Puños, sangre y cacería |Privado

por **Coralie** Mar Ago 30, 2016 10:15 pm

Actualidad || Raza: Demonio menor || Lugar: Calles de París ||

Viernes por la noche y unos cuantos amigos de España han venido de visita aprovechando el fin de semana. Nos encontramos en el aeropuerto pasado el mediodía, una parada rápida en el hotel para deshacernos de sus estorbosas valijas y, después, rebotamos de un lado a otro de la ciudad, curioseando bares, pubs y fruterías ¿Fruterías? Sí, fruterías, corre el rumor que una en particular, en el centro de la ciudad, puede resultarnos especialmente interesante.

Damos con ella en el quinto intento, cuando ya es de noche. La puerta de atención al público está cerrada, los reflectores apagados, parece muerta, pero no por ello es menos concurrida. Un enjambre de personitas inquietas acapara la entrada trasera y el interior que ha sido reacondicionado para la nueva función del establecimiento. Cajones y mostradores están amontonados contra las paredes ofreciendo un amplio espacio libre en el centro, los espectadores actúan más o menos igual, amontonándose en los laterales de modo que con sus cuerpecitos forman una suerte de cuadrilátero donde~ Un par de gañanes intenta destrozarse a base de golpes de puño, o quizás sería a golpes de sus uñas acrílicas, aunque no les resultare tan fácil como esas imbéciles creían.

por **Haniel** Mar Ago 30, 2016 10:23 pm

De España había llegado a visitar a algunos amigos y amigas que había hecho cuando estuve pise este inmundo lugar hace millones de años, pero nadie me preparo, no realmente si sabía que cuando salía con todos ellos habría pelea quizás por eso siempre quedamos en vernos en lugares diferentes cada año. Mi adversario de esta vez es un tipo robusto, de brazos y piernas enormes pero pesado, muy pesado. Tras el grito que anuncia el inicio del combate, se deshace en intentos de alcanzarme azotando sus puños en el aire cuando yo ni siquiera debo esforzarme para evitarlos y responder mancillando sus costados con fuertes patadas en las que no incluyo ni una décima parte de mi fuerza. Había que decir que el era un simple y indefenso mortal

— Hey —con una mano sostengo el móvil pegado a mi oreja derecha, con la otra cubro la izquierda y alzo considerablemente la voz intentando obstruir un poco el escándalo de las voces excitadas, vítores y abucheos que retumban dentro del galpón— No llegaré para cenar, no me esperes —uno de los organizadores se acerca, toca mi hombro y me llama al ring, mi oponente está listo y espera por su ración de violencia— Pero estaré ahí para dormir —no cambio una noche con mi hermano por una con mis amigos, machaquen a quien machaquen, pero no tengo tiempo, apuro las palabras dado que, si no respondo en la pelea, no solo se quedarán con mi dinero, también me descalificarán— Nos vemos —dejo el móvil en manos de Andrew, un antiguo compañero de Judo que dobla mi peso sin alcanzar mi altura, y me escabullo entre la gente para terminar de encontrarme con mi oponente.

por **Leήeth D'Aramitz** Mar Ago 30, 2016 10:32 pm

Los espectadores gritan, alientan, humillan según lo que ven y van haciéndose a un lado conforme los golpes y empujones desplazan a todos los que habían decidido participar en aquella contienda. El enorme cuerpo de aquel hombre contra una mujer, ¿una mujer? Que al parecer esta acorralada entre todos ellos entre cajones de fruta, cuando escucho a mis espaldas una palabra, un tono de voz familiar, distorsionado pero presente, y el proceso mental se dispara de inmediato; Joder, yo los conocía a todos ellos, incluso al hombre que recién llega.

Apenas volteo un segundo, por impulso, queriendo ver si Andrew (quien grita mi nombre queriendo alertarme) entre la multitud, pero no lo veo, se ha ido y por impulso o necedad trato de esconderme entre la gente para evitar que ese grupo de demonios me reconozca. Saco el móvil para hacer una llamada a mi amigo pero el ruido no me deja escuchar bien lo que dice, se oye todo entrecortado mientras avanzo entre la muchedumbre para salir ilesa de ahí, sabía que si todo ese grupo infernal estaba nadie saldría vivo, incluyéndome, un segundo, tal vez dos darían de ventaja, pero no haría

Otro grito anuncia su victoria pero, el enorme sujeto no acepta que una mujer le haya ganado necio como una mula, el tipo continúa presumiendo su fuerza de orangután, acabaría mal, todo acabaría mal. Lo veía venir

por **Thanatos & Ariadne** Mar Ago 30, 2016 10:39 pm

Demonio — Rango Mayor

Frunce el ceño cuando, después de haber sido ignorado cuanto mensaje le ha dejado en la casilla de voz más los que le ha enviado como texto, Al final aquella maldita al fin se digna a tomar el móvil y responder a su llamada. "¿Dónde estás?", "¿Por qué no contestabas?", "¿Qué sucede?", todas esas son preguntas que no hará, porque no encontrarán respuesta. Simplemente guarda silencio, tamborileando los dedos sobre el escritorio donde descansa el libro de estudios de turno, con la mirada perdida en el rincón oscuro de la sala donde la lamparita no alcanza a iluminar. Incluso cuando escucha la voz del otro lado, sigue manteniendo el silencio.

No está disponible, no está haciendo cosas buenas y, por sobre todo, está ocultando lo que sea que está haciendo. Esto último es el único tema que le preocupa.

Mientras escucha sus palabras, la atención se dispone en el ruido que recibe del ambiente que rodea a su hermana. Al parecer, es una muchedumbre y sus vítores que se alzan de pronto, como quienes reaccionan a cierto evento que puede ser un concierto o una bailarina nocturna, y es que son sólo voces masculinas. Luego recibe pistas más certeras, cuando puede distinguir las palabras que se elevan: "¡Acábalo!", "¡Duro con él!" y, sobre todo, maldiciones y humillaciones. Ella está en una pelea callejera. No ha notado que se ha despedido, pues sigue atento a lo que oye de trasfondo, muy molesto, al punto de comenzar a hervir todo el lugar.

por **Lilia D'Aramitz** Mar Ago 30, 2016 10:47 pm

Raza: Humana (la única del grupo)

Encontré a Leny asustada tratando de salir de aquel grupo, al principio pensé que era una especie de venta callejera de esa que solían hacer en mi natal tierra américa, los fines de semana pero por la expresión en el rostro de mi amiga no parecía ello, dudaba si acercarme o no pero al verla tan pálida de lejos no tuve opción que hacerlo ante todo mi deber como enfermera del hospital central. Corrí a donde estaba todo el tumulto de gente tomándola del hombro para que se calme, pero ella aun estaba desconcertada mirando a un grupo de personas que estaban al otro extremo; gracias a mi estatura no puedo divisar mucho realmente pero solo alcanzo a ver unos cabellos rubios, de un hombre. Ella me toma de la mano trata de jalarme de ahí, no la entiendo hace unos minutos estaba bien cuando salimos del trabajo me acerco a ella susurrándole –Tranquila todo está bien, solo es una, al parecer comunicación de puños entre dos hombres– ella niega y me empuja a que salgamos del tumulto.

Sigo sin comprender hasta que su voz suena helada y con mucho miedo “Ellos no son hombres contra hombres, es hombres contra un grupo de mujeres y un hombre, aunque estoy segura que pronto vendrá el otro y eso es lo que temo, que todos los cinco estén reunidos hoy, debemos irnos” sus palabras me dieron curiosidad y quizás sea una cabeza fantasiosa, pero lo que ella me ha dicho solo hace que me entre ganas de observar y calcular las infinitas posibilidades de aquella pelea, porque a mi parecer era imposible que una mujer le ganara a semejantes hombres. Por ello a fuerzas me agarre de su chaqueta negra mirándole –Si nos quedamos de lejos estará bien verdad, no sé porque les temes pero, yo quiero ver esto, por favor, sabes que no veo mucho de esto por el trabajo solo veo los resultados finales– No se si por mi suplica, mi carita de inocencia pero acepto, aunque de mala gana y de un lugar que casi no podía ver mucho.

por **Renata O. D´Souza** Mar Ago 30, 2016 10:56 pm

Ahí estábamos Mark y yo, observando como recién llegados de viaje nos atendían, Lie era siempre astuta para darnos un buen entretenimiento, aunque Niel no se quedaba atrás a la hora de atacar ¿y yo?, bueno atrapada en el brazo de Mark, aunque se veía de manera contraria, sonriendo a los estúpidos humanos que creen que pueden contra un grupo de demonios, y eso que nos falta el bello Thany. Con ayuda de Mark, avanzo hasta una esquina donde apoyo la espalda evitando que vea a aquella nigromante que conocimos hace meses atrás, sonrío al ver que ella nos huye, hace bien.

Miro a Niel que respira con dificultad, un gran engaño, aunque los recipientes que tenemos son frágiles igual no los cuidamos tan bien, ya que hay más repuestos y más hermosos cada vez —te cuesta respirar— pregunto abrazando más a Mark que solo sonríe con complacencia, es un maldito cabrón pero aun así es un maravilloso demonio, tan cruel como cualquiera de nosotros. Me acerco a Niel y miro cada sitio donde impactaron los nudillos del gorila con quien se enfrentó, ya se inflamó y, si bien es práctico a la hora de detener la hemorragia que cubre la mitad de su rostro partiendo de su ceja, arriba, y mi labio — Joder, tanto tuviste que dejar que te golpee para que no sea tan disparejo, eres una estúpida con un chasquido hubieras terminado rápido esa pelea, se ve que tu eres de esas aburrida, o será por tu hermano Niel — me relamo los labios pensando en aquel demonio mayor, esperando que llegue

por **Maika Morozkova** Mar Ago 30, 2016 11:21 pm

— Joder —maldigo mientras como algo de maní que compre, estoy partiéndome de la risa al ver lo estropeada que quedo nuestra pequeña HaniHani, aunque ella trata de asestarme un golpe no se lo permiten, esta furiosa por los golpes recibido y la pelea en si, CoraCora solo nos mira enojada con su actitud de “se los dije” pero ya nos conoce ella, tantos años vagando y sabe bien que si nos retan a una pelea lo haremos de la manera más sencilla para todos, aunque Ren no está de acuerdo con ello, ni ella ni Mark.

— Que dirá Thanatos cuando te vea, pago por ver eso —no tarda en ofrecerme aquel dedo que siempre expone cuando no quiere oír nada, pero ella sabe que lo que digo es cierto, seguro que el jefe nos pondrá a todos en cintura, aunque por la expresión de Ren seguro lo está esperando. Ruedo los ojos y trato de desviar la mirada pero en eso dos mujeres me llaman la atención, dos mujeres y al parecer una de ellas es conocida nuestra. Codeo a Mark indicándole la dirección — Oye esa no es la nigro que te maldijo y te envió de nuevo a casa — me río por ello y al ver que Mark gira su cabeza para ver a la mujer todo furioso, una furia pasional está ahí

— Esto se pondrá divertido —resoplo una risa sardónica a lo que Mark responde con un empujón, un reclamo que me desestabiliza bastante. Aunque presiento más que pronto llegará el jefe así que lo que queramos hacer era mejor hacerlo en ese momento o de lo contrario estaríamos de las cabezas agarrados.

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