Sin ninguna otra opción. [Libre]

por Invitado Sáb Nov 06, 2010 8:54 pm

Bum. Bum-bum.
Podía casi sentir como el corazón golpeteaba con fuerza y rapidez, como si quisiera más espacio cuando no había. Tal vez le estaba exigiendo demasiado, pero es que ya se le estaban acabando las opciones. Y no debía quejarse al respecto, por que si ella quería salir con vida, debía hacer todo lo que estuviese a su alcance, y más, además, debía mantener la cordura hasta encontrar a cierta persona, para poder vengarse de una condenada vez, y dejar a su propia alma en paz.
Fue con ese pensamiento en mente, que continuó corriendo, a pesar de que sus zapatos lastimaban sin piedad a sus pies, corrió y corrió bajo la lluvia, sin poder divisar ni a un alma a la que pedir ayuda, pensando en que lo único que la salvaría sería su voluntad... una voluntad que era muy maleable y suceptible a sufrir bajas, que por lo general se presentaban cuando menos lo necesitaba.
¿Por qué nadie podía ayudarla? Pero claro. Nadie quería arruinar sus ropas, era obvio que nadie estaría merodeando por las calles a deshoras de la noche, con la única iluminación de unos cuantos faroles que se limitaban a lanzar su luz dorada alrededor.
Hizo una mueca para sí, casi sin poder sentir sus pies, posible razón de que tropezara callendo inevitablemente al suelo. Se veía deplorable. Toda empapada, con el pelo húmedo, y aquella expreción de desesperanza. Los ángeles no estaban de su lado.
-Demonios...-ahogó un insulto, recordándose que alguien la perseguía para matarla, y que vacilar, significaría el fin. Por lo que se levantó apartando sus faldas, y corriendo nuevamente através de las calles, pensando en que si no encontraba rápidamente un escondrijo, no vería salir el sol por la mañana. Entonces fue que lo vió. Un callejón que se mantenía a resguardo de los faroles. Se dirigió hasta él con zancadas kilométricas, sin darse cuenta de que cada vez lo hacía con menos equilibrio.
Los cielos rugieron con fuerza, mientras ella intentaba hacer acopio de fuerzas para darle un poco de sentido a todo lo que había logrado hasta ahora, después de todo, no había buscado y buscado como un pobre tonta a las personas que ahora la acompañaban.
Suspiró.
Dió dos pasos, hasta chocar su espalda contra la pared, para luego comenzar a deslizarce quedando finalmente sentada en el suelo, respirando aguitadamente, deseando que todo saliera bien, y que quien fuese la persona que la seguía, le hubiera perdido el rastro.

por **Ludwig Voltaire** Dom Nov 07, 2010 3:22 am

Se quito el mandil y lo doblo con suavidad y detalladamente; ya habían decidido cerrar la taberna puesto que se habían deshecho ya de los ebrios y somnolientos, ¿Acaso era algo de lo cual estar orgulloso estar tomado a tal grado que no recordaras tu nombre? ¿Acaso era algo de lo cual uno podría vanagloriarse vomitar en lugares públicos solo para demostrar aguante? A veces consideraba que la sociedad era un asco, Aunque…

Tampoco debía pedir mucho de donde se encontraba actualmente; En las partes bajas nadie se preocupaba por su apariencia o la visión que la gente tenía sobre sus personas; solo les importaba beber y tener relaciones como si fueran cerdos en celo…
Respiro Hondo.

Cuando estudiara, podría estar lejos de esa sucia sociedad, y posiblemente… Darle un mundo mejor a su familia. Suspiro añorado Mientras tomaba la bolsa de basura y la cargaba como podía. –Mientras tanto, tendré que sobrevivir como cualquiera.- pensó para sí mismo cargando con cansancio la bolsa de basura, no es como si realmente esperara otra cosa, abrió la puerta que daba al callejón poniéndola…

Se quedo callado al ver una pequeña figura abrazando sus piernas en ese lugar tan inhóspito y pésimo para una damisela como la que estaba frente a él (sin contar la lluvia que estaba arreciando en su máximo esplendor) Torpemente la envolvió con sus brazos sin querer asustarla. -¿Qué hace aquí?-pregunto sin tacto buscando cargarla.- ¡Es peligroso madame, y más a estas horas!- replico entre orden y amenaza.

(Off: Permiso, perdon por la falta de tacto de Lud XDu)

por Invitado Lun Nov 08, 2010 12:57 pm

Nunca deseó poder cambiar su apariencia como ahora. La lluvia le estaba calando helada en los huesos, y sus maltratados pies ya no daban para más. Comenzó a preguntarse si viviría. A lo mejor ese era su detino: estar en paz de una buena vez. Y para eso, no podía estar viva, por que el hecho de que sus días se habían vuelto insoportables era más claro que el agua.
Pronto, las lágrimas comenzaron a mezclarse con la lluvia que caía por su rostro.
Dolor, pena y miedo. Eso era lo que sentía. Emociones demasiado grandes para un corazón tan frágil y pequeño.
Miró al cielo y volvió a bajar el rostro, para hundirlo en sus rodillas, las cuales abrazaba como si alguien planeara cortárselas y ella no fuera muy renuente a la idea. Pensó en que debía levantarse, pero justo en ese momento, unos brazos la rodearon.
"¡No! ¡Por favor, todavía no! ¡Aún debo...!"
Sus pensamientos se detuvieron abruptamente al escuchar la pregunta que aquella voz realizaba con asombro y preocupación a la vez. Estaba tan sorprendida de descubrir que él no podía ser su asesino, que no alcanzaba a unir sus pensamientos del todo. Tampoco atinó a moverse en ningún momento, mientras sus ojos verdes se clavaban en los del joven que parecia querer socorrerla sin perder más tiempo.
No podía creer que todavía existiera gente así. Que se mojase bajo la lluvia, para salvar a desamparados que nisiquiera conocía.
Ella pensó que era sospechoso, por que obviamente no le había visto salir por la puerta de aqué negocio. También fue motivo de que comenzara a ponerse a la defensiva automñaticamente.
-¡E-espere! ¡¿Qué hace?-dijo alarmada, mientras envolvía los brazos alrededor de su cuello, temerosa de que él la fuera a dejar caer. ¡Nunca le había gustado que le alzaran! Por al menos desde el estúpido accidente de aquella vez.
Por un lado, quería gritarle que la bajase, pero ella sabía que en cuanto sus pies adoloridos tocaran el piso, ella se desplomaría como una muñeca de trapo, por lo que se limitó a guardar silencio, mirándole inquisidoramente, sin darse cuenta de que un brillo agresivo asomaba a sus ojos.

[Off: No te preocupes, así es más entretenido (?) xD]

por **Ludwig Voltaire** Miér Nov 17, 2010 12:09 am

Sencillamente no entendía la actitud de la chica, ¿Tenía cara de violador? Era mal carado si... Pero no por eso significaba que la gente lo tachara como un abusador de personas... Bueno estaba desvariando demasiado, por lo que solamente la zarandeo frunciendo el ceño. -¿No debes que?-pregunto alzando la voz algo frustrado y enojado por no poder comprender a la pequeña en sus brazos, ¿Que estaba pasando? Solamente pensaba ponerla en un lugar seco y darle algo tibio para que no se enfermara. -Te culpo Renésmee.- pensó negando con la cabeza por tener su lado sensible un poco más despierto de lo normal.

Suspiro al tener el liviano cuerpo cerca de el mientras sus mejillas se coloraban por la cercania de esa chica, sonrojandose ligeramente mientras esta se enredaba en su cuello haciendolo quedar completamente rojo, ¿Por que estaba cambiando de color? era solo una chica, nisiquiera estaba pesada suspiro cansado.

-¿Como que, qué hago? Estoy llevandote a un lugar limpio!-dijo gruñon negando con la cabeza.- ¡Mi Lady le juro que no planeo robarla y seducirla para macularla, se lo juro por la santa cruz!-

Suspiro mientras caminaba torpemente hacia la puerta mientras abría esta y la metía con suavidad sentándola de tal forma que podían ver la lluvia sentados en la puerta, jalando su mandil recién doblado para cubrirle con este, se sentó cerca de ella del lado contrario, suspirando. -Estas bien?-

off: perdon por la terrible demora ;_;

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