Welcome to hell (Nathan)

por **Soren Kaarkarogf** Jue Jul 28, 2016 6:45 am

- No tienes porqué irte del castillo - La voz de Soren había sonado más quejumbrosa que de costumbre y Annika lo había mirado con ojos condescendientes, tan azules y redondos como un par de canicas. Su cabello rubio había sido atado en largas trensas y una corona de flores adornada su cabello dándole un aspecto aún más angelical. Era la primera vez que notaba la hermosa mujer en la que se había convertido su pequeña hermana.

- Todos tenemos que madurar en algún momento Soren... - Murmuró ella meneando la cabeza con una expresión demasiado triste para alguien que se estaba preparando para momento más importante de su vida - Algún día, querido Hermano, tu también tendrás que hacerlo -

Aquellas habían sido las últimas palabras de su hermana menor antes de que el joven Lord con el que había sido prometida, se casara con ella y se la llevara a vivir al otro lado de la montaña. La boda había se había celebrado por 3 días y los pueblerinos habían disfrutado de un banquete sin igual, había sido una soleada tarde de primavera y entre las risas y la música, Soren había sentido como su corazón se rompía por primera vez.

Era extraño el tipo de cosas que pasaban por su mente en momentos como ese.

Abrió los ojos lentamente y una vez más se encontró en ese oscuro lugar. En un comienzo había creído que seguía soñando pues no reconocía el sitio, pero luego de parpadear por un largo rato, terminó por convencerse de que definitivamente había ido a parar a una especie de sótano. Entonces vino el dolor, intentó mover los brazos y sintió un agudo dolor en el hombro como si tuviera el músculo desgarrado, desvío la cabeza con gran esfuerzo y notó que se encontraba sentado en una silla de madera y que no podía mover las manos. Estaban amarradas a su espalda con algo que quemaba con el constante roce de su piel.

- Maldita sea... no otra vez - Murmuró frunciendo el ceño, notando que había sido atado con cadenas de plata y por eso quemaba al contacto con su piel. No recordaba como carajos había ido a parar a ese sitio, le dolía la cabeza, pero algo le decía que una vez más había caído en las manos de un perverso Cazador. - No otra vez - Repitió meneando la cabeza.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 7:09 am

No había sido muy difícil capturar a aquel vampiro. Las trampas que puso en el suelo y las flechas de madera le ayudaron a ello, al menos para debilitarlo lo suficiente como para que perdiera el conocimiento durante unos minutos. Minutos más que suficientes como para poder llevarle hasta allí.

¿Lo que más odiaba de los vampiros? Difícil decisión, porque detestaba todo de ellos. Pero seguramente odiase más el hecho de que pudieran regenerar las heridas. Sin embargo, el dolor lo notaban igualmente, según había aprendido con los años.

Nathan estaba en el sótano, justo delante de la silla en la que se encontraba atado el "joven" vampiro. Tenía apariencia joven, pero sabía que eso no implicaba que lo fuera, podría tener perfectamente más de 100 años.

Allí estaba el cazador, pasando una estaca de madera de una mano a otra conforme esperaba a que el vampiro abriera los ojos.

- Buenos días - no puede evitar decir, con una sonrisa sádica entre los labios. Se moría de ganas por verle sufrir - Podría haberte cortado la cabeza mientras dormías, pero, ¿qué gracia tendría sin verte sufrir antes? - acerca la estaca de madera al cuerpo del chico, amenazando con clavársela en cualquier punto.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Jul 28, 2016 7:24 am

Tal y como había sospechado una sardónica voz lo sacó de su aturdimiento y lentamente volvió a la realidad. La adrenalina le despertó y abrió los ojos de par en par para encontrar a un hombre de pie con una estaca de madera. Tardó unos momentos en entender lo que decía ¿Buenos días? ¿Era de día? ¿Cuanto tiempo había pasado inconciente?.

No pudo evitar sentirse asustado. Poderoso como cualquier Vampiro, sabía que sus casi trecientos años de vida no significarían nada si ese hombre le enterraba la estaca en el corazón. Ese sería el fin de su existencia, sin más preámbulos o parafernalias.

- ¿Qu...quien eres? - Preguntó con las pupilas dilatadas por el miedo, tenía que comenzar a pensar un plan de escape, pero le era difícil ver desde la posición en la que estaba todo el lugar, además le dolía demasiado la cabeza - ¿Porqué haces esto? -

Se le ocurrió que quizás era un caza recompensas o algo por el estilo. Soren sabía que no existía ningún precio por su cabeza ya que nunca había cometido un crimen como paras que justificase ser perseguido por la inquisición o por los cazadores, aún así fue lo único que se le ocurrio como motivo para que ese hombre le hubiese capturado.

- ¿Es dinero lo que buscas? - Preguntó con voz angustiada.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 7:43 am

¿Clavar una estaca en su corazón o cortarle la cabeza? Difícil decisión. Eso sí, se moría de ganas por arrancarle los colmillos a ese y a cualquier otro vampiro.

- ¿Para qué quieres saber mi nombre? Si pensase dejarte con vida, tal vez te lo dijera, para que tú y todos los de tu raza supiérais a quién temer. Pero, por desgracia para ti, no son esas mis intenciones... - ni siquiera pudo evitar reírse cuando escuchó si lo que quería era dinero. Para qué engañarnos, el dinero nunca le venía mal, pero no era el caso - ¿De verdad crees que busco dinero? Lo que deseo es acabar contigo y todos los despojos como tú.

No dijo nada más, simplemente agarró con fuerza la estaca de madera y se la clavó en el lado derecho del pecho. No quería matarle todavía, no quería clavársela en el corazón, simplemente quería escucharle gritar y agonizar, verle sufrir. Sabía que la herida se regeneraría con facilidad, pero también sabía que le iba a doler.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Jul 28, 2016 8:02 am

¡Por supuesto que deseaba saber su nombre! entre más información tuviera mejor ¿Pensaba matarlo? eso imaginaba, pero que lo dijera en voz alta resultaba más aterrador. Luego había dicho que no quería dinero, entonces no se trataba de un caza recompensas, estaba haciendo eso ¿Por placer?.

Genial, he dado con un sádico.

Pensó y entonces el dolor de la puñalada lo sobrecogió. Entrecerró los ojos y enseñó sus colmillos en un grito que se convirtió en una especie de gruñido animal, más como un gato enfurecido que la voz de una persona. La sangre comenzó a salir a borbotones por la herida, la madera se había enterrado fácilmente rompiendo la tela de su camisa.

- No te he hecho nada a ti... ¿Porqué haces esto? - Murmuró rechinando los dientes para no volver a gritar de dolor. No era la primera vez que se encontraba en una situación así, había peleado con hombres lobo antes y había sufrido sus mordidas, el dolor era similar.

- ¿Cual es tu motivación? - Logró decir entre dientes.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 8:16 am

Dejó la estaca clavada sobre el pecho del vampiro. Así, al menos, la herida no llegaría a regenerarse por completo y seguramente el dolor continuase. Mientas el vampiro gruñía por el dolor, Nathan sonreía. Una oleada de placer y adrenalina recorrió su cuerpo de los pies a la cabeza. Disfrutaba haciendo aquello. La gente podía pensar que era un sádico, pero él estaba convencido de que aquello era lo que debía hacer, por el bien de la humanidad.

- No me has hecho nada a mí, pero seguramente a otros sí. Igualmente, el simple hecho de que existas ya de por sí hace que me hierva la sangre - al menos ahora logra dejar a las bestias con vida y hablar con ellas. Antes la rabia que sentía con solo mirarlas era indescriptible, y por eso las mataba en el momento. Ahora había aprendido a disfrutar de aquello - Sois unos asesinos - ¿irónico que dijera él lo de asesino? Bueno, él mataba por otros motivos, buenos, desde su punto de vista.

- ¿Cuánto tiempo aguantáis sin beber sangre humana? Tengo curiosidad... - existían muertes mucho más dolorosas que morir de hambre, pero... ¿más lentas que esas? Lo dudaba.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Jul 28, 2016 8:36 am

Conforme el cazador hablaba, Soren descubría más sobre sus intenciones. No lo hacía por dinero, ni por una situación en particular, no le conocía, probablemente no sabía quien era él, que se llamaba Soren o a que se dedicaba, simplemente le había capturado porque era un Vampiro y le estaba juzgando por ser una criatura de la noche. Soren odiaba que le juzgaran por su naturaleza, que no se dieran tiempo a descubrir la persona que era sino que sólo vieran al monstruo que se escondía en su interior aún cuando él luchaba por controlarlo a cada momento.

- Podría yo decir lo mismo de los humanos - Murmuró, podía hablar, pero cada sílaba le costaba, no necesitaba respirar, por lo que el pulmón apuñalado por la estaca no le estaba ahogando, sin embargo el dolor era inconmensurable - He visto muchas atrocidades a lo largo de mis 300 años de vida... muchas cometidas por humanos, la naturaleza humana... no cambia cuando uno es convertido en vampiro... la maldad vive en cada uno de nosotros a diferente grado... -

Cerró los ojos intentando sobrellevar el dolor que amenazaba con mandarlo a la inconsciencia, no podía desmayarse, quien sabe que horrores le haría el cazador si quedaba dormido ¿Y si cerraba los ojos para no volver a despertar?.

- Puedo pasar mucho tiempo sin beber... no he sobrevivido 300 años matando a todas mis presas como un neonato... el control es importante...- Logró decir y entonces levantó la mirada y se quedó observando los ojos del cazador, estaban llenos de un sentimiento que no podía descifrar, en otra situación habría pensado que se trataba de un hombre bastante apuesto.

Quizás podría intentar usar sus poderes para adentrarse en su mente.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 9:24 am

Efectivamente, que Soren fuera un vampiro "bueno", a Nathan le daba igual por completo. Había llegado a un punto en el que no le importaban las vidas ajenas a la suya, mucho menos si la vida ajena era una vida de un vampiro... Si es que a 'eso' se le podía llamar tener vida. Lo único que le importaba era el hecho de verles sufrir.

Después de más de diez años, aún seguía reviviendo la imagen en la que asesinaban a la única persona que tenía por familia, y detestaba que eso ocurriera cada vez que miraba a una de esas bestias. ¿Cómo no iba a querer matarlas? Era una forma de acabar con ese recuerdo inolvidable.

Le hierve la sangre sólo con mirarles, más todavía cuando les escucha hablar. Aprieta el puño y, casi inconscientemente, busca impactarlo contra una de las mandíbulas del vampiro.

- ¡Cállate! No somos los humanos los que necesitamos sangre de gente inocente. Y asesinar a "cosas" como tú es algo que debería hacer todo el mundo. Nosotros tenemos motivos, vosotros no - adjudicó, justo a tiempo como para notar una sensación extraña invadiéndole gran parte de la cabeza.

Cerró los ojos con fuerza, intentando evitar aquello, moviéndose, como si aquello fuera útil.

- ¡¿Qué cojones estás haciendo?! Ni se te ocurra usar tus poderes contra mí - amenazó, agarrando una estaca nueva. Al mínimo indicio de poder sobrenatural, pensaba usarla. Y esta vez no se equivocaría a la hora de clavarla.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Jul 28, 2016 9:57 am

Evidentemente Nathan no conocía a los esclavos de sangre, o a los humanos que adoraban ser mordidos por Vampiros y permitían que estos bebieran de ellos a voluntad. No siempre se mataba cuando se mordía, de hecho habían pasado muchos años desde la última vez que había tenido que asesinar. No iba a mentir y hacerse pasar por un santo, obviamente no podría ser calificado como tal siendo una criatura de la noche, pero tampoco era del tipo sanguinario que iba mordiendo sin reparar en el daño que hacía.

En ese momento, no tenía otra opción que juzgarse su carta bajo la manga. ¿Cuanto más tiempo iba a pasar antes de que ese hombre decidiera matarlo?, se concentró intentando ignorar el dolor y volvió a mirarle fijamente a los ojos, de repente todo se volvió oscuro a su alrededor y los ojos se convirtieron en túneles de una textura que lucía como los irises de Nathan.

Pronto se encontró en un sitio completamente oscuro, ya no se encontraba atado, estaba de pie en esa inmensidad y Soren supo que, había entrado en la mente del cazador. El dolor había desaparecido momentáneamente y el Vampiro intentó buscar algo que le fuera útil, no tenía idea que, pero era su única oportunidad de salir con vida de esa situación. Caminó en la oscuridad sin saber que dirección estaba siguiendo hasta que vio una tenue luz en la distancia, aceleró el paso y una cabaña se fue materializando conforme se acercaba.

Se asomó por la ventana de la vivienda que lucía bastante modesta y humilde. Había una mujer de edad sentada en una silla mecedora, tenía algo en la mano, parecía estar tejiendo una bufanda de lana. La mujer decía algo pero Soren no alcanzó a escuchar, momento después vio un niño que entró corriendo en la habitación, sonreía, parecía genuinamente feliz, su sonrisa era casi tan brillante como la fogata que iluminaba la escena al fondo. ¿Era ese niño el hijo de Nathan? ¿O era un recuerdo de Nathan cuando era niño?.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 10:20 am

De nuevo, esa sensación. Notó una punzada en el cerebro, intensa. No tenía ni idea de qué estaba haciendo el vampiro, pero algo le decía que se estaba metiendo en la cabeza. Y eso implicaba el principio del fin. No podía tolerar aquello, pero ¿cómo evitarlo?

Volvió a apretar los ojos con fuerza, incluso se dio un golpe en la cabeza con la palma de la mano. Debería reaccionar, enfadarse, invadirle la rabia por el simple hecho de tener un vampiro en la mente, pero... No podía. De un momento a otro, se quedó paralizado.

Sin quererlo, revivió un recuerdo de cuando él era pequeño. Lo revivió de una forma distinta a las otras veces, como si realmente estuviera allí, delante de la única persona que quiso formar parte de su familia. Notó cómo le ardía el pecho, una sensación extraña que hacía años que no sentía, estremeciéndose sin quererlo.

- Q... - intentó hablar, buscando recomponerse, pero le estaba costando más de lo habitual. Pensar en su familia le volvía bastante vulnerable, a todo, a todos...

Pero entonces recordó qué le llevo a odiar a esas criaturas, la muerte que marcó prácticamente toda su vida, y consiguió reaccionar.

- ¿Qué no has entendido de que no hagas eso? - furioso, pero a la vez, con la voz algo quebrada, consiguió agarrar un cuchillo de plata y le rasgó parte del cuello con él, por un momento dando a entender que le iba a cortar la cabeza. Lo había hecho de forma instintiva, en un intento por debilitarle y que dejase de meterse en su mente.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Jul 30, 2016 2:12 am

Todo pasó demasiado rápido o quizás era que en ese estado de la mente las cosas parecían ir a un ritmo distinto que en la realidad. Lo que vió fueron sucesiones de imágenes borrosas y a veces manchas de colores que se mezclaban unas con otras. Lo que si fue claro, fueron las sensaciones, una inmensa tristeza lo sobrecogió, era la tristeza de Nathan. Soren la sintió como suya propia mientras seguía dentro de su mente, era la tristeza de alguien que pierde a la persona más importante en su mundo, era el dolor de un niño al sentirse perdido en un mundo que no comprendía.

Un vampiro había sido el causante de todo ese dolor y de que la vida de Nathan diera un vuelco de 180 grados. Luego del dolor vino, la ira y la sed de venganza. La sensación de odio lo sobrecogió como un golpe físico y experimentó con toda la intensidad que tanto detestaba Nathan a los de su clase.

De repente un agudo dolor lo hizo salir del trance en el que se encontraba, el mundo a su alrededor se disolvió y cuando volvió a abrir los ojos se encontraba de nuevo en el sótano, en el mundo real. La sangre que emanaba de la herida en su cuello había comenzado a manchar el cuello de su camisa, de repente la herida causada por la estaca de madera que aún continuaba enterrada en su pecho, le pareció nada comparado con la posibilidad de morir decapitado.

- ¡Por favor... no me mates! - Logró decir con las pupilas dilatadas por el miedo - Sólo quiero ganarme la vida como profesor... hay muchas cosas que aún tengo por hacer... mis alumnos... no puedo dejar a mis alumnos ¿Qué pasará con sus clases? ¿Quien va a enseñar a leer al pobre de Alem? Es un esclavo Africano, soy el único que puede enseñarle... si su ama se entera seguramente lo venderá a otra familia y tendrá que irse a otra ciudad... - Tal vez resultaba tonto que estuviese pensando en sus alumnos en un momento como ese, pero era lo único que le venía a la cabeza, quizás era porque, convertirse en un gran maestro era su razón de vivir.

por **Nathan Beckett** Mar Ago 02, 2016 5:21 pm

Efectivamente, tristeza, ira, odio y sed de venganza. En ese orden, fue lo que sintió tanto de niño como en esos momentos por consecuencia de revivirlo en su mente. Una tristeza sobreacogedora se apoderó de su cuerpo prácticamente desde el principio hasta el final de los recuerdos y poco a poco se fue mezclando con sentimientos de ira y odio.

Por suerte, el cuchillo le había ayudado a detener el poder mental del vampiro sobre él. Ahora le odiaba más todavía, más si cabía, por haberle hecho recordar cosas que prefería olvidar. Y si no estuviera cegado por el odio, probablemente se daría cuenta de que aquel vampiro parecía distinto al resto. Bueno, no nos engañemos, Nathan no era de esos. Nathan no sentía pena, ni lástima por nadie. No se le podía considerar demasiado empático, porque no entendía de emociones ajenas... ni propias. Estaba acostumbrado a vivir solo, a buscarse la vida sin ningún tipo de ayuda, por lo que pocas veces interaccionaba con la humanidad para otra cosa que no fuera disfrutar del calor de un burdel o asesinar bestias.

- ¿Crees que me importa lo que quieres o tu vida? - preguntó, incrédulo, porque realmente no entendía por qué le estaba contando aquello sobre sus supuestos alumnos. Le importaba menos que una mierda, así, como conclusión - Únicamente hay un motivo por el que querría dejarte con vida - hizo una pausa, replanteándose seriamente - ... y es que me sirvieras de cebo para atrapar a otros como tú. Cuéntame, ¿cómo os comunicáis unos con otros?

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Ago 06, 2016 5:21 am

Soren no era una persona orgullosa, nunca lo había sido, ni siquiera cuando estaba vivo y gozaba de un estatus alto gracias a ser el hijo de un importante lord, como Vampiro a pesar de tener ciertos poderes, no se sentía superior a otras criaturas, por lo que no le resultabas difícil aceptar que estabas en una situación de desventaja, completamente a la merced de un humano. Su actitud resultabas sumisa y humilde, contraria a la de la mayoría de los de su especie.

Le escuchó decir que había le podía dejar con vida si le ayudaba. En ese momento estaba tan asustado, que no le importaba el precio que tuviera que pagar. Él no tenía muchos amigos de su clase y poco le importaba la vida de otros seres como él que probablemente merecían ser atrapados por sus crímenes.

- ¿Te...refieres como telepáticamente o algo por el estilo? - Preguntó parpadeando y pensando cuidadosamente en lo que iba a decir, no quería desperdiciar su única oportunidad de salir vivo de allí - Realmente no hay necesidad de un código secreto o de usar nuestros poderes mentales para comunicarnos - Le explicó esforzándose por que su voz no temblara por el dolor - Pero es fácil encontrar a otro Vampiro en eventos sociales de la clase alta -

Poca gente lo sabía, pero muchos de los millonarios burgueses, dueños de importantes fábricas y con apellidos de largas tradiciones, eran en efecto seres sobrenaturales que habían utilizado descaradamente sus habilidades para alcanzar dichas posiciones de poder. Soren odiaba esa clase de gente.

- Un baile en el palacio Royal... una celebración de un cumpleaños de alguna Hija de algún importante monsieur... en cualquiera de esos eventos encontrarás a las sanguijuelas que se aprovechan de sus habilidades para mantener su posición y dinero en la sociedad - Hizo una pausa porque le dolía hablar gracias a la estaca que aún seguía perforando su pecho - Creen que son intocables porque... están rodeados de sirvientes y porqué son figuras públicas... creen que sus máscaras son perfectas para ocultar lo que realmente son... pero en realidad son más vulnerables en ese tipo de lugares porque no esperan que un cazador les sorprenda en su propio territorio -

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