Elaine de Montreil

por **Elaine Landvik** Vie Mayo 12, 2017 9:36 am

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Elaine de Montreil.

▲EDAD▲

17 reales, 20 aparentes.

▲ESPECIE▲

Licántropa

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase alta, pertenece a una manada de la realeza, pero ella no tiene títulos.

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

heterosexual.

▲LUGAR DE ORIGEN▲

París.

▲HABILIDADES/PODERES▲

► HABILIDADES Y ATRIBUTOS INNATOS:
→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.
→ Atributos: Garras afiladas, dentadura afiliada, rasgos lobunos (en su forma transformada) y longevidad.
► PODERES INNATOS:
→ Transformación
→ Sanación acelerada
→ Percepción del aura

► PODERES A ELEGIR:
→ Fortaleza: Capacidad de resistencia extrema al dolor físico.
→ Telepatía y comunicación con los animales: Habilidad para comunicarse con otros licántropos por medio de la mente (cuando están transformados) y con otros animales que no sean parte de su raza (incluidos los cambiantes). Funciona únicamente a cortas distancias.
→ Ojo superior: Habilidad para tener visión aún con los ojos cerrados o en la oscuridad. El licántropo posee naturalmente una visión más aguda, pero no se compara con esta habilidad que se puede igualar a la visión de un halcón.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Elaine siempre fue una niña muy enferma, siempre al borde del colapso pulmonar. Su madre nació en el seno de la nobleza pero las cosas se torcieron y se arruinaron, así que tuvo que dedicarse a servir en las casas de los nobles. Se enamoró del heredero de una de esas casas, pero él finalmente eligió conservar sus títulos y fortunas. Brianna se marchó de allí sin saber que estaba embarazada de Elaine. Sufrieron muchas penurias, pobreza y escasez, con lo cual Elaine siempre fue una niña más madura de lo que cabría esperar. Llevaba mirando cara a cara al dolor y la muerte desde bien temprana edad. Es sensata, valiente, serena. Está muy bien educada y es muy sensible con aquellos que sufren o pasan por un aprieto porque entiende lo que se siente. No le gustan las mentiras, siempre ha sido sincera aunque a veces eso le haya acarreado inconvenientes. Derivado de las largas estancias en la cama, enferma, leyendo o dibujando, tiene una imaginación portentosa y le encanta dibujar, pintar, escribir y realizar todo tipo de labores de hilo, creativas o manualidades. Como de pequeña no podía correr y saltar y meterse en el rio, ahora que puede hacerlo sin peligro de morir de fiebres, aprovecha cada oportunidad para correr en libertad o embarcarse en alguna aventura.

HISTORIA

Otro día se va bajo el gélido viento
No hay abrigo que cubra ese hielo mortal
El dolor no tiene voz
Nadie escucha al niño que llora
Y el invierno se acerca veloz
Duro puñal
¡Va llegando tu hora!

Otro día se va y otro día te espera
Esa luz en el alba es un rayo de sol
Una grieta en la pared
Ese trueno que anuncia tormenta
Esta tierra tiene sed
Porque nuestra miseria no cuenta
¡Sólo queda implorar piedad!
Otro día se va.

Querido diario,

Hoy no sé por qué me apetece escribir la historia de mi vida. Todo comenzó cuando abrí los ojos, mi madre dice que lloré a pleno pulmón, que lloré tanto porque sabía que luego no podría hacerlo. Ella se echa las culpas de que yo fuera enfermiza, dice que como tenía que trabajar muchas horas y estaba tan cansada, su leche no me protegía y por eso cogí la infección que casi me mata tantas veces. Ya le he dicho en infinidad de ocasiones que eso es una tontería, que también les pasa a los bebés criados entre algodones, pero ella es tan responsable...

Recuerdo el pequeño apartamento del barrio latino donde vivíamos mi madre, mi abuela y yo, las tres en una habitación que tenía una pequeña cocina y una ventana que daba a la calle. Fueron tantas noches con dolor en el pecho, con la sensación de estar agonizando, con las caras de preocupación de ellas... que a veces no sé si ese recuerdo es bueno o no. Pero también recuerdo que mi abuela, que apenas hablaba, conmigo sí lo hacía y me ensñaba a bordar y a leer y a sentarme recta como una señorita. Eso sí, nunca cantaba y mi madre tampoco. Supongo que la pena las tenía sumidas en la tristeza, y en el agotamiento de los pobres.

Cuando giro la vista atrás recuerdo con cariño al señor Eferon que le sacaba una sonrisa a mi madre. Aunque ella se hiciera la dormida, yo siempre sabía que estaba llorando, o que sonreía para sí misma. Recuerdo Venecia, casi como si fuera ayer. Me impresionó su belleza, sus canales con las góndolas y esa niebla que levantaba con el sol. Fue la primera vez que salí de París y ansío regresar de nuevo algún día, porque aunque fue el motivo por el cual mi madre perdió el trabajo, fueron las dos semanas más bonitas que recuerdo antes del día que renací.

Durante poco tiempo compartimos casa con la señorita Aletheia y también fue una epoca tranquila que recuerdo con cariño. Conocí a Reydek, el que fue mi primer amigo de verdad. Todavía llevo colgado el ámbar que me engarzó en plata y que sacó del estanque escondido. Me hizo un jardín para mi, y pasábamos muchas horas juntos, hablando de cualquier cosa. Me pregunto dónde estará ahora y qué será de su vida.

Todo cambió cuando contrataron a mi madre en la mansión Landvik para cuidar de Lobbo. Había perdido a sus padres y nosotras no sabíamos que estabamos entrando a trabajar con una manada de licántropos. Nos acogieron bien, nos trataron con respeto y en aquella inmensa mansión hice mi segundo amigo. El primero era diez años más mayor que yo y el segundo siete años menor. Debe ser que no sé hacer amigos de mi edad ¿no?. Aprendí junto a él a montar a caballo y otras muchas cosas, pues éramos de los pocos niños que había allí.

Todo cambió aquella noche en la que la enfermedad me mordió de nuevo. Las fiebres fueron terribles, tosía sangre y cuando los doctores vinieron a verme, sólo con la cara de mi madre ya sabía lo que le habían dicho: que se despidiese. Tres días de lenta agonía, hasta que Damon le ofreció otra alternativa: convertirme en una de los suyos. Mi madre por encima de todas las cosas me quiere con toda su alma, y sé que obró movida por el amor. Lo lamentó mil veces después, pero de nuevo le he tenido que explicar que nada de todo esto es tan terrible, ahora tengo una vida nueva y más plena que la anterior. Ahora ya no tengo miedo del frío ni del invierno, no temo dejarla sola y desconsolada, ni me agobia pensar que llorará frente a un ataúd demasiado pequeño.

Renací el día que Damon me mordió y me transformó. Fueron varios días de lucha intensa, al borde de la muerte porque mi cuerpo ya estaba muy desgastado de las fiebres, pero mis ganas de vivir se unieron a la fuerza del lobo y lo conseguí. Han pasado nueve años de aquello y me siento muy agradecida.

Ahora formo parte de la manada Landvik, Damon sigue siendo el alfa y tengo tantas cosas por descubrir todavía que no puedo quedarme quieta. Mi lobo interior aúlla con fuerza y sólo quiero descubrir nuevos paisajes, conocer el mundo y gritar a pleno pulmón que estoy viva y que nada puede frenarme.

Parece que deja de llover, así que dejaré este capítulo aquí y lo continuaré otro día.

Hasta pronto querido diario,

Elaine.

DATOS EXTRA

- Siempre lleva al cuello el ámbar que le regaló Reydek cuando estaba a punto de cumplir los ocho años.
- Lobbo es su mejor amigo actualmente.
- Aunque su apariencia sigue siendo frágil, de niña que fue enfermiza, ya no lo es.

por Invitado Sáb Mayo 13, 2017 7:02 am

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