Dust - (libre) -

por Circe* Miér Abr 12, 2017 9:06 pm

Nadie la iba a ayudar en recuperar a su hija pequeña que la misma estaría ya desconociendo de su madre, la misma niña lo mismo ya no se acuerda de ella, por lo que quería asegurarse de que su hija estaba todavía recordándola como era, como ambas eran cuando su esposo vivía. Circe estaba en mente de todos, quería dar algo beneficioso para el clan en el que estaba ya que había sido una moneda de cambio para sus padres y su supervivencia para después saber lo que les había pasado en realidad. Ahora en realidad seguía teniendo la mente en su hija, pero las cosas esa noche habían salido realmente raras desde que se convirtió en lo que actualmente era.

Ese día había comenzado extraño en el clan. Se había despertado como siempre, dado su baño nocturno como acostumbraba siempre y hasta que esperaba la necesidad de desayunar del cuello de alguien, leía libros enteros que se los terminaba en media hora porque ahora que tenía sentidos agudizados, podría leer de manera más eficiente, daba igual el tipo de información o de género de libro que por sus manos pasase.

En cambio, cuando le tocaba reunirse con algunos del Clan que todavía estaban enseñándola a comportarse como tenía que comportarse, aquellas personas no estaban cuando fue a presentarse en el interior de una de las salas de estar principales, por lo que cuando bebía una infusión de uso especial, ella escucho un sonido hueco proviniendo del interior de una de las paredes, algo hizo detenerse en su acción de beber, dejó la taza sobre el plato de cerámica e inmediatamente quiso salir de la sala, pero no, no lo estaba consiguiendo, parecía como si le hubieran dejado atrapada en el interior de aquella sala de estar

¿pero cuál era el motivo?

¿Un broma? Circe estaba comenzando a sentirse mal. Según ella misma, no había hecho ningún mal, no había hecho nada que hasta el momento perjudicara la odiosa reputación del clan que ya de por si tenía. Circe sabía perfectamente que no tenía nada que perder a excepto de una hija Dios sabe dónde y de la que no iba a saber demasiado si no averiguaba del porque la habían dejado encerrada en aquella sala de estar, a solas, por lo que lo interpreto como una prueba….

- ¡MADRE! – dijo una voz conocida para ella. Su muerto corazón parecía haber vuelto a la vida por un segundo, podría estar escuchando cosas sin sentido, pero reviso cada rincón de la sala y solamente, acabo con la conclusión de que estaban jugando con ella, de que su hija no la había llamado y de que nada ni nadie había hecho ningún tipo de sonido que le hiciera pensar de manera diferente.

- ¿Dónde estás…? – pregunto Circe para sí misma, suspirando como una madre que quiere un milagro en lo que lleva de su muerta vida.

por **Harley Quinn** Lun Abr 17, 2017 6:38 pm

Calma tranquila y apacible
se vuelve como un tornado destructivo
con la ira de emociones desbocadas.
Todo termina en nada en cuestión de segundo,
pero, a la vez, termina en algo
que es tan hermoso que solo unos pocos ojos pueden apreciarlo.

Momentos de tranquilidad que se envuelven entre la locura y demencia de unos pasos como bailarina que van dando saltos y pisadas como si de una danza de teatro se tratase, de puntillas caminando despacito y con gracia lentamente hasta llegar al centro de la bella ciudad parisina.

Un escaparate con unas muñecas de trapo y porcelana tan bellas que le hacía falta en su colección. Entró lo más rápido gracias a que la vendedora estaba sola. Al salir tenía dos muñecas nuevas y un aperitivo tan tibio como doloroso para el cuerpo de la mujer que comenzó a arder mientras ella caminaba con sus nuevas adquisiciones ante la mirada de todos que trataban de ayudar a aquella vendedora pero era tarde ella ya estaba en otro lugar.

Entre el barullo un hombre alto tan alto como un árbol la tomó del brazo, una pelea entre dos seres surgió más cuando este destrozó su muñeca de trapo recién “comprada” la furia se desató en aquella rubia que sacó un arma, un cuchillo lanzándolo al hombre para acercarse con rapidez y su pie impactar la cara de ese tipo. Ambos peleaban hasta que otro apareció dando un silbido fuerte como agudo que los detuvo a los dos.

—Llevala allá, y mantenla entretenida y quieta—

—¿Hey a donde me llevan si le hacen algo malo a mi niña los voy a decabezar y no será nada bonito ni agradable?—

El grandulón empuja el cuerpo de la rubia mientras el otro sostiene sus preciadas muñecas amenazándola con eso e mantenerse en silencio y cooperar.

Al llegar ver un salón muy acomodado en donde le piden que diga “Madre varias veces desde esa habitación. Parada de cabeza con sus piernas delineadas hacia arriba perfectamente comienza a decir esa palabra con un toque de inocencia. Hasta que una voz contesta.

—Alado, no, al frente o quizás atrás ¿Me ayudas, madre?—

Piensa que es otra más de esos juegos como en el hospital mental dondel os juega con los pacientes cuya cordura los han abandonado.

chu *3*

por Circe* Vie Mayo 12, 2017 8:58 pm

La oscuridad a veces nos hace pasar un mal rato, nos hace sentirnos que no tenemos esperanza ni siquiera tenemos la oportunidad de devolvernos a nosotros mismos la sonrisa que teníamos hace tiempo, hace cuando los tiempos no eran tan difíciles, cuando los días no se veían rodeados de corrupción o ni siquiera de golpes de autoestima, ni siquiera demostrar la necesidad de un golpe de suerte porque la oscuridad no te deja pensar otra cosa más que estás completamente a solas en este mundo oscuro, lleno de sombras, de agujeros negros de los que profundamente estás atrapado, sin poder dar vuelta atrás.

Circe levanto la mirada.

Descubrió que había más personas dentro de aquella sala, pero solamente vio a una joven pálida y rubia que decía “madre” No podía ver el aura ni nada parecido, pero por sus gestos podría deducir que estaba completamente loca, cuerda desde luego no – Creo que te han engañado – Diciendo eso, Circe siguió con lo que era su Té o infusión especial, algo que tenía terminantemente prohibido dejarse sin acabar, si no se lo bebía no saldría de aquella sala nunca.

Que locura, era un vampiro. Era de noche. Había pasado poco tiempo desde su transformación pero apenas recordaba cómo era ver el cielo azul o cuando estaba nublado, el olor a lluvia o el ambiente a húmedo con el cielo encapotado de nubes que prácticamente le encantaba ver ese tipo de clima en el exterior de una ventana. No ahora que se las pasaba oculta de la luz solar más que nada porque no podía hacer otra cosa.

- ¿Quieres un poco de esta infusión? Seguro que es de tu agrado ya que es…un tanto especial – Dijo Circe mientras se sentaba en uno de los sillones de terciopelo borgoña, adornado con tachuelas de cobre dorado y emblemas en forma de flor de lys. Las cortinas doradas y azules contrastaban bastante, la escasez de libros en la sala destacaba que no era una sala de lectura precisamente, parece que dejaban a los malos aquí para que pensaran en sus actos hasta que recapacitasen pero no, parecía que no la sacarían pronto de ahí.

por **Harley Quinn** Miér Mayo 17, 2017 7:33 pm

Manos que dan los pasos más errados hasta que el cuerpo tambalea en el aire desplomándose para que los pies toquen el suelo y su cuerpo retome a la postura habitual de la normalidad; sus coletas danzan a medida que las puntas de sus pies se mecen como si de un baile oscuro se tratara acercándose a la mujer quedando al final como la obra más teatralizada y dramática donde la actriz cae al suelo sumida en una tristeza, así cae ella directo a los pies de la dama aferrándose con esos dedos fríos de la muerte y una sonrisa como de una muñeca de porcelana en aquel suave rostro hasta tornarse una triste mueca fingida estallando en una carcajada con las mejillas frotándose contra las piernas de la mujer.

El silencio entre las dos se instauró completamente y sus manos tomaron la bebida apenas y acariciando sobre sus rojos labios de la muerte y sangre hasta que lo arrojó al suelo tomando con más fuerza aquellas piernas

—¡Vas a matarme madre! Serás capaz de aniquilar a tu propia hija—

Alzo la mirada con el deseo de un llanto teatralizado que estalla en risas.

—Ayúdame madre, ayúdame mamá, no me dejes morir en estas manos—

Petición desgarradora con el sonido de unos llantos que se oyen por toda la sala así como un grito desgarrador que deja salir al ser la rubia arrastrada por alguien inexistente, gracias a su habilidad puede moverse ella sola, arrastrarse por el suelo suplicando que no la alejen de la madre que sus ojos ve, de aquella mujer a la extiende la mano pidiendo ayuda como si realmente fuera su madre.

—Madre…madre…madreeeee—

Grita hasta quedar contra la pared rezagada acunada en una posición fetal donde murmura palabra sin sentido que no tienen coherencia ni forma.

chu *3*

por Circe* Lun Jun 12, 2017 6:04 pm

Lo máximo que Circe pudo hacer fue reaccionar con una ceja arqueada sobre su perfecto rostro de porcelana, intentando a su vez procesar lo que había presenciado de aquella muchacha pero lo único que hizo fue seguir bebiendo poco a poco su “té rojo” de infusiones en otra taza que había al lado de la tetera que sorprendentemente aun guardaba su temperatura ambiental. Circe no tenía tiempo para preocuparse de una desquiciada loca sin sentido común, pero sí que tenía tiempo para poder pensar en cómo estaría su hija allá donde estuviera. Esperaba que estuviera bien y protegida con la garantía de que ella misma seguía haciendo lo que les pedía el Clan en el que estaba encerrada prácticamente como una prisionera.

La noche ya era de por sí una tortura de ver aunque la luna brillase en lo alto de la estratosfera hermosa y reluciente, Circe quería oler el aire de la calle, escuchar los animales, estar un rato en el lago para que sus pies pudieran tocar el agua fría que ya no sentirá porque está completamente muerta y fría. Sin embargo todo queda a manos del destino y de los que la tenían prisionera con la loca rubia que estaba todavía balbuceando en el rincón de la habitación.

En realidad Circe estaba aburriéndose de sobremanera que entonces pensó en algo para poder hacer con la rubia. Iba a ser descabellado.

- Tú –Dijo con severidad a la figura balbuceante que estaba en el rincón de la sala - ¿Quieres jugar a un juego? – Dijo a modo de pregunta, acercándose poco a poco, con cautela de no sobresaltarla y lo primero que hizo fue con una mano acariciar la cabeza de la muchacha con cariño, siguiendo por sus coletas que después la tomo del mentón y alzándoselo un poco le robo un tierno beso de sus labios para poder sonreírle después – Se llama el juego, a mandar –Sonrió – El juego trata de que quien pone las reglas dicta al otro, y si no cumples lo que se te manda, algo de plata tocara tu piel – Seguía con la sonrisa puesta, pero quería ver hasta donde llegaba su acompañante, Circe se fue alejando lentamente hasta que volvió a sentarse en el sofá del principio.

-¿Juegas?

por **Harley Quinn** Sáb Jun 17, 2017 10:48 pm

Alejada y casi en una dramática postura de muerte agónica es que termina en ese momento hasta que entre su locura y cordura a quien ha llamado como una progenitora se acercó a ella, sus labios esbozaron una sonrisa muy natural como bonita, una sonrisa de quien podría ser una niña pequeña y por la forma en cómo se mueve y se sienta en el suelo así como sus manos que tratan de aferrarse a su “madre” se ve realmente como una niña pequeña. El beso la ha animado más y más que ríe, muestra esa hilera de dientes y colmillos dispuesta a aceptar ciegamente y caer en la locura pero es un engaño, ella no está loca es más cuerda e inteligente de lo que se pueda esperar. Sus manos aplauden con un ritmo frenético al correr hasta donde se ha sentado la otra mujer, sus dedos acarician los cabellos de la mujer dejando una melodía cantada entre las dos, pega la cabeza de la mujer contra su cuerpo meciéndola un poco, arrodillada junto a la vampira aquella loca rubia solo sonríe y como respuesta al beso lo devuelve pero en la frente, su mirada cambia sin que nadie lo note así como su sonrisa que termina en algo un poco chillón y macabra

—Yo te ayudaré, madre, a salir de aquí—

Se separó de ella dando piruetas por toda la sala hasta quedar con sus manos contra la pared y sus pies igual pero ella parada de cabeza. Viendo a la mujer

—Acepto jugar pero ¿Por qué solo debe ser una? Porque no hacemos lo siguiente mami, yo te ordeno una vez tu dos y así nos pasamos por turnos ¿te parece? Así será más divertido el juego entre madre e hija—

Se mantiene en una mano parada de cabeza y la otra señala a la vampira sonriéndolo y jugando como si fuera un arma.

—Sospecho que esta noche morirán muchos—

Murmuró así como el sonido de sus labios al decir BAM.

chu *3*

por Circe* Miér Jul 12, 2017 7:07 pm

Circe volvía a peinarse tras haber sido removida de tal manera por la fuerza de aquella vampira que le había prácticamente devuelto el beso en la frente, pero era jodidamente molesta y estaba comenzando a cansarse.

- Mira, no quiero jugar. Tan solo quisiera salir de este maldito antro, no soporto esta bebida de pacotilla y sin embargo sigo encerrada en esta prisión de Clan. ¿Por cierto tu qué haces aquí? ¿Qué es lo que quieren de ti esta panda de desagradecidos? – El mal lenguaje que salió de repente de sus labios hizo que se escandalizase. Se quedó en el sitio en el que estaba, poniendo las manos sobre su frente pensando en lo que había dicho. Si le quedaran lágrimas las demarraría sin descanso hasta quedarse seca por completo.

Odiaba a sus padres allá donde estuvieran. Menudo pacto, teniendo que obligarla a esto desde antes de su nacimiento, desconociendo la razón verdadera que causo la creación de su esclavitud en este condenado Clan de chupasangres. Su mirada entonces se alzó para observar a la muchacha que parecía imitar un disparo hacia su dirección - poco te sirve encanto – dijo con pesadez, dirigiéndose hacia lo que parecía el balcón aunque no hubiera demasiado, ella igualmente se asomó, viendo el paisaje nocturno, hasta que tras escuchar un click, hizo que su mirada girase y entonces viera las puertas abrirse de par en par, viendo como enseguida entraban dos, tres, cuatro personas en el interior de la sala.

Circe se quedó en donde estaba.

No tenía interés ninguno de tener noticias o de hablar con cualquiera de los presentes que habían entrado en la sala.

- Circe, aún no te has bebido tu taza de licor

- No quiero tomar más – su voz era pausada, ausente al igual que su contacto visual con el resto de los que habían llegado a la sala – No sé cómo podéis tomar este licor tan a gusto – Circe ahora hacia contacto visual aleatoriamente con uno de las cuatro personas.

- ¿Has visto las ventanas? Estas ventanas no tienen cortinas y podemos dejarte encerrada aquí si lo prefieres hasta que el sol suba y suba hasta cubrir por encima este armario y no poder cubrirte del sol….- No pudo terminar de hablar ya que enseguida vieron todos como Circe tomaba lo que quedaba de sangre de la taza y se lo metía dentro de su boca, pero lo mantuvo sin tragar, fue sujeta por dos vampiros a ambos lados y el que hablo antes le tapó la boca, haciendo así que finalmente esta se lo tragara de mala gana. El que quedaba libre y estaba quieto se quedó observando el cuerpo de la otra vampira que estaba en la sala, de manera lasciva se lamia los labios, veía la atractiva palidez de la mujer rubia pero quien parecía líder lo llamó haciendo que se alejara de la vampira de cabellos blancos.

por **Harley Quinn** Lun Jul 17, 2017 7:43 pm

¿Pero que era ese rin tin tin tin?

¿NO?

¿NO QUERIA JUGAR CON ELLA?

- ¡Entonces mamá! ¿¡Porque me has mentido?! ¿Por qué NO ME QUIEREES!?

La inanidad afectaba a los más cuerdos, no, más era una máscara con la que estaba disfrazada, solo estaba jugando al escondite a ver quién era quien, o simplemente gozando de la confusión del momento, observándola con detenimiento, ladeando su cabeza dispuesta a soltar las risas macabras de una danza junto al fuego, pero entraban más personas para poder jugar. Ella jugaría con ella, con aquellos que la miraban atentamente, ella sonríe cual desquiciada

- ¡AAGH! ¡Callados todos!

Gritaba a nadie

– Perdonaaad, son las voces, no me dejaaaan en paaaaaz ¡MADRE! ¡HAZ QUE SE VAYAN! JAJAJAJAJAJ, madre, haz que se vayan y yo te ayudaré a salir de aquí ¿Si?

Los hombres que estaban reunidos en aquel lugar ¿A que esperaban? Pero no iban a por la pobre desquiciada con voces imaginarias en su pérdida mente de locos a excepto de un hombre que la estaba viendo de arriba abajo con una lascivia que a la dueña de la locura apenas le importaba. A lo mejor estaban ambos compartiendo imágenes diferentes y ella estaba disfrutando de su propia imagen. Un hombre, que deposita su mirada en una posición equivocada podría perder ciertas partes de su anatomía, pero ¿la castigarían?

- Los Sueños son gratis, ¿no?

La risa inundaba aquella sala, la rubia desquiciada observaba la escena, de cómo agarraban a su madre por los brazos ¿Qué podía ella hacer? Posiblemente nada, estaba acurrucada en una esquina, comenzando a gritar de sobremanera que un par de los de la sala la observaron, luego se le unieron los suficientes para que ella estuviera completamente rodeada, ella reía, tenía nuevos amigos para poder jugar al escondite que tenía pensado, agarro a un par de los brazos, los sujetaba con su denominada fuerza, de sobremanera que no los dejaba irse de su lado.

- ¡SIII! ¡TENGO AMIGOS PARA JUGAR!

La felicidad de la muchacha desquiciada era inmensa pues además de tenerlos sujetos todo el rato y no dejarlos escapar, pudo ver como su madre se escapaba de aquella habitación, estaba ahora sola, los soltó uno a uno, vio como todos se fueron detrás de la que se escapó y ella, ahí, sola, desquiciada y con una profunda risa que enseguida exploto en la soledad de aquella sala .

- ¡SIiiiiii! ¡¡Te he ayudado a escapaaaar madreeee!!

Daba palma contra palma para finalmente terminar dando fuertes aplausos para ella sola, como si estuviera en un teatro imaginario, como si desde en algún rincón del planeta hubiera alguna función y ella fuera la que mayor disfrute estaba teniendo.

- ¡BRAVOOO! ¡BRAVOO!

chu *3*

por Circe* Sáb Ago 12, 2017 6:18 pm

Circe escapo por los pelos de aquella panda de ineptos. Escapo de las garras de personas que seguían su propia religión, que no tenían Dios alguno pero sin embargo asi estaban felices. Su familia la había dado a cambio de algo, no sabía el que por ello estaba como estaba. Circe espero hasta el momento adecuado para escapar y cuando pudo atravesar el pase de escaleras hacia la entrada, fue directamente a abrir de par en par las puertas, pero enseguida hombres que venían directamente hacia la mansión hizo que Circe buscase otra salida en la que de un momento a otro, su plan suicida y desesperado de poder huir de aquel lugar hicieron que no calculase o que se olvidara del detalle de que todos los vampiros están conectados psíquicamente a su creador y estos pueden decirles de todo en la cabeza.

Circe acabo enseguida atrincherada en aquel lugar. No había ninguna salida y en nada seguramente saldría el sol por lo que tendría que dejarlo para otra noche. Fue en ese momento cuando llego todo divertido aquel que la había chantajeado. No se dio la vuelta en el sitio, no quería enfrentarse cara a cara aquel al que prácticamente había traicionado o similares – Quiero irme….por favor…

- No quiero que te vayas Circe. Eres heredera de un grandioso linaje y no porque seas de nuestra sangre porque tienes el porte. Te necesitamos para cambiar el mundo a uno mejor. Pero no huyas mujer….no querrás que algo le pase a tu hija. Está creciendo favorablemente y ahora ha sido adoptada por una pareja magnifica pero harta de que recuerde a su madre continuamente.

- ¿Dónde está? ¿Qué hace? Vamos tienes que decirme algo – Se dio la vuelta, a la porra su orgullo. Había tocado la fibra sensible de Circe ese vampiro, su hija, que sería de ella ¿Cómo? ¿Qué había sido adoptada por otras personas? Ósea no. No podía ser eso verdad, se volvería completamente loca por esa noticia…aunque viéndole su aura, esta veía que no era mentira lo que estaba comentando.

- Qué pena que no te lo pueda contar – Diciendo aquello aquel vampiro hizo que Circe, involuntariamente se reclinase sobre el suelo de aquel espacio abierto. La escalinata a un lado y Circe nuevamente arrodillándose contra su voluntad frente a un hombre que lo odiaba profundamente.

Quería saber donde estaba aquella muchacha de cabellos platinos y mirada perdida. Era un buen entretenimiento y podría haberse dado cuenta de que la joven la había ayudado a escapar.

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