El llamado || Libre

por **Dante Jarosław** Vie Sep 30, 2016 10:26 pm

Un sonido estruendoso recorre todo aquel lugar lleno de viejas cazas y destrozos de lo que algún día fueron pequeñas villas solo que ahora con pintas rojas; Paris se ha vuelto más un campo de batalla que una ciudad de disfrute; el estruendo continua pero ahora se vuelve más insoportable con aullidos a la luna cubierta por nubes, el sonido de cuerdas sujetando carne, lacerándola, las cadenas azotadas con vehemencia en busca de la libertad que con gritos tratan de evitárselo a la pobre criatura que no para de sangrar. Un tiro más y todo el ruido cesa, el grupo está cansado pero aún tiene fuerzas para la encomienda solicitada y por la cual han recibido buena paga.

Ha matado a una de aquellas bestias, pero sabe que no andaba solo y igual que el cazador que tiene a su equipo replegado por todo ese lugar, sabe que no debe fiarse y por ello con cautela se dirige al cuerpo caído para revisar que este efectivamente muerte, a lo que el viento comienza a jugarle una mala pasada cargándose de una niebla tan espesa que le imposibilita ver a un metro de distancia, así sus armas le van siendo inútiles y tendrá que confiar más en su instinto.

Al menos esperaba salir vivo de aquella fiesta, o contar con la ayuda de alguien más, porque su equipo estaba en otros perímetros.

por **Lilith O'Hara** Vie Oct 28, 2016 10:22 pm

Salgo una vez más a caminar en busca de Stefano. Desde el día en que me reencontré con el en la playa que no volví a verlo después de aquel trago amargo que pasamos y por el cual terminé huyendo.

Después de caminar por la playa en la que lo dejé la última vez decidí ir a otros lugares cercanos, pero no encontré nada más que extraños regresando a sus casas porque hoy la noche se les había adelantado.

Esta vez iré mas lejos.

El vampiro con el cual había estado viviendo durante casi un año estaría muy molesto de verme salir así, sola y más por la noche, es algo que está rotundamente prohibido... pero como siempre no deseo seguir ordener, de todas formas Lucciano sigue de viaje por lo cual, no tenía porque enterarse.

Me adentro a una pequeña aldea abandonada, o al menos eso parece porque el silencio abunda por todo el lugar y las casas humildes parecen estar muy bien cerradas. ¿Que clase de seres habitarían por aquí como para que todo el mundo saliera huyendo o no quisiera salir de su hogar?

-Ya he recorrido la ciudad entera... -susurré al no encontrar ni un solo rastro de Stefano y darme cuenta que muy pronto ni la luz de la luna sería suficiente para transpasar el cobertor de la noche.

Decidí regresar por el mismo camino por el cual había llegado, me tomaría más de una hora estar en la mansión después de todo lo que había recorrido y mis pies ya se sentían algo cansados. Me quite los zapatos y me senté en una banca de madera cercana, lucía quebrada por la mitad como si alguien o algo pesado hubiera chocado contra ella pero no le presté importancia, seguro ya tenía así desde hace mucho tiempo.

Mientras sobo mis pies escucho un ligero ruido que me saca de mis pensamientos cansados, no estaba sola en aquella Villa abandonada. Como siempre mi curiosidad puede más que mi precaución y sigo el sonido... al girar en una esquina me encuentro con una sombra gigante volteada de espalda y escondiéndose entre los arbustos vigilando a un hombre armado, este a su vez parecia estar revisando el cuerpo de otra bestia sin percatarse de ninguna otra precencia.

El hombre se veía muy lejano como para poder advertirle del monstruo que lo estaba acechando y mientras tanto este ya estaba preparado para atacarlo.

En algún momento Lucciano mencionó que todos los hombres lobo le tenían cierto respeto y algunos hasta a su servicio estaban, naturalmente no eran amigos y uno que otro le causaba problemas pero en general tenía algunos "tratos" con ellos como para no preocuparse. Al saber todo esto supuse que al querer sobreprotegerme en todo momento ya les había hablado de mí para que no me tocasen o le avisaran en donde me encontraba si me veían en una de mis múltiples escapadas, así que decidí jugar mi suerte.

Sin pensarlo dos veces le lancé mi par de zapatos al lobo en el mismo momento en que este se abalanzaba sobre el hombre, inmediatamente volví a girarme para esconderme detrás de la pared de una de aquellas casitas abandonadas. Evité respirar para no crear ni el más mínimo sonido, pero la bestia había sido mas rápida.

Mi espalda terminó contra el suelo y mi cabeza giraba debido al fuerte golpe de la caida. Asustada y casi paralizada lidié con el aliento canino sobre mi rostro sin saber que hacer, pero el hombre lobo de manera molesta tan solo se limitó a olfatearme como si estuviera conteniendo sus ganas de descurtizarme.

por **Dante Jarosław** Dom Oct 30, 2016 6:40 pm

En aquel momento el cazador había previsto sus flancos, pero por la adrenalina del momento no había asegurado uno, dejando su espalda descubierta en campo abierto, al resto de edificaciones que ahí estaban ahí.

Aquella persona una risotada y el ambiente comenzó a cambiar de pronto, la niebla subía hasta la cintura, eso no era normal –Entonces eres una bruja ¿verdad? interesante– suelta cuando de la nada un gruñido gutural se deja oír tras su espalda justo entre uno de los árboles y una cada abandonada.

Suelta una enorme carcajada que a los cuervos levanta en vuelo –¿Qué demonios hace una mujer como tú, aquí y en estas condiciones?– extiende la mano para ayudar a la mujer pero antes que la tome se la quita apuntándole con el arma –A menos que tengas que ver con toda eso de allá atrás, en cuyo caso debería pregunta ¿Qué eres? Y no me mientras primor que no me importaría llenar ese bello cuerpo de balas– sonríe sin bajar el arma de la mira de la mujer.

por **Lilith O'Hara** Jue Nov 10, 2016 6:48 pm

El miedo me tenía aprisionada, sus garras y colmillos furiosos me paralizaban, pero también sabía la razón por la cual aquella bestia todavía no me asesinaba.

-Déjanos ir y no diré ni una sola pala... -El eco de un gran estallido se escuchó y repentinamente mi piel descubierta se pintó de un rojo espeso. -No.... no NO ¡NO! -susurre y poco a poco el tono de mi voz fue aumentando hasta los gritos desesperados.

Agité el cuerpo para evitar que cerrara los ojos mientras iba regresando a su forma natural... era inútil.

Con mucha fuerza en mis brazos empujé el cuerpo, tenía que poder salir debajo del ahora cadáver pelinegro. Me sentí preocupada, sabía que si me relacionaban con la muerte de un licántropo atraería muchos problemas hasta Lucciano.

-Bah! -me quejé quitándome la sangre de encima. -¿Como puedes reírte de esto? -le reclame ante sus carcajadas pero aún con la intención de tomar su mano para levantarme, pero el hombre alcanzó a retirarla antes de que siquiera pudiera rosarla. Me sentí aún más indignada. -¡¿PERO CUAL ES TU MALDITO PROBLEMA?! -grité respondiendo a sus amenazas al mismo tiempo en que me pongo de pie.

Entendía el peligro de la situación y no era la primera vez que un ser inmortal moría frente a mis ojos pero, ¿matar a tantos hombre lobo? Ellos no atacaban a menos de que los provocaran. Además, ¿Porque el hombre me estaba amenazando con un arma?

-Por si no te diste cuenta ACABO DE SALVARTE LA VIDA. ¿Que más da lo que soy? -como siempre mis emociones dominaron más que mi medición al peligro y no me importó dar pasos largos hacia él y hacia su revolver. Extendí mi mano y muy confiada de mis acciones pero mas que nada enojada por su actitud tan sanguinaria empujé a un lado su arma. -No tienes idea de lo que acabas de hacer... -aprete los dientes. -Ahora no pararán hasta que te vean muerto, pero tu lo único en lo que piensas es en matar sin pensar en las consecuencias ¿No es cierto? -Lo observé aún en guardia con su mano en el cuchillo preparado para defenderse de cualquier ataque. -Hm, claro... -reí sarcásticamente. -Seguramente si no eres un inquisidor igual matas a criaturas por gusto lo cual no te hace diferente a ellos y en ese caso... no sabes cómo me arrepiento de haberte salvado.

por **Dante Jarosław** Miér Nov 30, 2016 9:39 pm

La actitud de la mujer solo provocó en el hombre una risotada, pues no era la primera que le mostraba los dientes de aquella manera, más ante sus ojos parecía solo un cachorro enfurecido por alguna razón que él no conocía; bajó su arma enfundándola nuevamente hasta el punto de quedar frente a la mujer a la que le tomó el mentón para que le viera a los ojos.

Como cazador experimentado que era, y más que nada un perfecto imbécil que podía reconocer en los ojos de las personas sus intenciones, llámenle habilidad, poder, intuición o como sea, la cuestión era que en la mujer encontraba algo que no era inocencia ni culpabilidad pero si había un rastro de lo último, como si se culpara por algo. Dejó el rostro de la “niña” dándole la espalda soltando carcajadas por las palabras o berrinche, pues eso era para él lo que ella hacía –No seas tan estúpida niña, si vuelves a hacer eso terminaras con balas, y no serán las mías sino de otras, necesito mis municiones para el ataque– se acerca a los cadáveres de sus amigos caídos buscando entres su cosas más de aquellas balas de plata que le costaron tanto conseguir en la armería –Por lo visto tu si tienes idea y eso solo confirma mi sospecha, tú te relaciones con esa clase de seres y eso es muy sospechoso, quizás solo seas su puta con la cual aparearese– le mira sobre el hombro acuclillado con sus manos entre los cadáveres

Desvía la mirad para seguir a otro de los cuerpos –¿Alguien te dijo que me salvarás? No, además no me confundas con esos pringados sotaneros putos de la inquisición– escupe a un lado maldiciendo a aquellos engendros del infierno a los que tanto odia –Además prefiero matar que morir, y no te equivoques niña– sonríe poniéndose de pie con todas sus armas y municiones encima, listo para seguir buscando a quien les puso aquella trampa –Prefiero matar que me maten, además si ese lobo me hubiera atacado ¿crees que hubiera salido con vida? JA, tengo experiencia en acabar con seres así, y si tienes miedo por algún novio tuyo, entonces deberías decirles que se cuide de sus amistades, pues a nosotros nos contratan para limpiar estorbos o deshacernos de la basura, no mato por gusto, solo porque me han pagado por ello pero parece que esto es más que una simple paga, a lo mejor fue tu novio quien nos contrató para matarnos ya que muchos lobos odian a gente como yo, pero no me importa porque me los llevaría al infierno para allá seguir matándonos – ríe mirando a la niña –Es mejor que regreses a casa o de lo contrario terminarás muerta, pues es una bruja la que está aquí con esos lobos y tengo una idea de quién puede ser quien está detrás de todo esto y no te gustará saberlo– chasquea la lengua pero en sus ojos hay una gran muestra de diversión por todo lo ocurrido..

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