Aliméntate de mi [Privado/grupal]

por **Väike** Lun Jul 25, 2016 12:45 am

La habitación decorada en tonos negros, lilas y violetas, pequeños muebles, diversas en distintos tamaños siendo a su vez de distintos orígenes las más de doscientas muñecas que adornan la habitación entre estantes y repisas ofrece la opulencia y ostentosidad de una buena familia poderosa con la suficiente solvencia de mimar a la niña que se encuentra frente a la chimenea ofendiendo una fría y vacía mirada infantil de la niña que observa los destellos amarillentos, naranjas y rojos que hacen crujir los leños donde pareciera que intenta obtener o resguardarse del la fría y desbordante cruel tormenta de nieve que azota el país ofrecida por su anfitrión, el invierno.

Se escuchan un par de toques a las dobles puerta de cedro –Adelante– susurra con la voz angelical, dulce y delicada de una niña de cuatro años. No se mueve, no se inmuta y pese a que escucha cada movimiento procesando en su pequeña mente cada movimiento de aquella que ha ingresado a su habitación. –No puedo dormir– Solo en el momento en que se sienta a su lado y le ofrece unas pocas palabras la niña gira apenas unos centímetros su hermoso rostro mirando a la chica de cabellos rojizos. Se ve un tanto desmejorada, unas visibles ojeras e presentan debajo de sus tierno ojos vacíos y su piel parece más pálida y delicada de lo que realmente es tomando en cuenta la naturaleza de su existencia.

por **Katya Berdiáyeva** Lun Jul 25, 2016 12:57 am

El nombre de la joven es pronunciado y sin llegar a responder es acorralada contra la pared en un arrebatado y brusco jalón por el licántropo el cual la besa desesperadamente los labios femeninos, la luna llena está a tan solo un par de noches y sabe que una de sus tareas es saciar las necesidades más primitivas y salvajes del primo de su amo. Es soltada y ella simplemente agacha la cabeza con la respiración agitada mientras el hombre blasfema y se queja de su actitud –Mi señor Rousseau– susurra sin atreverse a levantar la cabeza y ofrecer un acto de rebeldía a –Le ruego no se ofenda pero, mi intención en ningún momento ha sido negarme a usted– ha hablado con sinceridad en cada palabra pronunciada –Pero mi señor amo Morel me ha encomendado una tarea antes de servirle esta noche a usted– se acerca al hombre y abriendo su bata toma las manos del hombre que se sorprende, acaricia su rostro y le besa pero él la rechaza y se obliga a si mismo a retirarse de la presencia femenina. Es verdad, es una muñeca de piel, carne y huesos y ella esta orgullo de ello.

Camina a su al lugar al que se disponía ir antes de ser interceptada. Toca un par de veces con los nudillos y al escuchar que ha sido permitido su ingreso se dispone a acercarse a la pequeña vampira –El amo me a informado que no se ha querido alimentarse– ofrece sus manos para cargarla –¿Podría permitirme?– se ofrece como bocadillo de media noche abriendo el abriendo y dejando su cuello descubierto.

por **Väike** Jue Nov 03, 2016 9:00 pm

La delicada carita de porcelana se mueve en un acto reflejo de admirar a la joven de rojizos cabellos, sus pequeñas manos se ofrecen como un bebe cuando desea ser cargado, así pues ella se acerca con cautela degustando el delicado y peculiar aroma que ofrece su anfitriona, es exquisito, algo obsceno pero virginal al mismo tiempo. La péquela vampira se acomoda en los brazos de la esclava, despacio, como si el tiempo no pasara por ellas.

Los gélidos, suaves y pequeños dedos acarician el cuello antes de acercar sus labios que se abren poco a poco dejando ver sus colmillos, pequeños, delicados pero afilados cual dos navajas, en un acto intimo, casi insano pero adictivo… los pequeños incisivos aprietan la piel, comenzando a desgarrarla, el tejido blando se rompe y por un instante todo se detiene, la sangre brota en un suave néctar de vida… este se desliza cálido y suculento a través de los delicadas y minúsculos labios de la pequeña vampira que adquiere leves pero significativos cambios. Sus labios adquieren un tono rosado, sus ojos un rojo intenso y su piel pálida y antes desprovista de calor se calienta dejando ver un tono menos fantasmal. Toma con tanta fuerza y bebe con ansias descontroladas que es el momento en que comienza a lastimar a la delicada mujer que se a ofrecido…

… en un instante todo acaba, solo un segundo y la pequeña esta del otro lado de la habitación frente a la chimenea – Lo lamento Will– no le gusta admitir que le agrada mas de la cuenta la chica que todos usan como marioneta.

por **Katya Berdiáyeva** Jue Nov 03, 2016 9:02 pm

Una niña, solo una pequeña niña que usa al igual que a ella. ¿Quién es mas desdichada? La péquela que no crecerá jamás, aquella que visten cual muñeca o ella misma a la que tratan e incluso llaman títere con cariño. ¿Quién de las dos es más patética?

El mordisco la trae de regreso, la fuerza que había abandonado a la pequeña regresa con mas fuerza que nunca, la piel ya no muestra un pálido mármol, ahora es suave, con un suave calor corporal. Su cabello brilla y sus ojos demuestran la verdadera naturaleza, su cuerpo llega a sentir dolor. Aquella pequeña y angelical niña está perdiendo el control como cada que se alimenta, ha matado a tantos, un bello acto que agrada a los dueños y señores de la casa. Ahora se permite saborear el dolor que invade su cuerpo, esta rasgando su piel de mas, su cuerpo siente la agonía acercarse, no es la primera vez que lo siente…

… un instante mas y hay un vacio, el peso y calor se han ido y con ello la suave voz de una mujer encerrada en el cuerpo de una niña de cuatro años se hace presente en una disculpa agónica. Con dificultad se pone de pie acercándose a la inmortal posando con delicadeza como si fuera a romper a la péquela muñeca abrazándola despacio –Me agrada ser útil mi pequeña ama– acaricia sus cabellos buscando su pequeño rostro –Daria mi vida una y otra vez para que pudiera mantenerse– acaricia el pequeño y delicado rostro regalándole una sonrisa

por **Väike** Vie Dic 02, 2016 10:28 pm

Tan pequeña y delicada, si se quedara quieta por tan solo un momento, con aquellos ojos perdidos en el tiempo, la piel blanca como la nieve pasaría perfectamente como una muñeca, tan frágil de apariencia, tan frágil de pensamiento, tan frágil que jamás pensarías que podría quebrar tu frágil mente con todo el poder que lleca dentro como un castigo divino, no una muñeca, es un tesoro divino custodiado por una de las familias más poderosas y antiguas de aquellos que llaman, los hijos de la noche. Mueve despacio su cabeza a la izquierda y a la derecha en un acto negativo –No hay razón de tus palabras. Solo eres una humana –sus pequeñas piernas se ponen de pie acercándose a la joven con pasos pequeños sin hacer sonido alguno –Hace mucho que perdí mi humanidad, hace años que no sé que es una vida. No puedo alimentarte y no debiste alimentarme –susurra con palabras sin ningún tono aparente, son tan vacías como sus pupilas –¿Sabes acaso porque nadie me toca? ¿Por qué de aquellos que me alimento arranco el último aliento de vida? No… estoy segura que no lo sabes –una pequeña aporcelanada mano acaricia la piel de la joven que momentos antes a permitido dar un poco mas de vida atreves de su sangre.

¿Que la hace tan especial? Cuenta la leyenda que la pequeña Vaike fue concebida por una bruja extraordinariamente poderosa, no obstante, él la deseaba, la deseaba como nunca había deseado nada en el mundo, era tan perfecta, tan poderosa a pesar de su corta edad, podía ver el mundo de los espíritus, podía traer a una alma perdida de regreso, su poder, con tan solo dos años era exorbitante, pensaba permitir que creciera, que desarrollarla lo mas posible sus habilidades, permití que ella llegara a la edad adulta y percibir en que momento era el adecuado, cuando era mas fuerte para volverla inmortal… pero el tiempo apremio y en el cuarto año de su corta vida fue la última vez que vio un amanecer.

por **Katya Berdiáyeva** Vie Dic 02, 2016 10:29 pm

La suave caricia deja un escalofrió que recorre su cuerpo, medita por un momento las palabras de la niña que a vivido por muchos más años que ella, a la que a cuidado o por lo menos ah estado pendiente de ella desde que su amo la rescato o al menos le dio un sentido a una vida que ni ella misma recuerda. Pero sus pensamientos sigue un tanto caóticos, extraños, para ella no hay presente ni pasado por igual, puede que cada día envejezca un poco, solo, tan solo un poco, por ella si pasa el tiempo… lo que no sucede con la niña –No my lady, desconozco tales cosas, no se porque nadie debe tocarla, la orden esta estrictamente clara para todos. Mi señor ha dicho que no permitirá que nadie se le acerque, solo se que no se debe interrumpir su hora de alimento y que posee unos poderes que atreves puede controlar pero aun así señorita, no permitiré que nada malo le suceda –se queda muy quieta a lado de la niña –Comprendo que soy solo una simple mortal, una pequeña marioneta de nuestros amos pero si el señor me permitió acercarme a usted, si me pidió que me ofreciera para que probara al menos un bocado, debió tener un motivo suficientemente fuerte debió tener –al ponerse de pie a paso despacio se acerca a la puerta de la habitación –Si no necesita algo más, me retiro –la mira parada a un lado de la puerta.

Por primera vez desde hace años al servicio se cuestiona su propia existencia, ella solo serbia para ellos, no tenía un propósito en este mundo, no tenia anéelos, o sueños por cumplir, no esperaba una fecha en especifica, un acontecimiento en su vida, no se sentía vanagloriada por algo ¿Acaso no había nada? Podría pensar muchas cosas incluso que era patética pero, nada de ello le importaba. Nada.

por **Väike** Miér Mar 22, 2017 6:15 pm

¿Qué éramos? ¿Simples marionetas de las cuales nos sostenían hilos y nos movían cuando era solamente estrictamente necesario? ¿Muñecas a las que vestían a su gusto como cada ves que traían un nuevo vestido o una muñeca mas con que adornar la habitación? Me cuidaban como si fuera a romperme, una pequeña e indefensa muñeca de porcelana, eso era verdad, pero yo no era eso. Casi mil años y ellos aun no entendían que dentro de este pequeño cuerpo se encontraba una mujer que deseaba mas, mucho mas que ser un objeto, el mayor de los premios, un ser valorado por sus habilidades. No mas. No deseaba mas ser una Nick de la suerte la cual sostener.

Las llamas de la chimenea bailan alegre frente a mis ojos, mire mis manos y sentí como desde mi estomago se bombea la sangre por mi cuerpo calentándolo. Yo era distinta, una rareza entre las rarezas entre miles y cientos de vampiros. Comenzando por el simple hecho de que las niñas no solían soportar el cambio, o morían poco después de completar el abrazo de la obscuridad. Después estaba el hecho de que había sobrevivido casi mil años, cosa que solo el cinco por ciento de niños convertidos a los cincuenta después de su transformación. Claudia había sido una de ellas pero ella había terminado quemada por nuestra misma raza en un acto de venganza. Yo por el contrario nunca había tenido que lidiar con todo ello, yo nunca había sentido esa necesidad de un compañero o una compañera, nunca sentí la soledad abrazarme y necesite salir corriendo e busca de algo o alguien para continuar dándole un sentido a mi existencia, mis instintos sexuales continuaban dormidos como cuando exhale mi último aliento de vida a la edad de cuatro años…

Algo flotaba, algo grande y poderoso, demasiado como incluso para que el clan Morel pudiera darle batalla a ello… me quede quieta mirando danzar a las llamas de la chimenea, estas comenzaban a contarme una historia y me deje ir, por completo como nunca, mis dedos se deslizan despacio hasta alcanzar el libro q hace unas horas leía… arranco una hoja y comienzo a doblarla en aquel arte oriental…

… las hojas se han acabado y regreso en mi, ahora se lo que sucederá. Tomando todas las figuras las guardo cuidadosamente en una cesta de mimbre. Es momento de que deje a los Morel.

por **Katya Berdiáyeva** Miér Mar 22, 2017 6:17 pm

Will solia ser una mujer tranquila y pacifica, obediente y placentera, al parecer no conocía el mar humor o la irritabilidad, no hasta noches atrás cuando la pequeñanila vampiro la había hecho dudar, desde hacia tres noches q no la veía y era momento de que la pequeña se alimentara, solo que esta ves era distinto. Pero antes de eso terminaría lo que le habían enviado a hacer.
Will pestañeó con fingida inocencia—No estoy muy convencido.—Oh, vamos—le engatusó. —Sólo estoy hablando de un poco de toqueteo. —Antes de que él protestara, le sujetó por los hombros, le dio la vuelta y le obligó a sentarse en la silla. Después se sentó sobre su regazo, de cara a él y con las palmas extendidas sobre su suave pecho. —Tócame.

Durante un segundo interminable, Will creyó que se desharía de ella, pero al final la agarró por los muslos y los apretó lo suficientemente fuerte como para que una humana gritara de dolor. Sin embargo, ella no era humana y no emitió sonido alguno. —Si hacemos esto—dijo él con un tono glacial y letal—, me obedecerás en todo lo que te diga. Lo haremos según mis reglas. ¿Entendido? –ella afirmo con sublime inocencia. Las perlas se convirtieron en pequeños y afilados espolones que se clavaron en la piel y en la carne más sensible del vampiro.

Una tremenda agonía recorrió el cuerpo de Will pero los gritos de Rhys eran tan sonoros que cualquiera que hubiera soltado ella habría pasado desapercibido. Ella bajó la vista al suelo y vio tres dedos amputados. Con un rápido y doloroso movimiento, lo tiró al suelo, se sentó a horcajadas sobre él y puso la punta de la daga justo bajo su ojo. —Y ahora, dime lo que quiero saber o perderás algo más que tus dedos.—La furia teñía la voz de él. —Hija de perra.

Will le clavó la daga en el ojo. Cuando estaba tan dolorida no solía tener mucha paciencia. Los espolones alrededor de sus caderas y entre sus muslos habían vuelto a transformarse en perlas. El vampiro gritó de nuevo mientras la sangre y otros fluidos oculares manaban de la destrozada cuenca. –Respuesta incorrecta, probemos de nuevo –Will colocó el cuchillo en el otro ojo —¡¿En donde Esta?!

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