Calles de piedra, relatos enterrados... [Jeanette + Libre]

por **Regina Lázárk** Vie Oct 15, 2010 10:06 pm

Recuerdo del primer mensaje :

La noche ya había arropado con su presencia las calles de esta nueva ciudad para mi persona. Lentamente la tenuidad de los faroles comenzaban a tornar el camino en un cálido sendero de tonalidades rojizas que grácilmente se entremezclaban con el negro de las numerosas piedras que conformaban las calles por las que ahora transitaba curiosa, pues mi inevitable afán por conocer todo lo que rodeaba mi entorno me llevaba muchas veces a perderme en rincones misteriosos sin importar el peligro que el transitar sola en la noche conllevase, pues también cierto goce se generaba en mi ser al palpar el peligro de lo inesperado, sobre todo al ser mi segunda noche de residencia en esta ciudad de las que tantas veces mi padre me había hablado, pues era protagonista de todos sus relatos de juventud.

- Padre ¿cómo estarás? – me cuestionaba mentalmente aun haciéndoseme imposible el olvidar su estado de salud y el no estar junto a el por más trágica que fuese la realidad, pero mayor era el deseo de cumplir con su voluntad, sobre todo por todo lo que él había hecho por mí, por todo lo que él me había protegido.

Y así, sin notarlo, en un pequeño ápice temporal me encontraba sumergida en los callejones parisinos, susurrantes de miles de historias que me encantaría conocer. Adornado con borrachos y alguna que otra mujerzuela, algo cotidiano en cualquier ciudad de vida nocturna donde la única decente y finamente vestida parecía ser yo, con mi fragante andar que pareciera dar una vida diferente al oscuro y sombrío pasaje por el que transitaba aun curiosa, aun expectante de algo nuevo por conocer.

por **Regina Lázárk** Miér Oct 20, 2010 2:34 pm

Sin dudas mis pasados pensamientos de no dejarme llevar por mis intuiciones interiores ahora se hab{ian difuminado, pues tanto la actitud de madame Kelly como de lady Aleaah reflejaban cierto cambio que ahora comenzaba a incomodarme.

Observe a las dos atentamente notando como si estas estuviesen comunicadas de una forma diferente, pues ninguna de ellas parecía distraerse en su mirar pese al constante movimiento en la taberna, así como el ruido y hasta la punzante forma con que yo misma las miraba. Solté mi tenedor con descuido sobre el plato para que generase sonido, mas esto tampoco había funcionado para quitar a mis acompañantes de aquel peculiar estado de trance en el que parecían estar sumergidas. – No son simples personas, siempre lo supuse y por eso llamaron mi atención – sellaba en mi mente, abordándome la temerosa idea de que las presentes pudieran descubrir mi naturaleza, mi secreto mejor guardado y que tanto tiempo me había llevado controlar para no ser percibida por ninguno de aquellos seres de los que mi padre tanto me había encomendado tener cuidado. Y yo ahora acompañada por estas dos féminas tan particulares, tratando de mantener la postura frente a los demás presentes y ver que acontecía tras aquel extraño suceso frente a mis ojos ¿acaso ellas serian parte de los relatos de mi padre, en donde cautivantes criaturas podrían tornarse una eterna maldición para la persona que las tratase?

Finalmente la bella Aleeah habló y con eso constaté que aquella sesión interna entre ambas había finalizado -Fascinante, y no me sorprende en absoluto querida, ¿cree que es la primer bruja con la que me topo?- le escuche decir cuando automáticamente mis ojos recayeron algo sorprendidos sobre la anatomía de Dark Kelly - ¿Acaso era ella una bruja como madmoiselle Cappelletti anunciaba sin reparo alguno? – mentalice comprendiendo ahora los comentarios de la regordeta dama que se había acercado, utilizando vocablos como “brebaje de amarramiento”. Quedé callada, algo me decía que nada que proclamar había por mi parte. Y así, Aleeah siguió comentando -He visto el cambiar de los tiempos y he dislumbrado su fin, los humanos de su clase siempre me han parecido seres dignos de ser admirados... Claro, con sus excepciones, señora mía no lo tome a ofensa pero... su barrera es de las más sencillas y fáciles de quebrantar con las que me he topado, sin embargo por respeto a este momento de tranquilidad es que no indago mas y que tomo su proposición para obtener de su viva boca las experiencias de su vida que desee compartir- y ante sus palabras envueltas en una especial sonrisa tan solo me limite a observar hacia abajo, donde mi plato se encontraba con el pollo servido intacto y algunos vegetales mordidos. Todo se aclaraba. Ahora también caía en cuenta por sus propios vocablos que aquella que reflejaba un instinto de protección hacia mí no era más que una de esas criaturas nocturnas que bajo la luz de las estrellas sacian su apetito con el cálido liquido carmesí que por las venas de los humanos y animales corre.

Mantenía mi característica serenidad, como si no estuviese al tanto de todo lo acontecido, pues una chica de aspecto tan dulce como yo generalmente solía ser tomada como despistada por casi todo el mundo. -Querida, ¿es que acaso no te gusta la carne?- me pregunto la que yacia a mi lado, seguramente por notar como el trozo de ave en mi plato no tenía ni un pinchazo por parte de mis cubiertos – No señorita, no como carnes – respondí con dulzura posando la mirada sobre la de ella mientras pensaba en que no ingería carnes por la traumática idea de que lo que parecía un animal en verdad no lo fuese del todo. Temas de los que mi naturaleza me hacía ver de otra forma…
Y antes de que llevara mi mirada hacia mi otra acompañante en aquella noche, un nuevo comentario de lady Aleeah me llamo la atención -Por cierto, quizás podrías hacer una esencia especial para mí- comunico esta, tal vez interesada en aquella habilidad que de pequeña practicaba y que constaba en la mezcla de diferentes esencias aromáticas para generar resultados exquisitos. Desde esos días recuerdo como todo aquel que se me cruzaba elogiaba los perfumes que mi tersa piel blanca despedía al portarlos… -Encantada les creare la fragancia más apta para cada una de las dos – ofreciendo así a quienes según mi padre serian mis principales enemigas, uno de mis más preciados saberes.

por **Jeanette Kelly** Jue Oct 28, 2010 1:50 am

-Me hace sentir halagada mi señora, en verdad, de hecho creo que mis mejillas podrian ponerse mas rojas que mi propio cabello.-dije sonriendo alegremente ante el comentario de Aleeah, por otro lado la chica Karin me parecia linda, pero un poco mas reservada, sonreí encantada, me parecía una idea estupenda.

-Yo, bueno antes solia hacer perfumes, pero no soy tan talentosa, y no quedaban tan bien, asi que desistí de seguirlos preparando.- dije alzandome de hombros,y en parte era muy cierto, casi no tenia talento para ese tipo de menjurjes, prefería hacer otro tipo de pociones.

Entonces una mano toco mi hombro, y me encontré con un atractivo muchacho, lo habia visto algun par de vecez vendiendo frutas en el mercado, era bastante guapo, pese a lo sucio y viejo de sus ropas, casi tanto como las mias, era un muchacho de cabello negro, y expresivos ojos azules, de fuertes brazos y sonrisa encandiladora y muy gentil, y segun mi aproximación y por lo que habia escuchado de una de mis mejores amigas, Kate, el muchacho tenia apenas 19 años.

-Dark Jenny me concedes la pieza.- antes de responder me puse a balbucear un poco, ademàs era un chico muy educado.

-Muchachas...vuelvo en un rato, sacudiré el polvo de este viejo cuerpo.-lo tome de la mano, y nos dirigimos a la pista, me sujeto con firmeza por la cintura, tenia manos grandes pero suaves, cerré los ojos, y comenzé a moverme al compas de la musica, me agradaba su forma de bailar, seguía de una muy buena manera mis pasos, y tambien sabia llevarme,girabamos, como dos tontos, y yo reía de felicidad...hacia tiempo que no me divertía ni sentia tan bien con alguien.

por **Aleeah Cappelletti** Jue Oct 28, 2010 7:30 pm

Tenía los ojos cerrados, adoptó una posición de serenidad y reflexión; sonrió levemente cuando Jeanette se levantó de la mesa y se alejó con aquel muchacho; tomó su copa y bebió un poco.

-No debes de preocuparte o ponerte a la defensiva, al menos no conmigo- esa pequeña niña que estaba sentada junto de ella, aquel ser que ahora comprimía cada músculo de su cuerpo sin permitirse que su estado fuera notorio, al menos no para las demás personas ahí presentes, la inocencia y serenidad que irradiaba no provocaba en esta bestia nocturna ningún deseo de matanza o sádico juego, era todo lo contrario.

-¿Aún conservas el poder de desición sobre tu cuerpo y tus acciónes?¿Aún sientes que tus pensamientos son solo tuyos?... en el momento en que cerca de no te sientas mas que un títere tendrás dos opciones... O es la única forma que tengo para protegerte y alejarte del peligro, o caiste de mi gracia y es la única manera que conozco para deshacerme de ti- dijo en un tono parecido a un susurro que solo era dirijido hacia Karin, no tenía intencion alguna de disfrazar su naturaleza ni lo que era capaz de hacer, sin embargo, el tono tan tranquilo y sensual con el que brotaban estas palabras de su boca eliminaban cualquier sentimiento de miedo o agresión que pudiera formarse.

-Aunque claro, no te obligare a quedarte a mi lado, si lo deseas esperare hasta antes del amanecer para dejarte en algun lugar seguro- llevó su mirada hasta la de la joven criatura y sonrió, luego volvió a mirar hacia la pista de baile disfrutando de los movimientos de Jeanette

por **Regina Lázárk** Jue Nov 04, 2010 9:55 am

Pese a mi estado, el que paulatinamente iba controlando, no pude evitar el sonreír ante los comentarios de lady Jeanette momentos antes de partir a la pista de baile junto a aquel simpático muchacho –Sin duda su problema no es el conseguir alguien apuesto para bailar- pensé casi con envidia, pues siendo nueva en la ciudad aun me sentía como sapo de otro pozo. De todas formas sabía que era cuestión de tiempo hasta que me tornase una francesa más.

Fue tal mi distracción con aquella que ya se encontraba bailando, que no me percate que había quedado sola junto a la hermosa Aleeah y su seductor tono de hablar, que mezclaba una sensación atrapante y amenazadora al mismo tiempo -No debes de preocuparte o ponerte a la defensiva, al menos no conmigo- me profirió haciéndome entender que por más esfuerzo que pusiera en disimular mi estado, ella tenía la capacidad de ver mas allá de lo que yo realmente deseaba -¿Aún conservas el poder de decisión sobre tu cuerpo y tus acciones?¿Aún sientes que tus pensamientos son solo tuyos?... en el momento en que cerca de no te sientas más que un títere tendrás dos opciones... O es la única forma que tengo para protegerte y alejarte del peligro, o caíste de mi gracia y es la única manera que conozco para deshacerme de ti- adhirió luego en un murmuro encantador que dejaba al descubierto su interior, su verdadera naturaleza ante mí persona. Me sentí halagada y temerosa al mismo tiempo, sin embargo no había motivo para ello, pues la bella dama había sido clara conmigo, mas la lucha interna en mi ser por todo lo que se me había enseñado desde pequeña sobre las brujas así como de los vampiros generaba una confusa visión de lo que debía hacer.

Di un leve suspiro, que probablemente revelaba la previa reflexión que había tenido en esos instantes de silencio entre Aleeah y yo –Claro que me quedaré junto a usted, hasta el momento en que usted madmoiselle deba partir. Pues no todo tiene que ser como a uno se lo dicen. Las historias pueden cambiar a veces- le respondí finalmente con tranquilidad a mi compañera, aniquilando aquella educación estoica por parte de mi padre en cuanto al trato con esos peculiares seres. Peculiares como yo misma.

Lleve mi mano hasta la de Aleeah y la deje recaer sobre la de ella. Sentí la gelidez de su cuerpo y luego sonreí. Pues también sentía la calidez de su arropadora protección mientras la música sonaba y Jeanette bailaba alegremente.

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