Placer antes que el deber (Thacher)

por **Hermes Di Bellone** Jue Jun 08, 2017 5:53 pm

- Placer antes que el deber -

- Nadie es perfecto, por lo que nada te hace un Dios -

Nadie buscaba meterse en problemas con Hermes, pero parecía que los problemas le perseguían a todas partes.

Hermes se había levantado en su habitación cubierto completamente de sangre. El olor a cadáver a los pies de su cama le recordó lo que había pasado. Un desdichado ladronzuelo de turno había querido robarle una joya especial de su familia por lo que el pobre se llevó el regalo de la muerte y Hermes debió de quedarse torrado por el cansancio que tenía encima.

Hermes murmullo algo entre dientes, tiró la ropa a lo sucio por lo que al final se metió en la bañera y una doncella comenzó a limpiarle la espalda hasta que la muchacha no pudo resistirse y tuvo que irse del baño porque no podía soportar el calentón que tenía en ese momento. Hermes termino de asearse y se vistió para poder ir hacia la cocina y picar algo de desayuno.

Hablo algo con su mayordomo y Hermes enseguida se dispuso a hacer algunas compras para la casa, algunas nuevas prendas pues se había quedado sin la mitad de ellas tras un accidente incendiario y también por su manía de que le cayera la sangre de sus víctimas sobre la ropa. Cuando acabó de hacer cada compra, ya se había hecho la hora para comer algo en algún restaurante, estaba completamente hambriento y se paró en el primer restaurante que encontró, un asadero de carne en el que pidió un entrecot no muy hecho. Le gustaba que la sangre fuese la salsa de la carne junto con unas patatas asadas y un buen vino tinto Español.

No pudo evitar sentirse observado en el restaurante pero cuando miraba de reojo, nadie era culpable de observador, al parecer podría estar algo paranoico de que alguien le está observando. Era todo una tontería.

Finalmente termino su comida y quedo bastante satisfecho. Observo las manecillas de su reloj de plata con grabados bastantes siniestros pero solamente sonrió. Aquel reloj que sostenía entre sus manos era de su padre, un hombre que lo mando lejos del ala familiar para que se instruyera en la milicia rusa, pero finalmente, si su camino seguía bien encaminado, Hermes podría llegar a ser un gran Cellista además de un gran asesino a sueldo con sus “instrumentos” de matanza, aunque en realidad eran instrumentos que él mismo había modificado con un poco de ayuda.

Su reloj era solamente, un reloj precioso. Solo pensando en su padre, seguramente lo hizo por su bien.

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