En el puente - libre

por **Julia Rondizzoni** Lun Feb 20, 2017 6:25 pm

En el puente-libre

Caminar por las calles principales de Paris, le habían dado una pequeña tregua. Por un corto periodo de tiempo, se había sentido feliz. No había pensado en Tristán, ni en su mujer, simplemente no había pensado en nada. Había dejado que la vida la sorprendiera, y en verdad lo estaba disfrutando.

Algo cansada, había tomado un coche de alquiler, para que la llevara nuevamente a la mansión Reveur, mas el trayecto se estaba haciendo largo y tedioso. Apenas avanzaban y cada dos por tres, el coche llegaba a detenerse. Mas no era solo su coche, sino otros que también debían detener su andar. Intrigada por lo que ocurría, se dispuso a salir de su duda, ¿sería acaso que se había producido un accidente? tal vez, algún carruaje había colisionado con otro, al entrar en el nuevo puente, decían que era hermoso, maravillosamente iluminado y que sus aceras eran tan espaciosas que podían caminar varias parejas, sin molestarse, ademas de la libre circulación de carruajes, vamos, que se suponía era todo un portento de la ingeniería del nuevo siglo.

Tras pensarlo varias veces, desdió, cruzar el puente caminando, así podría ver con sus propios ojos, la magnificencia y el lujo de aquella construcción, ademas de comprender el porque de semejante atasco. Tras pagarle al cochero, se dispuso a caminar por las anchas aceras, bellamente iluminadas con faroles de hierro forjado. Sonrió al sentir la brisa del río en su rostro, la noche parecía una postal, de aquellas que podían conseguirse en la plaza Tertré y que eran tan solicitadas por los turistas, como por los inmigrantes que intentaban mandar a sus familiares, alguna esperanza, aunque ésta fuera falsa. Tras caminar por unos cuantos metros, se detuvo, giró su cuerpo y se afirmó en la balaustrada, quería observar el río, se lo veía tan imponente, ¿acaso alguna embarcación estaría navegando a esas horas?

BY ORIANI~© SAVAGE-THEMES & THE CLOSETTO

por **Felipe Cruz** Lun Feb 20, 2017 6:48 pm

Felipe salía de la consulta como de costumbre de cada día de la semana. Este dispuesto a encontrarse con Zuria no la encontró después de todo. Habrá pensado en ir a por algo de comida o simplemente estaría atendiendo otra emergencia quirúrgica. Zuria sabía que en él podía confiar y que él la esperaría en la consulta, pero hoy, tenía una cita con un evento que ocurría cerca del puente, si, al parecer había un evento de post-inauguración por el nuevo puente construido en Paris, de anchuras desmesuradas capaz de pasear varias personas en línea sin tener que despegarse la una de la otra.

Anduvo durante un buen rato, observando a las personas una por una, dándose cuenta de lo bello que eran los paisajes parisinos. Suspiro cuando se detuvo para poder coger un carruaje que le llevara al lugar del evento en cuestión pero se fijo en una señorita de cabellos dorados que parecía asomarse demasiado al borde del puente - ¡Eh! ¡Oiga! –Parecía un loco desquiciado, pero estaba avisando a la joven hasta que llego a ella, el carruaje fue ocupado por otras personas.

Se mantuvo cerca de la joven – Aléjese de la cornisa del puente –dijo tomando la osadía de cogerla de los hombros y llevarla unos pasos hacia atrás – Puede que sea seguro, pero no me fio de nada de este puente recién construido – dijo Felipe con toda seguridad. Se separó e hizo una reverencia – Señorita – Tosió – Debería de tener cuidado y perdóneme si he sido algo osado, pero pensé que iba a caer – Encogió los hombros para lo que después tomo la mano de la mujer y le beso el dorso con amabilidad para finalmente mirarla con una sonrisa afable.

Suspiró ya que ahora tendría que esperar a otro carruaje para poder ir al evento que tenía en cuestión dentro de cinco minutos – Lamento mi torpeza pero fue por su bien, espero que pueda perdonarme madmoiselle, será nuevo el puente pero nunca me fio de las cosas que son nuevas. Siempre tienen un fallo de fábrica del que nadie se fija hasta que ocurren accidentes irreparables – Sonrió – Si quiere le puedo ofrecer una taza de té como disculpa ¿Qué le parece? – Parecía que ya no iba a ir a ningún evento por lo que decidió pasarla con la muchacha y compensarla por como la aviso tan abruptamente.

por **Julia Rondizzoni** Lun Mayo 22, 2017 5:33 pm

Doradas, rojizas y en las sombras negras, así eran las aguas de aquel río, que con serena calma separaba las distintas margenes de la ciudad de la luz. ¿como serían sus aguas? frías tal vez, acaso su profundidad podría compararse con el dolor de la continua decepción que vivía, cada vez que Tristan despreciaba su amor, por otro innegablemente mentiroso, pero por sobre todo peligroso, como el hielo fino de los lagos. Suspiro, dolida y decepcionada, hundida en unos pensamientos que en nada le beneficiaban y a los que debía poder exorcizar de una vez y para siempre de su vida.

Como si se tratara de un sueño, sentía los gritos desesperados de un hombre, la misma sensación como cuando se dormía unos minutos de mas, y una de las doncellas llamaba a su puerta, con un ataque de histeria, porque el señor Reveur la había tratado agriamente - ¿Acaso no te dije que te apresuraras? ¿que te hizo pensar que el señor estaría feliz, si te encontraba en la biblioteca, aún arreglando los leños en el hogar? bueno, buen, ya iré a pedir que no te eche de la mansión - recordó, mientras se preguntaba que escándalo sería el que llevaba a un hombre a gritar así.

Apenas había surgido en su cabeza esa pregunta, cuando unas manos fuertes la tomaron por los hombros y la alejaron del puente. Quiso gritar despavorida, pero del susto se había quedado muda, solo atinó a mirar con una expresión de terror a ese joven que no conocía, - ¿Que? - fue la primera pregunta que surgió de sus labios, mientras intentaba entender toda la información que el caballero le había dado. Ante la preocupación que el extraño había sentido por su seguridad, no pudo mas que sonreír, para luego decir un tímido - Gracias - se inclinó delicadamente a modo de agradecimiento, como si él fuera de la realeza, es que con tantos años sirviendo como un ama de llaves, aún no se acostumbraba a su nueva posición social.

Negó con su cabeza, - Oh, no, no se preocupe, fui imprudente al acercarme y trepa a el, como una niña ilusionada al borde de un puente - se ruborizo, acentuándose su rubor con lo tonos del crepúsculo. - Pues, le aceptaré esa taza de té, si deja que sea quien pague, debo decir que me ha custodiado y sin ser presentados... por cierto, mi nombre es... - se detuvo por un segundo, ¿cual nombre debería dar? uno ficticio, por las dudas el caballero terminara siendo un conocido del matrimonio Reveur, y posiblemente la encontraría en la mansión, o decir su verdadera identidad y dejar de pensar tanto en ellos. Luego de sonreír nerviosa, decidió decir la verdad, ya no se escondería, ni seguiría ocultando su nueva posición social, en cuanto Tristan regresara a la cuidad. Sonrió y extendió suavemente su mano, - Kelsey Faulkner - dijo, con seguridad y alegría, esperando que él se presentara.

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