El Sonido del Bosque [József + Libre]

por **Luther Bauer** Jue Oct 28, 2010 12:59 am

[Viene de Entre Familia]

Su mano estaba aferrando firmemente la muñeca de su pequeño hermano aún cuando ya habían dejado bien atrás los sembradíos y a su alrededor crecía el bosque protegiéndoles del todo de aquellas horribles y traicioneras armas de hierro y fuego.

Ambos comenzaron a reducir el paso hasta acabar en una ligera pero continua caminata. Él ni siquiera había perdido el aliento, pero József tampoco: ambos estaban acostumbrados a ser perseguidos. Sin embargo él no encontraba nada de divertido el ser apuntado con una de esas cosas. Lo encontraba injusto y poco digno.

- Deja de reírte, Jo - le espetó simulando estar enojado - No te estarías riendo igual si hubiese recibido un tiro - pero acabó sonriendo mientras los sonidos del bosque les envolvían, acabando por suspirar y revolverle los cabellos al menor.

Su carga le estaba molestando un poco, así que le pidió a József sentarse un momento y dejó su saco de cuero con la carne y puso sobre el pasto con cuidado la piel del animal que aún no estaba seca, naturalmente, aunque la sal estaba haciendo un buen trabajo (y había sido buena idea la suya de enrollar la piel). Observó a su hermano y le extendió la mano para hacer que se sentase con él.

- Vamos a pedirle disculpas y darle las gracias a este animal por el bien que nos hará, Jo... - le sonrió un poco, sabiendo lo importante que era eso para él.

Esperó que su hermano hablase y dijese lo que necesitaba para luego él asentir en señal de aceptación a aquello acabando por levantarse - Bien, estamos ya suficientemente lejos como para sentirnos a salvo... quizás podamos buscar algunas moras y desayunar un tanto más decentemente ¿qué piensas? - mientras tomaba la bolsa de cuero y cogía la piel - A menos que quieras devolverte a pedirle disculpas al granjero por haber hecho que gastase sus municiones en nosotros, también - fastidiándole un poco y revolviéndole los cabellos.

Bueno, esa era también su función además de protegerle: él era el único que podía meterse con Jó. Ya verían si alguien más intentaba hacerlo.

por **József Bároti** Jue Oct 28, 2010 1:49 am

Siguio corriendo tirado por el brazo de Luther hasta que la densa flora les cubrió del estruendo de aquel metal que con pólvora y desconocía que otros componentes salía disparado matando asi personas, animales y toda cosa que obstruyera su camino su risa dejo de aflorar cuando el mayor le pidió aquello, bajo la mirada apenado por su comportamiento.

-lo siento Luther…me no a ocurrido no siempre tienes que ser asi de pesimista- asevero con tranquilidad aspirando el aroma de la naturaleza y buscando con su mirada al conejo aunque quedaba prácticamente del otro lado del bosque alla donde pocas personas solian llegar por diversos motivos y razones.

Se sento a un lado de el escuchándole con atención no olvidando lo que le habia prometido que le diría, Jeanette le habia dejado varios encargos y ademas quería ir a visitarla pronto y quería que Luther lo acompañara en la medida de lo posible, podia asi mostrarle muchas cosas y comprender mejor la relación y el encuentro de ellos dos.

-gracias ciervo por permitirnos usarte como abrigo, lamentamos tener que hacerlo pero esperamos comprendas, lamentamos también que allas fallecido por un disparo y te deseamos una mejor vida- murmuro inclinándose para besar aquel tajo de piel aunque y al instante comenzó a mover la lengua intentando quitar de sus labios un puñado de pelos que se le habían adherido por la acción.

-ya comprendí Luther…no fue gracioso- aseguro como un pequeño que comprende su error después de ser regañad por su madre, sacudió sus manos contra el pantalón levantándose andando algunos pasos y girando en derredor ¿por donde estarían los mejores frutos? Comenzo a andar nuevamente rozando con sus pies descalzos la tierra fria y humeda, las mejillas sonrosadas y la punta de la nariz congelada a causa del extraño clima -¿cual es la temporada de fruta?- le cuestiono curioso.

por **Luther Bauer** Jue Oct 28, 2010 11:30 am

Su mirada paseó por el rostro de su hermano y finalmente le atrajo hacia él, abrazándole con tan solo un brazo mientras le acariciaba los cabellos - Está bien, lo siento yo... solo quiero que sepas que las cosas malas ocurren a veces, así que es preferible mantenerse alejado de los problemas para evitarlas..... aunque, claro, para nosotros es imposible - le depositó un beso ligero en los cabellos.

- Mientras tu misión es sonreír y tranquilizr mi alma, la mía es hacer que tus pies toquen el suelo a veces... no quisiera que te echaras a volar un día y me dejases atrás - probablemente ese era uno de sus mayores temores.

Observó silencioso aquel rezo infantil de su hermano para luego reír al verle con los pelos en la boca - Ten cuidado, no dañes la piel, que luego podremos venderla en París - pero para eso debía estar en perfecto estado.

Ya de pie y con la bolsa en el hombro se echaron a caminar, mientras sus ojos ávidos buscaban en los árboles frutas y en las zarzas a ver si algunas moras habían aguantado los primeros fríos del otoño.

- ¿Hum? - el prusiano miró a su hermano y alzó las cejas - ¿La época de fruta? Pues... supongo que depende de la fruta... - pateando una piedra - En el verano es cuando hay más frutas, pienso... hay cerezas, sandías, melocotones y fresas... pero hay fruta todo el año, depende de los árboles... - su atención bajó sin mucho objetivo a la 'piedra' que había pateado y alzó las cejas - Por ejemplo... - se inclinó y cogió el objeto, mostrándoselo a su hermano con una sonrisa - Acabamos de encontrar un Nogal...-.

Justamente sobre ellos se veía un gran árbol con hojas secas y si uno se fijaba bien podía ver los frutos ya oscurecidos que guardaban en su interior aquel delicioso tesoro. Luther maldijo una vez más por su nula habilidad para encaramarse sobre los árboles, así que dejó la bolsa con la piel y comenzó a buscar un palo largo para bajar las nueces.

por **József Bároti** Dom Oct 31, 2010 11:52 am

Se dejo abrazar asintiendo con suavidad para Luther lo seria…muy pronto, porque le pediría a Jeanette que le enseñara algun hechizo de protección o que le enseñara a leer lo suficiente como para ir a la biblioteca o cualquier lugar con algun libro de utilidad y embriagarse de conocimiento en el tema, porque no deseaba que nada malo le ocurriera a su hermano ni a su hermana o alguno de la pandilla, eran su familia y como tal debía protegerlos, porque era el único brujo entre ellos y por ende el único que podría hacerlo.

-yo jamás te dejaría Luther, haría que te salieran alas y volaras conmigo- aseguro estrechándolo entre sus brazos porque seria incapaz de abandonarlos siendo que ellos jamás le habían abandonado y asi seria hasta los últimos días, se mantendrían juntos y volarían juntos sino, ninguno volaría.

Tomo la mano de Luther antes de que este comenzara con aquella acción, quizás al final terminaría con los pies algo heridos pero ese tipo de cosas eran las que no lo hacían sentir inútil, saber que a fin de cuentas su única misión no era solo hacerle olvidar de la maldad unos instantes, afianzo sus manos al árbol comenzando a subir con algo de esfuerzo logrando al final alzarse del suelo hasta sujetarse a una rama baja porque era una suerte la forma de aquellos arboles –lo lamento nogal- murmuro besando un trozo de madera –puedes tomar las que estas mas abajo seguro que no están demasiado altas, intentare subir un poco mas y recolectar algunas- le indico apoyando su pie donde las ramas parecían soportar mejor el peso, desapareciendo rápidamente entre el follaje.

Estiro su mano tomando tres y guardándolas en sus bolsillos quizás seria mas fácil si las dejaba caer seguro que por la rugosa cascara que recubría su interior no sufrirán ningún daño -¡cuidado abajo!- exclamo al tiempo que dejaba caer dos, subiendo cada vez mas en el árbol y vaya que si eran arboles bastante altos.

por **Luther Bauer** Jue Nov 11, 2010 11:04 pm

Luther no pudo más que sonreír ante las palabras de su hermano, puesto que sabía de lo que József era capaz y probablemente él le tenía más fe que nadie en el mundo. El prusiano sabía que su pequeño hermano sería el que llegaría más lejos de todos, y a pesar de sus sentimientos, él estaba preparado para dejarle ir, para no volverse un lastre para él.

- Gracias, Jo – devolviéndole el abrazo, con todo el amor que se podía llegar a sentir por alguien - Si hay alguien en el mundo que puede hacer volar a un pesado perro como yo, ese eres tú – besándole los labios suavemente, soltándole luego y empezando su búsqueda.

Alrededor del Nogal no veía ninguna rama útil, y sabía que József jamás le dejaría sacarle una a otro árbol para lo que quería hacer, así que estaba viendo cada vez más complicada la situación cuando su hermano le llamó la atención.

No hubo necesidad de palabras, Luther solo suspiró y asintió, ayudándole a subir al menos al comienzo, viéndole como se perdía en la copa del árbol como si fuese una ágil y descalza ardilla. Una sonrisa se posó en los labios del rubio mientras se mecía los cabellos y suspiraba.

-Vale, también deben haber más entre la hierba, yo las reúno – le gritó de vuelta, comenzando a recolectar. No llevaba mucho rato así cuando escuchó la voz de Jo, y sin comprender miró arriba viendo las nueces caer, moviéndose justo a tiempo - ¡Oye! ¡Ten más cuidado! Casi me matas!! – se quejó pero en un tono claramente divertido, mientras tiraba las nueces contra el tronco del nogal, donde estaban reunidas todas sus cosas.

Cogió una de las nueces que había dejado caer luego su hermano y la abrió con ayuda del mango de su cuchillo, viendo que estaba demasiado verde, así que le volvió a gritar - [color=DarkSlateGray][b]¡Jószef!!! ¡Solo coge las que tengan la cáscara negra o abierta!!! ¡Las otras están verdes!!! – y él no sabía si esas cosas maduraban luego de ser cortadas.

por **József Bároti** Sáb Nov 13, 2010 1:07 pm

Sonrio ampliamente recibiendo el beso con aquella curvatura en sus labios –volaremos juntos, te lo prometo- aseguro asintiendo era un juramento y no de palabra sino de convicción porque aun ser pronunciado estaba seguro que lo realizaría, no le dejaría si algun dia le creían alas, no le dejaría aunque el cielo se abriese a sus pies.

Cascara negra o abiertas, sus pies se cernian a las ramas del árbol como si de un mono se tratase, sus manos se sujetaban mientras su dedos tomaban las piedrecillas con dichas características, las verdes debían quedarse donde estaban pues aun no estaban listas para ser comidas -¿Cuántas mas?- le cuestiono desde lo alto sintiendo como las hojas se le mezclaban en el cabello haciéndole lucir como un verdadero matorral.

Bajo por entre las ramas sujetándose de unas y otras deteniéndose justo antes de llegar al suelo, se sento en en la rama, una de las mas resistentes y dejo caer con delicadeza su cuerpo hacia atrás, con los brazos extendidos a centímetros del suelo –mira Luther soy como una ardilla- rio con las mejillas enrojecidas por la sangre que comenzaba a agolparse en su cabeza. Sobre el suelo yacían una docena de aquellos duros frutos, negros y abiertos como Luther habia indicado.

-estas volteado- rio por lo bajo señalándolo, con la camisa resbalando por su torso hasta sus brazos, dejando su estomago al descubierto, aquel definido y no por cuestión propia sino por el arduo ejercicio que realizaba todos los días, huyendo, bailando y trepando, saltando y dando vueltas, porque cualquier podría jurar que pertenecía al circo con aquella capacidad y agilidad.

Cuando la cabeza le comenzó a doler y su rostro parecía no poder estar mas rojo levanto su cuerpo sentándose de la rama y saltando al suelo de un solo par, aterrizando con suavidad sobre las hojas y ladeando el rostro de un lado a otro, meciéndose como un velero sobre el mar mareado por las acciones antes realizadas -¿podemos ir ya a ver al señor conejo?- le cuestiono rebuscando la zanahoria que habia llevado entre sus pertenencias.

por **Kim Min Ho** Sáb Dic 25, 2010 8:36 pm

Les había estado observando desde lo alto de aquel nogal desde que llegaron. Al igual que aquellos dos, él había estado intentando conseguir algunas nueces, pero cuando se percató de que venía gente se transformó en gato y trepó por el árbol. Ahora, con algunas complicaciones para bajar...claro, como todo gato, le era muy fácil el subir, pero no el bajar.

Sintió como el árbol se mecía con los movimientos de uno de los sujetos y solo pudo pensar "Debí quedarme mas tiempo en la casa de Andrè" Recordando al instante a su amo en su forma gatuna.
Cuando uno de los jóvenes saltó para bajar de la rama, el árbol se movió con fuerza y terminó cayendo por algunas ramas dejando escapar un gran maullido. Se sostuvo de una a duras penas y agitó su cabeza cuando logró sentarse en esa rama. Volvió a llamar la atención esta vez con un maullido lastimero, quizás podría conseguir algo mostrándose como el pobre gato indefenso.

Al sentirse menos mareado dio algunos saltos entre las ramas y cuando estuvo mas cerca del suelo bajó. Se acercó maullando hacia uno de los jóvenes, aquel que recién había bajado del árbol, pero de reojo vio al otro y le dio mala espina, una mala sensación. Sentía que aquel debía ser alguien 'especial', quizás como él.

por **Luther Bauer** Miér Dic 29, 2010 5:47 pm

En general Luther era considera como bastante frío y serio entre los miembros de la pandilla, y aunque Józs era el corazón y el pegamento que les unía, en casos de dificultad las decisiones acaban estando en manos del estóico cambiaformas.

Pero Lu tenía una debilidad y ese era József. Toda su frialdad y su caraduría desaparecía cuando estaba con él. Con su forma canina le gustaba simplemente echarse a sus pies y recibir sus caricias tras las orejas, y como humano no era distinto.

Le observaba hacia arriba con todo el amor de su corazón mientras recogía las nueces del suelo, pero de pronto algo le hizo reaccionar - Con esas ya está bien, Jozs - le respondió mirando entre las ramas algo ansioso y luego a su alrededor. ¿Qué era esa sensación? No era preocupación propiamente tal. Era su Hovawart interno gruñendo.

Levantó la mirada al escuchar llamarse a si mismo ardilla y soltó un quejido de preocupación, dejando las nueces a un lado - No jueves, Józs, te puedes hacer daño - acercándose y tragando algo de saliva al verle así, viéndole finalmente bajar mientras le sujetaba de un brazo para que no fuese a caer, mientras negaba ante la despreocupación del menor - .... si, si, cuando acabemos de recoger las nueces... a los chicos les gustarán - asintió un poco, pero luego se giró con rápidez al escuchar ese maullido mirando hacia el árbol.

Casi tuvo deseos de gruñir, pero apretó los dientes mirando al animal que finalmente bajaba y se acercaba a su hermano el que obviamente sería amable inmediatamente con él, después de todo, así era Józs.

Pero, en cuanto a él, ese animal le había caído mal de inmediato - Agh, un gato apestoso... no me había dado cuenta que estaba arriba... - se quejó volviendo a las nueces, pero sin quitarle la mirada de encima - Quizás contaminó las nueces - hablando mordazmente.

Agh, que mal le caían los gatos.

por **József Bároti** Lun Ene 10, 2011 6:54 pm

Rio melódicamente una vez tuvo ambos pies sobre la tierra –e visto a las ardillas hacer esto todo el tiempo ¿Por qué habría yo de lastimarme? Si ahora soy una ardilla- le cuestiono negando con confianza, sacudió sus manos contra su camisa y alzo al mirada al escuchar aquel lastimero maullido que le arrebato un suspiro del corazón, no lo pensó dos veces estiro sus manos hacia el mínimo tomándolo con cuidado, ronroneando en la lengua de aquellos seres para tranquilizarle con caricias constantes y suaves tras su oreja, todos los animales gustaban de ser rascados en aquella zona, por lo menos Luther asi era.

Inflo las mejillas mirando a al gato –solo esta jugando en verdad usted no apesta- asevero acercando el peludo animal a su nariz para aspirar su aroma, no, no olia del todo mal, prosiguió con sus caricias a lo largo del lomo del gato cuestionándose como aquel ser de compañía habia llegado hasta un sitio donde con facilidad algun predador terminaría con el, su corazón se compungió al pensar en aquello y acercándose con rapidez a Luther le rogo –tenemos que cuidarlo ¡hay búhos y lechuzas en este lugar! ¿podemos llevarlo con nosotros? Si porfavor di que si- le rogo pensando en el bien estar de aquel diminuto animal, de quedarse sin la compañía de aquellas altas figuras quizas por la noche, cuando el sol no fuese su custodio algunas garras le sujetarían y llevarían hasta su nido ¡no!

-yo se que no te gustan los gatos pero no podemos dejarlo aquí, seguramente es el gato de alguien ye se alguien debe estar preocupado ¡es nuestro deber llevarlo con bien!- asevero con el aire de un fornido héroe aunque su aniñado rostro detonaba las intenciones con que aquello se hacia y en nada tenia que ver con jactarse con aires de grandeza y ensoñación. Le observo pues con aquellos ojos dispar esperando una aceptación de su parte de lo contrario lloraría el resto del camino.

por **Kim Min Ho** Dom Ene 16, 2011 1:37 pm

Apenas vio esos brazos estirándose se lanzó a ellos. Como buen animal tenía su sexto sentido desarrollado y podía advertir algo cuando el peligro se acercaba y aquel chico era de todo menos peligroso. O al menos eso parecía.

Se acomodó en sus brazos y ronroneó gustoso. Aunque de reojo miraba aquello que habían recolectado y solo eran nueces. Bah! mas nueces, siempre comía, no eran malas, pero quizás un día le saldrían hasta por los ojos.

Al escuchar como el chico que le tenía en brazos le rebatía al otro, solo agrandó su ego gatuno, y hasta sacó la lengua, aunque parecía un gesto normal, pero él se estaba burlando de ese rubio, que de alguna forma le hacía recordar a esos pulgosos y babosos perros que siempre terminaban persiguiéndole.

Maulló mas lastimeramente cuando escuchó que le llevarían con él. Quizás iba a tener comida o un lugar para resguardarse del frío aunque...y si era como esas viejas que se topaba en las calles que le querían llevar a la casa? Ya le pasó una vez que una mujer le alimentó en la calle, pero luego lo llevó a su casa, le dio un baño y le puso una cinta en el cuello. Prácticamente lo tuvo secuestrado! No, no! solo había una persona a la que le aguantaría esas cosas, y no era ninguno de esos chicos. Además, si buscaban nueces y por el aspecto que tenían, no le parecían gente que tuviera mucha comida en sus hogares, quizás andaban probando suerte cada día como él.

De un salto se soltó de los brazos de aquel que le quería cuidar tan bien. Lo había decidido, no se aprovecharía de ellos. Quizás huiría y luego llegaría como humano hacia ellos para tenderles una mano. Pero no, no lucían como gente de la cual él podía sacar algún provecho sin sentirse mal después.

Aunque no se iría sin antes molestar al rubio. Corrió hacia él y se frotó para dejarle bien marcado su aroma y además varios pelos en la ropa.

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