Cuestiones del destino ~#Libre

por **Estefanía del Castillo** Sáb Jul 30, 2016 7:34 am

Día tras día, hora tras hora, el viaje por mar en dirección a Francia finalmente había llegado a su término; ahora, mi mirada vagaba por el puerto francés, viendo como se cargaban y descargaban los barcos, cómo éstos llegaban y venían como si de gaviotas se trataran. Un leve suspiro se escapó de entre mis labios, mi viaje aún no había terminado, éso lo sabía bien, pero iba a tener un tiempo para “mi” las próximas semanas... o eso era lo que me habían dicho. Dejando escapar otro suspiro, le dirigí una mirada de solsayo a aquellos que debían de conducirme hacia dónde me quedaría para luego ofrecerme la visita de “rigor” por la ciudad. Así era como, invariablemente, mi vida había dejado de pertenecerme durante los siguientes días a mi llegada. Era cierto que esos días habían hecho que tuviera una idea de por dónde era seguro de andar y de dónde debía permanecer alejada, a pesar de que siempre llevara a alguien pegado a mi sombra. El hecho de que en estos momentos me encontrara paseándome sola por las calles había sido tan solo movido por mi espíritu curioso, las ganas de poder experimentar el entorno por mi misma en vez de hacerlo con varias personas siguiéndome el paso.

Quería hacer ésto por mi misma, puesto que si no era capaz de, ni siquiera, pasearme por una cuidad llena de actividad y de gente, dudaba que fuera capaz de defenderme y cuidar de mi misma en el momento en que pusiera mis pies en la corte española. Si yo no era capaz de desenvolverme por la ciudad parisina, a pesar de que éste fuera un lugar desconocido y en dónde no conocía nadie, sabía que tiempos difíciles se me acercaban. Sabía bien que no podía impedir que en un tiempo, en cuando creyeran que era hora que retomara mi viaje hacia el sur, este sucediera, pero eso tampoco impediría que intentara, por un tiempo, olvidar y no recordar nada de aquello que plagaba mi mente en las largas horas en que no la mantenía ocupada en otro lugar. Aún así, y sabiendo que el tiempo de paz que me quedaba era cada vez mas escaso, ya llevaba varios días en dicha ciudad, y de la misma manera que mi deambular por las calles me había llevado a conocer a alguien nuevo, no sabía bien si, de nuevo, nuestros caminos se volverían a cruzar antes de que tuviera que partir.

Tal vez... ¿Debería contactarla para pasar tiempo con ella antes de que me tuviera que ir? Dejando escapar un leve suspiro, observé a mi alrededor, la gente paseaba libremente por las calles, pendientes de sus asuntos y sin prestar la mas mínima atención a quiénes se encontraban a su alrededor algo que, en cierto modo, agradecí. Sumida en mis propios recuerdos, mis pasos me condujeron hacia el puerto, el lugar en, dónde apenas un par de días después de mi llegada la había conocido ¿tendría la suerte de que, de nuevo, nuestros caminos se volvieran a cruzar en el mismo lugar? Siendo sincera, esperaba que así fuera, había congeniado fácilmente con ella y el tiempo que habíamos pasado juntas había sido agradable y ameno, algo que, definitivamente, era algo digno de repetirse. Mis pasos se acercaron lentamente hacia el borde del agua mientras mi mirada se quedaba fija en algún punto del horizonte sumiéndome de nuevo en mis propios pensamientos, era consciente de que no podría adivinar lo que realmente me deparaba el destino, pero si que podía estar segura del hecho de que no estaba dispuesta a dejar que éste se me llevara por delante como si de una hoja movida por el viento se tratase.

por **Arianrhod Dankworth** Jue Dic 29, 2016 5:48 pm

Nuevamente me encontraba dando vueltas por el puerto de París, si bien había estado ahí días antes, lamentablemente el barco que buscaba aún no había arribado, pero logré conseguir alguien que me enviara un mensajero cuando finalmente la embarcación con las plantas y semillas que me hacían falta para algunos de mis trabajos llegara. Llevaba mucho tiempo esperando y finalmente hoy el mensajero toco a la puerta de mi local.

Lamentablemente tuve que esperar un par de horas más ya que no podía simplemente dejar la botica cerrada, no tan temprano, por lo que esperé hasta después de almuerzo para cerrar y dejar un cartel de que podrían encontrar el negocio abierto al día siguiente durante todo el día. Aunque claro mis clientes más frecuentes tienen en consideración que no suelo abrir todas las tardes exactamente por asuntos como el de hoy.

Mientras recorría el puerto en busca del lugar indicado para recoger y pagar mi encargo no pude evitar recordar la vez anterior que me encontré en este lugar -cuando descubrí que aún no había arribado el barco que buscaba-, en esa ocasión me topé con una chica con la cual tuve una conversación muy larga y divertida, aunque fue algo casual... solo recuerdo que algo en su aura me dio tranquilidad y las ganas de acercarme a intercambiar un par de palabras... Sería bueno volver a toparme con ella.

- Oh, es ahí -dije emocionada tras finalmente encontrar el sector que estaba buscando.

Fue entonces cuando un sentimiento de emoción me nubló levemente el juicio y me hizo andar un poco más rápido de lo normal, provocando que repentinamente chocara con alguien antes de notar lo rápido que iba o por dónde iba. Revoté levemente hacia atrás, para terminar sacudiendo la cabeza y disculparme antes de mirar si quiera con quien había chocado.

- Vous pardonne -dije con una leve reverencia, avergonzada.

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