Paso fugaz de la muerte {Privado}

por **Helenna Quarell** Sáb Dic 03, 2016 5:32 pm

An Angel Comes To Kill You.

Una noche tan normal como silenciosa en medio del descanso de los muertos que son devorados por los miles de gusanos, justo ahí en aquel camposanto se había reunido un grupo de cazadores aunque no estaban completos del todo, bajo la luna llena para dar cacería a un grupo un tanto hostil y que ha venido siendo algo problemático para los incautos que se dejan pasear por estas zonas; las noches siempre son peligrosas y nunca se sabe con qué se puede encontrar en cada esquina. El sonido de cañones estallando uno tras otro contra los aullidos de la noche, sudor, jadeos y un poco de adrenalina es el perfecto trago de aquel momento en donde aquel grupo intentaba dar la mejor pelea posible.

En la puerta de entrada del cementerio el resonar de dos estallidos alerta a algunos, un cuerpo que va cambiando su forma por la de un humano que ahora tiene dos orificios, uno en su corazón y otro en su cerebro, las botas que resuenan con paso firme al ir avanzando por aquella tierra y hojas secas acompañada solo con sus armas elevadas y con aquella sonrisa mientras camina acercándose a donde el grupo debía estar reunido, en su cinto lleva otras armas, una espada y unos cuchillos, la ropa es como la de un hombre más, su cabello recogido completamente en una coleta alta; iba adentrándose en aquel lugar de muerte sin saber el peligro en que se metía, aun cuando en su nuca le picaba su “lógica” ella se adentró ciegamente al futuro combate que tenía que librar

La cacería comenzó, los gritos y aullidos se mezclaban así como los sonidos de las armas al ser disparadas; cada gruñido traía consigo alguna contestación como muerte de alguno de los dos bandos encontrados; la mujer corre entre las tumbas apuntando con su arma a uno de los lobos que se oculta devorando a una víctima, en silencio se mantiene hasta que el disparo se hace efectivo pero no contaba con algo, que tuviera un compañero y que este estuviera ahora persiguiéndola y por lo cual tiene que correr esquivando cada tumba, cada una de esas estatuas mientras disparar hacia atrás. Corre uno poco más hasta donde están las tumbas más frescas y antes de darse cuenta gira su cuerpo disparando al lobo en el corazón cayendo este y ella siendo arroja al foso abierto de una tumba, quedándose ahí pues es tan profundo que no había forma de salir a menos que alguien le ayude —Hay alguien— grita un poco pero sabe que puede alertar a otro lobo y en esas condiciones sería desastroso para ella, recarga sus armas dando un nuevo grito de ayuda pero apuntando para ver si quien se acerca es humano o bestia.

Esto no es el Fin…

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por **Varek J. Lachance** Sáb Dic 10, 2016 12:53 pm

Varek era solitario. No solo en sus cacerías, si no en su vida cotidiana. Pese a disfrutar de vivir en compañía de su preciado hermano, al día apenas pasaban un par de horas completas uno con el otro. Pero se había vuelto algo natural, ya que las demás horas las pasaban ocupados en sus quehaceres y oficios. Aquello no evitaba que Varek no se percatase de su gusto por la soledad, pero tampoco hacía ademán de cambiar aquello. Le gustaba no tener que dar explicaciones, y que cada vez que cometiera un error ser el único que debía afrontar las consecuencias.

Aquella tarde-noche la había pasado en un tugurio de la vieja Paris, y su presencia había pasado tan desapercibida que se había enterado del encuentro que varios cazadores tenían previsto acontecer esa misma noche, en el camposanto de Montmartre. Aquellas practicas eran usuales. Solían elegir un nido, o una manda y entre todos iban a por ella.

A Varek no acababa de gustarle aquella idea, por eso nunca participaba. Pero aquella noche, se habían propuesto atacar a un clan bastante duro y no quería perderse el show.

Esperó más de 1 hora hasta que se adentró en el cementerio caminando entre el sonido de las balas, los gritos y el resonar de sus zapatos. Observó algún cuerpo, la mayoría Licantropos.

Se agachó para inspeccionar el casquillo de una bala cuando escuchó una voz en lo profundo de un foso. Se acercó con la mano apoyada en su revolver, y alzó ambas cejas al reconocer a Helenna en el fondo - Debería dejarte ahí - dijo con sinceridad, saliendole de lo más profundo de su ser. En el último encuentro Helenna perdió los estribos y ambos casi acaban muertos, asesinados el uno por el otro. Se agachó y le ofreció su mano, apoyando la derecha en el suelo para no caer dentro cuando hiciese contrapeso.

por **Helenna Quarell** Vie Dic 16, 2016 10:11 pm

An Angel Comes To Kill You.

Pasos fuertes escuchó acercarse a donde estaba, su espalda pegada contra la tierra aguardando en silencio dar un salgo con sus balas golpeando a quien fuera su enemigo, pero fue otra la sorpresa que se llevó. Espero con sus armas listas para las sorpresas de la noche pero hubo una que no previo que se suscitara, al menos tan pronto; su respiración se detuvo cuando sus ojos visualizaron la figura masculina de quien se presumía jamás volver a encontrar y menor tomar aquella mano y otros menesteres. Rodó los ojos al oír aquella voz tan conocida.

Sus manos se blanquecieron, giró su cuerpo para enfrentarle con la mirada sin bajar su armas con el deseo golpeando su cabeza de lanzar unos cuantos tirso a aquella mano y a la cabeza de aquel que con tanta amabilidad buscaba ofrecer la ayuda —Ja Ja Ja que chistoso Varek deberías dedicarte a ello a ver si te va mejor— rodó los ojos, enfundó una de las armas pero mantuvo la zurda a la vista — si vas a ayudarme hazlo con la boca cerrada— apretó los dientes, la mandíbula estaba tan tensa, tenía al moreno tan cerca que rugió por terminar con la vida de él, cerró los ojos soltando un suspiro de calma.

Tomó la ayuda con tal de salir de ahí, ya junto a este se limpio la mano con asco, apuntó su arma a la cabeza del hombre y disparó; el sonido de un enorme bulto como un tronco comenzó a aparecer hasta que el cuerpo se desplomó ante ellos —¿Quieres que te dé un gracias? Si es lo que esperas, sigue esperando pero sentado, Varek— marcó su nombre de manera despectiva y cargó sus armas nuevamente.

Esto no es el Fin…

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por **Varek J. Lachance** Lun Dic 19, 2016 7:58 am

Dispuesta a volar la cabeza de su salvador, Helenna no baja el cañón hasta pasados unos segundos, Varek sabe que ser el salvador de la mujer no le proporciona mayor liberación, al contrario, las ganas de la cazadora por apretar el gatillo son mayores que de si un sobrenatural se tratase. Llevan años sin verse, y eso no impide el fuerte sentimiento que invade a ambos, de lo más contradictorio. Varek sigue viéndola tan atractiva y venenosa como el primer día. Lo mismo que le nubló la razón hace año podía hacérselo ahora, pero no iba a permitir caer y tropezar con la misma piedra de nuevo. Helenna era su muerte anunciada y estar cerca de ella le convertía en alguien que no era.

Agarrando su mano calculó de mala manera el peso de la mujer y al tirar de ella la elevó como si de una pluma se tratase, obligando al cazador a retroceder. Helenna reaccionó nada más subir a un sonido detrás de ellos y casi reventando el tímpano de Varek disparó a bocajarro - Ostia - masculló el Cazador apartándose de ella. El agudo pitido que le había regalado la cazadora no hacía más que empeorar la situación y el mal humor del cazador. Que bruta era. Varek negó con la cabeza con una mueca de enfado mientras ella seguía dispuesta a ser la reina de sus actos - Ya sabes lo que quiero - la mandíbula de Varek se tensa, dispuesto a volar la cabeza de aquella mujer tan peligrosa.

La situación parecía en calma, pero no hay uno sin dos, y menos sin tres. Esquivando el cuerpo que acaba de caer a sus pies el cazador decide seguir su camino, y es entonces cuando ve aparecer el segundo ser que se abalanza sobre él. Varek reacciona agarrándolo y lanzandolo hacía Helenna - Acaba con ella - pide en un susurro sin dejar de caminar. No le interesa el desenlace y como ya ha confesado a el sobrenatural que intentó atacarle, prefiere mandar mil seres contra ella y así quitársela de encima que ayudarla. No la debe absolutamente nada.

¿Queda algo de lo que le único a ella, a parte de la pasión y el desenfreno de sus últimos encuentros? Qué fue lo que hizo a Varek olvidarse de aquella delicada chica francesa y acabar enlazado con alguien tan feroz y letal como Helenna? Aquella época en las que ambos eran pareja fue la más sanguinaria del cazador, cada noche se alimentaba de las almas robadas a los seres sobrenaturales, y entre alcohol y risas hacían el amor el resto de la noche, dando igual el lugar y la hora. Lo único que Varek agradecía al destino de aquellos encuentros, es que Helena no hubiese quedado preñada, y así nada los uniese. Bendito el día que aquella Hechicera le prendó haciéndole alejarse de ella. Convirtiéndole en quien era ahora.

por **Helenna Quarell** Sáb Ene 21, 2017 8:40 pm

An Angel Comes To Kill You.

Cargada las armas retiró los gatillos apuntando al cuerpo del cazador frente a ella, ganas no faltaban para llenarle de agüeros por todo aquel cuerpo que conocía muy bien como para ahora odiarlo. La mirada de la cazadora no se inmutó en lo absoluto, todo lo contrario, clavó esos ojos en los del moreno al oír su petición, rodó los ojos restando la importancia que tanto aquellas palabras como el dueño de ellas, al final de cuentas él ya era su pasado uno que deseaba borrar de la faz de la tierra para siempre.

El ambiente se tensó entre ambos, que buscan el mínimo movimiento, la mínima cosa para estallar en contra del otro y no faltaría cualquier objeto o causa para aniquilarse mutuamente, se podía sentir en el ambiente pesado lleno de furia y odio por parte de la cazadora al moreno; cuando retoma para darle las palabras de despedida el cuerpo de uno de esos animales es arrojado contra ella, retrocede lo suficiente pero no tanto como para librarse de un golpe que la arroja lejos, de pie sonríe al hombre al verle alejarse dándole la oportunidad que quería. Una a unas las balas saltan contra el animal y otras se escapan a otra dirección, a los pies del hombre, el cuerpo del animal cae dejándola cansada y con pocas balas. Recarga sus armas no sin antes soltar una gran carcajada —Si quieres eliminarme, tendrás que hacerlo con tus propias manos Varek, o será que ni para eso tienes pantalones, eres una mujercita al final de cuentas, no puedes ni hablar menos intentar matar a alguien solo sirves para follar ¿o me equivoco?— el pasado vino a su mente cada aspecto, cada cuadro de aquella escena y de las que paso con el moreno y en ese momento agradeció mil veces su propia maldición.

Esto no es el Fin…

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