Rhys Kynaston

+Nombre del Personaje: Rhys Kynaston

+Edad: 23 años

+Especie: Humano

+Tipo y Nivel Social: Clase Media, extranjero (aunque está en París desde joven)

+Lugar de Origen: Inglaterra

+Descripción Física: Mide 1,75m, de complexión delgada pero cuerpo tonificado. Su cabello es algo largo, sin llegar al hombro, liso y castaño oscuro casi negro. Los ojos son azul oscuro, de largas pestañas y mirada ausente. Su piel es pálida y sin manchas, excepto por una cicatriz en la pelvis, al lado derecho, alargada. Suele vestir colores oscuros, intentando ir limpio y ordenado para dar buena impresión. Lleva un crucifijo de colgante, lo único que le queda de su madre.

+Descripción Psicologica: Rhys es un chico ingenuo y muy inseguro, sin embargo nunca se muestra de ese modo, esconde sus verdaderas emociones bajo una máscara de serenidad y cierta arrogancia, un sistema de defensa para que no le pisoteen. Es un chico muy solitario y poco hablador, alejándose de la multitud la mayor parte del tiempo, sólo acercándose cuando necesita algo de alguien en concreto. Su vida le ha llevado a convertirse en alguien ambicioso e incluso obsesivo, no se detendrá hasta conseguir sus propósitos, convirtiéndolo casi en una enfermedad. Al no querer que nadie se le acerque demasiado, puede llegar a ser muy cruel con las personas, de lengua afilada y carácter frío, mantiene los muros de su mente muy altos para que nadie pueda penetrar en ellos. Tiene los sentimientos demasiado enterrados, por ello le cuesta mucho definir la diferencia entre capricho y amor, o entender cualquier tipo de sentimiento romántico, necesita a alguien que se los haga entender.

Le gusta la belleza y la música, ambas le atraen y son para él su mayor prioridad. Le enferma la idea de envejecer, perder su juventud, y por ello vive sus días al máximo tratando de aprovechar la vida y, si es preciso, morir antes de que la edad se marque en su rostro. Le apasiona el mundo sobrenatural de los vampiros, y se decanta por una vida bohemia donde no existen los problemas de la vida real. Vive en su propio mundo.

+Historia: La madre de Rhys era una bella mujer inglesa de la alta sociedad, cuyos padres arreglaron su compromiso con otro hombre a la temprana edad de 14 años. Sin embargo Eliza Kynaston, que así se llamaba, se enamoró de un joven artista bohemio que vivía en la pobreza y sobrevivía a base de sus cuadros. Eliza, viendo que su compromiso se acercaba y no podía evitarlo, decidió escapar de casa e irse con el chico que amaba, Henry. Se casaron en secreto y pronto ella quedó embarazada de un bebé al que llamaron Rhys. Sus primeros años fueron felices, no les importaba tener poco dinero pues vivían del amor, Eliza le enseñaba música y otros temas de cultura a su pequeño, pero pronto aquella felicidad se rompió. Cuando Rhys ya tenía 3 añitos, Henry empezó a darse cuenta que de amor no se podía vivir y se dio a la bebida, dejando de pintar. Poco a poco se fueron empobreciendo más, Eliza trabajaba en una posada puesto que su marido se pasaba el día bebiendo, de mal humor y gruñendo todo el tiempo.

Todo aquello repercutió en Rhys. Su padre empezó a volverse violento por culpa del alcohol, pegaba a Eliza y a Rhys para desahogar sus frustraciones, culpándola a ella y al niño de que su carrera artística no tuviera futuro. Ella aguantaba, pues aún le amaba, y consolaba a Rhys después de cada paliza que recibía de su padre, intentando en vano que se descargara con ella y no con el pequeño. Unos años después, Eliza cayó enferma por una epidemia, muriendo al poco tiempo, dejando a Rhys de 7 añitos a solas con su padre. Ambos vivían en la más extrema pobreza, y Rhys robaba en las calles por mandato de su padre para tener algo que llevarse a la boca. Las palizas eran constantes, no pasaba día que Rhys no tuviera un moretón nuevo, empañando de aquel modo su belleza heredada de su madre.

El día que Rhys cumplía los 12 años, tuvo que ir a buscar a su padre que no volvía después de irse a beber. Le encontró borracho en medio de la calle, maldiciendo a todo el mundo. Tratando de detenerle y llevárselo a casa, Henry desató su furia contra él y, sacando una navaja, se la clavó en la cintura gritándole que todo era culpa suya. Rhys, como defensa, trató de devolverle el golpe y fue así como asesinó a su padre, empujándole fuerte y dándose este un golpe fatal en la cabeza contra la acera. Al verse solo, y creyendo que le condenarían por aquel crimen, escapó de Inglaterra subiéndose a un barco como polizón.

Llegó a Francia, donde enseguida se puso a trabajar en el puerto preparando barcos que iban a partir. En sus ratos libres practicaba violín, el instrumento que su madre le enseñó a tocar, y con el tiempo se dio cuenta, gracias a los comentarios de sus compañeros, de que aquello se le daba bien. Dejó el trabajo en el puerto y empezó a tocar por las calles mostrando su música. A los 15 años, un hombre se le ofreció para mantenerle a cambio de tocar en sus fiestas de la alta sociedad, y fue así como empezó a hacerse conocido. Con el tiempo consiguió ganar el suficiente dinero para mantenerse y subir de categoría, llegando a la clase media, y siguiendo con su música pues es lo único que le llena en estos momentos.

Ha vivido solo todos estos años, tocando en fiestas u ofreciendo conciertos a pequeños grupos de altas clases sociales.

+Datos Extras: Debido al odio que sentía por su padre, decidió quedarse solamente con el apellido de su madre, Kynaston.