La sonata de los espíritus

Acostumbraba normalmente llevar a cabo paseos en los cuales la soledad y su imaginación fluyeran con el viento. Escucharse y saberse solo le causaban un extraño sentimiento de satisfacción que pocas veces conseguía al hayarse en compañía de más personas.
Caminaba despacio y sin apresurar el tiempo. el sol ya había escondido su lumiosos ser hacia solo unos segundos, y el viento soplaba en diferentes direcciones dando un aspecto lúgubre al lugar entero. Las ramas de los árboles crujían a menudo, y el ulular de los búhos era continuo. Nada de eso le causaba absoluto miedo a Loring, quizá curiosidad, pero solo eso. El miedo era solo una sensación que no frecuentaba mucho la cabeza del vampiro, y no había muchas cosas a las que temerles en esos momentos.
Suspiró, profundamente. Sabía que el aire no sería necesario nunca más, pero la sensación de casi calor que éste distribuía por su cuerpo al recorrerlo era única.
Avanzó unos pasos más en el valdío, sería un lugar que Loring frecuentara a menudo, obscuro, tranquilo, siniestro. No un lugar para matar, eso no, simplemente un lugar al cual acudir en necesidad de paz.
La ciudad era muy bulliciosa y estaba llena, gente aquí y allá, movimiento y charla por doquier, no era que le molestara o algo por el estilo, pero la actividad humana no era una imagen que le gustara ver.

La noche comenzaba a lucir totalmente estrellada y brillante, eso era lindo aveces, al vampiro se le antojaban estúpidas las noches así, la gente siempre las relacionaba con romanticismos tontos y cursilerías ridículas. Era molesto ver un pasisaje tan hermoso convertido en una basura total por culpa de gente ignorante.

Decidió sentarse en un tronco que se hallaba a unso cortos pasos de él, no se molestó demasiado, en un segundo ya se encontraba sentado ahí. Dedicó un buen tiempo a mirar todo a su alrededor. Algunos animales se acercaban a él atraídos, y muy pocos huían al descubrir su naturaleza. Un par de ratas s eacercaron a acurrucarse cerca de él, no las corrió ni las hizo a un lado, simplemente optó por ignorarlas

No comprendía muy bien por que aquel hombre me habia llevado hasta esa zona de la ciudad, de acuerdo a lo que me habia relatado, tenía un pequeño espacio fuera, en los terrenos abandonados, donde podriamos pasar un buen rato...si claro un buen rato según quien querido?, segun un hombre que apesta a intestinos de pescado, alcohol y opio.
Lo bueno es que al parecer el hombre tenía dinero, era de clase media, y se habia ofrecido a pagarme mas de mi tarifa habitual de 5 decimos, a 20, por lo que me alcanzaría para poder regresar a la ciudad y tener una abundante cena decente.
Llegamos hacia el desolado lugar, rodeado de ruinas, arboles y naturaleza, algunas ratas correteaban entre nuestros pies, podía sentir la presencia de alguien mas, pero los besos y los abrazos de aquel hombre me mantuvieron distraida de esa sensación y me hacian regresar, sus manos apretaban mis senos firmes, y sus dedos intentaban apresar mis pesones, su lengua se deslizaba como una lija una y otra vez sobre mi cuello, y de vez en cuando sus labios se fundian en los mios, en lo que para mi era un gesto nauseabundo, sentí sus dedos deslizandose por mis genitales, mientras ponia cara de asco y hastío, dios por que no me puede llegar un cliente rico, guapo, atletico, alto, un principe azul que me diga " Mary Jean, te amo a pesar de tu vida", ah claro, por que esas patrañas no existen, un hombre es un hombre, y para ellos nostras somos una especie de...vaginas ambulantes.
El hombre se bajo el pantalón y me subió un poco la falda dispuesto a terminar por lo que me habia pagado, pero yo no tenía deseos de ser poseida por alguien como el, comenzó a moverse una y otra vez, hasta que se paro de seco y me dijo con un tono entre molesto y confuso.
-Que te pasa...lo estas sujetando entre las piernas...crees que no se como se siente estar ahí.- me le quedé viendo y volvió a su embestida, pero en efecto yo no tenía ningun deseo, el hombre se retiró molesto y me dijo.-Valla, lo peor que puede haber despues de una puta, es una puta que desperdicie su unica oportunidad para comer.-
-Ay por el amor de Dios, piensas que desperdiciaría mis fuerzas en un puerco como tú, no has hecho nada mas que causarme repulsión, de haber sabido que vendriamos a este nido de ratas, me hubiera quedado esperando otro cliente.-
-ERES UNA CERDA.- Un golpe con el puño cerrado me dio de lleno en la comisura de los labios, haciendo brotar mi sangre de ellos, me agaché un poco mientras abría la boca adolorida, el hombre se subio rapidamente el pantalón y se fué corriendo del lugar, mientras comenzé a andar a tumbos, estaba oscuro y no veía muy bien, ademas el golpe me habia dejado adolorida, sentía que veía estrellitas brillando, pero quizá habia sido solo efecto del shock provocado por el repentino ataque.

-Jeanette...cuando aprenderás...cinco años dedicandote a esto, y todavia no tienes el tacto para decirle a la gente que mejor no quieres nada.- mientras avanzaba a lo lejos observé un bulto sentado, estaba acariciando ¿ RataS?, por el amor de Dios, otro demente, sabia queno tenia que venir a este lugar, aun continuaba sangrando copiosamente del labio, e intentaba frenar la hemorragia con el dorso de mi mano, retrocedí asustada, pero tropezé con la raiz seca de un arbol y caí de senton, produciendo un gran ruido de hojarasca...estaba descubierta.

La noche iba bastante agradable hasta donde Loring la había llevado, ya todo estaba completamente obscuro y el airé soplaba fuertemente haciendo sonar a la naturaleza entera en su esplendor. Unos cuantos susurros recorrían el lugar, susurros provocados por animales seguramente. La noche arropaba la escena de completa paz volviéndola aún más tranquila y disfrutable, rara vez los animales volvían a acercarse y solo un gato habí intentado acabar con él. A muy difíciles formas Loring logró deshacerse de él.
Cerró los ojos mientras otro suspiro abandonaba su ser y se liberaba en el viento, entonces escucho como unas personas se acercaban, el sonido de sus pasos entre las hierbas y el jaloneo que se traían sonaba... cansino. El vampiro quedó por guardar silencio y mantenerse estático, si esas personas no el encopntraban -y no lo harían- podría irse del lugar decepcionado por la forma en que su tranquilidad fue interrumpida. Entonces se acercaron más de lo debido, y Loring escuchaba a la perfección sus movimientos y detectaba sus fragancias. Una completamente femenina, y la otra masculina. Era obvia la escena, bufó quedamente mientras se sentía avergonzado por lo que acabaría por presenciar si no se iba. Ellos seguían hablando sin prestarle la menor atención, se reclinó adecuadamente en el lugar en el que se había sentado para irse, se volteó dando la espalda a la gente y...
Un golpe sonó en el abandonado lugar, Loring volteó la cabeza esperando que el receptor fuese el que poseía la fragancia masculina, mas sin embargo se mantuvo quieto observando como el inútil y cerdo golpeador se marchaba. No hizo nada al respecto y se mantuvo ahí sentado rígido. Él no era una creatura impulsiva, no perdería su lugar de paz solo por un asesinato.

-Jeanette... cuando aprenderás... cinco años dedicandote a esto, y todavia no tienes el tacto para decirle a la gente que mejor no quieres nada...

Alzó la ceja sorprendido ante el diálogo de la mujer. Se acercó silenciosamente sabiendo que no lo veían, y ella avanzó también, e instantáneamente después las hojas secas sonaron en el suelo, Loring la miró.

-Entonces no debería dedicarse a lo que no le gusta en absoluto, madame -se acercó al punto de estar frente a la joven mientras la ponía de pie con delicadeza, tomándola del brazo, una vez que la tuvo frente a frente se inclinó para mirarla detenidamente, era una mujer bonita, por no decir hermosa-. ¿Se encuentra usted bien?, ¿le han hecho demasiado daño?

Si...en efecto me habia descubierto, cuando se trataba de ser sigilosa, el sigilo no era una de mis mejores cualidades en los mejores momentos, de hecho estaba segura que una manada de elefantes en estampida podría pasar muchisimo mejor desapercibida que yo.

Sentí un tacto frío ayudandome a levantarme, aunado a un comentario que ya muchas vecez amigas y otras personas que me conocían de años me habian hecho, quizá fueran mis nervios, pero el tacto de aquellas manos me pareció sumamente frío, quiza por que el viento estaba comenzando a golpear con fuerza, quizá la que estaba fría era yo, por que comprendí que estaba a merced del loco de las ratas, pero al observarlo lo primero que pense fue " yo tambien quiero ser tu rata...", espera eso daría pie a comentarios machistas " yo tambien quiero que me acaricies como una rata"...no ese comentario tampoco era bueno, bueno el caso es que el caballero en efecto, por que este si que lo era , era muy guapo y atractivo, casi como lo que habia pedido momentos antes, por eso me encantaba ser bruja, y sobre todo conocer el karma, nunca que recibes algo malo sin recibir despues algo bueno, mis ojos verdes como las esmeraldas destellaron felinamente en la oscuridad, mientras le observaba un tanto boquiabierta, no por que estuviera embobada, mas bien por que me dolía la quijada y la boca, miré al muchacho y le respondí.
-Cielos...sabe cuantas vecez me han dicho ese comentario...pero digamos que si me lo hubieran dicho cuando aun tenía 18 años y comenzaba a dedicarme a esto tal vez lo hubiera tomado en cuenta, ahora a los 23, ya no vale la pena arrepentirse de la vida que me ha tocado llevar.- dije casi en un susurro, mientras posaba mis dedos con delicadeza sobre la fria pero suave piel de sus manos, era una sensación rara pero agradable.

-No no me ha lastimado mucho...no sentí lo duro si no lo tupido, usted entiende...me han lastimado peor, y al menos no fue un maniaco que portaba armas, ayer le cortaron el rostro a una amiga...solo me abrió un poco el labio pero...dios soy una estupida le he ensuciado de sangre sus manos lo siento tanto en verdad.-alzé el rostro y a la luz de las estrellas, se pudo ver un hilo de sangre y un manchon del mismo color escarlata cerca de la orilla de las comisuras de mis labios, habia manchado sin querer la mano del joven al sujetarle las manos, pues me habia intentado detener la hemorragia con el dorso de las manos, y ahora las yemas del joven se habian manchado de calida sangre escarlata de bruja, rebusque entre mi corset y los bolsillos de mi faldon viejo y raido algo para limpiarlo
-Lo lamento tanto...maldita sea...donde lo puse, no...no encuentro ese maldito pañuelo...nada esta bien hoy.- al termino de la ultima frase se me hizo un nudo en la garganta...pero aaaaah claro que no pensaba llorar, no quería que se sintiera manipulado por algunas lagrimillas, di un fuerte pisotón en la hojarasca...donde demonios habia metido mi pañuelo.

Sonrió de lado mientras esperaba una respuesta por parte de la pelirroja señorita. De verdad se veía lastimada, y si había algo que Loring soprtaba menos que la gente y el agua era ver mujeres lastimadas por cualquier razón. Pero su cruel naturaleza deparaba otra cosa, se dio cuenta de que había estado distraido unos momentos antes de oler la sangre que de la chica emanaba. Un punto a su favor, eso significaba que al menos había logrado poner sus ideales y principios de resistencia contra la necesidad y la tentación.
Un fuego ardió dentro de él y entonces deseó nunca haberse acercado demasiado. Escrutó los ojos de la joven en busca de algún indicio de fuerza sobrenatural que le proporcionara protección contra él.
Su mente remontó a la hora en que fue transformado, hacia todo lo posible por mantenerse con control, pero con tal cercanía resultaba un poco difícil.
Suspiró recordando la sepultura de sus padres, intentaría entabal algún tipo de conversación para distraerse como lo habí hehco hacía unos segundos.

-No se trata del arrepentimiento con el que lleve su vida madame. ¿No ha pensado en conseguir algún otro trabajo? Yo mismo estoy ófreciendo trabajo decente -pestañeó, estaba confundido por el olor de la sangre y no buscaba ofender a nadie, se sintió estúpido y avergonzado, de seguro se enojaría la señorita-. Es decir... no busco ofenderla, pero... Debe usted tener muchos más talentos, es usted muy bella....
El sentir el tacto de la mujer no fue nada tranquilizante, sentía la sangre fluir en todo el cuerpo de la creatura con solo sentir las yemas de sus dedos, quitó su vista de la joven intentando mirar el cielo y distrerse algo más, ya estaba logrando unos progresos al mantenerse pensando en distintas cosas, pero hací un tiempo no muy cercano se había alimentado, y era difícil mantener el control ante la sustancia vital y fresca.

-Debería usetd viajar con más protección en ese caso. Toda clase de creaturas habita el mundo con crueles metas por delante - "Creaturas como yo", pensó después de encontrar la ironía en la frase, pero no quería causarle daño alguna a la señorita, no lo buscaba en absoluto-. ¿Ha intentado protegerse alguna vez de ésta clase de ataques? Ante su bello rostro hasta el más cabelloros hombro es capaz de cometer crímenes. Manténgase segura por favor.

La sangre ya se encontraba en su piel, y Loring podía sentir el fluido emanando calor y calentando su piel de hielo. Supsiró muy profundamente, se dio cuenta que esa sangre se le antojaba ún más deliciosa que cualquier otra que hubiese olido en su vida. Mientras la joven buscaba su pañuelo Loring vaciló varias veces antes de llevarse la mano a los labios, si lo hacia perdería todo control mantendio con esfuerzos. Actuó rapido antes de ver lso labios de la joven desangrarse. En menos de un segundo sacó su pañuelo de la solapa del saco y se lo freció a la joven.

-Tome, utilice el mío, no es para nada un problema, adelante -dijo mientras le ofrecia el pañuelo con algo de brusquedad.

Arquié una ceja por encima de su contorno natural, cuando presenciaba algo que me intrigaba, pero la baje casi tan rapido como la subi, quizá era la conexíon de los musculos de la cara, pero me dolía mucho el golpe, y sentia que el mas leve movimiento arreciaría de nuevo el malestar, al parecer le estaba dando algo a lo que ella solia llamar " vomito verbal", no era un insulto, era mas bien como cuando alguien se pone nervioso ante la presencia de otra persona, y comienza a hablar muchas cosas intentando tranquilizarse, pero de que tenía que calmarse, por otro lado me pareció lindo de su parte el comentario hecho.

-Y usted le daría trabajo a alguien como yo mi lord...ha visto mi ropa, soy de clase baja, se burlarían de mi si me vieran entrar a una oficina o algo asi, no crea que es a lo único que me dedico, mas mi otra profesión me hace ser mas reservada y no andarlo desperdigando a los cuatro vientos, la gente aun es muy cerrada ante ciertas posturas-...si en verdad ese chico tenía algo raro, era como si evitara mi mirada, podia sentir una rara sensación proviniendo de el, era como pena, lo notaba por la forma de entornar los ojos.

-Bueno claro que se defenderme, pero aun asi soy mujer y no dejo de ser debil fisicamente, si por ejemplo me atacase, le apuesto que mis golpes solamente le harían pasar un rato divertido...pero tengo otras formas de defenderme, desafortunadamente cuando me han golpeado sucede tan derepente, que ni siquiera me da tiempo de preparar una reacción, a decir verdad no me da mucho miedo andar sola, no le doy ya demasiada importancia, han asesinado a dos de mis mejores amigas...una chica se llamaba Nicolle y amaneció degollada, se llevaron parte de sus organos, la otra Liza fue encontrada estrangulada y apuñalada...ya no hay ningun hombre que pueda asustarme, los golpes se quitan despues de un tiempo...me preocupa mas que es lo que voy a comer el dia de mañana...vivo al día mi señor, y no todas tenemos un caballero noble como usted que intente protegernos- le respondí, al menos una vez habia tenido una pareja, el era un comerciante, habia dejado de prostituirme, pero cuando se quedó sin trabajo, regresé a las calles y termine mi relación con el, lo ultimo que supe fue que habia regresado a su tierra natal escocia.Acomodé un poco el atrevido corset de mi vestido azul ( atrevido para la época), y proseguí.

-Ademàs en este lugar no tengo familia, he vivido sola toda mi vida...si muero nadie lloraría mi ausencia, al contrario seria una "desafortunada" menos que pisa las calles- si en verdad el chico parecía estar luchando contra alguien, y algo me decía que tal vez deseaba "desfogar " sus instintos de hombre asi que me aventuré a preguntar en un tono cortés de voz, que sin embargo cuidé de que no sonará a una especie de anuncio de " complazco tus fantasias a domicilio, contratame".

-[color=papayawhipMi señor, lo veo un poco distraido...acaso se siente mal, puedo ayudarlo si lo desea[/color]-cogí con cuidado el pañuelo del muchacho y lo lleve cerca de mis labios donde sequé la sangre con cuidado, la hemorragia habia disminuido y ahora solamente estaba sangrando ya muy poco, observé sus manos y le dije.-Desea que lo limpie mi señor.- termine observandolo inquisitivamente.

Una vez más un suspiro escapó de su nariz mientras regresba la mirada a la mujer y le sonreía casi forzadamente. De verdad no quería molestarla, y el comentario hecho parecía haberlo importunado todo. Cayó en la cuenta de que el tiempo pasab rapido, no sabía la hora y esperaba que faltase mucho para el amanecer, debía salir de allí antes del acontecimiento y no dejar sospechas a la joven sobre lo que era, que sin duda ya estaría un poco al descubierto. Funció el entrecejo buscando un nivel más de concentración, intentó no verse demasiado exagerado, cruzó los brazos algo exasperado. El aire era un buen elemento en el lugar, se llevaba parte del aroma,pero no todo.
-Se le llama discriminación al hecho de otorgar trabajo a cualquier persona guiándose por su género, raza, religión, estatus.... Usted sabe a lo que me refiero -ahora realmente conseguía entrar en un estado de relajación y paz suspiró aliviado-. Yo no me guio por esos aspectos, es erróneo para mis principios hacerlo. Solo busco gente con valores y astucia que pueda ser digna de emplear.Sintió una actitud inquisitiva de parte de la muejr e intentó conservar una postura más amable y sociable. Lo que menos buscaba en ese instante era que se sospechara lo peor de él.

-La actitud de valentía en una mujer es absolutamente valiosa, y admirable. No dudo que usted tenga suficiente fuerza como para defenderse, créame. Se que quizá usted recorra las calles de noche sin miedo o resentimiento alguno. Solo le pido que tenga más cuidado con su persona, cualquier pérdida de una persona como usted es muy de lamentarse, no me gustaría enterarme alguna vez de su ... deceso -rió ante el coemntario de "noble caballero"-. Solo prometame que intentará mantenerse a salvo, por su bien hágalo.Había olvidado casi por completo el tema de la sangre, más tarde, al recordarlo se sentiría orgulloso de sí mismo.

-Bien quizá no tenga familia madmoiselle, pero ya tiene un amigo -la miró mientras tomaba su mano y le sonreía, una sonrisa sin querer seductora, todas las sonrisas de Loring eran así, involuntarias.

Solo expresó un gesto negativo ante las últimas palabras de la joven.

-Conserve el pañuelo, por favor.

-Me alegra que sea de noche mi señor, por que entonces podría ver que mi cabello no es tan rojo como mis mejillas-dije bajando la mirada apenada, me estruje el encaje gastado del vestido como hacia cada vez que me apenaba o me abochornaba por alguna situacion.

-Se lo prometo mi lord...pero tambien debo advertirle que normalmente los problemas son los que me siguen a mi.- reí divertida pero enseguida reprimi la risa, pues al abrir la boca me habia dolido bastante.-Ese salvaje...tenia nudillos de acero...perdone mi pesima educación mi noble señor, me llamo Jeanette Kelly, aunque me apodan Dark Jenny, o Jeane a secas.-dije intentando sonreir muy poco como para demostrar que no estaba ya tan preocupada por el golpe.

Sentí una rara sensación de mariposas en el estomago cuando me sonrió el caballero, era una sonrisa seductora y muy picara, insinuante hasta cierto punto, volví a bajar la mirada al suelo, cuando una vez mas sentí la fría piel de sus manos aferrando las mias,cogí el pañuelo que me habia prestado y con un movimiento suave lo deslizé por la sangre con que habia manchado las yemas de sus dedos, los froté con suavidad, pero en el momento en que daba la vuelta al pañuelo para colocarlo de un lado limpio y volverlo a pasar por sus manos un escalofrío recorrió mi cuerpo,ay no...por que...por que en el momento del flirteo con mi principe de la medianoche...malditas premoniciones!, ya era tarde, un frío repentino invadió mi cuerpo, dirigí instintivamente el rostro hacia el suelo, en el momento en que mis ojos se pusieron completamente en blanco, fue como si el tiempo se detuviera para mi, muchas imagenes comenzaron a pasar por mi mente, podia ver al caballero que se encontraba conmigo, tan apuesto como se veía ahora, pero no podia ver sus facciones, unicamente sus labios, a sus pies yacía un cuerpo que no alcanzaba a divisar correctamente, brotaba sangre de los labios del muchacho, estaba herido, las visión se aproximo en un frenetico zoom hasta que pude ver un par de blancos colmillos...la visión termino y mis ojos retomarón su color esmeralda, levanté el rostro...no no era posible...o si lo era...
-No quiero ser grosera, ni se tomé a mal el comentario que haré...pero a usted le sigue la sombra de la muerte.- dije nerviosa...apesar de eso no solté las manos del muchacho, todo lo contrario, las aferre con suavidad y firmeza al mismo tiempo, como si no quisiera que se alejara de mi....

Él no pocía sonrojarse, ni pensar en al hacerlo. Una verdadera maravilla era presenciar un sonrojo de parte de alguna mujer o niño pequeño. La respuesta del cerebro humano nate un simple hecho halagador para el ser. Dio un muy pequeño paso que la señorita nunca aclanzaría a vislumbrar con sentidos comunes.
El comentario le causó cierta gracia y volvió a sonreir.

-Pues me parece que sus sonrojo sería algo digno de presenciar. Es un gesto muy lindo de parte de una mujer, acentúa su belleza -advitrió unos movimientos de parte de la chica algo extraños, seguro por alguna clase de costumbre, nervios o solamente por que sí-. Los problemas pueden resolverse, sería simple prevención para lograr evitarlos más comúnmente. Le repito, es solo cuestión de que se manetenga asalvo y alejada del "causa, efecto". Siempre y cuando sea precavida no tiene por que sufrir ningún daño.Sonrió a la mujer mientras escuchaba su nombre, nunca antes lo habí escuchado y el apodo era un juego de sonidos muy normal y bizarro a la vez.. Tomó la mano de la muejr mientras hacia una pequeña reverencia muy elegante. Él también había sido mal educado.
-Un honor conocerla y estar ante su presencia, señorita Jeanette -besó su mano intentado mantener el control de rasgarla y saborear su sangre-. Mi nombre es Loring Brandt y será un placer servirle.

Entonces not+o un comportamiento extraño en la mujer, se mantuvo inerte, mirando hacia abajo y en total silencio por varios segundos. Loring no supon de que forma reaccionar, no sabía que le sucedía. Temió que descubriera su verdadera naturaleza así que regresó unos pasos sobre sí mismo mientras observaba, mejor dicho escrutaba a Jeanette en busca de alguna seña sobre la explicación de su comportamiento. Guardó silencio también.

-No quiero ser grosera, ni se tomé a mal el comentario que haré...pero, a usted le sigue la sombra de la muerte-.

Loring alzó ambas cejas como un gesto entre soprendido y confundido. ¿Qué era una especie de gitana psíquica? ¿Una adivinadora? La miró dudando durante largos instantes meintras analizaba la situación y pensaba en una probable rerspuesta.
¿La so,bra de la muerte? ¡Por su puesto que lo seguía!, y a donde quiera que fuese. Solo deb+ia hayar una forma inteligente de responder sin negar su naturaleza, y obviamente sin darla a descubrir. Se acarició el cabello mientras meditaba.

-No puedo negar que la muerte es un hecho que a todos nos ataca. Señorita Jeanette, no veo razón obvia para que me diga esto, me gustaría saber el por que de sus conocimientos -dijo tajante y serio, pero afable a la vez.

-Loring Brandt, valla suena al nombre de alguien importante, sin lugar a dudas debe de ser un caballero muy importante y rico y respetable, y todas esas cosas a las que ya debe de estar acostumbrado a escuchar.-le respondí con un tono de voz fascinado,era de la idea de que los nombres decían mucho de las personas, y evidentemente el nombre de aquel caballero hablaba mucho de el.

Tras el comentario sobre la visión que habia tenido y que le habia dictaminado a aquel hombre, su respuesta me pareció una forma de cambiar el de tema, lo sabia perfectamente, pero tampoco podia señalarle con un dedo inquisidor y gritar como quinceañera sin fiesta " CALLATE MENTIROSO ERES UN VAMPIRO COLMILLOS LARGOS", no, en efecto no era ese tipo de locas desquiciadas, y tampoco queria que el se pusiera como loco desquiciado y sacara hasta la ultima gota de sangre de mis venas.

-Mis conocimientos estan relacionados a una palabra muy simple señor, y espero que no me denuncie o me mandarán a la horca o a los quemadores publicos...Bruja, eso es lo que soy, mi señor Brandt, y entre varios de mis poderes se encuentra el don de la premonición, puedo ver el pasado y el futuro en imagenes, avecez si me concentro lo suficiente llegan visiones a mi, avecez al entrar en contacto con una persona, si bien son acontecimientos que pueden cambiar, la mayor parte de las vecez son ciertos, he visto su rostro en mi visión, pero sus ojos estaban cubiertos por sombras, solo eran visibles sus labios, de los cuales brotaban un par de colmillos, y en el piso un bulto manchado en sangre...comprenderá por que le he dicho que la sombra de la muerte le sigue...pero no se preocupe, los vampiros no me asustan, le temo mas a los cazadores de brujas, y a que el cliente se valla sin pagar-rei de forma divertida, espero que no se moleste por haberle dicho eso,

Le sonrió divertido a Jeanette mientras escuchaba como hablaba acerca de su nombre, sí el dinero sobraba, siempre había sido así, pero ya no era una persona importante, había dejado de serlo al ser sepultado sin ceremonia alguna. La chcia tenía un aire muy positivo y divertido, parecía ser de ésas personas con las que la gente pasa buenos ratos, la gente sociable, por supuesto, Loring no siempre acudía a tratar con la gente, y menso con humanos, pero claro, había ocurrido una escepción.

-Mi nombre no es más que eso, me agrada y no he optado por cambiarlo, pero con la forma en que habla de él ya es una opción el tener uno nuevo -añadió a modo de broma mientras acariciaba su barbilla, riéndo, actividad que no repetía a menudo, casi nunca.

Una bruja, una persona ilegil en la mayoría del mundo que Loring conocía, y de hecho nunca había visto una en su vida, ni mucho menos tratado con ella. La miró enteramente, ¿siendo una bruja porqué se dedicaba a lo que se dedicaba? Decidió guardar silencio, ya había ofendido una vez a Jeanette -o eso creía él- y no vovlería a hacerlo.
Pero siendo una bruja era obvio que desde el principio sabría lo que Loring era. Se detuvo a meditar un segundo el porque de su estadía y tranquilidad, ella sabía que estaba herida y que corría aún más resgo, y no eran muy inteligentes sus palabras.
¿Su visión significaba a caso que se iba a alimentar? ¿Qué se alimentaría de ella? En esos momentos el vampiro no estaba tan sediento, y de todas formas no pensaba hacer daño a nadie, no por lo menos en dos días, en eso recordó que aún no conseguía una fuenta de alimento.
Jeantte no se inmutó al respecto, al contrario, mantuvo una actitud alegre, positiva. Loring se mantuvo pensando, quizá ella supier algo que él no sobre su futuro, o sobre él de ella.

El vampiro adaptó una actitud más seria.

-¿A qué se refiere con todo ésto madame? No debería andar por el mundo, de noche, con indiferencia sobre criaturas como yo, o con la inquisisión rondando por todos lados.

Deje cerrar mis parpados pintados con un tenue tono rosado que no se apreciaria en la noche, mientras sonreía ante el comentario hecho por Loring, me quité de mi muñeca una dona para el cabello, y sujete mi cabello en un chongo de cebolla muy apretado que amarré detras de mi cabeza, con algunos mechones sueltos, el aire golpe mi rostro libre de mi maraña de cabellos, y fue una sensacion fresca y agradable que hacia mucho tiempo no sentía, mis facciones finas y bien definidas quedaron del mismo modo visibles y mejor apreciables.

-Por eso lo hago mi señor Loring, las brujas o al menos yo, tenemos el poder suficiente para desalentar a cualquier cazador o inquisidor, conozco los secretos de la naturaleza para dominarla y respetarla, puedo crear las mas reales ilusiones ademàs de lanzar conjuros, maldiciones o preparar brebajes con distintos efectos, y tambien tengo mi don mas preciado, mis premoniciones, pero sabe lo que pasaría si las brujas usaramos ese poder para defendernos, creariamos una histeria colectiva, y seguramente mandarian al ejercito para aniquilarnos, por eso muchas de ellas prefieren dejarse morir, yo tambien lo haria, antes de revelar de todo lo que somos capaces, por eso me dedico a la prostitución.-guardo silencio un momento antes de proseguir, intentando buscar las palabras exactas.

-Nací pobre, no tengo ningun familiar vivo, si usará mis poderes para tener el dinero que quisiera la gente sospecharia que algo anda mal, ¿una mujer pobre?, ¿viviendo con lujos?, sería demasiado sospechoso para cualquiera, pensarían que soy una concubina de satanàs,por eso me dedico a algo mas acorde a mi estatus y nivel social, como le dije antes, hay muy pocas cosas que me asustan, tampoco soy una super sabia, jamas hubiera adivinado que es un vampiro si no hubiera tenido esa premonicion, vera, podria estar en una fiesta rodeada de ellos a punto de ser devorada, pero a mis ojos, usted es un humano mas...uno muy guapo por cierto, pero solo lo veo como un humano, puede haber un licantropo enfrente de mi bebiendo el te, y tambien lo vería como persona, mis visiones llegan cuando menos me lo espero...y no llevo conmigo siempre mi medallón para detectarlos, por que sería paranoico, estarlo sacando cada que conozco a alguien...me gustan las sorpresas, hoy me lleve una mala...pero se compensó, he recibido una muy agradable.-finalizé.

De la forma en que Jeanette se arreglaba el cabello hacía más visible su rostro, y Loring pudo ver que a pesar de ser una humana era atractiva. Con múltiples marcas de personalidad marcadas en ella.
Le sonrió a la pelirroja mientras intentaba recordar si la había visto antes en cualquier otro lugar.
Y meditó, mientras escuchaba a Jeanette, sobre lo difícil que sería ser una mujer de bajos ingresos y con ganas de sobrevivir. Loring no era un hombre con amplia percepción sobre las mujeres, y eso reoresentaba un problema frente a entablar una conversación con alguna.
La miró fijamente a los ojos cuando la escuchó finalizar la descripción sobre su vida, cruzó los brazos en un gesto demasiado rápido para un humano.
Nunca había conocido a uno cuya seguridad frente a un ser sobre natural fuese tan.... confiada. Bufó lentamente observando a Jeanette mientras un silensio embargama vagamente la escena, no se le ocurría mucho por decir a la mujer.

-Creo que entonces debería buscar una mejor vida. No es necesario ser normal para vivir de esa forma, y sin duda alguna todos merecen una vida plena y digna, no por ser bruja va a perder usted la oportunidad de sentrise orgullosa de tener una vida de la cual presumir. No niego sus opniniones por la vida que lleva, pero debería comenzar a pensar en entablar seriedad a su vida. ¿a pensado ya en sentar cabeza? -sus últimas palabras de verdad que se inundaban en inocencia, mera curiosidad.

Y no era algo en lo que había pensado antes en hacer. Siendo inmortal sería difícil hayar una compañera que entrara correctamente en el perfil que necesitaba.

-Creo que siendo una humana sería más fácil para usted llevar acabo ese estilo de vida tan... primordial, sí, creo que esa es la palabra primordial. ¿Cree en el matrimonio señorita Jeanette?

Se había inundado en el tema, nunca se lo había planteado así. Nunca se había imaginado casado o pretendiendo hacerlo. Y nunca se había planteado su filosofía sobre el matrimonio. De chico le decían que era obligatorio, necesario para poder sobre llevar el negocio familiar. Y nunca se le pasó por la cabeza que algún día tuivese que enfrentarse de golpe a una situación de matrimonio. Quizá lo haría una vez, con una humana, para experimentar.

Bueno ademàs de guapo me di cuenta que el jovencito en cuestión era todo un consejero vocacional, mas que molestarme o incomodarme me halago la forma en la que me lo dijo, no fue como por ejemplo cuando tenia 18 años y comenzé a prostituirme que mis amigas de la calle me dijeron " CERDA", o como cuando entré a una iglesia y el padre practicamente me realizó un exorcismo para sacarme el demonio de la lujuria y regresar al buen camino, no, Loring lo habia hecho de buena manera, y eso me hacia sentir pavoneada y espojanda como un pavoreal..solo que sin las patas flacas.

Pero su siguiente comentario respecto a sentar cabeza, no pudo hacer mas que una risilla escapara de mis labios, una risa bastante tonta, que no pude ocultar por que me habia recogido el cabello, estoy segura que mi bonita dentadura blanca quedó visible asi que me limite a decirle entre risilla y risilla.
-Mi señor Loring, jajaja perdone que se lo diga pero es que me ha causado tanta gracia...estoy segura que si hubiera tenido una madre me hubiera dicho lo mismo jajajajaja....bueno una madre a la que hubiera conocido...y que no hubiera sabido que era prostituta.-dije dandole una palmada en el brazo ( en realidad lo hice para palpar los brazos de mi encantador principe colmilludo azul).
Bueno bueno la cosa comenzaba a ponerse buena, hasta que Loring puso el dedo en la llaga, y una muy dolorosa, borré la sonrisa de mis labios al tiempo que escuchaba la palabra que era peor que una blasfemia de las mas fuertes...MATRIMONIO.

Mi semblante cambio casi inmediatamente y le respondí.-Señor Loring, debo creer en cierta ingenuidad aunque no creo que halla vampiros ingenuos, o debo creer que me esta jugando una broma con ese comentario...¿en verdad piensa que alguien se casaría con una prostituta?, sabe cuantos hombres he visto pasar por mi vida? y adivina cuando alguno me ha propuesto matrimonio con un clàsico "para alejarte de la vida que llevas"-dije sarcasticamente levantando una ceja y mirandolo a los ojos...ay si que era guapo el condenado.

Observaba preocupado el horizonte en busca de alguna señal. Había perdido ala cuenta de las horas que llevaba allí desde que la sangre de Jeanette lo había perturbado.
Carraspeó mientras postraba sus brazos´debajo de su espalda, manteniendo un gesto de educada atención, mientras cada pocos segundos miraba al horizonte temiendo el amanecer, que, de seguro, tardaría mucho más tiempo en darse conocer dejando sedientas y ardidas las preocupaciones del vampiro.
Miró a Jeanette a los ojos después de una ojeada más. Si su madre se había dedicado a lo mismo, ¿no era excusa para salir de esa vida? Sin embargo el no podía juzgar a nadie, ya conocía las razones por las que Jeanette vivía así, pero seguía sin comprender del todo su dec isión sobre esa vida.
Jeanette parecía contar con todas las virtudes para ser una buena mujer, una buena esposa, y además era muy bonita. No encontraba demasiadas formas en que el tema le pudiese causar gracia a la mujer, y aún así sonrió con simpatía, mientras sentía en su brazo el calor que Jeanette emanaba solo con una extremidad.

Frunció el entrecejo al escuchar sus últimas palabras, era válido que el tema fuese serio, pero no había tanta razón como para llegar a tal seriedad, cualquiera podía llegar al matrimonio si se lo proponía, no veía los obstáculos para Jeanette.

-No veo demasiadas razones que rectifiquen su reacción señorita Jeanette, le he dicho que cualquiera merece una vida plena y digna, no tendría que avergonzarse o enfadarse al escuchar sobre matrimonio, después de todo -agachó la cabeza para mirar mejor a Jeanette, y escrudiñó sus ojos con cuidado-, ¿es algo a lo que cualquiera puede acceder no cree?

Había algo en aquel vampiro m e causaba una gran admiración, dos cosas principalmente, la primera era que estaba ante un vampiro que se portaba como un caballero, hacia cinco años exactamente habia conocido a uno en especial, uno que me habia transformado la vida y no para bien, pero eso era simplemente ya un viejo recuerdo de mi pasado, que muy poco probablemente me volvería a pasar.

Ya no tenía miedo, no tenía miedo, ni de vampiros, ni de hombres lobos, cambiaformas, muertos vivientes, o cualquier otro engendro que se cruzara por mi camino, si moria no me preocupaba, la muerte era solo la siguiente gran aventura, asi que eso en parte me emocionaba.

Observé a Loring un momento y bajé la vista al escuchar su comentario.
Tal vez le suene tonto, pero hasta antes de cumplir los 18 años, toda mi vida, fue soñar con un principe, un hombre diferente a todos los que habia tratado, que me sacarà de la vida que llevaba, de irme de un orfanato a otro, de trabajar como sirvienta en casas acomodadas, soportando el trato inhumano...a los 18 años escapé del ultimo hogar que se ofrecío a darme adopción...y desde entonces toda perspectiva de encontrar a ese hombre se desvaneció por completo...ahora me cuesta creer que algo asi pueda ocurrir...- guardé silencio unos momentos y entonces le pregunté.

-Usted a que se dedica...la verdad es que...pensará que soy una tonta, pero nunca he tenido mucho trato con vampiros, y no creo que tengan trabajos comunes, pues la mayoría de las vecez se trabaja de noche...a no ser...a no ser que sea un homicida o algo por el estilo...¿verdad?.-dije dando un paso hacia atrás y mirandolo con desconfianza.

Quizá por su profesión el tema no era demasiado de su agrado, quizá su vida no había sido la mejor, pero entonces ya iba siendo hora de que Jeanette tuviera una nueva y mejor vida, y no era que Loring tuviese planes turbios con ella, ni que considerara su estado social demasiado bajo o deshonroso; no, el vampiro no era esa clase de gente.
Él tenía un trabajo libre, un trabajo en su casa, sin embargo ofrecérselo a Jeanette podría resultar grosero o de mal gusto, y decidió callar mientras escuchaba atentamente lo que Jeanette le decía de vuelta.

-No me suena tonto en absoluto, señorita Jeanette -bajo la mirada y envolvió las manos de Jeanette en las suyas como señal de apoyo y comprensión, Loring no quería que la mujer se sintiese sola o abandonada jamás-. Todas las personas tienen aspiraciones y sueños, ¿no? -el nunca se habí prguntado realmente sus "sueños", tenía metas claras, sí, pero... ¿sueños?- Lo que usted aspira no debería en absoluto avergonzarla o reprimirla.

Rió en corto mientras escuchaba la palabra "homicida", Por supuesto que era un homicida, un asesino en serie. No podís decirle eso a Jeanette, daría una mala impesión. Palmeó ligeramente su hombro mientras sonreía con vehemencia.

-No la voy a matar señorita Jeanette, no es lo que busco en absoluto.

-Eso es un alivio mi lord, por que cuando tenía 18 años, sufrí...digamos un ...encuentro no muy agradable con un vampiro...y se alimento de mi...aunque estaba segura que terminaría asesinandome...claro que en esa epoca como ahora, no me preocupaba mucho morir...lo decía por si queria alimentarme de mi y dejarme muerta, al menos que por favor me hiciera el favor de despedirse de unas cuantas personas, cuidar mis plantas, y regalarle a Hecuba mi gato, a una querida amiga que es invidente y una gran cantante...- dije sonriendo, y tomando la mano del vampiro entre las mias, me apene por lo que habia hecho por que en realidad ni siquiera sabia por que habia respondido de aquel forma, asi que la solté tan rapido como la habia tomado, antes de decirle en tono de burla.

-Como verá tengo mejor planeada mi muerte que mi vida jajaja-dije riendo, observé la luna unos momentos, a mis oidos llegó el inconfundible aullido de un lobo...o sería quizá algun hombre lobo, la verdad es que no tenía mucho interes de averiguarlo, menos estando en compañia de un vampiro asi que le sugerí a Loring.

-Que te parece si caminamos por aquí, hay un claro muy bonito cerca, y un pequeño arroyo de aguas que nunca se enturbian, suelo visitar estos lugares amenudo...me acompañaria mi señor-dije mirandole fijamente a los ojos.