AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Otra noche más...[Libre]
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Otra noche más...[Libre]
Últimamente se le hacía más complicado ir ahí todos los días, así que a veces se ausentaba. Tenía a gente de confianza y que siempre había trabajado para él. La taberna en sí no le necesitaba. Sin embargo, si llegaba un cazador o alguien más solicitando sus servicios era otra cosa. Sus compañeros no podían hacerse cargo de eso. Estaban a punto de abrir, aunque un par de personas ya estaban allí, a veces les dejaban entrar así dado que a pesar del poco tiempo ya les conocían. Él sabía que no había problema, el único problemático y que solía armar alboroto era Kaine y por ahora no le veía por ninguna parte. Si fuera por lo que él causaba estarían en la banca rota, lo bueno era que a pesar de todo había logrado sacar adelante el lugar. Kaine iba seguido, pero los días que no estaba allí él se encargaba de hacer lo posible para mantener todo a flote.
Hoy estaba de buen humor. Estaba limpiando unos tarros mientras tarareaba una cancioncilla. Casi toda la cristalería era nueva, no quería recordar las razones por las cuales tenían que estar comprando continuamente ese tipo de cosas o se pondría de mal humor. Esta noche se quedaría allí y atendería el lugar. Terminó su labor de limpieza y observó con orgullo la hilera de copas y vasos pulcramente acomodados y sin una mota de polvo en ellos. Siguió con aquella melodía mientras acomodaba las mesas y sillas que estaban desocupadas.
La situación en la que estaba metido no le permitía muchas cosas, pero para su suerte las ataduras que tenía no eran tan fuertes, lo que le permitía tener y disfrutar momentos como aquel. Había estado metido en aquella especie de laboratorio que tenía intentando crear un veneno lo suficientemente letal para dañar a un vampiro de una forma en la que hasta ahora parecía nadie había podido.
Pero justo ahora, no era más que el dueño y una de las personas que atendía una taberna que debía su nombre a la única persona que conocía que sería capaz de poner un nombre como ese. ¿Por qué le había seguido el juego? Porque le había hecho tanta gracia que no había podido evitarlo. Había sido algo como 'Un nombre como ese seguramente llamaría la atención' y he aqui que se había decidido, usando casi todo el dinero que tenía disponible para armar esto. Regresó tras la barra una vez las puertas fueron abiertas. Se recargó en ella mientras observaba con atención en lugar con una sonrisa.
Hoy estaba de buen humor. Estaba limpiando unos tarros mientras tarareaba una cancioncilla. Casi toda la cristalería era nueva, no quería recordar las razones por las cuales tenían que estar comprando continuamente ese tipo de cosas o se pondría de mal humor. Esta noche se quedaría allí y atendería el lugar. Terminó su labor de limpieza y observó con orgullo la hilera de copas y vasos pulcramente acomodados y sin una mota de polvo en ellos. Siguió con aquella melodía mientras acomodaba las mesas y sillas que estaban desocupadas.
La situación en la que estaba metido no le permitía muchas cosas, pero para su suerte las ataduras que tenía no eran tan fuertes, lo que le permitía tener y disfrutar momentos como aquel. Había estado metido en aquella especie de laboratorio que tenía intentando crear un veneno lo suficientemente letal para dañar a un vampiro de una forma en la que hasta ahora parecía nadie había podido.
Pero justo ahora, no era más que el dueño y una de las personas que atendía una taberna que debía su nombre a la única persona que conocía que sería capaz de poner un nombre como ese. ¿Por qué le había seguido el juego? Porque le había hecho tanta gracia que no había podido evitarlo. Había sido algo como 'Un nombre como ese seguramente llamaría la atención' y he aqui que se había decidido, usando casi todo el dinero que tenía disponible para armar esto. Regresó tras la barra una vez las puertas fueron abiertas. Se recargó en ella mientras observaba con atención en lugar con una sonrisa.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
Esperaba que no hiciera mucho frio, pero me equivoque y en cuanto se levanto un poco de aire, simplemente no quería estar dispuesta a coger un catarro. Mis pies cubiertos por unos zapatos, mi cuerpo por un vestido precioso y mis brazos por una chaqueta de punto, gorda y que me abrigaba un poco del frio, pero no era suficiente. Caminando por Paris, anduve una larga distancia, en la que bueno, no había visto otra cosa que tiendas, boutiques y demás hasta que algo llamo la atención en la plaza. Una paloma, volaba desde los tejados empinados de color teja, hasta aterrizar en mitad de la plaza donde se encontraban las demás. Con cuidado caminaban sobre el suelo, yendo de un lado hacia otro con la mirada ausente y bueno, así podría ir yo.
Anduve un buen rato, anduve y anduve, para quedar cansada después de un día tan pesado, así que entre en el primer bar que pille y al parecer estaba vacío, no había nadie. Entre sin prejuicio alguno, mire a todos lados, el mesero miraba a todos lados y decidí sentarme en un rincón, cerca de una ventana. Con cuidado me senté de no hacer nada erróneo, nada que pudiera hacerme sentir peor de lo que estaba mi cuerpo. Me abrace a mi misma y puse las manos sobre la mesa, para colocar la bolsa sobre la mesa. Tenía unas papeletas, y unas monedas junto con unos francos que con suerte, conseguí hace varias noches. Esa noche había sido la mejor de todas y la verdad me gusto mucho el trato que recibí de aquel extraño, sin duda alguna. Al menos, no como todas que terminaban con alguna marca. Suspire lentamente y alce mi mirada para encontrar al mesero. ¿Dónde estaba? Mire hacia los lados y enseguida le vi, alce mi brazo para llamarlo con bastante timidez. No sé si vendría o me haría el vacio, me ignoraría. En cuanto pense que podria tomar, un monton de cosas se me ocurrieron, pero podria empezar por algo sencillo-Pe...perd..Discúlpeme..-Dije intentando llamar la atención de nuevo y me vendria bien un té para los nervios.
Anduve un buen rato, anduve y anduve, para quedar cansada después de un día tan pesado, así que entre en el primer bar que pille y al parecer estaba vacío, no había nadie. Entre sin prejuicio alguno, mire a todos lados, el mesero miraba a todos lados y decidí sentarme en un rincón, cerca de una ventana. Con cuidado me senté de no hacer nada erróneo, nada que pudiera hacerme sentir peor de lo que estaba mi cuerpo. Me abrace a mi misma y puse las manos sobre la mesa, para colocar la bolsa sobre la mesa. Tenía unas papeletas, y unas monedas junto con unos francos que con suerte, conseguí hace varias noches. Esa noche había sido la mejor de todas y la verdad me gusto mucho el trato que recibí de aquel extraño, sin duda alguna. Al menos, no como todas que terminaban con alguna marca. Suspire lentamente y alce mi mirada para encontrar al mesero. ¿Dónde estaba? Mire hacia los lados y enseguida le vi, alce mi brazo para llamarlo con bastante timidez. No sé si vendría o me haría el vacio, me ignoraría. En cuanto pense que podria tomar, un monton de cosas se me ocurrieron, pero podria empezar por algo sencillo-Pe...perd..Discúlpeme..-Dije intentando llamar la atención de nuevo y me vendria bien un té para los nervios.
- Spoiler:
- (Holaaa, espero que no te moleste que ocupase este post o.o )
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
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Re: Otra noche más...[Libre]
Vio a la chica que esperaba que le atendiese y puso la mejor de sus sonrisas para acercarse al lugar que ella había escogido -¿Qué puedo ofrecerle? -dijo amablemente.
Estando así de cerca notó el aspecto que ella presentaba. No parecía estarla pasando bien y seguramente habría entrado allí intentando buscar un refugio al clima que se suscitaba. Espero alguna respuesta de momento, aunque por mucho que lo ignorara, su sentido servicial ya se estaba haciendo presente.
-Disculpe un segundo - le hizo una seña y regresó a la parte trasera del local, en donde dejaba sus cosas al llegar. Era una habitación que utilizaba para llevar a cabo negociaciones fuera del ámbito de la taberna. Tuvo que hacerlo de ese modo porque la idea empezaba a molestarle.
Regresí rápidamente con el abrigo con el que había llegado allí -Disculpe si le parece inadecuado... - Se puso detrás de ella y colocó el abrigo sobre sus hombros -Tomaré su orden enseguida - dijo haciendo una reverencia y tomando la pluma y el block de notas que traía consigo, aunque no era necesario, puesto que no había mucha gente y podía recordar los pedidos. La sonrisa en sus labios no desaparecería, era parte de su personalidad, al igual que aquella manera peculiar que a veces tenía de comportarse, pero que rara vez notaban.
Atender aquel lugar le parecía divertido, de algún modo no le parecía que hubiese mucha diferencia con su trabajo de mayordomo, aunque sin una casa que cuidar no se había dedicado a ella al cien por ciento.
Estando así de cerca notó el aspecto que ella presentaba. No parecía estarla pasando bien y seguramente habría entrado allí intentando buscar un refugio al clima que se suscitaba. Espero alguna respuesta de momento, aunque por mucho que lo ignorara, su sentido servicial ya se estaba haciendo presente.
-Disculpe un segundo - le hizo una seña y regresó a la parte trasera del local, en donde dejaba sus cosas al llegar. Era una habitación que utilizaba para llevar a cabo negociaciones fuera del ámbito de la taberna. Tuvo que hacerlo de ese modo porque la idea empezaba a molestarle.
Regresí rápidamente con el abrigo con el que había llegado allí -Disculpe si le parece inadecuado... - Se puso detrás de ella y colocó el abrigo sobre sus hombros -Tomaré su orden enseguida - dijo haciendo una reverencia y tomando la pluma y el block de notas que traía consigo, aunque no era necesario, puesto que no había mucha gente y podía recordar los pedidos. La sonrisa en sus labios no desaparecería, era parte de su personalidad, al igual que aquella manera peculiar que a veces tenía de comportarse, pero que rara vez notaban.
Atender aquel lugar le parecía divertido, de algún modo no le parecía que hubiese mucha diferencia con su trabajo de mayordomo, aunque sin una casa que cuidar no se había dedicado a ella al cien por ciento.
- Spoiler:
- Claro que esta bien, no te preocupes
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
-Eh...bueno quería un....-Iba a responderle cuando de repente le vi que se alejaba de mi mesa, ¿pero qué hacia? La verdad no olía tan mal, no necesitaba que fuera de esa manera, mi ceño se frunció y pena de mí, que vergüenza cuando vi que venía de vuelta pero con un abrigo, para que no cogiera mas frio.-Oh...No tenia porque señor..-me sonroje al sentir el abrigo de piel sobre mis hombros, lo puse con mucho cuidado de que no se cayera al suelo, de que no se llenara de pelusas. Asentí y puse la mejor de mis sonrisas-Bueno...-no tenía mucho dinero, pero la verdad es que tenía mucha hambre-Quisiera un té...como guste...y un bollo si pudiera ser posible....-Ya que estaba pedía lo que se me antojara. El té me ayudaría a entrar en calor y el bollo a tranquilizar el hambre atroz que tenia. No cene, ni había desayunado, aunque, bueno unas migajas de pan que encontré en un rincón de la encimera del burdel. Tendrían que hacer algo al respecto. La verdad, es que se veía muy extraño al hacer aquella reverencia, me extrañe, no era quien para merecer ese trato, pero el mesero parecía no quitar su sonrisa de su cara.
Alce una ceja, divertida, la situación era normal, pero a mí me divertía-jejejeje....-reía sin darme cuenta de que podría parecer una loca, pero me hacía gracia la situación del mesero. Había sido muy amable-Disculpe este momento feliz, pero me ha hecho gracia que haya sido tan amable en traerme cobijo para el frio-le guiñe un ojo, no era costumbre hacerlo, pero a menudo lo hacía en el trabajo-Pero ¿podría decirme donde se encuentran los lavabos, por favor?-Dije ladeando mi cara hacia un lado, viendo como mi pelo se caía a un lado, alejándose de la piel del abrigo que me trajo el mesero. Sonreí volviendo a poner mi cabeza recta y erguida sobre la silla, con las manos sobre la mesa esperando la respuesta del mesero.
El ambiente estaba silencioso, ninguna persona gritaba o montaba un espectáculo dramático en la cafetería. La gente parecía entrar, pero después se arrepentían al ver al joven ¿Qué pasaba? Mire al mesero con cierta curiosidad-Disculpe... ¿Por qué se va tan de repente la gente?-Pregunte con aire inocente, el mío que tenia siempre, la verdad no quería meterme donde no me llamaban, pero si insistía un poco más, podría salir perdiendo. Sabia lo de aquel dicho, “la curiosidad mato al gato” y lo mismo podría pasarme si decía o me interesaba mas sobre el tema.
Alce una ceja, divertida, la situación era normal, pero a mí me divertía-jejejeje....-reía sin darme cuenta de que podría parecer una loca, pero me hacía gracia la situación del mesero. Había sido muy amable-Disculpe este momento feliz, pero me ha hecho gracia que haya sido tan amable en traerme cobijo para el frio-le guiñe un ojo, no era costumbre hacerlo, pero a menudo lo hacía en el trabajo-Pero ¿podría decirme donde se encuentran los lavabos, por favor?-Dije ladeando mi cara hacia un lado, viendo como mi pelo se caía a un lado, alejándose de la piel del abrigo que me trajo el mesero. Sonreí volviendo a poner mi cabeza recta y erguida sobre la silla, con las manos sobre la mesa esperando la respuesta del mesero.
El ambiente estaba silencioso, ninguna persona gritaba o montaba un espectáculo dramático en la cafetería. La gente parecía entrar, pero después se arrepentían al ver al joven ¿Qué pasaba? Mire al mesero con cierta curiosidad-Disculpe... ¿Por qué se va tan de repente la gente?-Pregunte con aire inocente, el mío que tenia siempre, la verdad no quería meterme donde no me llamaban, pero si insistía un poco más, podría salir perdiendo. Sabia lo de aquel dicho, “la curiosidad mato al gato” y lo mismo podría pasarme si decía o me interesaba mas sobre el tema.
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Re: Otra noche más...[Libre]
Soltó una ligera risa al escucharle decir aquello -Eso depende de a quién se lo pregunte, para mi era necesario - Le observó directamente a los ojos al escuchar lo que pedía. No anotó la orden, no había muchos pedidos a esa hora -Creo que cualquier otro habría hecho lo mismo, señorita -contestó mientras guardaba el block en uno de los bolsillos interiores del chaleco, refiriéndose al abrigo.
Él también había notado a las personas que entraban y salían de allí. La mayoría estaba buscando a cierto hombre problemático que les garantizaba diversión y bebidas gratis a costa suya, claro podría equivocarse, pero creía recordar sus rostros de un par de ocasiones antes. Tal vez si era extraño, porque no le molestaba tanto como debería -Sinceramente creo que es porque no está aquí cierta persona que suele dar espectáculos y demás... -contestó con una media sonrisa. No quería decir su nombre, no fuese a invocarlo -Eso y este lugar no tiene mucho de haber abierto -Si, esa era la razón de queno hubiese concurrencia hasta pasadas las horas. Y sus clientes especiales, por decirlo de algún modo, llegaban esporádicamente intentando no llamar la atención.
-Los lavabos están por allí- señaló el lugar indicado que se encontraba a su derecha -Traeré enseguida su orden -Dijo retirándose. Menos mal que tenía allí lo necesario. Vio a su ayudante llegar y le encargó la barra en lo que él se hacía cargo de lo que ella había pedido. Le gustaba cocinar y uno nunca sabía lo que un cliente pediría, así que había instalado una pequeña cocina a un lado del lugar que era prácticamente su oficina. Preparó el té, normalmente nadie le pedía esa clase de bebida, así que lo más común es que lo preparara para él mismo. Pensó en la chica que lo había pedido y se decidió a prepararlo de la misma manera de siempre. Era como el secreto de la casa, ese té se preparaba con una combinación de plantas que su abuelo le había mostrado siendo un niño. hizo lo necesario y regresó sobre sus pasos a la mesa que ella ocupaba.
Él también había notado a las personas que entraban y salían de allí. La mayoría estaba buscando a cierto hombre problemático que les garantizaba diversión y bebidas gratis a costa suya, claro podría equivocarse, pero creía recordar sus rostros de un par de ocasiones antes. Tal vez si era extraño, porque no le molestaba tanto como debería -Sinceramente creo que es porque no está aquí cierta persona que suele dar espectáculos y demás... -contestó con una media sonrisa. No quería decir su nombre, no fuese a invocarlo -Eso y este lugar no tiene mucho de haber abierto -Si, esa era la razón de queno hubiese concurrencia hasta pasadas las horas. Y sus clientes especiales, por decirlo de algún modo, llegaban esporádicamente intentando no llamar la atención.
-Los lavabos están por allí- señaló el lugar indicado que se encontraba a su derecha -Traeré enseguida su orden -Dijo retirándose. Menos mal que tenía allí lo necesario. Vio a su ayudante llegar y le encargó la barra en lo que él se hacía cargo de lo que ella había pedido. Le gustaba cocinar y uno nunca sabía lo que un cliente pediría, así que había instalado una pequeña cocina a un lado del lugar que era prácticamente su oficina. Preparó el té, normalmente nadie le pedía esa clase de bebida, así que lo más común es que lo preparara para él mismo. Pensó en la chica que lo había pedido y se decidió a prepararlo de la misma manera de siempre. Era como el secreto de la casa, ese té se preparaba con una combinación de plantas que su abuelo le había mostrado siendo un niño. hizo lo necesario y regresó sobre sus pasos a la mesa que ella ocupaba.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
Sonreí cuando dijo que me traería lo que pedí, así que me fui con cierta prisa a los lavabos por donde me había descrito. Me levante de la silla con elegancia y con pasos ligeros sobre el suelo de la cafetería, comencé a caminar hacia los lavabos, mirando como poco a poco la gente entraba en la cafetería, sentándose en las mesas desocupadas y mientras yo observaba el ambiente hasta que la puerta de los lavabos se topo delante mía, la abrí y lo que pasara después dentro, sonreí divertida mientras cerraba la puerta del baño y me escondía tras otra puerta. Después de unos cinco minutos, observe que el mesero estaba en la barra y cuando mire a mi mesa, oh...había un té y un croissant. Con una sonrisa me fui hasta que volví a sentarme en el sitio, en mi silla correspondiente. Visualicé un momento el té, como desprendía humo sobre el líquido verdoso que los tés solían coger.
Suspire, aburrida de repente cuando en unos minutos me había reído sin razón alguna, mire por la ventana y visualice a las parejas que pasaban, algunos sin niños otros con niños, algunos solamente no tenían pareja al momento pero luego volvían a estar junto a su pareja y seguían su camino. Desde que conocí a cierto galán, algo cambio en mí, pero entonces, note como unos pasos se acercaban de nuevo a mi lado. Mire y era un niño, no era un marginado ni un malcriado, sino un niño muy educado que posaba una rosa sobre la mesa, pero me reí al ver que un hombre alto, moreno y de ojos azules cogía la rosa y hacia una reverencia-Disculpe...-Dijo cogiendo al niño del hombro y llevándolo hacia una mujer de cabellos rojos, parecido a mi cabello, pero estaba mejor cuidado. No pude evitar sonreír mirando hacia la taza del té. El niño había puesto la rosa en el lugar equivocado y bueno, simplemente nadie era perfecto, ni siquiera un niño con bellos ojos azules y el pelo castaño.
El té se me iba a enfriar, bebí un poco y la verdad estaba en su punto, sonreí mientras lo tragaba y cuando pose la taza sobre el plato de porcelana, vi con ojos golosos el croissant de crema, rociado con un poco de azúcar por encima y me mordí el labio inconscientemente, mirando con ganas aquel sabroso bollo, pero ¿Por qué no lo mordía? No lo sé, así que dejé de darle más vueltas a la cabeza y con mis manos, delicadamente fui partiendo el croissant mientras lo miraba con una sonrisa. La familia feliz de la rosa, había pasado de unas personas tranquilas a unas serias. Mire al mesero por mantener la vista mientras comía y después mire a la nada, distraída mientras saboreaba el bollo en mi boca, como iba deshaciéndose poco a poco dentro de mí y al final tragándolo de una sola vez. Delicioso. Un punto a su favor al igual que el te que habia probado.
Suspire, aburrida de repente cuando en unos minutos me había reído sin razón alguna, mire por la ventana y visualice a las parejas que pasaban, algunos sin niños otros con niños, algunos solamente no tenían pareja al momento pero luego volvían a estar junto a su pareja y seguían su camino. Desde que conocí a cierto galán, algo cambio en mí, pero entonces, note como unos pasos se acercaban de nuevo a mi lado. Mire y era un niño, no era un marginado ni un malcriado, sino un niño muy educado que posaba una rosa sobre la mesa, pero me reí al ver que un hombre alto, moreno y de ojos azules cogía la rosa y hacia una reverencia-Disculpe...-Dijo cogiendo al niño del hombro y llevándolo hacia una mujer de cabellos rojos, parecido a mi cabello, pero estaba mejor cuidado. No pude evitar sonreír mirando hacia la taza del té. El niño había puesto la rosa en el lugar equivocado y bueno, simplemente nadie era perfecto, ni siquiera un niño con bellos ojos azules y el pelo castaño.
El té se me iba a enfriar, bebí un poco y la verdad estaba en su punto, sonreí mientras lo tragaba y cuando pose la taza sobre el plato de porcelana, vi con ojos golosos el croissant de crema, rociado con un poco de azúcar por encima y me mordí el labio inconscientemente, mirando con ganas aquel sabroso bollo, pero ¿Por qué no lo mordía? No lo sé, así que dejé de darle más vueltas a la cabeza y con mis manos, delicadamente fui partiendo el croissant mientras lo miraba con una sonrisa. La familia feliz de la rosa, había pasado de unas personas tranquilas a unas serias. Mire al mesero por mantener la vista mientras comía y después mire a la nada, distraída mientras saboreaba el bollo en mi boca, como iba deshaciéndose poco a poco dentro de mí y al final tragándolo de una sola vez. Delicioso. Un punto a su favor al igual que el te que habia probado.
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Re: Otra noche más...[Libre]
Estaba entre dándole instrucciones al que sería el nuevo encargado en sus ausencias y atendiendo a las personas que llegaban. Se había dirigido a cada mesa, más por costumbre, intentando amenizar un poco la estancia de las personas allí, después de todo, aún con el nombre y con el hecho que pasadas las horas el ambiente cambiara de lo que era justo ahora, creía que debía hacer lo posible para que se sintieran cómodos en ese lugar.
Vio al que indudablemente era un cazador entrar en el local, pero no hizo mucho caso, más que nada por disimular un poco. Había aprendido que a ellos les gustaba pasar desapercibidos la mayoría del tiempo, sobre todo si iban a lugares como ese. Aún no sabía si las razones que le habían llevado allí era pasar el rato o adquirir algo más. Pero eso lo sabría más tarde dependiendo de sus movimientos. Ese tipo de transacciones se llevaban a cabo en silencio y tratando que nadie lo notara, así que solían esperar hasta pasado un rato para darle señas de estar allí por algo más que un par de tragos.
Observó de reojo a la chica viendo que probaba el té que había preparado. Regresó a la barra diciéndole algo a su compañero y luego se dirigió nuevamente a la mesa en la que ella estaba -¿Ha sido de su agrado? -Preguntó por cortesía y con una de sus deslumbrantes sonrisas -¿Puedo? -dijo señalando el asiento frente a ella del otro lado de la mesa.
Vio al que indudablemente era un cazador entrar en el local, pero no hizo mucho caso, más que nada por disimular un poco. Había aprendido que a ellos les gustaba pasar desapercibidos la mayoría del tiempo, sobre todo si iban a lugares como ese. Aún no sabía si las razones que le habían llevado allí era pasar el rato o adquirir algo más. Pero eso lo sabría más tarde dependiendo de sus movimientos. Ese tipo de transacciones se llevaban a cabo en silencio y tratando que nadie lo notara, así que solían esperar hasta pasado un rato para darle señas de estar allí por algo más que un par de tragos.
Observó de reojo a la chica viendo que probaba el té que había preparado. Regresó a la barra diciéndole algo a su compañero y luego se dirigió nuevamente a la mesa en la que ella estaba -¿Ha sido de su agrado? -Preguntó por cortesía y con una de sus deslumbrantes sonrisas -¿Puedo? -dijo señalando el asiento frente a ella del otro lado de la mesa.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
Pude sorprende por las palabras que escuche del mesero. Asentí afirmando a su pregunta, ninguna palabra salió de mi boca, aunque lo que salió después fue-Claro, ¿Por qué no?-Y una sonrisa de lado a lado se planto en mi cara. Pero no era costumbre de sentarme con gente, siempre estaba sola, miraba la taza de té un poco melancólica, soñando despierta mientras escuchaba los movimientos de la silla arrastrándose. Nunca olía mal, es mas siempre me duchaba después y antes de trabajar, era una costumbre que siempre había tenido por mí propia higiene. En un suspiro, la cafetería iba llenándose poco a poco, pero mire y deje posada toda mi atención al mesero que se había sentado frente mía...o estaba en proceso de hacerlo. Alce una ceja-¿No se sienta?-Al intentar alargar la pregunta, la acorte recordando que tenía ganas de llamarlo por su nombre, pero ni el sabia el mío ni yo el suyo-Treelia, me llamo treelia...-bebí un poco de la taza de té y después trague por mi garganta sintiendo como se deslizaba el té por mi garganta hasta mi estomago.
Relamí mis labios para atrapar el resto del té que se había quedado impregnado–Se que es un poco atrevido decir mi nombre...-me encogí por la vergüenza que me dio de repente-pero...pensé...-alce mis hombros y los baje-que al menos podría ser correcto...-Tan inocente sonaba que podrían tomarme por una niña buena con un cuerpo de mujer. Mis manos dejaron la taza de té casi terminada en su sitio y cogí un trozo de bollo que igualmente estaba delicioso-Debo decir que aquí la cocina es estupenda, no es por alardear...-sonreí con el bocado dentro-pero cuando algo esta bueno, hay que decirlo-Dije con el bocado en la garganta y de camino a mi estomago. El té había estado delicioso, al igual que el croissant, pero la conversación faltaba a esta buena tarde-¿Diriges tu el...lugar?-Dije con inocencia mientras observaba la buena decoración que había por la cafetería, los clientes que había., eran más de tres, superaban el número impar, sonreían al ser atendidos por otro chico. Este lugar me hacia estar en paz, lejos del frio de la calle, aquí dentro se respiraba un ambiente tranquilo.
Relamí mis labios para atrapar el resto del té que se había quedado impregnado–Se que es un poco atrevido decir mi nombre...-me encogí por la vergüenza que me dio de repente-pero...pensé...-alce mis hombros y los baje-que al menos podría ser correcto...-Tan inocente sonaba que podrían tomarme por una niña buena con un cuerpo de mujer. Mis manos dejaron la taza de té casi terminada en su sitio y cogí un trozo de bollo que igualmente estaba delicioso-Debo decir que aquí la cocina es estupenda, no es por alardear...-sonreí con el bocado dentro-pero cuando algo esta bueno, hay que decirlo-Dije con el bocado en la garganta y de camino a mi estomago. El té había estado delicioso, al igual que el croissant, pero la conversación faltaba a esta buena tarde-¿Diriges tu el...lugar?-Dije con inocencia mientras observaba la buena decoración que había por la cafetería, los clientes que había., eran más de tres, superaban el número impar, sonreían al ser atendidos por otro chico. Este lugar me hacia estar en paz, lejos del frio de la calle, aquí dentro se respiraba un ambiente tranquilo.
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Re: Otra noche más...[Libre]
Después de un momento y al ver su expresión tomó asiento con calma, acomodando sus brazos sobre la mesa. antes de que pudiese decir algo ella estaba hablándole y le escuchó con cuidado con aquella misma expresión con que había llegado hasta su lugar. -No se preocupe por eso. Esta bien, es lo menos que puedo decirle - Le dijo haciendo un movimiento ligero de manos en señal de negación.
Estaba bien preguntar ese tipo de cosas a su parecer. Él había sido el que había querido hacerle compañía, decir su nombre le parecía que era la forma apropiada -Mi nombre es Junno Kimura - A partir de ese instante la observó mientras probaba lo que él había preparado. Su sonrisa se tornó un tanto más cálida al ver la expresión en su rostro al estar comiendo -Me alegra que sea de su agrado, me preocupaba un poco que no fuese así-
Aunque confiaba en sus habilidades culinarias, ciertamente los gustos de cada persona influyen. Para las que solía cocinar eran personas a las que había visto antes y se le hacía de algún modo más sencillo decidir de qué manera hacer las cosas. por otro lado en la mansión, haciendo su trabajo como mayordomo, sus amos eran sin duda personas para las que no necesitaba hacer eso, eran después de todo seres de la noche y no necesitaban de sus servicios en ese sentido. Asintió ante la pregunta -De hecho, soy el propietario de este sitio - dijo como si eso fuese algo común de decir.
Tenían relativamente poco de haber abierto el lugar. Había usado la mayoría del dinero que tenía para aquello, pero debido a estar prestando su servicio a dos o tres personas de manera continua aún no le suponía un problema. Koizumi también le había ayudado hasta ahora así que la cantidad que había usado no se le había hecho algo excesivo de conseguir. Sonrió mirando sus manos de forma divertida - aunque tenemos algunos problemas por ahí, al menos parece que nos va decente por ahora -dijo con total sinceridad. Aunque realnmente sus problemas tenían un nombre, y aunque era problemático, también tenía que admitir que sin él rondando ese sitio, probablemente se habría aburrido los primeros días.
Estaba bien preguntar ese tipo de cosas a su parecer. Él había sido el que había querido hacerle compañía, decir su nombre le parecía que era la forma apropiada -Mi nombre es Junno Kimura - A partir de ese instante la observó mientras probaba lo que él había preparado. Su sonrisa se tornó un tanto más cálida al ver la expresión en su rostro al estar comiendo -Me alegra que sea de su agrado, me preocupaba un poco que no fuese así-
Aunque confiaba en sus habilidades culinarias, ciertamente los gustos de cada persona influyen. Para las que solía cocinar eran personas a las que había visto antes y se le hacía de algún modo más sencillo decidir de qué manera hacer las cosas. por otro lado en la mansión, haciendo su trabajo como mayordomo, sus amos eran sin duda personas para las que no necesitaba hacer eso, eran después de todo seres de la noche y no necesitaban de sus servicios en ese sentido. Asintió ante la pregunta -De hecho, soy el propietario de este sitio - dijo como si eso fuese algo común de decir.
Tenían relativamente poco de haber abierto el lugar. Había usado la mayoría del dinero que tenía para aquello, pero debido a estar prestando su servicio a dos o tres personas de manera continua aún no le suponía un problema. Koizumi también le había ayudado hasta ahora así que la cantidad que había usado no se le había hecho algo excesivo de conseguir. Sonrió mirando sus manos de forma divertida - aunque tenemos algunos problemas por ahí, al menos parece que nos va decente por ahora -dijo con total sinceridad. Aunque realnmente sus problemas tenían un nombre, y aunque era problemático, también tenía que admitir que sin él rondando ese sitio, probablemente se habría aburrido los primeros días.
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- Off: perdón por tardarme >_<
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
Eso no me lo esperaba, era joven aunque eso me dio bastante igual-Esos problemas, no es que me este metiendo en problemas, Monsieur, pero seguro que después de la tormenta, llega la calma-Sonreí hasta que me comí el ultimo trozo de aquel croissant que llamaba aun mi atención sobre el plato de porcelana-Hay una cosa que me quise responder, pero a su vez la respuesta estaba lejos de mis ecuaciones-sonreí meramente por el hecho de querer saber sobre una cosa-En parte, el secreto de una bollería exquisita solo existen en panaderías de gran tamaño o en rincones de muy elevada categoría-Le mire para explicarle mejor, pues parecía que estaba hablando en otro idioma diferente-Me refiero, ¿Cómo es posible que este tan rico? ¿Tiene alguna receta especial? Es que esta muy sabroso...bueno...-baje la mirada un tanto extrañada por la ceja alzada que puse-creo que me repito un poco....-Encogí mis hombros un tanto tranquila y sonreí a Junno-¿Po...Podría beber mas té? O bueno... No sé en cuanto se quedaría la cuenta, pero es que me gustaría repetir, por favor...-Cierto tonos rosados aparecían en mis mejillas, haciendo que apartase la cara de la mirada de Junno y contemplara el paisaje de París. Era bello, parecía haber visto un copo de nieve ¿En Otoño? Ah, no, era una gota de lluvia y en menos que cantase un soprano, la lluvia gris comenzó a caer sobre las calles de París.
Yo ni me traje paraguas, ni nada parecido. Era aquel momento en el que me tenía que ir. No, me quedaría hasta que amainara la lluvia y entonces decidí suspirar, mire a Junno un momento y después mire a la puerta. Ah, no era nadie interesante, así que mi atención tan solo se fijo en el pelo de Junno-Tienes...algo en el pelo-Señale con un dedo hacia su pelo, parecía tener algo que me daba mucho asco. Una pequeña araña caminaba poco a poco por encima del pelo de Junno-Junno....es...es...es...Una araña.....-aleje la silla hacia atrás un poco, no quería tocarla, no, no. Yo no.
Yo ni me traje paraguas, ni nada parecido. Era aquel momento en el que me tenía que ir. No, me quedaría hasta que amainara la lluvia y entonces decidí suspirar, mire a Junno un momento y después mire a la puerta. Ah, no era nadie interesante, así que mi atención tan solo se fijo en el pelo de Junno-Tienes...algo en el pelo-Señale con un dedo hacia su pelo, parecía tener algo que me daba mucho asco. Una pequeña araña caminaba poco a poco por encima del pelo de Junno-Junno....es...es...es...Una araña.....-aleje la silla hacia atrás un poco, no quería tocarla, no, no. Yo no.
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
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Re: Otra noche más...[Libre]
Una risa ligera y aquella expresión jovial en su rostro al escuchar su comentario acerca de lo que había preparado –No se preocupe por la cuenta que este lugar no es ninguno de primera categoría – Sobre todo aquel nombre no decía nada de eso, además si cocinaba era más por gusto, con aquel comentario se lo había ganado –No tiene nada de especial a mis ojos, pero soy yo quien los prepara, he aprendido de mi abuelo a hacer todo, desde la cocina hasta soñar en cumplir algo por muy simple que sea –Aquella expresión en su rostro era encantadora –Te lo traeré en un momento, no hay problema con eso
Aún no hacia amago de levantarse cuando escuchó lo de su cabello. ¿Una araña? Ah, por su expresión podía decir fácilmente que no le agradaban.
Probablemente no era lo mejor que podía hacer, pero con cuidado pasó su mano a donde ella señalaba y tomó al insecto entre sus manos. Era una arañita común. Él había trabajado con muchas venenosas hasta ahora. La observó solo por si acaso.
–No tenga miedo, que son totalmente inofensivas… o al menos esta lo es… Claro, que si no le agradan es otra cosa –No le gustaba matar a esos bichitos sin razón alguna. Así que se levantó y se acercó a la ventana que estaba próxima dejándole escapar. Lo que le pasara a partir de allí no era cosa suya. La cerró para evitar que el frío entrara al igual que la lluvia que había comenzado.
Le sonrió esperando no encontrarle mirándole de forma extraña como le había pasado ya con otras personas –Discúlpame un momento – Se dirigió al lavabo, mojándose el cabello antes de lavarse las manos y dirigirse a la parte posterior por lo que le había pedido.
Regresó un momento después, sentándose está vez sin pedir permiso después de poner el plato y la taza con sumo cuidado frente a ella. Su postura era un poco menos rígida ahora, aunque no cambiaba demasiado, estaba acostumbrado a mantener la espalda recta y no parecer despreocupado.
Aún no hacia amago de levantarse cuando escuchó lo de su cabello. ¿Una araña? Ah, por su expresión podía decir fácilmente que no le agradaban.
Probablemente no era lo mejor que podía hacer, pero con cuidado pasó su mano a donde ella señalaba y tomó al insecto entre sus manos. Era una arañita común. Él había trabajado con muchas venenosas hasta ahora. La observó solo por si acaso.
–No tenga miedo, que son totalmente inofensivas… o al menos esta lo es… Claro, que si no le agradan es otra cosa –No le gustaba matar a esos bichitos sin razón alguna. Así que se levantó y se acercó a la ventana que estaba próxima dejándole escapar. Lo que le pasara a partir de allí no era cosa suya. La cerró para evitar que el frío entrara al igual que la lluvia que había comenzado.
Le sonrió esperando no encontrarle mirándole de forma extraña como le había pasado ya con otras personas –Discúlpame un momento – Se dirigió al lavabo, mojándose el cabello antes de lavarse las manos y dirigirse a la parte posterior por lo que le había pedido.
Regresó un momento después, sentándose está vez sin pedir permiso después de poner el plato y la taza con sumo cuidado frente a ella. Su postura era un poco menos rígida ahora, aunque no cambiaba demasiado, estaba acostumbrado a mantener la espalda recta y no parecer despreocupado.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
Asentí en cuanto me dijo una disculpa. Después de un rato vino con el pedido de nuevo y con su cabello húmedo. ¿Habría hecho algo? No lo sabía con exactitud, pero igualmente mi hambre volvía a aparecer. Así que cogí el bollo y después bebí un poco del té que volvía a asentirlo caliente entre mis labios. Trague poco a poco y pude observarle que se recostó de alguna manera relajada. No me importo, tan solo yo sonreí-¿Está cómodo?...-Mire al bollo para después mirar a la ventana y encontrar una graciosa escena, que constaba de una niña pequeña y su hermano, haciéndose burlas entre ellos.
Después de un tiempo, una niña con una cesta de mimbre, de grandes ojos azules, cabellos dorados, parecía querer vender las cajas de cerillas que con mucho esfuerzo la gente pasaba por alto. Era como ver dejar pasar el calor de tu lado, era algo que no era agradable. Nada. La pobre criatura no parecía vender apenas ninguna caja de cerillas, andaba lentamente por las calles, tosiendo de vez en cuando, abrazándose a sí misma y en cuanto me miro, voltee la cara hacia Junno.
Menudo día. Todo estaba cambiando, ya no hacía frio y estaba bien dentro de la cafetería. Mire a Junno, no sabía que decir. Era como si un ángel pasara por delante y dejara delante un silencio a su paso-La segunda vez esta mejor que la primera vez....-Dije refiriéndome al té que nuevamente se quedo sobre la mesa-Lo siento, la araña me sorprendió, lo que no sé cómo no se dio cuenta...-reí un poco y di otro sorbo al té. Arremoline mi pelo en un desaliñado moño, para dejar mi cuello libre de cualquier caricia capilar, volví a coger el bollo y le di otro bocado.
Era curioso, como de repente, mis ganas de comer, habían disminuido progresivamente desde que con ganas de calentar mi cuerpo con una dulce taza de té, al final mis ansias se disminuyeron enseguida, como si me hubieran arrebatado la energía en tan solo un suspiro. Deje de comer, de beber, de mantener los ojos abiertos por un momento pero después los mantuve abiertos, suspire y sonreí a Junno-Perdona por no hablar mucho...-baje la mirada pero solamente se me ocurría seguir en silencio-... ¿Tienes mucho trabajo? Aquí....en la cafetería...-Dije mientras daba vueltas y más vueltas al té que había delante de mí.
Después de un tiempo, una niña con una cesta de mimbre, de grandes ojos azules, cabellos dorados, parecía querer vender las cajas de cerillas que con mucho esfuerzo la gente pasaba por alto. Era como ver dejar pasar el calor de tu lado, era algo que no era agradable. Nada. La pobre criatura no parecía vender apenas ninguna caja de cerillas, andaba lentamente por las calles, tosiendo de vez en cuando, abrazándose a sí misma y en cuanto me miro, voltee la cara hacia Junno.
Menudo día. Todo estaba cambiando, ya no hacía frio y estaba bien dentro de la cafetería. Mire a Junno, no sabía que decir. Era como si un ángel pasara por delante y dejara delante un silencio a su paso-La segunda vez esta mejor que la primera vez....-Dije refiriéndome al té que nuevamente se quedo sobre la mesa-Lo siento, la araña me sorprendió, lo que no sé cómo no se dio cuenta...-reí un poco y di otro sorbo al té. Arremoline mi pelo en un desaliñado moño, para dejar mi cuello libre de cualquier caricia capilar, volví a coger el bollo y le di otro bocado.
Era curioso, como de repente, mis ganas de comer, habían disminuido progresivamente desde que con ganas de calentar mi cuerpo con una dulce taza de té, al final mis ansias se disminuyeron enseguida, como si me hubieran arrebatado la energía en tan solo un suspiro. Deje de comer, de beber, de mantener los ojos abiertos por un momento pero después los mantuve abiertos, suspire y sonreí a Junno-Perdona por no hablar mucho...-baje la mirada pero solamente se me ocurría seguir en silencio-... ¿Tienes mucho trabajo? Aquí....en la cafetería...-Dije mientras daba vueltas y más vueltas al té que había delante de mí.
- Spoiler:
- Lamento la demora e.eU
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
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Re: Otra noche más...[Libre]
Apenas escuchar su pregunta su postura volvió a la que solía mantener. No lo hizo a propósito ni se dio cuenta de ello. Cuando ella observó por la ventana siguió su mirada y se dio cuenta de lo que veía y por un momento se quedó viendo aquella imagen que realmente le provocaba querer salir y ayudarle. SIn embargo no lo hizo por su acompañante. Además no quería simplemente hacerlo así. Normalmente ayudaba a algunos niños cuando les veía enfermos, más que nada con alguna medicina hecha con los conocimientos que su familia le había transmitido, también les proporcionaba comida, que era lo único que podía conseguri sin problemas.
Esa no era una solución permanente, pero pensaba que lo poco que pudiese hacer podía ser de ayuda. Justo ahora tendría que haber ido a preparar cualquier cosa y cuando escuchó la voz de la mujer frente a él, desvió su atención de aquello -Si has perdido el apetito, no te preocupes.. -dijo notando el cambio en su semblante y en sus movimientos.
-A veces es muy tranquilo, otras tantas, se ve realmente como una cantina haciendo honor a ese extraño nombre que lleva - Si, ya le había tocado en un par de ocasiones lidiar con gente que parecía haber salido de algún sitio que no podía imaginar y que causaban alborotos nada más llegar. Menos mal que aunque su apariencia fuesela de alguien no muy fuerte, poseía la habilidad y lo suficiente para no tener problemas con algo así.
-Además, ni siempre estoy aquí, a veces otros asuntos me reclaman y debo dejar esto a cargo de algunas personas que considero de confianza -Se recargó sobre sus manos, con los codos apoyados en la mesa con aquella sonrisa que era casi un símbolo de su personalidad y que solo una persona era capaz de borrarla de su rostro por un rato prolongado -¿Qué hay de ti? ¿Tu trabajo? ¿Es muy pesado? - Estaba consciente de que no había preguntado en qué era que ella trabajaba o lo que hacía, pero había lanzado las preguntas sólo tomando en cuenta un par de cosas.
Esa no era una solución permanente, pero pensaba que lo poco que pudiese hacer podía ser de ayuda. Justo ahora tendría que haber ido a preparar cualquier cosa y cuando escuchó la voz de la mujer frente a él, desvió su atención de aquello -Si has perdido el apetito, no te preocupes.. -dijo notando el cambio en su semblante y en sus movimientos.
-A veces es muy tranquilo, otras tantas, se ve realmente como una cantina haciendo honor a ese extraño nombre que lleva - Si, ya le había tocado en un par de ocasiones lidiar con gente que parecía haber salido de algún sitio que no podía imaginar y que causaban alborotos nada más llegar. Menos mal que aunque su apariencia fuesela de alguien no muy fuerte, poseía la habilidad y lo suficiente para no tener problemas con algo así.
-Además, ni siempre estoy aquí, a veces otros asuntos me reclaman y debo dejar esto a cargo de algunas personas que considero de confianza -Se recargó sobre sus manos, con los codos apoyados en la mesa con aquella sonrisa que era casi un símbolo de su personalidad y que solo una persona era capaz de borrarla de su rostro por un rato prolongado -¿Qué hay de ti? ¿Tu trabajo? ¿Es muy pesado? - Estaba consciente de que no había preguntado en qué era que ella trabajaba o lo que hacía, pero había lanzado las preguntas sólo tomando en cuenta un par de cosas.
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- Siento mucho la tardanza >_< perdona, se me juntaron las cosas @_@
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
Asentía tímidamente a las contestaciones que Junno me ofrecía, pero en cuanto comenzó el a hacerme preguntas, mi timidez se hizo notoria-Bueno...yo...digamos que tengo un trabajo un poco....-no podía decirle así de primeras que trabajaba en el burdel-Bueno, soy actriz en el teatro de París....-Si, sería lo mejor seguir por ese camino, recordar lo que de verdad hacia en un mundo encantado donde gemidos y sedas se arremolinaban en noches eternas con cantos de embrujos oscuros-No es para nada pesado...por ahora nos falta gente, no se a que es debido, pero posiblemente sea el frio que se haya instalado en sus cuerpos-Encogí los hombros, las enfermedades estaban a flor de piel, sino que mirasen a la niña de las cerillas que cuando, inconscientemente la vi a través de la ventana, unos holgazanes de mediana edad, estaban molestando a la pobre.
No, quería ver ¿es que nadie iba a hacer nada? No pude resistirlo, esa mirada gélida de tristeza que la pequeña llevaba en su corazón, levante mi ánimo para levantarme de la silla e ir a defender a la pequeña, pero por antes que de llegar a tocarla el pelo, ya de por sí, su mejilla rozaban las lagrimas echa un ovillo sobre el frio suelo de piedra. Oh, pobre criatura que encantada esta bajo la pobreza, que con solo una cesta llena de pocas cerillas tendría que comer-Ven a mi lado pequeña...-dije con dulzura a la que después me miraba con ojos verdes, de tonalidades apagados que solo encontraba una mera tristeza que recordaría por siempre. El frio parecía insistir en su cuerpo aun frotándola con esmero, ella lloraba perdida en un mundo de penurias que estaba inconscientemente divulgando, lejos de mis atenciones. Era débil, lo reconozco, pero el débil es fuerte a su manera, con una magia que apenas se consume si no la sacas de vez en cuando. Pero que sentía mi cuerpo. La mirada verde de aquella niña, enseguida brillo por unos instantes, hasta dejar su cuerpo inerte sobre mis brazos que terminaron por arroparla, con dulzura.
¿Por qué nadie hizo nada acerca esta niña? Ahora, mis lagrimas, el recuerdo del dolor ahora salía a flote de mis ojos, me escondía en el gorro que la niña llevaba sobre su dorado cabello, ahora sin vida, sin color-Descansa... .¡Junno!-No me di cuenta que, sin querer había salido sin el abrigo, sin lo que Junno me había ofrecido para que el frio no se instalase también en mí, pero que podía hacer-¿Qué hago Junno? Esta...-di la vuelta a la niña, las miradas curiosas de la gente se fijaban en nosotros-...Esta...Muerta Junno....-Dije afirmando que la niña, no tenia pulso, no tenia mas vida en su interior. Su luz interior, había sido endurecida por el olvido. Había desaparecido entre nosotros.
No, quería ver ¿es que nadie iba a hacer nada? No pude resistirlo, esa mirada gélida de tristeza que la pequeña llevaba en su corazón, levante mi ánimo para levantarme de la silla e ir a defender a la pequeña, pero por antes que de llegar a tocarla el pelo, ya de por sí, su mejilla rozaban las lagrimas echa un ovillo sobre el frio suelo de piedra. Oh, pobre criatura que encantada esta bajo la pobreza, que con solo una cesta llena de pocas cerillas tendría que comer-Ven a mi lado pequeña...-dije con dulzura a la que después me miraba con ojos verdes, de tonalidades apagados que solo encontraba una mera tristeza que recordaría por siempre. El frio parecía insistir en su cuerpo aun frotándola con esmero, ella lloraba perdida en un mundo de penurias que estaba inconscientemente divulgando, lejos de mis atenciones. Era débil, lo reconozco, pero el débil es fuerte a su manera, con una magia que apenas se consume si no la sacas de vez en cuando. Pero que sentía mi cuerpo. La mirada verde de aquella niña, enseguida brillo por unos instantes, hasta dejar su cuerpo inerte sobre mis brazos que terminaron por arroparla, con dulzura.
¿Por qué nadie hizo nada acerca esta niña? Ahora, mis lagrimas, el recuerdo del dolor ahora salía a flote de mis ojos, me escondía en el gorro que la niña llevaba sobre su dorado cabello, ahora sin vida, sin color-Descansa... .¡Junno!-No me di cuenta que, sin querer había salido sin el abrigo, sin lo que Junno me había ofrecido para que el frio no se instalase también en mí, pero que podía hacer-¿Qué hago Junno? Esta...-di la vuelta a la niña, las miradas curiosas de la gente se fijaban en nosotros-...Esta...Muerta Junno....-Dije afirmando que la niña, no tenia pulso, no tenia mas vida en su interior. Su luz interior, había sido endurecida por el olvido. Había desaparecido entre nosotros.
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
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Re: Otra noche más...[Libre]
Le siguió y siendo él un espectador se dio cuenta del momento en que aquella vida se escapó de aquel pequeño cuerpo que ahora yacía en los brazos de la chica. Se arrodilló y le vio quitándole el cuerpo de su brazos y viéndole de manera que intentaba tranquilizarla -Ya no hay nada que puedas hacer por ella - Se levantó, no es que fuese frío, pero le habían enseñado de aquella forma. Una vez que una persona exhalaba su último aliento ni la más diestra de sus habilidades podía traerle de regreso. Lo único que podía hacer era aceptarlo y tal vez hacer algo digno aunque fuera alguien que desconocía. No podía dejar el cuerpo allí para que simplemente le desecharan como si aquella niña fuese nada. La verdad eso le parecía algo que incluso así no debía suceder.
Hizo una seña y un momento después un hombre apareció. Él le entregó el cuerpo y le dio instrucciones para que pudiesen sepultarla como era debido. Mientras lo hacía veia a Treelia de reojo asegurándose que estuviese bien. Sabía que estaba escuchando lo que le decía al que era uno de sus subordinados. Era parte de su familia, pero entre ellos él era quien había alcanzado estar en aquella jerarquía interna lo suficientemente alto gracias a sus habilidades, por eso podía disponer de ciertas personas que actuaban ayudándole a cumplir sus órdenes. Él entre todos, era quién había sido señalado para servir directamente al vampiro al que le habían dado su lealtad.
Se acercó a Treelia una vez que el otro hombre desapareció -... No entristezcas ... - Le veía algo alterada, así que la atrajo en un abrazo en un intento de reconfortarla. No podía decirle que ella probablemente aún sin aquello habría muerto de cualquier manera. Había notado eso al verla toser cuando aún estaban en el interior de la taberna. Pero decir algo como eso no era reconfortante, lo sabía. Era por ello que lo único que se le ocurrió fue eso. Aquel simple gesto...
Él estaba acostumbrado a la presencia de la muerte, así había sido su vida desde que tenía memoria. No le afectaba como a la mayoría, se le había enseñado a aceptar las cosas cuando sucedían, por muy trágico o muy desastroso que pudiese ser, lo cual no era lo mismo que resignarse. Si hubiese tenido oportunidad habría hecho todo lo que estuviese en sus manos para evitar que alguien pereciera frente a sus ojos. Pero no todo podía estar a su alcance y esta vez había sido incapaz de hacer nada.
Hizo una seña y un momento después un hombre apareció. Él le entregó el cuerpo y le dio instrucciones para que pudiesen sepultarla como era debido. Mientras lo hacía veia a Treelia de reojo asegurándose que estuviese bien. Sabía que estaba escuchando lo que le decía al que era uno de sus subordinados. Era parte de su familia, pero entre ellos él era quien había alcanzado estar en aquella jerarquía interna lo suficientemente alto gracias a sus habilidades, por eso podía disponer de ciertas personas que actuaban ayudándole a cumplir sus órdenes. Él entre todos, era quién había sido señalado para servir directamente al vampiro al que le habían dado su lealtad.
Se acercó a Treelia una vez que el otro hombre desapareció -... No entristezcas ... - Le veía algo alterada, así que la atrajo en un abrazo en un intento de reconfortarla. No podía decirle que ella probablemente aún sin aquello habría muerto de cualquier manera. Había notado eso al verla toser cuando aún estaban en el interior de la taberna. Pero decir algo como eso no era reconfortante, lo sabía. Era por ello que lo único que se le ocurrió fue eso. Aquel simple gesto...
Él estaba acostumbrado a la presencia de la muerte, así había sido su vida desde que tenía memoria. No le afectaba como a la mayoría, se le había enseñado a aceptar las cosas cuando sucedían, por muy trágico o muy desastroso que pudiese ser, lo cual no era lo mismo que resignarse. Si hubiese tenido oportunidad habría hecho todo lo que estuviese en sus manos para evitar que alguien pereciera frente a sus ojos. Pero no todo podía estar a su alcance y esta vez había sido incapaz de hacer nada.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
Él acallo mis llantos sobre aquella niña. Se la habían llevado para darle un sepulcro digno, pero no escuche mucho de la conversación que tuvieron ambos hombres mientras decidían que hacer con el cadáver. No entristecía, pero me daba pena al no poder acariciar a aquella niña que fue abandonada y que en el último momento yo....-la deje morir Junno...-No podía haber hecho nada para evitarlo, pero de todas maneras la había dejado sola. Que injusta era la vida. ¿Así era como íbamos a acabar todos alguna vez? Dios no lo querría o si era así de egoísta pues podría dejar de creer en él, pero era a quien podría estar cuidando a mis padres fallecidos o no. Me acurruque mas, escondiendo el rostro sobre su pecho, ocultando el llanto que había estado aguantando desde que la niña cayo inerte. De pie, abrazada a Junno, mis manos le tocaban la espalda, queriendo tocar algo de la realidad mientras paraba de llorar-No sé si algún día podre estar con niños en el futuro...-Dije sin tener conciencia de mis palabras, aun estaba en shock por el corto tiempo que pase junto con la pequeña niña de cabellos de oro.
En mis manos estaba el darte otra vida, preciosa
pero el mal llego primero y te ofreció paz y silencio.
-Quiero entrar Junno...-No hizo falta que me acompañara ahora dentro de la cafetería, ya lo hice yo sola. Me senté en donde estuve desde un principio, aun estaba el té con el bollo a medio empezar, lo aparte mas y me cruce de brazos, ladee mi rostro y miraba a la gente con el gesto ceñudo, con los labios fruncidos, no sabía que palabra decir o que hacer. Tan solo me cruzaba de brazos para mirar a la gente con mal genio. Nadie hizo nada, nadie se preocupo por hacer algo. Tan solo eran unos hipócritas, bebiendo finamente y entreteniéndose con sus charlas amenas de la vida aburrida que solían llevar siempre. Bebían y comían como si nada. Estuve a punto de levantarme para lanzarme sobre una de las tazas de té en las que bebían, pero no lo hice por mera educación.
No estaba loca y aunque me diese rabia, no podía hacer nada, saldría perdiendo contra alguien tan poderoso. Quizás sería mejor alejarse de los problemas por un momento. Y bueno, hacía tiempo que no veía aquellos cabellos rubios junto con esos ojos verdes. Suspire y en cuanto supe que el ruido de la silla de enfrente resonaba contra el suelo, sonreí vagamente-Ríete de mi tontería...pero no es justo que hubiera muerto así-Sabia que Junno era el que arrastro la silla tras reconocer la piel de su bota que estaba manchada de barro-..No es justo...-mire a la ventana aguantando de nuevo las lagrimas. Tendría que hacer algo contra lo de llorar.
Llorar y llorar no es la solución, pero eso me halaga.
Sonríe y sonríe, esa es la solución.
En mis manos estaba el darte otra vida, preciosa
pero el mal llego primero y te ofreció paz y silencio.
-Quiero entrar Junno...-No hizo falta que me acompañara ahora dentro de la cafetería, ya lo hice yo sola. Me senté en donde estuve desde un principio, aun estaba el té con el bollo a medio empezar, lo aparte mas y me cruce de brazos, ladee mi rostro y miraba a la gente con el gesto ceñudo, con los labios fruncidos, no sabía que palabra decir o que hacer. Tan solo me cruzaba de brazos para mirar a la gente con mal genio. Nadie hizo nada, nadie se preocupo por hacer algo. Tan solo eran unos hipócritas, bebiendo finamente y entreteniéndose con sus charlas amenas de la vida aburrida que solían llevar siempre. Bebían y comían como si nada. Estuve a punto de levantarme para lanzarme sobre una de las tazas de té en las que bebían, pero no lo hice por mera educación.
No estaba loca y aunque me diese rabia, no podía hacer nada, saldría perdiendo contra alguien tan poderoso. Quizás sería mejor alejarse de los problemas por un momento. Y bueno, hacía tiempo que no veía aquellos cabellos rubios junto con esos ojos verdes. Suspire y en cuanto supe que el ruido de la silla de enfrente resonaba contra el suelo, sonreí vagamente-Ríete de mi tontería...pero no es justo que hubiera muerto así-Sabia que Junno era el que arrastro la silla tras reconocer la piel de su bota que estaba manchada de barro-..No es justo...-mire a la ventana aguantando de nuevo las lagrimas. Tendría que hacer algo contra lo de llorar.
Llorar y llorar no es la solución, pero eso me halaga.
Sonríe y sonríe, esa es la solución.
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
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Re: Otra noche más...[Libre]
La estrechó contra él mientras decía aquello -No la has dejado morir, ese no es el caso... y estoy seguro que esto no tiene que marcarte de esa manera. Podrás tratar con eso, porque no puedes estancarte en ello. Solo puedes avanzar – Dijo despacio y cuando se separó de él le siguió en silencio. Se quedó de pie aún cuando ella tomó asiento, era la costumbre, como si esperara una siguiente orden, pero su función de mayordomo parecía haberse esfumado desde que se había visto inmiscuido en cierta situación con otro vampiro. Incluso había olvidado sus extraños experimentos intentando exterminar a Kei o Kazu, cosa que si hubiese funcionado realmente no habría sido bueno, él mismo sabía que eso no era lo que quería, ahora tenía otro blanco en mente, pero debía ser mucho más cuidadoso, precavido y eso ocasionaba que fuese más lento. Tardó unos momentos en jalar la silla en la que había estado poco antes. Él había visto morir a mucha gente y sabía que a veces pasaban las cosas d esa manera. Alguna vez se había sentido culpable pensando que podría haber hecho más. Más tarde aprendió que no tenía sentido seguir pensando eso, que si se le presentaba una oportunidad ayudaría a los demás, no podía echar por la borda la forma en la que le habían criado, esa aparente frialdad era su forma de enfrentar con serenidad lo que se le presentaba.
Le sonrió con algo similar a la dulzura. Era imposible lo que decía -No podría reírme de algo como eso.. Esta bien lo que sientes, pero la vida no siempre es justa... Si quieres ayudar a alguien hay muchas personas, niños que necesitan un poco de ello-Se encogió de hombros -No te culpes porque no ha de servir de nada… No es justo y esta bien sentir lo que sientes... TYe parece injusto, entonces trae justicia a otros- Se lo dijo como si fuese lo más viable y lo más fácil del mundo siendo que no lo era, pero lo complicado a veces sonaba así. Observaba por la ventana con la vista perdida en algún punto cuando escuchó el tintineo casi imperceptible de una cuchara contra la losa de un plato. Se giró a ver al lugar donde escuchó pasos, era uno de subordinados que ahora atendía también el lugar. Dejó sobre la mesa aquel té mientras él le sonreía como diciéndole que le agradecía eso. Aquel sujeto era uno de los asesinos a su mando y probablemente había visto lo que había pasado. El té, más que para él, había sido llevado para ella. Tomó una taza y lo sirvió, el olor de las plantas que habían sido mezcladas le hizo sentir bien. Empujó ligeramente la taza hacia ella –Toma un poco, seguro te hará bien… - Aquella mezcla era bastante efectiva, estaba seguro que al menos su efecto tendría.
Le sonrió con algo similar a la dulzura. Era imposible lo que decía -No podría reírme de algo como eso.. Esta bien lo que sientes, pero la vida no siempre es justa... Si quieres ayudar a alguien hay muchas personas, niños que necesitan un poco de ello-Se encogió de hombros -No te culpes porque no ha de servir de nada… No es justo y esta bien sentir lo que sientes... TYe parece injusto, entonces trae justicia a otros- Se lo dijo como si fuese lo más viable y lo más fácil del mundo siendo que no lo era, pero lo complicado a veces sonaba así. Observaba por la ventana con la vista perdida en algún punto cuando escuchó el tintineo casi imperceptible de una cuchara contra la losa de un plato. Se giró a ver al lugar donde escuchó pasos, era uno de subordinados que ahora atendía también el lugar. Dejó sobre la mesa aquel té mientras él le sonreía como diciéndole que le agradecía eso. Aquel sujeto era uno de los asesinos a su mando y probablemente había visto lo que había pasado. El té, más que para él, había sido llevado para ella. Tomó una taza y lo sirvió, el olor de las plantas que habían sido mezcladas le hizo sentir bien. Empujó ligeramente la taza hacia ella –Toma un poco, seguro te hará bien… - Aquella mezcla era bastante efectiva, estaba seguro que al menos su efecto tendría.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
Está bien.
Junno me reconfortaba, era amable y en realidad, pensé en que no se me pasaría este mal estar, pero ya estaba mejor, un poco al menos. Asentí para tomar el té que me ofrecía de nuevo. Lo caté un poco y enseguida pensé que estaba mejor que la primera vez que tome un té con unos croissants para evitar que mi cuerpo muriera de frio y de hambre, pero la cuenta parecía subir deliberadamente y mi presupuesto no podría llegar, así que deje de beber té, me levante de la mesa, pero un momento. Tenía que pagar de alguna forma y me acerque a Junno-Yo esto...-me incline en una reverencia por pura necesidad de hacer una y en cuanto me incorpore para verle mi gesto se volvió avergonzado-YO YO yo yo....-repetía muchas veces las palabras-...lo-lo siento no sé cómo pagar la cuenta...ya me tome mucho té...-trague saliva, revolviendo la correa del bolso que había cogido dejándome olvidado el abrigo-...y el presupuesto que tenia no me llega...-baje el rostro pero enseguida se me ocurrió-...Puedo fregar platos...o quizás...-¿Recurriría a lo barriobajero y en un último recurso como meterme bajo sus brazos y sobre sus caderas? En realidad, no, si no tuviera otro remedio, lo haría, pero ay Dios, tenía mucho que devolver o ¿cuánto era?
Seguía de pie, mirando a Junno a ver que se me ocurría para saldar la cuenta con el té y los bollos, bueno las tres tazas de té y unos bollos de toma pan y moja. Le seguía mirando allí de pie y bueno cogí el abrigo que descansaba en la silla, un abrigo de cierto color apagado y me lo puse mal, al revés, me lo quite y se me cayó el bolso al suelo junto con el abrigo que al ponerlo del derecho, pise sin querer el bolso y en cuanto me di cuenta de ello con el abrigo medio puesto sobre mis hombros y con mi cabello suelto entremedias remetido por el abrigo, todo en una estrepitosa y mediocre representación cirquense, solo me faltaban los malabares y tragar fuego para sacarlo hacia afuera en la taberna, pero cuando tire de la correa del bolso apartando mi pie de en medio, me incorpore nuevamente de pie, con el abrigo colocado correctamente y de repente escuche un estruendo detrás de mí. Me quede quieta por unos momentos con los ojos como platos.
Pude ver de reojo, encogida en mi misma el lio que había formado cuando me incorpore de recoger el bolso. Un hombre yacía en el suelo, manchado con algo que parecía te, unos platos rotos y una chica también había sufrido mi torpeza. Volví mi mirada asustada al frente y no quería quedarme allí, los tacones que usaba, los moví hacia adelante, pero enseguida el que me miraba desde el suelo, me cogió de la mano y sentí como me impedía el movimiento. Quería irme, bueno quizás quería una disculpa, estaba muerta de miedo-Lo..Lo siento..-dije sin mirarle a la cara.
Junno me reconfortaba, era amable y en realidad, pensé en que no se me pasaría este mal estar, pero ya estaba mejor, un poco al menos. Asentí para tomar el té que me ofrecía de nuevo. Lo caté un poco y enseguida pensé que estaba mejor que la primera vez que tome un té con unos croissants para evitar que mi cuerpo muriera de frio y de hambre, pero la cuenta parecía subir deliberadamente y mi presupuesto no podría llegar, así que deje de beber té, me levante de la mesa, pero un momento. Tenía que pagar de alguna forma y me acerque a Junno-Yo esto...-me incline en una reverencia por pura necesidad de hacer una y en cuanto me incorpore para verle mi gesto se volvió avergonzado-YO YO yo yo....-repetía muchas veces las palabras-...lo-lo siento no sé cómo pagar la cuenta...ya me tome mucho té...-trague saliva, revolviendo la correa del bolso que había cogido dejándome olvidado el abrigo-...y el presupuesto que tenia no me llega...-baje el rostro pero enseguida se me ocurrió-...Puedo fregar platos...o quizás...-¿Recurriría a lo barriobajero y en un último recurso como meterme bajo sus brazos y sobre sus caderas? En realidad, no, si no tuviera otro remedio, lo haría, pero ay Dios, tenía mucho que devolver o ¿cuánto era?
Seguía de pie, mirando a Junno a ver que se me ocurría para saldar la cuenta con el té y los bollos, bueno las tres tazas de té y unos bollos de toma pan y moja. Le seguía mirando allí de pie y bueno cogí el abrigo que descansaba en la silla, un abrigo de cierto color apagado y me lo puse mal, al revés, me lo quite y se me cayó el bolso al suelo junto con el abrigo que al ponerlo del derecho, pise sin querer el bolso y en cuanto me di cuenta de ello con el abrigo medio puesto sobre mis hombros y con mi cabello suelto entremedias remetido por el abrigo, todo en una estrepitosa y mediocre representación cirquense, solo me faltaban los malabares y tragar fuego para sacarlo hacia afuera en la taberna, pero cuando tire de la correa del bolso apartando mi pie de en medio, me incorpore nuevamente de pie, con el abrigo colocado correctamente y de repente escuche un estruendo detrás de mí. Me quede quieta por unos momentos con los ojos como platos.
Pude ver de reojo, encogida en mi misma el lio que había formado cuando me incorpore de recoger el bolso. Un hombre yacía en el suelo, manchado con algo que parecía te, unos platos rotos y una chica también había sufrido mi torpeza. Volví mi mirada asustada al frente y no quería quedarme allí, los tacones que usaba, los moví hacia adelante, pero enseguida el que me miraba desde el suelo, me cogió de la mano y sentí como me impedía el movimiento. Quería irme, bueno quizás quería una disculpa, estaba muerta de miedo-Lo..Lo siento..-dije sin mirarle a la cara.
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Re: Otra noche más...[Libre]
Le había hecho gracia aquello. Para empezar ella no tenía que pagar por un té que no había pedido tal cual era el caso del que él le había ofrecido. Le observó con una sonrisa mientras ella parecía nerviosa por todo aquello. Quería contestarle, pero ante los movimeintos torpes de ella no pudo hacerlo. Cuando le vio más tranquila abrió los labios pero tampoco tuvo oportunidad. Al notar lo que se avecinaba se había puesto de pie y había avanzado inentando detener un poco el embrollo que parecía armarse. Pero no fue capaz de hacerlo. El estruendo de la losa sobre el suelo le hizo cerrar un ojo solo viendo al otro par de clientes. Le puso una mano en el hombro a la chica como diciéndole que no debía preocuparse.
Habló por unos minutos con el hombre después de ayudarle a ponerse de pie intentando solucionar todo aquello pacíficamente. Así era su costumbre, buscó un trato viable para la chica también, siendo que el también era indirectamente responsable por aquello. Ante la mala cara del sujeto tuvo que usa todo su poder de convencimiento hasta que notó que parecía tranquilizarse. Fue hasta entonces que volvió para dirigirse a ella -Escucha, no te preocupes por el dinero ¿esta bien? Puedes pagarme solo lo que has pedido inicialmente, lo demás corre por mi cuenta... No te preocupes, sol prométeme que volverás en alguna ocasión... Eso para mí es suficiente - Le había tomado sutilmente del brazo, para que le siguiera alejándole de donde estaban; con una sola mirada la orden para el chico que había llevado el té fue dada, él se encargaría de limpiar mientras el se dirigía tras la barra para preparar unas bebidas. Le dejó del otro lado. Se podía dar ese lujo por una simple razón -Solo no le digas a nadie que te he dado un trato especial o estaré en problemas - dijo sonriente, moviendo sus manos con destreza y sirviendo el licor rápidamente para completar el pedido que estaba en aquella nota sobre la mesa. No tardó mucho en que alguien fuera por ello. Se dirigió a Treelia. Aquel lugarera una fachada. Le había costado todo su dinero, pero perder un poco en ese lado estaba bien si podía obtener algo tal vez un poco más valioso que eso. Además Kaine le hacía perder dinero en cada visita que le hacía y el monto simplemente no se comparaba en absoluto, tampoco los destrozos. Y aquel licano si que no había pagado un centavo -Acepta esto sin decirme que no puedes hacerlo de esta manera ¿Esta bien?- Le hablo con un oco de familiaridad. No quería presionarle, pero le parecía innecesario que se preocupase demasiado.
Habló por unos minutos con el hombre después de ayudarle a ponerse de pie intentando solucionar todo aquello pacíficamente. Así era su costumbre, buscó un trato viable para la chica también, siendo que el también era indirectamente responsable por aquello. Ante la mala cara del sujeto tuvo que usa todo su poder de convencimiento hasta que notó que parecía tranquilizarse. Fue hasta entonces que volvió para dirigirse a ella -Escucha, no te preocupes por el dinero ¿esta bien? Puedes pagarme solo lo que has pedido inicialmente, lo demás corre por mi cuenta... No te preocupes, sol prométeme que volverás en alguna ocasión... Eso para mí es suficiente - Le había tomado sutilmente del brazo, para que le siguiera alejándole de donde estaban; con una sola mirada la orden para el chico que había llevado el té fue dada, él se encargaría de limpiar mientras el se dirigía tras la barra para preparar unas bebidas. Le dejó del otro lado. Se podía dar ese lujo por una simple razón -Solo no le digas a nadie que te he dado un trato especial o estaré en problemas - dijo sonriente, moviendo sus manos con destreza y sirviendo el licor rápidamente para completar el pedido que estaba en aquella nota sobre la mesa. No tardó mucho en que alguien fuera por ello. Se dirigió a Treelia. Aquel lugarera una fachada. Le había costado todo su dinero, pero perder un poco en ese lado estaba bien si podía obtener algo tal vez un poco más valioso que eso. Además Kaine le hacía perder dinero en cada visita que le hacía y el monto simplemente no se comparaba en absoluto, tampoco los destrozos. Y aquel licano si que no había pagado un centavo -Acepta esto sin decirme que no puedes hacerlo de esta manera ¿Esta bien?- Le hablo con un oco de familiaridad. No quería presionarle, pero le parecía innecesario que se preocupase demasiado.
Junno Kimura- Hechicero Clase Media
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Re: Otra noche más...[Libre]
No le miraba a la cara y tan solo asentía a lo que me decía. Entonces le mire a los ojos y le mostré una de mis tímidas sonrisas-Gracias....-No dije nada mas pues no sabía que decir la verdad, mirase a donde mirase, estaba rodeada de miradas asesinas, le mire entonces a los ojos-Vendré otro día...supongo....-mire a otro lado y después a otro mirando un poco nerviosa el lugar, no supe que ya había parado de nevar y entonces suspire de alivio. Volví a mirarle a los ojos, esta vez con un poco de más confianza en mí misma. El ambiente de la taberna parecía haberse calmado un poco. Puse una mano en el hombro de la persona que hasta ahora había sido alguien amable conmigo y bueno, me había ofrecido un buen té-Si quieres, puedes venir al teatro...soy...-encogí los hombros-...una actriz allí...-Sonreí de lado a lado y entonces hice una reverencia a Junno antes de irme.
¿Qué fue eso? Parpadee un momento, no sabía que pasaba-¿Dijiste algo Junno?-Le pregunte pues una voz en mi cabeza había resonado de repente. No supe de donde vino, le miraba con cierta curiosidad y en cuanto me acerque un poco para verle si tenía las pupilas dilatadas, enseguida me eche hacia atrás para ver que no hacía falta acercarse tanto-Bueno...Hasta otra Junno...-le di unos toques suaves en el hombro con cierta gracia y para cuando me colgaba el bolso en el hombro un leve dolor de cabeza aparecía dentro de mi cabeza, haciendo que perdiera el equilibrio un poco, me tambalee un poco de pie, me agarre donde pude, la tela de la camisa que llevaba Junno, después aire, nada en el aire-Aaayy!!-Solté por pura inercia a que podría caerme en el suelo.
¿Quién era una deshonra? Yo era hija única. Mi cabeza entonces ya me ayudo a caer al suelo, con un palpitar en la cabeza temblaba, notaba mi cuerpo temblar. ¿Era mi día? ¿Era el día de mi muerte? Era joven, pero ¿Iría con aquella chica la cual murió de frio? No lose, pero lo que si supe es que era hija única. ¿De dónde provino esa voz chillona?
Esa voz estaban acaso en mi cabeza y ahora mi cabeza parecía que iba a explotar, mis manos la sujetaron intentando que no explotase, pero aquello tan solo hizo que intentara forzar la vista, que se me nublara y que un montón de sombras negras me rodeasen por todos lados, no veía nada, las luces se apagaban, la luz de las velas apenas las veía ¿Qué me pasaba? Oscuridad. Solo aquello vi. Creí tener los ojos abiertos pero solamente no sabía lo que pudiera ver. Solo oía o apenas con el paso de los segundos....todo se volvió en silencio.
“Claro, no le digas, ¡Eh! Vente al burdel y te hago un 2x1 y una lamida gratis que jamás has sentido sobre tu minúsculo miembro. Tampoco le digas, eh, vente al burdel que así te pago los destrozos que hice aquella vez estando en tu apestosa taberna”
¿Qué fue eso? Parpadee un momento, no sabía que pasaba-¿Dijiste algo Junno?-Le pregunte pues una voz en mi cabeza había resonado de repente. No supe de donde vino, le miraba con cierta curiosidad y en cuanto me acerque un poco para verle si tenía las pupilas dilatadas, enseguida me eche hacia atrás para ver que no hacía falta acercarse tanto-Bueno...Hasta otra Junno...-le di unos toques suaves en el hombro con cierta gracia y para cuando me colgaba el bolso en el hombro un leve dolor de cabeza aparecía dentro de mi cabeza, haciendo que perdiera el equilibrio un poco, me tambalee un poco de pie, me agarre donde pude, la tela de la camisa que llevaba Junno, después aire, nada en el aire-Aaayy!!-Solté por pura inercia a que podría caerme en el suelo.
“TORPE TORPE TORPE” “LA QUINTA HIJA DE LAS QUINTILLIZAS DEL ESTE” “UNA DESHONRA”
¿Quién era una deshonra? Yo era hija única. Mi cabeza entonces ya me ayudo a caer al suelo, con un palpitar en la cabeza temblaba, notaba mi cuerpo temblar. ¿Era mi día? ¿Era el día de mi muerte? Era joven, pero ¿Iría con aquella chica la cual murió de frio? No lose, pero lo que si supe es que era hija única. ¿De dónde provino esa voz chillona?
UNA FURCIA ES Y LO SERÁ LA HIJA DEL ESTE
Esa voz estaban acaso en mi cabeza y ahora mi cabeza parecía que iba a explotar, mis manos la sujetaron intentando que no explotase, pero aquello tan solo hizo que intentara forzar la vista, que se me nublara y que un montón de sombras negras me rodeasen por todos lados, no veía nada, las luces se apagaban, la luz de las velas apenas las veía ¿Qué me pasaba? Oscuridad. Solo aquello vi. Creí tener los ojos abiertos pero solamente no sabía lo que pudiera ver. Solo oía o apenas con el paso de los segundos....todo se volvió en silencio.
Treelia Floretti Brüner- Mensajes : 68
Fecha de inscripción : 07/09/2011
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