El silencio en el bosque {Libre}

por **Laura Juliet Bianchi** Miér Ene 12, 2011 11:45 pm

Querido diario:
La visita a la familia de Millicent no fue tan agradable como pensaba, ní un poco. En la fiesta solamente me encontré con los jovenes de la milicia, unos cuantos de la realeza con los que me ví obligada a compartir una larga conversación.
En cuanto a la decoración de su salón, me veía deslumbrada a cada minuto, todo resplandecía con cristal, aún cuando un par de copas se termináron rompien... .

Una mancha de tinta destrozó lo poco que había escrito y un brusco jalón, me hizó soltar el diario de mis manos, obligandole a caer por algún lado en el suelo del carruaje, algún lugar que no pude distinguir mientras mis manos, aún con los guantes buscaban aferrarse a algo sólido.
Miré a mi dama de compañia, aquella quien ocupaba el lugar frente mío en aquel carruaje con una expresión que delataba mi confusión.
El silencio reinó el ambiente por unos segundos, hasta que finalmente el rostro del conductor del carruaje se asomó sobre la pequeña ventanilla.
"Lamento aquella interrupción pero, hay demasiada nieve. Tendremos que hacer una parada, tenemos palas, en una hora podré apartar la nieve, hasta entonces, hay que esperar" nos informó un joven de aspecto bronceado y rostro en forma de corazón.
Dicho eso, su rostro desapareció.
¿Así que estaríamos allí un buen rato? Miré a mi dama de compañia con una sonrisa que dejaba ver mis ideales, una sonrisa ladina.
Me levanté de mi asiento, asegurandome de tomar la capa por debajo de mi brazo derecho y abrí la puerta con agilidad, saltando del carruaje.
Miré la pequeña montaña de nieve frente a nosotros y ambos jovenes, el conductor y un chico que parecía ser su hermano o quizá su ayudante, me mirarón en una mezcla de curiosidad y verguenza.
"Mais, c'est la?"
"Oui"
"Elle est..."
Una risilla se escapó de mis labios, mirando a aquel muchacho con una sonrisa.
"Caballeros" dije sin dejar de sonreír, sosteniendo el borde de mi vestido con una mano e inclinandome a modo de despedida y me puse en marcha.
Era un hermoso día, al parecer, aunque la nieve permanecía, no lo haría por mucho tiempo. El sol se hacía presente en lo alto del cielo, pasando entre las copas de los árboles acompañado de un viento frío, que hizó que me colocara la capa por encima de los hombros y, acomodando mi cabello, me hice de la capucha.
Escuchaba un par de gritos y maldiciones en francés, cosa que me hizo reír, seguramente a mi dama de compañia lo le agradaba mi ausencia, pero me aseguraba de no alejarme demasiado.
Así que seguí por un sendero de árboles, el aire me sabía a tierra, hundida bajo las capas de esa hermosa nieve, perfecta e inmaculadamente blanca, intocable.
Sentía mis botas hundirse contra la nieve y sin embargo, ésta me dejaba seguir mi camino, acundandome en cada paso, a modo de bienvenida.
Sonreí, era una sensación agradable y, un par de pasos más no harían daño.

por **Lionel D'Maine** Vie Ene 14, 2011 1:18 pm

Gitano 1 : Me muero de frio

Gitano 2 : Lo se...pero no podemos hacer nada es el invierno

Gitano 1 : Si pero al menos alguien lo disfruta

-Lionel mantenia su sonrisa, era cierto que habia tenido que poner a salvo algunas cosas debido a la nieve, él vivía en el campamento gitano en una tienda que no tenia demasiado pero que era lo suficientemente grande como para no emitir ninguna queja, alli guardaba sus ahorros, su dinero, su vestimenta también la comida además de algunas cosas, la nieve empezó a caer se sentía por el frío anormal que recorría sus huesos y sus músculos pero al estar habituado al frío { debido a que en Alemania los inviernos eran duros } no se habia percatado de la nieve hasta que un par de gotas cayeron en su rostro. Creyó que sería la lluvia pero pronto al ver las típicas manchas y la gota que fluía de ellas se formó una sonrisa en sus labios...¡nieve!

¿Cuantos inviernos habia pasado sin verla? bueno no habia de exagerar quizás habian sido uno o tal vez dos pero ¡nieve! era tan hermosa, puso algunos plásticos rodeando la comida, la madera en especial sus ahorros y todo lo que tenia guardado por si el agua empezaba a calar todo, todos los gitanos que estaban alli de paso se vieron abusando de las telas y los caldos preparados aunque algunos no habian podido dormir demasiado gracias a la nieve por eso Lionel tenia que dejar apartada aquella confirmación de felicidad para no empezar cualquier otra discusión que eran por lo menos bastantes frecuentes cuando la gente no dormía.

Apartó algo de nieve de la cabaña algo más seguro con todo cubierto de plastico hecho por los propios gitanos, le habian asebgurado que los inviernos eran muy duros especialmente la etapa húmeda asi que tomó unos cuantos plasticos para todo pagando un módico precio que agradeció en aquellos instantes al contemplar que ahora tendria todo en perfecto estado. La nieve habia parado pero habia convertido todo en una maraña de blanco ocasionando una sonrisa en la boca de Lionel cuando decidió apartarse del campamento para comprobar todo, cierto fué que tuvo que empezar a mover su cuerpo con cuidado por aquellos bloques de hielo traicioneros pero cuando finalmente se hizo con el control pudo llegar al bosque sin problemas.

Por el camino se encontró un carruaje que habia sido detenido por la capa de hielo...pero aquello no fue lo que más le llamaba la atención ya que habia muchos carruajes que iban y venían según los deseos de los hombres y mujeres que poblaban paris sino que habia una mujer diciendo algo de "esta señorita mia me va a matar de un disgusto" no entendia demasiado bien francés en algunas ocasiones, un hombre fórnido que estaba riendo intentando tranquilizar a la mujer y a la vez quitando como podia los gruesos cascotes de hielo junto con otro hombre no tan fórnido pero tampoco menos débil...sonrió entonces caminando finalmente hacia otro lado mientras seguia escuchando trazos de conversación hasta que se detuvo con las manos en los bolsillos sentia sus zapatos algo húmedos debido a la acción de la nieve.

Al fin encontro a "aquella señorita" de la que tanto se hablaban un buen tramo más adelante, era sin duda hermosa ¿algún poeta habria compuesto una oda para aquella mujer? cesó su admiración cuando alzó la voz apretando las manos en los bolsillos sin poder esconder aquella sonrisa que ya se habia hecho un hueco en su boca-

¿Eres tu la hermosa joven de la que tanto habla una mujer apunto de un ataque de nervios?

por **Laura Juliet Bianchi** Vie Ene 14, 2011 9:26 pm

Era fascinante, la nieve.
Era independiente y fuerte. Se negaba a ser removida y marcaba su territorio con aquel perfecto color que la indentificaba; era famosa, era temida, era hermosa.
Era algo que yo deseaba ser, algo que envidiaba. Ella simplemente se hacía presente, siempre sin tiempo alguno y cuando finalmente llegaba, se tomaba su tiempo en retirarse.

Pero no sólo era su, era su hermosura, su perfección. Se expandía, cubriendo todo aquello a su paso sin escuchar quejas o comentarios de parte de nadie.
Era ella contra el mundo.
Sonreí, cerrando mis ojos bajo las ramas de lo que alguna vez fue un frondoso árbol, ahora quedaban solo sus ramas, débiles y frágiles, cubiertas de esta espesa capa blanca que enfriaba mis huesos.
Una brisa fuerte me obligó a probar el frío viento, así como la nieve que le acompañaba y un poco de ésta se atoró entre mis pestañas, me hizo sonreír.
Se sentía tan bien estar ahí mismo, protegida por las capas de nieve y el dulce viento que no anuciaba nada más que tranquilidad.
Miraba perdida al horizonte, entre las ramas de los árboles cuando escuché una voz ronca y masculina que me hizó girar de inmediato, con elegancia, haciendo que la capa girara con las curvas de mi cuerpo, remarcadas por mi vestido.

Miré a aquella figura con detenimiento, curiosidad. ¿Qué hacía un joven vagando entre los árboles en invierno?
No había respuesta a mi pregunta, sin embargo no me impedía dedicarle una sonrisa.
"Veo que ha conocido a mi dama de compañia" dije sin más, seguramente se había detenido por el carruaje, eso me aseguraba que no estaba demasiado lejos, aunque sus maldiciones y quejas me eran inaudíbles.
"Respecto a lo de hermosa... no lo sé pero, muchas gracias" comenté orgullosa, levantando un poco mi barbilla, sin importar dejar mis fríos y rosados labios a la intempérie, mientras mis curiosos ojos claros examinaban a mi compañero.
"Ahora, he de entender que usted se ha enterado de la desgracia que ha detenido mi viaje pero, ¿qué se yo? No es el lugar adecuado para ir a andar o, ¿estoy equivocada?"

por **Lionel D'Maine** Dom Ene 23, 2011 10:05 am

-Era...divertido, si, era lo primero que acudía a su cabeza cuando se habia encontrado con ella puesto que no era como las demás mujeres que habia tenido el gusto de conocer que le miraban a los ojos con algo de timidez, ella lo hacía mirándole con fijeza cual si ambos estuvieran en un cruce de miradas que no podría acabar hasta que ambos decidieran que podían hacer, lo mas gracioso fué cuando le habia dicho aquella palabra "hermosa" y ella habia levantado la barbilla sabiendo que no habia dicho nada nuevo ¿cuantos hombres la habrían vanagloriado? quizás, un altar no era suficiente para contar los nombres de todos aquellos que habian estado besando la palma de aquella joven dejando que todos sus palabras fueran primero al deseo ajeno.

La dama de compañía, eso significaba que evidentemente como habia pensado era de un nivel social elevado, aquello siempre encogía en cierto modo a Lionel obligandole a casi agachar el rostro cuando se encontraba con alguien de ese status más su difunto padre siempre le habia enseñado que no se debia de agachar el rostro ni siquiera cuando estabas a punto de morir.

Sonrió acercándose hacia ella pero no situándose justo en frente sino quedando a su lado con las manos en los bolsillos, notando por el vaho de su boca que estaban en una zona envuelta en la nieve como asi indicaban las bajas temperaturas, en el centro a pesar de hacer frio las tiendas calentaban, el hecho de algunas hogueras hechas por los vagabundos asi como las hogueras que los gitanos practicaban para calentarse resultaban incómodamente cálidas...le gustaba aquella temperatura, capaz de hacer sonrosas la punta de los dedos que poco a poco dejaba de sentirlas-

Depende de para quien juzgue peligroso mademoiselle. Los gitanos nos conocemos todo esto, puedo caminar con los ojos cerrados por el bosque con o sin nieve

-Sonrió, ¿no le iba a preguntar porqué no le estaba ayudando a quitar la nieve para que pudiera irse? era lo primero que se habia esperado de aquella mujer, que preguntase en vez de "que está haciendo aquí" el "porqué no está ayudando". No iba a hacer nada, hoy se habia propuesto no trabajar todo para poder conseguir un buen día en compañia de la nieve, sus pies apretaban con saña en la nieve como si quisieran dejar una señal encerrada de "yo estuve aquí" quedando arrodillado acarició la nieve con las manos desnudas, mordiendose ligeramente los labios debido a su frialdad.

La siguiente cuestión que se hacía, era si ahora saldría lejos de alli por el hecho de que él era un simple gitano, sabia que los de alta cuna no hablaban demasiado bien de los gitanos, no se fiaban demasiado de ellos especialmente porque eran tachados como unos ladrones...normalmente escondia de la etnia que era para encontrar trabajo o que alguien pudiera darle algunas monedas, pero ahora, dado que estaba pareciendole una interesante mujer deseaba adivinar todo de ella, tanto lo bueno como lo malo aunque no sabia si acabaría arrepintiendose-

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