Génesis - según Nosferatu -

Acaso no he estado ya demasiado tiempo a la saga de tus sombras.  Oculto tras el velo de la invención y la creación? Mientras vuelvo a habitar el cuerpo que por derecho me pertenece el miedo de la mente consciente os hará apartar la mirada.  Mi mundo gana terreno conforme la sangre fluye de nuevo por las venas. Vuestro mundo es como corrientes de agua puerca, envenenada, un lenguaje hablado a ladridos y escupitajos desde diferentes lenguas.

Parecerá para ustedes una eternidad, les resultará como que llevan toda su existencia peleando, pero en verdad ha sido solo una breve pausa, en una guerra más grande. El tiempo ha llegado para que los antiguos levantemos el rostro y reclamemos aquello sobre lo que se han enseñoreado, espurios; para que no puedan corromperlo nunca más. El vapor de la plaga que infestó mi mente, mi cuerpo y alma había oscurecido de mi vista la sabiduría, pero la bruma que me tenía absorto se ha disipado y ya no me perturba más.


Hubo un tiempo en que los humanos aún eran un proyecto en vías de evolución.  Un tiempo en que razas antiguas pelearon por el control de este mundo, el cual es un oasis en medio del gigantesco y frío desierto del Universo.

Porque para ustedes, los humanos, les perplex, Los Perplejos, como se les llamaba entre nuestros círculos, debe ser una revelación saber que el universo esta en su mayoría deshabitado. Muchos mundos podrían albergar vida como la conocemos, pero esos mundos ya han sido conquistados y devorados como habrá de ocurrir algún día con esta tierra por la raza de los devoradores de estrellas. Pero eso esta mucho más allá de lo que sus pequeñas mentes puedan entender.

Por intermedio mio, es que se enteran ahora, mortales, cual es el origen de su raza.  Ustedes son una creación nuestra. Los moldeamos a partir de nuestros propio material genético, para que fueran nuestro alimento, nuestro ganado, nuestras herramientas. Así, tras imponer nuestra hegemonía sobre los Reptilianos raza endémica de la tierra; pusimos en marcha el proyecto humano en Adom (* que es el nombre con el que llamamos a este planeta que ustedes llaman Tierra)

Nuestro rebaño humano creció y se extendió rápidamente por toda la tierra, pero en cambio nuestro planeta Adíti, moría a causa de las guerras y el consumo que hicimos de sus limitados recursos. Pero también por que era su momento de perecer.

Akasha, nuestra reina consultó los oráculos y dedújo como poder transmitir nuestro legado a los humanos, elevarlos al mismo nivel que nosotros para que pudieran ser dignos del conocimiento Adítia.

Así fue como se inventó el rito de la sangre, al que después se llamó "El Abrazo"  y el primero en ser abrazado era aquel entre los hijos de Adom cuyo nombre fue Kain, es decir, de nuestro rebaño en Adom. Akasha lo abrazó como a su hijo por que vió en él algo especial.  Y en efecto, era un ser extraordinario. Otros intentamos seguir el ejemplo de Akasha y tomar bajo nuestra protección a algún humano, pero la mayoría de los elegidos moría o se volvían locos de remate tras el procedimiento. Los más afortunados sobrevivían solo tras muchos dolores y no aceptaban su nueva forma, renegando de nosotros, diciendo que los habíamos "deformado".  Muchos se suicidaron, solo algunos permanecieron con vida y continúan existiendo todavía.  

Kaín fue el único hijo de Adom que logró conservar su forma humana sin mayores cambios y sin enloquecer y así fue como él al transmitir la sangre nuestra a sus vástagos por medio del Abrazo creó a los primeros Vampiros. ¡UNA RAZA NUEVA!

Creímos que la salvación estaría en ustedes, humanos, cuando los hicimos sublimes, ya que habían sido hechos a nuestra semejanza, pero tan sólo trajeron la ruina a nuestra clase ya que los hijos de Adom pervirtieron nuestros dones y los malgastaron por toda la tierra. Un desperdicio, verdaderamente.

Por esta razón fueron castigados más de una vez, hace muchos eones, tantos que la propia historia de los hombres apenas lo recuerda y lo recuerda mal.

Todos nuestros vástagos en la tierra debieron ser pasados por fuego. Sin embargo cada uno de nosotros consideraba a los vampiros, como hijos propios, como parte de nosotros mismos. ¡Tal era el apego que nos unió a vuestra raza!  Secretamente mantuvimos con vida a algunos elegidos que a su vez nos llamaban Nosferat, "Nuestros Abuelos" como una forma cariñosa de referise a los ancestros, aunque en realidad no eran descendientes directos de nuestra noble raza su transformación los acercaba a nosotros. ¡Todos los Adítia eramos culpables! Estos hijos de Kaín eran nuestra responsabilidad y por lo tanto fueron preservados algunos entre los Kainitas de aquella gran matanza y son los que hoy en día dirigen todos los clanes de Vampiros que hay en el planeta.  A ellos les enseñamos las artes y las ciencias, tal y como las conocen ahora los humanos, todos sus mitos sobre Dioses y Héroes en realidad son los prodigios que enseñamos a aquellos Kainitas a realizar.  

Sin embargo, es sino inexorable para los humanos, aún nuestros vástagos vampiros, que se perviertan en cuanto sus números se incrementan. Y así los Kainitas volvieron a esparcir la sangre nuestra como una enfermedad. ¡A crecer sin control! Por eso acordamos que cada cierto tiempo uno de nosotros despertaría para dar cuenta de todos ellos de ser necesario y evitar que sumergan al mundo en un caos, de tal suerte que nos fuimos rolando en cada época los Aditia que sobrevivimos como refugiados en Adom: Akasha, Ariaman, Bhaga, Daksha, Dhatri, Iama, Indra, Raavi, Sasha, Savitrí, Suria, Váruna y yo. Ahora llamados Nosferat, debíamos preservar el espiritu de nuestro planeta Aditi, o como ustes lo llaman: Marte.
Queremos evitar que Adom, la Tierra, tenga el mismo destino que nuestro hogar. Para no malgastar energía de la fuerza vital de nuestra alma colectiva sólo uno de nosotros despertaría cada cinco mil años.  

Mi hermano Varuna era el encargado en esta época de vigilar a los Vampiros pero desapareció de Adom sin dejar rastro hace unos 2000 años y para colmo dejó un vástago en la tierra, una mujer quien impuso la maldición del Nosferatu llamada Kanirae, y que dejara vagando sola y sin dirección.

Aunque los Nosferat que aún viven se encuentran en un letargo, todos somos conscientes de lo que esta pasando en el mundo de los humanos y sin embargo por acuerdo tácito, no me era permitido despertar antes de que el tiempo de Varuna concluyese. He esperado mucho para que mi momento llegue, para que sea bajo mi égida que el día de la gran purga amanezca.

¿Acaso no hemos esperado ya demasiado tiempo a la saga de estas sombras?

Venimos de tierras lejanas, lugares sombríos, oscuros, donde moran criaturas terribles. Vagamos por varios eones antes de llegar aquí. Si pudieran lanzar una mirada en el largo pasado que nuestra memoria colectiva ha almacenado, comprenderían nuestra férrea voluntad de aferrarnos a este mundo brillante, a este pequeño oasis.

Debo ser el primero en reconocer que nuestra guerra de exterminio ha sido un proceso lento, difícil y sobre todo cruel. Los reptilianos resistieron de forma valerosa los numerosos ataques que lanzamos en su contra, cataclismos, invierno nuclear, guerra biológica, todo lo resistían e inclusive hubo momentos en que parecía que podrían voltear la balanza en su favor.

Es con pena que me entero, tras mi reciente despertar, que la especie se considera ya extintos salvo por algunos rumores de avistamientos. Hubiera dado lo que fuera por lograr domesticarlos de alguna forma para poder estudiarles mejor, aunque sepa que su mera existencia puede poner en peligro la nuestra.

Los avistamientos de reptilianos se han reportado en todos los lugares del globo, muchos de ellos en sitios donde los reptilianos aún tenían bases fuertes de resistencia hasta hace unos siglos. Tal es el caso de la América, dónde esos seres promovieron cultos al rededor de su efigie en todos los pueblos indígenas. Sospecho que se trata de los seguidores humanos de los reptilianos de entonces quienes tratan de mantener viva su rebelión a pesar que sus líderes hayan sido enterrados tiempo atrás.

Otros lugares, desde el Congo en África, específicamente las comunidades que bordean al lago Tele, hasta las tierras altas de Escocia han sido bastiones desde los cuales nuestros enemigos reptiles continuaron su resistencia, eso explica que entre los humanos haya aún rumores como los que Foulwheather me contó sobre el lago Ness.

Pero los detalles mas consistentes refieren todos al mismo personaje, un reptiliano que se hace llamar H

Al-Kayyam, que en esta era se hacía llamar Rahman Al'Ramiz, lo encontró y se guardó el secreto para él. Pensaba que podría aprovecharse de su magia antigua, pero esta terminó por consumirlo.
Me decepciona tristemente, por que yo lo elegí entre muchos como un adicto a mi persona. Leal a toda prueba.  Sin embargo anhelaba tanto ser como nosotros que al querer imitarnos, como el ícaro de los cuentos, cayó sin remedio al suelo, y arrastró a toda su Kindred con él.

Temo que inclusive mi hermano Varuna se haya perdido por causa del absurdo impulso de Al-Kayyam.

Los reptilianos tienen acceso a poderes muy antiguos por su conexión con Gaia.  Lo demostraron los Mokolé en Africa. Cuya resistencia nos costó la vida de nuestros más ilustres guerreros. Los Garou que hoy toman la bandera de la defensa de Gaia no son nada comparados con lo que estos Hombres-Caimán eran capaces de hacer.

Pero yerros son yerros y excesos son excesos. Al-Kayyam al final tuvo lo que merecía y aún no sé que hacer con ese último espécimen, depositario de mi preciada Ambrosía.  Aquel que se llama a si mismo Max Stirner, sin embargo lo primero debe ser exterminar a H y a toda su estirpe, por que lo más probable es que ya se esté reproduciendo en este momento.

El primer objetivo de todos mis esfuerzos esta concentrado en localizar y destruir al Shifter. Ya habrá un instante de paz en el cual podamos arreglar el desorden que mi querido Rahman causó.