Desde el escenario - Flashback

Había observado con cuidado, moviendo levemente el telón, aún faltaba mas de media hora para que los espectadores llegaran, y el palco mas cercano al escenario ya estaba ocupado, por el mismo hombre, como cada noche, desde hacía casi una semana. Aquello la tenía bastante preocupada, ¿porque aquel distinguido caballero, asistía a todas sus funciones? quedándose hasta después de que todo mundo se retiraba y solo ella se mantenía en el escenario, haciendo su última rutina de práctica. si, era una tontería, volver a practicar, luego de haber puesto en escena una obra extensa como la que se estaba presentando, pero Luba, perfeccionista por naturaleza, quería repasar cada movimiento, en especial los que debía bailar sola. Como ninguno de los músicos se quedaría para tocar la partitura, y así poder hacer la práctica con música, la realizaba en total silencio, o aveces tarareaba la pieza musical, si es que no se encontraba demasiado cansada. Entonces, cuando terminaba de practicar, miraba hacia las graderías, la plaza y los palcos, entonces, su mirada se cruzaba fugazmente con aquel sujeto, que de un segundo a otro parecía desvanecerse, ¿sería que su imaginación le estaba haciendo una jugarreta? ¿o verdaderamente un hombre se quedaba allí, hasta que ella abandonaba el teatro? la primera opción no la aterraba, aunque le causaba una cierta preocupación, ya que eso significaría que su cabeza estaba fallando. Negó mentalmente, intentando exorcizar su miedo, a la posibilidad de volverse loca como lo hiciera su tatarabuela, quien juraba y perjuraba que su amado había muerto y vuelto a la vida convirtiéndose en un no muerto y que así estarían juntos eternamente, como era de esperar su abuela terminó en un hospicio, sola y alejada de toda la familia, quien se olvidó de ella y la dio por muerta varias décadas antes de que falleciera.

la segunda opción, no era del todo mejor, de ser en verdad un ser vivo, podía ser un loco que se había obsesionado con ella, o un asesino que estaba rodando su próxima victima. Aunque también cabía la posibilidad de que se tratase de un fantasma, ella creía en los espíritus, y en la posibilidad de la vida después de la muerte, así que no sería muy descabellado pensar que de ser un ente fantasmal, pudiera estar rondando el lugar que le hiciera feliz en vida, o por el contrario, el sitio donde hubiera ocurrido su muerte. Suspiró angustiada, fuera de una u otra manera, ninguna de las opciones le daba una seguridad o una solución a su temor. Le quedaban dos opciones, o no continuaba con su rutina de practicar luego del espectáculo, o cuando sus miradas se cruzaran, buscaría valor en su interior y le preguntaría porqué se quedaba a fisgonear que hacía ella después del espectáculo. Asintió con un suave movimiento de cabeza y sonrió, al sentir que de un modo u otro, esa sería la última vez que la importunara. Su mirada recorrió nuevamente el patio, las graderías y los palcos, terminando su recorrido en el palco en el que siempre encontrara a ese caballero, y su piel se erizó de miedo, allí, los ojos rojizos, cargados de un sentimiento que no lograba entender, la miraban directo a los ojos, como si él hubiera podido escuchar todo lo que ella había estado cavilando. Espantada de miedo, cerró de un tirón el telón y huyo despavorida a los camerinos. Ya no estaba tan segura de quedarse esa noche a practicar y menos en preguntarle que era lo que estaba haciendo allí en aquel palco solitario.