La Cena está arruinada | Privado

por **Renato O. D´Souza** Mar Jul 26, 2016 6:45 pm

El encuentro entre familiares había ocurrido de manera “normal” dentro de los parámetros de lo que se pueda llamar así, incluso con el veneno de ambos hermanos y en los que cada uno de esos encuentros uno de ellos perdía, justo aquel que irradiaba furia y bilis por la boca asustando a cada uno de los empleados que se le acercaban (incluso a aquellas que solían atender su cama). La reunión solo había logrado un pequeño avance en los planes de cada uno de los integrantes de aquella “disfuncional familia”, para aquellos padres la necesidad imperiosa de llevar acabo aquello y para él quien sonreía a sus progenitores le urgía el poder plantear un matrimonio para su hermana y así deshacerse de ella y su presencia maldita. Pero nada lo preparó para lo que acontecía.

Tanto papá como mamá se fueron al estudio para hablar de unos detalles que harían conocer a sus dos hijos en la cena. Durante el almuerzo nadie se encontró, al menos él había salido al burdel de un amigo a “matar” aquella ira, aunque en realidad, lo único que fue a hacer fue a perder su tiempo entre, mujeres, juegos, licor y cigarros la menos hasta la hora de despertar y volver a su amarga realidad.

La noche llegó tan rápido que comenzó a odiar el viaje a casa; de lejos podía ver su propiedad tan ostentosa e imponente ante las demás con las que lindaba. Completamente iluminada así como si esperara al dueño con una sonrisa, aquello lo enorgullecía tanto que sentía ya el dueño de toda aquella fortuna; si, aquel hombre podía saborear ya la libertad de tener todo la fortuna de los D´Souza en sus manos y lo que haría con ella en los negocios e inversiones, pues la mejor de todas se daría en la cena.

En la mesa había un completo derroche de dinero y elegancia, algo que le extrañó mucho de sus padres ya que solían tener ese tipo de acciones cuando tenían invitados o hacer alguna ridiculez, ya por ahí comenzó su preocupación al inducir una boda para él y su hermana, una boda no provechosa para él, y de eso tendría que estará enterada aquella bruja maliciosa que conspiraba contra él, o al menos eso pensaba. Corrió a la habitación de ella con los cabellos despeinados así como la corbata floja y su apariencia más rebelde, interrumpió en el cuarto de su hermana sin importarle nada, de una patada abrió la puerta ingresando de inmediato para no dar tiempos reclamos y engaños

—A ver víbora insidiosa, que demonios has hecho para joderme, habla de una vez serpiente ponzoñosa o te juro que aquí se acaba tu suerte— se acercó a ella tanto que su respiración y aliento alcoholizado se mezclaba con el perfume de ella

—No te hagas la puta santa que ese truco es muy viejo, y tiene dos opciones. Una en donde termines golpeada. U otra en la que termines con tu cara contra el colchón y tus nalgas rojas. Tú decides—

Sentenció tomándola del brazo con fuerza y esa risa perversa en su cara.