Sortilege [Privado(+18)K.C]

Por unos momentos quede atrapada en sus palabras, no hablaría enserio cierto? Solo era un decir, palabras que  engrandecian su ego al hacerme ver lo fácil que era mover los hilos desde su postura verdad?. Yo no iba a ser libre nunca y la idea de tener un amante como tal no era posible, ni siquiera un inmortal podría cambiar ese hecho en caso de que tuviera intenciones de tomarme no solo por esta vez, pues estaba ligada al ser pretencioso y oscuro que era Andrés, ya tenía dueño...uno muy posesivo que no me dejaría vivir si se enterase de esta profanación al juramento de matrimonio. Un respiro, eso era todo, no debía ambicionar más pues entonces se volvería un vicio incontrolable; ellos los eternos no generaban sentimientos de apego como nosotros, yo corría el riesgo de hacerlo si entablaba la posibilidad de que no fuera el único encuentro pues no podía negar esa atracción. Solo hice una pequeña mueca ante el comentario pues refutar no estaba en mis planes el era demasiada distracción, sus manos, su cuerpo...me desconectaban me aturdian los sentidos y la cordura.

Mi pecho desnudo toco la fría madera provocando una sensación extraña pues la posición en la que ese movimiento me dejaba era por demás revelador, gemi con fuerza al sentir sus dedos en mi humedad mientras el frío de su lengua me recorría sin tregua explorando hasta mi último recoveco.
Mi cuerpo se movió de manera brusca al sentir el azote que aunque fue medido en fuerza no dejo de doler un poco y eso me excitaba, su palma fria contra mi piel caliente. Mis manos se elevaron acariciando el borde de la mesa mientras mis pies se plantaban en en suelo aferrándose, me tenía a su antojo, doblegandome de una manera tan excitante que el calor en mi interior volvía a nacer amenazando con consumirme de nuevo, lo deseaba en mi hasta que no dejará rastro de mi cuerpo.

Mis muslos se contrajeron y mis caderas se movieron ante sus fríos dedos con necesidad, era difícil describir lo que él me estaba provocando con su lengua y sus garras. Murmure su nombre entre jadeos que intentaba callar mordiéndome los labios con fuerza hasta el punto de lastimarme. Pegue mi cuerpo a la mesa alzando más mis glúteos para que el tuviera acceso a aquel rincón dilatado por su causa y enterrara en mi sus ganas sin decoro alguno. La lujuria misma me dominaba y tomaba mi cuerpo a conciencia.

Exhale con fuerza al sentir de nuevo su duro tacto en mi piel, disfrutaba de esos azotes mas de lo que dolían quizás por el hecho de estar tan excitada que me tenía absorta de cualquier cosa que no fuera placentera. Este calor en mi cuerpo solo era mitigado por el tacto frío del inmortal y fue en aumento cuando sentí su miembro sobre mi cavidad, el como me tocaba me provoca tanto pues podía sentir esa lujuria que terminaba por envolverme y embriagarme. Mis piernas cedieron a ante el, dejándole camino libre para que me tomara sin ningún decoro; gemi aferrándome ala mesa al sentir que me embestía con velocidad sobre humana no solo en mi sexo pues atendía a mi demandante cuerpo ofreciéndole algo que sin duda no había experimentado en su vida, era como estar con dos hombres, no, esto era mejor.

-Lo hago...-no salieron más palabras de mi boca pues no podía hablar por mi respiración agitada al igual que mi corazón; mi cuerpo se movía hacia el buscando cada choque o al menos eso intentaba por que al estar en esa a posición era difícil hacer algún movimiento me tenía a su merced. El placer en conjunto con las ansias de tocarle me estaban ahogando aumentando toda sensación que pudiera sentir mi mortal ser, quería besarlo y hundir mi lengua en su boca, incluso el deseo de sentir sus colmillos desgarrar mi piel se apoderaban con fuerza, era una necesidad tremenda que se volcaba sobre mi.
Mis jadeos se volvieron un susurro intentando ser callados con ganas al sentir aquellas garras sobre mi cintura tomándola con fuerza para tenerme aún mejor, mi mejilla sonrojada por el acto se pegó a la fría mesa mientras cerraba los ojos y me dejaba llevar por ese orgasmo que causaban sus penetraciones.

Temblé ante el y su nombre se volvió mi rezo, uno desesperado al sentirme caer en aquel abismo que provocaba su cuerpo; nada volvería a ser igual después de esto al menos no en el plano sexual. Jamás me habían tomado con tanta lujuria y deseo, la necesidad que el parecía mostrar por mí calor me ataba sin duda, me provocaba de una manera inigualable. Lo deseaba no solo hoy sino cada puesta de sol, estaba dispuesta a consumirme en el pecado? O redimirme me podría salvar de sus garras?

Lo sentí, ese espesor ser derramado en mis entrañas mientras yo me apretaba contra su miembro dejándome ir por completo alcanzando de nueva cuenta ese delicioso climax;jadeé con fuerza aferrandome a la mesa con ganas pues mi cuerpo se derrumbó ante el mientras mis pulmones jalaban aire con fuerza. Sus manos frías tomaron mi pecho con fuerza evidente provocándome un espasmo ante el contraste de temperaturas, cerré los ojos con fuerza disfrutando de losus garras afiladas y su perfecto cuerpo pegarse a mi aun sin voltearme encajando mas su miembro en mis entrañas, sentí su aliento en mi nuca y su lengua pronto estuvo a un costado de mi cuello probandome, provocando que gimiera contra la mesa al sentir los colmillos penetrar mi piel nuevamente. Me apreté a él con ganas excitada por el placer que era sentir ese tacto, ese abandono que saciaba al ser oscuro por un lapso corto algo que agradecí pues comenzaba a marearme sin contar que era adictiva la ponzoña de este...como una droga que lograba desinhibir a quien fuera.

Mi cuerpo resintió el abandono de su miembro cuando esté se retiró de mi para girarme con total facilidad quedando cara a cara, sus manos varoniles tomaron mi nuca de manera fiera estampando nuestros labios,callando mi propia sed de el con esa lujuria latente que crecía como una bestia en mi interior. Sus labios bajaron hasta perderse en mi cuello susurrando aquellas palabras sin ninguna dificultad.

-Seria firmar mi prematura muerte si cedo a esto...mas de lo que ya lo hice-

Mis manos bajaron con verdadera necesidad acariciando sus hombros, su espalda tan bien formada, subiendo de nuevo por ese torso esculpido para perder la cordura. Apretaba la piel con fuerza a sabiendas que esto solo era un cosquilleo para el,era perderse nuevamente en su divinidad pues cuerpo igual a ese no había tocado en mi vida. Y pensar que no podía dar más cuerda a esto, que no debía hacerlo me carcomía el interior.

Estaba jadeando, mi respiración estaba tan agitada por la energía que se me fue momentos atrás, apoye mi cara en la suya mientras el permaneciera en mi cuello, cerré los ojos tratando de regular el feroz latido de mi corazón que pareciera golpear mi pecho hasta salirse, pero mis manos que no dejaban de tocarle no ayudaban mucho al apretar los omóplatos de este.

El me hizo olvidar hasta el lugar donde estábamos asi que con calma abrí los ojos girando la vista dándome cuenta que habían unos cuantos libros esparcidos por el suelo, me sentía exhausta y comenzaba a tener un hambre bastantante marcada al igual que la sed como si no hubiese bebido agua en dias.Sin duda era hora que me planteara retirarme.

-Estoy de acuerdo...-susurre saboreando los fríos labios que de manera irremediable envenenaba mi alma y la hacían dependiente a cada segundo,esto no resultaba bueno de ninguna manera pues siempre estaría con el miedo a que alguien descubriese lo que apenas comenzaba ya que por más que me negara a ello era inevitable que sucediera;con gracia baje de aquella mesa para tapar mi desnudez viendo que mi vestido había sufrido algunos desfiguros por fortuna nada que la capa no pudiese ocultar bajo su sombra.Y entonces a mi mente vino algo sumamente importante,yo no venía sola,mi escolta estaba aguardando fuera de la biblioteca sin duda seria un problema si me veían salir con el inmortal como acompañante pues yo no podía estar con nadie a solas menos con alguien del sexo opuesto pero por lo visto alguien ya se había encargado de ello,me giré para verle con evidente confusion pues el "me encargue de ello" no sonaba exactamente muy bien.

Acomode mi peinado de manera que no se notase en absoluto el desarreglo por la actividad reciente y con prisa camine a la puerta para ver qué fue lo que el vampiro les había hecho a la escolta impuesta por mi marido pero no tuve oportunidad de ser yo la que abriese  a la puerta,debido a que las manos frías me tomaron de la cintura plantado en mis labios un beso fortuito.
Me quedé quieta y observé cómo este abria de par en par las puertas dando paso a la imagen de dos hombres totalmente idos,mi guardia estaba ahí de pie totalmente inmóvil y apesar que no fuesen de mi agrado me alivio el saber que seguían respirando.

Tome la mano sintiendo el contraste de temperaturas de nueva cuenta, recordándome que debía tener cuidado pues era peligroso andar con la noche en tantos sentidos.

-Teneis un lugar en mente Sir Clapton...-dije con una tenue sonrisa de lo más natural saliendo de aquel lugar con paso airado,guardando las apariencias en todo sentido provocando que nadie pensara mal de esta Duquesa pues bien dicen que pueblo chico infierno grande.

El carruaje con el emblema de la casa a la que pertenecía esperaba sobre la calle,poca gente transitaba por la acera pues era un horario poco transitado para mi fortuna.

Cuando el cochero se acercó para abrirnos la puerta me percate que su mirada lucia como la de mis escoltas, totalmente perdida en la nada.Gire mi rostro hacia el vampiro un tanto sorprendida,por supuesto que conocía los alcances de esos seres,lo que había llamado mi atención era como manipulo a todo mi servicio sin mostrar dificultad...cuantos siglos debía tener en esta tierra para poder adquirir tanta habilidad sin lucir siquiera inmutado.Tome la mano que esté ofrecía gallardo para apoyarme y poder subir al carruaje sin dificultad seguida de el que con gracia se acomodo a lado mio;la puerta se cerró y pronto se escucho el andar de los caballo.Que estaba haciendo...se supone que no debía propiciar nada,vaya fuerza de voluntad que me cargaba.

La mano masculina me saco de mis pensamientos al posarse sobre mi pierna obligándome a centrar mi atención en el,con su tacto frío era imposible no rememorar que la misma mano me hubiese marcado momentos atrás estrujando cada parte de mi volviéndome suya pues se sentían tan bien las garras en mi cuerpo.Relami mis labios tras escucharle y mi cuerpo se estremeció levemente por la cercanía reaccionando ante el,no era de extrañarse que mi corazón diera un salto ante la propuesta.

-Tentais a los mortales es un vicio para usted cierto?...-

Hablé en el mismo tono bajo,sintiendo los afilados colmillos en mi lóbulo provocando que la necesidad de besarle se expandiera en mi y como si este leyese mis pensamientos reclamo mis labios con lujuria una que de nuevo comenzaba a despertar la mía.Mis manos se entrelazaron detrás de la fría nuca profundizando el contacto saboreando cada espacio en su boca,que difícil era no desear su cuerpo quebrantando el mio.

Aún sentada baje una de mis manos tibias por su pecho bien formado y con cuidado separe nuestros labios aunque eso era lo menos que quería-Me temo no ser tan intrépida en estos rubros Sir Clapton.-Este hombre buscaba hacer tirones mi alma y regocijarse en lo que quedaba de mi.Lo cierto era que comenzaba a desear que me tomara en cada lugar que pudiera,beber de él hasta desfallecer,era una locura,una que no podía dejar ir tan fácil como me plantee en un principio.

Aquellos leves besos fueron acompañados con su mano este no demoro en besar sus dedos cuando la mujer busco separar ambos labios, pero sus manos no se detuvieron y volvieron a recorrer de forma lenta su piel sus piernas desde su rodilla hasta su muslo del lado exterior de su cuerpo para sentir el calor de su adorada y mortal piel, como si garras buscaran disfrutar de ella, este detuvo sus manos sacándolas de dentro de la falda de la joven para rozar suavemente sus labios con un dedo de forma lenta mientras su mano volvía a meterse en el interior de sus prendas pero esta vez por el lado interno de su muslo recorriendo todo el camino hasta su sexo.

-Deseo quebrar vuestro espíritu y mente, para luego construirlos nuevamente a mi antojo...

Dijo con una leve sonrisa dejando en claro que no se detendría en provocarla y disfrutar su cuerpo llevando este al borde desconocido de la lujuria, ya que sus dedos comenzar na acariciar la intimidad de su cuerpo rozándolo levemente mientras el besaba su mejilla y sus labios recorrían desde allí hasta su cuello besando le con pasión y tranquilidad, una suavidad que dejaba claro que el vampiro poseía todo el tiempo del mundo para disfrutar de ella y no dudaría en usarlo esa noche para tenerla a su antojo y muchas otras noches mas.

Luego de que sus labios recorrieran su cuello y los besara rozando de vez en cuando sus colmillos dejando que la joven sintiera como si el estuviera a punto de morderla pero no lo hizo, sino que bajo sus besos y atenciones hacia su escote el cual comenzó a besar y a lamer suavemente lastimando su seno derecho levemente con su colmillo de forma intencional para que la joven sangrara y el pudiera beber de ella sin dejar de jugar con sus partes intimas, sus dedos comenzaron a penetrarla suavemente de forma lenta y placentera el no tenia apuro para terminar aquello si su objetivo era enloquecerla llevarla al borde de la locura.

Suspire con fuerza al sentir el camino que recorría la mano fría, sus yemas en mi piel provocándome, invitándome a consumirme de nuevo deseando lo prohibido de sus mieles. Fue inevitable no ceder ante su voz como si ya se hubiese llevado mi voluntad cuando nuestras miradas se cruzaron en la biblioteca, que me estaba haciendo ese inmortal? Por que el tacto de su piel me enloquecía de manera cegadora y su voz ronca me atrapaba en el deseo de sus palabras que estremecían mi interior. Mi corazón latió de nuevo con fuerza resonando en algún lugar de mi mente ya perdida, mis ojos se cerraron disfrutando de la intromisión en el filo de mi intimidad buscando hacerse de ella una y otra vez; mi tersa piel reaccionó a sus labios erizandose al roce de sus colmillos en mi cuello provocando un cosquilleo en mi vientre, anhelando que bebiera de mi pues el simple acto embriagaba cual droga al sentir la ponzoña en mi sistema, pero no me encajo los colmillos en esa área si no que bajo para herir mi zona erogena dejando escapar un poco de sangre de mi pecho, ahogue un grito por lo excitante que habia resultado ese pinchazo de dolor.

Mis manos se aferraron al asiento de piel con fuerza ante las penetraciones de sus dedos fríos como el invierno, mi cadera inconsciente se empujó hacia el encuentro de sus yemas  y mi cabeza se echó hacia atrás recargando de en el respaldo del asiento. Quería más de el pero mis labios no pronunciaban palabra se mantenían apretados tratando de no dejar escapar el aire ante mi respiración agitada, me estremecí en sus manos que se movían en mi sexo de manera experta y enloquecedora, suplique más en un murmuro que pareció un rezo mientras mis dedos acariciaban la nuca del ser que pretendía destrozar lo poco que quedaba de mi hasta volverlo a construir a su propósito y deseo.

-Más... más...-

Pedí enardecida cual adicta, un cordero en plena conciencia que iba hacia el lobo y aún así no detenía su andar. Se me olvidó por completo donde estaba, hacia donde iba, todo a su causa. Deje de oír el trote de los caballos y solo escuché mi respiración agitada deseosa por descubrir el placer que se dibujaba en las caricias que el vampiro inflingia en mi de manera despiadada.

Me perdí de nuevo en el aroma que esté desprendía dejando que mis manos se introducirá por debajo de su saco buscando tocar la piel rígida.

El vampiro no dejo de recorrer con avaricia su lengua lamer con deseo sus senos lamiendo de forma deseosa degustando la poca sangre que nacia de aquella pequeña herida que le habia dejado en ese lugar sexual de su cuerpo, sin cesar este luego subio sus labios hasta los de ella besandola con cierta pasion, dejando que ella sintiera su propia sangre en sus labios, mientras las manos de el seguian dandole placer le encantaba como ella pedia por mas y no se haria rogar estaba dispuesto a hacerla enloqucer aun mas era una mujer que el deseaba para si mismo, poseerla en todo momento cuando le fuera posible. Este metio tres dedos en su sexo empezando a penetrarla con una intensidad bastante mas fuerte de lo que lo haria un simple humano con su miembro con mayor intensidad.

-Te dare mas y te enloquecere hasta el momento en que no puedas pensar en otra cosa preciosa.

Dijo para luego si acomodarse entre sus piernas para penetrar con su miembro ya erecto entre las piernas de ella empezando a cogerla con intensidad, bastantes ganas y clavando tambien sus colmillos con deseo en su cuello haciendo que sangrara y bebiendo de ella mientras mueve su cadera para penetrarla con intensidad y deseo buscando de esa forma sentir el maximo placer no solo por el mismo sino por ella tambien, es el hecho de que esta se enloqueceria mas aun combinando ambos placeres.

Ceso su alimento ya que no buscaba debilitarla, sino de esa forma tendria un problema ya que ella no podria seguir con el acto sexual estaria demasiado debil para poder continuar, el en un rapido movimiento se giro y la dejo a la joven sobre ella para que la misma pudiera dar saltos sobre su miembro penetandose a la velocidad que lo deseara mientras que sus manos acariciaban su trasero y lo apretaban buscando jugar con su ano, para penetrarla suavemente*

-Umm que encantadora eres tan delicada como esperado de la nobleza...

Menciono aquello para justamente aumentarle el morbo de lo que estaba alli.

Gemí, gemí al sentir el movimiento de su dedos dentro de mi humedad deseaba que fueran remplazados por su hombría con demasiada premura, la verdad estaba cediéndole todo el derecho sobre mi, que me hiciese a su antojo llevándome a conocer aquel placer que encerraba tal acto,aun a sabiendas que yo tenia dueño y solo podía permitirme esto por un tiempo breve o al menos eso creía por que entre mas sus labios me recorrían era difícil hacerse a la idea de un solo encuentro, por primera vez me invadió el sentimiento de la avaricia, quería mas de el.  Su voz de nuevo lleno mis sentidos provocando el anhelo que sus palabras se volvieran ciertas y en sus manos cayera mi locura, mi cuerpo reaccionaba de nueva cuenta ante sus estímulos, el simple hecho de sentir como succionaba mi sangre era excitante, enardecedor. Mis manos siguieron trazando un camino por la piel fría y dura, mientras los labios inmortales reclamaban de nuevo los míos en un beso poco decoroso que correspondí como si fuese el ultimo saboreando la sangre propia en el; no me opuse cuando lo vi encima mio al contrario moví mi vestido de manera que no estorbara y cavilando su intención fui materia dispuesta para que por fin su miembro se enterrara en mi, a pesar de lo húmeda que me encontraba al sentir su dureza rozar mis paredes de manera poco gentil, me fue inevitable no quejarme un poco tardando otro mas en acostumbrarme a el a sus movimientos tan fieros.

-Me despierta lo mas insano Sir Clapton...-

Dije en un susurro sobre su oreja acomodando mi cuello para que la penetración de sus colmillos fuera mas profunda a la par que sus embestidas, mis caderas se movían con cada encuentro de nuestros sexos buscando igual un poco el ritmo fiero que tomaban, ya no sabia que me provocaba mas placer, su mordida o sus penetraciones, era una combinación toxica, adictiva. Abrí mis ojos sintiéndome abrumada por la imagen borrosa que capte pero no dije nada, no quería que se detuviera no ahora que podía saborear el placer por cada termino nervioso, mis manos quitaron la parte inferior de su atuendo justo antes que el me posicionara encima suyo, no pude evitar suspirar al sentir de aquella manera su miembro viril mas adentro y no tarde en mover contra el de manera pausada hasta ir tomando velocidad, sin duda el movimiento del carruaje me hacia abordarlo con fuerza, dándome la sensación que con cada roce se hundía mas en mi carne. Mis labios devoraron los suyos tentando con mi lengua los afilados colmillos, quejándome sobre su boca al sentir los dedos en aquel rincón, una extraña sonrisa apareció en mis labios mientras mis ojos castaños se clavaban en la perversa mirada.

-No siempre lo fui.-

Solté refiriéndome a que no nací en cuna de oro, mi voz sonó irremediablemente excitada por la situación. A donde iría a parar con todo esto?

El inmortal no demoro en acariciar la cintura de ella de disfrutar de sus lineas del calor que su cuerpo emanaba, como esta era una mujer hermosa y de cuerpo viguroso que en este momento irradiaba mucho placer y calor el mismo no desperdiciaria en ese momento, sintiendo como el la penetraba de forma constante y profunda, este tomo de su caderas comenznado un va y viene con suma lujuria y deseo, esperando poder controlar su poder por le hecho de que si usara toda su fuerza, en realidad podria matarla pero le estaba dando un placer que ningun otro mortal podria ser capaz de copiar, sonrio levemente por lo que ella menciono y asintio levemente antes de lanzarse a exponer sus senos y besarlos lamiendo sus pezones con ganas y jugar con estos en su boca sin cesar. Rozando nuevamente sus colmillos en la piel caliente de la chica para provocarle placer a ella y poder disfrutar con ganas.


Lo se se todo sobre ti querido y eso lo hace mas perfecto...

Le menciono en el calor del placer, revelando que el tenia grandes conocimientos sobre el pasado de la joven, este tenia el poder para ver las memorias de las personas e indagar en estos de forma que pudiera ver y conocer todos los secretos de las personas, incluso ver el pasado de una para conocer todas sus debilidades y en caso de que fuera necesario incluso sepultar recuerdos, borrarlos o poner nuevos en su lugar, algo que no fue necesario con la joven, pero que este podia manejar. En ese momento decidio el tomar el cntrol nuevamentem posando sus manos sobre las nalgas de ella las apreto y se giro para dejarla a ella debajo de el y este acelerar mas aun las embestidas mientras buscaba sus labios, para sentir el aliento calido de ella.

Mis manos tomaron camino propio recorriendo la espalda gélida y dura como aquel miembro que se abria camino para enterrarse más en mi sexo mientras podía oir el leve crujir de mis extremidades, traición, mi sudor destilaba ese pecado con cada movimiento de mis caderas, estaba firmando con sangre mi destino. Los labios del vampiro volvieron a devorar los míos con lujuria y yo cedi entera degustando al ser inmortal, entre los jadeos que salían casi callados por el poco aire que era capaz de tomar mis pulmones, la piel me hormigueaba y sus movimientos me enloquecian a un punto extremo que jamás habia experimentado en mi vida. Una contracción arremetió en mi centro provocando que mis entrañas se apretaran al miembro con fuerza, quería mas de ello volver a sentir ese espasmo recorrerme entera.

El movimiento del carruaje provocaba que las estocadas fueran fuertes sin consideración y aquella rudeza para nada me molestaba, al contrario era difícil no disfrutarlo de la manera en que lo hacia, mis manos en algún punto se tuvieron que apoyar en el asiento aterciopelado enredando mis piernas en la cadera masculina,su sexo comenzó a rozar aquel punto abultado y senti la sacudida a mis sentidos de golpe. Calor, un calor abrumante de nuevo nació en mi, nublandome aun mas el pensamiento, mordí sus labios con desesperación sintiendo que me ahogaba en ese placer, estaba mal y no dejaba de repetirlo en mi subconsciente pero no era capaz de detenerlo de desear que parara pues la situacion me sobrepasaba a escalas garrafales, el incentivo perfecto para un alma que la dominaba la soledad.
Mi cuerpo tembló bajo el cuerpo inmortal, contrayendose cada musculo por su causa y no frene la sensación por el contrario sucumbi a el mientras mi corazón se acelera con fuerza, dejando que mi cuerpo se estremeciera debajo suyo, apretandose contra el por los espasmos simultáneos.

Mi respiración no era mas que jadeos impetuosos, tratando de encontrar su camino entre tanto éxtasis inducido por aquellas gélidas manos que se cernían inclementes en alguna parte de mi cuerpo desbordado de calor a pesar del contraste de nuestra piel. Me impulse con firmeza esmerándome en dar aquellos saltos sobre el inmortal, sintiendo que en cualquier momento caería rendida sobre el; mi pecho cedió a la gravedad al verse descubierto por aquel ser, dando pequeños rebotes con cada choque de nuestros centros que de poco a poco se volvían mas rápidos e impetuoso conforme tomaban ritmo. Clave mis uñas en la rígida piel de aquellos hombros buscando apoyo para unirme mas a el en cada embestida y soportar la nueva intromisión de sus dedos en mi orificio por que era condenadamente placentero, sentirlo en mi de todos las maneras posible a una velocidad que enloquecía a cualquiera; sin descartar que podía constar que el calor en mi interior aumentaba con sus movimientos y pequeñas perlas de sudor poblaban mi frente por el esfuerzo al que estaba siendo sometido mi cuerpo ya que nunca en mi corta vida habia realizado tales actos.

No era creíble aun para mi conciencia que en realidad estaba aconteciendo aquel acto. parecía mas una fantasía, algo que solo puedo permitirme en sueños, pero no era así, yo de verdad estaba faltando a mis votos y lo estaba disfrutando tanto al grado de plantearme mas si lo miraba con buena perspectiva. Un gemido se escapo de mis labios mientras la mano ajena estrujaba mi seno con notoria experiencia pues no cabía duda que los años vividos de aquel inmortal lo dotaban de ser buen amante, una sonrisa de satisfacción se formo en mis labios ya que el movimiento del carruaje solo acentuaba las penetraciones con cada salto que daba regalándome aquella sensación de cosquilleo al apretar mi sexo alrededor del miembro una y otra vez con mayor fuerza, En algún punto termine pegando mi frente a la suya sin dejar de moverme sobre el, extendiendo el placer propio que me otorgaba aquel encuentro, le mire fijo destilando el deseo que me generaba su cuerpo, sus manos sobre mi piel, su boca...que de solo verla se me antojo tomar y así lo hice, le bese degustando aquel culposo sabor de sus labios aun percibía en la lengua ajena el sabor metálico de mi sangre y eso solo me excitaba mas, me empuje con fuerza buscando que se hundiera mas en mi a pesar que podía sentir un leve dolor en todas mis extremidades

-Señora...-

Corregí con voz ahogada y una sonrisa traviesa ante el ultimo comentario del vampiro, seguirle el ritmo a este punto de verdad me estaba costando y estoy segura que mi corazón lo constataba ante los alocadas palpitaciones.

Mordí mis labios con fuerza al sentir aquella punzada en mis pezones obligándome a cerrar los ojos, guardando la locura que el estaba desatando en conjunto con la necesidad por que el inmortal estrujara de nueva cuenta mis pechos volviéndose un deseo casi caótico, que me estaba haciendo?, no pensaba en otra cosa que sus manos tocándome y ansiaba el frío de sus caricias en esa parte erógena de mi cuerpo, me estaba desquiciando una placentera tortura de su parte. De mi boca salio un suspiro de satisfacción al sentir los dedos en aquella cavidad moviéndose fieros sin darme tregua, mi sexo se apretó violentamente al suyo en contracciones incontrolables, se movía sin pudor alguno estampando su pelvis a la mía logrando que su miembro tocara el fin de mis paredes de forma casi magistral, al oír su voz cargada de lujuria abrí mis ojos clavandolos en ese mar de sangre, quise responder pero me fue imposible hablar, de mi boca solo salían gemidos ahogados al cambiar la velocidad de sus embestidas de una forma inigualable que dejaba por mucho mal parado al que fungía como mi marido, esto no tenia comparación alguna y mi cuerpo lo sabia por que estaba sucumbiendo por completo. Su boca colisiono de nuevo con la mia y sin poder negarme a obedecer aquel pedido mi cuerpo alcanzó su clímax deleitándose con aquel orgasmo que se desencadeno violento y placentero extendiéndose con rapidez para consumirme y hacerme ver lo perdida que habia estado al negarme estos deleites carnales; la fuerza con la que me tomo dejo en mi piel alguna que otra marca rojiza donde estuvieron su manos y aun asi no sentia nada mas que el goce de aquel encuentro desvaneciendose de apoco en mis entrañas mientras mi boca devoraba la ajena con todo el ímpetu que me era posible mordiendo y chupando a su paso.

Mi cuerpo cayo sobre el suyo apoyando el poco peso de este, cesando el movimiento de mi pelvis sobre la ajena de forma paulatina, extasiada,tan cansada que mi respiración era eufórica y desigual al ritmo de mi pecho frenético que subía y bajaba tortuosamente intentando jalar el aire que me hacia falta. No sabia de mi, me sentí tan satisfecha en todo sentido que se me olvido el infierno que en España me esperaba; mi rostro termino acuñado por un momento entre el espacio de su hombro y cuello aspirando el aroma que desprendía provocándome un deseo incomprendido, este ere el efecto que aquellos seres ejercen sobre los mortales como yo?.

-Esperemos que pueda ser capaz de entrar por propio pie Lord Clapton...-

Susurre con cálido aliento a la piel dura de su cuello mientras una sonrisa que mostraba la buena noche que pasaba se dibujaba en mis labios. Sintiendo aquella pesadez ahora en mi cuerpo presa del cansancio me levante de encima suyo para dejarme caer a su lado acomodando lo que habia quedado de aquel vestido, aun sentia la presion de sus dedos en alguno que otro rincón, acaricie mis labios con la llema de mis dedos sintiendo la hinchazón en el labio inferior y aun su sabor implícito en ellos,imposible borrar aquella sonrisa.