? Sabían ya que no le ponía, jamás, cerrojo a la cerradura y que en la parte inferior de la madera habia ya un hueco con una tela pesada para permitir el paso de Lit. Se calentó las manos contra el cuerpo antes de andar en la dirección estipulada por el sonido.

Con la camisa casi ceñida al cuerpo y una tela gris por encima mas gruesa llego hasta la puerta aguardando unos instantes no deseaba recibir de llano el aire que podría haberse colado hasta el tercer piso, abrió la puerta que rechino cual estrafalario ser por las deformidades que el clima causaba en el objeto, asomo el cuerpo resguardando su rostro entre sus hombros observando a tan arreglado hombre y frunciendo el ceño en un gesto invisible -¿puedo ayudarle en algo?- le cuestiono suponiendo que se habia perdido y tocando en los pisos de abajo nadie le habia ayudado.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 15, 2010 12:23 am

Denver realmente esperaba encontrarse a una hermosa doncella, con el busto bien grande preferiblemente, pero en vez de ello el rostro de un chico escualido apareció por la puerta entre abierta. Debía aceptar que transportar hombres era mucho mejor, las mujeres solían ser caprichosas y se quejaban por mimiedades, su trabajo era realmente más sencillo si el cliente era del género másculino.

- Estoy aquí para recoger al distinguidisimo Monsieur Anuar Dutuescu de Rumanial - Explicó con gracia - Tengo como misión escoltarle hacía la carrosa que lo espera a las afueras de este edificio - . Comentó con una voz elegante y con gesto solemne, la etiqueta era parte fundamental del trabajo.

(( Perdona lo corto, pero es sólo lo necesario por ahora (?) ))

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 15, 2010 12:39 am

No pudo evitar dejar escapar una melodiosa risilla cuando escucho el término con que se le hablaba ¿distinguidísimo? ¿Desde cuándo? Salio de la galería cerrando la puerta detrás de si no veía motivo para cambiare ropa mejor que aquella no poseía aunque no era nada de que sentirse envidiado –sin petulancias soy Anuar- le indico apoyando suavemente su espalda contra la chirriante madera.

-¿y puede saberse quien le envía?- le cuestiono con tangible curiosidad mas y sin esperar respuesta comenzó a andar peldaños abajo no necesitaba de aquel hombre como escolta y cierto era que el hecho de que hubiese llegado con tantas formalidades y palabras sobrantes le habia sorprendido al grado de levantar en el aquella curiosidad que hacia ya tiempo no llegaba a sentir aunque no estaba seguro si alegrarse por ello o sentirse vencer.

Sintio como el frio comenzaba a ser mayor en el primer piso por la falta de lugares por los cuales entrar en los superiores, sus mejillas adquirían una suave tonalidad rojiza que en invierno no se desprendía de el jamás, con la punta de la nariz fría y sus cabellos alborotados por la brisa ya no fresca sino punzante, no era amante del frio jamás lo habia sido no por lo menos cuando se colaba por entre sus ropas y el nada podia hacer sino soportar.

Observo con asombro a los corceles atreviéndose a acercarse a estos con aquellos ojos color de miel fijos en los ajenos –que bellos- murmuro aguardando mayor indicación.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 15, 2010 12:53 am

¿Ese era el señor a quien debía servir? ¿El distinguidisimo Anuar Dutuescu? Reprimió alguna expresión en su rostro, porque Denver era todo un profesional en el trabajo y le hizo una pronunciada venia antes de que el chico bajara precipitadamente por las escaleras, se apresuró a seguirle, no acostumbrado a ese trato informal, en sus 10 años de servicio en el negocio era la primera vez que escoltaba a una persona tan... humilde.

Seguro sería el jugetito de alguna dama rica, últimamente parecía estar de moda eso de engañar al marido con algún muchachito bonito de clase baja, lo llamaban 'cuernos con clase' o algo así. Meneó la cabeza mientras llegaba a la calle, observando al joven Dutuescu admirar a sus caballos.

¡Punto bueno para el chico!

- La persona que me envía prefiere guardar su identidad y me ha dado ordenes explicitas através de su asistente que no se la revele hasta nuevo aviso, será usted informado de mayores detalles en el camino, Monsieur Dutuescu, por ahora debemos partir o no llegaremos a la hora convenida, tenga la amabilidad de subir -

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 15, 2010 1:16 am

Se quedo admirando a tan prominentes animales con curiosidad atreviéndose a rosar el lomo de uno con su ahora gélido tacto, su piel se contrajo en un espasmo perceptible, meneando la cosa y ondeando su crin, sonrio de medio lado pensando en lo mucho que el habia deseado un caballo y en lo poco que habia llegado a convivir con ellos, sabia mil historias de ellos mil historias falsas y otras mil verdaderas distinguir unas de otras era la tarea difícil.

-seguro- murmuro guardando los demás pensamientos para el mismo aquella insana curiosidad terminaría cobrándole caro algun dia de aquellos, lo habia hecho ya mas jamás con algo mas que unos rasguños, era ilógico creer que un simple humano como habia demostrado ser subiese a un carruaje llevado hasta su piso por un extraño o quizá un conocido, cual fuese el caso desconocía quien lo mandaba, quizá un vampiro que ansioso de beber su sangre habia planeado su “secuestro” y nadie sospecharía de su desaparición, quizá un asesino o un buen amigo ¿Cómo saberlo? Solo lograría hacerlo si subia de modo que no habia otra opción.

Le observo unos instantes mordiéndose el labio inferior -¿iria contra sus ordenes si le pido ir enfrente con usted?- le cuestiono suponiendo que si mas no perdiendo nada al intentarlo, le gustaría poder apreciar de cerca el comportamiento de los animales y si bien la platica no le era fundamental ahora no necesitaba pasar quien supiese cuanto tiempo dentro del carruaje en silencio, tiempo suficiente para que su volátil imaginación idease mil teorías, descartase mil y supiese otras mil.

-de no ser posible le pido que no abra la puerta del carruaje, tengo manos que puedo usar- asevero con tranquilidad esperando una negativa o una afirmativa cual fuese el caso quería llegar ya una ironia siendo que nisiquiera habían salido aun.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 15, 2010 1:29 am

La facinación por los caballos del joven era ciertamente inusual, aunque viniendo de una clase social tan miserable (como aparentaba ser) no le extrañaba que el chico no hubiese conocido un caballo en toda su vida. Le vio acariciar a Lazy, el corsel blanco con manchas grises, una buena yegua, mansa y obediente, el animal parecía contento de recibir atención.

Entonces la pregunta si que lo desconcertó, otra cosa extraña a sumar en la larga lista de ese trabajo. Carraspeó pensando en lo que diría la gente si los vieran.

- No tengo órdenes especificas de que no pueda hacerlo, pero... pienso que es preferible que valla dentro, por lo menos mientras salimos de la ciudad, cuando estemos en camino abierto puede ir adelante conmigo si lo desea, por ahora, hay otras ordenes explicitas que debo cumplir - Explicó haciéndo un gesto con la mano, el muchachito que había estado de pie observándo se hizo a un lado de la puerta como esperando a que el chico entrara para seguirle al interior.

Denver se acomodó en su silla delantera, organizándose el sombrero y preparándose para la larga jornada que les esperaba.

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 15, 2010 1:52 am

-claro-murmuro suponiendo que era de esperarse una respuesta parecida a aquella y sorprendentemente era parecida a la que el mismo se habia formulado en su retorcida cabeza. No dudo mas tomo la portezuela y la abrió subiendo en el carruaje con tranquilidad observando el interior del mismo con detalle, antes habia estado ya en alguno como aquel mas suponía no con los lujos de ahora no, los caballos de entonces eran vejestorios, mal alimentados y con los dientes chuecos y amarillos, de crines irregulares y sin acicalar, faltos de higiene alguna, los asientos de entonces habían sido verdes, casi como tablas pintadas, se movían amenazando con dejarles volar por una de las ventanas la experiencia no habia sido placentera.

Cayo entonces en cuenta del pequeño no esque no se hubiese percatado de su presencia sino que no habia decidido inmutarse por ello o sumarle importancia no mientras habia estado ensimismado con los caballos. Le observo unos instantes antes de estirar las piernas cuanto el lugar se lo permitía y cruzar los brazos resguardándose del frio.

-¿Cuál es tu nombre?- le cuestiono de pronto aunque mas parecía no ser una cuestión referida a nadie en particular como si lo mismo diese que la contestara o no “¿te gusta hablar solo? No…es solo que mis respuestas me agradan mas” crispo los labios de medio lado echando la nuca sobre la espalda, hasta que su cabeza se apoyo sobre una de las paredes de madera recubierta semi circulares.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 15, 2010 2:11 am

Una vez dentro el jovencito se acomodó frente a él, los sillones del carruaje eran mullidos y forrados en terciopelo, sendos cogines cuadrados estaban dispuestos a ambos lados para la comodidad del usuario, el carruaje era lo suficiéntemente amplio como para albergar a 3 personas en hilera y otras 3 al frente y parecía mucho más espacioso debido a que sòlo dos personas iban en él.

- Me llamo Karl, Monsieur- Respondió el niño abriéndo un baúl al lado de su silla y sacando de él un enorme gabán negro de corte militar, muy elegante y a la vanguardia - Es para usted - Continuó el niño ofreciéndoselo, hacía un frio tremendo y el niño parecía haber pensado en ello.

El carruaje comenzó a moverse, recorriéndo las calles Parisinas, cruzando el bulebar, la zona comercial y los mercados ambulantes, afuera se escuchan los gritos de los comerciantes de pescado y verduras, el olor a pan recién horneado se filtró en el lugar deliciosamente y el niño pareció recordar algo. Buscó en un compartimiento de madera bajo su asiento y comenzó a sacar delicados platos de porcelana, le ofreció uno a Anuar y posteriormente le sirvió enormes trozos de una fruta color naranja.

- Papaya tropical traída de America - Le anunció Karl, sirviéndo a continuación una porción de banano picado con nueces- Disfrute de su desayuno monsieur -

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 15, 2010 10:01 am

Tomo el gabán que le ofrecía observándolo unos instantes antes de siquiera comenzar a analizar la posibilidad de usarlo todo se comenzaba a volver muy extraño mas el frio pudo mas termino metiendo sus brazos en los orificios que para estos eran sintiendo como la sensación que le abrazaba era suplica por una mucho mas calida y agradable mas aun asi sus mejillas sonrosas no se retiraron.

-¿no tiene frio?- le cuestiono con tranquilidad observando los movimientos del niño, sonriendo amargamente al ver la fruta que comenzaba a sacar, de Paris, de Rusia o América habia desayunado ya y su estomago se habia acostumbrado ya a sentirse satisfecho con pequeñas porciones de todo se comia aquello muy seguramente y a su pesar terminaría revolviéndosele el estomago no solo por el exceso de comida sino por los movimientos del carruaje que casi imperceptibles su estomago los recibiría.

Dejo el plato descansar sobre su regazo fijando su mirada en aquellos objetos, eran demasiadas comodidades a las que no estando acostumbrado terminaban haciendo sentir hostigado, asfixiado con su propio aire que si bien ya no era visible ante sus ojos sabia seguía existiendo no era necesarios ver muchas para saber que algo estaba presente la gente que suponía aquello terminaba perdiéndose de muchas cosas.

El que le hubiesen ofrecido algo de comer no le hizo sino pensar que quien habia mandado aquel carruaje sabia de su pobreza y un solo nombre se le vino a la cabeza ¿Quién mas sino no el se esmeraba en verle comer? Suspiro ampliamente dejando el plato a un lado y ladeando el rostro para perderse en una de las paredes en aquella línea perfecta se que formaba al unirse el suelo con la pared que parecía profundizarse si se le veía con atención.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 15, 2010 3:11 pm

El pequeño Karl notó como el monsieur al cual debería servir no rechazaba la comida, pero tampoco se la comía, ¿Que debía hacer? Se preguntó sintiéndose nervioso, si el cliente se enojaba después su padre podría inclusive perder el dinero del pago y eso significaría que al llegar a casa lo golpearía con su cinturon de cuero de cabra hasta dejarlo semi inconsciente en la cama.

- ¿Desea algo diferente para desayunar monsieur? - Le preguntó tímidamente, sus redondos ojos negros mirándolo con temor. - El viaje durará muchas horas... así que tenemos más proviciones para el resto del día, hay café, leche y otros alimentos para el almuerzo -

El carruaje continuó su ruta, comenzando a salir de la ciudad por las carreteras pedregosas y finalmente llegándo a campo a verde, el infinito verde de los cultivos a ambos lados de la carretera arenosa, se perdía en el horizónte sólo cortado por unas lejanas y difuminadas montañas azulosas. Unos 10 minutos después el carruaje se detuvo y Denver se bajó del asiento del conductor asomando su cabeza que comenzaba a quedarse calva cerca de la coronilla por la ventana del carruaje.

- Puede usted ir adelante si así lo desea Monsieur Dutuescu - Le informó abriéndole la puerta del carruaje.

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 15, 2010 8:45 pm

Se sorprendió y no asi lo demostró por su comportamiento le temia a algo que ocurria de no comer el aquello debía suponer bien o mal era la opción mas lógica que se le ocurria de momento –e desayunado ya…gracias- le indico negando con tranquilidad hubiese comido aquella fruta mas temia entonces terminaría regresándola en algunos minutos mas.

El carruaje se detuvo dejándole a la expectativa, escuchando la vocecilla del señor y observar su rostro por la ventana, asintió deslizando sobre el mullido asiento y bajando del carruaje con agilidad, regalándole una ultima ojeada al niño con quien habia compartido aquel reducido espacio los últimos minutos y con quien apenas y habia intercalado algunas palabras.

-gracias- le indico observando la parte delantera buscando el modo de subir y haciendo a fin de cuentas con algo de torpeza mas bien grácil, se sentó observando los corceles con detenimiento cuando minimo a aquellos parecían alimentarlos debidamente y cuidarlos como los dueños debían hacer asi como el cuidaba de Sophia…que comparación mas extraña le pareció aquella sobre todo por que Lit no era un animal por completo era una mujer, una persona recordaba aun los primeros días en que acariciarla era casi un pecado.

-el niño me dijo que faltaba mucho para llegar ¿Cuánto exactamente?- le cuestiono curioso quizá asi pudiese darse una idea, alzo la vista al cielo observando la ubicación del sol asi sabria hacia que punto cardinal andaban y podría descartar muchas opciones. Tenia un cierto complejo de detective que no habia superado en su infancia.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 15, 2010 9:48 pm

- Ah... está bien - Respondió Karl, tomando el plato y guardando la fruta que no había sido tocada en el mismo lugar de donde la había sacado. Entonces su padre había detenido el carruaje y aparecido en la puerta, dio un respingo organizándose el cuello de la camiza, pero Denver no pareció notarlo y condujo al joven Dutuescu hacía la parte de adelante.

Una vez el chico estuvo sentado en el asiento del conductor, se motó a su lado hábilmente. Llevaba toda la vida haciéndo aquello y se jactaba inclusive de poder conducir con los ojos cerrados cuando bebía con sus amigos en los bares. Dio un espuelazo a Mag, la llegua negra y esta con un corto relincho reanudó la marcha guiando a los dos corceles restantes.

- Mmmm... es un viaje largo - Respondió Denver llevándose una pajita a los labios - Llegaremos cuando el sol se ponga si todo sale como lo previsto y no hay contratiempos - Le explicó, se quedó un momento callado masticando la pajita, sintiéndose un tanto incómdo de tener al pasajero a su lado pues eso nunca ocurría y decidió que si el trabajo había comenzado raro desde un principio, quizás debía cambiar sus propias reglas también.

- Mi nombre es Denver Boissieu - Se presentó - No suelo hablar mucho con mis pasajeros, mi trabajo es sólo llevárle, pero parece usted un hombre agradable... ¿Le gustan los caballos? Note que les miraba con gracia antes, estas son mis 3 niñas - Comentó refiriéndose a los corceles - Son todas lleguas, Mag es la negra, Lazy la moteada con blanco y Terry la castaña -

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 15, 2010 10:51 pm

Se acomodo el gabán cubriendo su torso pues el viento iba en su contra chocando contra su cuerpo como un millar de filosas agujas que erizando sus piel parecían penetrarle y desaparecer, desvanecerse en el aire mismo, sus mejillas sonrosadas y la punta de su nariz como grana le hicieron refugiar sus manos dentro de la tela calida de aquella prenda de mas.

Aquello implicaba todo el dia de viaje en aquel carruaje y eso si no había mayores percances ¿tanto se alejaría de Paris? Se cuestiono ahora a donde podrían ir y que abria en aquel lugar algo tan significativo como para llegar a pasar el dia sentado en aquella butaca, aguardando algo que desconocía ¿Cómo sabria entonces cuando lo encontrase? Porque el hombre le diría claro estaba.

-un gusto señor Denver- aseguro no extendiendo su mano hacia el por dos motivos, debía conducir a los caballos y no quería sacar sus manos de la calidez que sus ropas le brindaban seria como sumergirlas en un balde con cúmulos de hielo semi derretidos. ¿Un hombre agradable? No recordaba ninguna otra persona que le hubiese dicho aquello en un primer encuentro era mas fáciles escuchar adjetivos tales como; frívolo, seco, serio, raro, demente, mas agradable…agradable jamás.

-antes anhelaba tener uno mas jamás pude hacerlo…- y no estaba seguro si aquello era bueno o malo los animales no eran de su agrado por lo menos no del tipo de agrado que permitía a alguien pasar su tiempo con ellos, cuidarlos como a un hijo y demases cosas ¿sus tres niñas? ¿y el niño de antes quien era? -¿es su hijo quien iba dentro del carruaje?- le cuestiono con curiosidad bien cubierta con un manto de tranquilidad.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Oct 15, 2010 11:09 pm

- Yo he trabajado con estas bestias toda mi vida, mi padre me enseñó su oficio y ahora yo se lo enseño a mi hijo - Comenta sintiéndose tranquilo. A veces a Denver no le gustaba mezclarse mucho con los clientes, tanto así que llegaba a parecer demasiado frío y extricto, pero le había gustado que el chico hubiese desidido ir adelante, eso hablaba mucho sobre su forma de ser - Si, es mi pequeño -

Continuaron cabalgando por otros 10 minutos más y Denver pareció caer en cuenta de algo, se giró hacía el chico llevándose una mano a la frente - Oh, monsieur, se me olvidó decirle algo - Exclamó un tanto azorado - Quien me envía me pidió que le sugiriéra dormir durante le viaje, no se porque, pero esos fueron sus mandatos, si quiere usted dormir puede hacerlo, mi hijo le proveerá una manta, le despertaremos para el almuerzo y cena, porque no nos detendremos hasta dentro de unas 7 horas -

por **Anuar Dutuescu** Vie Oct 15, 2010 11:34 pm

No pudo evitar sentir una extraña sensación revolverse en su interior como algun extraño ser que ajeno a el acariciaba su estomago agradecía ahora haber decidido no comer el desayuno que el pequeño le ofrecia porque seguramente habría terminado regresándolo ante aquella sensación de aparente necesidad, cuanto hubiese deseado el recibir aquellas palabras de su padre…su pequeño mas no por el contrario era Anuar…Anuar y ya sin ápice de cariño ni un apodo que demostrase el aprecio que por el sentia, seria blasfemo si llegaba hacerlo bien sabia el que el amor que debia otrogarle, aquello no existia.

-no se moleste en ello no es necesario- asevero encogiendo el rostro entre los hombros dormiría en aquel lugar, con el movimiento del carruaje y la gélida brisa, sin un techo ni una cama, de pie como los caballos –preferiría que no me despertase para el almuerzo- le pidió porque a fin de cuentas raro era el dia en que lograba hacer siquiera tres comidas habia veces inclusive que su estomago se conformaba con un trozo de pan y alguna pieza de fruta jugosa.

Suspiro ampliamente inhalando el ambiente sintiendo su pecho enfriarse con vertiginosidad, tosió suavemente recargando su pared y dejando caer su rostro hacia enfrente con el flequillo dando sobre a gran parte de sus facciones, sus alargados labios estáticos en un ambiente poco placentero, pensaba que si dormía el viaje seria mas largo aunque pensar en ello le impedía dormir, bufo entonces internamente concentrándose en dormir ¿concentrándose? No quedándose en blanco, escuchando solo la respiración de las yeguas, el retumbas de las ruedas contra el empedrado irregular, el tamboriteo de alguna madera, su propio latir en sus venas, estaba en la estación del tiempo rezagado “Anuar el otoño es como tu…frio, taciturno, con sus destellos de calidez querido solo por proceder al invierno”

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 16, 2010 12:41 am

Definitivamente, pensaba Denver, ese era el pasajero más raro que había llevado en todos sus viajes ¿Cómo era que prefería dormir ahí afuera incómodo y con ese frio tan espantoso? Valla chico más curioso, pero no quizo cuestionarse, era el cliente después de todo, podía hacer lo que quisiera, una buena suma de dinero ya se había pagado por ese servicio.

- Como usted ordene monsieur - Exclamó aún dudoso con la idea - Pero es peligroso aquí... si no está acostumbrado, le aconsejo de corazón que vuelva adentro para dormir, en un par de horas le despertaré si quiere continuar disfrutando del paisaje -

Denver continuó cabalgando lo que parecieron horas, estaba acostumbrado a viajes largos, sólo paró en un par de ocaciones para darle agua a los caballos y dejarlos pastar, también para comer unos cereales y verduras con su hijo, un par de horas después arrivaron a las montañas que antes se divisaban en la lejanía apenas si difuminadas por la atmosfera fría. La carreta comenzó a subir por un estrecho camino que se abría paso por entre los bosques de pinos. El frío era mucho más intenso ahora, el paisaje álgido parecía increible propio del invierno y no del otoño en el que se encontraban.

Continua aquí:
http://www.victorianvampires.com/m-o-n-t-a-n-a-s-p-i-r-i-n-e-o-s-f150/y-el-mundo-se-deshace-para-nosotros-dos-anuar-t3602.htm#52754

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