Una noche de copas, balas y golpes que puede terminar en la cama de un… … HOSPITAL {Xavier}

por **Margot Loudières** Dom Oct 09, 2016 8:47 pm

Tiempo actual | Octubre 2016 | Salem
Raza: Bruja | Edad: 201 años, 24 | 23:47 horas

La música es estridente ahogando gemidos, gritos y palabras que terminan en besos apasionados, las luces neones intermitentes permiten visualizar destellos de lo que realmente sucede alrededor de Margot y su acompañante en aquel lugar que insista a las pasiones. Los cuerpos junto a ellos se contonean de formas lasivas, a su derecha la joven pelirroja de largos cabellos es tocada por el chico de ojos azules que le acompaña, las manos de él la deboran al pasar por sus exuberantes pechos y ella parece no soportar más, no son los únicos que se dejan llevar por aquella "misteriosa magia" del otro lado hay un chico de ojos verdes y cabello negro, juraría de no ser por qué aún están vestidos que se mueven cual estuvieran follando t apuesta lo que sea a que eso dos terminaran en el callejón trasero follando como conejos.

La mano en su desnuda espalda pegándola al hombre con el que baila la desconcierta regresándola a la realidad –Al fondo en el privado de arriba de lado izquierdo – señala a un grupo de mujeres de mediana edad, todas hermosas, exuberantes, atractivas y total y completamente peligrosas. Margot ha hecho una jugada estratégica, ha llevado al cazador a la boca del lobo, aquellas son un aquellare de nigromantes, ex brujas prodita, entre toda las más peligrosas de las variantes.

Desde que le conoció en el incendio, la relación de ambos a evolucionado favorablemente, han saldo en distintas ocasiones, la confianza entre ambos se ha hecho más amplia, todo sería perfecto de no ser porque Margot le ha mentido desde un principio al no ser una humana común y corriente, no ser una cazadora y ser lo que el más odia. Una bruja.

por **Xavier D'Aramitz** Lun Oct 31, 2016 11:00 pm

¿Cuánto llevaba conociendo a aquella mujer?, el hombre se preguntaba a la par que sus manos paseaban por la curvatura de aquel cuerpo fino y peligroso; desde que se conocieron las cosas habían salido, diferentes, casi creyendo que podrían ser siempre así cargados de adrenalina pura, y esa fue la razón por la cual él sin temor habló de mas incluso llegando a invitarle a ser parte de su hermandad mafiosa porque comenzó a confiar en ella ciegamente como nunca antes lo había hecho en algún ser humano, que poco conocía a las mujeres y más a aquella rubia tan peligrosa como endiabladamente mortal para él.

El susurro de su voz solo es el eco apagado de lo que sus ojos visualizan, aquel grupo de mujeres que estaban en la lista como “próximos funerales”, era la hora pero sus manos no se despegaban de aquella espalda incluso atrayéndola más a su cuerpo, la tomó por las caderas volteándola, pegando la espalda de ella a su pecho para de esta manera acerca sinuosamente su rostro al oído de ella, la música era ensordecedora, poco dejaba entre gritos y él no quería eso.

—Dime, ¿cómo lo hacemos esta noche, eh?, tu arriba y yo abajo o mejor entro por la puerta y tú por la ventana, Margot—

Susurra bajando sus manos por los muslos de ella para volver a subirlos al ritmo de la música soltando una sonrisa ladina.

Ahí estaban, las mujeres que tenían que tomar las largas vacaciones, sin retorno, eran cinco pero solo estaban cuatro así que faltaba una y esa, ella sería el problema. Las había estudiado a detalle sabía cada cosa de cada una de ellas, pero siempre había el factor sorpresa y por eso, por esa razón era que la rubia estaba ahí, porque se había vuelto una parte indispensable para él.

por **Margot Loudières** Lun Nov 07, 2016 10:04 am

Tiempo actual | Octubre 2016 | Salem
Raza: Bruja | Edad: 201 años, 24 | 23:47 horas

¿Había estado jugando limpio?, por más que ella quería creerlo y trataba de convencerse de ello sabía que era una cruel y vil mentirosa. Lo que había hecho las últimas semanas había sido deliberadamente con alevosía y ventaja y en por primera vez podía reírse en la cara de aquellos patéticos mata brujas ¿Qué hacia? ¿Acaso sentía remordimiento? ¿Acaso se estaba arrepintiendo? Podía ser que fuera el simple hecho de que desde que se conocieron las cosas habían salido demasiado bien entre ambos, diferentes, había demasiado química entre ambos, se acoplaban demasiado bien, no necesitaban gran cosa para comprender y continuar, y asi, en tampoco tiempo había logrado lo que ella necesitaba: ser invitada a formar parte de esa maldita hermandad caza brujas que había acabado con tantas hermanas suyas, y por hermanas se refería abrujas.

–Me gusta “arriba” pero también “abajo” cada uno tiene lo suyo, y si vas a preguntarme que prefiero, lo prefiero por enfrente– habla lo suficientemente alto pegada al cuerpo masculino para que la escucha, gira poniéndose de frente él, mete una pierna entre las de él y contoneándose como una lesiva víbora –Aunque por atrás también es divertido– giro su cuerpo pegando el trasero a la entrepierna del cazador dejando que la tomara de la cadera y ambos cuerpos se frotaran –Tiene un toque de sorpresa, así es más divertido… y lamento decirte que no hay ni puertas ni ventanas, Xavier – ella ríe acalorada, demasiado acalorada. Está jugando con fuego, con un fuego que no tiene ni idea de cómo controlar, pero ya pensara en ello en el momento que lo requiera.

Ahora el punto es que debe regresar a la realidad del momento y apegarse al plan. El punto es que el ataque y ellas lo lastimen lo suficiente como para que ella lo salve y termine de obtener total y completamente su confianza y comience a sonsacar información adecuada para dar un lindo y práctico golpe de estado, el problema es que no contaba con aquella loca atracción que sentía por él, tan loca, atalante y mágica como nunca la a sentido.

por **Xavier D'Aramitz** Miér Nov 30, 2016 10:16 pm

Calor, un calor de éxtasis era lo que estaba sintiendo y aun así deseo sentirlo más entre ambos cuerpos, sus manos devoraban el cuerpo esculpido de aquella endemoniada mujer que lo traiga de las nalgas a él, si, debía admitirlo, ella era la primera mujer que le ponía su maldito mundo de cabeza en todo sentido pero nunca se lo diría pues ante todo él era un hombre y por lo tanto debía tener las riendas de todo, aunque era esas riendas lo que quería ponerle durante una noche a aquella mujer.

Se mordió el labio al ver como el cuerpo de la chica se contorneaba contra el de él invitándole a olvidar en qué lugar y misión se encontraban para llevársela a los lavabos y ahí mismo hacerle sentir todo aquello que a ella al parecer “gustaba”. Esbozó una sonrisa cómplice cuando sus manos subieron a la altura de los senos de ella, no eran tan grandes a los que estaba acostumbrados pero eran una delicia para sus dedos.

—Vaya vaya, las sorpresas son buenas cuando se las saben dar, sobre todo si lo saben usar y dar—

Cuanto dobles sentido podía usar él en sus palabras. La volteo para que le mire acercando sus labios a los de ella solo para pasarlos y acercarse a su oído

—Entonces será mejor penetrar en aquella madriguera de conejo de una manera violenta y salvaje para que griten de placer al sentir nuestras manos en sus cuerpos, y nuestros alientos en sus nucas hasta que termine el clímax de la música—

Se aleja tomando la pierna de la mujer y dejándola sobre su cadera pegando más sus partes íntimas.

—¿O es que acaso mi compañera tiene otra idea de cómo hacerles gritar? Yo prefiero lo violento, pero si quieres intentar tú el penetrar yo no me niego a ello pues al final te penetraré para ayudarte a que llegues y alcances mi rango en el grupo, señorita escudera—

Se burla un poco mirándole el escote de la chica perdiendo su mirada entre aquel canal sugerente.

por **Margot Loudières** Lun Dic 12, 2016 9:25 am

Tiempo actual | Octubre 2016 | Salem
Raza: Bruja | Edad: 201 años, 24 | 23:47 horas

Dos cuerpos que se complementas, manos ajenas que se amoldan al cuerpo femenino, el cual lo tiene prisionero. La desea, es mas que claro, la respiración de ella se vuelve violenta y la música no ayuda –Xavier con este vestido parezco puta– susurra pero ya es tarde. Por dios que mas daba, porque negarse aquello que ambos deseaban, algo que estaba claro quye ya había tardado tanto en suceder. Ella también lo desea, busca su mirada y él la mira y baja acariciando la pálida piel hasta llegar al escote. Toma de la nunca haciendo que la mire –¿Me quieres hacer gritar?– Lo mira mordiéndose los labios, pasa su lengua por estos mismos al momento que el la pega mas y mas, toma la pretina del pantalón y jala haciendo que ambos cuerpos se peguen moviéndose como un reflejo. El corazón le palpita, su respiración es pesada, pero ya no hay vuelta atrás, le mira con cierta malicia en la mirada. Separa los labios, pasándose la lengua por estos a milímetros de los de él, dejándolos húmedos e hinchados y aferrándose al borde del pantalón sigue el ritmo de la música bajando pegada a su torso, suspirando, mas y mas abaja pero sin tocarlo hasta llegar a la entrepierna pasando la punta de la lengua a milímetros de la entrepierna de su compañero. –¿Te gustan las sorpresas?– pregunta moviendo los labios mirando que el esta muy atento a lo que ella hace.

Si continua haciendo eso arruinara el plan. Comienza a subir sin dejar la sensualidad a un lado, se acerca a los labios de él –Mi idea es…– susurra dejando un ligero rose de sus carnosos labios contra los de él –Que nos pongamos a trabajar o esas nos van a matar– le frota los pechos dejando que sienta cuand duros le ha puesto los pezones, lo toma de la nuca y jalándolo susurra –Yo voy de frente y tu me cubres– acarisia con su lengua el lóbulo.

Como si no hubieran coqueteado toda la noche y omitiendo que ella está igual de caliente que puta en celo, se aleja de él dejándolo en la pista mientras camina moviendo la cadera hasta las escaleras que dan al privado que ha señalado, mira de reojo antes de comenzar a subir moviéndose con una sensualidad que no creía tener. Entra de frente mirándolas , las conoce pero eso ahora no importa, de la nada saca una macara poniéndose antes de explotar una granda de cristal –Podran ser todo lo brujas que creen pero no dejan de ser humanas–

“VESTIDO”:

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por **Xavier D'Aramitz** Miér Ene 11, 2017 8:18 pm

Una mirada muy sugestiva que llena con un poco de deseo carnal ante las palabras de la mujer, sus manos se fueron rápidamente a las caderas de ella atrayéndola más a su cuerpo, aunque la ropa era lo único que los separa, y ya a ese punto era lo más molestoso que encontraban.

Sonrisa ladina mostró cuando el escote de la mujer se muestra tan atrevido a sus ojos que no deja de devorar las siluetas redondas y la oscuridad que se cierne más allá de ese pequeño canalillo, soltó una suspiro de complacencia, sus ojos se tornaron negros con el brillo del deseo al ver a la rubia contornearse como una mera profesional, sus piernas flexionándose, sus manos acariciándolo en lugares precisos y su lengua….¡OH SU MALDITA LENGUA!, ese acto hizo que abriera más los ojos perdiéndose al arrojar todo el aire de sus pulmones .

—Es lo menos importante, porque puta es como te quiero poner pero en otro lugar—

Agradeció el volumen alto y que la rubia estuviera muy cerca del peligro de un arma nuclear porque de haberlo oído en ese momento se la habría llevado a la parte más oscura de aquel antro y ahora mismo estaría con la mini falda del vestido hasta la cintura y él, el estaría llenando la madriguera del conejo de manera poco sutil y lo estaba tentando a ello, estaba llevándolo a ese momento en el que sus dedos repiqueteaban sobre el contorno de su silueta cuando le recordó la razón de estar ahí.

—¿Cubrirte? Si lo que quiero es descubrirte completamente y morder tus….—

Las palabras se quedaron colgando en el aire, sus ojos estaban perdidos en cada movimiento de la endemoniada mujer que lo estaba arrastrando al infierno, se persigno con una sonrisa de lo más natural y lasciva, al subir las escaleras luego de unos minutos, el recuerdo de esas caderas comenzó a molestarle en el pantalón que le imposibilitaba la concentración en la misión. Una explosión fue el llamado a su entrada, primero soltó la manija de emergencia, las llaves del techo se abrieron mojando a todos que corrían a las puertas de salida, mientras él subía lo más rápido posible con la máscara en su rostro, al entrar vio a la mujer con una de ellas y tras eso un disparo se escuchó.

Atinó a la cabeza de una de ellas que cayo de contado en el suelo a los pies del “cazador”, miró a la mujer dejándola que se encargue de una de ellas; de su bolsillo sacó un chicle que parecía más un borrador de lápiz de esos antiguos, unió ambas partes y se la metió en la boca de una de las mujeres, una pequeña explosión extra y la mujer arrojaba espuma por la boca

—Si terminamos esto lo más rápido, te llevaré a comer, carne, una rica y gruesa carne—

Las mujeres comenzaron a hacer uso de su magia y el anillo que tenía solo repelía cierto grado de sus ataques, así que el resto aun le afectaba pero más que nada lo excitaba, quizás porque su mirada estaba en la falda subida de la mujer que le mostraba esas redondas nalgas con su ropa interior de encaje negro.

por **Margot Loudières** Mar Feb 07, 2017 9:25 am

Se escucha una fuerte explosión y de inmediato el humo sube hasta los aspersores encendiéndolos y mojando a todos provocando que se propague aun más el caos haciendo que todos salga en una ola de terror entre gritos y empujones… Una de las pelirrojas cae a los pies del cazador, otra esta mas allá por la entrada del privado, continua mientras la rubia que lo acompañaba somete a otra desde la espalda cortando la garganta de la bruja con una daga de plata y hierro… pero nada es lo que parece. En cuanto Xavie a puesto un pie dentro todo a comenzado.

No hay muerte solo caos, gritos y gente que sale sin percatarse de lo que realmente sucede.

Un circulo mágico dibujado a los pies de las brujas que lo integran, hermanas, pero distintas y en medio de estas flota el cuerpo de aquel con el que la bruja rubia ha estado bailando y planeando la muerte de las presentes –¿Te está viendo el trasero?– cuestiona mentalmente la pelinegra de curvas exuberantes entrecerrando los ojos dejando ver de forma peligrosa el profundos y brillante azul de sus ojos –¡Le gusta la perra!– afirma la otra rubia de forma burlona y prepotente –Como no le va a gustar si nuestra Margot ha hecho que mas de uno sucumba– afirma una de las consejeras que ha decidido participar en la trampa –Por supuesto que le gusta Margot, solo vele la verga, casi se le explota la bragueta– afirma con fastidio la bruja del bosque señalando con la mirada, a la que en la ilusión Margot le ha cortado la garganta –¿Te lo has tirado?– pregunta con violencia la primera bruja –¡Por supuesto que se lo ha tirado!– afirma la otra rubia –¿Qué? ¡Eso no es verdad!– afirma la susodicha –Mentirosa– se burla la castaña que apesta a flores muertas, aquella que esta comprometida con su hermano –Él la desea– todas dejan de ver el cuerpo del hombre y miran a la poderosa bruja que mantiene en restricción al hombre junto a la ilusión ofreciéndole lo que él desea como él desea, la que ha roto el anillo que lo protegía y cualquier otra protección que llevara encima –Pero no se han acostado… aun– en cuanto dice la última palabra Margot se sonroja con violencia mientras las otras la miran de nuevo –¿Qué me ven?– expresa en voz alta ropinedo el silencio, la pelirroja de mirada frágil y descomunal poder sonríe a sus hermanas –Necesito concentrarme chicas– pide en silencio una vez más haciendo que todas regresen a lo suyo y ayuden a lo que las han convocado.

Al fondo de la sala un hombre de cabellos obscuros mira a las mujeres esperando a su hermana, bebe de su whisky alerta de no ser interrumpidos. ¿Había puesto a Margot como carnada? Si, así era, ella había accedido a ayudar a llegar al corazón de la organización a la que pertenecía el hombre y no se detendrían por ninguna razón esta ves. Ni siquiera por la muerte de aquella que había aceptado tan difícil misión.

por **Xavier D'Aramitz** Vie Abr 07, 2017 10:00 pm

Las brujas ponían una gran resistencia, ya había acabado con dos, pero había otra más, una que al parecer se sabía los trucos del cazador tanto como para predecirlos y asestarle un golpe en las costillas, otro más en el vientre y uno más letal en la pierna. El corte sangraba profundamente, pero no se daría por vencido primero muerto antes que dejar que una de ellas gane.

Se lanzó contra la mujer que soltó un grito fuerte llevándoselo contra la pared golpeándole con fuerza varias veces sin aflojar el agarre del cuello hasta que ambos deslizaron por el piso. Los huesos de aquella mujer tronaron, ya se había desecho de tres y su amiga seguía con otras ¿de dónde salían tantas?, ver a su “ayudante” pelear de esa manera toda manchada de sangre y su sudor lo excita a sobremanera, sonríe al acercarse a ella. Sus manos tocan el trasero de la “cazadora” frotándose contra ella en esa fricción que hacía más que dolorosa la resistencia del pobre hombre

—Estoy herido, será que esta noche usted podrá ser mi enfermera y curarme la herida e hinchazón que tengo. Creo que tengo bien merecido ese premio—

Lo que aconteció después solo su mente albergo, el beso así como los impulsos de la mujer al abalanzarse sobre él en aquel lugar que habían destruido. Sus manos haciendo jirones ese mini vestido fundiéndose de manera salvaje dentro de aquel cuerpo, inundando entre jadeos fuertes de ambos y los golpes de sus cuerpos al chocar contra las paredes, las ventanas y los demás muebles del lugar. El calor que sentía correr por todo su cuerpo a punto de liberarse, rogándole a la mujer que lo libere de toda esa presión acumulada. No toma en cuenta sus heridas en el hombro, costado y muslo solo la calidez que siente del cuerpo ajeno que tiene a horcajadas pronunciado su nombre.

—Si siempre terminamos así Margot, será una delicia ir a cazar contigo—.

por **Margot Loudières** Miér Abr 12, 2017 3:46 pm

Margot mira como las heridas se vuelven reales en el cuero que flota en medio de ellas, el rostro masculino de fuertes facciones hace una mueca, pero no es dolor, es excitación… sostiene la respiración al escuchar cómo le pide que lo cuides esa noche mientras la pega a su cuerpo tal cual lo han estado haciendo horas antes cuando bailaban… todas se quedan mirando con bocas abiertas lo que sucede a continuación. –Mierda– susurra Margot desconcentrándose un momento mientras las otras presentes chiflan y silvan en alagos al mirarlos, ella se queda atenta viendo como reacciona con salvaje pasión a las manos del cazador, sus propias manos desatan el cinturón y desabrochan el pantalón metiendo la mano masturbándolo sin romper el beso que es mas una lucha de bocas y lenguas hasta que le rompe el vestido. El se muestra semidesnudo antes de que ella se suba en el, tiembla de celos de que las demás lo vean desnudo –¡Perra maldita! Debí traer palomitas, esto es mucho mejor que mirar porno– comienzan a moverse con fuerzas escuchando como Margot repite una y otra ves entre gemidos el nombre de él, la carga y ambos azotan contra una pared. Su verdadero cuerpo reacciona apretando las piernas agitándosele la respiración. ¡Si! en algún momento fue una libertina con su vida sexual pero verse a ella misma siendo follada, eso nunca lo había hecho –Si tu no te lo quieres follar, yo puedo ocupar con gusto tu lugar Margot– sonríe la bruja de las flores atrayendo su atención a lo que la mencionada siente un mas celos –Estas pendeja si crees q va a dejar que te folles ese delicioso pedazo de carne… Serias una perra estúpida si lo permites Margot– afirma la rubia mirándola –Saquémoslo de la ilusión y dejemos que se folle a Margot frente a nuestros cuerpos “acecinados”– susurra Liza con un brillo obscuro en la mirada –Ese maldito hijo de burra leprosa– de inmediato todas guardan silencio ante el susurro de la bruja de intensos ojos azules entrecerrando los parpados dejando que un lazo de su poder se fugue lastimando en el pecho a Xavier –¡¡Aphrodite!!– le reprende Margot –Te recuerdo que muerto no nos sirve– dice en el tono mas neutral que puede conseguir ignorando los comentarios de las demás –¡Claro que no le sirve muerto! Con tremenda follada que te esta metiendo– Margot le mira mal fastidiada. –¡¡Pues FOLLENCELO!!– grita enojada –¡¡Ariadne ya sácalo… se esta desangrando!!– agrega perdiendo el control por completo rompiendo el circulo mirando como la imagen de ella misma corriéndose en los brazos de Xavier comienza a desvanecerse.

Él cae con peso muerto mientras Ariadne se acerca despacio metiéndose en su mente. Margot se acerca mirando sus heridas –Necesito llevarlo a un hospital, esta perdiendo mucha sangre– susurra despacio tomando sus signos –Dejare la “Follada” como una fantasía en su cabeza… – Margot va a reprochar mientras escucha a alguna decir que se estaba volviendo una amargada y a otra que era injusto que le quitaran la diversión –… no, no le quitare el recuerdo, ¿Sueño o fantasía? Tu decide…– Ariadne es su superior y si ella dice no, es un no rotundo, Margot suspira y afirma con la cabeza –Bien, ahora ayuden. Dejare el recuerdo hasta que el se te pega a la espalda–

Y tal cual ha dicho, Margot se pone de espaldas mientras Lilia mueve a Xavier con su poder telequinesis acomodándolo, todas se acomodan tal cual han quedado muertas y con un simple movimiento de manos Xavier caen en la espalda de Margot mientras ella gime sintiendo el cuerpo duro, aun está muy excitado y seguro que adolorido al igual que ella.

por **Xavier D'Aramitz** Jue Jun 08, 2017 10:58 pm

Dolor sentía por todo su cuerpo pero de manera especial en una parte de su pesada anatomía. Trató de incorporarse pero era inútil su cuerpo se vencía sobre el de su pupila, su pequeña aprendiz, aunque no tenía molestia en sentir el cuerpo de ella al que se rozaba con algo de fuerza sintiendo como algo cálido salía de él

—Creo que me estoy corriendo rápido contigo, Margot—

Trató de abrir los ojos pero al hacerlo vio el cuerpo de mujeres muertas y a su pequeña junto a él sosteniéndolo o tratando de sostenerlo. En un intento por mantener el peso a la ayuda de su colega de armas su mano fue demasiado peso para el vestido al cual terminó por romper mostrando sus senos, cayó al suelo cerca de las brujas asesinadas y su sangre, o era lo que él veía

—Quería descubrirte pero no aquí, de hecho soñé que tu y yo lo estamos haciendo en este momento, que te metía una follada de esas que tanto me gustan hasta que gritabas en tu orgasmo.—

Una cara de adolorido se presentó en ese momento escupió algo de sangre a un costado mirando uno de los cuerpos de una de esas brujas, a la de cabellos castaños a la cual le tocó el pecho sintiendo en ese momento algo de su pulso pero al intentar constatarlo la sintió fría como si fuera hielo. Clavó la mirada en su colega sonriéndole con los ojos entrecerrados

—Vamos al hospital, Margot necesito ayuda y ahí me la darán sobre todo un especialista en magia por si acaso no han utilizado algo en mí, además pueda que consiga una linda enfermera sexy que me baje la hinchazón de otro lado, aunque si fueras tu no me opondría a que me permitas clavarte la inyección—

Ríe pero se toca las heridas así como los costados que le duelen como el infierno

—No me hagas reír que me duele, apúrate y llévame al hospital o te follo aquí mismo delante de estos cadáveres o mejor sobre ellos—

Sonríe con una malicia retorcida en su rostro.

por **Margot Loudières** Vie Jun 09, 2017 12:46 pm

La rubia se mordió los labios tambaleándose al sentir el cuerpo y todo el peso de su supuesto maestro, cerro los ojos por un momento en el que sintió claramente como su dura erección se pegaba y amoldaba perfectamente a su trasero. No entendió lo que dijo en un momento sobre correrse, en su cabeza solo permaneció la forma salvaje en la forma que ambos se corrían en la ilusión de la que acababa de salir. Pero ya pensaría en eso en otro momento. –Solo tienes que pedirme que me quiete la ropa, no es necesario que me la rompas– susurro la bruja sonriéndole hincándose a su lado abriéndole la camisa negra empapada de sangre.

Margot evaluó la situación, no tenía nada a la mano para curarlo o al menos evitar las hemorragias en lo que llegaban a algún hospital o lugar donde pudiera atenderlo “te metía una follada de esas que tanto me gustan” no tenia que estarle recordando, su cuerpo estaba resintiéndolo de cualquier forma, aun estaba excitada y ahora semi-desnuda mostrándole los pechos pese a la inestable situación en la que estaba. Margot hizo presión en el costado donde estaba la herida principal mirando su rostro desfigurarse de dolor –¿Ni porque te estas muriendo se te quitan las ganas por mi?– y si, ella tenia dudas, quería saber pero presionó de nuevo y alejándose rasgo la prenda de alguna otra bruja a lo que esta abrió los ojos y le miro entrecerrándolos frunciéndole el seño y los labios, la rubia simplemente le miro moviendo los ojos en disculpa y se alejo acercándose nuevamente a Xavier –Copera conmigo cariño– susurro ella escuchando lo del hospital que el mencionaba intentando vendar la herida haciendo precion para que dejara de sangrar tanto –El único hospital que conozco es donde trabajo y ahí no hay especialistas en Magia… Dios ya estas delirando– exclamó ella trabajando lo mas rápido que podía con las manos y antebrazos manchados de sangre preguntándose si aquella cedula de cazadores acecinas de brujas tenia un hospital particular.

En el momento que escupió sangre –¡Ey!– chasqueo los dedos y después una broma de él, en verdad que no era lo que aparentaba, la mirada de él la atravesó incomodándola –¿Así que me follaras en cuento salgamos de aquí?– La rubia rolo los ojos ante su ultimo ofrecimiento sonriendo. De ninguna manera quería que lo vieran desnudo de nuevo. Maldito bastardo estaba haciendo que dudara nuevamente.

Se quito el vestido dejando ver solo aquella diminuta prenda de encaje que no le cubría absolutamente nada. Se zafo los zapatos y quitándoles prendas a las mujeres supuestamente muertas, se puso las botas de Aphrodite y amarrándose una de las pashminas improvisándose otro diminuto vestido, tomo la chamarra de cuero de la otra bruja rubia la cual la fulmino con la mirada diciéndole “Tiene V de vuelta maldita perra” a lo que Margot solo asintió una sola vez –Ahora si muchachote– Xavier estaba mucho mas pálido –¡¡¡DEMONIOS!!!– Margot tenia que hacer algo antes de que se le muriera el cazador. Se subió a ahorcajadas sobre su cadera donde el enorme bulto que casi le estallaba en los pantalones hace unos momentos ahora se sentía menos duro. Le tomo con de derecha del mentón y con la izquierda le cerró los ojos. Movió los labios sobre los de él diciendo un hechizo sin pronunciar sonido alguno dejando que de su boca ingresara a la de el un extraño vapor verdoso, dos segundos después Xavier había abierto los ojos nuevamente –Me asustaste– susurro ella acariciándole la barbilla –Quédate conmigo quieres…– susurro besándole los labios antes de deslizar los labios hasta su oído y susurrar – Necesito que seas buen chico y me ayudes a salvarte la vida… Si lo haces prometo chupártelo hasta que te corras en mi boca– el tono de voz fue lascivo y suplicante mientras lamia y mordió el lóbulo sintiendo la mano de él tocarle el trasero desnudo.

Ayudo a que se parara y con extrema dificultad bajaron y salieron al estacionamiento a la parte tracia donde estaba el carro de Xavier.

Menudos gustos ostentosos, un Lamborghini Elemento –Xavier hablame– tenia que mantenerlo consiente y mientras el continuaba delirando con eso le serbia, aunque llego a entender algo sobre que le cuidar el bebe que estaba manejando –Sabes que tu pequeño bebe lo estas llenando de sangre– susurro ella como burla… y en menos de lo que creía llego al aparcamiento del hospital. Era una noche tranquila y rogaba que Merian no estuviera de guardia –Tengo que medir el terreno no tardo.– salió corriendo y al entrar vio a la una amiga que tenia en el hospital, la enfermera vampiro que veía todas las noches –Nancy– la vampiro se tapo la nariz –Hermosa apestas a sangre ¡Orgias de sangre y no me invitaste!– bromeo haciendo un puchero cruzándose de brazos mirando a Margot mientras esta le enseño las manos y la vampira abrió grande los ojos –si vienes con uno de tus acostumbrados problemitas hoy no se puede hermosa porque Merian anda en el hospital– Margot maldijo y soltó algunas otras blasfemias sobre la directora, no era que le callera mal pero para nada tenían una buena relación con la bruja directora del hospital –Necesito que me ayudes… Solo ayúdame a establecerlo y me lo llevo– Nancy dudo pero termino aceptando sin preguntar demasiado no sin antes aclararle que le debía una de las grandes.

Con ayuda de la vampira, meter a Xavier en una ambulancia para curar sus heridas fue pan comido, claro que después de sedarlo, para nada quería perder a Nancy. Aunque no estaba acostumbrada a trabajar con la enfermera ambas trabajaron de forma rápida y eficiente y en una hora todas sus heridas estaban atendidas, limpias, con las puntadas necesarias, vendado y una aguja en su mano recibiendo una transfusión de sangre de la bolsa que colgaba en la ambulancia –Asi que te andas comiendo… – Porque todos creían que se estaban acostando –¡No!– contesto de forma brusca interrumpiéndola justo a tiempo cuando el comenzaba a despertar –Pues que mala suerte porque cuando llegaste estabas muy excitada y casualmente él también – se lamento Nancy con una carita de sufrimiento como una niña, Margot la miro sin entender, entendía que supiera cómo se sentía él porque había permitido que bebiera unas cuantas gotas para ayudar a determinar que tipo de sangre ponerle pues lo desconocía y los estudios tardaría una eternidad, algo que le había costado muchísimo –Olías como una puta en celo– se burlo la enfermera señalando a Xavier que tenia los ojos abierto.

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