I wish I could follow the wonders of love [privado]

por **Elisha Gilmerië** Vie Sep 09, 2016 7:33 pm

I wish I could follow the wonders of love

Caminos largos son los que se hacen cortos al cerrar los ojos.

Su vida había dado un cambio drástico desde que descubrió su embarazo y fue obligada a dejar su hijo en el orfanato sin tener la oportunidad siquiera de haberlo visto en sus brazos. Sabía que su padre estaba decepcionado con ella, pero igualmente estaba a punto de casarse. Lo bueno es que todavía no ha roto el compromiso con Alaric, eso le daba un tiempo al menos para solucionar las cosas y que no lo rompiera de verdad.
- Ya queda poco – Dijo observando a través de la ventana de su habitación – Queda poco para verle – Dijo con ganas de verle una vez más entre sus brazos. Su padre le dijo que no contara nada. Que no contara lo de su embarazo, pero para cuando estuvieran algún día juntos de seguro vería la cicatriz de su cesaría en su estómago. ¿Qué diría? ¿Qué fue atacada? Vamos, era un sitio clave. Tenía además arrugas y no quería desnudarse a pesar de haber pasado un mes en cama tras el parto. No, ahora no. La verdad quería pasar todo el tiempo del mundo junto a Alaric, quererle, hacer las cosas bien, permitirse el hecho de ser madre de nuevo pero esta vez con Alaric a su lado, siendo su esposo, siendo una sola persona a su lado.

Era gracioso que dijera para si misma este tipo de cosas cuando al principio no le cuadraba bien estar al lado de Alaric o porque en realidad había sido idea de sus padres hace tiempo. Todo pasó como desconocidos hasta que saltaron las chispas y después en aquella sala, atrapados, una cosa llevo a la otra y se arrepintieron pero no lo hicieron arrepentidos. Se amaban y ella seguía amándole desesperadamente y quería hacerse viejita a su lado, ver sus hijos crecer alrededor, cumpleaños, lloros de sus hijos….pero cuando el mundo te da la espalda la luz solo es oscuridad envuelta en más oscuridad y la luz apenas es visible en el camino de la vida.

Durante el trayecto tuvieron un pequeño accidente. Elisha portaba un elegante bastón en la mano derecha pero que también era un sable de acero letal para vampiros y licántropos. Propiamente era mejor que dejara la aventura para cuando se recuperase al cien por cien. Anda que, presentarse así después de nueve meses ante al amor de su vida. Se estaba poniendo nerviosa y no sabía que vestido escoger para su reencuentro.

¿El amarillo y morado de la primera vez o el purpura?

- Esto es más difícil que escoger tu propio sable…-suspira indecisa.

por **Raoul Bowlby** Mar Dic 20, 2016 10:45 pm

¿Cuánto tiempo había pasado alejado de la mujer que sentía el amor de su vida? Sabía que varios meses, los que de alguna manera se sintieron como toda una vida. Nadie le había dicho al Bowlby lo ocurrido con Elisha, ella solo desapareció días después de una catastrófica y maravillosa noche encerrados de manera accidental en el museo. Respecto a él, que buscaba con insistencia respuestas sobre lo ocurrido con su amada, recibió como respuesta la prohibición de verla, buscarla y hasta preguntar por ella; todo con la excusa de que su prometida pasaba por una situación complicada y no quería verlo por algún tiempo. Claro que Raoul no creyó nada. Él conocía a la perfección a aquella mujer con la que iba a pasar el resto de su vida, aún así, hizo todo lo que se le pidió, esperando que al encontrarse nuevamente con Elisha, todas las dudas sobre lo ocurrido fueran aclaradas por ella en persona. Y el día, llegaba finalmente.

Con ilusión, Raoul observaba el elegante carruaje que su familia falsa estaba preparando para el viaje hasta la residencia Gilmerië. Era extraño pensar en ir nuevamente a aquella mansión, en especial después de todo lo que Elisha y él habían atravesado. Un compromiso por mera conveniencia que se transformó lentamente en un amor puro y sincero; tanta era de hecho la confianza de uno en el otro, que Elisha era la única persona fuera del circulo de los Bowlby que conocía la verdadera historia de Raoul. Era la única en la que él confiaba realmente.

La ansiedad y la desesperación que atacaban a Raoul desaparecieron en el momento que una de las sirvientas de la mansión tocó en su habitación, con el fin de hacerle saber al heredero de los Bowlby que la hora llegaba y que el viaje a la mansión Gilmerië estaba por comenzar. Ataviado entonces en un traje elegante de color azul oscuro, se apresuro a salir de su habitación, bajar los escalones hasta la primer planta de la mansión y encaminarse, sin aguardar a quienes fingían ser sus padres hasta el carruaje, donde espero pacientemente porque los Bowlby subieran y el vehículo se pusiera en marcha. Necesitaba ver a Elisha, tenerla en sus brazos y preguntarle tantas cosas que ni siquiera sabría por donde es que iba a empezar.

por **Elisha Gilmerië** Jue Dic 29, 2016 6:19 pm

I wish I could follow the wonders of love

Elisha estaba de los nervios. La ira de su padre había menguado hacia Bowlby. Algo era y en una conversación anterior le confeso su padre que a veces se arrepentía de haber dado su hijo al convento para que lo cuidaran después del nacimiento pero que tenía que verlo desde su punto de vista. Ella era aún joven, no le prohibiría de seguir viendo a Bowlby pero quería que conociera a mucha más gente, a muchos más chicos. Aquello último le molesto demasiado.

Su corazón ya estaba entregado a Raoul Bowlby y sin embargo, ella misma iría a por su hijo junto con su esposo, Raoul Bowlby, casarse en secreto si hacía falta. Formaría una familia pobre, le daba igual, pero siempre con Bowlby. Tan empecinada estaba con sus pensamientos que no se dio cuenta que su padre se había ido del estudio, quedándose ella con la bata de seda azul antes de vestirse.

- señorita – dijo una de las doncellas, Elisha rápidamente reacciono y se cayó al suelo tras no haber apoyado bien el bastón sobre el suelo. Se levantó con ayuda y enseguida fue a vestirse con un vestido morado y ribetes celestes en el borde. Su cabello estaba suelto, recogido a media altura con un listón morado a juego con el vestido.

- Y no quiero perder naaadaaa…-Soltó un verso de una canción que creo desde el corazón, pensando risueña en su amado con el que se encontraría cara a cara después de haberse ido sin previo aviso, estaba realmente nerviosa, no sabría cómo actuar, sí, pero era difícil cuando el fruto de ambos ha sido dado en adopción al convento, que jamás podrán verlo a su lado, era descorazonador, lloraría por el resto de su vida sino lo rescataba de su destino de servidumbre, ¿este era el servicio que tenían que darle a Dios? No era nada justo. Si eso era así, no querría seguir atendiendo a órdenes provenientes de Dios, quería seguir su propio credo, pero en sus manos estaba la salvación de su hijo que por el momento, tenía que dejar de pensar en él y centrarse en cómo comunicar a Raoul lo sucedido sin que este se alterase tampoco. Madre mía. Estaba en una encrucijada. Primero su padre y ahora este.

Mejor decir las cosas poco a poco.

-Señorita…-dijo una doncella – el carruaje de los Bowlby ya han llegado…

Y como rayo tronante en una tormenta, Elisha fue con bastón en mano corriendo hacia la entrada, a la espera de ver por fin después de tanto tiempo a Raoul, su amado y futuro esposo o al menos con la persona que deseaba desposarse.

por **Raoul Bowlby** Vie Ene 27, 2017 12:13 am

La paciencia no era su fuerte, lo sabía con antelación pero lo confirmaba en aquellos momentos donde no podía estarse tranquilo al saber que pronto vería a Elisha. Con desesperación, Raoul miraba por la ventanilla del carruaje. Veía como pasaban por varias calles, sin acercarse aún a la residencia de los Gilmerië, motivo por el cual comenzó a mover el pie con insistencia, perturbando con ello la calma.
– Podrías calmarte, llegaremos pronto – la voz de la mujer que fingía ser su madre fue acompañada de la mano que sujeto con calma y hasta cariño la pierna de Raoul.
– Lo siento – sonrió antes de mirarla y cambiar segundos después al rostro divertido del hombre que le había metido en toda aquella situación en primer lugar – Estoy nervioso…. – se encogió de hombros – No sé que esperar – confesó con temor.
– Vamos muchacho, Elisha te adora, lo ha hecho desde el momento en que puso sus ojos en ti, así que nada de nerviosismo o pensamientos negativos, de hecho, mejor deberías estar pensando en como se sentirá tenerla en tus brazos nuevamente – y tras aquellas palabras las orejas de Bowlby se encendieron, mostrando así la vergüenza que experimentaba al pensar en eso, pero sirviendo a la vez para liberar algo de tensión pues después, los tres integrantes de la familia se echaron a reír.

La despreocupada charla que tuvo con la pareja que simulaban ser sus padres, esos que de hecho le trataban como si verdaderamente fuera su hijo, relajo tanto a Raoul que no fue sino hasta que se encontraron en el enorme jardín de la residencia Gilmerië que se percató de que llegaban a su destino. Apenas bajaba del carruaje, los ojos del joven recorrían cada una de las ventanas de la residencia, en busca del angelical rostro de la mujer de su vida. La decepción llegó cuando sus ojos fueron incapaces de encontrarla o al menos en las ventanas de la residencia, pues cuando sus orbes fueron a la entrada de la mansión, la descubrió. Caminando ayudada por un bastón, Elisha le observaba. Usaba un vestido morado que no hacía más que resaltar su belleza y turbar a Raoul, que se quedó pasmado observándola hasta que su madre le dio un ligero empujón.

Aquella muestra de apoyo por parte de los suyos fue lo que necesito para salir corriendo sin pensar en nada más. La sonrisa en su rostro se ampliaba con cada paso que daba y lo acercaba a su amada.
– Eli… – la llamó por aquel apodo apenas sus manos la sujetaron para así poder acercarla a él. Al tenerla más cerca, Raoul la abrazó, constatando así que no estaba soñando y que esa hermosa muchacha estaba finalmente en sus brazos una vez más.

por **Elisha Gilmerië** Dom Ene 29, 2017 8:13 pm

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¿Cómo era esto posible?

Al final ya estaban juntos.

Toda la espera habría merecido la pena para este momento. Se mantuvo tan cerca de Raoul que su bastón cayó al suelo de piedra bajo sus pies. Sus brazos alejaron un poco a Raoul de ella para poder ver finalmente su rostro, queriendo ver más su rostro y acariciarlo, sentir que no estaba en un sueño, le beso la mejilla, su sien, su frente y finalmente se detuvo en sus labios, besándolo con ganas absorbiendo cada ápice de amor en su interior que hubiera sustituido la ausencia de la presencia de Raoul. Tenía tantas cosas que contarle pero ahora por el momento se ocuparía de pensar en el presente con él, a su lado.

- Raoul….- dijo su nombre como si de un sueño se tratase – He….he soñado este momento….-Y sin poder contenerse rompió a llorar y a volver a abrazarlo, pero un tirón desde su rodilla hasta su cadera indago que le hizo gemir de dolor, encorvándose hasta caer en el suelo junto a su bastón. Rápidamente los sirvientes se acercaron a Elisha pero esta puso una mano para que se detuvieran, alcanzó el bastón y lentamente se fue levantando del suelo.

Las doncellas le sacudieron el vestido de la suciedad – Lo siento…que situación más embarazosa –Dijo con un leve rubor en sus mejillas – Creo….que, tengo cosas que contarte y….- Tomo su mano, entrelazando sus dedos con los de ella y tiró de Raoul hacia el interior de la mansión donde esperaban su madre y su padre.

-Ven, vamos adentro….-Entonces vio a los padres –adoptivos- de Raoul a los que enseguida se acercó separándose de Raoul para poder ofrecerles un poco de afecto – Buenos días, Sr y Sra Bowlby –Dijo abrazando a cada uno – Lamento que me vean así, mi padre y yo fuimos de viaje y….tuvimos un pequeño accidente – Dijo volviendo al lado de Raoul a lo que se acercó a su oído para susurrarle - Tengo que hablar contigo…. - Y con una sonrisa interpretó a una muchacha que habría susurrado algo picante a su amado – Vamos, mis padres esperan adentro – dijo sonriente, entrando en la mansión con bastón en mano.

por **Raoul Bowlby** Jue Abr 20, 2017 10:12 pm

No quería apartarse ni un centímetro de ella, por eso fue que hizo una mueca cuando las manos suaves y pequeñas de Elisha le empujaban. Los ojos de ambos enamorados se encontraron y Raoul no evitó sonreír de manera boba. Estaban juntos una vez más y no era un sueño, era la realidad. Su amada le beso la mejilla, detalle que lo hizo sonrojarse. Los labios de Elisha sobre su piel enviaban ligeras descargas por todo su cuerpo, siendo el último beso, ese que fue en sus labios el que hizo que el Bowlby rodeara la cintura de la Gilmerië en un gesto posesivo. Si antes no deseo soltarla, ahora que volvía a probar sus labios pensaba hacerlo mucho menos, además, nada le garantizaba que no fuera ella a desaparecer una vez más y de suceder eso, el heredero de los Bowlby estaba seguro de que enloquecería.

– No has sido la única que soñaba con este momento – le sonrió con cariño – Eli, no sabes lo mucho que te he echado de menos – antes de que ambos jóvenes pudieran acercarse nuevamente, Elisha gritó y cayó al suelo ante la mirada atónita de Raoul, que prontamente se ofreció a ayudarla – ¿Te encuentras bien? ¿Te has lastimado? – la preocupación en su voz era evidente – Eli, no te disculpes que no hiciste nada malo. Un accidente lo tiene cualquiera así que no te preocupes por eso, mejor responde lo que te he preguntado – las dudas comenzaban a aparecer en la mente del muchacho que hasta ese momento observaba con detenimiento el bastón – Ambos tenemos mucho que contar – susurró a su prometida antes de que sus padres llegaran hasta ellos.

Después de que los saludos de rigor se llevasen a cabo, Raoul asintió a las palabras de su prometida, a quien ayudo a andar dentro de la mansión. El muchacho quería llegar hasta donde se hallaban sus futuros suegros pronto, después, planeaba desaparecer con Elisha y ponerse al corriente de todo lo acontecido.

por **Elisha Gilmerië** Dom Abr 30, 2017 12:27 pm

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Habiéndose ambos de nuevo visto las caras, Elisha hizo entrar a Raoul con rapidez en una sala vacía de la mansión después de que los padres de la misma saludaran a Bowlby. Estando sola con Raoul sonrió y yendo con el bastón hacia su amado esta le abrazo nuevamente como si no hubiera un mañana.

- Si, hay bastantes cosas de las que hablar – Dijo repentinamente tras separarse tan solo para mirarle a los ojos, pero aun abrazaba a su amado por la cintura - …ehm…-suspiró, no sabía por dónde empezar – Y-yo…no sé por dónde empezar –Dijo con unos ojos cristalinos, dispuestos a derramar lágrimas del miedo que tenía a la reacción de Bowlby. Comenzó por separarse del lado de su amado, había un sofá, un diván en el que fue a sentarse. Mucho a su pesar las ideas y las palabras venían a su mente y enseguida se encontraba con prisas temiendo a que su tiempo a solas se malgastase rápido.

-Cuando pasó aquello en el museo y que conste que no me arrepiento, Dios o el destino mismo interpuso un bien común para los dos. Semanas después….-Elisha estaba nerviosa, dejó el bastón a un lado y siguió retorciéndose las manos- Yo…no sé cómo pasó…bueno sí, pero cuando lo supe quise ocultarlo como fuese, que nadie lo descubriera, pero mi madre para una fiesta comenzó a vestirme porque me había dormido para un brunch…y me descubrió…-se lamio los labios, sintiéndolos resecos de los nervios – Raoul, es…estaba embarazada….de nuestro…hijo o hija… - Se quedó un rato en silencio, mirando al frente, a la nada, queriendo volver a hablar pero no pudo más y rompió a llorar, cubriéndose con ambas manos su rostro por lo culpable que se sentía en ese mismo instante.

-¿Raoul? –Estaba a mitad de su dialogo pero quería saber que era lo que pensaba Raoul de todo esto – dime algo por favor….-Dijo con congoja en las palabras, se intuía la reacción de Bowlby por lo que hizo el esfuerzo de levantarse sin el bastón, pero su rodilla volvió a fallarla, pero pudo agarrarse a una superficie que había cerca de ella. Poco a poco fue moviéndose por cada apoyo que veía – Raoul….-susurro su nombre, queriendo que no se enfadara con ella.

por **Raoul Bowlby** Miér Mayo 24, 2017 10:19 pm

Era el hombre más feliz de la tierra únicamente con saberse cerca de Elisha una vez más. Raoul, deseaba con fiereza no separarse de aquella muchacha que tan fácilmente le robó el corazón, aunque claro, también deseaba saber ¿Qué fue lo que motivo en su separación?, ¿Estaba ella realmente bien?, entre muchas otras preguntas que se arremolinaban en su mente pero que no eran pronunciadas, después de todo, ella le había pedido privacidad para hablar sobre todo lo acontecido.

Respetando los deseos de su amada Elisha, Raoul camino a su lado hasta el salón donde sus futuros suegros los recibieron. Con propiedad, el falso Bowlby saludo a los padres de su amada, observando al hacerlo, como el padre de Elisha le miraba con dureza, algo que no podía explicarse en esos instantes porque en su mente, nunca hizo nada malo, únicamente había amado a la Gilmerië.

Las familias de ambos jóvenes entablaron una charla bastante relajada y cordial, siendo eso lo que probablemente llevó a su prometida a arrastrarlo lejos de ellos. Con calma, Raoul siguió los pasos de su amada Elisha hasta una habitación no muy lejos del salón principal donde se encontraban sus padres y una vez que la puerta tras ellos se cerró, ambos fueron a los brazos del otro.
– Te he extrañado tanto – susurró a su amada antes de que se alejara. Con extrañeza, Raoul la miro fijamente, notando como el temor y la duda la asaltaban – Comienza por donde te sientas más cómoda y si te es difícil contarme algo ahora, quiero que sepas que esperare hasta que estés lista para hacerlo – ya que lo último que deseaba era forzarla a algo que no quisiera.

Su hermosa prometida se dirigió con dificultad hasta un sofá, mismo en el que tomaba asiento, mientras que él, la contemplaba aun de pie.
– Tranquila, nada malo va a pasar – sonrió entonces, tratando de darle valor a su amada.

Al inicio del relato de Elisha, Raoul no pudo más que sonreír al recordar su apasionada noche en el museo, esa que había sido una de las últimas que pasara a su lado.
– Yo tampoco me arrepiento. ¿Es eso lo que te preocupa? – preguntó antes de que la historia de su amada prosiguiera tomando lentamente un rumbo que el Bowlby no había esperado en lo absoluto. En un principio no creyó haber comprendido correctamente lo que ella trataba de decirle, sin embargo, fueron las lagrimas que empezaron a fluir de los ojos de la muchacha las que cayeron como agua fría sobre su cuerpo. ¡ELISHA HABÍA ESTADO EMBARAZADA!.

Por un periodo de tiempo que para alguien que confesaba tal cosa debía parecer una eternidad, Raoul se quedó sin moverse y sin palabras. Lo que la Gimerië le confesaba era tan intenso e inesperado, que su mente aún trataba de darle sentido a todo, aun así, fueron las suplicas de su amada que se acercaba lentamente a él lo que lo hicieron reaccionar.
– Mi querida Eli – de un par de zancadas llegó hasta ella y rodeándole con sus brazos, la pegó a su cuerpo – Cuéntame más, no guardes esto para ti sola.

por **Elisha Gilmerië** Mar Mayo 30, 2017 7:09 pm

I wish I could follow the wonders of love

Elisha rompió a llorar en los brazos de su amado Bowlby en los que quería morir cuando fuese ancianita rodeada de sus nietos, pero concentrándose en el presente, Elisha observó los ojos de Raoul, esta gimoteaba buscando la calma y no habló hasta que por fin pudo controlarse.

– Aquel día en el museo hubo consecuencias y a los meses mi madre que me ayudaba a cambiarme de traje me vio, vio que estaba en estado y me llevaron a un convento cerca de Italia en donde me quede con mi madre, siendo visitada por mi padre algunas veces…-Elisha abrazo a Raoul contra su pecho, quería tenerlo cerca de su persona – y cuando nació…nuestro bebé me lo arrebataron de las manos y no sé qué fue de nuestro bebé Raoul – Elisha se apartó un poco para poder observar la mirada o la reacción de su amado – poco después nos vinimos aquí y tuvimos un accidente en el que me dañé un poco la rodilla – Acabó su relato con un poco de firmeza, situándose en el lugar de donde entró, justo en el diván miró a Raoul.

El silencio entre amantes era evidentemente incómodo, pero no quería perderlo por mucho que el destino ahora lo mismo querría apartarlo de ella – comprenderé si no quieres seguir conmigo Raoul – dijo Elisha angustiada por lo que dijo, aunque en realidad no había sido culpa suya, sus padres no le dieron otra opción y le alejaron de Raoul quien podía haberse ocupado perfectamente de ello, el bulto para entonces no se notaba tanto y podrían haber contraído nupcias, pero sinceramente nada era peor que tomarlo todo de manera exagerada.

Entonces, Elisha podría intuir lo que podría pasar a continuación. Raoul se iría furioso y la dejaría sola como se merece pero el futuro era tan incierto a veces que las mismas suposiciones que los humanos hacen diariamente es completamente inciertas en su mayoría – O…podríamos ir en busca de nuestro hijo – Se levantó para caminar de nuevo hacia Raoul – convertirme en tu esposa Raoul y tú sabes que conozco quien eres en realidad – le tomo del rostro con dulzura, dejando caer el pesado bastón de madera – pero eso no me importa en absoluto Raoul….-suspira – Si pudiera pedir un milagro ahora, sería estar a tu lado pasara lo que pasara…No puedo imaginarme una vida sin ti, Raoul…

por **Raoul Bowlby** Sáb Jun 24, 2017 2:57 pm

Con firmeza pero con un inmenso cariño, Raoul rodeaba el frágil y delicado cuerpo de su amada Elisha, ese que ahora descubría, amaba un más, todo por el simple hecho de que había estado embarazada y no se necesitaba ser un genio para que él estuviera completamente seguro de que el estado de Elisha se debiera a su apasionada noche en el museo.

Si bien él deseaba no alejarse ni un ápice de ella, apenas le pidió que no se guardara todo para ella cuando la Gimerië se alejó de él para proseguir con el relato de su travesía. Raoul se mostraba atento a cada una de las palabras que salían de los labios de su amada Elisha, que casi de inmediato, corroboro la idea del Bowlby sobre que todo había ocurrido la noche del museo, la noche de su compromiso oficial. Con pesar y dolo escucho todo lo que su amada debió atravesar. Primero la alejaron de su hogar y de él, después, una vez que el hijo de ambos nació se lo arrebataron de las manos, creyendo sus padres que volver a la vida común, como si nada pasara era lo mejor para su hija y para todos. Finalmente, en el regreso a casa, la familia había sufrido el accidente que obligaba a Elisha a usar bastón para poder sostenerse.

Observando a su amada andar en dirección al diván, Raoul trataba de asimilar todo lo acontecido, pensando al mismo tiempo, como es que debían proceder ahora como pareja. Un suspiro salió de los labios del Bowlby antes de sonreír con cierta tristeza a la Gimerië.
– No seas ridícula Eli, por supuesto que quiero seguir contigo. Eres el amor de mi vida y – se encogió de hombros – quizás han pasado cosas que no debieron pero encontraremos la forma de solucionar todo y salir adelante juntos – porque estaba decidido a ser feliz y hacer feliz a Elisha.

Los ojos de Bowlby se posaron fijamente sobre los de la Gimerië, que haciendo acopio de toda su fuerza se dirigía a él y a su siempre peculiar manera, le demostraba cuanto lo amaba. Las manos de Raoul fueron a sujetar las de su prometida, todo para llevarlas hasta sus labios y besarlas una y otra vez.
– Estaremos juntos para siempre Eli, de eso no debes dudar – le sonrió – y claro que iremos a buscar a nuestro hijo, pero antes, tenemos que casarnos, de esa manera nada ni nadie podrá volver a separarnos. Después de nuestra boda París entero puede enterarse de quien soy realmente y no me importara porque estarás a mi lado – y lo decía de corazón, porque dentro de él existía la certeza que una vez que estuvieran casados, nada podría detenerlos de amarse a pesar de sus diferencias y juntos, serian capaces de encontrar a su hijo.

por **Elisha Gilmerië** Vie Jun 30, 2017 8:32 pm

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- Claro que estaré a tu lado – Sonrió a su amado Bowlby a los ojos - ¿Recuerdas cuando nos conocimos? Yo creo que estaba en el invernadero haciendo algo y tu viniste a ¿socorrerme? – Rio por como sonaba, tan empalagoso, tan repentino que algo en aquel momento sintió que tenía que estar al lado de Raoul y que era su destino – Mi padre pondrá el grito en el cielo pero poco me importa –acabo besando a Raoul en los labios mientras le rodeaba con los brazos alrededor de su cuello, acercando más y más su cuerpo al de Raoul - ¿Te has vuelto más fuerte? – Dijo Elisha al notar un poco más de masa corporal en los abdominales de Raoul al que enseguida comenzó abrazar por la cintura, continuando sosteniéndose en él.

Su estado con la rodilla no es que fuera del todo mala, pero en realidad de momento tenía que tener apoyo. Probablemente dentro de unas semanas no necesitaría el bastón y entonces correría o iría por una alfombra de color blanco yendo directamente hacia el altar para contraer matrimonio con Raoul – Eres demasiado bueno conmigo y con lo que te hice pasar….-le miro a los ojos durante un rato largo – Toda mi ausencia durante estos meses sin tener noticia de mi…-bajó su rostro a sintiéndose avergonzada por lo que hizo en esos meses. De hecho, no le permitieron mandar noticias de ningún tipo ya que toda carta pasaba por su madre o alguien de confianza de aquel convento.

Si quería escribir, podía dirigir sus cartas a su padre pero no hacia Raoul y en un intento de mandar una carta a Raoul, su padre se la intercepto enseguida sin ni siquiera salir del convento en la que estaba encerrada – Y te pido perdón por todo ello…debí de haber intentado disimular mejor mis cartas que intentaba mandarte….pero mi padre intercepto la primera que intenté mandarte Raoul –Dijo nuevamente con la voz temblorosa – Madre mía, perdóname por no poder controlar la solidez de mi voz – Elisha iba a decir algo más, pero una doncella llamo a la puerta un par de veces, pero después la puerta se abrió de par en par enseñando a quien Elisha aún conservaba su odio.

Su padre.

- Elisha….- Máni Gilmerië observaba a la pareja, pero no haría ningún drama en presencia de más gente – Raoul – Vio como su padre asentía a modo de saludo hacia Bowlby, sobre todo por educación, pero podía notar la tensión que había en la sala cuando su padre miraba a Raoul, pero Elisha pareció darse cuenta, por lo que se puso delante de Raoul, protegiéndole de la mirada llena de molestia y furia de su padre.

- Enseguida vamos padre – Dijo Elisha con firmeza y sin apartar la mirada de su padre – Ahora les vemos en el comedor – y cuando dijo aquello, volvieron a dejarlos a solas en aquella habitación. Elisha entonces se giró hacia Raoul y le sonrío – Te sientas a mi lado. No vaya a ser que mi padre se le ocurra alguna otra genial idea para destrozarnos ahora la vida. En cuanto me recupere de la rodilla desapareceré y estaré más que orgullosa de llevar tu apellido, un apellido que lo llevaré bien orgullosa hasta el día en que me muera….y con nosotros nuestra niña – Sonrió al final después de aquello discurso, moviendo la cabeza de manera nerviosa para terminar acurrucándose en el pecho de Raoul y abrazándolo con todas sus fuerzas – Si, es una niña Raoul…- Susurró sobre la curvatura del cuello de Raoul posando un sonoro beso sobre aquella tostada piel.

por **Raoul Bowlby** Vie Ago 25, 2017 12:52 am

Se le escapó una carcajada al recordar su primer encuentro con Elisha, ese que había sido tan accidentado y poco romántico, pero que aún así, había sido el inicio de su historia de amor.
– Recuerdo muy bien ese día – chasqueo la lengua – Como siempre, te estabas metiendo en problemas y debí acudir a tu rescate – comentó un tanto burlón – y no me importa lo que diga tu padre, una vez que estemos casados él ya no podrá hacer nada para separarnos – las manos de Raoul se aferraron más al cuerpo de su prometida, quien lo beso antes de preguntar si se había vuelto más fuerte – Pues al parecer – se encogió de hombros – la verdad no estoy del todo seguro ya que yo me veo igual pero todos dicen que ahora si soy todo un hombre – tras decir eso, levantó ambas cejas de manera sugerente.

La alegría se desvanecía apenas y tocaban el tema de la ausencia de Elisha. Y era precisamente Elisha la que parecía estar más afectada al respecto.
– Eli, ser bueno es algo que debe serse con alguien que se ama – sonrió – y aunque no te lo negare, fue difícil permanecer todos estos meses sin noticias tuyas, sin verte… yo sabía que tarde o temprano regresarías a mi y te lo aseguro, te habría esperado cien años de ser necesario – escuchar como la voz le temblaba mientras trataba de explicar el motivo por el que nunca pudo enviarle una carta, lo hizo rodearle una vez más y abrazarla fuerte contra su cuerpo – No tienes que darme explicaciones, no te estoy pidiendo ninguna amor – se separó apenas lo suficiente como para besarle la mejilla y después los labios – que estés aquí es lo único que necesito – la pareja continuaba abrazada cuando la puerta se abrió solo para que ante ellos pareciera el hombre que los separó, el padre de Elisha.

Sin poder ocultar su alegría, Bowlby sonrió al ver como su prometida se ponía entre su “amado” suegro y él. Ver a su amada tan decidida a enfrentarse a su padre también le hizo actuar, así que mientras ella le aseguraba que pronto estarían en el comedor, Raoul le abrazo por la espalda, mirando fijamente al hombre que había llevado a su amada al mundo.

Una vez que se quedaron nuevamente a solas, Raoul no fue capaz de evitar soltar una carcajada.
– Me sentaré donde tu quieras y más vale que te recuperes pronto que ya quiero decirle a todos que eres mi esposa – y entonces, una nueva bomba le cayo encima. Con la alegría de quien se sabe padre de una hermosa nena, Bowlby levantó a Elisha unos centímetros del suelo y busco sus labios para besarla – Soy el hombre más feliz del mundo y todo gracias a ti.

por **Elisha Gilmerië** Mar Ago 29, 2017 9:27 pm

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Aquel tema tedioso y triste había pasado a un segundo plano en cuanto Raoul la levanto unos centímetros del suelo lo cual le hizo sonreír de par en par. Cuando bajó al suelo, abrazaba con intensidad a Raoul, pero la doncella los volvió a llamar para que pasaran al comedor y enseguida Elisha cogió su bastón para ir hacia el comedor junto con Raoul a su lado.

“Elisha Bowlby”

Era en lo único que podía pensar en aquel mismo instante mientras se dirigía al comedor sujetada por su bastón y acompañada de su amado Bowlby, pasaban hacia el comedor por uno de los pasillos más adornados de la casa, entraron en una sala en la que estaban los supuestos padres de Raoul y también sus supuestos padres. En menudo juego estaban. Se daba cuenta de lo mucho que tenía en común con Raoul, aunque sus padres hubieran tenido aquel terrible accidente nocturno con el carruaje, Raoul se había quedado huérfano como a ella también la recogieron de aguas inglesas dentro de una canasta. La única pista que tenía era una marca de nacimiento en forma de hoja de Lys y nada más que pudiera decirle de sus padres biológicos.

Elisha enseguida observó el rostro de su padre. Era serio y parecía intensamente incómodo al verla al lado de Bowlby, pero quería tener todas las de ganar por lo que se disculpó unos instantes – Enseguida vuelvo Raoul – Dijo con tranquilidad y le besó en la mejilla para después irse a la habitación de al lado, su antigua habitación de pintura y en un cofrecito pequeño que había debajo de la ventana sacó un saco de tela marrón con las letras de Raoul y ella inscritas en la tela. Volvió al comedor con lentitud a causa del bastón y estaban hablando entre todos, Elisha ya se disponía a sentarse cuando su padre quiso proponer un brindis.

-Bueno, nada más quería darles las gracias a todos por venir y que celebremos este día en familia….como debe de ser – Dijo el anfitrión de la casa. Elisha lo miró con incredulidad pero de igual modo se sentó en la mesa y cogió su copa para beber en el brindis – Vamos Raoul, siéntate. Tengo algo que darte… - dijo con una tonalidad normal y firme pero cuando llegaba a las últimas sílabas, Elisha fijo su mirada en Raoul como si fuera importante de que le prestase atención, aquellas ultimas silabas salieron siseadas, por lo que solo quería que él la escuchase, iba a dárselas cuando la noticia que dio su padre después de la introducción la dejó atónita - ……y esa niña que encontramos cerca de un convento en Verona – Su padre y ella finalmente habían comenzado una enemistad – Ha sido otorgada a una buena familia donde podrá gozar de una buena y bonita vida – Y ajenos de todo, todos aplaudían hasta los mayordomos, alegrándose por esa niña que había encontrado una familia, pero no podía evitar sentirse identificada con dicha infante, de que esa niña de la que relató su padre, pudiera en realidad ser su propia hija y que ya no la podría volver a tener en su vida ni Raoul tampoco.

por **Raoul Bowlby** Miér Oct 25, 2017 12:08 am

Detestaba ser molestado en momentos tan valiosos y hermosos como los que estaba pasando en ese instante. Raoul no solo estaba una vez más al lado de la mujer a la que amaba, sino que además, se enteraba de que era padre. ¿Podía ser más feliz? Sabía que lo sería cuando encontraran a su pequeña hija, sin embargo, la felicidad que experimentaba en ese instante le era suficiente de momento.
– Que molestos que son todos – bufó antes de bajar a Elisha y volver a besar sus labios – Después de la comida tendremos que buscar la manera de fugarnos una vez más – y dicho eso, se encaminaron ambos al comedor donde las familias de ambos los aguardaban.

Aparentemente no existía nada fuera de lo común, todos sonreían y charlaban plácidamente en el comedor cuando la feliz pareja llego, sin embargo, Raoul pudo sentir la mirada cargada de odio que el hombre que sería su suegro le dedicaba, mirada que al Bowlby le tenía sin cuidado, ya que no importaba que tanto deseara aquel hombre que él se alejara de Elisha, eso no ocurriría nunca… a menos claro que acabaran por matarle pero hasta para lograr aquello tendrían que enfrentarse a él. Por Elisha y por su pequeña, Raoul estaba dispuesto a cualquier cosa.
– Anda con cuidado… – respondió a su prometida, que con paso lento se salió del comedor.

Durante los minutos en los que Elisha estuvo ausente, Raoul no prestó atención a nada más a su alrededor y de hecho no se percato sino hasta que ella apareció, de que había estado conteniendo la respiración a ratos.
–¿Todo bien? – preguntó una vez que ambos estuvieron en sus asientos. Una sonrisa apareció en sus labios – ¿Qué vas a darme? – interrogó curioso, sin embargo, antes de que el regalo llegara a sus manos, su futuro suegro dio una notica que lo dejo helado. Aquel hombre parecía estar hablando sin remordimiento alguno de la manera en que se había deshecho de su propia nieta y lo peor, era que todos los invitados a la cena estaban felices de saber que aquel buen hombre le encontraba un hogar a una niña desamparada. AQUEL HOMBRE ERA UN MONSTRUO.

La mano de Raoul se aferró a la de Elisha en busca de fuerza, ya que de otra manera sentía que terminaría por levantarse para iniciar una pelea con el padre de su prometida.
– Habla de nuestra hija…. ¿Verdad? – preguntó a la Gilmerië, esperando que le dijera que no… aunque en el fondo sabía que ella no le daría la respuesta que deseaba.

por **Elisha Gilmerië** Dom Oct 29, 2017 7:19 pm

Elisha solamente le respondió con una mirada seca y sin llena de emoción alguna, como si entonces le estuviera afirmando la pregunta que Raoul, el hombre que ella amaba le había formulado. Era verdad que su padre era un capullo sin escrúpulos, pero estaba segura de que algún día se vengaría de él, por ello, le paso a Bowlby la bolsita que antes había cogido en la otra habitación, la abrió y le enseño un colgante en forma de óvalo, en donde en su interior, este contenía matalobos, en otras palabras, acónito. El cual le haría daño, un daño severo a su padre del cual sabia su otra forma de ser.

No había momento en el que le diera eso, por lo que tendría que esperar al momento más oportuno. No decía nada porque sabía que la iba a escuchar, pero entonces le dijo que – Si – refiriéndose a lo que contaba aquel que era su padre. La niña de la que hablaba era su hija de la que ahora no sabrían en donde estaba, tardarían demasiado tiempo en encontrarla, podría estar en alguna parte cerca de Verona. Elisha miro a los ojos de su madre y esta le negó, le negó para que se estuviera quieta y no hiciera nada estúpido. Su madre le entendía perfectamente a pesar de que no fue el momento idóneo para poder tener un bebe antes del matrimonio. Su madre sabía el problema en no poder tener hijos, su madre entonces comprendía a ambos jóvenes de su dolor en estos momentos.

- Querido, me alegro por esa niña – La señora Gilmerië sonreía - ¿Y dónde se encuentra esa niña? Espero que esa familia de la que hablas estuviera cerca del convento…

- No del todo, querida esposa mía – El Sr Gilmerië dio un trago a su copa – a estas horas del mediodía, estará ya en manos de una buena familia italiana, me ocupe de que fueran buenas personas.

- Como siempre querido, siempre buscas bondad en donde sea… - Con una sonrisa, miraba a su esposo, vio que este finalmente se sentaba al lado de la señora Gilmerië, dejando su copa en la mesa, fue entonces cuando Elisha miró a su madre, esta le devolvió fugazmente la mirada y tocaba la copa de su esposo, haciendo que coqueteaba con él. Entonces Elisha, mirando a Raoul, le señalo la copa de su padre, le daba el óvalo con el acónito dentro para que se lo metiera, esperando a que entendiera sus señas.

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