Hora de trabajar [Privado - Nyra]

por **Bishop** Dom Oct 16, 2016 6:43 pm

Hora de trabajar

Buscaba algo que hiciera estar un paso por delante de todos. Mi esposa no recordaba nada de lo que otros afirmaban. Encasillados en la biblioteca, pasábamos tiempo juntos al igual que cuando regresábamos a nuestro hogar. Algunos soldados o tecnólogos venían a pedirnos consejo, a pedirnos ayuda en algún misterio que nosotros con los libros resolvíamos al instante o no si era algo que necesitara más planteamiento en la estrategia.

No sentía nada en mi interior ni siquiera ninguna imagen volvió a mi cabeza de algún recuerdo. Mi esposa que era bruja, sabia de hechizos como nadie, una condenada que había mantenido dicho secreto de mí y de algunos, pero nuestra confianza se había fortalecido y al fin lo supe, supe que trataba con otro tipo de ciencia, pero igualmente no conseguía recordar nada. Solo seguiría hacia delante, sin darme cuenta estaba absorto mirando las páginas de un libro abierto.

De nuevo me había quedado mirando el libro o más bien en la nada. No había más que los mismos dibujos o garabatos de los libros que miraba diariamente. Teníamos un control sobre cada libro o cada estantería que no había forma de despistarnos. Recuerdo un pequeño joven que entro silenciosamente, inmediatamente lo echamos de las instalaciones de la Catedral, decía que solo buscaba algo para poder comprarse de comer, pero el robo está penado con un castigo, pero yo, no fui capaz de hacer daño a un niño desesperado. En cambio le di unas monedas de mi bolsillo y efectivamente, lo echamos. No volví a ver a aquel niño. Más bien prefería que así no fuese.

Mi esposa interrumpió recientemente mi lectura (aunque ya me había quedado absorto) y me dijo que me necesitaban un grupo de inquisidores en el norte de Paris, que me llevara libros sobre demonología y de ocultismo. Dicho y hecho, cogí lo necesario para poder ser de utilidad a los que necesitaran de mi ayuda. Con mi bolsa de viaje al hombro, subí en el carruaje que me llevaría a la zona del encuentro, allí me encontraría probablemente con personas valientes de corazón puro y honesto, aunque mientras, durante lo que durara el trayecto en el carruaje comencé a orar por la seguridad de dichos soldados o inquisidores que necesitaran de mi sabiduría.

BY ORIELY

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Vie Oct 21, 2016 10:16 pm

–Nini, necesito tu ayuda–

–¿Otra vez? No me digas que es otra chica de la que te enamoraste y te arranco el corazón, si es eso olvídalo no me quedaré a escucharte tus confesiones nocturnas, tengo una vida y hoy estoy de salida–

–No es eso Nini, hoy hay una cacería al parecer son de unos brujos cuya especialidad es la magia negra y requerirán de una virgen para un sacrificio y llamar a un demonio–

–NO, DEFINITIVAMENTE NO, no lo haré, no te pases no haré ese papel tan absurdo–

Luego de horas de discusión y suplicas por parte de cada uno, la pelirroja acepta de mala gana el trato propuesto por su hermano inquisidor, aunque los dos son de aquel oficio. Se prepara con los datos obtenidos por Nathaniel tratando de ajustarse al papel de aquello que pedían tanto él como los demás inquisidores del grupo, ¿la razón? Era la única mujer confiable capaz de adoptar cualquier papel que le den así como el de poder actuar de la mejor manera si algo no saliese acorde al plan. Aun así, en contra de su voluntad se tomó los días de su trabajo habitual para concentrarse en aquella misión, ahora solo quedaba el movilizarse a esa zona.

El plan era simple, hacerse pasar como la hija de unos señores comerciantes que visitaban la ciudad, en la parte norte por negocios mientras ella debía mostrarse pueril, casta e impoluta a los ojos de aquellos nigromantes; el día estaba fijado y todo estudiado con antelación, sabían dónde estaría y como debía llamar la atención la joven pelirroja, aunque con sus cabellos era más que obvio, ahora solo quedaba la ropas, no era muy difícil escoger el vestido más delicado de todos que puesto en ella resaltaba por los cabellos largos rojos que ondeaban al viento así como una pequeña trenza obrada a un costado. Realmente resaltaba entre todos y con esa sonrisa de dulzura que emanaba a cada rato fue presa fácil para atraer los ojos de aquello que la seguían.

Aunque en su mente estaba ella insultando a su hermano y al grupo.

Las horas pasaban y ya estaba siendo de tarde, la joven había desaparecido, aunque no del todo porque el grupo de inquisidores sabía dónde estaba, en una casa encerrada en el sótano esperando la hora propicia para ser sacrificada.

El lugar era como un coliseo en aquel sótano con un altar en el medio que estaba rodeado de dos jaulas y ella recostada sobre al altar esperando pacientemente sin llorar, sin soltar alguna emoción de preocupación, sus manos estaban atadas junto a sus pies con los ojos vendados, una manta cubría su cuerpo, sabía que estaba con vestido porque sentía la tela de este. Silencio era todo lo que oía en aquel lugar mientras las cuerdas se forcejeaban para intentar aflojar un poco el amarre hasta la hora designada.

Esperaba pacientemente mientras a fuera el grupo aguardaba la llegada del conocedor de aquellos seres para saber la mejor forma de obrar por si se econtraban con sopresas. Solo les queda horas para que el ritual comience, aunque ellos sabían que primero le harían horrores y al final a la hora pactada terminarían con su vida, así que el tiempo corría y era crucial tener todo listo sin error alguno; unos minutos más esperaban ansiosos en aquella casa frente a la mansión donde se cometería el delito.

Nathaniel estaba rezando mientras que Nyra simplemente estaba maldiciendo a todos y cada uno de los que estaba fuera por obligarla a fingir.

por **Bishop** Jue Nov 17, 2016 5:12 pm

Hora de trabajar

Y entre mis más repetidas oraciones de paz y bendición hacia los inquisidores, nada más llegar escuche a algunos hablar sobre una de las inquisidoras que había sido usada como cebo.

Gracias a dios que no era mi esposa pero igualmente, me parecía una atrocidad tal acto, tal idea, tan desagradable que estuve por subirme al carruaje, pero sin poder darme mucha prisa, uno de los inquisidores soldados me vio y ya no habría modo de regresar con mi mala gana en mis ánimos. Con todo derecho pregunte si era cierto de lo que habían murmurado y tras un silencio largo y duradero, me respondieron, me dijeron todo lo que necesitaba saber. Estaba a disgusto. Arriesgar la vida de una mujer y más si era de los nuestros.

- Nathaniel sabe el riesgo que hay en esto –me señalaron hacia donde estaba el inquisidor Nathaniel – Sabe que quien está adentro lo estará haciendo bien, en cuanto haya el primer indicio de algún grito, entramos para pillarlos de inmediato. De hecho, lo que te pedimos clérigo es lo siguiente.

-No soy un clérigo – Espeté

-Ni yo Santa Claus – Dijo para después reírse en mi cara – Se te ha puesto ese nombre, novato, ten – tendió hacia mí una túnica oscura de terciopelo, como si fuera de ritual.

-¿Qué es eso? –Pregunte más con cautela que con curiosidad. Es verdad que buscaban alguien para poder poner a otro cebo, para eso me habían llamado, aún no había cogido la túnica oscura, el inquisidor de malas pulgas parecía impacientarse, yo…, mi esposa ¿Qué pasaba si me descubrían? Me golpearon en el brazo, para sacarme de mi ausencia despierta - ¿Qué..? –Pregunte y miré al inquisidor que aún tenía la túnica entre sus manos - ¿quieres que sea vuestro cebo acaso? ¿Otro más?

-Harás lo que se te diga –Le escuche después de esa orden un chipoteo con su lengua. Estaba claro que el tipo no tenía modales si se salía con la suya y para no meterme en más problemas, cogí la túnica con mis manos a mala gana, me la coloqué encima de mi bolsa de viaje donde de hecho contenía mis libros. Me mandaron hacia donde sería el ritual, a una cripta, no me dijeron demasiado, pero dada la casualidad de que a veces la suerte se pone a mi favor, encontré a uno de túnica negra, se acercó a mí y me dio unas palmadas en la espalda, como si se encontrara con uno de los suyos.

Tomé el papel del personaje tímido e inocente, sin saber mucho yo le seguí hasta una sala de piedra, algunas antorchas encendidas y una muchacha de cabellos rojizos atada a cada extremo de un altar de piedra. Apuro me dio, quise preguntar su estado pero evidentemente levantaría sospechas. Solo y callado me quedé en una esquina.

Observando lo que pudiera pasar a continuación.

BY ORIELY

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Jue Dic 22, 2016 7:33 pm

El forcejeo estaba poniendo sus muñecas rojas por la cuerda que rozaba contra la piel delicada de la muchacha hasta que en una de esos jalones logró soltar la amarra lo suficiente para buscar entre sus ropas (en medio del corset) aquel pequeño cuchillo y tenerlo entre sus dedos ocultos, pero antes cortó los nudos de los pies y de la otra mano lo suficiente como para que con un jalo se rompieran y poder librarse y de ahí volvío a meter la mano entre la soga simulando que estaba atada.

Unos minutos después podía oir los pasos de sus captores eso le informó que era el momento de seguir con la actuación que más odiaba, tomó una bocanada de aire y aguantó la respiración lo suficiente como para ponerse roja, las lágrimas corrían por entre sus ojos por la alta de oxigeno hasta que logró su cometido verse completamente miserable. Sollozaba llamando a alguien que le ayude, pidiendo que la desataran y que le perdonaran la vida, se removía en aquel altar, no con demasiada fuerza sino más bien leve esperando el momento en que todo terminara.

Una mano larga sintió sobre su seno que lo estrujaba y lo que escuchó después la hizo odiar más a aquel sujeto y a quien les envió a su hermano y a ella ahí –Esta si está buena ¿seguro que debemos matarla? Además ¿se cercioraron que es virgen?– es mano comenzó a descender por el vientre de ella y solo podía fingir, seguir haciéndolo, con temblores y sus piernas que trataban de cerrarse, sus gritos pidiendo clemencia que no la tocaran, que era virgen –Lo soy, soy virgen– gritaba y eso no detenía a aquel hombre, tenía que pensar algo rápido –Por favor no, haré lo que sea pero no me toque solo quiero que Eon me toque es mi prometido– fue el único nombre que se le ocurrió en el momento, y solo oir su nombre la puso triste. Esa parte ya no era actuada, su rostro mostró una completa desilusión y amargura que fue creída por sus captores dejándola a un lado.

Las horas pasaban hasta que un enorme reloj dio la hora pactada para el sacrificio, el ritual habían comenzado podía sentir la presencia de unos diez hombres, así que sabía que no era trabajo fácil, tragó varias veces en seco ideando un plan de escape para llegar a la puerta pero no, así que lo único que tenía que hacer era quemar las cosas para llamar a sus colegas. Oía el ritual cada palabra memorizándola para que si alguno quedaba en pie juzgar y amenazarlo con esas palabras, era una de las mejores en ese ámbito. Escuchó el metal de la daga así que sabía que estaban ahora “bendiciéndola, pero algo le llamó la atención, el grupo caminó de aquel altar hacia una esquina, oía pasos más cortos y pesados como si cargaran algo.

Un ataúd era lo que cargaban y dejaban en el suelo a destaparlo en el que había una mujer muerta, comenzaron nuevamente con el ritual alrededor de ella con otras palabra que la inquisidora reconoció, eran las palabras que Eon le había dicho cuando se volvió vampiro, el mismo dialecto, su corazón comenzó a latir tan rápido y unas lágrimas brotaron de su ojos vendados, tomó toda su fuerza y tiró de sus cuerdas que cedieron, se quitó la venda y arrojó una de las antorchas con aquel manto por la rendija donde entraba la luz de la luna de aquel sótano. El fuego se comenzó a esparcir por la hierba del jardín de la mansión creando un fuego extenso. Los hombres se dieron cuenta de que la mujer se soltó y la pelea comenzó

–ATRAPENLA, no la dejen viva, arránquenle el corazón– lanzó la su cuchillo al hombre que hablaba justo en el corazón mientras corría hacia la puerta corriendo pero alguien la detuvo, al sentir aquella mano simplemente lanzó un golpe al rostro del hombre encapuchado, aunque ese acto le dejó doliendo la mano ya herida, y ese acto lo aprovechó otro que la abrazó por la espalda y le daba las gracias a su “amigo” por haberla distraído

En su mente rogaba que llegaran pronto o el fuego los consumiría a todos, aunque ellos ya estaban en camino.

por **Bishop** Mar Ene 17, 2017 6:05 pm

Hora de trabajar

De un momento a otro todo se había vuelto un caos. Inmediatamente vi en silencio e interpretando mi papel a la perfección a la vez que veía a la mujer ser tocada por esos lascivos, por esos que pretendían lo que fuera, vi como trajeron un ataúd y de ahí salía una mujer, silenciosa, grácil y que buscaba la necesidad de la vida, parecía que su compañera estaba a punto de ser devorada por aquella sedienta mujer, no, pero uno de sus artefactos lo saco de su mochila lanzándolo lejos creando así un modo de distracción en el que enseguida su compañera se levantó del pedestal de piedra para poder atacar. Me quede quieto viendo como peleaba con al menos varios hombres que duplicaban su número, entonces yo mismo me intente acercar, pero está nerviosa me golpeo en la cara haciendo que cayera boca abajo, menos mal, no quería desvelar mi posición.

Cuando me levante del suelo, vi que uno la había agarrado por la cintura pero todos estaban nerviosos ahora y aquella criatura se había disipado – Buscad a la misstress, ¡TU! –Me señalaron con el dedo índice, uff eso lo odiaba profundamente, pero acate la orden de llevar a mi real compañera a una sala para que esta estuviera custodiada, por lo que cuando la abrace por la cintura ya todos pendientes de mis acciones, noté una nostalgia que no sabía de donde me venía.

La he visto un par de veces de lejos cuando venía buscando información en la biblioteca, pero nunca hemos estado tan cerca – Vamos pelirroja –Indague en mi papel de malo, tiraba de esta hasta que nos metimos en el interior de la primera habitación que me encontré. Escuché tras cerrar la puerta con nosotros dentro de la habitación que nos habían colocado dos guardias a cada lado de la puerta. Vaya, sería difícil escapar pero la verdad aun no entiendo para que se me ha llamado para esta misión.

Principalmente me habían dicho de buscar información sobre demonología y el bicho ese del ataúd lo mismo era un demonio sediento de sangre pero no creo que fuese eso el objetivo de la noche. Observe con detenimiento a mi compañera y enseguida desvele mi rostro de debajo de la capucha con, obviamente un golpe feo y morado en el ojo y nariz - ¿Te encuentras bien…eh… mmm –Me puse a pensar su nombre pero no me llegaba a la mente – Lo siento, me olvide de tu nombre. Te he visto unas pocas veces en la biblioteca pero seguro que es bonito. Yo me llamo...bueno, me llaman Bishop –

Suspire e hice un aspaviento con las manos como que no era importante la materia de conversación – Busquemos una solución. Toma –Me acerque a ella y le puse una pulsera de acero con una gema purpura en el centro y repentinamente, las ropas ajadas de antes fueron sustituidas por un estupendo uniforme negro de cuero y que fortalecía al poseedor de dicho objeto mágico – Virginia la verdad, que hace maravillas con la tecnología de armaduras…. – Al decir verdad, se le acentuaba la esbelta figura de mi compañera y me hacía sentir algo incómodo – Toma –Fui a una superficie, coloque encima la mochila y debajo de los libros estaba una funda de piel oscura en la que iba enfundada una pistola – No se lo digas a nadie, pero lo he cogido prestado del armamento, jejejeje –Reí algo nervioso porque yo jamás me habia atrevido a robar nada, bueno, a tomar prestado.

BY ORIELY

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Dom Ene 22, 2017 10:26 pm

Su mirada se llenó de odio contra aquella persona que la despistó por segundos, ahora volvía a estar en problemas en manos de sus captores de una manera muy miserable y aunque sus ojos estaban por aquella ventanilla viendo como el fuego se propagaba sabía que no podía hacer más allá de lo que ya había hecho ahora solo era cuestión de esperar a por los refuerzos por lo tanto no le quedó de otra que seguir el plan de volver a ser una rehén, el hombre que daba las nuevas órdenes y que sucedió rápido por la intervención de la mano de la mujer estaba más que contento con lo ocurrido ahora él daba las nuevas órdenes en el grupo.

Rápido buscaron como equilibrar lo ocurrido, los que quedaron entre golpeados y vivos abrazaban el ataúd de aquella mujer que se suponía terminaría ella, lloraban y besaban la tapa del ataúd mientras era conducida en la parte alta a una habitación con mayor seguridad para darles tiempo a organizar de nuevo todo y esta vez definitivamente cumplir con el sacrificio humano previsto. Se mantuvo en silencio hasta que estando los dos comenzó a pelear contra aquel hombre sacándose de encima de él mirándole de nuevo con odio pero no tuvo más que soltar una risita al final porque ella sabía que su hermano vendría pronto por ella, al menos hasta que el hombre se descubrió frente a ella quedándose atónita sentándose de lleno en el suelo riéndose por los nervios –Este es el refuerzo que Nathaniel enviaría, oh pero me va a escuchar cuando salga de aquí tendrá que tratarme como una reina por un año– mira al hombre con algo de desconfianza, la verdad había sido bastante tiempo desde que está cerca de uno, incluso su trabajo como informante en los burdeles lo estaba realizando de manera mediocre y casi nula por culpa de su duelo que nadie comprendía, negó ante la ayuda del hombre quitándose aquel brazalete –Sé lo que hace Virginia, no somos amigas pero su reputación la precede es más hasta mi hermano habla bien de sus trabajo como tecnóloga, pero yo prefiero las armas y otras cosas más letales– claro, fue su eminencia quien la atrajo a ese mundo luego de rodar por burdeles.

Comenzó a desnudarse lentamente sin apartar la mirada de su colega sonriéndole esperando que él comprendiera –Imagina que soy tu esposa por unos momentos y bésame el resto me encargaré yo– con un guiñó subió su mano por el torso del hombre hasta quitarle el arma colocándola entre sus pechos lo que ayudaría para ocultarla hasta que ellos llegaran, ella tenía un plan y no consistía en huir si no en pelear, podía sentir a su hermano cerca, así que daría una distracción para que los otros entrasen. Giró la cabeza viendo al hombre que no creía lo que veía soltando un leve risita –Bishop ¿Es tu primera vez en una misión de estas? Así que me tocó con un virgen, tranquilo no te va a doler, bueno no mucho que digamos, seré bueno contigo en tu primera vez, por cierto soy Nyra pero me llaman Nini– un guiño y ahora si ella estaba en su papel de inquisidora de una espía con armas muy letales como su cuerpo curvilíneo.

por **Bishop** Vie Feb 17, 2017 7:06 pm

Hora de trabajar

Cuando pudo volver a la realidad por la sorpresa que se llevó al ver a nyra quitarse el brazalete el cual le procuraría protección pero que aun así prefirió quitarse completamente la ropa. Estaba atónito. De una cosa no se acordaba era de cuando consumió el matrimonio con aquella que era su esposa pero desde entonces no la ha vuelto a ver como estaba viendo ahora mismo a Nyra.

– Creo que deberías de volver a ponerte el brazalete, el cual te proporcionará protección y una ayuda con el arma. Ahora el arma que sostienes entr…ent –tosió un poco – entre tu..tu pe-cho –suspiro con esfuerzo – será nada más que un mero juguete e inservible objeto entre tus manos.- Aclare que sin la protección del brazalete y la vestimenta que proporcionaba el arma era completamente inservible, como estaba apagado o sin funcionamiento – ahora estamos…igual que antes –rio un poco nervioso, pero a pesar de ello no se apartó de Nyra.

Por un momento, su mano paso por su mejilla, serio, estudiándola detenidamente de un modo como si nunca hubiera visto una mujer, enredo sus dedos en su pelirrojo cabello largo, con el pulgar le acariciaba su mejilla de manera inconsciente, aun perdido en la mirada ajena – P-perdóname –dijo reaccionando que estaba cerca de una mujer que estaba desnuda, estaba sonrojado, estando en una posición algo incomoda.

– Mejor nos quedamos aquí, tengo una intuición, de que pronto vendrán a por nosotros. Si, pronto vendrán – Quería auto convencerse de que pronto vendrían el resto de inquisidores a por ellos, antes de que ese monstruo les encontrara, antes de que aquella panda de grillados sectarios los encontrasen para poder seguir con lo que estaban haciendo en primer lugar.

BY ORIELY

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Miér Feb 22, 2017 9:13 pm

Con asombró miró al joven por la reacción casi al punto de querer estallar en carcajadas por la actitud tan inocente y puritana que adoptaba, por su mente pasaron varias palabras pero decidió dejarlas como pensamientos fugaces, al menos hasta estar a salvo y poder luego reírse de ello, al menos con ello pagarían todos esos idiotas por haberla dejado sola y haber enviado a un novato a una misión de soldados y espías. Tosió un poco y optó por soltar el arma, no tuvo más que colocarse su ropa nuevamente pero sin aceptar el brazalete, no quería nada más de la inquisición luego de que le arrebataran a su amado.

Se sentó en una esquina con los ojos cerrados tratando de escuchar si llegaba su hermano y ahí pudo presentirlo, entrando con las armas, ellos ya estaban ahí dando batalla. Nathaniel gritó su nombre que se oía como eco –Llegaron– se acerca a la puerta golpeándola con toda sus fuerzas lastimando algo su mano –Nathaniel estamos aquí abajo– la puerta se abre y es uno de los hombres esos, con una espada en mano dispuesto a matarla, ella retrocede unos centímetros y antes de que su compañero haga algo ella grita –No hagas nada– ella lo entretiene mientras él la insulta y trata de incrustar esa espada en ella –Ve por los demás a que lleguen, quizás este sea él único que viva– el hombre la toma y con sus fuerzas clava su codo en el estómago de él haciéndole soltar la espada, golpea al sujeto pero este detiene su puño haciéndola caer, sobre ella trata de asfixiarla, pero con lo flexible que es sube sus piernas al cuello de él volteando las posiciones, ahorcándolo ella con sus piernas, entre sus muslos.

Ella estaba furiosa por haber estado desnuda frente a un hombre que no sintió por vez primera nada por ver su hermoso cuerpo sin ropa alguna, estaba más que enojada por estar en esa posición con un cerdo y estaba molesta con su hermano por tardar. Hasta que entró su hermano y le detuvo de matar al hombre. Ella se levantó mirando a todos muy enojada, pero opto por salir mientras su hermano y demás soltados se ocupaban. Ella salió al exterior a tomar aire y calmarse

por **Bishop** Vie Mar 17, 2017 6:48 pm

Hora de trabajar

Mas ciertamente no pudo mover en todo el rato que estuvieron los dos juntos. Desde luego había fallado en su misión, su misión era estar dentro de una biblioteca, no el campo de batalla, pero en cuanto reacciono se dio cuenta de que Nyra le miraba mal, Nathaniel le daba la misma mirada y solo pudo bajar la cabeza a modo de vergüenza, pero sobre todo se había fallado a sí mismo. Cuando quiso moverse, este caminaba hacia la salida y en lo que salía por la salida en la que los demás manifestantes del ritual también salían cabizbajos forzados por los inquisidores, uno de los que formaban el círculo del ritual, se golpeó al inquisidor que le resguardaba y fue directo hacia Bishop yendo a clavarle el puñal el cual consiguió esquivar pero en el segundo intento dicho puñal fue incrustado en el interior de uno de sus costados.

El atacante fue detenido y golpeado para que estuviera quieto, otro grupo corría hacia Bishop para sostenerle mientras este caía hacia el suelo, le quitaron de inmediato el puñal y resultando este estar envenenado, llevaron de inmediato a Bishop al interior de una carreta en la que había un sanador para que le tratara y enseguida dicho carruaje se fue directo hacia la sede de la inquisición en Paris.

UNAS HORAS DESPUES:

No supo cuánto paso la verdad. Se encontraba solo en la sala del hospital sobre una cómoda camilla. Miraba a los alrededores y estaba completamente solo, no se escuchaba nada de nada y sinceramente estaba cansado. Se preguntaba cuanto tiempo habría pasado y un calendario que vio en la pared le hizo ver que solo habían pasado dos días. Una enfermera que paso cerca de su camilla se acercó para comprobar como estaba. Pudo ver también que al fondo, en el umbral de la puerta había una muchacha pelirroja…observándole.

BY ORIELY

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Miér Mar 22, 2017 7:37 pm

El infierno se desató completamente, gritos, golpes y todo lo demás fue parte del ataque de aquel grupo de inquisidores; justo cuando ya creían que todo había terminado uno de sus solados termina herido, dos más cayeron muertos y otros con algunos que otros huesos rotos, para ellos eran glorias de sus batallas pero para la mujer no era más que solo estupideces de hombres, unas estupideces que le hacía recordar a aquel hombre por el que odiaba ahora esas palabras de gloria por las heridas.

Uno de los que terminó casi inconsciente y con la burla de todos por no resistir algo tan pequeño, solo mostraba que no era un verdadero solado. A todos los llevaron al hospital más cercano, aquel lugar de salud en el que algunos de sus colegas trabajaban y por tanto podrían mantener en secreto los ingresos de la mayoría pero más de aquel que necesitó varios puntos de sutura y dos días para su recuperación. Nyra estaba al pendiente de él y no por cuenta propia o por gracia a gusto de ella, si no por orden de su superior; su hermano estaba de viaje a Italia para responder con el informe a sus excelencias así que ella tendría que quedarse y atender al herido, si era posible llevarlo a su casa y atenderlo de la mejor manera, pues él era un simple bibliotecario con un conocimiento amplio que en manos erradas podría significar su perdición

Iba y venía del hospital así como de su trabajo, al segundo día pudo ver que el hombre estaba despierto, se acercó a él sin sonreírle ni nada y de la nada mismo, golpeo donde tenía la sutura de la herida –Cómo un bibliotecario puede meterse con soldados, estas loco, quieres que te maten, quieres dejar viuda a tu esposa– un trago amargo se presentó en su garganta con el recuerdo de aquella muerte. Suspiró dándole la espalda con los brazos cruzados y así evitar que viera aquellas lágrimas que amenazaban con desbordarse –Estarás hospedado en mi casa hasta que te recuperes, así que si que ahora esperaremos al doctor para que te deje salir e irnos, eso si, espero que no me la pongas difícil con mi trabajo de espía– le mira sobre su hombro aun con el recuerdo del rostro de aquel que fue su gran amor, como si nuevamente estuviera viviendo aquello –Por favor, para lo próxima piensa en tu esposa, no le será grato ver tu cadáver y enterrarte, o buscarte desesperadamente por alguna estación de policía o morgue, son los momentos más angustiosos y dolorosos para una mujer– se toca su pecho que late fuertemente por esos recuerdos, latidos dolorosos y molestos que le cambian su estado de ánimo, así como aquella pequeña lágrima que rueda por su mejilla

por **Bishop** Lun Abr 17, 2017 6:53 pm

Hora de trabajar

Bishop estiró un grito desde su garganta cuando la inquisidora, Nyra, apretó contra su herida y lo que hizo por siguiente a su comentario fue elevar una sonrisa y un pensamiento amargo en su cabeza de que habría pensado su mujer, pero por lo que pudo ver, su mujer no estaba ahí.

-Perdone enfermera –Llamó a una enfermera la cual se acercó hasta él- ¿Se ha acercado mi esposa a verme o ha venido alguna mujer preguntando por mí? –Pregunto con curiosidad, estaba esperanzado hasta que vio a la enfermera negar de lado a lado.

- No señor, desde que le ingresaron aquí no ha venido nadie a verle a excepto de la inquisidora Slamdog y otros inquisidores de mayor categoría, pero no su esposa…y eso que es la institutriz de mi hijo – Parecía que la mujer iba a seguir hablando, pero vio la señal de Bishop de que parara, el puño en su corazón le era bastante molesto como para poder seguir escuchando más palabras de que su mujer si quiera se ha tomado la molestia de ir a verlo. Era raro, ya hacía varios días que su mujer estaba completamente extraña, apenas le hablaba o decía algo, estaba distraída y tenía como un pequeño retraso cuando Bishop le preguntaba sobre algo.

Bishop no quería hablar en ese momento, tan solo se limitó a escuchar las palabras de Nyra – Creo que no le importo demasiado ¿no? –Dijo replicando a las palabras de Nyra, intento moverse, pero su cuerpo solamente se quejó en un estrepitoso dolor sobre el costado en donde estaba la herida cosida – Creo que estoy…bueno, no, no lo estoy… -suspiró- Gracias por cierto en tener la molestia de venir a verme….-mirando al techo giro para mirar los cabellos pelirrojos de su compañera.

– Y no llores, puedo sentir cuanto de triste estás…Ya todo pasó, capturamos a los culpables y …..bueno…por poco la atrapamos pero seguro que en la siguiente misión, atrapamos a quienes despertó el grupo de fanáticos –Dijo con algo de positividad que era lo que necesitaba aquellos momentos en la sala de hospital – Estas hermosa con ese vestido – Añadió para elogiar el vestido que esa mañana llevaba puesto su compañera Nyra – Mejor que…coger frio, no? –Aquella pregunta acabó siendo un poco juguetona cosa que Bishop normalmente no solía hacer…a no ser que tuviera alguna esperanza o necesidad de ser coqueto con alguien en concreto.

BY ORIELY

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Lun Mayo 22, 2017 8:29 pm

La pelirroja, mira al hombre limpiándose la lágrima, al oír atenta que la esposa de él no había venido a visitarlo recordó cuando su hermano fue a darle la noticia, ella estaba ahí, y vio su mirada era de indiferencia como si no le importara lo que ocurriese con su esposo. Quizás era esa la molestia que traía ella desde ese momento para desquitarse con el otro imprudente al que le miraba acercándose, le tomó la mano sonriéndole algo más aliviada, aunque aún con los recuerdos que tenía, de cuando vio a Eogan morir en aquella noche con la espada de un inquisidor, al que nunca encontraron y todo por órdenes de una supuesta traición al haberse vuelto un vampiro.

Soltó la mano del bibliotecario un momento dándose tiempo para guardar la compostura –No me importa la misión realmente, mis lágrimas son por otra cosa– obvió el hecho de lo de la esposa, ya de por si era doloroso incluso para ella que tenía el deseo de recriminarles a ambos por sus indiferencias, pero no quería meterse, no era de su incumbencia –Yo antes iba a casarme, aunque nadie lo crea por ser una, espía de burdeles que se vea más como prostituta– dio la espalda al bibliotecario sentándose en la cama por los pies de él –Él era otro inquisidor, un soldado. Eogan, pero cuando desapareció y lo dieron por muerto nadie pudo imaginar mi dolor, el tener que ir de delegación en delegación fingiendo y reconociendo cadáveres todos los días, el ir a las morgues y cementerios, el no saber que paso de él. Pero cuando volvió fui feliz y no nos duró la felicidad y antes de casarnos me lo arrebataron nuevamente, solo que ahora sé dónde está– nuevas lágrimas amenazaban con brotar de sus ojos y cuando los cerró al ver al inquisidor cayeron una tras otra.

Se puso de pie limpiando su rostro con una sonrisa, llamó a la enfermera nuevamente para que les indicara a que hora llegaría el doctor para darle el alta y poder llevárselo a la casa; la enfermera le indicó que faltarían de dos a tres horas para que llegue, con esa información volvió con una sonrisa para hacerle compañía –Aunque tu esposa no haya venido, creo que se siente preocupada, pero se pondrá feliz cuando te vea de nuevo, estoy segura– sonrió y cuando obtuvo un elogio su corazón latió nuevamente, sintió una punzada, el latir de su corazón ante tales palabras. Sus ojos desviaron la mirada para no tener que admitir que era muy atractivo mientras se recriminaba la condición de casado del hombre –Es mejor tener un vestido que estar desnuda, aunque también me gusta estarlo sobre todo con buena compañía– contestó siguiendo la broma soltando una risita baja.

Hace tiempo que nos e escuchaba su risa ya hasta pensó que había olvidado hacerlo.

por **Bishop** Jue Jun 01, 2017 11:25 am

Hora de trabajar

El condenado bibliotecario tuvo problemas para no poder evitar una sonrisa, le agradaba la compañía de su compañera Nyra en esos momentos – Bueno, no sé. Mi esposa ha estado bastante distante y rara. Había días que estaba leyendo sin parar, en las noches se iba a dormir a otro dormitorio dejándome frio en la cama. – Hizo una pausa porque lo que quería compartir le hacía querer tomar un poco más de esfuerzo – Sin embargo otros días me recriminaba porque no le hacía caso –tuvo que reír a causa forzada debido a que no había coherencia en lo que decía sobre su mujer – Lamento aburrirte pero es que ¿No te parece demasiado extraño? –Suspiro y se recostó un poco sentado sobre la cama de aquella habitación de hospital y en un momento, llevo los cantos de sus dedos a robar una de las lágrimas que escapaban traviesas del rostro de Nyra – Si necesitas hablar, yo estoy dispuesto a encontrar el tiempo que necesites – Sonrió con cierto aire escueto, simple y sin llamar demasiado la atención.

De un momento a otro, la puerta se abrió repentinamente, haciendo entrada a un inquisidor sujetando del brazo a otro inquisidor herido que tenía clavada una flecha en un costado, pero no una flecha cualquiera. Enseguida, Bishop reconoció aquella flecha y detuvo a Nyra enseguida con un agarre en el brazo pero no para romperle el brazo – Nyra, no te acerques – Y como si nada, Bishop salió de la cama como pudo, quejándose aun de los puntos aunque estuvieran bien cosidos no se iba a morir. Caminó hasta el inquisidor herido, se balanceó un poco y cayó de rodillas en el suelo pero quedando cerca del inquisidor y pudiendo así romper la cola de la flecha, destrozándola para que la flecha conocida como “La Flecha maldita de Salomón” dejara de hacer su efecto y se convirtiera en una flecha normal.

Al instante que rompió la flecha, aquel trozo de cola de flecha se volvió negra e insignificante por lo que la tiro al suelo haciendo un sonido hueco.

Finalmente, Bishop acabó de lado, jadeando como si de una maratón se tratara pero no le había pasado nada. Estaba perfectamente pero solamente, aquel esfuerzo le había robado parte de su energía.

BY ORIELY

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Miér Jun 28, 2017 7:16 pm

En aquel momento de soledad para ambos le pelirroja pensó en un deseo pecaminosos y fuera de sí, tenía el deseo arrebatador de subirse sobre su compañero y besarlo hasta que los labios se secasen, pero se detuvo al escuchar la historia de su esposa y compañera, una punzada de dolor cruzó por su pecho asimilándola como el recuerdo de su amor perdido, suspiró profundamente apoyando el rostro en la palma de la mano del inquisidor sonriéndole y agradeciendo por el limpiarle las lágrimas, trató de recuperarse lo más rápido que pudo mirando a un lado para limpiar su rostro completamente y alejar los pensamientos impuros que estaba teniendo; por sus profesiones sabía muy bien ese tipo de comportamiento pero no lo diría en voz alta quizás hasta podría enojar al hombre y ella en ese momento no quería eso, lo dicho ella culpaba a la soledad por actuar así.

Lo miro un rato y desvió la mirada –Bueno quizás lo que quiere es atención tuya ya sabes, que vayas tras de ella, quiere ver tu amor por ella, tu interés en sus cosas– la puerta se abrió agradeciendo la intrusión o de lo contrario ambos lo lamentarían después, miró al otro inquisidor tratando de ayudar para salir de la cama pero su compañero se lo impidió yendo este a su socrró –¿Qué haces, estas loco estas mal tu también?– al ver lo que hacía y como reaccionada la flecha, Nyra miró al inquisidor que cargaba al joven herido indicándole una de las camas más lejanas, ambos se miraran en silencio y este le sonrió a Nyra mirándola con deseo como siempre lo hacían los hombres, algo que ella estaba más que acostumbrada sobre todo porque todso conocían su facción y lugar de trabajo, se acercó al hombre caído tratando de no tocar lo que quedaba de flecha cargándolo ayudándole a ponerse de pie para llevarlo a la cama –Tonto te dije que te cuidaras y no te expusieras acaso quieres preocuparme más eh– le soltó un golpe en las costillas –Si algo te pasa tu esposa me matará por ser la culpable– le da otro golpe en la cabeza.

Lo ayuda a recostarse en la cama pero sin tener cuidado de ella pues su pecho queda cerca del rostro de él cuando trata de acomodarle la almohada y de paso se acuesta junto a él para tratar de calmarle la fatiga y dolor pero así mismo su pecho choca contra la cabeza de él al abrazarle –Entiéndelo, tonto, no quiero tener que verte morir por mi causa, y menos ser la culpable, ver a tu esposa pasar por lo que pase, así que no me preocupes más y dame la felicidad de verte bien y de regreso a tu hogar si– besó la frente de él bajando por su mejilla y sin querer le beso los labios en un beso tierno.

Al percatarse de lo que hizo se puso de pie dándole la espalda, furiosa con ella –Me voy, mi hermano vendrá por ti, Adios– abandonó el lugar justo cuando su hermano llegó para darle la noticia de que lo tendrían hospedado en la casa de ellos hasta su recuperación por orden de los superiores y también por la gracia de su esposa que había preferido ello, algo que se omitió decir.

por **Bishop** Sáb Jul 01, 2017 8:17 pm

Hora de trabajar

Bishop sorprendido se quedó cuando la voluptuosa superficie del busto de Nyra le golpeo varias veces el rostro por lo que tuvo que improvisar con la almohada sobre su pelvis y pidió otra almohada para apoyar su cabeza. Parecía que todo había terminado cuando vio a lo lejos al hermano de Nyra y en cuanto se les acerco le conto la noticia de que Bishop estaría hospedado en su casa hasta su recuperación. Fue para entonces cuando quiso que la tierra le tragara porque además no lo sabía su esposa. Tendría que decírselo y decirle que estaría unos días fuera, pero no hizo realmente falta cuando la vio entrar seria como siempre había estado y pasando cerca de Nathaniel y de todos los inquisidores comunico una triste noticia a Bishop:

- He pedido permiso para trasladarme al este donde estaré lejos de tu asquerosa cara – Bishop al principio le resulto que estaba sobre actuando pero cuando la vio quitarse la alianza de su dedo anular y tirárselo a la cara la autenticidad de su mensaje se dio por clarificado. No dijo nada y vio a su ahora ex – esposa irse por aquella puerta dejándole patidifuso, con la congoja que no sabía dónde podría meterla. Enseguida notó que su anterior excitación se había rebajado por lo que ahora pidió estar a solas. La enfermera que estaba al lado y presencio todo echó a los inquisidores Slamdong para que esperasen afuera mientras Bishop descansaba.

Fueron un par de horas en las que Bishop tardó en reaccionar y vestirse para así finalmente irse con los Slamdong que los esperaba en el exterior de un carruaje. No estaba triste ni sonriente tampoco. Estaba completamente con una sonrisa ausente que no correspondía a su personalidad y solamente se metió en el interior del carruaje sin decir apenas una palabra. Llevaba consigo el anillo de compromiso y de boda que su reciente ex – esposa le había tirado a la cara, los removía entre las manos para después tirarlos lejos de donde estaba, haciendo que estos se perdieran en la nada.

- ¿Nos vamos? –Pregunto Bishop con seriedad, con notoriedad de que quería irse de aquel hospital, de aquel agujero de gérmenes que cada vez se llenaba más y más de inquisidores y resultaba algo molesto en realidad. El carruaje en sí mismo estaba bien decorado, con cortinas oscuras seguramente para la disposición del enfermo pero ahora mismo el enfermo era él y el paisaje parisino le sentaría de maravilla por lo que corrió la cortinilla dejando entrar los rayos del sol al interior del carruaje mientras este esperaba ponerse en marcha.

BY ORIELY

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Sáb Jul 22, 2017 7:01 pm

Antes de salir vio como su hermano ingresó a la sala de camillas para dar la noticia de que sería trasladado a pasar en la casa de ellos, mientras conversaba su hermano le tomó la mano con fuerza para que no se fuera, fue en ese momento que un dolor agudo pasó a su pecho cuando vio a la esposa de él entrar, sus ojos se abrieron encontrándose muy avergonzada por lo que minutos antes había ocurrido, pero nadie los preparó a los dos hermanos para presenciar tal acto de reproche y odio, Nyra quiso agarrar a aquella mujer pero su hermano la detuvo negando con la cabeza y un claro mensaje que ella entendió “no es nuestro asunto”, era cierto y bajo la cabeza obedeciendo a su hermano y a la enfermera que los obligó a salir.

Fuera ambos hermanos hablaron y discutieron, más que nada por una sorpresa, Nathaniel se iría a Italia por unos meses dejándola a ella sola con el invitado y por lo tanto haciendo que su trabajo en el burdel se vea afectado, la discusión de los dos hermanos duró unos segundos cuando Nathaniel se lo pidió de favor y que a cambio recibiría un bello vestido italiano como pago por dejar su trabajo de espía por los tres meses que estaría fuera. Acepto de mal agrada pero en su interior algo había despertado. Esperaron en el carruaje ella mirando hacia la ventana cuando llegó su hermano con el inquisidor y en un aviso de golpe al carruaje este anduvo dejándolos en silencio.

No tardaron mucho en llegar a casa, Nathaniel ayudo al otro inquisidor a bajar y entrar en la casa, mientras el cochero llevaba las maletas al interior de la casa y ayudaba a Nyra a bajar, ya en casa se sentía más segura, al ingresar vio la maleta de Nathaniel en la entrada –Ten buen viaje hermano, yo cuidaré de tu amigo no te preocupes que lo dejas en buenas manos– rió cortando el ambiente incómodo que se formó desde el hospital hasta su casa –Iré a hacer tu habitación mientras ponte cómodo en el pequeño saloncito que tenemos, es una salita cómoda y pequeña pero agradable– subió las escaleras mirando sobre su hombro a su hermano y al otro inquisidor, viendo como su hermano se despedía y salía con su maleta en mano dejándolos solos.

Arregló la habitación huéspedes que tenían abriendo las ventanas para que oree, sacudió las sábanas y las tendió sobre la cama, todo dejó acomodado y listo para el uso de su nuevo huésped, antes de bajar pasó por su cuarto dejando caer el vestido y colocándose uno más suelto (y algo transparente), pero que le hacía sentirse más cómoda en su casa. Bajó las escaleras hasta la cocina llevando te para el herido y para ella un vaso con whisky, entró al salón dejando sobre la mesita del centro la charola –He traído algo de te par que tomes tus medicamentos y algo de licor para mí– sonrió acercándole el té a donde estaba él sentado.

En un impulso se sentó a horcajadas sobre él acariciándole el rostro con los pulgares de ambas manos –No tienes una cara asquerosa, al contrario tienes una lindo y atractivo rostro– susurró cerca de sus labios acariciándolo con sus dedos, sin pensar en más y cuando ambas miradas cruzaron, lo besó en los labios de manera lenta primero tanteando un poco pero atenta por si él la rechazaba, sus manos rodearon el cuello de él llegando a su nuca donde sus uñas pasaron por la cabeza de él, en un casto beso termino aquello al ponerse de pie –Te llevo a tu habitación para que descanses mientras yo trabajo en algo ¿quieres? ¿o prefieres dormir conmigo?– rió bebiendo de golpe aquel vaso de whisky.

por **Bishop** Mar Ago 01, 2017 6:06 pm

Tomo el whisky que ella estaba bebiendo y lo tiro a la chimenea para después tirar de su brazo para sentarla a horcajadas sobre él de nuevo y manteniendola bien sujeta con una mano en el trasero de ella y la otra ocupada bajandole el vestido a la vez que este la besaba de un modo apasionado. La mano de su vestido fue hasta su cabeza para enredar sus dedos en la roja cabellera ajena.

La mano que estaba en el trasero ajeno la llevaba hasta el interior de la ropa interior, Bishop la dio la vuelta mientras aun estaba sentada sobre él. Bishop le bajo el vestido dejandoselo por la cadera, tomo con ambas manos ambos senos, comenzaba a masajearselos lentamente para soltar una mano y meter dos dedos dentro de la ropa interior, provocando a su punto mas sensible, moviendola contra su ereccion que poco a poco iba notandose cada vez mas y mas.

- Uuhm...- Bishop gimio sin poder evitarlo - Nyra...- Dijo aquel nombre como si le hubiera nacido de dentro pero se detuvo y se puso de pie quitando a Nyra de enmedio con cuidado. Toma a Nyra de la mano y entra en una habitacion en la que esta abierta y al lado algunas de sus pertenencias. Tiro a Nyra a la cama y él se puso encima de ella, le acabo quitando lo que restaba del vestido y enseguida él estaba desnudo como ella.

Se subio a la cama y poniendo sus brazos sobre su cabeza mientras le sujetaba con una de sus manos, Bishop con la mano libre le separo las piernas para tener el deseado espacio para colocarse entre ella, comenzando a besarla de nuevo de manera apasionada, mordisqueando sus pezones al igual que le masajeaba los senos como podia. Sus caderas tentando al punto secreto de Nyra, Bishop seguia con su tarea de que ambos se prepararan para lo que aconteciese a continuación.

por **Nyra/Nathaniel Slamdong** Dom Ago 27, 2017 9:39 pm

Respondió aquel beso con otros más cortos y algunos largos, movía su cuerpo contra el de él de manera sensual, provocándolo al cuerpo del inquisidor, sus manos rodearon por el cuello de él hasta acariciarle la nuca y parte de le espalda, Nyra estaba tan concentrada que comenzó a jadear entre los besos sin despegarse de él ni un segundo. Desde la muerte de su amado no había vuelto a estar con hombre alguno, su trabajo en el burdel se había convertido solo en espionaje sin llegar a más, ahora ya no se sentía una verdadera espía de burdeles.

Sintió su cuerpo arder de nuevo con aquella pasión, se desató el cabello y al separarse pensó que él había recapacitado pero no, la llevó a la habitación donde continuaron entre besos y caricias lo que ambos desearon, mordía su labio inferior, sus dedos tratando de no gritar mucho, pero le era difícil más cuando entre sus piernas el se rozaba de aquella provocando su cuerpo, humedeciéndola. Tragó en un momento deteniéndolo entre sus caricias llevando el rostro del inquisidor hacia el suyo besándole los labios –Dejame hacerlo por ti, tu estas herido y no creo que tengas la fuerza suficiente para moverte– beso sus labios y lo llevo a que él se recostara mientras ella se ponía a horcajadas sobre él frotando sus labios íntimos contra la forma de su mimbro gimiendo. Tomó las manos de él llevándolas s su senos a que los acaricie cuando tomó luego el miembro de él y comenzó a introducirlo en su cuerpo.

Su cabeza se tiró hacia atrás al sentir como la abría, se deslizó lento bajando despacio hasta que se sintió llena abriendo los ojos y mirándole –Te sientes bien, no te duele tu herida– jadeaba sin moverse acostumbrándose a su tamaño, no era como el de otros hombres, ni como el de aquel que ella amó, él tenía una forma más proporcionada que le hacía temblar a su cuerpo en el groso y largo –Dios no puedo creer que tu esposa se pierda de esto con lo bueno que estás diooos creo que me correré solo tenerte adentro sin moverme– su cuerpo se tornó rojo de la excitación y sus pezones se mostraron erectos ante los ojos de él.

por **Bishop** Vie Sep 01, 2017 9:27 pm

Estaba asombrado de lo que estaba viendo en ese mismo momento. Una mujer de esa índole estaba sobre sus caderas incitándole a que se moviera más y más debajo de ella. Estaba sintiendo como su herida le molestaba pero el placer contrarrestaba el dolor, sentía más placer que dolor, sentía ganas de querer tomarla de una manera mucho más pasional pero estaba temeroso de que su herida se pudiera abrir.

- ¿quieres casarte conmigo? – Estaba fuera de sí, probablemente, pero se irguió un poco sentado sujetando las caderas de Nyra con insistencia, no quería dejarla ir en aquel momento – No te…bueno te conozco algo pero tendría toda la vida para poder estar contigo…-acaricio sus caderas para subir por su cintura – y estaríamos bien conectados.

En ese momento movió sus caderas hacia dentro intentando introducirse más adentro de la cavidad vaginal de Nyra – Aagh…-su cabeza echo hacia atrás del placer que sentía en ese momento, acariciaba la espalda de Nyra lentamente, arriba hacia abajo y lentamente le dio la vuelta quedando él sobre ella, envistiéndola una y otra vez hasta que este llegó al orgasmo descargando su semen en uno de los muslos de la inquisidora. Tuvo el detalle de tomar la delicadeza de no correrse dentro de ella si no era con permiso conyugal y dado como no lo eran, no cometería tal cosa.

No haría nada serio de momento, e igualmente podría ser malo para Nyra en el trabajo. Los inquisidores cuando una mujer cogía la baja maternal estas mujeres nunca volvían pues se quedaban sumisas ante el duro trabajo del de ama de casa. De todos modos no veía a Nyra estar sola en casa de la mañana a la noche, esperando que volviera su esposo hasta que esté la hiciera caso alguno. A lo mejor fue un lapsus porque lo que paso con su mujer, o en realidad había dicho alguna locura adecuada con la mujer adecuada para él.

Retirándose hacia un lado jadeante, se tumbó observando el techo del dosel de la cama. Se había quedado mudo por lo que su mente estaba aún en estado de recuperación. La sangre tardaba llegar al cerebro del exceso de movimientos con la herida aún en fase de curación, estaba jadeante y cansado, pero observo a su lado unos cabellos rojizos – Lo siento si dije algo inesperado y….bastante raro. No sé porque te lo pregunté – Específico por lo que dijo anteriormente, se tumbó de lado pero se quejó al notar la herida escocerle como un demonio. Se mantuvo mirando hacia arriba y su próxima intuición fue colocar el cuerpo de Nyra sobre el suyo, acurrucado sobre su pecho lleno de cicatrices mientras la sujetaba de la cintura con sumiso cuidado

– Puedes pegarme si gustas…. – Dijo medio en broma pero le daba igual. Sabía que se los daría igualmente. Miró un segundo a Nyra. No dijo nada por lo que volvió su mirada perdida hacia el dosel de la cama.

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