Capítulo 1: París {Privado - Grupal}

por **Rhage** Mar Jun 26, 2018 7:46 pm

Había sido la primera en llegar y ahora esperaría al resto.

Era una refugiada en una sede extranjera y Rhage no pasaba un día en que no recordara a su Conde del cual de algún modo, le debía ahora la vida, pero ¿pasarla sola? No era de su agrado. Vamos. Había pasado todo un proceso de selección para ahora estar sola. De lo poco que ha podido conocer a Wellesandra, esta también es Americana pero de distinta época, precisamente de los fundadores de la hermandad…no de la francesa pero si de la primera que se fundó…aunque no era una hermandad de manera oficial.

Rhage llegó a la aldea en donde le habían dicho de quedar. Según había escuchado, el líder de la sede francesa estaba ausente de nuevo, Zegrath, pero los demás miembros o al menos los que tenían más o menos el mando iban a venir para decidir sobre ellas dos, es decir, sobre Wellesandra y ella misma. El líder de ambas sedes, de la londinense y la americana no se han presentado, es más, en su caso lleva dos siglos esperando a su líder por lo que al no haberse presentado ahora pertenecería a la sede francesa. Lo mismo con su compañera Wellesandra, quien huyó con su esposo y ahora estaban los tres de refugiados. Ningún líder se presentó para recogerlos. Ahora pertenecerían a la francesa. Pudo ver un poco más hacia delante como Wellesandra llegaba con su esposo riéndose como siempre.

- Hey, Wella – Dijo Rhage de manera agradable a la pareja para que levantara el rostro de enamorados - ¿Qué tal pareja?

Diciendo esto, no permaneció demasiado tiempo afuera en las calles de la pequeña y desolada aldea, Rhage se metió en el interior de una casa que al parecer tenía la “E” de “escarlata” y siendo la primera seguida por la parejita feliz se sentó en una de las sillas que rodeaban una mesa alargada rectangular con salvamanteles escarlatas, un fuego bien colocado cuando se entra a la estancia y aunque no necesitaban de dicho calor, la sensación de calidez era agradable. Recordaba cuando vivía con su Conde, cuando era aún humana. Si pudiera llorar, lloraría. Wellesandra se dio cuenta del estado de Rhage y la abrazó por detrás y aunque no le gustaran los abrazos, este lo agradecía.

En el tiempo que Wellesandra y Rhage se habían conocido, podría decirse que habían formado piña incluso con el esposo de esta.

por **Wellesandra** Vie Ago 03, 2018 8:55 pm

- Ánimo Rhage – Wellesandra sonrió cuando soltaba el abrazo y se disponía a sentarse aunque le llamo bastante un cuadro que encontró sobre la repisa de la chimenea. Era un retrato familiar, en donde una mujer aparecía con un hombre y dos niños que el rostro de estos dos infantes estaban tachados como si hubieran arañado dichos rostros infantiles. A Wellesandra le dio pena ver aquello de esa manera, se alejó dos pasos y se sentó en el sitio donde estaba su nombre. Su esposo que entró callado con ella a la estancia, se quedó mirando cada rincón del lugar y poco después se unió a su esposa sentándose enfrente de esta.

(empezar cuando el esposo de Wellessandra enseguida se sienta frente a ella)

Wellesandra vio como el silencio reinaba en la sala principal a excepto del sonido de la madera crispar por el quemar del fuego y como en el exterior comenzaba a levantarse aire. Tenía la intuición de que el resto llegaría tarde o temprano pero mientras tanto, Wellesandra, aunque era paciente, se estaba descontrolando con tanto silencio y el crispar de la chimenea.

- ¡AAAGH! – Wellesandra estalló, ninguno de los dos presentes hizo nada a excepto de soltar unas leves risas.

- Amada mía, llegarán, eres paciente, como todos, pero es verdad que hay límites para mantener a los pocos que estamos aquí esperando.

- ¿No nos habrán citado aquí para….para quitarnos de en medio?

En aquel momento Wellesandra miraba a su esposo y miraba a Rhage, pero sobre todo se quedó mirando a Rhage que estaba sujeta en la repisa de la pared pero cuando dijo Wellesandra “quitarnos de en medio” Rhage había arrancado parte de la madera como un tic a lo que dijo la pelirroja.

- Perdonad – Wellesandra escuchó como Rhage se disculpaba y veía como esta se sentaba a su lado – Es curioso que nos hayan citado a nosotros, no llevamos más de tres siglos en la hermandad parisina, no tendríamos que estar aquí si es algo interno de la hermandad.

Wellesandra escuchaba las palabras de Rhage y estaba pensando lo peor.

- ¿Y si…? – Miró a ambos de los presentes - ¿Y si nuestros líderes no han podido hacer contacto con nosotros en estos 200 años de estar refugiados aquí?

- Yo sí que no tengo sitio – Rhage miraba a ambos – Pero si no vienen enseguida, me largo, y me importa una mierda su puto lema.

- ¡Rhage! ¡Cuida esa boca! – Wellesandra intentaba corregir las palabras y actitudes de Rhage para que nadie le echara broncas ni nada, pero en cambio, para su esposo, esa actitud le parecían adorable, casi como el de una madre con sus hijos…o los hijos en este caso que jamás podrían llegar a tener…aunque no le había propuesto la adopción a Wellesandra querría esperar a ver como saldría la cosa de la hermandad o si tendrían que buscarse un techo para ambos poder vivir.

Esposo de Wellesandra
Wellesandra
Rhage

por **Azrael** Jue Ago 09, 2018 5:56 pm

Cuando te encargan algo, lo tienes que hacer y más si le debes la vida a un grupo de personas que te salvaron la vida. Dicha noche había una reunión de la hermandad para dar la bienvenida a unos refugiados que serían convertidos en miembros oficiales de la hermandad pero a Azrael le fue asignado la tarea de ir a buscar lo que harían a esos tres miembros oficiales. Tan solo se trataba de un cofre con un objeto mágico confeccionado por la inquisición que se lo habia robado a la hermandad de Londres y la parisina lo habia recuperado hace tiempo. En aquel objeto cada uno veia o pasaba una prueba mental y si la pasaban, se hacian miembros y pasaban a una categoría que reparte a la hermandad.

No buscando problemas, Azrael no sabe como siempre se encuentra con problemas. En la puerta, guardias que pertenecían a la hermandad de París aguardaban protegiendo dicho cofre con tal objeto pero no le dejaron pasar porque no lo conocían mucho, eso era un problema para Azrael, a él le gustaba que las cosas salieran de inmediato y finalmente cuando dijo la contraseña le dejaron pasar sin haber soltado golpe de violencia.

Lástima.

Azrael deseaba haber tenido algun encontronazo a pesar de que había sido llamado la atencion por la hermandad, Agnes, aunque este la deseara y ella estaba enamorado de un humano, esta misma le ayudaba con sus golpes o arrebatos de ira para no ser expulsado. En fin, cuando por fin entraba en la sala donde se encontraba el cofre, a Azrael no le hizo efecto alguno el poder del objeto pues su paso por el dicho habia sido una pesadilla al haber vuelto a revivir su experiencia de perder a su madre, con cuidado lo puso en su bandolera y cerrándolo para que no se moviera, Azrael salía de allí. La líder le había enviado un brebaje que hacía que dicho poder no afectara a otros y cuando estuvo alejado y apartado de la aldea, esparcio el liquido del brebaje sobre el cofre y este tembló por unos segundos.

Azrael se aparto unos segundos y luego volvio a meter el cofre en la bandolera, se dispuso a ir hacia el lugar de la reunion pero se encontraba con sed. Estuvo tentado de entrar pero pasó de largo y entró en la casa donde se haría la reunión por la parte de atrás. Esperó a que todos llegaran mientras se encendía un cigarrillo.

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