AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El deber llama al conde (Annushka brullov)
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El deber llama al conde (Annushka brullov)
Vladimir andaba en un carruaje de camino a una de las salones más populares de parís, se había realizado una fiesta en honor a su llegada organizada por varios miembros de la alta sociedad Rusa, que estaban viviendo hacía ya años en Francia además que todos tenían intenciones siempre estaba bien presentarse a un noble fuera quien fuera este, además que todos sabían de la pérdida del padre de Vladimir así que las condolencias estarían a la orden del día, lo que había llevado a este pensar incluso en no presentarse ya que no tenía intención ni animo de escuchar falsas palabras por la pérdida de su mentor, pero en realidad cuando estuvo varias veces a punto de decirle el conductor que desviara su curso, pero no podía debía hacer honra al título de su mentor, sino hablarían más mal del fallecido de lo que estaban haciéndolo ya. Este finalmente llego a su destino bajando del carruaje tranquilamente, era costumbre para todos estar presente con una dama que acompañara al caballero pero era sabido que se trataba de un conde soltero, lo que también habría las posibilidades para muchas jóvenes ricas intentar acercarse al licántropo para lograr tenerlo como pareja, todo negociación política y de esa forma acercarse más a los cargos de la nobleza. Este vestía un traje de varios calores oscuros sus adornos y claro que en su mano el anillo de la familia noble Romanovs, el conde de Rusia había llegado traía consigo un conjunto de papeles, distintas cartas enviadas desde su país natal, para varias personas que estaban allí algunas del mismo Zar que enviaba saludos, claro que ni de cerca habían sido escritas por el mismo, solo el sello era suyo, el conde creía que incluso a veces este ni sabía lo que allí decía.
El joven acomodo sus ropas para entrar al salón, antes de poder hacerlo ya había sido saludado por varios funcionarios que le indicaron donde se estaba celebrando la fiesta en su nombre, por su llegada a dicho ciudad, no se demoró en abrir las puertas y que se hiciera silencio, los músicos se detuvieron para el aviso más esperado de toda la noche, algunos incluso dudaban de su llegada.
Con ustedes damas y caballeros el Conde Vladimir Romanovs, cabeza de la familia Romanovs.
Todos claro que voltearían a verlo y detenían sus conversaciones se generó un leve silencio, para luego generar aplausos saludando al conde, varias personas se acercaron a saludarlo y darle sus pésames por la pérdida tan prematura de su padre, no faltaron las que se derritieron al verlo hablando de lo joven y apuesto que era como también las padres que buscaban lanzar a sus hijas en los brazos del lincantropo.
El joven acomodo sus ropas para entrar al salón, antes de poder hacerlo ya había sido saludado por varios funcionarios que le indicaron donde se estaba celebrando la fiesta en su nombre, por su llegada a dicho ciudad, no se demoró en abrir las puertas y que se hiciera silencio, los músicos se detuvieron para el aviso más esperado de toda la noche, algunos incluso dudaban de su llegada.
Con ustedes damas y caballeros el Conde Vladimir Romanovs, cabeza de la familia Romanovs.
Todos claro que voltearían a verlo y detenían sus conversaciones se generó un leve silencio, para luego generar aplausos saludando al conde, varias personas se acercaron a saludarlo y darle sus pésames por la pérdida tan prematura de su padre, no faltaron las que se derritieron al verlo hablando de lo joven y apuesto que era como también las padres que buscaban lanzar a sus hijas en los brazos del lincantropo.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 20/03/2013
Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Su garganta se había secado, sentía que la ansiedad y la angustia podían ser visibles en su rostro. Cerró los ojos, dejando que su cuerpo se hundiera en el confortable asiento del coche que la conducía a la reunión, o mas bien velada, dedicada en honor al Conde Romanov, un noble ruso que acababa de llegar de la madre tierra. Suspiró, mientras pensaba en como todas sus angustias y ansiedades, se disiparían, si tan solo Abel estuviese sentado a su lado. Pero no podía llevarlo con ella, ya que ésta era una reunión formal, de protocolo, un evento en el que solo podían concurrir los rusos de sangre noble, como la de su familia, - que equivocados que están - se dijo - no existe persona mas noble, que mi amado Abel, no ostentará títulos, pero su nobleza es de alma, y en su mirada veo lo importante de la vida - caviló, mientras sonreía de forma absurda. Pobre Anna, estaba enamorada perdidamente de aquel hombre, que tal vez jamás sería aceptado por su familia, y menos por los nobles como el que hoy llegaría desde Rusia. Volvió a suspirar, desolada al darse cuenta que las diferencias sociales, siempre la seguirían, a donde fuera.
El camino se le había esfumado, y en poco tiempo, tal vez menos de lo que ella hubiera deseado, se encontró descendiendo del coche, ayudada por un paje, que la condujo por las escaleras de la imponente mansión, hasta llegar a los salones en donde se desarrollaba el evento. l ingresar en el lugar, muchos se volvieron a verla, algunas mujeres, la contemplaron con miradas de desaprobación, - no estaba bien visto llegar a una velada tan importante como ésta, sin un acompañante, o por lo menos un familiar. Pero Anna se comportó de manera correcta, saludó con un movimiento de cabeza, a las arpías que la seguían con la mirada y se decidió a pasar la velada, en un lugar algo apartado, en el que no pudiera molestar a las joven es que en verdad habían concurrido al evento, para intentar encontrar un esposo, ella no necesitaba eso, ya tenía al hombre de su vida, solo estaba allí, porque no podía dejar sus obligaciones desatendidas, era la hija de Dimitri Brullov, primo del Zar y por él estaba dispuesta a soportar una gala que parecía, sería larga y aburrida. De pronto, la puerta principal se abrió, mientras el director del evento, informaba la llegada del homenajeado. Anna, se fue moviendo, dejando espacio para que algunas mujeres contemplaran embobadas al conde. Anna le miró, algo en el le parecía familiar, pero no estaba segura.
El camino se le había esfumado, y en poco tiempo, tal vez menos de lo que ella hubiera deseado, se encontró descendiendo del coche, ayudada por un paje, que la condujo por las escaleras de la imponente mansión, hasta llegar a los salones en donde se desarrollaba el evento. l ingresar en el lugar, muchos se volvieron a verla, algunas mujeres, la contemplaron con miradas de desaprobación, - no estaba bien visto llegar a una velada tan importante como ésta, sin un acompañante, o por lo menos un familiar. Pero Anna se comportó de manera correcta, saludó con un movimiento de cabeza, a las arpías que la seguían con la mirada y se decidió a pasar la velada, en un lugar algo apartado, en el que no pudiera molestar a las joven es que en verdad habían concurrido al evento, para intentar encontrar un esposo, ella no necesitaba eso, ya tenía al hombre de su vida, solo estaba allí, porque no podía dejar sus obligaciones desatendidas, era la hija de Dimitri Brullov, primo del Zar y por él estaba dispuesta a soportar una gala que parecía, sería larga y aburrida. De pronto, la puerta principal se abrió, mientras el director del evento, informaba la llegada del homenajeado. Anna, se fue moviendo, dejando espacio para que algunas mujeres contemplaran embobadas al conde. Anna le miró, algo en el le parecía familiar, pero no estaba segura.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 21/01/2014
Edad : 24
Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Este no tenía interés alguno en aquello, pero debio hacerlo en cuanto terminaron los aplausos varias personas se acercaron a saludarle, estrechando su mano extendiendo las damas las suyas para que el elegantemente las besara saludándoles también, uno de los hombres rusos más ricos de parís, se acercó al joven conde algo escéptico y bastante engreído, por ver que una persona tan joven y poco experiente había heredado el puesto de conde aprovecharía en su interés colocar en aprieto al joven con disputas políticas y entendidos matrimoniales, nada más llegar a parís que al parecer según le explicaría el hombre estaba al orden del día en la ciudad de parís.
-Permítame molestarlo joven, me gustaría conocer su posición frente a un desacuerdo y mal vista que tenemos por aquí lejos de nuestras tierras natales, al parecer se está volviendo costumbre unirse en casamiento con gente de baja calaña y si fuera peor que no es rusa puede creer eso usted Vladimir…
Era toda una ofensa al Conde, no llamarlo por su título sino como si fuera un joven más y tener el atrevimiento de decir su nombre ni siquiera respetando su noble apellido, le estaba enfrentando nada más llegar, para saber su reacción que tan pretencioso y orgulloso era o cuanto quizás el joven había anhelado el puesto de su padre y ahora estaba inflado.
-Bueno es una cuestión bastante interesante señor Jashir pero realmente sin relevancia, cada uno es dueño de su corazón y también del legado de su familia, además nunca se sabe cuándo esa persona de baja calaña puede resultar un brillante empresario, alguien con talento nato una persona capaz de llevar a la familia mucho más arriba de lo que ya estaba, debo pensar que acaso os preocupa que una de vuestras hijas esté interesada en un joven menos favorecido por el destino, quizás tenga buen corazón y cuide mejor de vuestra hija de lo que lo puede hacer un hombre de gran porte que no la vea más que una posibilidad de robarle vuestra fortuna, recuerde quien tiene más quiere caballero, si me permite la noche es larga que la disfrutéis.
Menciono tranquilamente extendiendo la mano para estrechar la del caballero, que estaba consumido en ira y rabia, el lycan no preciso ni olfatearlo para darse cuenta de la cólera y rabia que cargaba encima suyo, marchándose de allí con pie firme estaba seguro Vlad que más de una persona había escuchado aquella charla.
-Permítame molestarlo joven, me gustaría conocer su posición frente a un desacuerdo y mal vista que tenemos por aquí lejos de nuestras tierras natales, al parecer se está volviendo costumbre unirse en casamiento con gente de baja calaña y si fuera peor que no es rusa puede creer eso usted Vladimir…
Era toda una ofensa al Conde, no llamarlo por su título sino como si fuera un joven más y tener el atrevimiento de decir su nombre ni siquiera respetando su noble apellido, le estaba enfrentando nada más llegar, para saber su reacción que tan pretencioso y orgulloso era o cuanto quizás el joven había anhelado el puesto de su padre y ahora estaba inflado.
-Bueno es una cuestión bastante interesante señor Jashir pero realmente sin relevancia, cada uno es dueño de su corazón y también del legado de su familia, además nunca se sabe cuándo esa persona de baja calaña puede resultar un brillante empresario, alguien con talento nato una persona capaz de llevar a la familia mucho más arriba de lo que ya estaba, debo pensar que acaso os preocupa que una de vuestras hijas esté interesada en un joven menos favorecido por el destino, quizás tenga buen corazón y cuide mejor de vuestra hija de lo que lo puede hacer un hombre de gran porte que no la vea más que una posibilidad de robarle vuestra fortuna, recuerde quien tiene más quiere caballero, si me permite la noche es larga que la disfrutéis.
Menciono tranquilamente extendiendo la mano para estrechar la del caballero, que estaba consumido en ira y rabia, el lycan no preciso ni olfatearlo para darse cuenta de la cólera y rabia que cargaba encima suyo, marchándose de allí con pie firme estaba seguro Vlad que más de una persona había escuchado aquella charla.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 20/03/2013
Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Anna, observó como aquel caballero ruso, se había acercado al conde y ras saltarse el protocolo, insultar - de cierta manera al agasajado - exponía un tema, del que ella se sintió tocada, ya que al expresar aquella pregunta, el caballero se había volteado ligeramente para mirarla y sonreirle socarronamente. Claro que sabía quien era ese hombre, un mastuerzo, amigo de su tia, aquella maldita mujer que lo único que deseaba era apoderarse de la fortuna que podía haber heredado Anna y de ser posible, utilizar a su sobrina, con el único fin de conseguir beneficios, tanto económicos como sociales. Eses vejestorio, un viudo con mucho dinero, había sido el pretendiente que su tia - hermana de su padre - había elegido como principal candidato, para el futuro de su sobrina.
Anna desvió la mirada, temblando de repulsión y asco al pensar de tener que soportar a ese hombre tan despreciable. A pesar de no verlos, mantenía atento su oído a los que los caballeros hablaban y no pudo dejar de curvar su boca en una sonrisa, al oír como el Conde, le daba una lección de moral y de humildad, al arrogante ruso. A pesar de que había pensado que aquella velada iba a ser un verdadero calvario. De pronto se dio cuenta que había encontrado un ser que compartía ciertas opiniones, que sus comentarios eran acertados y los sabía fundamentar, que lograba desarmar la hipótesis de sus rivales y que ademas, parecía ser un hombre sencillo, a pesar de su titulo nobiliario.
Levantó la mirada, para buscar al caballero, y ver como se alejaba del amigo de su tía, le observó en silencio, siguiéndole primero con la mirada, para luego decidirse, seguirlo con extrema cautela, pues lo último que deseaba era que confundiera sus intenciones, y creyera que lo seguía como cualquiera de las jóvenes que deseaba acaparar su atención, con el anhelo de conseguir un compromiso.
Anna desvió la mirada, temblando de repulsión y asco al pensar de tener que soportar a ese hombre tan despreciable. A pesar de no verlos, mantenía atento su oído a los que los caballeros hablaban y no pudo dejar de curvar su boca en una sonrisa, al oír como el Conde, le daba una lección de moral y de humildad, al arrogante ruso. A pesar de que había pensado que aquella velada iba a ser un verdadero calvario. De pronto se dio cuenta que había encontrado un ser que compartía ciertas opiniones, que sus comentarios eran acertados y los sabía fundamentar, que lograba desarmar la hipótesis de sus rivales y que ademas, parecía ser un hombre sencillo, a pesar de su titulo nobiliario.
Levantó la mirada, para buscar al caballero, y ver como se alejaba del amigo de su tía, le observó en silencio, siguiéndole primero con la mirada, para luego decidirse, seguirlo con extrema cautela, pues lo último que deseaba era que confundiera sus intenciones, y creyera que lo seguía como cualquiera de las jóvenes que deseaba acaparar su atención, con el anhelo de conseguir un compromiso.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 21/01/2014
Edad : 24
Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
El joven conde luego de a ver logrado librarse de aquel sujeto que buscaba claro una evidente provocación contra este saliera molesto y bastante humillado Vladimir decidió caminar un poco por el lugar entregando tranquilamente , algunas cartas y dando alguna que otras opiniones como también, buscando captar los intereses de algunas personas sobre temas que el Zar estaba interesado, si bien el había venido por motivos personales, cuando se presentara nuevamente frente al Zar este estaría interesado en saber sobre las creencias y opiniones de los rusos en Paris, de su reino y en el que estabas claro estaba, siempre era bueno tener datos internos de una nación.
Este luego de despedirse de una pareja de ancianos nobles, decidió caminar un poco un mozo se le acerco este tomando dos copas que estaban allí, decidió acercarse luego con ambas en manos hasta el balcón donde salio tranquilamente, sintiendo el aroma de las calles de parís y la brisa golpear su traje y rostro, debido a sus instintos animales y talento como cazador natural, había detectado que alguien le había estado siguiendo con la mirada y no solo eso sino que seguido de forma discreta así que tranquilamente, dejando la copa sobre el frió mármol la corrió varios centímetros a su lado y ladeando la cabeza hacia la puerta inclinando la levemente en forma de saludo menciono.
-Me acompañaríais en una charla interesante madam, y a degustar este licor...
Menciono girándose completamente y estirando su mano hacia la joven, dejándola en clara evidencia que le hablaba a ella pero no por eso la haría pasar vergüenza, con su otra mano le invito a tomar la copa para luego voltear y mirar el oscuro cielo de parís, su pensamiento en ese momento fue que debería en vez de estar allí, buscando al asesino de su padre y cazando claro vampiros esas malditas criaturas, algunas estaban presentes en aquel salón y no las había matado todavía por el simple hecho que debía mantener apariencias, peros sus aromas habían quedado registrados a un rostro y en cuanto tuviera la oportunidad saldría a cazarlos uno por uno, no le importaba que fueran rusos como el eran criaturas corruptas y malignas.
-Puedo preguntaros vuestro nombre y saber que os ha traído esta noche a dicha fiesta imagino que no ha sido sus bebidas verdad??
Eso ultimo lo dijo con una leve sonrisa, buscando sacarle charla a la joven, a la cual ya había comprobado que era una simple humana, así que no debería preocuparse por lo menos de momento, pero el corazón humano era el mas peligroso de todos.
Este luego de despedirse de una pareja de ancianos nobles, decidió caminar un poco un mozo se le acerco este tomando dos copas que estaban allí, decidió acercarse luego con ambas en manos hasta el balcón donde salio tranquilamente, sintiendo el aroma de las calles de parís y la brisa golpear su traje y rostro, debido a sus instintos animales y talento como cazador natural, había detectado que alguien le había estado siguiendo con la mirada y no solo eso sino que seguido de forma discreta así que tranquilamente, dejando la copa sobre el frió mármol la corrió varios centímetros a su lado y ladeando la cabeza hacia la puerta inclinando la levemente en forma de saludo menciono.
-Me acompañaríais en una charla interesante madam, y a degustar este licor...
Menciono girándose completamente y estirando su mano hacia la joven, dejándola en clara evidencia que le hablaba a ella pero no por eso la haría pasar vergüenza, con su otra mano le invito a tomar la copa para luego voltear y mirar el oscuro cielo de parís, su pensamiento en ese momento fue que debería en vez de estar allí, buscando al asesino de su padre y cazando claro vampiros esas malditas criaturas, algunas estaban presentes en aquel salón y no las había matado todavía por el simple hecho que debía mantener apariencias, peros sus aromas habían quedado registrados a un rostro y en cuanto tuviera la oportunidad saldría a cazarlos uno por uno, no le importaba que fueran rusos como el eran criaturas corruptas y malignas.
-Puedo preguntaros vuestro nombre y saber que os ha traído esta noche a dicha fiesta imagino que no ha sido sus bebidas verdad??
Eso ultimo lo dijo con una leve sonrisa, buscando sacarle charla a la joven, a la cual ya había comprobado que era una simple humana, así que no debería preocuparse por lo menos de momento, pero el corazón humano era el mas peligroso de todos.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 20/03/2013
Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Le siguió, caminando tras de él, pero manteniendo una distancia prudnte, saludando a todos los invitados que pasaban a su lado y negando con un suave movimiento de cabeza, a las invitaciones de baile, que mas de un joven ruso le propuso. Su cabeza estaba en otra parte, por un lado, en los recuerdos de la noche fatídica en que sus padres habían sido asesinados, y en recabar información de como estaba la situación del reino, aunque ella, había decidido permanecer definitivamente en París, no significara que los asuntos pertenecientes a su tierra natal le dieran igual. Ademas, esperaba que pronto le dieran noticias sobre la investigación policial que de seguro se habría abierto tras los asesinatos de la familia Brullova. Era lógico que Anna, pensara que el joven conde podría tener información sobre todos esos temas, aunque no estaba segura si deseaba que el noble se enterara que era pariente del antiguo Zar, ya que podría pensar que estaba buscando información para buscar puntos débiles en el reinado del actual rey y apoyar alguna rebelión desde el extranjero. Claro que tal vez simplemente, pensara que la joven era demasiado ingenua o inofensiva y simplemente ni se molestara en atender a sus argumentos o deseos de mantener una conversación amena.
Continuó caminando hacia la puerta entreabierta del balcón, por donde el noble había salido, cavilando en todos los temas que llenaban su cabeza, sin tener en cuenta que si el conde había tomado dos copas de la bandeja del mozo, era porque seguramente había decidido encontrarse con alguna de las jóvenes que estaban en la reunión. Cuando traspasó la puerta saliendo al amplio balcón, se sorprendió, por un lado, porque el caballero se encontraba solo, pero sobre todo, porque él se había dado cuenta que ella lo había seguido.
Su mirada fue de los orbes oscuros del caballero, a la copa que descansaba en la baranda, ¿era para ella? ¿acaso había caído en una trampa de un joven casanova? no, no lo creía, tal vez simplemente había sido una coincidencia. Sonrió apenada, no pudo ocultar un suave rubor en sus mejillas, -Lo lamento, no quería importunarle - se disculpó, sin saber aún como debía comportarse en ese momento, puesto que había sido descubierta y no tenía ninguna escusa que la pudiera liberar de la situación. Mas el joven luego de invitarla a degustar el licor y preguntarle su nombre y porqué se encontraba en aquella reunión, simplemente dejó de contemplarla para llevar su atención al paisaje que se apreciaba desde aquel lugar.
Inspiró profundamente y se decidió a acercarse hasta donde le noble se encontraba, colocándose a su lado, tomando la copa ofrecida y apoyando sus brazos en la balaustrada, contemplando también ese hermoso paisaje nocturnal, - Mi nombre es Anna... bueno, Annushka, aunque todos me llaman Anna - corrigió, sonriendo y girando el rostro, contemplando el perfil del caballero - Brullova - no hizo una reverencia, no mostró el protocolo que se suponía debía realizar ante un noble de la altura de aquel que estaba a su lado, tal vez, porque había dejado de sentirse tan atada a esas costumbres desde que vivía en París y con la compañía de Abel. Inspiró profundamente, cerrando los ojos y girando nuevamente su cabeza, para dirigir su vista al firmamento abriendo sus ojos y contemplando el bello cielo nocturno tachonado de estrella - ¿porqué estoy en ésta reunión? pues... porque era concurrir o tener que escuchar el sermón que de seguro mi tía terminaría dándome mañana apenas despertar - dijo intentado esconder la sonrisa y las ganas de reír a carcajadas.
Continuó caminando hacia la puerta entreabierta del balcón, por donde el noble había salido, cavilando en todos los temas que llenaban su cabeza, sin tener en cuenta que si el conde había tomado dos copas de la bandeja del mozo, era porque seguramente había decidido encontrarse con alguna de las jóvenes que estaban en la reunión. Cuando traspasó la puerta saliendo al amplio balcón, se sorprendió, por un lado, porque el caballero se encontraba solo, pero sobre todo, porque él se había dado cuenta que ella lo había seguido.
Su mirada fue de los orbes oscuros del caballero, a la copa que descansaba en la baranda, ¿era para ella? ¿acaso había caído en una trampa de un joven casanova? no, no lo creía, tal vez simplemente había sido una coincidencia. Sonrió apenada, no pudo ocultar un suave rubor en sus mejillas, -Lo lamento, no quería importunarle - se disculpó, sin saber aún como debía comportarse en ese momento, puesto que había sido descubierta y no tenía ninguna escusa que la pudiera liberar de la situación. Mas el joven luego de invitarla a degustar el licor y preguntarle su nombre y porqué se encontraba en aquella reunión, simplemente dejó de contemplarla para llevar su atención al paisaje que se apreciaba desde aquel lugar.
Inspiró profundamente y se decidió a acercarse hasta donde le noble se encontraba, colocándose a su lado, tomando la copa ofrecida y apoyando sus brazos en la balaustrada, contemplando también ese hermoso paisaje nocturnal, - Mi nombre es Anna... bueno, Annushka, aunque todos me llaman Anna - corrigió, sonriendo y girando el rostro, contemplando el perfil del caballero - Brullova - no hizo una reverencia, no mostró el protocolo que se suponía debía realizar ante un noble de la altura de aquel que estaba a su lado, tal vez, porque había dejado de sentirse tan atada a esas costumbres desde que vivía en París y con la compañía de Abel. Inspiró profundamente, cerrando los ojos y girando nuevamente su cabeza, para dirigir su vista al firmamento abriendo sus ojos y contemplando el bello cielo nocturno tachonado de estrella - ¿porqué estoy en ésta reunión? pues... porque era concurrir o tener que escuchar el sermón que de seguro mi tía terminaría dándome mañana apenas despertar - dijo intentado esconder la sonrisa y las ganas de reír a carcajadas.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 21/01/2014
Edad : 24
Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Este no pudo evitar sonreír de lado y negar con la cabeza, cuando la joven le menciono sobre que se lamentaba prácticamente a verle seguido, ella no tenia la culpa que el tuviera la habilidades que tenia sobrenaturales, para poder sentir y estar alerta en todo momento, a ver estado esperando su olor estar mas cerca, pero siguió con la mirada hacia delante, bebiendo un trago tranquilamente, escuchando como esta se presentaba sin formalidades sin ningún tipo de protocolo, incluso pareció notarla algo nerviosa cuando esta comenzó a presentarse dándole su nombre, completo y luego como normalmente le llamaban este sonrió levemente y giro levemente la vista escuchando también su apellido, había escuchado hablar de dicho apellido y como estaba ligada a la familia que anteriormente había estado al cargo de su nación, a este no le importaba aquello realmente ya que el estaba allí por su venganza nada mas, aun no se acostumbraba con la idea de a ver heredado el titulo de su mentor y padre adoptivo, aunque todos pensaran que se trataba de el hijo real de este. Ella estaba ligada al anterior Zar y había una investigación según había escuchado por su hermana, para descubrir quienes habían matado a sus familiares, lo que le recordaba que era cierto que los Romanovs habían movido unos palillos para meterse en aquella investigación, su hermana se hacia cargo de la investigación debido a que podía ser de naturaleza sobrenatural.
-Brullova he, ya veo estas bastante lejos de casa...
Menciono girando la vista para enfrentarla por unos instantes se podía sentir la presencia de un lobo alfa en el, una mirada de una criatura depredadora, que desapareció en unos segundos para dejar su aura de ser una persona noble, no solo por tener el cargo sino que el había sido educado para ser de corazón noble, y espíritu tranquilo, debido a su naturaleza guerrera y espíritu salvaje, el había aprendido a controlarse, esto le había costado bastante escuchando luego lo que la joven le mencionaba por que estaba allí y no pudo evitar reírse levemente con gracia tomando y terminando su copa tranquilamente.
-Por obligación he, pues somos dos, tenia que venir o sino cuando regresara a nuestra patria, terminaría recibiendo un buen sermón del actual zar en persona, pero esto de ser Conde es bastante reciente para mi luego de la perdida de mi padre.
Aun no se acostumbraba del todo, de tener que llamar a su mentor como padre frente a los demás, ademad de eso, hacerse con el cargo que por derecho le correspondía a su hermana, la que había sido realmente la primogénita de los romanovs, aunque debía recordar que incluso ella prefería que fuera el a tener que casarse con algún hombre, que usurparía el puesto de su padre, por lo menos Vladimir había crecido con ellos como si fuera uno mas de los Romanovs y había sido digno de su titulo, según ella este suspiro levemente. Volvió a girarse mirando dentro de la fiesta, este debería tener que regresar a saludar alguno que le estaba faltando y escuchar conversaciones sobre políticas y tratos que eran necesario.
-Brullova he, ya veo estas bastante lejos de casa...
Menciono girando la vista para enfrentarla por unos instantes se podía sentir la presencia de un lobo alfa en el, una mirada de una criatura depredadora, que desapareció en unos segundos para dejar su aura de ser una persona noble, no solo por tener el cargo sino que el había sido educado para ser de corazón noble, y espíritu tranquilo, debido a su naturaleza guerrera y espíritu salvaje, el había aprendido a controlarse, esto le había costado bastante escuchando luego lo que la joven le mencionaba por que estaba allí y no pudo evitar reírse levemente con gracia tomando y terminando su copa tranquilamente.
-Por obligación he, pues somos dos, tenia que venir o sino cuando regresara a nuestra patria, terminaría recibiendo un buen sermón del actual zar en persona, pero esto de ser Conde es bastante reciente para mi luego de la perdida de mi padre.
Aun no se acostumbraba del todo, de tener que llamar a su mentor como padre frente a los demás, ademad de eso, hacerse con el cargo que por derecho le correspondía a su hermana, la que había sido realmente la primogénita de los romanovs, aunque debía recordar que incluso ella prefería que fuera el a tener que casarse con algún hombre, que usurparía el puesto de su padre, por lo menos Vladimir había crecido con ellos como si fuera uno mas de los Romanovs y había sido digno de su titulo, según ella este suspiro levemente. Volvió a girarse mirando dentro de la fiesta, este debería tener que regresar a saludar alguno que le estaba faltando y escuchar conversaciones sobre políticas y tratos que eran necesario.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Fecha de inscripción : 20/03/2013
Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Por alguna razón, la política de su antigua patria, ahora simplemente no le importaba, tal vez, porque quisiera o no, los sentía un poco responsables del macabro destino que había recibido su padre. ¿Quienes se beneficiaban mas, con la caída del antiguo zar y la desaparición física de su posible sucesor? por supuesto que el actual Zar y cada uno de los nobles que habían apoyado su coronación.
Apenas llegar a París, había buscado entrevistarse con el depuesto Zar, pero éste, aunque la había recibido, simplemente se había negado a comprender su situación, ni el pedido suplicante de hacer algo por los pobres campesinos, ella misma, le suplicó que intentara parar aquella masacre, puesto que muchos de los sublevados al nuevo régimen, eran fieles campesinos, que sentían una lealtad, hasta casi enfermiza a ese rey déspota e infantil.
No pudo ocultar una leve mueca de disgusto, cuando el noble se refirió al Zar, pero no era por estar en contra de la coronación, la que sinceramente no le importaba. Sino, en haber escuchado que una de las primeras medidas tomadas por el nuevo rey, había sido el aniquilamiento de esos subversivos, sin miramiento alguno, llevando al paredón, tanto a hombre maduros, jóvenes, niños y ancianos, dejando indefensas y sin posibilidades de subsistencia alguna, a centenares de mujeres, viudas, huérfanas, y ahora en la indigencia, muriendo de frío y hambre. Bajó la mirada, a la copa que el caballero le había entregado y bebió un sorbo, antes de pensar las palabras adecuadas para dar su opinión.
Hizo girar la copa entre sus dedos, se giró levemente hasta llevar su mirada a la del noble, - Le podría decir a vuestro rey, que piense en la población mas humilde, en el campesinado... si tan solo lo hiciera, estaría convirtiéndose en mejor rey, de lo que su antecesor lo fue - dijo, sin vacilar, y tal vez sin medir las posibles consecuencias de sus palabras. - Estoy segura, que de la boca de un noble fiel a su reino, el Zar, estaría dispuesto a escuchar la voz débil e invisible de los mas desprotegidos -.
Apenas llegar a París, había buscado entrevistarse con el depuesto Zar, pero éste, aunque la había recibido, simplemente se había negado a comprender su situación, ni el pedido suplicante de hacer algo por los pobres campesinos, ella misma, le suplicó que intentara parar aquella masacre, puesto que muchos de los sublevados al nuevo régimen, eran fieles campesinos, que sentían una lealtad, hasta casi enfermiza a ese rey déspota e infantil.
No pudo ocultar una leve mueca de disgusto, cuando el noble se refirió al Zar, pero no era por estar en contra de la coronación, la que sinceramente no le importaba. Sino, en haber escuchado que una de las primeras medidas tomadas por el nuevo rey, había sido el aniquilamiento de esos subversivos, sin miramiento alguno, llevando al paredón, tanto a hombre maduros, jóvenes, niños y ancianos, dejando indefensas y sin posibilidades de subsistencia alguna, a centenares de mujeres, viudas, huérfanas, y ahora en la indigencia, muriendo de frío y hambre. Bajó la mirada, a la copa que el caballero le había entregado y bebió un sorbo, antes de pensar las palabras adecuadas para dar su opinión.
Hizo girar la copa entre sus dedos, se giró levemente hasta llevar su mirada a la del noble, - Le podría decir a vuestro rey, que piense en la población mas humilde, en el campesinado... si tan solo lo hiciera, estaría convirtiéndose en mejor rey, de lo que su antecesor lo fue - dijo, sin vacilar, y tal vez sin medir las posibles consecuencias de sus palabras. - Estoy segura, que de la boca de un noble fiel a su reino, el Zar, estaría dispuesto a escuchar la voz débil e invisible de los mas desprotegidos -.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Este sonrio de lado probando de su bebida viendo lo que la joven le decia, parecia que le gustaba la idea de ser la voz del pueblo ruso, aunque estuviera bastante lejos de su patria, estaba hablando con la propiedad de una persona que aun luchaba por su pueblo, este luego de beber de su copa y la sonrisa de lado miro hacia delante mencionando, no para quitarle importancia pero si para advertirla.
-Os mencione que esto es reciente para mi, no creo que el zar me viera aun como un noble a quien escuchar en estos temas, mas debo deciros que eso ya ha cesado, el trato agresivo hacia las personas mas indefensas se han ido reducido en los últimos meses.
Menciono tranquilamente para luego girarse y observar hacia el interior, era la primera persona que le tocaba ese tema en Rusia, todos siempre se habían enfocado en agradarlo como el nuevo representante de la familia Romanovs, noble de aquellas tierras, claro que le querían caer este se giro con una leve sonrisa a la joven.
-Aunque me gustaría conocer los detalles de vuestra solicitud mas a profundo, sois la primera en despertar mi interés en esta reunión.
Termino de decir mientras caminaba tranquilamente, hacia el interior del lugar, para estar presente con los demás que seguramente estarían buscándolo, pero en ese caso el la invito con la mano para que ella le acompañara se giro mirándola.
-Conocéis a los Rusos habitando en parís?
Este se puso a mirar a todos los presentes, para ver si notaba algo extraño en ellos, que fuera motivo para poder investigarlo o enfocarse en ellos, este suspiro levemente estaba bastante atento con ellos quizás por su entrenamiento como cazador, le habían enseñado a buscar detalles a encontrar el error para poder sobrevivir.
-Os mencione que esto es reciente para mi, no creo que el zar me viera aun como un noble a quien escuchar en estos temas, mas debo deciros que eso ya ha cesado, el trato agresivo hacia las personas mas indefensas se han ido reducido en los últimos meses.
Menciono tranquilamente para luego girarse y observar hacia el interior, era la primera persona que le tocaba ese tema en Rusia, todos siempre se habían enfocado en agradarlo como el nuevo representante de la familia Romanovs, noble de aquellas tierras, claro que le querían caer este se giro con una leve sonrisa a la joven.
-Aunque me gustaría conocer los detalles de vuestra solicitud mas a profundo, sois la primera en despertar mi interés en esta reunión.
Termino de decir mientras caminaba tranquilamente, hacia el interior del lugar, para estar presente con los demás que seguramente estarían buscándolo, pero en ese caso el la invito con la mano para que ella le acompañara se giro mirándola.
-Conocéis a los Rusos habitando en parís?
Este se puso a mirar a todos los presentes, para ver si notaba algo extraño en ellos, que fuera motivo para poder investigarlo o enfocarse en ellos, este suspiro levemente estaba bastante atento con ellos quizás por su entrenamiento como cazador, le habían enseñado a buscar detalles a encontrar el error para poder sobrevivir.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Anna, estaba satisfecha, aunque al principio no había tenido muchas esperanzas en encontrar en el Noble ruso, un caballero o un hombre que tuviera una visión mas humana con los menos afortunados, pronto comprobó que se trataba de un hombre centrado, de mirada realista y bien informado sobre lo que ocurría con el pueblo llano. no pudo dejar de sonreír, a pesar de saber que, como dijera el noble, hacia poco tiempo se encontraba en poder del titulo nobiliario, parecía que su antecesor, el padre de éste, había sido un hombre tan centrado y correcto como lo era Vladimir. Por un momento se dejó llevar por la esperanza de encontrar un posible aliado, y porqué no, un posible amigo.
Tambien bebió de su copa, brindando por la noticia de que las cosas mejoraban para las personas en Rusia. Tal vez, había sido necesario el levantamiento para destronar a un Zar que se había olvidado del pueblo, pero aunque eso fuera verdad, aún no podía perdonar que una de las victimas colaterales, hubieran sido sus padres y hasta ella misma, ya que había tenido que vivir situaciones de abuso, por parte de sus captores, aunque no llegaran a forzarla.
Pensar en ello, en lo que había tenido que vivir, la hicieron endurecer la mirada yen su delicada frente se marcaron unas leves lineas de expresión. Ella necesitaba vengarse, aunque tal vez fuera imposible, aunque causara daño a otros inocentes, la afrenta recibida, solo podía lavarse con la sangre derramada de los verdaderos culpables, aunque uno de ellos fuera el nuevo Zar, o su propio tío.
Se había quedado atrás, observando como el joven noble se acercaba a la puerta de acceso al salón en donde continuaba la reunión, - ¿como no lo había pensado antes? - se dijo. De pronto un pensamiento iluminó su mente, porque comprendía que había olvidado una pieza fundamental en el rompecabezas que desvelaba la trama de los asesinatos de sus padres. Sus tíos, eran los únicos que conocían los planes de radicarse en París, los que habían comprado la mansión en la que ella vivía y los que con la desaparición de sus padres, se debían hacer cargo de la fortuna de Anna, hasta que ella cumpliera la mayoría de edad, o se casara. Si existía un móvil lo suficientemente solido como para culpar a algún ruso de lo sucedido en San Petersburgo, ese era el que marcaba como posibles conspiradores a sus tíos.
Debía encontrar un aliado, que la protegiera, de los posibles movimientos políticos y sociales que de seguro pronto intentarían realizar sus tíos, con el fin de quedarse con sus bienes. De pronto descubrió que el mejor aliado, era aquel noble, - Claro que conozco a cada uno de los nobles que residen en la ciudad - dijo, mientras se apresuraba a seguir al caballero, - solo debe preguntar o simplemente señalar a la persona y le informaré quien es y que hace aquí en París - dijo, mientras sus orbes brillaban con una luz extraña, una que solo la venganza podía crear.
Tambien bebió de su copa, brindando por la noticia de que las cosas mejoraban para las personas en Rusia. Tal vez, había sido necesario el levantamiento para destronar a un Zar que se había olvidado del pueblo, pero aunque eso fuera verdad, aún no podía perdonar que una de las victimas colaterales, hubieran sido sus padres y hasta ella misma, ya que había tenido que vivir situaciones de abuso, por parte de sus captores, aunque no llegaran a forzarla.
Pensar en ello, en lo que había tenido que vivir, la hicieron endurecer la mirada yen su delicada frente se marcaron unas leves lineas de expresión. Ella necesitaba vengarse, aunque tal vez fuera imposible, aunque causara daño a otros inocentes, la afrenta recibida, solo podía lavarse con la sangre derramada de los verdaderos culpables, aunque uno de ellos fuera el nuevo Zar, o su propio tío.
Se había quedado atrás, observando como el joven noble se acercaba a la puerta de acceso al salón en donde continuaba la reunión, - ¿como no lo había pensado antes? - se dijo. De pronto un pensamiento iluminó su mente, porque comprendía que había olvidado una pieza fundamental en el rompecabezas que desvelaba la trama de los asesinatos de sus padres. Sus tíos, eran los únicos que conocían los planes de radicarse en París, los que habían comprado la mansión en la que ella vivía y los que con la desaparición de sus padres, se debían hacer cargo de la fortuna de Anna, hasta que ella cumpliera la mayoría de edad, o se casara. Si existía un móvil lo suficientemente solido como para culpar a algún ruso de lo sucedido en San Petersburgo, ese era el que marcaba como posibles conspiradores a sus tíos.
Debía encontrar un aliado, que la protegiera, de los posibles movimientos políticos y sociales que de seguro pronto intentarían realizar sus tíos, con el fin de quedarse con sus bienes. De pronto descubrió que el mejor aliado, era aquel noble, - Claro que conozco a cada uno de los nobles que residen en la ciudad - dijo, mientras se apresuraba a seguir al caballero, - solo debe preguntar o simplemente señalar a la persona y le informaré quien es y que hace aquí en París - dijo, mientras sus orbes brillaban con una luz extraña, una que solo la venganza podía crear.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
El caballero regreso hacia la zona de los invitados, extendiendo su brazo para que aquella mujer se apoyara en el y se dejara claro que ese día era acompañada por el conde de Rusia, la tendría cerca por el hecho de que esta decía saber quienes eran quien en el lugar, pero al girarse para ver si ella accedía a hacer lo que el le estaba ofreciendo, noto aquella mirada la misma mirada que le tenia cuando veía a los vampiros y mas aun aquel que habia quitado de en medio a su mentor, al hombre que el admiraba mas que todo en el mundo, este se acerco a ella rozando sus labios casi el oído de la joven para mencionarle.
-Desais venganza, lo se por que deseo lo mismo y esa mirada me dice que el objetivo de vuestra venganza se encuentra en esta sala, contadme que es lo que deseáis vengar y a quien deseáis acabar.
Dijo este, para luego simular su mirada con una leve sonrisa acompañada de una invitación para que ambos entraran a aquel nido de víboras, así era como su padre le había enseñado que eran aquellas personas, serian humanos comunes y corrientes pero el veneno que salia de sus bocas era muy peligroso si no era tratado con cuidado y atención, este camino señalando a un hombre de bigote para que ella le diera información, luego otro que usaba un lente en su ojo derecho, enseguida una mujer que se notaba que pasaba un poco del peso para su vestido. Esperando que le contara sobre ellos, mientras también hiciera lo que el le pidió, sobre alguien que fuera fruto de su venganza.
-Desais venganza, lo se por que deseo lo mismo y esa mirada me dice que el objetivo de vuestra venganza se encuentra en esta sala, contadme que es lo que deseáis vengar y a quien deseáis acabar.
Dijo este, para luego simular su mirada con una leve sonrisa acompañada de una invitación para que ambos entraran a aquel nido de víboras, así era como su padre le había enseñado que eran aquellas personas, serian humanos comunes y corrientes pero el veneno que salia de sus bocas era muy peligroso si no era tratado con cuidado y atención, este camino señalando a un hombre de bigote para que ella le diera información, luego otro que usaba un lente en su ojo derecho, enseguida una mujer que se notaba que pasaba un poco del peso para su vestido. Esperando que le contara sobre ellos, mientras también hiciera lo que el le pidió, sobre alguien que fuera fruto de su venganza.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Sus ojos se quedaron clavados en los del noble ruso, ¡como podìa ser que con solo mirarla, supiera exactamente que era aquello que sentía, o en verdad el problema radica en que como siempre era su rostro y su mirada la que siempre terminaba delatándola. Fuese como fuese en verdad la situación, Vladimir, había interpretado muy bien ese sentimiento, que desde la trágica muerte de sus padres, solía prenderse de su pecho, como si de una garra filosa se tratase.
Asintió con un seco movimiento de cabeza, - si, deseo... vengar la muerte de mis padres - inspiró profundamente para no llorar. Intentó colocar una sonrisa en sus labios, pero solo pudo crear una mueca de tristeza, - no estaba segura de quienes podían estar detrás de todo lo vivido en San Petersburgo, pero ahora... no tengo ninguna duda - dijo con un tono frío en su voz. Estaba dispuesta a cobrarse tan dura afreta aunque con ello tuviera que pagar un alto precio.
Se apresuró a tomar el brazo del caballero y ya juntos, fue marcando con leves presiones en el brazo, cuando pasaban al lado de alguno de los rusos y nobles que podían llegar a ser un problema para la nueva administración. Cuando caminaron rumbo a donde se encontraban sus propios tíos, Anna, no pudo dejar de temblar, sus dedos se tornaron fríos, apretando el brazo del lobo, como si de una garra se tratase, - ellos, no me cabe la menor duda... son los culpables - susurró, lo suficientemente alto como para que el noble pudiera oír.
Aunque le constó horrores, intentó mostrarse serena, mostrando un lado cínico que no correspondía con su carácter, pero que muchas veces las situaciones nos llevan a cambiar. Cuando los dejaron de lado, ella dejó que todo el oxigeno que había mantenido en los pulmones saliera como un leve suspiro, aunque largo y bastante doloroso. - ellos son, los quiero muertos, como estan mis padres por culpa de su codicia - sentenció, una sombra de profundo dolor oscurecía su mirada.
Asintió con un seco movimiento de cabeza, - si, deseo... vengar la muerte de mis padres - inspiró profundamente para no llorar. Intentó colocar una sonrisa en sus labios, pero solo pudo crear una mueca de tristeza, - no estaba segura de quienes podían estar detrás de todo lo vivido en San Petersburgo, pero ahora... no tengo ninguna duda - dijo con un tono frío en su voz. Estaba dispuesta a cobrarse tan dura afreta aunque con ello tuviera que pagar un alto precio.
Se apresuró a tomar el brazo del caballero y ya juntos, fue marcando con leves presiones en el brazo, cuando pasaban al lado de alguno de los rusos y nobles que podían llegar a ser un problema para la nueva administración. Cuando caminaron rumbo a donde se encontraban sus propios tíos, Anna, no pudo dejar de temblar, sus dedos se tornaron fríos, apretando el brazo del lobo, como si de una garra se tratase, - ellos, no me cabe la menor duda... son los culpables - susurró, lo suficientemente alto como para que el noble pudiera oír.
Aunque le constó horrores, intentó mostrarse serena, mostrando un lado cínico que no correspondía con su carácter, pero que muchas veces las situaciones nos llevan a cambiar. Cuando los dejaron de lado, ella dejó que todo el oxigeno que había mantenido en los pulmones saliera como un leve suspiro, aunque largo y bastante doloroso. - ellos son, los quiero muertos, como estan mis padres por culpa de su codicia - sentenció, una sombra de profundo dolor oscurecía su mirada.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 21/01/2014
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Claro estaba que el conde no se había equivocado al a hora de decirle aquello tenia una certeza absoluta por que el no podía decir que había pasado por lo mismo sino que lo estaba pasando en ese momento, aun no había logrado acabar y terminar su venganza aquel maldito vampiro que le hacia rabiar mucho ya que se había cargado a su mentor durante una cazeria que parecía mas una trampa que otra cosa, rechisto levemente recordando aquello, pero acompañando al a joven sintiendo cuando ella daba la intención de informarle aquellos de la alta sociedad responsable por ella estar deseando tanto su venganza y sobre todo aquellos últimos que dejo bastante claro que era su deseo que estuvieran muertos. El joven noble no debería intervenir ni decantarse a favor de nadie, menos aun de una actitud tan oscura como la venganza pero no podía evitarlo, estaba sobre todo involucrado el también en una de esas acciones asi que no era quien para decir que no en cambio si para ayudar a que se llevara a cabo, suspiro negando levemente y aprovechando aquella pausa para preguntar.
-Quienes son vuestros familiares???
Pregunto para luego de recibir la respuesta aproximarse a estos a modo de saludo después de todo quien no quería tener una conversación a mena con el enviado del rey en ese momento, el mismo conde estaba presente con ellos, saludo de manera cortes a los dos, viendo que la mujer parecía muy interesada en el hecho de a ver visto a su sobrina colgada del brazo del conde, de cierta forma eso podría ser bastante problemático a la vez provechoso todo dependía de como esta mujer viera la situación.
-Perdonadme molestaros nos han presentado???
Dijo buscando que ambos se presentaran frente a el con las distintas reglas de presentación sudas normalmente en la corte rusa ya que estaban frente a cierta autoridad. La voluntad del ser en estas tierras de momento.
-Quienes son vuestros familiares???
Pregunto para luego de recibir la respuesta aproximarse a estos a modo de saludo después de todo quien no quería tener una conversación a mena con el enviado del rey en ese momento, el mismo conde estaba presente con ellos, saludo de manera cortes a los dos, viendo que la mujer parecía muy interesada en el hecho de a ver visto a su sobrina colgada del brazo del conde, de cierta forma eso podría ser bastante problemático a la vez provechoso todo dependía de como esta mujer viera la situación.
-Perdonadme molestaros nos han presentado???
Dijo buscando que ambos se presentaran frente a el con las distintas reglas de presentación sudas normalmente en la corte rusa ya que estaban frente a cierta autoridad. La voluntad del ser en estas tierras de momento.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Sus parientes la contemplaron en silencio, mientras caminaba al lado del enviado del rey, en sus miradas se mezclaban diferentes emociones, puesto que para ellos, era en verdad extraño que ella estuviera interactuando con un hombre que se suponía estaba de parte de los responsables de la muerte de su familia. Tal vez se preguntaban si la joven no sabía que los rumores sobre lo sucedido con sus padres, indicaban que el único responsable era el rey. Claro que eso, era un rumor difundido expresamente por los implicados en el horrendo crimen y que intentaban evadirse de posibles represalias, echando la culpa y sospechas sobre otros. Anna, mantuvo su mirada sobre aquellas que parecían juzgar su comportamiento, lo hizo con una fuerza poco común en la asustadiza joven que había llegado a París, apenas unos meses atrás, ahora les contemplaba con mirada altiva, hasta desafiante, aunque en verdad, aquella valentía solo fuera una mascarada.
Anna, escuchó la pregunta que le formulara el noble, - ¿mi familia?, o si, permítame que los presente, y luego le iré explicando mas detalladamente la situación en la que me encuentro - aclaró, la joven rusa, mientras le indicaba que se acercaran a un grupo de caballeros que se encontraban bebiendo y hablando animadamente entre sí. En el grupo, se encontraba el esposo de su tía, la hermana de su padre y al que jamás había querido, por supuesto, que aquel sentimiento era reciproco, ademas de la desconfianza que ambos se tenían, mas aún desde la muerte de sus padres y el interés exagerado de dirigir la vida de Anna. Cuando estuvieron a unos centímetros del grupo de caballeros, ella comenzó con las presentaciones de rigor, - Señor Romanovs, permítame presentarle a mi tío, el barón Roscrov - la mirada del aludido se clavó en ella, mostrando la sorpresa, el rencor, y el desprecio que sentía éste por ella, mas a la rusa no le importó, simplemente, siguió presentando a los demás integrantes de aquel reducido grupo de personas. Tras las frases de rigor y cortesía, instó al noble ruso que la acompañara, alejándose de aquellos que sabía que eran sus enemigos.
Anna, escuchó la pregunta que le formulara el noble, - ¿mi familia?, o si, permítame que los presente, y luego le iré explicando mas detalladamente la situación en la que me encuentro - aclaró, la joven rusa, mientras le indicaba que se acercaran a un grupo de caballeros que se encontraban bebiendo y hablando animadamente entre sí. En el grupo, se encontraba el esposo de su tía, la hermana de su padre y al que jamás había querido, por supuesto, que aquel sentimiento era reciproco, ademas de la desconfianza que ambos se tenían, mas aún desde la muerte de sus padres y el interés exagerado de dirigir la vida de Anna. Cuando estuvieron a unos centímetros del grupo de caballeros, ella comenzó con las presentaciones de rigor, - Señor Romanovs, permítame presentarle a mi tío, el barón Roscrov - la mirada del aludido se clavó en ella, mostrando la sorpresa, el rencor, y el desprecio que sentía éste por ella, mas a la rusa no le importó, simplemente, siguió presentando a los demás integrantes de aquel reducido grupo de personas. Tras las frases de rigor y cortesía, instó al noble ruso que la acompañara, alejándose de aquellos que sabía que eran sus enemigos.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 21/01/2014
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
El conde cruzo sus brazos tras su espalda caminando de forma elegante de la forma que su mentor le habia enseñado que debia de marchar cuando se encontraba en presencia de otras personas, el caminar de un noble dejaba huella de que tan tenia asumido su rol como noble, aquellos que tenian un andar debil dejaban denotar esto y los deseosos de oportunidades no demorarian en lanzarse contra este para destruirlo y obtener lo que era suyo, pero ese no era el caso de Vladimir como lincantropo ya tenia un comportamiento dominante y bastante agresivo por lo tanto solamente se vio obligado en la dificil tarea de refinar su actitud y movimientos para aparentar las de un noble, algo que le costo bastante pero finalmente lo logro. Ahora se detuvo frente a los hombres escuchando el nombre de cada uno de ellos y asintiendo con la cabeza a modo de saludo, digno de alguien de la clase alta que busca ser arrogante y asegurarse de que los demas conozcan su lugar, pero con el baron decidio hacer una excepcion cuando este extendio su mano a modo de saludo. Vladimir le correspondio al saludo, pero algo mas paso alli el apreton de manos de un ruso dice mucho de su actitud y comportamiento, ambos hicieron fuerza para intentar mostrar sus fuerzas, pero el Baron termino perdiendo el joven Conde debio controlar su fuerza para no terminar de herirlo luego de ese interesante saludo menciono a los presentes.
-Disculpadme debo atender otros asuntos espero que paseeis una agradable velada!!
Dicho esto en un perfecto ruso que seguramente causaria un mal estar en los presentes, ya que les recordaba de donde venia de la cuna de la madre rusa, desde alli habia sido enviado para estar presente esa noche, el Baron en cambio debio acariciar su mano dolorida por el apreto que tuvo recien, mientras que Romanovs acompañaba a la joven nuevamente.
-Interesantes conocidos tiene vuestra familia señorita....
Espero que ella le indicara en ese momento alguna que otra cosa o presentara alguien mas, todos se habian dado cuenta que esa noche ella seria la anfitriona del Conde quien se encargaria de hacer las presentaciones y acercar a los presentes hasta el motivo por el cual se celebraba aquella cena, aunque mas de uno seguramente eso le molestaba ya que ella no era muy conocida por ser politica o estar interesada en dicha carrera.
-Disculpadme debo atender otros asuntos espero que paseeis una agradable velada!!
Dicho esto en un perfecto ruso que seguramente causaria un mal estar en los presentes, ya que les recordaba de donde venia de la cuna de la madre rusa, desde alli habia sido enviado para estar presente esa noche, el Baron en cambio debio acariciar su mano dolorida por el apreto que tuvo recien, mientras que Romanovs acompañaba a la joven nuevamente.
-Interesantes conocidos tiene vuestra familia señorita....
Espero que ella le indicara en ese momento alguna que otra cosa o presentara alguien mas, todos se habian dado cuenta que esa noche ella seria la anfitriona del Conde quien se encargaria de hacer las presentaciones y acercar a los presentes hasta el motivo por el cual se celebraba aquella cena, aunque mas de uno seguramente eso le molestaba ya que ella no era muy conocida por ser politica o estar interesada en dicha carrera.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Sonrió de manera enigmática al comentario del conde, sobre su familia, - Ni se imagina, que adorable... nido de víboras pueden llegar a ser - caviló, aunque las palabras que surgieron de sus labios fueron otras, - Es verdad, son una familia con la que solo se puede contar, si pueden sacar una buena tajada en ganancias o estatus social - su tono de voz era suave, medido, el indicado para no ser descubierta, hablando mal de ellos. Su delicada mano, apoyada en el fuerte brazo del noble ruso, llamaba la atención y la envidia de la mayoría de las jóvenes, y de sus madres, quienes deseaban acaparar al enviado del Zar, y conseguir así un buen pasar, si lograban ponerle la soga al cuello y casar a sus refinadas hijas con un partido tan excepcional como ese. Mas Anna, parecía dispuesta a provocar un ataque de apoplejía, - a mas de una - por la rabia que les provocaba la cercanía de la joven con el noble.
Caminaron por el gran salón, hasta un grupo de militares que se encontraban en un rincón bastante apartado del resto de los concurrentes, Cuando se iban aproximando los caballeros dejaron de hablar, y observaron al conde, con desconfianza en la mirada. Anna, caminó mas despacio, mientras comenzaba a explicar al conde, quienes eran los militares que allí se encontraban, - Los militares que allí se encuentran reunidos, eran cercanos a mi padre, creo que ellos pueden tener mas certeza de quienes fueron los verdaderos responsables de la muerte de mi padre, pero, no creo que cooperen, ni siquiera el que se decía mejor amigo de mi padre -, dicho ésto se acercaron aún mas al grupo.
Antes que pudieran llegar hasta ellos, los militares se dispersaron, haciendo un tipo de venia o señal que desconcertó a la joven rusa, - ¿acaso eso es un tipo de señal o contraseña, como las que dicen poseen los partidarios de grupos secretos? - tragó saliva, pues si era así, y esos hombres tenían algo que ver con la muerte de sus progenitores, poco y nada podría hacer un hombre como el Conde Romanovs, y lo que menos deseaba era ponerlo en peligro. Mientras cavilaba en ello, el amigo de su padre se acercó hacia ellos, - Señorita Brullova, que bueno verte, me he dicho todo éste tiempo que debía pasar por tu hogar, a dar mis condolencias, pero los compromisos previos me han tenido apresado - se disculpó, llevando entonces su mirada, de los profundos ojos negros de la joven, a los misteriosos del caballero que la acompañaba. El militar hizo una reverencia marcial, cuadrándose, para luego saludarlo - Conde Romanovs, es un placer poder saludarle, he conocido muy bien a su difunto padre y me alegro que siga los pasos de él en la diplomacia del reino, pero ¿ya ha logrado encontrar a los responsables de levantamiento campesino? o es que no piensan dar ninguna represalia a esa casta de indeseables - dijo con tono desdeñoso, -¿o es que a ciertas personas les convenía tal alboroto? - El militar miraba al conde, con total desprecio y desafío, como si menospreciara el papel que éste tenia para la corona. Anna, se sobresaltó, al sentir como el brazo del conde se tensaba, - Barón Khilkov, por favor, mida sus palabras - fueron las palabras que salieron de la boca de Annushka, - No se atreva a meterse en una conversación de hombres, usted, que ni siquiera es digna de estar en éste lugar - sentenció el militar.
Caminaron por el gran salón, hasta un grupo de militares que se encontraban en un rincón bastante apartado del resto de los concurrentes, Cuando se iban aproximando los caballeros dejaron de hablar, y observaron al conde, con desconfianza en la mirada. Anna, caminó mas despacio, mientras comenzaba a explicar al conde, quienes eran los militares que allí se encontraban, - Los militares que allí se encuentran reunidos, eran cercanos a mi padre, creo que ellos pueden tener mas certeza de quienes fueron los verdaderos responsables de la muerte de mi padre, pero, no creo que cooperen, ni siquiera el que se decía mejor amigo de mi padre -, dicho ésto se acercaron aún mas al grupo.
Antes que pudieran llegar hasta ellos, los militares se dispersaron, haciendo un tipo de venia o señal que desconcertó a la joven rusa, - ¿acaso eso es un tipo de señal o contraseña, como las que dicen poseen los partidarios de grupos secretos? - tragó saliva, pues si era así, y esos hombres tenían algo que ver con la muerte de sus progenitores, poco y nada podría hacer un hombre como el Conde Romanovs, y lo que menos deseaba era ponerlo en peligro. Mientras cavilaba en ello, el amigo de su padre se acercó hacia ellos, - Señorita Brullova, que bueno verte, me he dicho todo éste tiempo que debía pasar por tu hogar, a dar mis condolencias, pero los compromisos previos me han tenido apresado - se disculpó, llevando entonces su mirada, de los profundos ojos negros de la joven, a los misteriosos del caballero que la acompañaba. El militar hizo una reverencia marcial, cuadrándose, para luego saludarlo - Conde Romanovs, es un placer poder saludarle, he conocido muy bien a su difunto padre y me alegro que siga los pasos de él en la diplomacia del reino, pero ¿ya ha logrado encontrar a los responsables de levantamiento campesino? o es que no piensan dar ninguna represalia a esa casta de indeseables - dijo con tono desdeñoso, -¿o es que a ciertas personas les convenía tal alboroto? - El militar miraba al conde, con total desprecio y desafío, como si menospreciara el papel que éste tenia para la corona. Anna, se sobresaltó, al sentir como el brazo del conde se tensaba, - Barón Khilkov, por favor, mida sus palabras - fueron las palabras que salieron de la boca de Annushka, - No se atreva a meterse en una conversación de hombres, usted, que ni siquiera es digna de estar en éste lugar - sentenció el militar.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
El lincan continuo su andar tranquilamente, por donde la joven estaba guiándole sobre aquellos invitados, explicando todo lo que habia que saber, cuando se encaminaron hacia los militares este pudo notar sus charlas insinuosas por debajo, mencionando cosas no muy agradables del joven y tampoco de su padre, ya que este solía estar alejado del mundo político debido a que desempeñaba mas la función de cazador que de noble como tal, aunque por los demás de alto rango era conocida su tarea de caza de sobrenaturales, no todos los cuerpos en el imperio ruso tenían conocimiento sobre las actividades del resto de nobles y eso fue el caso de estos hombres, el suspiro levemente y se dejo llevar hasta allí viendo como si fueran ratas, cuando el la luz les da se dispersan en todas las direcciones, no son capaces de mantenerse unidas solo uno de ellos se acerco, quizás seria le encargado de hacer frente o por que tenia algún tipo de conexión, con la joven que ejercía en ese momento de anfitriona para el noble visitante. Este entendió lo que la misma menciono se trataba de aquel que fuera el mejor amigo de su padre. Vladi mantuvo silencio mientras escuchaba al hombre, atentamente y luego vio como el hombre se encargo de tirar las directas al cargo y tratar de comérselo vivo con esas palabras. El sabia que eso pasaría, su madre le había recordado mas de una vez que todos tratarían de devorarlo. Este no se molesto por los comentarios sino por le hecho de que trato a la chica que recién se había disculpado de una forma que jamas debió hacerse. Si no fuera por que no era luna llena seguramente lo hubiera devorado y comido las tripas del mismo.
- Curioso que es la misma pregunta que me ha hecho esta mañana el rey de Francia, es un tema que si ya ha sido tratado, quizás no con la esperada severidad de algunos reinos externos a mi amada rusa, pero claro que esas personas siempre buscan desestabilizar la nación, dando comentarios siempre hirientes para que el reino y su pueblo no sean capaces de congeniar como uno solo a través de la discordia y las disputas, pero déjeme decirle que la amada Rusia ya esta lejos de eso.
Se hizo un leve silencio y enseguida antes de dejarlo responder menciono.
-Discúlpeme Capitan pero ya vera que debo charlar y llevar al Zar las inquietudes de todos los presentes en esta sala el tiempo apremia...
Este le miro de mala gana informando que no era ningún capitán sino uno de los generales de Rusia, que se habían ganado su puesto, seguramente heredado pero el joven no tenia intención de discutir pero para eso decidió usar la política.
-Oh claro discúlpeme usted general, es que cuando se me menciono los generales de nuestra nación, solamente se mencionaron aquellos que se encuentran a disposición de nuestro imperio en la misma rusia, no aquellos que están fuera de nuestra nación imposibilitados de servir a su imperio en caso de ser necesario, tenga usted una agradable noche en esta confortable tierra general.
Menciono desviando su mirada y cuerpo llevando a la joven hacia otro punto, mirándola de reojo sonriendo levemente y guiñándole un ojo levemente a la joven para continuar su marcha hacia otro grupo de personas esta vez señoras y señoritas que estaban charlando y tomando algo, seguramente era algo que molestaría a su compañera pero era necesario estar presente con todos.
- Curioso que es la misma pregunta que me ha hecho esta mañana el rey de Francia, es un tema que si ya ha sido tratado, quizás no con la esperada severidad de algunos reinos externos a mi amada rusa, pero claro que esas personas siempre buscan desestabilizar la nación, dando comentarios siempre hirientes para que el reino y su pueblo no sean capaces de congeniar como uno solo a través de la discordia y las disputas, pero déjeme decirle que la amada Rusia ya esta lejos de eso.
Se hizo un leve silencio y enseguida antes de dejarlo responder menciono.
-Discúlpeme Capitan pero ya vera que debo charlar y llevar al Zar las inquietudes de todos los presentes en esta sala el tiempo apremia...
Este le miro de mala gana informando que no era ningún capitán sino uno de los generales de Rusia, que se habían ganado su puesto, seguramente heredado pero el joven no tenia intención de discutir pero para eso decidió usar la política.
-Oh claro discúlpeme usted general, es que cuando se me menciono los generales de nuestra nación, solamente se mencionaron aquellos que se encuentran a disposición de nuestro imperio en la misma rusia, no aquellos que están fuera de nuestra nación imposibilitados de servir a su imperio en caso de ser necesario, tenga usted una agradable noche en esta confortable tierra general.
Menciono desviando su mirada y cuerpo llevando a la joven hacia otro punto, mirándola de reojo sonriendo levemente y guiñándole un ojo levemente a la joven para continuar su marcha hacia otro grupo de personas esta vez señoras y señoritas que estaban charlando y tomando algo, seguramente era algo que molestaría a su compañera pero era necesario estar presente con todos.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Tal vez el Conde no había sido consciente del terrible peligro en que se estaba metiendo, puesto que tratar de esa manera a un áspid, como era el general ruso, solo podía conseguir despertar el rencor y el odio de todos los partidarios del militar y por ende, tener que lidiar con una revolución encubierta, que no dejaría de tener sus ribetes sangrientos. – La política, suele ser un campo sembrado de trampas, que tarde o temprano, podrán arrancarte de éste mundo - , aquella frase llegó a la cabeza de la rusa, eran las palabras que una vez había leído en una carta dirigida a su padre. Cuanta verdad había en esas líneas, cuan doloroso, sangriento y traumático, había sido la trampa en que cayera su familia, tan dura, que aún no podía recuperarse. Anna tembló, como si una ráfaga de corriente de aire helado la envolviera, haciendo que sus bellos se erizaran, de pronto deseó estar en otra parte, en su mansión, junto al fuego, leyendo un libro, mientras Abel tallaba alguno de los tantos animalillos del bosque, o silbaba una lúgubre melodía, al tiempo que avivaba el fuego del hogar. Mordió su labio, y cerró sus ojos , un suspiro se escapó de sus labios, antes de hablar nuevamente , - Disculpe Conde, no debí llevarlo a donde se encontraban esas serpientes, pero creía que debía conocerlas, aunque tal vez le he dejado expuesto, en verdad espero no haber sido muy ingenua y ponerle en una posición incómoda -, se disculpó.
Prosiguió el camino que el ruso marcaba, en silencio y con la mirada en el suelo, se encontraba un tanto abatida, puesto que a pesar de ser un áspid, aquel militar había sido un amigo de su padre y por muchos años, pensó que se trataba de una persona leal, mas ahora comprendía que su vida se formaba de muchos supuestos y demasiadas mentiras. Los pasos del Conde la llevaron hasta un grupo de mujeres, de diferentes edades y posición social, cuando levantó la mirada, sus ojos se clavaron en la dura mirada de su tía, más no le dirigió la palabra, en verdad no tenía que decirle, ni deseaba comenzar una discusión que terminaría arruinando la velada. En vez de enfrentar, se dispuso a presentar a las mujeres que allí se encontraban, - Conde, permítame presentarle a la Baronesa Khilkova , y su hija la señorita Katya -, acto seguido realizó una pequeña reverencia, haciendo un paso al costado, permitiendo que la jovencita se abalanzara a donde el conde se encontraba, - Baronesa, hace un instante nos encontramos con su esposo, ¿hace mucho que ha llegado a la cuidad? Es que creo, es la primera vez que la encuentro, desde la velada en el palacio de cristal, en San Petersburgo – afirmó, enarcando una ceja y clavando la mirada en la noble, quien no se ocupó de ocultar su desprecio, - lo que pasa, es que debes haber estado muy ocupada dando espectáculos lamentables, con ese hombre mitad bestia que tienes por guardaespaldas – Aquella referencia a su querido Abel, la hizo enfurecer, apretó su mandíbula y contuvo la respiración, ¿Quién se creía para venir a decir semejante comentario sobre el hombre que había cuidado de ella y de su corazón, después de haber quedado devastada por la muerte de sus padres?. Inspiró profundamente, mantenía apretado sus puños, casi clavando sus uñas en las plamas, - Creo que la Baronesa no conoce a mi prometido, él es un caballero y no se mezcla con personas que solo buscan denostar a todo el que no se encuentra a su nivel social – dijo mordiendo las palabras.
El sonido de un golpe en el rostro hizo que un silencio inundara el salón, - Como te atreves a dirigirte de esa forma a la baronesa, quien te has creído mujer despreciable – fueron las duras palabras de su tía, - me avergüenzo de tener algún tipo de relación contigo, si tan solo hubieras muerto junto con tu familia, no me avergonzarías de ésta manera -, la tomó por un brazo e intentó arrastrarla hacia la entrada, pero Anna se opuso, - suélteme, no será usted quien me eche, pues no me quedaré ni un solo instante más, en un lugar donde se difama a los que ya no pueden defenderse - , miró a su alrededor, decenas de miradas clavadas en ella, reprochando su comportamiento, su mirada buscó la del conde, ¿Qué haría él? ¿De qué lado se pondría? ¿Al final aquel hombre sería un hipócrita como todos los allí presentes? Quiso llorar, más se contuvo, esperó en silencio que él dijera algo, para recién decidir cuál sería su próximo movimiento.
Prosiguió el camino que el ruso marcaba, en silencio y con la mirada en el suelo, se encontraba un tanto abatida, puesto que a pesar de ser un áspid, aquel militar había sido un amigo de su padre y por muchos años, pensó que se trataba de una persona leal, mas ahora comprendía que su vida se formaba de muchos supuestos y demasiadas mentiras. Los pasos del Conde la llevaron hasta un grupo de mujeres, de diferentes edades y posición social, cuando levantó la mirada, sus ojos se clavaron en la dura mirada de su tía, más no le dirigió la palabra, en verdad no tenía que decirle, ni deseaba comenzar una discusión que terminaría arruinando la velada. En vez de enfrentar, se dispuso a presentar a las mujeres que allí se encontraban, - Conde, permítame presentarle a la Baronesa Khilkova , y su hija la señorita Katya -, acto seguido realizó una pequeña reverencia, haciendo un paso al costado, permitiendo que la jovencita se abalanzara a donde el conde se encontraba, - Baronesa, hace un instante nos encontramos con su esposo, ¿hace mucho que ha llegado a la cuidad? Es que creo, es la primera vez que la encuentro, desde la velada en el palacio de cristal, en San Petersburgo – afirmó, enarcando una ceja y clavando la mirada en la noble, quien no se ocupó de ocultar su desprecio, - lo que pasa, es que debes haber estado muy ocupada dando espectáculos lamentables, con ese hombre mitad bestia que tienes por guardaespaldas – Aquella referencia a su querido Abel, la hizo enfurecer, apretó su mandíbula y contuvo la respiración, ¿Quién se creía para venir a decir semejante comentario sobre el hombre que había cuidado de ella y de su corazón, después de haber quedado devastada por la muerte de sus padres?. Inspiró profundamente, mantenía apretado sus puños, casi clavando sus uñas en las plamas, - Creo que la Baronesa no conoce a mi prometido, él es un caballero y no se mezcla con personas que solo buscan denostar a todo el que no se encuentra a su nivel social – dijo mordiendo las palabras.
El sonido de un golpe en el rostro hizo que un silencio inundara el salón, - Como te atreves a dirigirte de esa forma a la baronesa, quien te has creído mujer despreciable – fueron las duras palabras de su tía, - me avergüenzo de tener algún tipo de relación contigo, si tan solo hubieras muerto junto con tu familia, no me avergonzarías de ésta manera -, la tomó por un brazo e intentó arrastrarla hacia la entrada, pero Anna se opuso, - suélteme, no será usted quien me eche, pues no me quedaré ni un solo instante más, en un lugar donde se difama a los que ya no pueden defenderse - , miró a su alrededor, decenas de miradas clavadas en ella, reprochando su comportamiento, su mirada buscó la del conde, ¿Qué haría él? ¿De qué lado se pondría? ¿Al final aquel hombre sería un hipócrita como todos los allí presentes? Quiso llorar, más se contuvo, esperó en silencio que él dijera algo, para recién decidir cuál sería su próximo movimiento.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
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Edad : 24
Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
El conde negó levemente con la cabeza, no era realmente la discucion que habían tenido ambos el problema ya que si bien el sabia que se molestaría el hombre por no darle palabras que permitieran al hombre a mantenerse contento consigo mismo, sino que tuvo que morderse los labios las palabras del noble habían sido hirientes y ademas de eso siempre tendría mas voz un miembro de la nobleza que cualquier general que pudiera levantarse en su contra, incluso estaba el hecho de que los Romanovs eran respetados ya que habían participado en muchas guerras a favor del poderoso imperio ruso, incluso el hecho de que muchos desconocen pero no todos de que son la referencia de cazadores contra los vampiros y cualquier otro ser sobrenatural que busque de alguna forma dañar o oponerse a la madre Rusia. Este vio para donde iba la cosa podía sentir el aroma de la tensión en el aire, quizás aunque no fuera un lican como era el caso de la nobleza, seguramente se hubieran dado cuenta de lo que se aproximaba llevando una mano de forma elegante al bolsillo de su pantalón se hizo a un lado luego de saludar a la joven que vino apresuradamente a presentarse al mayor, este extendió la mano tomando un copa de forma tranquila como que estaba por tomarla, pero esperando nada mas que el momento cumbre en el cual decidió golpear con un tenedor la copa, para que el sonido del vidrio llamara la atención. EL no era simplemente un joven recién heredado sino que tenia incluso mas edad que la mayoría de los que estaban allí.
Cuando ocurrió el estaba listo y el sonido hizo que todos giraran la atención hacia el que se encontraba junto a los músicos, este les había murmurado algo que quería que tocaran, este sonrió levemente cuando la joven también le busco como si de un lobo se tratara este se movió con sigilo y maestría sin que prácticamente nadie notara su presencia.
-Damas y caballeros, que seria una fiesta sin el gran baile los músicos ya están demorando en colocar a sonar estos bellos instrumentos para que podamos disfrutar de una bella danza, pero antes de comenzar dejadme decirle que nuestro querido Zar os envía salutaciones a todos y espera que los hermanos de la nuestra amada Rusia, tengan un gran y brillante futuro fuera de sus tierras y traigan gloria y honra al imperio ruso. Larga vida al Zar!!!
Fueron sus palabras magistrales, lo ultimo fue acompañado por un brindis generalizado que hizo que todo brindaran juntos ya que no hacerlo seria como una ofensa hacia el mismo Zar, siempre podía a ver algún chismo que corriera a contarle aunque fuera lejos de los dominios de este nadie quería quedar mal frente a una manifestación de tal forma, con una rápida seña logro que la melodía comenzara a sonar, mientras el se alejaba de ellos para interceptar la salida de la muchacha del lugar.
-No me concederéis esta danza señorita...
Dijo esbozando una leve sonrisa mientras extendia su mano, para buscar que ella aprobara su pedido y llevarla de regreso hacia dentro del lugar donde se desempeñaba la fiesta.
Cuando ocurrió el estaba listo y el sonido hizo que todos giraran la atención hacia el que se encontraba junto a los músicos, este les había murmurado algo que quería que tocaran, este sonrió levemente cuando la joven también le busco como si de un lobo se tratara este se movió con sigilo y maestría sin que prácticamente nadie notara su presencia.
-Damas y caballeros, que seria una fiesta sin el gran baile los músicos ya están demorando en colocar a sonar estos bellos instrumentos para que podamos disfrutar de una bella danza, pero antes de comenzar dejadme decirle que nuestro querido Zar os envía salutaciones a todos y espera que los hermanos de la nuestra amada Rusia, tengan un gran y brillante futuro fuera de sus tierras y traigan gloria y honra al imperio ruso. Larga vida al Zar!!!
Fueron sus palabras magistrales, lo ultimo fue acompañado por un brindis generalizado que hizo que todo brindaran juntos ya que no hacerlo seria como una ofensa hacia el mismo Zar, siempre podía a ver algún chismo que corriera a contarle aunque fuera lejos de los dominios de este nadie quería quedar mal frente a una manifestación de tal forma, con una rápida seña logro que la melodía comenzara a sonar, mientras el se alejaba de ellos para interceptar la salida de la muchacha del lugar.
-No me concederéis esta danza señorita...
Dijo esbozando una leve sonrisa mientras extendia su mano, para buscar que ella aprobara su pedido y llevarla de regreso hacia dentro del lugar donde se desempeñaba la fiesta.
Makarov V. Romanovs- Licántropo/Realeza
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Re: El deber llama al conde (Annushka brullov)
Annuska, había conocido a muchos nobles, en sus años en el palacio imperial. Pero estaba segura que ninguno como el conde Vladimir. Había algo en él, que lo convertía en un ser muy especial, peligroso, salvaje. Aquello lo podía contemplar en su mirada, mas sus maneras, eran las de un hombre refinado, culto, medido. Convertían al caballero, aquellas características, en un hombre fascinante. Mas el destello salvaje de su mirada, le recordaba a su amado, y las maneras gentiles, los ademanes protocolares, al que fuera su padre. Pensar en los dos hombre que eran su vida, la hizo emocionarse, mordió levemente sus labios, al tiempo que intentaba esquivar la mirada del caballero. Escuchó atenta lo que el noble decía a la gran concurrencia, y aceptó con un leve gesto de su cabeza, el pedido que éste le hiciera. Sonrió con esfuerzo, ya que aún la emoción le recorría el cuerpo y el alma.
Se dirigieron a la mitad del salón, todos se hicieron a un lado, y ella dejó que el conde tomara su cintura, su mano derecha, mientas que su izquierda se apoyó suavemente en el hombro del caballero. Sus miradas se unieron, al instante en que los primeros acordes del waltz comenzaron a inundar el salón. Los dos eran grandes bailarines, lo que hacía que giros, vueltas y balanceo se mostraran como una exquisita muestra de danza.
Momentos después, las demás parejas se unieron en aquella danza. Ya ocultos, entre los demás bailarines, Annuska, pudo distenderse, bailando con mas libertad, disfrutando de aquel momento, sin importarle que sus malvados parientes la observaran, extrañamente aliviada, protegida por un hombre que acababa de conocer, pero que en el fondo de su alma, sentía que podría confiar su vida en él, si en algún momento llegaba a necesitar de su apoyo. Llevó su mirada a la del noble y sonrió, ésta vez sin el nudo en la garganta, - Gracias, no se si se ha dado cuenta, pero logró salvarme - bajó la mirada, sus mejillas se tiñeron de un color semejante al melocotón. A pesar de ser un hombre joven, su sabiduría, su astucia y ese misterio que lo envolvían, la hicieron sentir atraída hacia él, tal vez era que se parecía en su misterio a su Abel, y en su galanura a su padre, pero le sintió familiar, y confiable.
Se dirigieron a la mitad del salón, todos se hicieron a un lado, y ella dejó que el conde tomara su cintura, su mano derecha, mientas que su izquierda se apoyó suavemente en el hombro del caballero. Sus miradas se unieron, al instante en que los primeros acordes del waltz comenzaron a inundar el salón. Los dos eran grandes bailarines, lo que hacía que giros, vueltas y balanceo se mostraran como una exquisita muestra de danza.
Momentos después, las demás parejas se unieron en aquella danza. Ya ocultos, entre los demás bailarines, Annuska, pudo distenderse, bailando con mas libertad, disfrutando de aquel momento, sin importarle que sus malvados parientes la observaran, extrañamente aliviada, protegida por un hombre que acababa de conocer, pero que en el fondo de su alma, sentía que podría confiar su vida en él, si en algún momento llegaba a necesitar de su apoyo. Llevó su mirada a la del noble y sonrió, ésta vez sin el nudo en la garganta, - Gracias, no se si se ha dado cuenta, pero logró salvarme - bajó la mirada, sus mejillas se tiñeron de un color semejante al melocotón. A pesar de ser un hombre joven, su sabiduría, su astucia y ese misterio que lo envolvían, la hicieron sentir atraída hacia él, tal vez era que se parecía en su misterio a su Abel, y en su galanura a su padre, pero le sintió familiar, y confiable.
Anna Brullova- Hechicero Clase Alta
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