AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
2 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
Recuerdo del primer mensaje :
Hacía horas llovía a cántaros. Desde su ventana, podía observar las sinuosas calles ahora vacías. Ni un alma, sería una noche muy larga y seguramente sin clientela ¿quién iba a visitar el burdel? Días como esos en los que la tranquilidad le daba esa paz que tanto necesitaba. Esa noche no era libre, una noche libre la tendría en mucho tiempo. Tocaba trabajar, ponerse hermosa y perfecta para aquel que la reclamase esa noche.
Hacía demasiado tiempo que todos los hombres pedían lo mismo. Le pagaban bien por minutos míseros de un encuentro fugaz, casi siempre con la luz apagada. Susurros en donde la llamaban de otro modo distinto, pero en realidad ¿quién conocía su nombre, sus orígenes, quién era? Nadie. Solo era un cuerpo bonito, deseado, labios en los que cualquiera querría perderse, conocer su sabor e imaginar el que la persona anhelaba, deseaba…
Eso era Ayla, la perfección hecha carne para culminar los deseos de cualquier hombre, llevarlos totalmente al abismo del placer y a cambio, cobrar por ello. No consideraba su trabajo una maldición, le gustaba sentirse deseada, objeto de deseo de cualquier hombre o mujer, disfrutar de la carne, los placeres que esa vida le ofrecía.
Con tan solo un batín de seda, color negro, cabello suelto, caía como una cascada infinita e indomable para perderse en ella. Sonrió al espejo, esa noche estaba especialmente hermosa, su piel morena brillaba , suave y tentadora, con olor a flores blancas… una deliciosa imagen frente a su cómoda. Apoyó un pie en una de las banquetas tapizadas de color rojo como la sangre y apartó el batín, dejando sus piernas al descubierto. Se deleitó masajeando cada parte, con aceite con esencia de sus flores favoritas.
Muchos ni llamaban, entraban dado que se conocían. Mostraba siempre esa sonrisa retadora…diferente a las demás. Podía fingir muy bien, ninguno se había llevado el premio a buen amante pero tampoco estaba allí para eso. Su tiempo en Paris, le llevó a tener cierta reputación y clientela… una de las más solicitadas. La puerta se abrió y tras el cristal del espejo, buscó con la mirada aquel que había entrado. Sonrió, sin dejar de echarse el aceite, deslizando el batin por sus hombros, dejando éstos al descubierto y parte de sus colmados senos.
-Pasa, amour… creo que tus necesidades han sido mucho más insoportables que esta noche de lluvia ¿me equivoco? -no le importaba quien fuese, ya estaba metida en su papel, en el de una cortesana … la cual esperaba que fuese un momento corto… bien pagado y volver a perderse en la lluvia de fuera.
Hacía horas llovía a cántaros. Desde su ventana, podía observar las sinuosas calles ahora vacías. Ni un alma, sería una noche muy larga y seguramente sin clientela ¿quién iba a visitar el burdel? Días como esos en los que la tranquilidad le daba esa paz que tanto necesitaba. Esa noche no era libre, una noche libre la tendría en mucho tiempo. Tocaba trabajar, ponerse hermosa y perfecta para aquel que la reclamase esa noche.
Hacía demasiado tiempo que todos los hombres pedían lo mismo. Le pagaban bien por minutos míseros de un encuentro fugaz, casi siempre con la luz apagada. Susurros en donde la llamaban de otro modo distinto, pero en realidad ¿quién conocía su nombre, sus orígenes, quién era? Nadie. Solo era un cuerpo bonito, deseado, labios en los que cualquiera querría perderse, conocer su sabor e imaginar el que la persona anhelaba, deseaba…
Eso era Ayla, la perfección hecha carne para culminar los deseos de cualquier hombre, llevarlos totalmente al abismo del placer y a cambio, cobrar por ello. No consideraba su trabajo una maldición, le gustaba sentirse deseada, objeto de deseo de cualquier hombre o mujer, disfrutar de la carne, los placeres que esa vida le ofrecía.
Con tan solo un batín de seda, color negro, cabello suelto, caía como una cascada infinita e indomable para perderse en ella. Sonrió al espejo, esa noche estaba especialmente hermosa, su piel morena brillaba , suave y tentadora, con olor a flores blancas… una deliciosa imagen frente a su cómoda. Apoyó un pie en una de las banquetas tapizadas de color rojo como la sangre y apartó el batín, dejando sus piernas al descubierto. Se deleitó masajeando cada parte, con aceite con esencia de sus flores favoritas.
Muchos ni llamaban, entraban dado que se conocían. Mostraba siempre esa sonrisa retadora…diferente a las demás. Podía fingir muy bien, ninguno se había llevado el premio a buen amante pero tampoco estaba allí para eso. Su tiempo en Paris, le llevó a tener cierta reputación y clientela… una de las más solicitadas. La puerta se abrió y tras el cristal del espejo, buscó con la mirada aquel que había entrado. Sonrió, sin dejar de echarse el aceite, deslizando el batin por sus hombros, dejando éstos al descubierto y parte de sus colmados senos.
-Pasa, amour… creo que tus necesidades han sido mucho más insoportables que esta noche de lluvia ¿me equivoco? -no le importaba quien fuese, ya estaba metida en su papel, en el de una cortesana … la cual esperaba que fuese un momento corto… bien pagado y volver a perderse en la lluvia de fuera.
Última edición por Ayla el Sáb Ene 28, 2017 5:54 pm, editado 1 vez
Ayla- Prostituta Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 28/09/2016
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
Ingenuo el inmortal, poco le hubiese importado que de un mordisco acabase todo después de beber de la sangre del vampiro. Evitó lo que él jamás podía haber predicho y aún, le recriminaba que no era como los demás ¿Acaso ella sí? Ambos eran diferentes, ella por tener esa sangre deliciosa…esa arma mortal para los seres de la noche. Valiosa, delicada y un auténtico tesoro para cualquier vampiro, al igual que su propia condena.
Le aguantó la mirada, no lo estaba juzgando pero sí dejando claro que para ella tampoco había sido como una de esas veces en las que simplemente pagabas, ocurría y se marchaban. Ella seguía allí, admirándole con sus ojos color café, preguntándose demasiadas cosas en silencio. Sonrió, acercándose a él despacio, como una pantera relamiéndose ante su presa. Demasiado tentador, ese hombre le acababa de trastocar la noche, su vida pendía de un hilo…ahora que sabía era muy valiosa, la condena se la había marcado ella misma.
-Ser tuya conlleva a solo una cosa - no podía apartar la mirada de él. sus orbes oscuras solo podían tenerle a él en el punto de mira, lo demás había dejado de existir -Si soy tuya. TÚ me perteneces -habló con propiedad, con aquella seguridad y determinación que pocas mujeres poseían, daba por hecho que él se había encadenado a ella como si no fuese otra opción que barajar, cadenas y cuerdas invisibles en torno a ambos.
Se echó a reír ante su petición ¿Deseaba a otra más para aquel juego? Se la traería, sabía bien qué cartas jugar, muy inteligente, astuta…se separó de él susurrando su nombre, mirándole intensamente, recogió la bata del suelo , echando la cabeza hacia atrás y sacar su cabello, jugueteando con éste y no perder la sonrisa. Alzó la mano, para que esperase, ambos sabían que no podía escapar…así que en cuestión de minutos, volvió pero no lo hizo sola, una joven de cabello oscuro y tez morena, rodeaba la cintura de Ayla, dedicándole alguna que otra palabra y caricia furtiva entre risas.
-¿Te gusta, caballero? -murmuró, clavando su mirada en ella, acababa de quedarse prendada de él y no era para menos. Sentado en la cama, intensa mirada, ganas de seguir jugando toda la noche si hace falta. -Es mucho más atractivo de lo que me prometiste, Ayla -tiró de la recién llegada, acercándole a la cama y ambas sentarse en el borde, Ayla gateó hasta él… lo que iba a susurrarle seguro él no se lo esperaría -Pruébala, vamos… solo tengo la noche -murmuró contra sus labios, le había traído la cena, quería que la probase como viese oportuno para que viese que no, nadie podía compararse a ella.
¿Celos mutuos?
Le aguantó la mirada, no lo estaba juzgando pero sí dejando claro que para ella tampoco había sido como una de esas veces en las que simplemente pagabas, ocurría y se marchaban. Ella seguía allí, admirándole con sus ojos color café, preguntándose demasiadas cosas en silencio. Sonrió, acercándose a él despacio, como una pantera relamiéndose ante su presa. Demasiado tentador, ese hombre le acababa de trastocar la noche, su vida pendía de un hilo…ahora que sabía era muy valiosa, la condena se la había marcado ella misma.
-Ser tuya conlleva a solo una cosa - no podía apartar la mirada de él. sus orbes oscuras solo podían tenerle a él en el punto de mira, lo demás había dejado de existir -Si soy tuya. TÚ me perteneces -habló con propiedad, con aquella seguridad y determinación que pocas mujeres poseían, daba por hecho que él se había encadenado a ella como si no fuese otra opción que barajar, cadenas y cuerdas invisibles en torno a ambos.
Se echó a reír ante su petición ¿Deseaba a otra más para aquel juego? Se la traería, sabía bien qué cartas jugar, muy inteligente, astuta…se separó de él susurrando su nombre, mirándole intensamente, recogió la bata del suelo , echando la cabeza hacia atrás y sacar su cabello, jugueteando con éste y no perder la sonrisa. Alzó la mano, para que esperase, ambos sabían que no podía escapar…así que en cuestión de minutos, volvió pero no lo hizo sola, una joven de cabello oscuro y tez morena, rodeaba la cintura de Ayla, dedicándole alguna que otra palabra y caricia furtiva entre risas.
-¿Te gusta, caballero? -murmuró, clavando su mirada en ella, acababa de quedarse prendada de él y no era para menos. Sentado en la cama, intensa mirada, ganas de seguir jugando toda la noche si hace falta. -Es mucho más atractivo de lo que me prometiste, Ayla -tiró de la recién llegada, acercándole a la cama y ambas sentarse en el borde, Ayla gateó hasta él… lo que iba a susurrarle seguro él no se lo esperaría -Pruébala, vamos… solo tengo la noche -murmuró contra sus labios, le había traído la cena, quería que la probase como viese oportuno para que viese que no, nadie podía compararse a ella.
¿Celos mutuos?
Ayla- Prostituta Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 28/09/2016
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
La mujer de ébano tomaba mis palabras como las de un borracho cualquiera, como si no tuviera ningún sentido nada de lo que decía, como si ella tuviera el control sobre mi y lo mio fueran vanos intentos por imponer una voluntad de la que carecía.
Era cierto me había convertido en un drogadicto, su esclavo, mi necesidad de ella se incrementaba con el paso del tiempo.
Mas si pensaba que cedería, que seria como el resto de zombis que la adoraban obedeciendo con fe ciega su voluntad, se equivocaba.
Me pertenecía, como la luna a la noche y el sol al día, ahora que ella se había convertido en mi única fuente de energía, había quedado su vida enlazada a la mía y le gustara o no le gustara me acompañaría allá donde mi camino me llevara.
-No, no soy tuyo -aseguré altivo sin apartar de ella mi parda mirada.
Su risa volvió a inundar esas cuatro paredes, me desquiciaba, no entendía cual de mis palabras le hacia tanta gracia, yo que estaba acostumbrado a controlarlo todo por primera vez no lo hacia y eso me ponía en una situación comprometida.
Era un hombre solitario, ni siquiera sabia como seria ni lo que supondría compartir la vida con una mujer.
Se alzo del lecho mas que decidida a complacerme, a unir al juego a otra mujer diferente, como si poco o nada le importara que me perdiera en otras piernas, estaba claro que la puta no era celosa.
Ladeé la sonrisa tratando de fingir la misma indiferencia, mientras me dejaba caer sobre el lecho completamente desnudo.
No tardo demasiado en volver abrazada a otra mujer chocolate de características similares, sin lugar a dudas me serviría para mi propósito, era fácil que ante ojos inexpertos pudiera pasar por ella y mas si me ensañaba en el crimen, no era mi estilo, mas por una vez tendría que hacer una excepción para confirmar la regla.
Alcé medio cuerpo mirando a la nueva de arriba a bajo, bonitas proporciones las de la dama, claro que ni de lejos podía igualarse a mi cortesana en belleza.
Esperé paciente que ambas se acercaran para así empezar el juego ,admito que quería probar cuan cierto era la ausencia de celos en Ayla.
Ambas se acercaron entre risas, como si a este juego hubieran jugado tantas veces que era simplemente rutina. Ambas vendían su cuerpo al mejor postor cada noche, hoy tomaría sendos cuerpo claro que de forma muy distinta.
Era cierto me había convertido en un drogadicto, su esclavo, mi necesidad de ella se incrementaba con el paso del tiempo.
Mas si pensaba que cedería, que seria como el resto de zombis que la adoraban obedeciendo con fe ciega su voluntad, se equivocaba.
Me pertenecía, como la luna a la noche y el sol al día, ahora que ella se había convertido en mi única fuente de energía, había quedado su vida enlazada a la mía y le gustara o no le gustara me acompañaría allá donde mi camino me llevara.
-No, no soy tuyo -aseguré altivo sin apartar de ella mi parda mirada.
Su risa volvió a inundar esas cuatro paredes, me desquiciaba, no entendía cual de mis palabras le hacia tanta gracia, yo que estaba acostumbrado a controlarlo todo por primera vez no lo hacia y eso me ponía en una situación comprometida.
Era un hombre solitario, ni siquiera sabia como seria ni lo que supondría compartir la vida con una mujer.
Se alzo del lecho mas que decidida a complacerme, a unir al juego a otra mujer diferente, como si poco o nada le importara que me perdiera en otras piernas, estaba claro que la puta no era celosa.
Ladeé la sonrisa tratando de fingir la misma indiferencia, mientras me dejaba caer sobre el lecho completamente desnudo.
No tardo demasiado en volver abrazada a otra mujer chocolate de características similares, sin lugar a dudas me serviría para mi propósito, era fácil que ante ojos inexpertos pudiera pasar por ella y mas si me ensañaba en el crimen, no era mi estilo, mas por una vez tendría que hacer una excepción para confirmar la regla.
Alcé medio cuerpo mirando a la nueva de arriba a bajo, bonitas proporciones las de la dama, claro que ni de lejos podía igualarse a mi cortesana en belleza.
Esperé paciente que ambas se acercaran para así empezar el juego ,admito que quería probar cuan cierto era la ausencia de celos en Ayla.
Ambas se acercaron entre risas, como si a este juego hubieran jugado tantas veces que era simplemente rutina. Ambas vendían su cuerpo al mejor postor cada noche, hoy tomaría sendos cuerpo claro que de forma muy distinta.
Baco- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 09/01/2017
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
Qué loco, necio y testarudo. ¿Cuándo iba a asimilar que sí que era suyo? La miraba con fervor, acaparando incluso el aire que respiraba. Era mutuo aunque lo negasen mil veces, durante toda la existencia. Las miradas volvían a decirlo todo, ya nada sería igual después de aquel encuentro en el que se lo habían jugado todo. Y habían perdido de tal forma en la que ya nada serviría…porque volverían a caer en el mismo juego una, otra, y otra vez.
Sus orbes, se entrecerraron al asegurar que no era suyo. Le gustó demasiado que se negase , relamiéndose los labios, podía negarlo cuantas veces quisiera…ambos sabían la verdad. Ponerle a prueba, él lo hizo, con la idea de desear a otra con las mismas características ¿pensaba iba a suplicarle que no buscase otros brazos? Solo así admitiría que era ella y no otra. Y la joven que acababa de llegar, reaccionó justo como pensaba, totalmente absorbida por aquella atracción, aquel juego peligroso en donde no saldría viva…y eso solo dos lo sabían.
Ayla dejó que la joven se acercase a gatas a él en la cama mientras ella rodeaba ésta para quedar al lado de él. una en cada lado. Ayla solo se inclinó para rozar con su nariz el cuello del vampiro, los dientes descendieron y bajaron del mismo modo… tentadores y provocadores como si ella misma fuese ese ser de la noche que lo acechaba. Una de sus manos, de dedicó a bajar por su pecho, delineando cada parte … mirando de reojo a su compañera quien no tardó en unirse al juego, tomando del mentón al atractivo hombre de ojos oscuros y terminaba sentándose en su regazo.
-Quiere más -murmuró en voz alta, perdida en lamer su mentón y morder su barbilla, ella no era la que se encontraba sobre él y aún así lo buscaba, lo tentaba para que ante sus ojos y sus instintos, ella y no otra ocupase sus pensamientos -Puedes tomarla, tiene buena salud y…ya me entiendes. Shhhh ¿Qué no juegue? Tarde. Los dos hemos empezado la partida -la otra joven buscaba darle atenciones a su miembro, dispuesta a tomarlo con su boca, mientras…Ayla lo miraba divertida, sin apartar su mirada de ella. No importaba si la otra lo llevaba al mismo infierno… pues ambas miradas no dejarían de encontrarse.
- No, no eres mío, es mucho más -susurró en su oído, lamiéndolo, dejando un mordisco y reír entre gemidos, el simple hecho de aquel gesto le había excitado a sobre manera, eso que él aún no ha hecho nada. Ahora vendría la pregunta, clave… la que sí que lo cambiaría todo.
-¿Qué quieres hacer, Baco? Podemos divertirnos un rato o simplemente… pertenecer al otro de una forma que nadie podrá jamás. -la otra chica, tomó del trasero a Ayla, acariciándola y ésta, se mordió el labio inferior…provocándole.
Solo a él.
Sus orbes, se entrecerraron al asegurar que no era suyo. Le gustó demasiado que se negase , relamiéndose los labios, podía negarlo cuantas veces quisiera…ambos sabían la verdad. Ponerle a prueba, él lo hizo, con la idea de desear a otra con las mismas características ¿pensaba iba a suplicarle que no buscase otros brazos? Solo así admitiría que era ella y no otra. Y la joven que acababa de llegar, reaccionó justo como pensaba, totalmente absorbida por aquella atracción, aquel juego peligroso en donde no saldría viva…y eso solo dos lo sabían.
Ayla dejó que la joven se acercase a gatas a él en la cama mientras ella rodeaba ésta para quedar al lado de él. una en cada lado. Ayla solo se inclinó para rozar con su nariz el cuello del vampiro, los dientes descendieron y bajaron del mismo modo… tentadores y provocadores como si ella misma fuese ese ser de la noche que lo acechaba. Una de sus manos, de dedicó a bajar por su pecho, delineando cada parte … mirando de reojo a su compañera quien no tardó en unirse al juego, tomando del mentón al atractivo hombre de ojos oscuros y terminaba sentándose en su regazo.
-Quiere más -murmuró en voz alta, perdida en lamer su mentón y morder su barbilla, ella no era la que se encontraba sobre él y aún así lo buscaba, lo tentaba para que ante sus ojos y sus instintos, ella y no otra ocupase sus pensamientos -Puedes tomarla, tiene buena salud y…ya me entiendes. Shhhh ¿Qué no juegue? Tarde. Los dos hemos empezado la partida -la otra joven buscaba darle atenciones a su miembro, dispuesta a tomarlo con su boca, mientras…Ayla lo miraba divertida, sin apartar su mirada de ella. No importaba si la otra lo llevaba al mismo infierno… pues ambas miradas no dejarían de encontrarse.
- No, no eres mío, es mucho más -susurró en su oído, lamiéndolo, dejando un mordisco y reír entre gemidos, el simple hecho de aquel gesto le había excitado a sobre manera, eso que él aún no ha hecho nada. Ahora vendría la pregunta, clave… la que sí que lo cambiaría todo.
-¿Qué quieres hacer, Baco? Podemos divertirnos un rato o simplemente… pertenecer al otro de una forma que nadie podrá jamás. -la otra chica, tomó del trasero a Ayla, acariciándola y ésta, se mordió el labio inferior…provocándole.
Solo a él.
Ayla- Prostituta Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 28/09/2016
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
La mujer de ébano no parecía dispuesta a ceder en aquel duelo de titanes que marcaría el poder del otro.
Ella jugaba con clara ventaja, era mi afrodisíaco, mi droga, mi necesidad mas absoluta, mas eso no implicaba que mi orgullo quedara relegado a la nada.
Ladeé la sonrisa cuando la otra joven gateo por la cama, mis ojos persiguieron a Ayla, movimientos felinos bordeando la cama, dos depredadores mirándose de frente. Sediento de la palpitante sangre que corría por sus venas como un torrente de aguas claras, su corazón golpeaba aquel pecho perfecto que ahora ansiaba volver a lamer, a torturar hasta cansarme, si es que eso era posible cunado la tenias delante.
Tuvo que tirar de mi mentón la otra para que le prestara algo de atención, como hacerlo cuando los dientes de la furcia se paseaban descarados por mi cuello erizandome la piel con tan sutil gesto.
En mi regazo acabo aquella mujer que quería mas, el problema ¿lo quería yo? no
Busqué con mi boca los labios de Ayla, enredando mi lengua en la ajena, danzando por esos senderos ardientes que me convertían en un demente.
Incapaz de pensar mas allá que en ella, en su sabor, su olor...jadeé necesitado, perdiendo aquel duelo a muerte entre los dos.
La mujer desconocida bajo por mi pecho, acariciándome, arrastrando sus uñas por este, dispuesta a jugar con mi miembro que duro como el acero esperaba para un nuevo envite, mas no de ella precisamente.
Mis ojos de nuevo anclados en los de mi esclava, pues aunque ella no lo creyera eso era, mía.
Tiré de su pelo para atraerla hacia mi, lamió mi oído susurrando palabras que me retaban, que me arrastraban al infierno, dándome de bruces con la cruenta realidad, ya no me pertenecía.. Un gruñido brusco de frustración porque solo deseaba su cuerpo, su sangre su boca. Colisione con esta con rabia, ira, fuego, nuestras lenguas serpentearon en busca de un oasis que aplacara la sed.
La mujer parecía disfrutar con nuestro beso, pues su mano acaparó el trasero de ébano, absurdo su gesto que lo significo todo y nada, pues mis garras cruzaron su esternón con rabia.
-No se toca lo que es mio -rugí frente a sus labios que ahora se entreabrían esparciendo gotas carmesí por ellos.
Tiré del corazón sintiéndolo latir en mi mano, desgarrando sus órganos, su cuerpo inerte contra le lecho ensangrentado.
Mis ojos carmesí buscaron imponentes los de mi droga, gruñí contra su boca tomándola de nuevo, el corazón cayo rodando en su regazo, esperaba que eso le sirviera como respuesta a su pregunta.
Eramos uno del otros, acaso no había quedado suficientemente claro.
Mi mano en su mejilla, restos de vitae en esta y de nuevo nos buscamos con desesperación, necesidad infinita.
Mi cuerpo la tumbó sobre el mismo lecho escarlata, un empujón basto para que el cuerpo inerte lo abandonara.
-Ya estamos solos tu y yo ¿por donde íbamos? -susurré con aire engreído.
Ella jugaba con clara ventaja, era mi afrodisíaco, mi droga, mi necesidad mas absoluta, mas eso no implicaba que mi orgullo quedara relegado a la nada.
Ladeé la sonrisa cuando la otra joven gateo por la cama, mis ojos persiguieron a Ayla, movimientos felinos bordeando la cama, dos depredadores mirándose de frente. Sediento de la palpitante sangre que corría por sus venas como un torrente de aguas claras, su corazón golpeaba aquel pecho perfecto que ahora ansiaba volver a lamer, a torturar hasta cansarme, si es que eso era posible cunado la tenias delante.
Tuvo que tirar de mi mentón la otra para que le prestara algo de atención, como hacerlo cuando los dientes de la furcia se paseaban descarados por mi cuello erizandome la piel con tan sutil gesto.
En mi regazo acabo aquella mujer que quería mas, el problema ¿lo quería yo? no
Busqué con mi boca los labios de Ayla, enredando mi lengua en la ajena, danzando por esos senderos ardientes que me convertían en un demente.
Incapaz de pensar mas allá que en ella, en su sabor, su olor...jadeé necesitado, perdiendo aquel duelo a muerte entre los dos.
La mujer desconocida bajo por mi pecho, acariciándome, arrastrando sus uñas por este, dispuesta a jugar con mi miembro que duro como el acero esperaba para un nuevo envite, mas no de ella precisamente.
Mis ojos de nuevo anclados en los de mi esclava, pues aunque ella no lo creyera eso era, mía.
Tiré de su pelo para atraerla hacia mi, lamió mi oído susurrando palabras que me retaban, que me arrastraban al infierno, dándome de bruces con la cruenta realidad, ya no me pertenecía.. Un gruñido brusco de frustración porque solo deseaba su cuerpo, su sangre su boca. Colisione con esta con rabia, ira, fuego, nuestras lenguas serpentearon en busca de un oasis que aplacara la sed.
La mujer parecía disfrutar con nuestro beso, pues su mano acaparó el trasero de ébano, absurdo su gesto que lo significo todo y nada, pues mis garras cruzaron su esternón con rabia.
-No se toca lo que es mio -rugí frente a sus labios que ahora se entreabrían esparciendo gotas carmesí por ellos.
Tiré del corazón sintiéndolo latir en mi mano, desgarrando sus órganos, su cuerpo inerte contra le lecho ensangrentado.
Mis ojos carmesí buscaron imponentes los de mi droga, gruñí contra su boca tomándola de nuevo, el corazón cayo rodando en su regazo, esperaba que eso le sirviera como respuesta a su pregunta.
Eramos uno del otros, acaso no había quedado suficientemente claro.
Mi mano en su mejilla, restos de vitae en esta y de nuevo nos buscamos con desesperación, necesidad infinita.
Mi cuerpo la tumbó sobre el mismo lecho escarlata, un empujón basto para que el cuerpo inerte lo abandonara.
-Ya estamos solos tu y yo ¿por donde íbamos? -susurré con aire engreído.
Baco- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 09/01/2017
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
Ninguno podía apartar la mirada del otro, la otra mujer ni siquiera existía en ese duelo. Sus ojos oscuros, se anclaron en los del vampiro , desafiantes. No necesitaban a nadie, pero él le había pedido compartir aquella noche con alguien más ¿quién era ella para negárselo? Estaba allí para dárselo todo, todo y absolutamente todo lo que pidiese.
Sonrió a la joven, se había atrevido a buscarla…solo así captó la atención del vampiro, sin el éxito que esperaba. Ni siquiera miró la escena, seguía inmersa en la imagen de aquel hombre, el ser de la noche que había quedado prendado de ella, su esencia. Algunas gotas de sangre le habían salpicado y su reacción no fue otra que lamerse los labios. Con dos de sus dedos, tomó las otras gotas que habían manchado su rostro, terminando por llevárselo a los labios, mordisqueándose las yemas de los dedos en un gesto de lo más tentador, dejando escapar una risa.
No era la primera vez que mataban a alguien en su presencia, demasiados seres de la noche reclamándola, envolviéndose entre sus sabanas. Ese ser de la noche no solo la reclamaba, quería adueñarse de ella, algo que tampoco era la primera vez que alguien se encaprichase de ella. negó con la cabeza, gateando hasta él y sentarse en su regazo. Los dos perdidos de sangre, excitados, buscándose.
-Iba a tocar lo que era mío -murmuró contra su boca, acomodándose en su regazo, pasando los brazos por su cuello y atraerle hacia sí de la nuca, lamiendo sus labios, como si fuese ella el ser de la noche -Tengo sangre por todas partes, puedes tomar un aperitivo, lamerme la sangre …luego, puedes tomar mi sangre…despacio, el postre… podemos tomarlo juntos, podemos follar hasta el amanecer… hasta que tengas que esconderte - rió contra sus labios, mordiendo su labio inferior… lo quería todo de él.
-Si me llevas contigo… haz que no me arrepienta , convénceme…me llevarás de todas formas pero ¿no sería divertido mostrarme de lo que eres capaz? - echó hacia atrás la cabeza, sentándose sobre su regazo, moviendo las caderas queriendo y deseando volverle loco… más de lo que ya lo estaban el uno por el otro, no tenían que fingir, ambos sabían cómo era el otro… ¿qué tenían que perder? ¿Y ganar? Todo.
-Muérdeme... -ronroneó, girándose en la cama, quedando a cuatro patas, mirándole por encima del hombro, desnudándole con la mirada... -Soy tuya
Sonrió a la joven, se había atrevido a buscarla…solo así captó la atención del vampiro, sin el éxito que esperaba. Ni siquiera miró la escena, seguía inmersa en la imagen de aquel hombre, el ser de la noche que había quedado prendado de ella, su esencia. Algunas gotas de sangre le habían salpicado y su reacción no fue otra que lamerse los labios. Con dos de sus dedos, tomó las otras gotas que habían manchado su rostro, terminando por llevárselo a los labios, mordisqueándose las yemas de los dedos en un gesto de lo más tentador, dejando escapar una risa.
No era la primera vez que mataban a alguien en su presencia, demasiados seres de la noche reclamándola, envolviéndose entre sus sabanas. Ese ser de la noche no solo la reclamaba, quería adueñarse de ella, algo que tampoco era la primera vez que alguien se encaprichase de ella. negó con la cabeza, gateando hasta él y sentarse en su regazo. Los dos perdidos de sangre, excitados, buscándose.
-Iba a tocar lo que era mío -murmuró contra su boca, acomodándose en su regazo, pasando los brazos por su cuello y atraerle hacia sí de la nuca, lamiendo sus labios, como si fuese ella el ser de la noche -Tengo sangre por todas partes, puedes tomar un aperitivo, lamerme la sangre …luego, puedes tomar mi sangre…despacio, el postre… podemos tomarlo juntos, podemos follar hasta el amanecer… hasta que tengas que esconderte - rió contra sus labios, mordiendo su labio inferior… lo quería todo de él.
-Si me llevas contigo… haz que no me arrepienta , convénceme…me llevarás de todas formas pero ¿no sería divertido mostrarme de lo que eres capaz? - echó hacia atrás la cabeza, sentándose sobre su regazo, moviendo las caderas queriendo y deseando volverle loco… más de lo que ya lo estaban el uno por el otro, no tenían que fingir, ambos sabían cómo era el otro… ¿qué tenían que perder? ¿Y ganar? Todo.
-Muérdeme... -ronroneó, girándose en la cama, quedando a cuatro patas, mirándole por encima del hombro, desnudándole con la mirada... -Soy tuya
Ayla- Prostituta Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 28/09/2016
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
La mujer de ébano se convirtió en demonio frente a mis ojos impasible vio a su compañera caer frente a sus ojos, sangre salpicaba las sabanas, su rostro, mi cuerpo y el suyo, aquello era una masacre en al que me sentía terriblemente cómodo y excitado, y ella, ella se adueño de mi infierno, se relamió la vitae como si gozara de mis gustos y acomodándose en mi regazo como si nada mas importara se apodero de mi abultada hombría bailando un vals de la muerte sobre ella.
Nuestras bocas impactaron con hambruna, el caballero hambre estaba dispuesto para dejar caer sobre nosotros el apocapipsis. Estaba mas que dispuesto a como buen jinete montarla hasta que el sol saliese.
Mis labios se perdieron en la calidez de su piel, pezones que reclamaron con fervor cada resquicio de mi ser acariciando la punta de mi lengua con cada movimiento de esta.
-Eres mía -gruñí contra sus pechos que con mis manos quedaban apresados para enfrentarse a mi boca en un duelo a muerte despiadado.
Me detuve un instante alzando la cabeza para enfrentar su mirada parda al escuchar sus palabras. Mi sonrisa quedo ladeada acariciando ahora con ella sus carnosos.
-¿eso quiere decir que deseas venir conmigo? ¿que se acabaron los demás inmortales? ¿mía?
Fuere como fuere el resultado seria el mismo, pero admitía que me excitaba muchísimo la idea de que se me ofreciera de esa manera.
Mi cuerpo empujo el ajeno, la vitae mancillaba nuestra piel mientras mi boca se paseó por su cuerpo serpenteando su piel, acaparando aquel sabor férreo que me hacia enloquecer. Ella gemía y yo me excitaba por ello pues su placer se había trasformado en el mio.
Sus muslos se abrieron, dando paso a mi boca sedienta de mas, mas en ese momento se aparto de mi con una sonrisa y se colocó a cuatro patas
Tomé sus glúteos con mis manos apartándolos con ligereza, mi boca se apodero de su sexo desde atrás, introduciendo la lengua en su vagina, lubricandola.
Me relamí, su esencia era tan deliciosa como la sangre que recorría su cuerpo enloqueciendome por momentos.
“Muérdeme” gruño antes de que yo me tumbara atrayendo ahora su sexo con avidez hacia mi boca mientras mis manos empujaban sus glúteos.
Torturé su clítoris una y otra vez, deslizando mi humedad por la trinchera de sus labios, guerra abierta entre ambos. Sus caderas bailaban buscándome mientras me la follaba con la boca.
Rasgué con mi colmillo su piel, la vitae cayo goteando en mi boca, era delicioso, una droga que me llevaba al infierno, jadeé con brusquedad sintiéndola entrar en mi organismo, quería mas, todo a decir verdad.
La empuje contra el lecho, mi boca ahora busco su muslo, la arteria que lo recorría y ahí hundí sin miramientos los colmillos, perdido en ese liquido carmesí que me hacia enloquecer necesitando cada vez mas.
Era su siervo, me había trasformado en el esclavo de su piel, de su sabor, de su olor.
Su mano aferró mi pelo alzándome la cabeza, por mi barbilla aquel caliente y grumoso liquido, su boca contra la mía. Jadeos roncos de pasión desmesurada cuando mi miembro se adentro con fuerza en su feminidad, desesperado la embestí haciéndola gemir.
-Lo quiero todo de ti.
Nuestras bocas impactaron con hambruna, el caballero hambre estaba dispuesto para dejar caer sobre nosotros el apocapipsis. Estaba mas que dispuesto a como buen jinete montarla hasta que el sol saliese.
Mis labios se perdieron en la calidez de su piel, pezones que reclamaron con fervor cada resquicio de mi ser acariciando la punta de mi lengua con cada movimiento de esta.
-Eres mía -gruñí contra sus pechos que con mis manos quedaban apresados para enfrentarse a mi boca en un duelo a muerte despiadado.
Me detuve un instante alzando la cabeza para enfrentar su mirada parda al escuchar sus palabras. Mi sonrisa quedo ladeada acariciando ahora con ella sus carnosos.
-¿eso quiere decir que deseas venir conmigo? ¿que se acabaron los demás inmortales? ¿mía?
Fuere como fuere el resultado seria el mismo, pero admitía que me excitaba muchísimo la idea de que se me ofreciera de esa manera.
Mi cuerpo empujo el ajeno, la vitae mancillaba nuestra piel mientras mi boca se paseó por su cuerpo serpenteando su piel, acaparando aquel sabor férreo que me hacia enloquecer. Ella gemía y yo me excitaba por ello pues su placer se había trasformado en el mio.
Sus muslos se abrieron, dando paso a mi boca sedienta de mas, mas en ese momento se aparto de mi con una sonrisa y se colocó a cuatro patas
Tomé sus glúteos con mis manos apartándolos con ligereza, mi boca se apodero de su sexo desde atrás, introduciendo la lengua en su vagina, lubricandola.
Me relamí, su esencia era tan deliciosa como la sangre que recorría su cuerpo enloqueciendome por momentos.
“Muérdeme” gruño antes de que yo me tumbara atrayendo ahora su sexo con avidez hacia mi boca mientras mis manos empujaban sus glúteos.
Torturé su clítoris una y otra vez, deslizando mi humedad por la trinchera de sus labios, guerra abierta entre ambos. Sus caderas bailaban buscándome mientras me la follaba con la boca.
Rasgué con mi colmillo su piel, la vitae cayo goteando en mi boca, era delicioso, una droga que me llevaba al infierno, jadeé con brusquedad sintiéndola entrar en mi organismo, quería mas, todo a decir verdad.
La empuje contra el lecho, mi boca ahora busco su muslo, la arteria que lo recorría y ahí hundí sin miramientos los colmillos, perdido en ese liquido carmesí que me hacia enloquecer necesitando cada vez mas.
Era su siervo, me había trasformado en el esclavo de su piel, de su sabor, de su olor.
Su mano aferró mi pelo alzándome la cabeza, por mi barbilla aquel caliente y grumoso liquido, su boca contra la mía. Jadeos roncos de pasión desmesurada cuando mi miembro se adentro con fuerza en su feminidad, desesperado la embestí haciéndola gemir.
-Lo quiero todo de ti.
Baco- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 09/01/2017
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
Como si ambos fuesen dos seres de la noche que disfrutan arrebatando vidas para su disfrute. La sonrisa traviesa de la prostituta , se ensanchó hasta mostrar sus perlados dientes blancos y perfectos, labios que acompañaban a la sonrisa de la perdición. Jamás pudo decirlo todo con palabras y en ese momento lo había hecho. él la comprendería con tan solo una sonrisa, un simple gesto que lo cambiaría todo. Su plan había funcionado a la perfección y con lo ocurrido, ni él mismo podía imaginarse hasta que punto había cambiado todo.
Se perdió en las caricias de su boca, impacto de su gélido aliento en su piel. Ardía, le había excitado con demasía aquello. La prefirió a ella y esa chica, ocupó el lugar que en un principio debió ser. Ella su víctima de esa noche y sin embargo, ahora las tornas cambiaron. Se relamió a la par que se arqueaba, buscándole y encontrándole totalmente ciego, sediento de ella. la sangre de la joven cadáver se hizo partícipe en el juego de la seducción, provocación y deseo de aquellas dos almas oscuras. Una simple humana podía volverle completamente loco, caer ante ella y dejarse llevar a su merced.
Las yemas de los dedos se hundieron en el cabello de su nuca , atrayéndole hacia sí, cuerpos enredados . lo miró desafiante totalmente perdida en sus caricias, quería volver a sentirle, perderse en el juego y ser quien saliese perdedora para recibir su castigo, castigo divino que estaba deseando paladear no más que su propia sangre de aquellos labios de hielo que acababan de asegurar que le pertenecía.
-No. Tú eres mío -boca traviesa que le arrancó un nuevo orgasmo, enfadándola por hacerla vulnerable, se fundió en su boca, mordiendo su lengua hasta hacerle sangrar. Tomó la punta de la lengua con los labios, aquel lugar donde había mordido y succionó, sin dejar de mirarle a los ojos, como si su boca hubiese tomado cierto lugar y disfrutase con torturarle, se perdiese en ella.
La guerra continuaba, ambos deseaban que el otro suplicase por más y hasta ahora lo habían hecho por ambas partes por igual. Echó hacia atrás la cabeza, arqueando la espalda al sentir sus colmillos morderla, muy cerca de su sexo el cual ya había sido torturado pero no , no era suficiente, quería más y él volví a dárselo. Como castigo, mordió su barbilla al entrar en ella, no contenta con eso…rodeó su cintura con las piernas y le atrajo aún más hacia sí, quería sentir dolor mezclado con el placer más absoluto… la mordiese en pleno orgasmo.
-Lo tendrás si me complaces.¿Quién es ahora la puta? -rugió con fiereza al acabar la pregunta, obligándole a en un movimiento él estar bajo su cuerpo. Las manos de la mujer de ébano tomaron sus muñecas, apretándolas con toda la fuerza que era capaz para él era tan fácil deshacerse de ella… quería que la marcase, por todas partes… solo por una sencilla razón -No solo te montaré como solo tu diosa lo haría… quiero que… si soy tuya, me marques…dejes claro a quien perteneces
Acercó su rostro al ajeno, buscando su boca, la cual perfiló con su lengua buscando lamer sus colmillos y pincharse en uno de ellos el labio inferior…quería darle ella misma su propia sangre, la droga que suponía para él. sin dejar de mirarle los ojos, dejó que bebiese de ella mientras las caderas de la joven lo torturaban aún más que el elixir que bebía de ella. no parecían seres dde este mundo, sobre todo ella, más rápido…sin fin
-Todo de mí. Di... a quién perteneces -sus orbes oscuras llamearon de pura excitación solo con imaginar que él se lo diría.
Se perdió en las caricias de su boca, impacto de su gélido aliento en su piel. Ardía, le había excitado con demasía aquello. La prefirió a ella y esa chica, ocupó el lugar que en un principio debió ser. Ella su víctima de esa noche y sin embargo, ahora las tornas cambiaron. Se relamió a la par que se arqueaba, buscándole y encontrándole totalmente ciego, sediento de ella. la sangre de la joven cadáver se hizo partícipe en el juego de la seducción, provocación y deseo de aquellas dos almas oscuras. Una simple humana podía volverle completamente loco, caer ante ella y dejarse llevar a su merced.
Las yemas de los dedos se hundieron en el cabello de su nuca , atrayéndole hacia sí, cuerpos enredados . lo miró desafiante totalmente perdida en sus caricias, quería volver a sentirle, perderse en el juego y ser quien saliese perdedora para recibir su castigo, castigo divino que estaba deseando paladear no más que su propia sangre de aquellos labios de hielo que acababan de asegurar que le pertenecía.
-No. Tú eres mío -boca traviesa que le arrancó un nuevo orgasmo, enfadándola por hacerla vulnerable, se fundió en su boca, mordiendo su lengua hasta hacerle sangrar. Tomó la punta de la lengua con los labios, aquel lugar donde había mordido y succionó, sin dejar de mirarle a los ojos, como si su boca hubiese tomado cierto lugar y disfrutase con torturarle, se perdiese en ella.
La guerra continuaba, ambos deseaban que el otro suplicase por más y hasta ahora lo habían hecho por ambas partes por igual. Echó hacia atrás la cabeza, arqueando la espalda al sentir sus colmillos morderla, muy cerca de su sexo el cual ya había sido torturado pero no , no era suficiente, quería más y él volví a dárselo. Como castigo, mordió su barbilla al entrar en ella, no contenta con eso…rodeó su cintura con las piernas y le atrajo aún más hacia sí, quería sentir dolor mezclado con el placer más absoluto… la mordiese en pleno orgasmo.
-Lo tendrás si me complaces.¿Quién es ahora la puta? -rugió con fiereza al acabar la pregunta, obligándole a en un movimiento él estar bajo su cuerpo. Las manos de la mujer de ébano tomaron sus muñecas, apretándolas con toda la fuerza que era capaz para él era tan fácil deshacerse de ella… quería que la marcase, por todas partes… solo por una sencilla razón -No solo te montaré como solo tu diosa lo haría… quiero que… si soy tuya, me marques…dejes claro a quien perteneces
Acercó su rostro al ajeno, buscando su boca, la cual perfiló con su lengua buscando lamer sus colmillos y pincharse en uno de ellos el labio inferior…quería darle ella misma su propia sangre, la droga que suponía para él. sin dejar de mirarle los ojos, dejó que bebiese de ella mientras las caderas de la joven lo torturaban aún más que el elixir que bebía de ella. no parecían seres dde este mundo, sobre todo ella, más rápido…sin fin
-Todo de mí. Di... a quién perteneces -sus orbes oscuras llamearon de pura excitación solo con imaginar que él se lo diría.
Ayla- Prostituta Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 28/09/2016
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
La diosa de ébano no satisfecha con aquel festín sangriento y con tenerme drogado por su elixir hasta la médula seguía desafiándome.
Sus caderas me desafiaban con aquel incesante baile de caderas donde cada vaivén de estas encendía mas mi hombría.
Mis colmillos rasgaron nuevamente su cuello, bebiendo de esta de forma salvaje, ella parecía divertirse con mi necesidad mientras marcaba los ritmos de cuando si y cuando no podía tomar el ansiado premio rojo que sus venas me proporcionaban.
Era su esclavo, en eso me había convertido y a eso había quedado reducida mi no vida, a servir a una puta por la que en este instante daría mi vida, no por amor si no por una necesidad desmedida de lo que portaba en su interior.
Celos, rabia y deseo, mucho deseo.
-nos vamos de aquí -le ordené sumido en un frenesí. Pupilas dilatadas y mis labios volviendo una y otra vez sobre ldo ajenos.
¿A quien perteneces? me preguntaba excitada conociendo de primera mano esa respuesta y el truco que encerraba.
-A nadie maldita sea, vístete -le dije desafiante. La droga corría por mis venas mientras yo trataba de mantenerme en calma. Rugiendo por dentro asumí la verdad que ambos sabíamos, le pertenecía a ella.
-Tu me perteneces -gruñí con la voz ronca de deseo mientras tiraba de su brazo para alzarla del lecho.
Teníamos que salir de ahí, sabia que vendrían a comprobar que había cumplido mi misión, la puta que había sobre el lecho haría las veces de la mujer de ébano, ahora ambos habíamos nos gustara o no sentenciado nuestras vidas a la del otro.
Ella estaba muerta para el resto del mundo, yo había caído en una dependencia desconocida, mágica por su sangre y cuerpo, aquello se estaba convirtiendo en un juego muy peligroso.
Me asomé por la ventana mirando hacia abajo, no podíamos salir por la puerta, tampoco por ahí pues daba directamente a la calle principal, mas había visto un ventanal mientras íbamos a su cámara que posiblemente daría a un callejón poco iluminado, ese iba en principio a ser mi billete de salida si las cosas se complicaban, ahora se había convertido en la escapatoria de ambos.
-Vamos -ordené de nuevo tirandole del brazo, no te lleves nada, no lo necesitas, los muertos o usan caros perfumes y recuerda mis palabras Ayla, estas muerta para el mundo.
Te buscare otra identidad, mas ahora eres mi esclava, mi prisionera, no eres nadie sin mi ¿lo entiendes?
Sus castaños me desafiaron como si no estuviera de acuerdo con ninguna de mis palabras, claro que no tenia tiempo de discutir las condiciones del contrato, tampoco de que firmara la linea de puntos, se había convertido en mi prisionera, ella no era nadie en este instante y de serlo mandarían a mas en su búsqueda para acabar con ella. Yo era su mejor opción, mas del mismo modo su prisión, a cambio ella me proporcionaría Vitae.
Su sangre le había salvado la vida, mas ahora tenia que asumir las consecuencias de haberme convertido en adicto a ella.
Salimos de la cámara en dirección al ventanal, lo abrí con suma facilidad y saqué medio cuerpo observando la distancia de un piso, era un salto sencillo para mi, que a la dama pareció asustarle, claro que no la dejé pensar, aferré su cintura y dejé que ambos nos deslizáramos por el.
Pies flexionados amortiguaron el golpe de la caída y así nos perdimos por las calles de París aprovechando su oscuridad.
Sus caderas me desafiaban con aquel incesante baile de caderas donde cada vaivén de estas encendía mas mi hombría.
Mis colmillos rasgaron nuevamente su cuello, bebiendo de esta de forma salvaje, ella parecía divertirse con mi necesidad mientras marcaba los ritmos de cuando si y cuando no podía tomar el ansiado premio rojo que sus venas me proporcionaban.
Era su esclavo, en eso me había convertido y a eso había quedado reducida mi no vida, a servir a una puta por la que en este instante daría mi vida, no por amor si no por una necesidad desmedida de lo que portaba en su interior.
Celos, rabia y deseo, mucho deseo.
-nos vamos de aquí -le ordené sumido en un frenesí. Pupilas dilatadas y mis labios volviendo una y otra vez sobre ldo ajenos.
¿A quien perteneces? me preguntaba excitada conociendo de primera mano esa respuesta y el truco que encerraba.
-A nadie maldita sea, vístete -le dije desafiante. La droga corría por mis venas mientras yo trataba de mantenerme en calma. Rugiendo por dentro asumí la verdad que ambos sabíamos, le pertenecía a ella.
-Tu me perteneces -gruñí con la voz ronca de deseo mientras tiraba de su brazo para alzarla del lecho.
Teníamos que salir de ahí, sabia que vendrían a comprobar que había cumplido mi misión, la puta que había sobre el lecho haría las veces de la mujer de ébano, ahora ambos habíamos nos gustara o no sentenciado nuestras vidas a la del otro.
Ella estaba muerta para el resto del mundo, yo había caído en una dependencia desconocida, mágica por su sangre y cuerpo, aquello se estaba convirtiendo en un juego muy peligroso.
Me asomé por la ventana mirando hacia abajo, no podíamos salir por la puerta, tampoco por ahí pues daba directamente a la calle principal, mas había visto un ventanal mientras íbamos a su cámara que posiblemente daría a un callejón poco iluminado, ese iba en principio a ser mi billete de salida si las cosas se complicaban, ahora se había convertido en la escapatoria de ambos.
-Vamos -ordené de nuevo tirandole del brazo, no te lleves nada, no lo necesitas, los muertos o usan caros perfumes y recuerda mis palabras Ayla, estas muerta para el mundo.
Te buscare otra identidad, mas ahora eres mi esclava, mi prisionera, no eres nadie sin mi ¿lo entiendes?
Sus castaños me desafiaron como si no estuviera de acuerdo con ninguna de mis palabras, claro que no tenia tiempo de discutir las condiciones del contrato, tampoco de que firmara la linea de puntos, se había convertido en mi prisionera, ella no era nadie en este instante y de serlo mandarían a mas en su búsqueda para acabar con ella. Yo era su mejor opción, mas del mismo modo su prisión, a cambio ella me proporcionaría Vitae.
Su sangre le había salvado la vida, mas ahora tenia que asumir las consecuencias de haberme convertido en adicto a ella.
Salimos de la cámara en dirección al ventanal, lo abrí con suma facilidad y saqué medio cuerpo observando la distancia de un piso, era un salto sencillo para mi, que a la dama pareció asustarle, claro que no la dejé pensar, aferré su cintura y dejé que ambos nos deslizáramos por el.
Pies flexionados amortiguaron el golpe de la caída y así nos perdimos por las calles de París aprovechando su oscuridad.
Baco- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 09/01/2017
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
Ancladas miradas, se perdían entre besos incapaces de ver más allá de los ojos del otro. Se estaban prometiendo demasiado en silencio,¿quién de los dos sería capaz de cumplirlo? No deseaba otra cosa que oírle decir lo que era suyo, algo que no ocurriría nunca. Sonrió contra sus labios, relamiéndose y saboreando el dulce sabor de la muerte, no podía saber mejor.
Allí, en aquella habitación donde lo había tenido todo y nada al mismo tiempo, se quedaba su profesión, a lo que se dedicó desde hacía años. Ahora, se dedicaría en exclusiva a aquel inmortal ¿A cambio de qué? aún no le había dicho nada al respecto, ¿qué obtendría a cambio de permanecer a su lado? No era el momento, sí el de huir. Siguió sus pasos, mirando por encima de su hombro como su habitación era consumida por el fuego. Ella ocuparía su lugar ¿sería suficiente para despistar?
Vida tan valiosa como darle muerte. Por eso él esa noche fue a buscarla y sin embargo, fue incapaz de hacerle daño, si no al contrario… darle toda protección, pertenecerle para siempre como su frasco de sangre continúa. No estaba de acuerdo, jamás. No era de nadie y no lo sería jamás. Se soltó de su agarre, mirándole desafiante, como una loba dispuesta a atacar si era necesario, él tenía más que perder…perdería su droga.
Refugiada entre sus brazos, corrió junto a él, olvidándose de su vida. Ahora estaba muerta, muerta en vida. Sus ojos oscuros le desafiaron una vez más cuando pareció que estaban a salvo, si era suya nadie podría verla nunca, debía permanecer encerrada por miedo a las represalías.
-Soy tuya pero no pienso meterme en una habitación, esperándote. -jugueteó con su cabello moreno, dejando escapar una risa… todo había ocurrido demasiado deprisa -¿Qué me ofreces? Porque puede que no me interese. Y sí importa, a mí me importa -Se acercó a él, sigilosa como una pantera pero dispuesta a saltar sobre él, no podía hacerle daño..él era quien perdía en el juego -Cásate conmigo. Solo así seré tuya y…será más fácil. Has oído bien, quiero ser tuya con todas las consecuencias. Iba a casarme, mi prometido estará muy triste…pero si soy de otro, no sospecharía ¿cómo si le amo me uno a otro? -rió divertida, él no lo entendería pero quería eso… y así tendría que ser -Quiero que seas mío. Mío en todos los sentidos
Estaba dispuesta a dejar su vida pero él…también.
-¿Qué se siente? Al saber que ya nunca más vas a poder tocar a otra que no sea a mí. Te has enamorado de una puta. Bueno, de su sangre -rió divertida, aquella mujer sabía jugar bien sus cartas.
Allí, en aquella habitación donde lo había tenido todo y nada al mismo tiempo, se quedaba su profesión, a lo que se dedicó desde hacía años. Ahora, se dedicaría en exclusiva a aquel inmortal ¿A cambio de qué? aún no le había dicho nada al respecto, ¿qué obtendría a cambio de permanecer a su lado? No era el momento, sí el de huir. Siguió sus pasos, mirando por encima de su hombro como su habitación era consumida por el fuego. Ella ocuparía su lugar ¿sería suficiente para despistar?
Vida tan valiosa como darle muerte. Por eso él esa noche fue a buscarla y sin embargo, fue incapaz de hacerle daño, si no al contrario… darle toda protección, pertenecerle para siempre como su frasco de sangre continúa. No estaba de acuerdo, jamás. No era de nadie y no lo sería jamás. Se soltó de su agarre, mirándole desafiante, como una loba dispuesta a atacar si era necesario, él tenía más que perder…perdería su droga.
Refugiada entre sus brazos, corrió junto a él, olvidándose de su vida. Ahora estaba muerta, muerta en vida. Sus ojos oscuros le desafiaron una vez más cuando pareció que estaban a salvo, si era suya nadie podría verla nunca, debía permanecer encerrada por miedo a las represalías.
-Soy tuya pero no pienso meterme en una habitación, esperándote. -jugueteó con su cabello moreno, dejando escapar una risa… todo había ocurrido demasiado deprisa -¿Qué me ofreces? Porque puede que no me interese. Y sí importa, a mí me importa -Se acercó a él, sigilosa como una pantera pero dispuesta a saltar sobre él, no podía hacerle daño..él era quien perdía en el juego -Cásate conmigo. Solo así seré tuya y…será más fácil. Has oído bien, quiero ser tuya con todas las consecuencias. Iba a casarme, mi prometido estará muy triste…pero si soy de otro, no sospecharía ¿cómo si le amo me uno a otro? -rió divertida, él no lo entendería pero quería eso… y así tendría que ser -Quiero que seas mío. Mío en todos los sentidos
Estaba dispuesta a dejar su vida pero él…también.
-¿Qué se siente? Al saber que ya nunca más vas a poder tocar a otra que no sea a mí. Te has enamorado de una puta. Bueno, de su sangre -rió divertida, aquella mujer sabía jugar bien sus cartas.
Ayla- Prostituta Clase Alta
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 28/09/2016
Re: Noche de lluvia, con aroma de flores blancas... [Privado] +18
Esa mujer estaba completamente loca, ahora quería saber que sacaba ella de este trato ¿acaso permanecer con vida no le parecía motivo suficiente para trasformarse en mi droga andante?
De un empujón la tiré hacia le interior de una pequeña casa en ruinas, un lugar donde nunca nos buscarían, al menos por hoy. Seria lo mas seguro teniendo en cuenta que pronto saldría el sol y no tenia la menor intención de salir ardiendo como un misto.
Ladeé la sonrisa cuando esta abrazada a mi cuerpo siguió tentándome con el olor de su piel, su sangre corría desaforada por sus venas pidiéndome a gritos que la probara.
Entonces se le ocurrió la mejor de las ideas, la mejor si estas completamente loca y crees que el hombre que tienes frente a ti es tu marioneta.
-¿Casarnos?
Me costó mantener la risa, porque la verdad aquello me sonaba a chiste.
-A ver is te metes en esa cabeza que no estoy enamorado de ti, solo de tu sangre y para tenerla no he de ser tu marido, solo mantenerte con vida.
Deslicé mi dedo por su brazo.
-Si lo que te preocupa es que me pierda en los brazos de otra -susurré acercando mi rostro al suyo para que nuestra nariz se acariciara antes de enredarme en su boca con un apasionado beso que perduro en tiempo y espacio.
-Mientras me abras esas piernas, me des lo que necesito y seas silenciosa como acompañante de viaje prometo que no acudiré a burdel alguno ¿tenemos trato?
La mujer con sus movimientos felinos parecía analizar mis palabras, como si la idea no terminara de cuadrarle y sin embargo esa locura del matrimonio sonara la mas de perfecta en su orejas.
-Vamos nena, no te conozco de nada, estas buena, peor creo que deberías esperar un poco a que la menos recuerde como te llamas ¿no crees? -bromeé tirando de su mano para llevarla junto a mi al lecho que había en la casucha
-Durmamos, al anochecer cogeremos un barco que nos aleje de París. Espero que nadie descubra que esa puta no eres tu.
De un empujón la tiré hacia le interior de una pequeña casa en ruinas, un lugar donde nunca nos buscarían, al menos por hoy. Seria lo mas seguro teniendo en cuenta que pronto saldría el sol y no tenia la menor intención de salir ardiendo como un misto.
Ladeé la sonrisa cuando esta abrazada a mi cuerpo siguió tentándome con el olor de su piel, su sangre corría desaforada por sus venas pidiéndome a gritos que la probara.
Entonces se le ocurrió la mejor de las ideas, la mejor si estas completamente loca y crees que el hombre que tienes frente a ti es tu marioneta.
-¿Casarnos?
Me costó mantener la risa, porque la verdad aquello me sonaba a chiste.
-A ver is te metes en esa cabeza que no estoy enamorado de ti, solo de tu sangre y para tenerla no he de ser tu marido, solo mantenerte con vida.
Deslicé mi dedo por su brazo.
-Si lo que te preocupa es que me pierda en los brazos de otra -susurré acercando mi rostro al suyo para que nuestra nariz se acariciara antes de enredarme en su boca con un apasionado beso que perduro en tiempo y espacio.
-Mientras me abras esas piernas, me des lo que necesito y seas silenciosa como acompañante de viaje prometo que no acudiré a burdel alguno ¿tenemos trato?
La mujer con sus movimientos felinos parecía analizar mis palabras, como si la idea no terminara de cuadrarle y sin embargo esa locura del matrimonio sonara la mas de perfecta en su orejas.
-Vamos nena, no te conozco de nada, estas buena, peor creo que deberías esperar un poco a que la menos recuerde como te llamas ¿no crees? -bromeé tirando de su mano para llevarla junto a mi al lecho que había en la casucha
-Durmamos, al anochecer cogeremos un barco que nos aleje de París. Espero que nadie descubra que esa puta no eres tu.
Baco- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 09/01/2017
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» La noche y las flores (privado)
» Lluvia de flores...
» Una noche de lluvia [privado]
» el color de la noche, el aroma de tu piel - privado
» Refugio para una noche de lluvia (Privado)
» Lluvia de flores...
» Una noche de lluvia [privado]
» el color de la noche, el aroma de tu piel - privado
» Refugio para una noche de lluvia (Privado)
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour